Titulo: Romance
Capitulo: 03
Fandom: Super Junior
Parejas: Kyumin / Eunmin
Clasificación: Angst
Advertencia: Si no te gusta el yaoi (Chico x Chico) es mejor que no leas este serial. No copies este fanfic, si deseas compartirlo en otro lugar, pide permiso al autor y coloca los créditos correspondientes.
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TERCERA PARTE [Eunhyuk]
Vuelve a mirarme una vez más
No importa si hace frío.
No importa si duele
Solo mírame una vez más
Cada día te he encontrado...
Mi pequeño milagro de destino
Cada día ha sido diferente pero siempre contigo,
pequeño no huyas
Solo mírame una vez más.
Y me he cansado de ser el segundo en todo, me he cansado de ser el segundo en su corazón; siempre estaba pendiente de él, siempre dejando de lado todo por él. A veces pienso que de no haber sucedido aquel accidente las cosas no habrían cambiado. A veces los pensamientos más fríos invaden mi cabeza convirtiéndome en una mala persona. Levanto el rostro mientras siento como la lluvia se mezcla con mis saladas lágrimas. Me duele la cabeza, he tomado demasiado, he pensado demasiado, he llorado demasiado. Dejarlo en libertad ha sido lo más difícil que he hecho en mi vida, sin embargo creo que es la decisión más sabia que he tomado. Sé que mañana estaré enfermo, suelo enfermarme con facilidad, más ahora que ni siquiera mi cuerpo corresponde a los mandatos de mi cerebro.
A veces me obligo a mi mismo a no mirarle, pero me es descomunalmente difícil, por más que sé que va a lastimarme quiero mirarlo y mirarlo. Por más que sé que mi corazón morirá un poco más, quiero sentirlo cerca. Incluso ahora cuando mis ojos se niegan, mi corazón tiene mayor poder, no puedo dejar de quererlo. Esa es la verdad más dolorosa que he llegado a aceptar. No estoy preparado para dejarlo ir, ahora cuando me muestro enojado, cuando he dejado de ser el miembro más feliz de todos. ¿Cómo serlo ahora? Antes reía, hacía bromas e incluso Donghae solía decir que mi risa era tan natural que era peligrosamente contagiosa. ¿Cómo hacerlo ahora si el ya no me pertenece? Empiezo a pensar que nunca lo hizo. Empiezo a inundarme de un sentimiento agrio que me hace sentir más y más miserable.
La lluvia no sé detiene, me duele el pecho, pues en mi soledad he dejado que un grito de dolor se escape de mi boca, llegando incluso a rasgar mi garganta. Llegando a sentir un tibio sabor sanguinolento en mi lengua. Mis manos están muy frías, por qué él no está aquí para calentarlas, duelen esos pensamientos tan turbadores en mi: me siento más vacío que nunca. Si tan solo alguien pudiera ver, sentir y entender todo esto que abate mi cabeza. Miles de recuerdos, momentos, que no quiero recordar mas vuelven en mi cabeza, generando una especie de circulo vicioso. Cómo deseo morir en este momento. Cierro los ojos para evitar continuar llorando y me abrazo a mí mismo como buscando alguna caricia intrusa.
De repente siento que mi gélido cuerpo se llena de cierta esencia: es un abrazo. Mantengo los ojos cerrados intentando concebir en mi cerebro que es Sungmin, pero al escuchar el suave susurro de sus labios, sé que no es él. Su melodiosa voz me llena de fuerzas. Es mi mejor amigo, aquel ser incondicional que incluso en sus momentos más ocupados tiene tiempo para mí. Hace poco ha terminado con su novio, de modo que su alma adolorida puede entender completamente a la mía. Hoy más nunca estamos muy unidos. Tan unidos que ni siquiera el descomunal silencio que ha sellado mis labios puede separarnos. El sabe que no quiero hablar de nada relacionado con ellos, el sabe que no dejo de pensar en ellos, el sabe tanto de mí, que a veces está demás que yo diga cómo me siento en realidad. Lo he extrañado, sí que lo he hecho. Sentir ese pequeño beso en mi cuello me hace sentir vivo. Caricia tras caricia empiezo a sentirme más y más vivo. Cuánto lo quiero. Cuánto me quiere.
Aún recuerdo cuando nos conocimos, fue en el jardín de niños, creí que mi querido Junsu era una niña y me acerque algo molestoso, dispuesto a hacerle llorar. Pero su risa contagiosa le enseñó a alguien tan vacío como yo a sonreír, incluso en los momentos más difíciles. Me pregunto ahora por qué no soy capaz de sonreír como solía hacerlo antes. Por qué no soy capaz de afrontar mi dolor con una amplia sonrisa. El siempre suele decirme que le vea el lado positivo a las cosas, pero no puedo verle el lado positivo a esta ruptura. Le dejo apoderarse de mi torso con su posesivo y sosegado abrazo, deseando que sea capaz de curar todas aquellas heridas invisibles que hoy yacen sobre mi piel. Sus besos se intensifican y sus palabras se hacen dulces. Nunca hemos pasado de eso, pero nunca nos hemos frenado tampoco. Junsu y yo tenemos una relación bastante confusa para todos aquellos que miran desde fuera nuestras formas de expresar el cariño. El mismo Sungmin solían entrar en crisis cuando Junsu y yo nos besábamos en las mejillas cuando nos veíamos. Pero con el tiempo perdió el interés y dejó totalmente de molestarse en decirme algo. Cómo desee que sintiera celos incontrolables por mi amigo. Cuánto esperé por que sucediera. Pero nunca pasó. Todo lo contrario a aquella vez en la que Kyuhyun le tomó de la mano a Changminie, simplemente se volvió loco y le dijo al pequeño de los Dong Bang Shin Ki que no se acerque mucho a su mejor amigo.
Continúo en silencio, deseando que aquellas caricias me lleven a un lugar donde mi corazón no duela y mis manos no estén tan frías. Conservo los ojos cerrados, como si empezara a dejar que el sueño me arrebate de esta realidad tan punzante. De repente sus palabras de amistosas se vuelven milagrosas, solo Junsu sabe como hacerme sonreír. Su risa contagiosa se adueña del momento y ambos nos burlamos de aquello. Luego se quita la casaca y me abriga, sonriéndome generosamente. “Vamos, hoy Jaejoong ha hecho kimchi...” dice luego de secar mis lágrimas con una de sus manos, acaricia mi húmedo rostro y se levanta para extenderme la mano. “Vamos” repite una vez más acercándose a mi rostro y regañándome otro beso cariñoso. Asiento con la cabeza y tomo de su mano. Sé que por más que me sienta solo, no lo estoy, estoy con él y de momento me basta para soportar cualquier dolor o al menos para olvidarlo momentáneamente. Una vez en el departamento me encuentro con todos los TVXQ, Junsu y Micky a penas y se saludan, parece que aún tienen problemas. Pero sé que esta es solo una pelea más, pronto volverán a estar juntos, ellos han nacido el uno para el otro. Junsu me guía hasta la habitación que todos comparten y una vez ahí que presta una de sus pijamas. Me la colocó torpemente y salgo para cenar con los demás. Jae se ve muy gracioso pues tiene el delantal que Yunho le ha regalado pero es tan rosa y tiene tantos dibujos infantiles que lo hacen ver un poco ridículo, me río burlón diciéndole que se ve muy gracioso. Si le sumamos los pantalones cortos y el polo sin mangas que tienen detalles extraños y las pantuflas verde fosforescente, parece un payaso poco abrigado, me burlo junto a Junsu diciendo que el amor vuelve a las personas idiotas. Pero en medio de la carcajada pública, me detengo, es cierto: el amor te vuelve idiota.
Micky tose un poco para señalarnos que el bebé de la casa ha empezado a comer sin nosotros y que si no nos apresuramos en pocos minutos nos quedaremos sin cena. Junsu y yo nos apresuramos a sentarnos, reímos un poco mientras el me roba un poco de comida, lo miro enojado y lo imito, me recuerda a los días de secundaria en los que solíamos comer en la pizzería de sus padres. Yunho es muy atento con su novio y no lo oculta en absoluto, le alcanza todo para que este muy bien mimando, le sirve el agua si se le acaba la que está tomando, son una pareja envidiable. Jae le sonríe atento y le besa la mejilla mientras Changmin se encierra en su plato, el vive en otro mundo cuando de comida se trata y no lo culpo, Jae cocina exquisito. Luego de comer el postre que ha sido cortesía de Micky nos sentamos a ver televisión, parecemos una gran familia con un invitado especial: yo. Me siento querido, me siento acompañado, me siento mejor. De repente nuestras risas se detienen, el celular de Jae suena, nos pide disculpas y contesta sin más ni más; se queda en silencio al saludar, parece ser alguien muy inoportuno. Me mira nervioso, es él, de seguro lo llama para salir, Jae empieza a sudar y no sabe que decir, se levanta de su asiento y va hacia la cocina para hablar, sé que es Sungmin, todos me miran tristes, miro a Junsu y le sonrío, no quiero que ellos se sientan mal por mi culpa, intento decirles que me iré que tengo cosas que hacer, pero Junsu me toma de la mano y niega con la cabeza. Por más que Jaejoong habla bajo, puedo escuchar que le dice que está conmigo y que está ocupado, no debería dejar de lado a sus otros amigos por mi. Luego de unos minutos vuelve y dice algo muy tonto como gracioso, arrancándonos una sonrisa a todos, haciéndonos olvidar el minuto de tensión. Luego me mira y me dice mientras su enamorado lo apresa entre sus brazos “Estoy ocupado con un gran amigo, ¿Para qué salir con otras personas cuando lo paso tan bien cuando nos visitas?” le sonrío conmovido, quiero llorar. Me siento bien con todos ellos, incluso la tensión entre Junsu y Micky se ve eliminada luego de unas cuantas bromas.
Luego llega la hora de dormir, todos caminamos hacia aquella habitación que comparten, me recuesto en la cama de Junsu y miro el techo algo nervioso, espero que Micky no lo tome a mal, pero en sí nunca lo ha hecho, incluso cuando ellos eran pareja, cada vez que yo iba a visitarlos dormía con mi mejor amigo. Bajo la mirada encontrándome con Changminie, tiene entre brazos una caja de cereal y la come mientras lee un manga, me río para mí. Aún es un niño, espero que nunca sufra penas de amor, espero que siempre se conserve así de puro como ahora. Luego miro hacia el lado de Jaejoong con Yunho, dos camas les quedan grandes, pues ellos parecen ser uno solo, suspiro mientras analizo como Yunho acaricia los despeinados cabellos que caen sobre la faz pálida del otro. Que envidia siento, espero poder encontrar a alguien que me quiera de esa manera, alguien a quien yo pueda querer de esa manera. Luego miro a Micky que fuma un cigarro, intenta mostrarse despreocupado, pero sé que le duele la pelea. Espero que me mire para regalarle un sonrisa y en silencio decirle que todo va a estar bien, me sonríe de vuelta como si hubiera escuchado mis pensamientos. Finalmente miró a mi mejor amigo, esta parado en la puerta, con un videojuego, se sienta al borde de la cama y sin despegar sus ojos del aparato me dice “Duerme, mañana tienes que trabajar... deja de ser pervertido y mirar a los demás...” todos se ríen burlonamente de mi, me precipito y le tiro una almohada a lo que mi gesto desencadena una guerra de almohadas a muerte. Micky se nos une y luego Changminie, para cuando una de nuestras “armas” cae sobre la pareja, Yunho se levanta algo enojado y se nos une, mientras Jae ríe como loco de nuestras caídas, esa una pijamada tan privada, tan nuestra, como en los viejos tiempos. De repente Micky toma del brazo a Junsu, pues le ha tirado muy fuerte, lo apresa entre sus brazos y le roba un beso furtivo. Todos nos quedamos en silencio y luego aplaudimos: ellos se han reconciliado.
Luego de tanto juego, caemos rendidos sobre la gran cama de cinco, en la que esta noche dormiremos seis. Me acurruco al lado de mi mejor amigo, beso su mejilla y espero a que Yunho apague las luces, una vez hecho esto le susurro a Junsu un secreto que he llegado a decidir en los minutos previos. “Estoy preparado para empezar a olvidarlo, mañana podré perdonarlo, podré perdonarme, gracias Junsu...” dicho esto no espero una respuesta y dejo que el sueño me transporte a un lugar en el que pueda continuar rodeado de buenos amigos como ellos.
Continuará...
Vuelve a mirarme una vez más
No importa si hace frío.
No importa si duele
Solo mírame una vez más
Cada día te he encontrado...
Mi pequeño milagro de destino
Cada día ha sido diferente pero siempre contigo,
pequeño no huyas
Solo mírame una vez más.
Y me he cansado de ser el segundo en todo, me he cansado de ser el segundo en su corazón; siempre estaba pendiente de él, siempre dejando de lado todo por él. A veces pienso que de no haber sucedido aquel accidente las cosas no habrían cambiado. A veces los pensamientos más fríos invaden mi cabeza convirtiéndome en una mala persona. Levanto el rostro mientras siento como la lluvia se mezcla con mis saladas lágrimas. Me duele la cabeza, he tomado demasiado, he pensado demasiado, he llorado demasiado. Dejarlo en libertad ha sido lo más difícil que he hecho en mi vida, sin embargo creo que es la decisión más sabia que he tomado. Sé que mañana estaré enfermo, suelo enfermarme con facilidad, más ahora que ni siquiera mi cuerpo corresponde a los mandatos de mi cerebro.
A veces me obligo a mi mismo a no mirarle, pero me es descomunalmente difícil, por más que sé que va a lastimarme quiero mirarlo y mirarlo. Por más que sé que mi corazón morirá un poco más, quiero sentirlo cerca. Incluso ahora cuando mis ojos se niegan, mi corazón tiene mayor poder, no puedo dejar de quererlo. Esa es la verdad más dolorosa que he llegado a aceptar. No estoy preparado para dejarlo ir, ahora cuando me muestro enojado, cuando he dejado de ser el miembro más feliz de todos. ¿Cómo serlo ahora? Antes reía, hacía bromas e incluso Donghae solía decir que mi risa era tan natural que era peligrosamente contagiosa. ¿Cómo hacerlo ahora si el ya no me pertenece? Empiezo a pensar que nunca lo hizo. Empiezo a inundarme de un sentimiento agrio que me hace sentir más y más miserable.
La lluvia no sé detiene, me duele el pecho, pues en mi soledad he dejado que un grito de dolor se escape de mi boca, llegando incluso a rasgar mi garganta. Llegando a sentir un tibio sabor sanguinolento en mi lengua. Mis manos están muy frías, por qué él no está aquí para calentarlas, duelen esos pensamientos tan turbadores en mi: me siento más vacío que nunca. Si tan solo alguien pudiera ver, sentir y entender todo esto que abate mi cabeza. Miles de recuerdos, momentos, que no quiero recordar mas vuelven en mi cabeza, generando una especie de circulo vicioso. Cómo deseo morir en este momento. Cierro los ojos para evitar continuar llorando y me abrazo a mí mismo como buscando alguna caricia intrusa.
De repente siento que mi gélido cuerpo se llena de cierta esencia: es un abrazo. Mantengo los ojos cerrados intentando concebir en mi cerebro que es Sungmin, pero al escuchar el suave susurro de sus labios, sé que no es él. Su melodiosa voz me llena de fuerzas. Es mi mejor amigo, aquel ser incondicional que incluso en sus momentos más ocupados tiene tiempo para mí. Hace poco ha terminado con su novio, de modo que su alma adolorida puede entender completamente a la mía. Hoy más nunca estamos muy unidos. Tan unidos que ni siquiera el descomunal silencio que ha sellado mis labios puede separarnos. El sabe que no quiero hablar de nada relacionado con ellos, el sabe que no dejo de pensar en ellos, el sabe tanto de mí, que a veces está demás que yo diga cómo me siento en realidad. Lo he extrañado, sí que lo he hecho. Sentir ese pequeño beso en mi cuello me hace sentir vivo. Caricia tras caricia empiezo a sentirme más y más vivo. Cuánto lo quiero. Cuánto me quiere.
Aún recuerdo cuando nos conocimos, fue en el jardín de niños, creí que mi querido Junsu era una niña y me acerque algo molestoso, dispuesto a hacerle llorar. Pero su risa contagiosa le enseñó a alguien tan vacío como yo a sonreír, incluso en los momentos más difíciles. Me pregunto ahora por qué no soy capaz de sonreír como solía hacerlo antes. Por qué no soy capaz de afrontar mi dolor con una amplia sonrisa. El siempre suele decirme que le vea el lado positivo a las cosas, pero no puedo verle el lado positivo a esta ruptura. Le dejo apoderarse de mi torso con su posesivo y sosegado abrazo, deseando que sea capaz de curar todas aquellas heridas invisibles que hoy yacen sobre mi piel. Sus besos se intensifican y sus palabras se hacen dulces. Nunca hemos pasado de eso, pero nunca nos hemos frenado tampoco. Junsu y yo tenemos una relación bastante confusa para todos aquellos que miran desde fuera nuestras formas de expresar el cariño. El mismo Sungmin solían entrar en crisis cuando Junsu y yo nos besábamos en las mejillas cuando nos veíamos. Pero con el tiempo perdió el interés y dejó totalmente de molestarse en decirme algo. Cómo desee que sintiera celos incontrolables por mi amigo. Cuánto esperé por que sucediera. Pero nunca pasó. Todo lo contrario a aquella vez en la que Kyuhyun le tomó de la mano a Changminie, simplemente se volvió loco y le dijo al pequeño de los Dong Bang Shin Ki que no se acerque mucho a su mejor amigo.
Continúo en silencio, deseando que aquellas caricias me lleven a un lugar donde mi corazón no duela y mis manos no estén tan frías. Conservo los ojos cerrados, como si empezara a dejar que el sueño me arrebate de esta realidad tan punzante. De repente sus palabras de amistosas se vuelven milagrosas, solo Junsu sabe como hacerme sonreír. Su risa contagiosa se adueña del momento y ambos nos burlamos de aquello. Luego se quita la casaca y me abriga, sonriéndome generosamente. “Vamos, hoy Jaejoong ha hecho kimchi...” dice luego de secar mis lágrimas con una de sus manos, acaricia mi húmedo rostro y se levanta para extenderme la mano. “Vamos” repite una vez más acercándose a mi rostro y regañándome otro beso cariñoso. Asiento con la cabeza y tomo de su mano. Sé que por más que me sienta solo, no lo estoy, estoy con él y de momento me basta para soportar cualquier dolor o al menos para olvidarlo momentáneamente. Una vez en el departamento me encuentro con todos los TVXQ, Junsu y Micky a penas y se saludan, parece que aún tienen problemas. Pero sé que esta es solo una pelea más, pronto volverán a estar juntos, ellos han nacido el uno para el otro. Junsu me guía hasta la habitación que todos comparten y una vez ahí que presta una de sus pijamas. Me la colocó torpemente y salgo para cenar con los demás. Jae se ve muy gracioso pues tiene el delantal que Yunho le ha regalado pero es tan rosa y tiene tantos dibujos infantiles que lo hacen ver un poco ridículo, me río burlón diciéndole que se ve muy gracioso. Si le sumamos los pantalones cortos y el polo sin mangas que tienen detalles extraños y las pantuflas verde fosforescente, parece un payaso poco abrigado, me burlo junto a Junsu diciendo que el amor vuelve a las personas idiotas. Pero en medio de la carcajada pública, me detengo, es cierto: el amor te vuelve idiota.
Micky tose un poco para señalarnos que el bebé de la casa ha empezado a comer sin nosotros y que si no nos apresuramos en pocos minutos nos quedaremos sin cena. Junsu y yo nos apresuramos a sentarnos, reímos un poco mientras el me roba un poco de comida, lo miro enojado y lo imito, me recuerda a los días de secundaria en los que solíamos comer en la pizzería de sus padres. Yunho es muy atento con su novio y no lo oculta en absoluto, le alcanza todo para que este muy bien mimando, le sirve el agua si se le acaba la que está tomando, son una pareja envidiable. Jae le sonríe atento y le besa la mejilla mientras Changmin se encierra en su plato, el vive en otro mundo cuando de comida se trata y no lo culpo, Jae cocina exquisito. Luego de comer el postre que ha sido cortesía de Micky nos sentamos a ver televisión, parecemos una gran familia con un invitado especial: yo. Me siento querido, me siento acompañado, me siento mejor. De repente nuestras risas se detienen, el celular de Jae suena, nos pide disculpas y contesta sin más ni más; se queda en silencio al saludar, parece ser alguien muy inoportuno. Me mira nervioso, es él, de seguro lo llama para salir, Jae empieza a sudar y no sabe que decir, se levanta de su asiento y va hacia la cocina para hablar, sé que es Sungmin, todos me miran tristes, miro a Junsu y le sonrío, no quiero que ellos se sientan mal por mi culpa, intento decirles que me iré que tengo cosas que hacer, pero Junsu me toma de la mano y niega con la cabeza. Por más que Jaejoong habla bajo, puedo escuchar que le dice que está conmigo y que está ocupado, no debería dejar de lado a sus otros amigos por mi. Luego de unos minutos vuelve y dice algo muy tonto como gracioso, arrancándonos una sonrisa a todos, haciéndonos olvidar el minuto de tensión. Luego me mira y me dice mientras su enamorado lo apresa entre sus brazos “Estoy ocupado con un gran amigo, ¿Para qué salir con otras personas cuando lo paso tan bien cuando nos visitas?” le sonrío conmovido, quiero llorar. Me siento bien con todos ellos, incluso la tensión entre Junsu y Micky se ve eliminada luego de unas cuantas bromas.
Luego llega la hora de dormir, todos caminamos hacia aquella habitación que comparten, me recuesto en la cama de Junsu y miro el techo algo nervioso, espero que Micky no lo tome a mal, pero en sí nunca lo ha hecho, incluso cuando ellos eran pareja, cada vez que yo iba a visitarlos dormía con mi mejor amigo. Bajo la mirada encontrándome con Changminie, tiene entre brazos una caja de cereal y la come mientras lee un manga, me río para mí. Aún es un niño, espero que nunca sufra penas de amor, espero que siempre se conserve así de puro como ahora. Luego miro hacia el lado de Jaejoong con Yunho, dos camas les quedan grandes, pues ellos parecen ser uno solo, suspiro mientras analizo como Yunho acaricia los despeinados cabellos que caen sobre la faz pálida del otro. Que envidia siento, espero poder encontrar a alguien que me quiera de esa manera, alguien a quien yo pueda querer de esa manera. Luego miro a Micky que fuma un cigarro, intenta mostrarse despreocupado, pero sé que le duele la pelea. Espero que me mire para regalarle un sonrisa y en silencio decirle que todo va a estar bien, me sonríe de vuelta como si hubiera escuchado mis pensamientos. Finalmente miró a mi mejor amigo, esta parado en la puerta, con un videojuego, se sienta al borde de la cama y sin despegar sus ojos del aparato me dice “Duerme, mañana tienes que trabajar... deja de ser pervertido y mirar a los demás...” todos se ríen burlonamente de mi, me precipito y le tiro una almohada a lo que mi gesto desencadena una guerra de almohadas a muerte. Micky se nos une y luego Changminie, para cuando una de nuestras “armas” cae sobre la pareja, Yunho se levanta algo enojado y se nos une, mientras Jae ríe como loco de nuestras caídas, esa una pijamada tan privada, tan nuestra, como en los viejos tiempos. De repente Micky toma del brazo a Junsu, pues le ha tirado muy fuerte, lo apresa entre sus brazos y le roba un beso furtivo. Todos nos quedamos en silencio y luego aplaudimos: ellos se han reconciliado.
Luego de tanto juego, caemos rendidos sobre la gran cama de cinco, en la que esta noche dormiremos seis. Me acurruco al lado de mi mejor amigo, beso su mejilla y espero a que Yunho apague las luces, una vez hecho esto le susurro a Junsu un secreto que he llegado a decidir en los minutos previos. “Estoy preparado para empezar a olvidarlo, mañana podré perdonarlo, podré perdonarme, gracias Junsu...” dicho esto no espero una respuesta y dejo que el sueño me transporte a un lugar en el que pueda continuar rodeado de buenos amigos como ellos.
Continuará...
Hola holitas checando tus fics me e encontrado este que esta triste pobre Eunky continualo pronto porfis y espero tenga final feliz para todos, dejame decirte que todas historias muuuyyyyy buenas sigue asi sip
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