Capitulos: 1/5
Fandom: NEWS
Parejas: TeoMassu / TegoPi /RyoUchi
Clasificación: Angst / Au
Proceso: TERMINADO
Capitulo 1
“Estas diferente” dijo Massu tratando de controlar su
voz, pero no podía quería llorar. El tiempo que había pasado con esa persona
parecía haber sido olvidado por completo, nunca antes había sentido tal dolor,
estaba tan acostumbrado a sonreír que prácticamente no tenía idea de cómo
llorar, pero ya hace algún tiempo venía haciéndolo en silencio. Le dolía ver
aquella transformación, definitivamente
aquel chico que tenía en frente ya no era su pequeño Tegoshi, aquel niño con el
que prácticamente creció. No, ese hombre de ahí no era su mejor amigo, con
quien juró en silencio permanecer por siempre, con quien soñaba a diario. No,
ese no era Tegoshi Yuuya, no lo era, movió su cabeza negando aquellos
pensamientos.
Claro que era él, pero estaba cambiando, le miró de nuevo
y descubrió frialdad en sus ojos, quizás reproche. Tegoshi dijo que no sabía de
qué hablaba e intentó evadir el tema jugando con sus mangas que graciosamente
le quedaban algo largas. El más alto trató de insistir encontrando en su niño
una mirada desafiante, nunca antes lo había mirado de esa manera, se sentía
como un puñal directo en el corazón. El menor le dijo muy serio “Solo me he
dejado crecer un poco el cabello…”
Masuda no le contestó, no hablaba de eso, definitivamente
no hablaba de eso. Sí, Tegoshi había cambiado mucho físicamente desde el debut
pero eso no era de lo que hablaba, hablaba de su actitud. Sin decir palabra
alguna le indicó con la mirada al líder que dormía sobre una banca. El
concierto empezaría en unos minutos y con tanto trabajo este no había podido
dormir nada en días.
Se refería a la cercanía que últimamente había entre su
líder y su mejor amigo. Tegoshi lo miró algo enojado, se levantó de su asiento
y se acercó a Masuda “Quizás sí he cambiado, quizás me cansé de ser un niño. Quiero
que todos se deslumbren cuando me vean, quiero ser como él. Si eso te parece
mal. Vivimos en universos paralelos…” sin decir más se alejó.
Qué dolor sentía en el pecho el niño sonriente ¿Acaso
Yuuya no sabía que deslumbraba siendo el mismo? No tenía idea de lo hermoso que
era así. Tegoshi no necesitaba ser un chico sexy para ser amado, él ya era
amado por lo que era, por lo que tenía dentro y por aquella sensación de
ternura que provocaba cuando sonreía en secreto ¿Eso no era suficiente?
Una fría lágrima cayo sobre sus amplias mejillas, con una
de sus manos la cubrió, no quería que nadie lo vea. Se alistó un poco, ordenó
su cabello, practicó su sonrisa y devoró cualquier alimento que encontró a su
paso. Caminó decidido hasta Tego, quién observaba embelesado al líder “¿Por qué
no vas a despertarlo? Ya vamos a salir…” susurró antes de salir con los demás.
Tegoshi miró con cierto enojo la reacción de su mejor
amigo, ¿Acaso le molestaba que él se acerque a Yamap? Qué le importaba en todo
caso, además nada malo sucedería, el líder nunca sospecharía de sus
sentimientos. ¿Acaso su amigo ya los había descubierto? El pequeño tembló de
tan solo pensar en aquella idea.
Caminó hasta su bello líder y acariciando su cabello
trató de despertarlo, pero el mayor solo se dio media vuelta y siguió
durmiendo. El pequeño sonrío, que perfecto era, que tierno, si las fans vieran
a Yamap como realmente es, seguro lo amarían más, pensó. Luego se acercó un poco
más y le susurro al oído “Despierta… debemos salir al concierto”.
El mayor se levantó con cierta pereza, rascó sus ojos en
signo de cansancio y le regaló una de sus mejores sonrisas, lentamente
pronunció su nombre, que lindo sonaba su nombre cuando el más alto lo decía, de
tan solo escucharlo Yuuya se estremecía. Incluso con sueño, Yamap era el hombre
más sexy sobre la tierra.
“¿Tegoshi?” sobándose los ojos por segunda vez, esta vez
para alejar el cansancio, sonrió de nuevo a lo cual el pequeño también le
devolvió la sonrisa. Debía disimular, de lo contrarío su líder notaría sus
sentimientos y eso era algo que no quería.
Yamap se levantó lentamente y una vez de pie, aún no
reaccionaba, parecía seguir dormido “Hay concierto~~” le gritó Tegoshi para que
despierte. Le costaba tanto al pobre levantarse, miró algo confundido al menor,
es que tardaba algo en procesar la información cuando despertaba. Eso era algo
que volvía loco a Tegoshi, era tan tierno. Se quedaron mirando un rato y finalmente
Yamap rompió el silencio “¿Qué concierto?” preguntó con el rostro hecho
interrogante.
Al pequeño le hacía gracia aquel comportamiento, era
demasiado adorable, moría por abrazarlo, pero resultaría extraño y difícil de
explicar. De repente los rasgados ojos del líder se abrieron de par en par “¡Ah!
¡Concierto!” saltó al despertar por completo. Al parecer su cerebro ya había
despertado también, sin decir más salió apurado jalando de la mano a Tego quién
quedó fascinado al sentir la piel del otro, tan suave, tan cálida.
El concierto acabó y todos se iban a ir a celebrar, pero
Masuda no estaba de ánimo y al parecer Ryo tampoco, este último se había
peleado con Uchi, ya que por quedar bien con una fan durante el concierto, su
novio había tocado la mano de esa tonta chica. Nishikido echaba humo por las
orejas, no lo calentaba ni el sol, tomo las llaves de su auto y miró muy
disgustado a Uchi “Te espero en casa, no llegues tarde…” Se fue azotando la
puerta, los demás miembros se quedaron pasmados, sin saber cómo reaccionar. Pero
luego Uchi empezó a hacer sus bromas, ya estaban acostumbrados a las peleas de
la pareja, eran una pareja algo problemática y en un principio les costo
aceptar que sus amigos eran pareja, pero luego ya se hizo costumbre verlos
juntos.
Tegoshi miro a Masuda y le sonrió, pensando que quizás ya
se le había pasado el disgusto pero este solo miró a otro lado, luego de conversar
un rato hizo una venia sin ninguna sonrisa, lo cual era extraño ya que siempre
sonreía, siempre. Todos se quedaron algo intrigados pero no dejó tiempo para
preguntas y sin decir más se despidió.
Yamashita lo siguió, le pidió que se quede, pero Takahisa
solo le sonrió, sin muchas ganas y se despidió. Su líder era tan amable, no
podía odiarlo, además no tenía la culpa. En realidad era alguien muy bello,
tanto por dentro como por fuera, quizás él, Masuda, no era lo suficientemente
bueno para Tegoshi.
Una vez que llegó a su departamento se detuvo frente a la
puerta, giró un poco y se encontró con el de Tegoshi. Cuando compraron aquellos
departamentos, se querían tanto, eran casi, casi una pareja, sin decir sus
sentimientos. Eso solía pensar Masuda cuando estaba junto a Yuuya.
Solía soñar despierto pensando que algún día estarían
juntos. De repente perdió la noción del tiempo, se quedó estático mirando la
puerta. Leyendo y releyendo aquel nombre en la puerta “Tegoshi Yuuya” incluso
los kanjis de su nombre eran hermosos. Poco
a poco empezó a perder la fuerza y se apoyo en su puerta, sin dejar de
contemplar aquel nombre, se dejó deslizar hasta tocar el frío suelo. Abrazó sus
rodillas y apoyó su rostro en sus brazos para amortiguar las lágrimas que invadían
su rostro.
“¿Massu? ¿Qué haces ahí?” preguntó una voz demasiado
conocida para el, aquel tono tan suave pero tan lleno de fuerza. Se sabía de
memoria el sonido de cada palabra que su amado articulaba, lo sabía, no levantó
el rostro, de lo contrario sus ojos lo delatarían. No podía mentirle, nunca
había podido hacerlo, pero en este momento su mayor secreto estaba en riesgo
¿Cómo explicarle su comportamiento? Miles de preguntas en su cabeza, mientras
el pequeño esperaba impaciente una respuesta. Movió su cabeza de un lado a otro
borrando la tristeza y procuró que sus cabellos cubran el tono rojizo de sus
ojos, sonrió ampliamente y levanto el rostro. “He perdido mis llaves…”
El menor se hecho a reír solo como él sabía hacerlo,
cautivando todos los sentidos del otro, le extendió la mano y lo ayudó a
pararse. Sacó de su chaqueta sus llaves y abrió su departamento “Mañana
buscamos tus llaves, será mejor dormir…” dijo Tegoshi invitando a su mejor
amigo a pasar, este solo le sonrió y entró. No podía estar enojado con Yuuya
mucho tiempo, era demasiado débil quizás, o quizás lo amaba demasiado.
“Da gracias que decidí volver…” dijo Tegoshi abriendo la
refrigeradora para darle algo de comer a su amigo, de seguro moría de hambre,
conocía tan bien a Masuda que ni tenía necesidad de preguntar que era lo que
quería comer.
Simplemente le daba lo que presentía que desearía comer,
siempre acertaba, pero esta vez, no sabía qué darle. No sabía qué estado de ánimo
tenía su mejor amigo, primero pensó en darle dulces, pues pensaba que estaba
enojado, pero se veía algo triste y reflexivo, lo mejor era darle helado. Pero
ahora sonreía y jugaba con el juego de video de la sala, cerró la refrigeradora
y caminó hasta su amigo, le quitó el control y lo obligó a mirar sus ojos. “Ya
dime… ¿Qué te sucede?” ante aquellas palabras Masuda se sorprendió mucho,
nervioso tragó saliva ¿Qué le respondería? Aún tenía tiempo para correr y
escapar, podría fingir que encontraba sus llaves en el elevador. El mayor se
perdió en sus pensamientos tratando de encontrar una respuesta ante tal
pregunta. De repente el otro empezó a reír con mucha fuerza, como solía hacerlo
siempre que se sentía bien.
Tegoshi le miró algo desconfiado y le dijo “BAKA! No te
pido explicaciones. Solo quiero saber cómo te sientes para saber con que
alimentarte…” le volvió a sonreír. Agregó “Dices que yo he cambiado cuando tu
eres el más extraño…” acariciando su cabello y sonriéndole con aquella tierna
sonrisa que deslumbraba a todos, aquella bella sonrisa tan llena de inocencia,
tan llena de sinceridad.
No la sonrisa que salía en las revistas, no esa no, esta
era otra sonrisa, era una que solo aparecía cuando estaban juntos. Massu sonrió
un poco y le dijo que helado estaría bien. Luego de esto continuó jugando con
el Play.
Continuará…
hola, me a gustado mucho el fic n_n
ResponderEliminarMuchas gracias
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ResponderEliminar*-* sube el siguiente cap!!!
ResponderEliminar(se publicó doble mi coment) xD
como sea, me encanta que escribas Tegomass akldjalkdlasdlak <3 *n*