Titulo: Sex & Candy (AKA Sendy)
Capitulo: 05
Fandom: Super Junior, SHINee, TRAX
Parejas: Sichul / Varias
Clasificación: Angst / Au / Lemon
Advertencia: Si no te gusta el yaoi (Chico x Chico) es mejor que no leas este serial. No copies este fanfic, si deseas compartirlo en otro lugar, pide permiso al autor y coloca los créditos correspondientes.
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Capitulo 5:
Un grito muy agudo invadió todos los rincones de aquel edificio, logrando incluso despertar a Siwon que no había podido dormir en toda la noche, pasó sobre sus labios uno de sus dedos, delineándolo lentamente; recordando lo de la noche pasada. Entre lágrimas el otro se aferró fuertemente a su pecho y lloró como nunca antes otro ser humano lo hizo a su lado. Ciertamente el no conocía la tristeza, no sabía lo que era el ser regañado, no sabía vivir, eso era algo que dio vueltas en su cabeza desde aquellas noche. Era Ryeowook que no podía esconder su sorpresa, Heechul no pensó solo atinó a golpearlo fuertemente en la cabeza. Como deseando que muera en ese momento. El atacado retrocedió ante la reacción agresiva del otro, notando un leve sonrojo en sus mejillas, algo bastante tierno como peligroso. La princesa no podía enamorarse, eso era algo todos sabían en aquel lugar.
-Calla, no ves que vive al lado, puede escucharlo todo- dijo manteniendo aún su pose violenta y sus mejillas coloradas- no he dicho nada malo, solo durmió aquí…- trató de explicar a su amigo que solo pensaba en no llorar debido al golpe. Pero su cabeza dolía mucho. No le importó lo que decía el otro y secando las inminentes lágrimas empujó a Heechul.
-¡Eres un tosco!... ¡Malo!...- gritó antes de salir llorando del departamento del pelirrojo. Heechul suspiró un poco y salió corriendo detrás de su amigo pero no vio que alguien iba pasando y chocó inmediatamente con aquel chico. Se veía muy tierno y bastante joven, sus enormes mejillas se coloraron de un tono algo rosa y sus ojos se abrieron de par en par.
-Disculpa…- el pelirrojo se levantó y le extendió la mano al otro para ayudarlo a pararse.- ¿Eh?- lo miró detenidamente- ¡Kyaaaaaaaaa! Que adorable bebé… ¿No quieres ser mi hijo? – el cachetón solo le sonrió algo nervioso. Era cierto, vivía desde ya algunos meses en Corea del Sur pero aún le costaba entender el coreano cuando lo hablaban tan rápido.- me miras como si no me entendieras…- analizando al pequeño- puede que en verdad no lo hagas…
- Has hablado muy rápido…- dijo Hangeng acercándose- Buenos días- le saludó atentamente- el es mi compañero de departamento, no habla muy bien el coreano…- señalando a Henry- se llama Henry Lau…- sonriéndole al pelirrojo, pese a que entendió a medias lo que decía el chino, Henry sintió que el hijo de su “padrino” era muy amable con el otro y su mirada de sorpresa cambió repentinamente con una fría que analizaba de pies a cabeza al pelirrojo- Heechul… su nombre es Heechul- le dijo Hangeng en chino al otro.
-Ay con todos ustedes chinos que hablan chino y vienen a hablar coreano… pero que lindo… me recuerda a ti cuando estábamos en la secundaria media…- sonrió encantando Heechul, eso si entendió a la perfección el menor
-No nos compares, no somos ni familia- dijo muy serio Hannie- Bien te veo por ahí… vamos que debo mostrarte donde colgar la ropa…- jalando a Henry que sonreía algo sonrojado, ¿En verdad se parecía a Hannie de pequeño? Se sentía feliz pese a que sentía unos celos incontrolables por el pelirrojo.
Escaleras arriba, en la terraza Hangeng le mostró donde colgar su ropa al pequeño Henry que lo miraba atento, no podía permitirse el siquiera fallar en algo. No podía, sentía que así se ganaría la confianza del chino que le gustaba. Hangeng no soportaba la mirada atenta del otro, lo exasperaba de manera exagerada, detestaba la simple idea de tener que vivir con él. De pronto apareció una sonrisa malévola, quizás aquel chico se sentía atraído por el, quizás sería bueno destruir de esa manera a quien estaba destruyendo su familia perfecta.
-Henry, ¿Te puedo preguntar algo?- las mejillas de aquel pequeño se coloraron de un suave rosa mientras que sus ojos tomaban una especie de brillo, era la primera vez que le hablaba amablemente y lo llamaba por su nombre. Estaba tan anonadado que solo asintió tímidamente con la cabeza- ¿Tienes novia? Hoy voy a salir con la mía y me preguntaba si quieres hacer una cita doble…- sonrió hipócritamente, era obvio que aquel chico era gay, pero deseó con toda su alma que sus palabras lo hicieran sentir miserable. De repente una gran desilusión apareció en el rostro del pequeño, parecía incluso que quería llorar.- ¿He dicho algo que te moleste?- un cambio de actitud repentino, no era el tratarlo mal, era el lastimarlo con amabilidad. Henry negó con la cabeza bajando la mirada algo triste.
-Tu novia ha de ser muy hermosa- dijo con cierto recelo, intentando no pensar en las palabras que su boca acababa de pronunciar. Hannie asintió con la cabeza mientras se cruzaba de brazos para observar detenidamente el rostro del menor. Deseaba observar detenidamente cómo el otro empezaba a sentirse el bicho más miserable del mundo.- No creí que tuvieras novia…- comentó casi en un susurro- Es que pensé que… bueno, no importa- sonrió ampliamente intentando aparentar que era feliz- ¿Y qué harán hoy?- ante la pregunta Hannie se echó a reír como loco.
-Es obvio lo que vamos a hacer…- antes sus palabras el cachetón le miró confuso- tu sabes, qué más haría una pareja…- sonriendo ampliamente- ir a un hotel…- los ojos de Henry se llenaron de incredulidad, después de todo el mayor era un tipo común y corriente, ¿Cómo se había equivocado? La primera vez que lo vio pensó todo lo contrario.-Me he dado cuenta de que…- dijo Hannie acercándose al menor que por instinto empezó a retroceder- me miras mucho… ¿Acaso eres gay?- una vez que dijo la ultima palabra Henry chocó con la pared de la terraza. Sus ojos estaban abiertos de par en par ya que los brazos del otro lo acorralaban de manera que no podía escapar.-¿Te gusto?- sonrió pícaro a lo que el pequeño sintió que su mundo se venía abajo. Poco a poco el mayor empezó a acercarse lentamente hasta quedar a escasos centímetros de la boca del otro. Un ultimo movimiento y rozó suavemente los labios de Henry, logrando que sus mejillas ardan debido a todo el desorden hormonal que sentía dentro. Si bien ya se había acostado con aquel viejo horrendo, Hangeng era capaz de generar verdaderas emociones en él con tan solo un roce.- Uhm…-Hannie se alejó rápidamente del más pequeño- Eres gay, lo siento… tengo novia- guiñándole el ojo y caminando hacia la puerta- ¿No vas a venir?- actuando como si anda hubiera pasado- Solo olvida lo que acaba de pasar, no tengo interés en otros hombres.- bajando las escaleras. En aquel momento Henry lo odió con toda su alma, de que manera tan horrible había jugado con sus sentimientos, eso era algo que dolía mucho más que el ser violado por un hombre asqueroso.
Las horas pasaron y sintió que se abría la puerta de su vecino, el escándalo de la mañana lo había dejado en shock. Fue incapaz de salir a mirarle la cara a Heechul. Efectivamente habían pasado la noche juntos pero no hicieron nada. El mayor se aferró fuertemente a la caricia proporcionada por el más alto. Y el único contacto físico había sido aquel beso en la frente que le dio antes de irse a su respectivo departamento para cuando el pelirrojo se quedó dormido.
Las luces estaban tenues y un leve olor a tabaco invadía toda la habitación. Jay Kim había llegado después de mucho a casa de Heechul y como era de esperarse aún tenía una copia del juego de llaves de aquel departamento. A Siwon se le hizo muy extraño no escuchar al escandaloso de su vecino. Respiró profundo y tomó muchas fuerzas, a decir vedad desde aquella vez no habían vuelvo a encontrarse y se sentía muy nervioso. Caminó de un lado a otro, en círculos, pensando que decir, si era bueno hacer una broma o si era mejor el ir y pedirle algo de azúcar. Estaba tan nervioso que a penas y podía respirar. Tomó un azucarero vacío y caminó hasta la puerta, con la excusa más tonta del mundo. A decir verdad solo quería preguntar si estaba bien.
-Va…- dijo una voz ronca y muy diferente a la de su vecino- Siwon miró el número de la puerta, no, no se había equivocado.- ¿Si?- preguntó aquel chico de aspecto rockero y algo mayor-¿Buscas a Rella? Todavía no vuelve…- se apresuró a decir ante el mutismo del otro.- Jay Kim, mucho gusto…- le hizo una venia a lo que el otro imitó el gesto- Soy el novio de Heechul, ¿Tu eres…?- Siwon se puso pálido al escuchar aquello, ¿El novio? No se lo creía. Sus recatos y prejuicios los había dejado de lado desde hace algunos días, desde la confesión de la princesa, pero en aquel momento se sentía bastante confuso.
-Siwon Choi, su vecino…- dijo- disculpe, vuelvo luego…- el chico religioso caminó lo más rápido que pudo hasta su puerta. Se sentía herido, celoso, molesto, ni bien entró tiró el recipiente y se dejó caer en su sofá. Cerró los ojos fuertemente como obligándose a dormir. No pensaba volver a hablarle a aquel idiota que había jugado con su mente de aquella manera tan cruel.
En otro lado de aquel edificio un chico con dientes de conejo mordía su labio inferior intentando contener sus gritos. Sungminie estaba totalmente rojo, con los ojos fijos en la piel blanca de su acompañante. Aquel nuevo vecino que llamó su atención. No quiso esperar a perder la “apuesta” de los dulces, solo fue y le habló un poco, dejándose llevar por su encanto. Minutos después estaba sin ropa y contra la pared. Las gotas de sudor en su espalda lo hacían proyectar una especie de brillo sobrenatural. Sus caderas se movían rápidamente, acompañando el ritmo del otro que lo embestía. Y ahí estaban, en el baño de la recepción de aquel edificio. Sungmin entre delirios le preguntó su nombre de nuevo, pues con tanto “ajetreo” lo había olvidado a lo que el otro el susurro de una manera muy sensual: Kyuhyun.
Para el chico nuevo fue muy difícil resistirse a aquel chico de rosa, se apareció en su camino vistiendo aquellos pantalones ajustados blancos que traslucían su bien formado trasero y aquellas piernas que parecían perfectas. Cómo resistirse a su rostro angelical y a su contradictoria mirada sucia cuando hablaron de dulces. Cómo dejar parar aquella oportunidad en la que el otro se ofreció a darle tan calurosa bienvenida. En pocos minutos estaba totalmente fuera de control y robando cuantos besos pudo a aquellos labios con sabor a dulce de cereza. No importó siquiera el saber que pronto llegaría su actual novio de China, no siquiera lo recordó cuando empezó a gritar el nombre de aquel irresistible conejito que parecía salido de un cuento de hadas para adultos. Una vez que ambos llegaron a su límite, Kyuhyun volteó a su acompañante y lo abrazó generando que este se sonroje; nunca le habían hecho detalle tan lindo. Siempre que terminaban le daban las gracias y algunas veces pedían su número, pero en aquel momento, Sungminie sintió que alguien le daba el aprecio que el necesitaba y que tanto se esforzaba por ocultar.
-Quiero ser sincero contigo…-Dijo Kyu- yo estoy saliendo con alguien, es más voy a vivir con él en el departamento que he arrendado…
-Descuida- Sungminie lo interrumpió, no deseaba discursos de buenas personas en ese momento- que tengamos sexo no implica que pase de nuevo o que tú y yo seamos algo, ya te dije, esta es la bienvenida… no te sientas comprometido, lo hice porque quise, punto- Sungmin era una gran actor, pero por alguna razón sintió que el otro no le había creído aquel cuento de que se acostaba con cualquiera y que no le importaba nada- descuida… no malograré tu relación… ahora vístete, el conserje del edificio nos puede encontrar en estas fachas…- intentó ser frío pero Kyu volvió a abrazarlo.
-Es muy tarde para decir que no malograrás mi relación…-Dijo robándole un beso muy suave al pequeño conejo- si que actúas bien, eso de aparentar ser un dulce niño cuando en realidad eres todo un pequeño pervertido…-sonrió dulcemente a lo que Sungmin se sonrojó aún más.- Dame un tiempo para arreglar las cosas con Mimi… el comprenderá que yo… no sé cómo lo has hecho.- ante sus palabras Sungmin le miró confundido- creo que me he enamorado… quizás de tu dulce bienvenida…- besándolo de nuevo- me encantan tus labios de cereza …
Continuará…
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Capitulo 5:
Un grito muy agudo invadió todos los rincones de aquel edificio, logrando incluso despertar a Siwon que no había podido dormir en toda la noche, pasó sobre sus labios uno de sus dedos, delineándolo lentamente; recordando lo de la noche pasada. Entre lágrimas el otro se aferró fuertemente a su pecho y lloró como nunca antes otro ser humano lo hizo a su lado. Ciertamente el no conocía la tristeza, no sabía lo que era el ser regañado, no sabía vivir, eso era algo que dio vueltas en su cabeza desde aquellas noche. Era Ryeowook que no podía esconder su sorpresa, Heechul no pensó solo atinó a golpearlo fuertemente en la cabeza. Como deseando que muera en ese momento. El atacado retrocedió ante la reacción agresiva del otro, notando un leve sonrojo en sus mejillas, algo bastante tierno como peligroso. La princesa no podía enamorarse, eso era algo todos sabían en aquel lugar.
-Calla, no ves que vive al lado, puede escucharlo todo- dijo manteniendo aún su pose violenta y sus mejillas coloradas- no he dicho nada malo, solo durmió aquí…- trató de explicar a su amigo que solo pensaba en no llorar debido al golpe. Pero su cabeza dolía mucho. No le importó lo que decía el otro y secando las inminentes lágrimas empujó a Heechul.
-¡Eres un tosco!... ¡Malo!...- gritó antes de salir llorando del departamento del pelirrojo. Heechul suspiró un poco y salió corriendo detrás de su amigo pero no vio que alguien iba pasando y chocó inmediatamente con aquel chico. Se veía muy tierno y bastante joven, sus enormes mejillas se coloraron de un tono algo rosa y sus ojos se abrieron de par en par.
-Disculpa…- el pelirrojo se levantó y le extendió la mano al otro para ayudarlo a pararse.- ¿Eh?- lo miró detenidamente- ¡Kyaaaaaaaaa! Que adorable bebé… ¿No quieres ser mi hijo? – el cachetón solo le sonrió algo nervioso. Era cierto, vivía desde ya algunos meses en Corea del Sur pero aún le costaba entender el coreano cuando lo hablaban tan rápido.- me miras como si no me entendieras…- analizando al pequeño- puede que en verdad no lo hagas…
- Has hablado muy rápido…- dijo Hangeng acercándose- Buenos días- le saludó atentamente- el es mi compañero de departamento, no habla muy bien el coreano…- señalando a Henry- se llama Henry Lau…- sonriéndole al pelirrojo, pese a que entendió a medias lo que decía el chino, Henry sintió que el hijo de su “padrino” era muy amable con el otro y su mirada de sorpresa cambió repentinamente con una fría que analizaba de pies a cabeza al pelirrojo- Heechul… su nombre es Heechul- le dijo Hangeng en chino al otro.
-Ay con todos ustedes chinos que hablan chino y vienen a hablar coreano… pero que lindo… me recuerda a ti cuando estábamos en la secundaria media…- sonrió encantando Heechul, eso si entendió a la perfección el menor
-No nos compares, no somos ni familia- dijo muy serio Hannie- Bien te veo por ahí… vamos que debo mostrarte donde colgar la ropa…- jalando a Henry que sonreía algo sonrojado, ¿En verdad se parecía a Hannie de pequeño? Se sentía feliz pese a que sentía unos celos incontrolables por el pelirrojo.
Escaleras arriba, en la terraza Hangeng le mostró donde colgar su ropa al pequeño Henry que lo miraba atento, no podía permitirse el siquiera fallar en algo. No podía, sentía que así se ganaría la confianza del chino que le gustaba. Hangeng no soportaba la mirada atenta del otro, lo exasperaba de manera exagerada, detestaba la simple idea de tener que vivir con él. De pronto apareció una sonrisa malévola, quizás aquel chico se sentía atraído por el, quizás sería bueno destruir de esa manera a quien estaba destruyendo su familia perfecta.
-Henry, ¿Te puedo preguntar algo?- las mejillas de aquel pequeño se coloraron de un suave rosa mientras que sus ojos tomaban una especie de brillo, era la primera vez que le hablaba amablemente y lo llamaba por su nombre. Estaba tan anonadado que solo asintió tímidamente con la cabeza- ¿Tienes novia? Hoy voy a salir con la mía y me preguntaba si quieres hacer una cita doble…- sonrió hipócritamente, era obvio que aquel chico era gay, pero deseó con toda su alma que sus palabras lo hicieran sentir miserable. De repente una gran desilusión apareció en el rostro del pequeño, parecía incluso que quería llorar.- ¿He dicho algo que te moleste?- un cambio de actitud repentino, no era el tratarlo mal, era el lastimarlo con amabilidad. Henry negó con la cabeza bajando la mirada algo triste.
-Tu novia ha de ser muy hermosa- dijo con cierto recelo, intentando no pensar en las palabras que su boca acababa de pronunciar. Hannie asintió con la cabeza mientras se cruzaba de brazos para observar detenidamente el rostro del menor. Deseaba observar detenidamente cómo el otro empezaba a sentirse el bicho más miserable del mundo.- No creí que tuvieras novia…- comentó casi en un susurro- Es que pensé que… bueno, no importa- sonrió ampliamente intentando aparentar que era feliz- ¿Y qué harán hoy?- ante la pregunta Hannie se echó a reír como loco.
-Es obvio lo que vamos a hacer…- antes sus palabras el cachetón le miró confuso- tu sabes, qué más haría una pareja…- sonriendo ampliamente- ir a un hotel…- los ojos de Henry se llenaron de incredulidad, después de todo el mayor era un tipo común y corriente, ¿Cómo se había equivocado? La primera vez que lo vio pensó todo lo contrario.-Me he dado cuenta de que…- dijo Hannie acercándose al menor que por instinto empezó a retroceder- me miras mucho… ¿Acaso eres gay?- una vez que dijo la ultima palabra Henry chocó con la pared de la terraza. Sus ojos estaban abiertos de par en par ya que los brazos del otro lo acorralaban de manera que no podía escapar.-¿Te gusto?- sonrió pícaro a lo que el pequeño sintió que su mundo se venía abajo. Poco a poco el mayor empezó a acercarse lentamente hasta quedar a escasos centímetros de la boca del otro. Un ultimo movimiento y rozó suavemente los labios de Henry, logrando que sus mejillas ardan debido a todo el desorden hormonal que sentía dentro. Si bien ya se había acostado con aquel viejo horrendo, Hangeng era capaz de generar verdaderas emociones en él con tan solo un roce.- Uhm…-Hannie se alejó rápidamente del más pequeño- Eres gay, lo siento… tengo novia- guiñándole el ojo y caminando hacia la puerta- ¿No vas a venir?- actuando como si anda hubiera pasado- Solo olvida lo que acaba de pasar, no tengo interés en otros hombres.- bajando las escaleras. En aquel momento Henry lo odió con toda su alma, de que manera tan horrible había jugado con sus sentimientos, eso era algo que dolía mucho más que el ser violado por un hombre asqueroso.
Las horas pasaron y sintió que se abría la puerta de su vecino, el escándalo de la mañana lo había dejado en shock. Fue incapaz de salir a mirarle la cara a Heechul. Efectivamente habían pasado la noche juntos pero no hicieron nada. El mayor se aferró fuertemente a la caricia proporcionada por el más alto. Y el único contacto físico había sido aquel beso en la frente que le dio antes de irse a su respectivo departamento para cuando el pelirrojo se quedó dormido.
Las luces estaban tenues y un leve olor a tabaco invadía toda la habitación. Jay Kim había llegado después de mucho a casa de Heechul y como era de esperarse aún tenía una copia del juego de llaves de aquel departamento. A Siwon se le hizo muy extraño no escuchar al escandaloso de su vecino. Respiró profundo y tomó muchas fuerzas, a decir vedad desde aquella vez no habían vuelvo a encontrarse y se sentía muy nervioso. Caminó de un lado a otro, en círculos, pensando que decir, si era bueno hacer una broma o si era mejor el ir y pedirle algo de azúcar. Estaba tan nervioso que a penas y podía respirar. Tomó un azucarero vacío y caminó hasta la puerta, con la excusa más tonta del mundo. A decir verdad solo quería preguntar si estaba bien.
-Va…- dijo una voz ronca y muy diferente a la de su vecino- Siwon miró el número de la puerta, no, no se había equivocado.- ¿Si?- preguntó aquel chico de aspecto rockero y algo mayor-¿Buscas a Rella? Todavía no vuelve…- se apresuró a decir ante el mutismo del otro.- Jay Kim, mucho gusto…- le hizo una venia a lo que el otro imitó el gesto- Soy el novio de Heechul, ¿Tu eres…?- Siwon se puso pálido al escuchar aquello, ¿El novio? No se lo creía. Sus recatos y prejuicios los había dejado de lado desde hace algunos días, desde la confesión de la princesa, pero en aquel momento se sentía bastante confuso.
-Siwon Choi, su vecino…- dijo- disculpe, vuelvo luego…- el chico religioso caminó lo más rápido que pudo hasta su puerta. Se sentía herido, celoso, molesto, ni bien entró tiró el recipiente y se dejó caer en su sofá. Cerró los ojos fuertemente como obligándose a dormir. No pensaba volver a hablarle a aquel idiota que había jugado con su mente de aquella manera tan cruel.
En otro lado de aquel edificio un chico con dientes de conejo mordía su labio inferior intentando contener sus gritos. Sungminie estaba totalmente rojo, con los ojos fijos en la piel blanca de su acompañante. Aquel nuevo vecino que llamó su atención. No quiso esperar a perder la “apuesta” de los dulces, solo fue y le habló un poco, dejándose llevar por su encanto. Minutos después estaba sin ropa y contra la pared. Las gotas de sudor en su espalda lo hacían proyectar una especie de brillo sobrenatural. Sus caderas se movían rápidamente, acompañando el ritmo del otro que lo embestía. Y ahí estaban, en el baño de la recepción de aquel edificio. Sungmin entre delirios le preguntó su nombre de nuevo, pues con tanto “ajetreo” lo había olvidado a lo que el otro el susurro de una manera muy sensual: Kyuhyun.
Para el chico nuevo fue muy difícil resistirse a aquel chico de rosa, se apareció en su camino vistiendo aquellos pantalones ajustados blancos que traslucían su bien formado trasero y aquellas piernas que parecían perfectas. Cómo resistirse a su rostro angelical y a su contradictoria mirada sucia cuando hablaron de dulces. Cómo dejar parar aquella oportunidad en la que el otro se ofreció a darle tan calurosa bienvenida. En pocos minutos estaba totalmente fuera de control y robando cuantos besos pudo a aquellos labios con sabor a dulce de cereza. No importó siquiera el saber que pronto llegaría su actual novio de China, no siquiera lo recordó cuando empezó a gritar el nombre de aquel irresistible conejito que parecía salido de un cuento de hadas para adultos. Una vez que ambos llegaron a su límite, Kyuhyun volteó a su acompañante y lo abrazó generando que este se sonroje; nunca le habían hecho detalle tan lindo. Siempre que terminaban le daban las gracias y algunas veces pedían su número, pero en aquel momento, Sungminie sintió que alguien le daba el aprecio que el necesitaba y que tanto se esforzaba por ocultar.
-Quiero ser sincero contigo…-Dijo Kyu- yo estoy saliendo con alguien, es más voy a vivir con él en el departamento que he arrendado…
-Descuida- Sungminie lo interrumpió, no deseaba discursos de buenas personas en ese momento- que tengamos sexo no implica que pase de nuevo o que tú y yo seamos algo, ya te dije, esta es la bienvenida… no te sientas comprometido, lo hice porque quise, punto- Sungmin era una gran actor, pero por alguna razón sintió que el otro no le había creído aquel cuento de que se acostaba con cualquiera y que no le importaba nada- descuida… no malograré tu relación… ahora vístete, el conserje del edificio nos puede encontrar en estas fachas…- intentó ser frío pero Kyu volvió a abrazarlo.
-Es muy tarde para decir que no malograrás mi relación…-Dijo robándole un beso muy suave al pequeño conejo- si que actúas bien, eso de aparentar ser un dulce niño cuando en realidad eres todo un pequeño pervertido…-sonrió dulcemente a lo que Sungmin se sonrojó aún más.- Dame un tiempo para arreglar las cosas con Mimi… el comprenderá que yo… no sé cómo lo has hecho.- ante sus palabras Sungmin le miró confundido- creo que me he enamorado… quizás de tu dulce bienvenida…- besándolo de nuevo- me encantan tus labios de cereza …
Continuará…
uyyyy!!! a rella le gusta simba ! a rella le gusta simba! hahahahaha xDDDD
ResponderEliminarUy conejito labios de cereza! *O*
Lindo sungmin!
Yo tmb kiero dulces xDDD
Kisos
me quede sin palabras con lo dl kyumin
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