9 ago 2009

Fanfic Serial: Whispers - Cap. 03

Autor: Kainet
Titulo: Whispers
Capitulo: Capitulo 03
Fandom: Super Junior
Parejas: Sichul / Hanchul
Clasificación: Angst / Au
Advertencia: Si no te gusta el yaoi (Chico x Chico) es mejor que no leas este serial. No copies este fanfic, si deseas compartirlo en otro lugar, pide permiso al autor y coloca los créditos correspondientes.

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"Hoy el velo blanco del destino me arrancó de tus pensamientos.
Hoy dejamos de ser un recuerdo para convertirnos en nada.
Hoy, quizás, tú y yo ya no somos los mismos...
Una nueva oportunidad se muestra ante nuestros ojos.
Tu, puedes ser feliz; yo, puedo vivir con esto..."

By Hangeng


Tercera Parte.

El viento soplaba suave y lentamente entraba por una de las ventanas de aquel lugar, despeinando un poco los cabellos de Heechul, el clima templado y el sol a medio salir generaba una especie de calidez sobrenatural. Se miró una vez más en el espejo, analizó por unos segundos su rostro, ya casi no quedaban rasguños del accidente, ya casi todo estaba borrado al igual que su memoria que continuaba en blanco como una hoja de papel esperando por ser escrita. Sonrió un poco al encontrarse con unos ojos llenos de vacío y unos labios incapaces de rebelarle aquel tiempo que había olvidado por completo. Luego, sus ojos se posaron sobre sus manos, por alguna razón se sentía nervioso. Sabía que en cualquier momento aparecería aquel amable doctor que días atrás conoció en una de sus caminatas diarias en el hospital. Era menor, sin embargo no podía simplemente ignorar que era el responsable de su salud. Además tenía aquella agradable sonrisa que durante un tiempo le resultaba extraña, ya que generaba en él sentimientos encontrados. Por un lado, se sentía bien al verlo sonreír; por otro, se odiaba por sentirse así y lo odiaba, en cierta medida, por hacerlo sentir cosas que no recordaba haber sentido antes. Cerró los ojos unos minutos, intentando soportar el dolor en su pierna; mordió sus labios rabioso al no tener resultado. Golpeó con una de sus manos la cama, frustrado al experimentar cómo el dolor superaba su determinación. Cómo su incapacidad lo reducía a alguien que recordaba la mitad de su vida. Quiso llorar, pero el orgullo le ganó; quiso gritar, pero una vez más, su orgullo lo superó. De repente la puerta se abrió y Siwon entró con una gran sonrisa en su cansado rostro, parecía que no había tenido una muy buena noche, algo que alarmó a Heechul y prácticamente le hizo olvidar el dolor en su pierna.

-¿Estás bien?- preguntó Heechul mirando fijamente a su doctor, este le sonrió un poco más manteniéndose en silencio- Te ves pálido y parece que no has dormido bien...- agregó intentando explicar su preocupación.
-¿No debería ser yo el preocupado por tu salud?- Bromeó un poco Siwon para luego acercarse más a su paciente; quien cerró los ojos al sentir las frías manos del otro posarse sobre su frente.- No tienes fiebre...- comentó ignorando el comentario previo- veamos cómo va esa pierna...- continuó mientras levantaba la sábana- ¿Te duele?
-No me has contestado... ¿Por qué debería contestarte ahora?- refunfuñó un poco Rella para luego jalar la sábana y evitar que el otro continúe examinándolo.
-¡Jajaja!- Siwon se echó a reír como loco ante la mirada confusa del otro- Kim Heechul... -Pronunció su nombre lentamente haciendo que el mayor se ponga nervioso- No he dormido bien, tienes razón, pero no tengo nada; solo que ayer fue el matrimonio de mi hermana, se casó en China y volé en la madrugada para llegar a mi turno hoy en la mañana...- Siwon se detuvo al notar que la mirada del otro se llenaba de lágrimas, pensó por un segundo que la princesa quizás había recordado algo.
-Qué curioso, nunca he ido a China, pero cada vez que escucho de ese país me duele mucho el pecho, y empiezo a sentirme muy triste...- comentó Heechul secando sus lágrimas.
-No debes llorar...- Siwon se acercó más al rostro del otro para secar sus lágrimas con su pañuelo- Soy doctor, sin embargo no sé como curar un corazón triste... desearía poder hacerlo- comentó algo frustrado.
-Me ayudas mucho con tu simple presencia...- Heechul intentó contenerse pero sus palabras salieron por si solas, su corazón ya no dolía, ni siquiera recordaba aquel lejano país, solo deseaba continuar así con su doctor. Sin decir palabra alguna, atrapó con una de sus manos a la mano del otro que secaba su rostro, logrando que este se sonroje.
-Gracias...- balbuceó nervioso Siwon- Ehm...- no quería que lo suelte, realmente no lo deseaba pero se sentía tan culpable, tan vano, tan traicionero. La noche anterior Hangeng quemó una fotografía de aquel chico coreano al que amaba, fue entonces cuando Siwon confirmó sus sospechas: ambos estaban enamorados de la misma persona, de Kim Heechul. Pese a eso, el chico de la fotografía sonreía hermoso, tenía los cabellos largos y el brillo de sus ojos era cautivante. Siwon analizó al Heechul que ahora tenía en frente. Sus ojos estaban apagados escasamente sonreía y sus cabellos estaban cortos y de color negro.- ¿Puedo preguntar algo?
-Dime...- Heechul se aferró a la mano del más alto.
-¿Sueles llevar el cabello de este color ahora? Donghae me contó que te gusta mucho llevarlo de colores distintos, desde rubio hasta naranja...- mintió, nunca había hablado de eso con el nombrado- Si deseas, puedo decirle a una enfermera que te lo tiña... o puedo autorizar que venga tu estilista personal... quizás eso alivie un poco tu dolor...- Sonrió- Deseo ayudarte en lo que pueda- mantuvo su sonrisa mientras clavaba su mirada en los ojos del otro quien se echó a reír antes sus palabras.
-¿Tan superficial me crees?- fingió disgusto tan solo para probarlo
-¿Eh? No, no... Yo no quise insinuar eso. Discúlpame por favor es que yo...- Siwon se deshizo en venias y disculpas pensando que había ofendido a aquel chico.
-Niño rico...- susurró- Educadito, correctito... solo era una broma. Supongo que así te criaron...- el más alto le miró confundido- Apuesto a que nunca has roto una regla... siempre haces que tus padres estén orgullosos y eres religioso- dijo esto ultimo con una risa burlona.
-Quien está bien con Dios tiene una vida plena y hermosa...- sonrió inocente a lo que el otro cambió de gesto y se dejó ver enojado.
-¿Eso quieres decir que mi vida no es plena ni hermosa?- se hizo el ofendido de nuevo. A lo que el otro volvió a ponerse nervioso y a disculparse mil veces. Heechul le sonrió burlón- Otra vez... fue una broma.- le guiñó el ojo- Pero es cierto, no creo en Dios.
-¿Por qué?- Siwon se sentó frente a la camilla y esperó una respuesta. Heechul se puso nervioso, quizás asustaría demasiado a aquel niño bueno con su explicación. Pensó durante unos minutos en alguna mentira, algo que haga que esos ojos interesados se desvíen.
-Por que no...- contestó fingiendo carcajadas- Cúrame...- ordenó- me duele- señaló su pierna a lo que el otro se apresuró en sacar medicinas y colocarle calmantes.- Gracias...- susurró el paciente para sí. No supo porque, solo sintió ganas de agradecerle.

Pasaron los minutos y poco a poco sus ojos me son arrebatados por el calmante que le he colocado para el dolor en su pierna. Que maravilloso ha sido cuidarlo durante tanto tiempo, que perfecto ha sido tenerlo solo para mí. Heechul, sin saberlo se ha adueñado de todo mi ser; sin ser consiente ha robado cada segundo de mi vida y la ha transformado en algo más, en magia quizás. Estar así con él es algo que las palabras no pueden describir, algo que supera cualquier comunicación, algo que simplemente sientes que te embarga por completo. Me siento mal por Hangeng, sé que no es feliz, sé que lo estoy traicionando. Pero no puedo luchar con lo que siento, soy una mala persona aunque Heechul me llame niño bueno. Soy la persona más terrible y más egoísta sobre la faz de la tierra. Porque soy cobarde, porque no puedo contarle a mi mejor amigo que estoy enamorado de la misma persona que él. Porque soy cobarde y no puedo simplemente dejarlo ir, quiero a Heechul para mí. Me frustro mientras me mantengo al lado de su camilla, antes de dormir se ha quedado sujetando de mi mano y soy incapaz de separarla de la mía. Al menos quiero tener este tipo de contacto con Kim Heechul. Si no puedo tocar su corazón, me conformaré al sentir un poco más de la textura de su piel. Pero nos interrumpen, Donghae entra y me mira sonriente, me pongo nervioso y le hago señales para guardar silencio, me duele no quiero; lentamente desprendo su mano de la mía y salgo para continuar con mi trabajo.

**

Las horas pasan y pasan, ella duerme entre mis brazos mientras yo pienso en otro. Me duele el alma, me lastima este matrimonio; sin embargo, soy cobarde, no soy capaz de hacer sufrir a quienes amo. Elegí a mi familia en lugar de Heechul, elegí no ser cuestionado, elegí vivir una mentira por el resto de mi vida. Cierro los ojos y pretendo dormir mientras ella se acomoda un poco para sentir mi calor. Cierro los ojos e intento no tenerlo más en mis pensamientos, pero cómo hacerlo si minuto a minuto recuerdo sus ultimas palabras en mi celular "No te vayas..." susurró llorando la ultima vez que me llamó. "No te vayas mi amor... China está muy lejos" se repite una y otra vez en mi mente, cómo deseo que el me olvide, no quiero que sufra lo que yo estoy sufriendo ahora. Prefiero que me odie a que me extrañe, prefiero que reniegue de mi existencia a que me llore en las noches. Sus manos, las tengo grabadas en mi piel, aquellas caricias que nunca fueron suficientes a pesar de que nunca dejábamos de tocarnos. Aquellos labios que nunca quise dejar de besar, aquellos ojos que solo me miraban a mí. Que me eligieron a mi entre los muchos pretendientes que tenía. Qué feliz fui cuando me dijo que sí en nuestra primera cita oficial. Me había elegido a mí, no importaba más. Fui egoísta, porque quise seguir sintiendo eso sabiendo que tendría un final. Siendo consiente de mi futuro, quise seguir adelante, quise que él siga adelante conmigo. Pasamos muchos problemas juntos en la universidad. Recuerdo cuando se peleaba verbalmente con algunas chicas porque ellas no soportaban mi nacionalidad. Recuerdo su risa burlona cuando yo no recordaba como decir las cosas en su idioma. Recuerdo sus ojos traviesos cuando según él me enseñaba coreano y terminaba aumentando mi vocabulario de insultos. Una pequeña sonrisa aparece en mi rostro al recordar aquellos momentos juntos. Cuando te ponías histérico porque dejaba a los demás hablando, porque no era como tú de discutir con los demás cuando me atacaban. Te extraño Heechul. Llevo una de mis manos hacia mi rostro para detener una lágrima que está por salir.

-Hangeng...- Susurra mi esposa al notar que estoy despierto- ¿Qué deseas de desayuno?- la miro en silencio, acaricio su rostro y deposito un beso en sus labios: no quiero que note mis lágrimas. Mi esposa es muy hermosa, es tan buena, no merece a alguien como yo- Esposo...- dice sonrojada luego del corto beso.
-Lo que tú desees estará bien para mi...- beso su frente, si bien Siwon es mi amigo y confidente, me hizo jurarle que nunca haría llorar a su hermana, de lo contrario me odiaría y yo no quiero que la única persona que sabe quien soy en realidad me odie. Daré lo mejor de mí en este matrimonio, para que ella sea feliz conmigo.- ¿Quieres que yo cocine?- le pregunto a mi preciosa esposa con una gran sonrisa, aunque realmente no deseo hacerlo, yo solo cocino para mi princesa.
-No, no quiero molestarte, iré a preparar algo...- besa mis labios y camina a la cocina envuelta en un camisón corto de color celeste. Su figura fina parece ser dibujada. Ella no parece real. Ella es muy hermosa, pero no tan hermosa como él que dejé en Corea. Aún puedo recordar las risas de los dos cuando pasábamos horas de horas metidos en la cama, yo cocinaba para él, el me amaba solo a mí.

**

Pasaron algunos meses y Hangeng empezó a trabajar en la empresa que ahora era fusión entre su familia y la de su esposa. De tiempo en tiempo veía a Siwon más este lucía algo cambiado. Algo distraído, el chino pensó en un primer momento que quizás era muy cansado el trabajar como medico y a la vez como ejecutivo en la empresa Choi. Mas luego olvidó preguntarle sobre eso, tenía mucho trabajo y se centraron en eso. Aquella mañana Siwon se apresuró en terminar sus reuniones en la corporación pues debía volver a Corea del Sur para la tarde. Su hermana se lo encontró en uno de los pasillo de la empresa y tomándolo del brazo le preguntó si podía ir con él a su país, si lo ayudaba a convencer a Hangeng para ir al menos un día. Siwon se puso nervioso pero no pudo negarse ante la mirada de su hermana. Lucía triste. "¿Eres feliz?" preguntó preocupado pensando que quizás Hangeng era muy frío con ella. "Demasiado, pero extraño mi país... tengo el mejor esposo del mundo y vivo en un país hermoso. Pero quiero ir a casa al menos un día, ver a mis amigos..." Siwon comprendió de la nostalgia de su hermana y a las dos horas los tres estaban subidos en el avión directo a Corea. Hangeng lucía tranquilo, muy serio con aquel traje de negocios. Definitivamente era un Hangeng diferente al que dejó Corea un tiempo atrás. Aquel que durante un tiempo deseó y soñó con ser bailarín, aquel que durante un tiempo estudió en una universidad al lado de quien amaba.

Estamos de vuelva, mi cuerpo tiembla. Tengo miedo. Pero existen muchas personas en este país, es imposible encontrarnos por casualidad. Siwon se despide ya que debe ir a dar de alta a un paciente. Mi esposa y yo caminamos alrededor del aeropuerto esperando que el chofer de los Choi venga a recogernos, compro unos periódicos y me dedico a leer un poco pero no entiendo ni la mitad, asumo que he empezado a olvidar lo que aprendí del idioma. Mi esposa es amable y me traduce algunas cosas me sonríe y luego besa mi mejilla con mucho amor. Ella es perfecta, ella merece que yo también lo sea. A los minutos llega el auto y ambos apresuramos el paso para ir hasta su casa. La hermosa mansión de los Choi en uno de los barrios más exclusivos del país. Cuando vine por primera vez a Corea, nunca imaginé que terminarían entrando a una de estas casas. Heechul constantemente se burlaba de las personas así, de los hijitos de papá y de las etiquetas sociales. Si me viera ahora, convertido en uno de ellos, asumo que me odiaría.

Mis suegros nos reciben atentos, nos dan de comer algunos entremeses mientras esperamos que esté la cena, la tarde cae ante nuestros ojos mientras hablamos de actualidad, política, economía y cultura. Todos hablan muy bien el chino y no tengo dificultades para comunicarme, me siento en casa, muy lejos de la Corea que dejé. Mi esposa me sonríe, hoy esta dispuesta a tocar el piano para mi. Camina elegantemente hasta el piano, desliza sus dedos sobre las teclas. Me recuerda a él cuando tocaba en el salón de música en la universidad. Sus hermosos dedos tocaban melodías hermosas para mí, solo para mí. "Hangeng-ssi ¿Crees que puedas ir a buscar a Siwonie para la cena?" Me pregunta mi suegra, le sonrío amable y asiento con la cabeza. Una vez que mi esposa termina la pieza musical me despido de ella con un beso en la frente y salgo en dirección al hospital central, donde trabaja mi cuñado, mi mejor amigo.

Siwon se veía algo cansado luego de dos reuniones de negocios en China en la mañana, un vuelo y varios pacientes en emergencias. Caminó rápido encontrándose con Donghae en la puerta de la habitación de Heechul. Este le sonrió ampliamente mientras que el más alto le devolvía el gesto. Estaba triste y no podía ocultarlo, iba a darle de alta a Heechul y eso acortaría el tiempo para verlo. Donghae dijo que iba por unas bebidas mientras que Siwon saludaba a su paciente. Heechul había vuelto a teñir su cabello, pero esta vez estaba de naranja y algo corto. El doctor le sonrió mientras que se acercaba para revisar sus heridas. Heechul se veía algo triste también, no sonreía en absoluto.

-¿Ya no duele la pierna?- preguntó Siwon sonriéndole como siempre.
-A veces... cuando hace frío- Contestó cortante- Siwonie...
-Dime- Siwon colocó una de sus manos sobre su frente- Sin fiebre... veamos como te va en una semana ¿Si?- ignorando lo que el otro buscaba decirle.
-Escúchame...- se enojó un poco el paciente. Siwon le miró asustado y se mantuvo en silencio- Yo... te voy a extrañar...- dicho esto clavó su mirada en el rostro del otro que empezó a ponerse rojo. No sabía qué decir o cómo reaccionar. Mas se mantuvo calmado y le sonrió de vuelta en silencio.- Vendré a visitarte seguido... - agregó.
-Gracias... ya sabes que eres mi paciente favorito.- sonrió galante- Cierto...- sacó de uno de sus bolsillos una pequeña cajita de vidrio que tenía dentro una pequeña flor de Girasol- Estuve viajando casi todo el día y no pude comprarte un ramo... pero vi esto en China, es un Girasol enano... dicen que es difícil de encontrarlos y que son muy delicados... yo creo que se parece mucho a ti...- le sonrió de vuelta a lo que el otro no dijo nada y se lanzó a sus brazos para aferrarse a él. Siwon se quedó de una pieza y solo atinó a devolver la caricia, sintiendo que su corazón se aceleraba de sobremanera. Donghae se quedó en la puerta con una gran sonrisa y luego de unos minutos retrocedió para dejarlos solos pero al salir chocó con alguien. Volteó a disculparse encontrándose con Hangeng.
-¿Qué demonios haces aquí?-alzó la voz sin reparo alguno si los de la habitación lo escuchaban.
-Yo...- Hangeng no pensó más ya que reconoció la voz que llamaba desde dentro de la habitación a Donghae. Empujó al pescado y entró desesperado encontrándose con Siwon y Heechul- Siwon...- miró asustado a su cuñado
-Hangeng...- Siwon miró asustado a Heechul pero este le miraba confundido- Heechul-ssi él es mi cuñado... llegó hoy con mi hermana.- Los presentó a lo que Hangeng los miró con los ojos llenos de lágrimas- Él es mi paciente...
-Favorito- agregó Heechul con una sonrisa radiante- Kim Heechul...- se presentó a lo que llamó a Donghae para que entre- ¿Ya debemos irnos?- Donghae asintió con la cabeza- Siwonie... digo, Doctor Siwon, es hora de despedirnos pero quiero tomarme una foto contigo...
-Nos hemos tomado una foto a diario- rió incómodo Siwon. Heechul con ayuda de Donghae se colocó las muletas y se paró al lado de Siwon. Hangeng los miraba en silencio, a punto de llorar. Parecía que Heechul no lo recordaba y eso dolía.
-Cuñado de Siwonie... ¿Puedes tomarnos la foto? Quiero que mi querido Dongie salga en la foto también. Ellos dos me han salvado después del accidente... Claro que Siwon no me ha curado del todo, aún no recuerdo cosas de mi pasado...- explicó con una sonrisa amable al chino. Hangeng no dijo nada solo tomó la cámara entre sus manos y les pidió que posen. En aquella fotografía solo se podía ver a Heechul sonriendo alegre, Donghae miraba enojado hacia la cámara y Siwon tenía una sonrisa nerviosa y la mirada triste. Luego de tomar la foto, Heechul y Donghae se despidieron y dejaron solos a los cuñados. Siwon no dijo nada, Hangeng tampoco. Fueron en silencio hasta la mansión Choi donde los esperaban para cenar.


Continuará…

4 comentarios:

  1. ps aqui pasando de nuevo a felicitarte
    suerte!!!
    sigue asi

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  2. T____________T
    mi pobre chinaman
    sufro con el
    esta q soporta a la 'bella' hermana del caballo osea a la potra ()
    ok no entrare n detalles...

    pero pero ;_______;
    asu q feo....
    "Oe cuñado de mi Siwonie tomanos una foto peh" x)
    ok no
    Chul ah no es tal barrio x)

    espero **!

    te comprare la ruda 8D

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  3. OMGGG!! m abia olvidado d pedir kapo aka tb xDD ... lo estuve leyendo en el foro <3
    i awww~~~ como es la vida no?
    un peqeño pañuelo x3 aasfadfada >w<

    aora q pasara con esos dos .__.?
    necesito saberlo D:
    nenaaa pon maas >w<

    vale ?? (:

    u abrazooTe <33

    naniiz Chun ♥

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  4. actu actuu!!

    pronto pronto Y_____Y
    dalee(?) xD

    x faa x faaa >w<

    se buenitaa :3

    cdtmm!! <3
    un abraso (:

    naniiz Chun ♥

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Ella quiere saber

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