Titulo: Sex & Candy (AKA Sendy)
Capitulo: BONUS N° 1
Fandom: Super Junior, SHINee, TRAX
Parejas: Sichul / Varias
Clasificación: Angst / Au / Lemon
Advertencia: Si no te gusta el yaoi (Chico x Chico) es mejor que no leas este serial. No copies este fanfic, si deseas compartirlo en otro lugar, pide permiso al autor y coloca los créditos correspondientes.
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*BONUS*
El reloj marcó las seis de la mañana y en aquella pieza solo había un cuerpo semi desnudo, cubierto con sábanas hasta la cintura. Dejando a la vista una hermosa y brillante piel blanca, cabellos negros despeinados informaban a los testigos invisibles que la noche anterior ninguno de los dos había dormido. Jay Kim se levantó pesadamente, rascó un poco sus ojos para alejar el cansancio y se apoyo en una de las almohadas para intentar comprender lo que había sucedido la noche anterior. Un torbellino de pasiones había pasado por su habitación y así como llegó, se había marchado.
**
Aún estaba en la secundaria, tenía aproximadamente unos dieciocho años, y una aparente rebeldía que nadie parecía comprender, sólo él: su Heechul. Eran novios desde ya hace algún tiempo pero nadie lo sabía en el colegio pese a los constantes coqueteos y las miles e inaplicables excusas que ambos buscaban para tocar al otro. A Heechul le encantaba sentir las manos de Jay sobre su cuerpo y a Jay le encantaba delinear con sus dedos cada centímetro del otro.
Aquella tarde, Heechul y el habían quedado luego de las prácticas deportivas de la secundaria, Rella vería la manera de librarse del acoso de Hangeng y Jay buscaría la excusa perfecta para que su familia no llegue hasta muy entrada la noche a su casa.
Heechul le pidió al chico de origen chino que lo espere en su casa, que luego de las prácticas podrían hablar ahí claramente de todo lo que sucedía. Constantemente Hangeng invitaba a salir a Rella, pero era imposible. Era obvio que estaba saliendo con Jay, y por más que se trataba de un juego, ser infiel era lo peor de lo peor para la princesa. En la casa de Rella, Teukie se encargaría de entretener a Hannie hasta que Heechul pudiera salir del colegio para ir a la casa de Jay.
Una vez en la casa de Jay, las luces del día empezaban a apagarse y en aquella habitación solo había velas para iluminarlos. Jay sirvió un poco del vino de sus padres y preparó una cena exquisita. Un poco de pasta italiana y el incienso mas provocativo fueron los elementos perfectos para la cita más intima que aquellos dos pudieron haber tenido.
Jay tomó de la mano a Heechul y le hizo sentarse para cenar, luego de aquella cena; ambos empezaron al juego de caricias, aquellas que nunca podían concluir pues siempre estaban rodeados de otras personas. Jay deslizó sus manos desde los hombros de Heechul hasta su cintura, provocando que una corriente eléctrica recorra la espalda de su novio. Luego, lento, muy lento, fue acariciando cada centímetro de su cintura, introduciendo sus fríos dedos en aquella camisa escolar tan ceñida al cuerpo del otro. Prenda de vestir que siempre le hacía lucir sensual, prenda que traía celosos a muchos y muchas. Al sentir el contacto de piel, frío caliente, Heechul soltó un suspiro, despertando los sentidos del otro. Uno a uno, Jay fue desabotonando cada botón de aquella camisa, dejando para su deleite aquel fino cuerpo; tan delgado y frágil, tan pálido y sensible. Y acercándose al oído de la princesa le susurro una frase en inglés “Hi sexy…” logrando que el otro deje de reprimir sus instintos. Heechul de dejó acorralar contra la pared mientras que Jay, prácticamente, le arrancaba la camisa. La boca de Jay, cual imán, fue atraía hacia el cuello del otro, desesperándose al besar aquel pedazo de piel tan adictivo.
-Ven un poco más cerca… sí, de esa manera.- susurró Heechul mientras Jay lo levantaba para llevarlo hacia la cama. Una vez ahí se quitó la camina y empezó de nuevo con el cuello del otro mientras este acariciaba la espalda desnuda del chico rebelde.- Jay…- susurro Heechul haciéndole perder todo control a su novio, aquella forma de decir su nombre desembocaba a un animal. Jay descendió hacia los pantalones de Heechul y poco a poco empezó a quitar la prenda, luego la ropa interior hasta dejar totalmente desnudo a su princesa. Que hermosa visión, era perfecto desde cualquier ángulo.
Al quedarse perplejo Heechul aprovecho y tomó el control, tiró contra la cama a Jay y se sentó sobre él, sintiendo la “emoción” que el otro traía guardada en el pantalón, no esperó mas y con el deseo desbordando de sus ojos introdujo sus manos en el pantalón del otro. Bajó el cierre y luego tiró los pantalones, Jay estaba muy excitado y Heechul también, pero deseaba darle un regalo pues ya cumplían un mes más de novios. La princesa besó el cuerpo de su novio y luego sin aviso previó introdujo el miembro del otro en su entrada. Empezando a moverse lentamente pues le resultaba doloroso, pero deseba llenar de placer a su Jai, no importaba si dolía mucho. Pero Jay lo notó, además era la primera vez de ambos. Detuvo a Heechul y lo acomodó en la cama, esta vez no dolería tanto. Lentamente volvió a entrar en Heechul, logrando que el otro grite un poco, y empezó a moverse lentamente. Luego, cuando Heechul estuvo cómodo, Jay empezó a aumentar la velocidad, más y más hasta que ambos llegaron a su máximo suspiro. Ambos cayeron rendidos, dormidos exhaustos y muy acaramelados. La primera vez fue espectacular y desde aquella vez lo repetirían cuantas veces le fuera posible.
-¿Te gustó?- preguntó Jay jalando hacia si cuerpo el de Heechul- Amor…- besó su frente- ¿Dolió mucho? Lo siento…- besando sus mejillas, una sonrisa irónica apareció en el rostro del otro
-Dolió tanto como gusto…- dijo en el tono más sensual que pudo generar en aquel momento- no pidas disculpas de algo que no lamentas haber hecho… ambos queríamos… y ambos querremos más… y sí, me encantó…- besando el cuello de su novio- dejemos que se repita una y otra vez hasta que lleguen tus padres…- dijo volviendo a sentarse sobre Jay.
Sin embargo, no pudieron gritar pues la madre de Jay gritó al encontrarlos en semejante posición. Minutos después los padres de Heechul llegaron y muy avergonzados se lo llevaron de aquel lugar.
Los gritos no se hicieron esperar, los reproches y sermones tampoco, en ambas casa ambos sufrieron el repudio de sus respectivos padres. En casa de Heechul su padre lo hecho a golpes dejándolo casi muerto en la calle. En casa de Jay, su padre le dio dinero y le dijo que no deseaba volver a verlo en su vida. Para cuando Jay llegó a la calle donde vivía Heechul, la noche estaba muy entrada y a lo lejos divisó un cuerpo frágil en la acera. Corrió como loco esperando que sus sospechas no fueran ciertas, pero se equivocó: si era él. Alzó en brazos a su novio y se lo llevó a un hospital cercano, desde aquel día, Heechul y Jay se mudaron juntos.
**
De repente Jay se levanto muy exaltado, había soñado de nuevo con aquel día tan especial y trágico en su vida. Tomó entre su cabeza entre sus manos, cómo extrañaba a la princesa. ¿Por qué había preferido a Siwon? Nadie podría comprenderlo como él, nadie. Miró el reloj, eran las tres de la madrugada, tomó un poco de agua e intentó dormir. Al día siguiente iría a buscar a alguien que podría salvar su vida amorosa.
*Fin del bonus*
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*BONUS*
El reloj marcó las seis de la mañana y en aquella pieza solo había un cuerpo semi desnudo, cubierto con sábanas hasta la cintura. Dejando a la vista una hermosa y brillante piel blanca, cabellos negros despeinados informaban a los testigos invisibles que la noche anterior ninguno de los dos había dormido. Jay Kim se levantó pesadamente, rascó un poco sus ojos para alejar el cansancio y se apoyo en una de las almohadas para intentar comprender lo que había sucedido la noche anterior. Un torbellino de pasiones había pasado por su habitación y así como llegó, se había marchado.
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Aún estaba en la secundaria, tenía aproximadamente unos dieciocho años, y una aparente rebeldía que nadie parecía comprender, sólo él: su Heechul. Eran novios desde ya hace algún tiempo pero nadie lo sabía en el colegio pese a los constantes coqueteos y las miles e inaplicables excusas que ambos buscaban para tocar al otro. A Heechul le encantaba sentir las manos de Jay sobre su cuerpo y a Jay le encantaba delinear con sus dedos cada centímetro del otro.
Aquella tarde, Heechul y el habían quedado luego de las prácticas deportivas de la secundaria, Rella vería la manera de librarse del acoso de Hangeng y Jay buscaría la excusa perfecta para que su familia no llegue hasta muy entrada la noche a su casa.
Heechul le pidió al chico de origen chino que lo espere en su casa, que luego de las prácticas podrían hablar ahí claramente de todo lo que sucedía. Constantemente Hangeng invitaba a salir a Rella, pero era imposible. Era obvio que estaba saliendo con Jay, y por más que se trataba de un juego, ser infiel era lo peor de lo peor para la princesa. En la casa de Rella, Teukie se encargaría de entretener a Hannie hasta que Heechul pudiera salir del colegio para ir a la casa de Jay.
Una vez en la casa de Jay, las luces del día empezaban a apagarse y en aquella habitación solo había velas para iluminarlos. Jay sirvió un poco del vino de sus padres y preparó una cena exquisita. Un poco de pasta italiana y el incienso mas provocativo fueron los elementos perfectos para la cita más intima que aquellos dos pudieron haber tenido.
Jay tomó de la mano a Heechul y le hizo sentarse para cenar, luego de aquella cena; ambos empezaron al juego de caricias, aquellas que nunca podían concluir pues siempre estaban rodeados de otras personas. Jay deslizó sus manos desde los hombros de Heechul hasta su cintura, provocando que una corriente eléctrica recorra la espalda de su novio. Luego, lento, muy lento, fue acariciando cada centímetro de su cintura, introduciendo sus fríos dedos en aquella camisa escolar tan ceñida al cuerpo del otro. Prenda de vestir que siempre le hacía lucir sensual, prenda que traía celosos a muchos y muchas. Al sentir el contacto de piel, frío caliente, Heechul soltó un suspiro, despertando los sentidos del otro. Uno a uno, Jay fue desabotonando cada botón de aquella camisa, dejando para su deleite aquel fino cuerpo; tan delgado y frágil, tan pálido y sensible. Y acercándose al oído de la princesa le susurro una frase en inglés “Hi sexy…” logrando que el otro deje de reprimir sus instintos. Heechul de dejó acorralar contra la pared mientras que Jay, prácticamente, le arrancaba la camisa. La boca de Jay, cual imán, fue atraía hacia el cuello del otro, desesperándose al besar aquel pedazo de piel tan adictivo.
-Ven un poco más cerca… sí, de esa manera.- susurró Heechul mientras Jay lo levantaba para llevarlo hacia la cama. Una vez ahí se quitó la camina y empezó de nuevo con el cuello del otro mientras este acariciaba la espalda desnuda del chico rebelde.- Jay…- susurro Heechul haciéndole perder todo control a su novio, aquella forma de decir su nombre desembocaba a un animal. Jay descendió hacia los pantalones de Heechul y poco a poco empezó a quitar la prenda, luego la ropa interior hasta dejar totalmente desnudo a su princesa. Que hermosa visión, era perfecto desde cualquier ángulo.
Al quedarse perplejo Heechul aprovecho y tomó el control, tiró contra la cama a Jay y se sentó sobre él, sintiendo la “emoción” que el otro traía guardada en el pantalón, no esperó mas y con el deseo desbordando de sus ojos introdujo sus manos en el pantalón del otro. Bajó el cierre y luego tiró los pantalones, Jay estaba muy excitado y Heechul también, pero deseaba darle un regalo pues ya cumplían un mes más de novios. La princesa besó el cuerpo de su novio y luego sin aviso previó introdujo el miembro del otro en su entrada. Empezando a moverse lentamente pues le resultaba doloroso, pero deseba llenar de placer a su Jai, no importaba si dolía mucho. Pero Jay lo notó, además era la primera vez de ambos. Detuvo a Heechul y lo acomodó en la cama, esta vez no dolería tanto. Lentamente volvió a entrar en Heechul, logrando que el otro grite un poco, y empezó a moverse lentamente. Luego, cuando Heechul estuvo cómodo, Jay empezó a aumentar la velocidad, más y más hasta que ambos llegaron a su máximo suspiro. Ambos cayeron rendidos, dormidos exhaustos y muy acaramelados. La primera vez fue espectacular y desde aquella vez lo repetirían cuantas veces le fuera posible.
-¿Te gustó?- preguntó Jay jalando hacia si cuerpo el de Heechul- Amor…- besó su frente- ¿Dolió mucho? Lo siento…- besando sus mejillas, una sonrisa irónica apareció en el rostro del otro
-Dolió tanto como gusto…- dijo en el tono más sensual que pudo generar en aquel momento- no pidas disculpas de algo que no lamentas haber hecho… ambos queríamos… y ambos querremos más… y sí, me encantó…- besando el cuello de su novio- dejemos que se repita una y otra vez hasta que lleguen tus padres…- dijo volviendo a sentarse sobre Jay.
Sin embargo, no pudieron gritar pues la madre de Jay gritó al encontrarlos en semejante posición. Minutos después los padres de Heechul llegaron y muy avergonzados se lo llevaron de aquel lugar.
Los gritos no se hicieron esperar, los reproches y sermones tampoco, en ambas casa ambos sufrieron el repudio de sus respectivos padres. En casa de Heechul su padre lo hecho a golpes dejándolo casi muerto en la calle. En casa de Jay, su padre le dio dinero y le dijo que no deseaba volver a verlo en su vida. Para cuando Jay llegó a la calle donde vivía Heechul, la noche estaba muy entrada y a lo lejos divisó un cuerpo frágil en la acera. Corrió como loco esperando que sus sospechas no fueran ciertas, pero se equivocó: si era él. Alzó en brazos a su novio y se lo llevó a un hospital cercano, desde aquel día, Heechul y Jay se mudaron juntos.
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De repente Jay se levanto muy exaltado, había soñado de nuevo con aquel día tan especial y trágico en su vida. Tomó entre su cabeza entre sus manos, cómo extrañaba a la princesa. ¿Por qué había preferido a Siwon? Nadie podría comprenderlo como él, nadie. Miró el reloj, eran las tres de la madrugada, tomó un poco de agua e intentó dormir. Al día siguiente iría a buscar a alguien que podría salvar su vida amorosa.
*Fin del bonus*
uhh asi q jay y heechul tambien sufrieron mucho
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