Fanfic Serial: Chocolove - Cap 04

Autor: Kainet
Titulo: Chocolate & Love (AKA Chocolove)
Capitulo: 04
Fandom: Super Junior, SHINee, TRAX
Parejas: Sichul / Varias

Clasificación: Angst / Au / Lemon / Secuela
Advertencia: Si no te gusta el yaoi (Chico x Chico) es mejor que no leas este serial. No copies este fanfic, si deseas compartirlo en otro lugar, pide permiso al autor y coloca los créditos correspondientes.

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Cuarto Bombom:

No escuchó sus palabras, simplemente se apresuró a cachetearlo. A marcar con sus varoniles manos el rostro de su hijo. Le gritó mil y un insultos, le dijo lo mucho que se arrepentía de tenerlo como hijo y del fracaso que sentía al verlo ante sus ojos. Heechul se mantuvo en silencio hasta que el hombre mayor se cansó. Entonces, sin pensar en las cosas, dijo todo lo que había sucedido con Heejin, con el abandono de sus hijos y el robo a Siwon. Aclaró que Siwon era su novio, tan solo para que le duela más a su padre. Tan solo buscando lastimarlo tanto como el con sus palabras y golpes minutos atrás. Su madre lloraba, como siempre. Y eso hizo que Heechul se sienta el ser humano más despreciable del mundo. Tras decir todo lo que pasaba con Heejin pidió ayuda, pisoteando su orgullo, la pidió. Pidió que le ayuden a encontrar a su hermana, que le ayuden a cambiar y a sacar a su hermana de aquel profundo hueco en el que había caído. "No sabemos nada, ni queremos saber de ella desde hace años..." renegó su padre, renegó maldiciendo la perdición de su pequeña princesa. "¿Qué tipo de padre eres? ¿Qué tipo de esposo? Solo te entumeces en tu odio y lastimas a mamá..." replicó Heechul golpeando la mesa con mucha ira en sus palabras. Si su padre lo odiaba, él también odiaba a su padre. Se levantó de la mesa, besó a su madre en la mejilla y salió sin decir más. Sin esperar que alguien corra a detenerlo, sabiendo que nadie lo haría. Sintiéndose muy mal al saber que quizás no había valido la pena haber ido a buscar ayuda a aquel lugar. Llegó a casa con el alma deshecha, sintiéndose cada vez peor, miró hacia la sala y notó que todo estaba apagado, caminó en silencio hasta el interruptor y encendió las luces, dejando que la energía eléctrica le muestre ante sus ojos la visión más tierna: Siwon, dormido completamente, siendo abrazado por el pequeño Heechul y sosteniendo a Heejin entre sus fuertes y bien formados brazos. No pudo evitarlo y empezó a llorar en silencio, Heechul trató de evitarlo, pero las lágrimas brotaban por sí solas, marcando heridas que nunca antes había querido mostrar: su pasado.

Jay Kim no estaba en casa, había salido con Rose a alguna parte de Corea; el pequeño de la casa estaba sentado en el sofá con la mirada clavada en la puerta, esperando que aparezcan, no obstante ninguno llegaba y su impaciencia empezaba a volverlo loco. Llevaba un día evitando a Minho, de modo que solo marcó el celular de este y le pidió que vaya a verlo. A los minutos el mayor tocaba la puerta del departamento. Taemin caminó desganado hasta la puerta y la abrió sin siquiera detenerse a saludar al otro, dejó abierta la puerta y caminó hasta la sala. Minho sonrió nervioso, eran ya dos semanas desde que Taemin empezaba a actuar raro, pensó que quizás estaba enojado por su estrecha agenda debido a la academia nocturna a la que asistía ahora: ya casi no tenía tiempo para estar con su novio. Pero aquel día decidió faltar a su clase, decidió priorizar a Taemin.

-Demoraste...- criticó Taemin cruzándose de brazos.- Odio esperar- miró enojado hacia otro lado menos a los ojos de Minho que lo miraba atento intentando comprender su actitud, se acercó lentamente a Taemin y trató de besarlo pero este se alejó- Vamos a mi habitación...
-Te compré esto...- Minho le detuvo de la mano y la abrazó por detrás, rodeando su delgada cintura con sus largos brazos.- Lo vi en la vitrina y pensé "Ah~ Taeminie estará feliz de usarlo"- sonrió juntando su rostro al cuello del menor para abrir una de sus manos y dejarle ver una cadena con una "M"- Tengo una "T"- lo giró para mostrarle su cuello. Taemin no dijo más y empujó a Minho haciéndolo caer sobre el sofá, como una fiera se subió sobre su novio y empezó a sacarle la camisa de colegio.- Nos van a ver... Taemin...
-No vendrán hasta mañana.- mintió deseando que Jay lo vea en los brazos de otro, mintió y se mintió queriendo creer que sentiría celos.

Apresurados, agitados, ambos adolescentes empezaron a arrancarse los uniformes, incluso lastimando un poco la piel a su paso. Taemin mordió con rabia el cuello de Minho haciéndolo gritar de dolor, luego deslizó sus manos hacia su espalda y empezó a acariciarlo apasionadamente. Eran apenas dos semanas que llevaban sin acostarse, pero Minho sintió de inmediato que algo había cambiado. Taemin ¿Tenía más experiencia? Quiso detenerse y hablar pero el otro estaba muy concentrado en continuar y lo único que no quería era hacerlo enojar de nuevo. Taemin se dejó caer de espaldas sobre el sofa y jaló del cuello a Minho para besarlo apasionadamente, explorando a más no poder sus labios, asfixiándose y asfixiándolo en su pasión. Jaló la mano de Minho y una vez alejando los labios empezó a lamerlo para luego introducirlo en su entrada. Minho se sorprendió ante tanta iniciativa, pero su cuerpo reaccionaba más a los estímulos y no le permitía pensar bien que estaba pasando. No pensó más, y empezó a estimular a su novio que por poco se vuelve loco cuando el mayor empezó a aumentar la velocidad de sus dedos. Minho levantó un poco su cuerpo y alcanzó los labios de Taemin y empezó a besarlo, ahogando sus gritos de placer. Estaban tan concentrados en hacer lo que hacían que ninguno escuchó la puerta abrirse. Ahí estaban, Rose con la boca abierta y los ojos desorbitados, por poco y se desmaya de no ser porque Jay lo sujetó de los hombros. Nunca en su vida pensó ver a su pequeño hermano en esa condición. Fueron segundos de sorpresa hasta que la histeria se apoderó de la rosa y corrió a empujar a Minho.

-¿Qué demonios le haces a mi hermano?- Chilló histérico asustando a Minho. Taemin se levantó tranquilo y se cruzó de brazos mirando desafiante al novio de su hermano.
-Yo... hyung... Tae...- Tae sonrió de lado, malicioso y tomó de la mano a su novio.
-No molestes... ¿Acaso yo me quejo cuando tú, escandalosamente lo haces con Jay?...- La repentina rebeldía de Taemin dejó de una pieza a Rose. El más joven, completamente desnudo, se levantó de su asiento y jaló a Minho hasta su cuarto. Escuchó los gritos de su hermano mayor pero no le prestó atención, cerró con llave la puerta y se tiró en la cama- Sigamos o me voy a enfriar...- dijo sorprendiendo a Minho.
-¿Hablas en serio? ¿Estás loco?- Minho se acercó haciendo enojar al menor
-Mira... tengo ganas. Si no me lo haces, salgo y busco un reemplazo, no es muy dificil...- amenazó haciendo que todo el cuerpo de Minho se estremeciera ante sus palabras. ¿Dónde estaba Taemin? ¿Quién era ese que tenía en frente pidiéndole sexo? No dijo nada, solo se acercó en silencio a la cama y continuó haciendo lo que minutos atrás Rose interrumpió. Taemin no midió sus gritos. Gritó fuerte, muy fuerte, quería que Jay Kim lo escuche, quería que Rose lo escuche. Quería que todos escuchen que él ya no era un niño.

En la sala Rose se puso a llorar, no comprendía la actitud de Taemin. Siempre fue un niño bueno, amable y respetuoso ¿Quién era ese adolescente malcriado que minutos atrás lo desafió? Jay abrazó a su novio y besó sus labios para tranquilizarlo, ciertamente no sabía que más podía hacer. Tomó de la mano a Rose y lo sacó de aquel lugar; además de que le hervía la sangre de que lastimara a su rosa, le enojaba el pensar en el pequeño haciéndolo con Minho. Por algún motivo, se sentía celoso, pero prefirió obviar ese sentimiento sin sentido y apoyar a su novio en aquel momento. Aquel día no volverían a dormir, se irían por ahí a pensar bien las cosas.

Henry colgó el teléfono algo perturbado ¿Problemas de alcohol? ¿Zhou Mi hablaba en serio? Tragó saliva mientras sentía que Kibum le palmeaba la espalda para brindarle apoyo. Donghae sonreía de nervios sin saber que hacer.

-Creo que debes ir a Corea...- aconsejó Kibum. Henry negó con la cabeza haciendo que Donghae se desespere y tomé de los hombros al menor para sacudirlo.
-¿Entiendes la gravedad de todo esto? Hangeng es una persona que yo aprecio demasiado y no pienso sentarme a ver como se destruye por miedos sin sentido.- Gritó asustando incluso a Kibum. Dicho esto caminó enojado hacia su habitación y se encerró. Kibum se cruzó de brazos sin saber que decir mientras que Henry partió en llanto, un muy silencioso llanto. Se dejó caer derrotado sobre sus rodillas y cubrió su rostro de niño con sus manos para secar o tratar desesperadamente el detener sus lágrimas.
-¿Qué se supone que le debo decir?- preguntó Henry tratando de calmar- Lamento haberte hecho daño... tuve miedo, sigo teniéndolo ¿Eso?
-Es un buen inicio, quien mejor que yo para saber lo desesperante que resulta el silencio.- Kibum se sentó a su lado- Solo sé sincero. No es que lo odies, es más creo que lo amas demasiado.
-Lo amo...- susurró Henry- pero...
-Mira... yo también tenía miedo de acercarme a Hae pero ¿Sabes? me di cuenta de que había perdido mucho tiempo teniendo miedo. Solo haz las cosas y deja de pensarlas ¿Si? Yo ya he sacado dos pasajes a Corea del Sur...- hizo una pausa- Mi familia ha tenido ciertos problemas de modo que tengo que volver antes que Hae. ¿Volvemos juntos?- sonrió amable y exhausto, ya que había hablado demasiado, como nunca.
-Está bien...- Henry intentó sonreírle a Kibum.
-Iré a ver a mi pescadito, está en crisis porque lo dejaré solito unas semanas- sonrió logrando que sus mejillas se tornen muy rojas- Nos vemos mañana, que descanses.- se despidió para luego caminar hasta la habitación.

"Chiquito..." besó el cuello de su novio que estaba tirado en la cama con la mirada clavada en la pared. "Chiquito..." repitió acariciando su cintura "No te enojes..." rió un poco ante la indiferencia fingida del otro. "No soy chiquito, soy mayor que tú..." susurró haciendo puchero. "Pero para mí eres chiquito... lindo pescadito" sonrió Kibum introduciendo sus manos bajo el polo de su novio. "Manos frías... cuerpo que arde" rió descaradamente Donghae volteando a rodear con sus brazos a Kibum. "Hay visita..." advirtió el pescado con una sonrisa coqueta en los labios. "No escucha..." susurró sobre los labios del otro subiéndose sobre su novio para besarlo. "Serás mío esta noche... serán largas semanas sin ti y te voy a extrañar." Donghae no dijo más, miró enamorado a su novio y se dejó guiar aquella noche. Rápidamente se deshicieron de las pijamas del mayor dejando a la vista su hermoso y esbelto cuerpo de bailarín. Este se recostó en la cama esperando al menor, quien se quitó los jeans y la camisa con apuro: necesitaba sentir ya la piel del otro. Kibum colocó una almohada debajo de la cintura del otro para tener más comodidad y empezó su labor introduciendo el miembro del otro en su boca. Donghae mordía sus labios reprimiendo con vergüenza sus gemidos: no quería que Henry los escuche. Luego de los previos juegos, Donghae se puso de rodillas y esperó que el otro entre en él, lento, despacio, delicado. Un grito de dolor se esparció en el ambiente cuando Kibum, finalmente, estuvo completamente dentro del mayor. A lo que Kibum se inclinó un poco para besar su espalda, esperando calmar el dolor. "Uno de estos días seré yo... ah... el encargado de tu tarea, solo espera" amenazó Donghae con una sonrisa pervertida en los labios a lo que el otro se sonrojó de sobremanera logrando que el pez se ría como loco. "Ya estoy bien..." susurro moviendo sus caderas hacia atrás indicándole al otro que se moviera en su interior. Kibum, silencioso como siempre empezó a embestir a su novio, lentamente primero para luego ir aumentando su velocidad conforme iban intensificándose los gemidos de ambos. Así, una noche más juntos, más unidos que nunca, deseando que la noche no acabe nunca ya que llegado el amanecer, ambos se separarían.

El reloj marcó las doce de la media noche y Kyu no llegaba, Sungmin miró enojado la puerta: se la había pasado todo el día encerrado en el departamento, esperándolo, poco a poco sus ojos empezaron a llenarse de lágrimas, se sentía solo. Parecía una mentira todo aquello que empezaba a vivir, parecía un mal sueño del que deseaba despertar cuanto antes. ¿Y qué pasaría si realmente Kyu estaba saliendo con ese tal Mao? ¿Qué podría ser capaz de hacer, sentir o decir? Nada, no tenía derecho ¿O si? De repente la puerta se abrió y entró Kyu con aquella mirada fría en medio de un rostro lleno de cansancio. No obstante sonrió al verlo. "¿Has cenado?" preguntó dejándose caer sobre el sofá, dejando que su cuerpo descanse un poco. "Lamento llegar tarde pero he tenido toneladas de trabajo... Mao puede llegar a ser muy exigente" rió con los ojos cerrados mientras Sungmin analizaba cada centímetro de sus gestos. No dijo nada, se quedó en silencio mirando al menor, reprochándolo por su tardanza. "No te enojes conmigo por cosas absurdas..." susurró Kyu, quien empezaba a caer rendido en los brazos de Morfeo. El mayor caminó en silencio hasta él y se sentó en sus piernas haciéndolo abrir los ojos repentinamente. "Bésame..." ordenó el conejo tomando una de las manos del otro para colocarla en su rostro y sentir una caricia. Kyu le quitó la mano y se levantó repentinamente haciendo que el otro pierda el equilibrio. "Estoy cansado... será mejor que vayas a dormir." ¿Estaba bromeando? Sungmin lo miró indignado y se apresuró a tirarle golpes en el pecho, desesperado impotente ante su rechazo. El llanto no se hizo esperar logrando una situación más dramática. Kyu lo detuvo de las manos y lo hizo mirarlo a los ojos. "Tú y yo solo somos amigos... Los amigos no se besan" le dijo clavando sus fieros ojos en la mirada del otro. "¿Es Li Mao, verdad?" cuestionó Sungmin soltándose bruscamente de las manos del otro y entrando en crisis de celos. Kyu siguió mirándolo enojado y luego de unos minutos de silencio tomó su saco y salió del departamento azotando la puerta.

-¿Pelea con el novio?- preguntó Mao abriendo la puerta de su lujoso departamento.
-No es mi novio.- entró enojado.
-Mejor, así no me pongo celoso- rió Mao sentándose en el gran sofá blanco de su sala- ¿Dormirás conmigo o en el sofá?
-¿Lo preguntas como amigo solidario o como jefe violador?- rió con él Kyu.

No esperaron más, lo necesitaban y demasiado. Heechul cerró con llave la puerta del baño y empujó a Siwon contra la pared para apoderarse de su cuello y morderlo: amaba hacerlo era lo que más le gustaba hacer. Siwon se dejó, solo mordía sus labios para no gritar de dolor y despertar a los pequeños que dormían en el cuarto. Heechul bajó sus manos hacia el apretado pantalón y empezó a desabotonarlo con impaciencia, odiando cada diente del cierre por bajar tan despacio. Su otra mano empezó a levantar el polo pegado y corto de su novio, sintiendo aquellos músculos bien trabajados. Siwon se impacientó y tomó de las muñecas de Heechul y cambió de posiciones, acorralando al mayor en una esquina del baño. Ya lo habían hecho una vez estando los padres de Siwon en la sala. ¿Por qué no hacerlo con niños en casa? Simplemente ya no se aguantaban la abstinencia auto-impuesta. "Esto es mejor que cualquier ejercicio" susurró Siwon alzando en brazos a su princesa que se abrazó con manos y piernas al cuerpo desnudo del otro. Heechul atacó el cuello de su novio mientras que este preparaba su cuerpo para entrar. "Rápido, príncipe" ordenó Heechul impaciente por sentir a su novio en su interior. Siwon sonrió malicioso y entro en Cinderella sin reparo alguno, quizás la única forma de castigar al caprichoso ser era de esa manera: en la cama, ya que era el único momento en el que Siwon dominaba la relación. Heechul soltó un grito de dolor que traspasó las puertas e incluso salió fuera del departamento, donde Yunho estaba por tocar el timbre. Siwon intentó morder los labios de su novio para ahogar sus gritos pero era muy tarde: Heejin había despertado y lloraba escandalosamente en la habitación. Heechul se movió un poco más, saltó un poco más para sentir un poco más de placer, no quería soltar a su novio pero el deber de 'padres' los llamaba. Heechul se bajó de su novio malhumorado y se colocó los pantalones de su novio para ir a ver a los niños mientras que Siwon se metía a la ducha para bajarse la calentura. "Aigo... yo y mi escandalosa voz..." renegó para sí mismo cargando a la pequeña en sus brazos y agradeciendo al cielo que el otro monstruito no se haya despertado. Caminó hasta la cocina y preparó un poco de leche para la pequeña. Entonces tocaron el timbre. No se percató de lo despeinado que estaba, ni de la emoción reprimida en su pantalón, simplemente fue y abrió la puerta encontrándose con Yunho. "Se está bañando..." le dejó pasar mientras se sentaba para alimentar a la bebé. Yunho le sonrió pícaro y le señaló en silencio su pantalón a lo que Heechul atinó a cruzarse de piernas "¿Se olvidó papeles?" preguntó intentando desviar la atención. "Cuanta frustración... él hace ejercicio y se baña para tranquilizarse. Pero no piensa en ti, que desconsiderado..." comentó clavando sus ojos en el cuerpo de Heechul. La princesa ignoró el comentario, él no era un simple animal en celo que necesitaba de cosas así para controlarse, podía hacerlo solo, sin necesidad de ejercicios. "Puedo ayudar..." sonrió cínico Yunho. "No me gusta el deporte, lo siento" Respondió Heechul mientras miraba cómo la bebé volvía a dormirse. "No me refería a que hicieras ejercicio conmigo..." contestó Yunho, quien rápidamente cambio su tono cuando escuchó la puerta del baño abrirse. Heechul lo miró mal y caminó hasta Siwon, besó sus labios y le entregó a la bebé: él también necesitaba un baño. Siwon saludó a su amigo educadamente y se sentó a conversar con él. No sin dejar de dar vueltas en su cabeza a lo que había escuchado. Yunho estaba insinuándosele a Heechul antes de que él saliera del baño y eso se le hacía desleal y sucio. Se sintió aliviado ante el notorio desprecio de Heechul, pero aún así estaba inseguro y enojado.

-¿Estás seguro?- preguntó asustado Minho mientras veía como Taemin se recostaba en la silla- Es decir Rose te va a retar...
-No puede, no tiene autoridad moral para hacerlo- replicó enojado Taemin
-¿Por qué estás tan enojado con él?
-No lo estoy, solo me cansé de ser lo que todos querían que sea. Si no te gusta podemos terminar ahora mismo...- amenazó a lo que Minho lo miró aterrado- Además, a ti te va a encantar esto, dicen que los besos y los... tu ya sabes- rió al ver sonrojado a Minho- son mejores con un piercing.- Dicho esto Taemin abrió la boca y esperó que la anestesia haga efecto en su lengua: pondría un piercing en ella, no por complacer a Minho, esa era una excusa, sino porque quería igualar a su hermano. Minho se paró a su lado y tomó de su mano mientras que el especialista traspasaba la lengua del menor con una aguja esterilizada. A los minutos Taemin tenía en su lengua una brillante bolita color plata. Escuchó atento las indicaciones del conocedor y salió son su novio fuera del lugar.
-Supongo que no podremos besarnos en una semana.- sonrió Minho tomándole de la mano a su novio para luego acercarse a su mejilla y besarla- Pero eso no quita de que te quiera...- le sonrió a lo que Taemin hizo un gesto de incomodidad.

Zhou Mi y Hangeng esperaban ansiosos en el aeropuerto. Más el segundo que el primero. De repente divisaron a Kibum y Henry, Hangeng quiso correr a abrazarlo pero se mantuvo tranquilo con una sonrisa en los labios. Feliz de saber que su pequeño estaba bien. Incluso si ya no lo amaba, era feliz de saber que Henry estaba bien. Zhou Mi se sorprendió de la actitud de Hangeng, al igual que Henry y Kibum. Una vez frente a frente Hangeng saludó amable pero distante a los recién llegados y les pidió que vayan juntos al departamento de Kibum donde se quedaría Henry, por supuesto. Zhou Mi llamó a Junho pero este repentinamente le cortó el teléfono haciéndolo enojar.

-Creo que ustedes tienen mucho de que hablar- dijo Kibum tomando del brazo a Zhou Mi.- iremos por el equipaje.
-No, en realidad no.- respondió Hangeng con una hermosa sonrisa en los labios, hermosa y falsa- Henry y yo solo somos amigos ahora. Todo lo que pasó, está en el olvido. Sin resentimientos- mantuvo su sonrisa. Henry le miró triste pero quizás era mejor pretender que nada había pasado. Sin hacerle mucho caso al chino mayor, Zhou y Kibum fueron por las cosas mientras que Henry y Hangeng se sentaban a tomar un café.- ¿Qué tal tu viaje a USA?- preguntó cortés.
-Bien... tomé muchas fotografías- y, tras una sonrisa nerviosa, murió la conversación. Hangeng se puso nervioso pues debía darle la noticia de su abuela pero quizás ese era el lugar menos indicado.
-¿Podemos vernos mañana en mi casa?- preguntó Hangeng haciendo que el otro se sorprenda- Es que dejaste tus cosas... será mejor que te las lleves- se excusó- No quiero que pienses nada raro. Somos amigos, nada pasó.
-Iré a las cuatro de la tarde.- contestó Henry secamente ya que empezaba a disgustarle toda esa actitud de "no pasó nada" cuando sabía que tanto él como Hangeng morían de amor al estar separados.

Siwon se quedó de una pieza al encontrarse con una mujer en la puerta de su departamento preguntándole si era el novio de su hijo. Asintió en silencio mientras ella entraba en el departamento y buscaba a su hijo. El caballo lo excusó y dijo que había salido de compras que solo estaba él y los niños. La mujer de edad le pidió que le dejara verlos a lo que el otro accedió caballerosamente. "Siempre quise que Heejin tuviera un novio como tú, parece que solo Heechulie cumplió mi sueño" comentó la mujer acariciando a los pequeños. Siwon sonrió nervioso esperando que la princesa vuelva pronto. Conocer a su suegra de repente sin previo aviso para arreglarse era bastante terrible.

-Me llevaré a los niños en dos días, mientras tramito mi divorcio..- comentó la mujer mientras tomaba un sorbo de la taza de café que el otro le invitaba- Heechulie es muy orgulloso, ir a pedirnos ayuda... debió costarle. Dijo que no quería perderte debido a esto. Eso indica que te debe amar y aunque no lo parezca, incluso más que él mismo...- hizo una pausa levantándose de su asiento.- Cuida mucho a mi hijo, él ya ha sufrido bastante de pequeño, merece ser feliz ahora...
-Sí, señora- respondió galante Siwon.- ¿Se divorciará?- preguntó curioso sin perder la educación
-Sí, ese hombre lastimó mucho a mis dos hijos, nunca se lo perdonaré. Estaba ciega hasta hace poco que vi a mi hijo llorar. He comprendido que ese hombre amargado no vale más que mis hijos. Disculpa lo de Heejin, ni bien consiga el divorcio te devolveré el dinero.
-No, no se preocupe señora...- Siwon sonrió- Yo confío en Heejin, ella dijo que volvería y me lo devolvería, entonces la esperaré.
-Aigo... eres un buen chico. - la mujer acarició el rostro del más alto- Lo haces llorar y te asesino ¿Entendido?- amenazó cambiando repentinamente de estado de animo. Siwon sonrió, nervioso, sin saber que decir; descubriendo a la responsable de que los genes de Heechul estuvieran llenos de un carácter voluble y orgulloso.

Continuará...