15 ene 2014

Fanfic serial: My Cloud & Your Insomnia 3

Título del Fanfic: My Cloud & Your Insomnia
Parejas: YeWook
Tipo: Yaoi
Capítulos: 3/6
Género: Angst, Drama, AU.
Clasificación: Rating {M}.
Advertencias: Angst / Lemon
Descripción: Porque no puedo dormir hasta que estés a mi lado. No, no puedo vivir sin ti, de nuevo. Me quedo despierto hasta que estés junto a mí. Hasta que esta casa se sienta como antes.
Comentario del Autor/a: Hola, buenas noche. Nada solo dos cositas, primero quiero gradecer que lean y comenten este serial, mi primer serial con YeWook como pareja principal. Segundo quería contarles que debido a cómo iré desarrollando la trama creo que cuatro capítulos es muy poco y lo he cambiado a seis. Espero no me odien y que les guste este capítulo nuevo. Bye.




CAPÍTULO TRES
Insomnio


Porque no puedo dormir hasta que estés a mi lado.
Pensé en aquella primera noche separados, Jong Woon.


Tomé fuertemente tu mano, Jong Woon. Tomé fuertemente tu mano cuando llegamos al departamento de mi padre. Jalaste un poco de mí, no quería ir más cerca. No sabíamos que esperar aquella mañana pero conforme avanzamos nada parecía haber pasado. Una mujer desconocida abrió la puerta de papá, la vi de lejos. Pese a que me dijiste que debía ir contigo a buscar a Ttangkoma, no me atreví a ver a la viuda de mi padre. Ella no dio razón de tu mascota. No podías simplemente entrar y buscarla. Debiste sentirte muy mal. Vi como agachabas la cabeza, frustrado al no poder conseguir tu tortuga de vuelta. Caminaste lento, te quedaste frente a mí, en silencio. Un silencio que me asustó demasiado.

-Tu padre está vivo. Ella dijo que no tenía cabeza para pensar en una tortuga cuando su esposo está en el hospital…- me explicaste a lo que, por alguna razón, sentí alivio.
-Podemos volver otro día y buscar a Ttangkoma, Jong Woon.- susurré estirando mis labios para besas tus mejillas húmedas por las lágrimas. Extrañaste mucho a tu mascota ¿Cierto?
-Se va a sentir sola sin mi…- susurraste tomando de mi mano, entrelazando nuestros dedos. Haciéndome sentir como una corriente eléctrica recorría mi espalda. ¿En serio no notabas lo que mi cuerpo sentía cuando me tocabas? Me acerqué de nuevo, me puse de puntitas y volví a besar tus mejillas. Esperando que hagas algún movimiento y me beses en la boca. Sin embargo, chico tortuga, no lo hiciste.
-Volvamos, nuestras madres deben estar preocupadas.


Ryeowook, nosotros debimos pensar mejor las cosas.
Supongo que éramos unos chiquillos. Inmaduros e inexpertos.
Torpes y, sobre todo, lentos.


-Antonio tarda mucho, lamento que mi hijo sea tan extraño…- se disculpó la madre del nombrado a lo que su mejor amiga le sonrió divertida.
-No me digas eso, Antonio es un caballerito, siempre tan galante con mi Wookie. Si mi pequeño hubiese sido niña ellos dos hubiesen cumplido nuestros sueños de secundaria.- sonrió melancólica mientras miraba sus manos.
-Recuerdo que prometimos que nuestros hijos se casarían. Fue una promesa a los quince años.- señaló la madre de Jong Woon recordando aquel día en el que escuchó a su hijo hablando con Ttangkoma, confesándole su amor por Wookie.
-Bueno los chicos son tan diferentes ahora. No me opondría si tu Antonio y mi Wookie se enamoran.- sonrió la madre de este último, temiendo que alguien más descubra la naturaleza de su pequeño.- verás… Ryeowook es muy diferente.
-El mío es raro.- rió la mamá de Antonio.- Harían una linda pareja.
-Ay pero qué hablamos, si eso sucede no tendríamos nietos nunca…- bromeó mientras empezaba a pelar peras.
-Sí, debemos dejar de suponer cosas. Mejor comamos esta fruta.
-¿Sabes? Mi esposo bueno ex esposo… sufrió un accidente, así me contó su nueva mujer. Por el bien de mi pequeño, será mejor mantener este secreto. ¿Puedes ayudarme con eso?
-Sí, claro. Cuenta conmigo.


**

Para cuando llegamos a casa todo parecía estar calmado. Extrañaba demasiado a Ttangkoma pero lo mejor era no mencionar eso. Sabía que Wookie se sentiría mal al respecto. Cada vez que nuestras madres nos dejaban solos, cada vez que podíamos, tomaba de su mano. El me miraba con una tímida sonrisa. Quizás esperando más de mí. Lo lamento Wookie, hasta ese momento yo era realmente despistado. No sabía qué inquietaba tus pensamientos. Una mañana en la que nuestras madres tuvieron que salir decidiste cocinar para mí. Nosotros no habíamos hablado de nuestra relación, sabías que me gustabas, sabía que te gustaba pero aún no decíamos nada de ser novios o algo. Quizás porque tu asumías que eso me correspondía a mí. Quizás sí me correspondía. Con un rosado delantal me preparaste algo de comer, me serviste y luego te sentaste a verme comer. Se te había pasado el condimento, estaba demasiado picante pero por no hacerte llorar, solo lo pasé. Sudaba ante el picor, sudaba tratando de decir lo delicioso que estaba, pero supongo que mis extrañas expresiones faciales no ayudaban a mi mentira. Después de aquel día te obsesionaste en mejorar tu cocina. Desde aquel día me prometí no volver a sudar con tu comida picante, aunque suene irracional.


Me quedo despierto hasta que estés junto a mí.
Hasta que esta casa se sienta como antes.


Insomnio, el de mis noches, desde que papá se accidentó. Ni tú, ni yo esperábamos que él quede en coma. Ni tú, ni yo pensamos bien las cosas. Al sentir alivio, lo olvidamos, lo dejamos pasar. Quizás pensando, anhelando aquello que empezaba a surgir entre nosotros. Siempre que podías, acariciabas mi mano, incluso en las noches de insomnio, tomabas de mi mano, fuerte. ¿Te confieso algo, Jong Woon? Este insomnio lleva tu nombre. Sí, tú provocas mi insomnio. Incluso hoy, eres mi insomnio. ¿Sabes que me gustaba de aquellos años? Cómo a veces me descubrías mirándote, como bajabas la mirada nervioso y sonreías en silencio. ¿Tanto me querías, Jong Woon? ¿Recuerdas aquel día en el que no pudiste más y empezaste a llorar por Ttangkoma? Habían pasado ya tres meses, estabas algo extraño, más de lo normal. Mirabas a través de la ventana con melancolía. Intenté acercarme a ti, abrazarte, pero mi timidez me venció. Lentamente, ante mi mirada, te levantaste en silencio y caminaste hasta donde alguna vez tropecé con tu mascota.

-Ella disfrutaba tanto disfrazarse de piedra…- susurraste mirando el camino de peras.- Debe parecerte tonta mi actitud pero ella siempre estuvo conmigo cuando te extrañaba, Wook.
-¿Me extrañabas? Pero si nosotros nos hemos conocido hace poco…- me confundí con tus palabras, te lastimé con mi amnesia.
-¿No te molesta que ya nadie te hable en la escuela?- cambiaste de tema repentinamente, dejándome incompleto, impaciente. Te miré serio, tus ojos estaban lejos, muy lejos de mí.
-Te tengo a ti.- sonreí sintiendo mis mejillas colorarse. Sonreí embobado con tu sonrisa tímida.- Jong Woon ¿Vamos a caminar? Por donde le gustaba a Ttangkoma…- no dijiste nada, te acercaste, tomaste de mi mano y caminamos a través de amplios campos de pera. Me gustaba sentirte dueño de la situación. Caminamos hasta que el atardecer nos atrapó en aquel deshabitado sembrío. Nos sentamos bajo una sombra, te recostaste en mis piernas y empecé a acariciar tu cabello. Cual gatito mimoso, sonreíste con los ojos cerrados. Te gustaban mis caricias.
-¿Puedo pedirte algo?- Te miré asustado. Te amo pero uno nunca sabe qué esperar de tus rarezas.- Canta para mí…- mi miedo se convirtió en pavor. Yo jamás había cantado delante de alguien hasta entonces.- Canta para mí, por favor…- susurraste aún con los ojos cerrados, dejando escapar una lágrima entre mis manos. Extrañabas demasiado a Ttangkoma ¿Cierto? Qué tan solo pudiste estar cuando la recibiste para aferrarte tanto a una mascota, no lo sé. Solo sé que mi corazón dolió.


Ryeowook, aquella tarde anaranjada en la que me cantaste.
Mi corazón bailó a tus compases.


Wookie, yo me enamoré de ti cuando tenía tan solo cinco años. Me enamoré perdidamente de ti. Te elegí para tenerte en mi vida para siempre, pero aquella tarde en la que cantaste para mí, mi amor se reafirmó. Mi corazón dolía demasiado, extrañaba demasiado a esa mejor amiga que siempre me escuchaba cuando hablaba de ti. Extrañaba a esa lenta compañera que muchas veces me protegió de la marginación de mis compañeros y de la ausencia de mi padre. Extrañaba a Ttangkoma, quien alivió el vacío que dejó Jong Jin. Tenía los ojos cerrados, no quería ponerte nervioso, pero cómo me moría por verte para creer que esa voz podía existir en este mundo. Mantuve mis ojos cerrados mientras tú cantabas suave y con una de tus manos acariciabas mi cabello. Quizás no debí, pero yo quería escuchar mi voz junto a la tuya. Entonces abrí ojos, haciéndote perder los nervios. Lo siento Wook, yo era muy tonto por aquellos años.


-Te amo…- susurré levantándome para mirarte fijamente.- Te amo, Ryeowook.
-Jong Woon…
-Ah, yo siempre con mis cosas raras. ¿Cómo se llama la canción?- Cambié rápidamente el tema de conversación, esperando que olvides la intensidad de mis palabras. Lamento haberte asustado, pese a que le prometí a tu mamá que nunca más lo haría.
-When falling in love with a friend…- susurraste nervioso.
-Ah… ¿Eso significa cayendo con un amigo?- luego de aquel día, me juré que nunca más reprobaría inglés. Lo juré. Tu risa estrepitosa resonó en aquel solitario lugar. Y en forma de juego empecé a hacerte cosquillas. Quizás debí ser menos rudo. Para cuando vi lágrimas en tus ojos, entré en pánico.- Lo siento, Wookie, lo siento… yo…
-No te preocupes.- susurraste cerca de mi oído.- Significa “cuando te enamoras de un amigo”- ¿Sabes? Yo no sé cómo, pero en aquel momento, mi cerebro detectó tus anhelos. Y pese a que siempre hablábamos en susurros. Aquel día tu voz pedía algo más.


‘Nunca pensé que era amor, porque empezó con un simple gusto’
Susurro para mí cada noche en la que te recuerdo, Jong Woon.


Lentamente retiré tu camisa colegial, botón a botón, tratando de calmar mi impaciencia de sentir tu piel. Sintiendo que la piel me ardía por donde tu tocabas. Cuando se me acabaron los botones pude sentir tu pálida piel bajo mis manos. Besé tímidamente a lo que cerraste los ojos pare sentirme. Tenía miedo de hacerte daño pero por primera vez descubrí lo que tu timidez escondía: lo deseabas tanto como yo. Quizás más. Tu olor se mezclaba con las peras de la estación. Tus manos arañaban la tierra debajo de nosotros. Parecías disfrutarlo pero yo era tan inexperto que no sabía cómo seguir. Besé tu estómago, miré tu pantalón y toda la revolución que ahí había. A tus quince eras tan precoz, Ryeowookie, quizás yo era demasiado lento. Me miraste un poco enfadado al notar que yo, tan lento como siempre, no sabía qué más hacer. Jalaste de mis manos, las colocaste sobre tus texturas y me pediste que no me detenga. Dijiste que estabas en el lugar y en la situación que deseabas. Eso bastó para no volver a frenarme. Inexperto empecé a enseñarnos a ambos lo que era sentir al otro. Abrí tus piernas y te regalé mis labios. Tú me regalaste la voz más aguda que te pude conocer. Los suspiros más acalorados. La tarde más hermosa que pude imaginar de un nosotros.

Mis mejillas rojas explotaban con los calores adolescentes al sentirnos tan íntimos. Traté de cubrir mi rostro, mi boca, mis gritos al sentir tus labios ahí. Pero no pude. A veces pienso que fue bueno que Ttangkoma no viera a sus padres en semejante situación. Para cuando pude controlar mi cuerpo, me senté y me abracé a ti. Acaricié como tú acariciaste. Jalé tu oído, lo mordí con impaciencia. Solo yo, en situaciones así, contigo, pierdo la paciencia, Jong Woon. Pedí más a lo que tus mejillas ardieron. Pedí que me dejaras hacer lo mismo contigo. Me deshice de tu ropa. Te regalé mi boca y luego mi intimidad. En aquel entonces sabía dónde iban las cosas, pero no sabía del dolor que se sentía en la primera experiencia. Yo solo quería sentirte en mi interior. Yo solo me senté sobre ti y te dejé entrar. Tal fue mi grito de dolor que te asustaste. Intentaste salir rápidamente al notar la sangre. No dejabas de pedirme perdón. No era tu culpa, era nuestra inexperiencia que luego se volvió placer. Tu cuerpo y el mío fueron hechos para encajar, solo era cuestión de acostumbrarnos. Recuerdo haber susurrado suplicante mientras calmaba mis dolores y empezaba a cabalgar sobre ti. Luego de aquella tarde perfecta me convencí una vez más. Yo era para ti, como tú eras para mí.


Te siento como insomnio, Jong Woon.
Eres mi insomnio.


Insomnio. Desde nuestra primera vez juntos mi insomnio es por tu nombre y otros anhelos, Yesung. Quien iba a pensar que luego de aquella tranquilidad, de aquel amor, todo iba a irse a pique. Volvimos juntos a casa, toda la noche me la pasé abrazándome a tu espalda, de forma posesiva, como presagiando una separación forzada. Yesung, así debo llamarte ahora ¿Verdad? ¿Me dices dónde se quedó aquel adolescente de diecisiete años del que me enamoré? ¿Me dices si olvidaste nuestra primera vez entre los sembríos de pera? Nuestras madres no parecían incomodarse ante los siguientes días en los que tú y yo hacíamos más evidente nuestra unión. Recuerdo haberme quedado en la cocina junto a tu madre, preparando tu comida favorita. Y mientras sazonábamos ella tomó de mi rostro y besó mi mejilla. La miré algo alarmado a lo que me sonrió, luego me agradeció el haber llegado a tu vida, el haberte hecho feliz en esos días. Tu madre es equivocó en dos cosas. Quien llegó a mi vida fuiste tú, Yesung. Y yo no te hice feliz, las siguientes lágrimas que derramaste fueron por mi culpa. Incluso si ahora no lo dices, sé que es así.

**

Luego de unos días de nuestra primeva vez juntos, tu madre me regaló un hermoso rosario, Ryeowook, apuesto a que no sabes que incluso hoy, lo uso. Tomó de mis manos y entre lágrimas me agradeció que te ame. No señora, no me agradezca, yo debo agradecerle a usted por la existencia de la única persona hecha para mí. Luego de aquello, todo se volvió turbio. No sé en qué momento los policías llegaron a casa, disfrazados. Quizás no disfrazados, quizás yo estaba tan feliz que no me di cuenta de sus uniformes. Ellos me preguntaron quién era el dueño de Ttangkoma y yo, simplemente, respondí con la verdad. Ese fue el último día en el que mi madre me dijo ‘Antonio’. Los nombres reales se acabaron para mí desde ese día. Lloraste, trataste de detenerlos, pero era muy tarde, la evidencia me señalaba como autor del accidente de tu padre. Ttangkoma, estaba bien, al menos eso me hizo sentir alivio. Luego del accidente la nueva mujer de tu padre mandó a investigar lo sucedido, los policías dieron con mi tortuga, la alimentaron y cuidaron. Para cuando aquella mujer pudo estar en sus casillas, recordó que yo había ido en busca de mi mascota. Por tal motivo, los detectives me encontraron como principal sospechoso. Según supe, fueron a buscarme al colegio donde todos los comentarios me señalaban como un ser extraño con aura de asesino. Finalmente llegaron a nuestra casa, donde yo les abrí la puerta y los hice pasar. Para ese entonces ya estaba preparado para ese momento, yo ha había decidido protegerte por sobre todas las cosas. Por eso, cuando señalaron haber encontrado tus huellas junto a las mía, prefería declararme como el único culpable. ¿Quién era yo para malograr el destino de mi persona importante?

Intenté contrariarlo, intenté muchas cosas pero al ser menor nadie me creyó. Todos le creyeron a él su versión de los hechos. Lo catalogaron como un criminal dispuesto a manipular a un menor y agredir a un adulto con tal de conseguir lo que quería. Yesung, tu no eras, ni eres así ¿Por qué parecía que yo era el único en poder verlo? Nuestras madres discutieron y por mi culpa terminaron una amistad que duró años. Mi madre me arrastró lejos de aquella casa y volvimos a Incheon, donde mi padre aún seguía en coma. Lo último que recuerdo fue tu mirada asustado, al verme llorar. Lo último que recuerdo fue como te esposaron como un criminal y te metieron en un auto negro. Lo último que recuerdo es haberme desmayado en los brazos de mi madre, gritando que eras el hombre que yo amaba. Lo último que recuerdo es que aquel día mi querido Jon Woon se fue para no volver. Yesung, así debo llamarte ahora ¿Cierto? Ahora que el tiempo ha pasado, que has cambiado tu nombre, que eres libre de esa correccional ¿Me odias? ¿Me recuerdas? Voy camino a ese encuentro contigo tan planificado para ser espontáneo. Voy camino a ese bar de Seúl donde Jong Jin dijo que cantabas los viernes por la noche.


Continuará…

2 comentarios:

Ella quiere saber

¿Te gustan los Fanfics & Oneshots que lees aquí? ¡Déjame un comentario y cuéntame que te parecen! Es muy importante para esta escritora wannabe saber qué te parecen. Solo así podré mejorar. Gracias.