Titulo: Sex & Candy (AKA Sendy)
Capitulo: 07
Fandom: Super Junior, SHINee, TRAX
Parejas: Sichul / Varias
Clasificación: Angst / Au / Lemon
Advertencia: Si no te gusta el yaoi (Chico x Chico) es mejor que no leas este serial. No copies este fanfic, si deseas compartirlo en otro lugar, pide permiso al autor y coloca los créditos correspondientes.
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Capitulo 7:
Eran las diez de la mañana y un chico con los cabellos alborotados corría hacia su trabajo, moría por ver a su mejor amigo que últimamente lucía preocupado. Sungminie no le había dicho nada, pero se le notaba que algo le afectaba, de modo que Eunhyuk había comprado un enorme peluche rosa, tan solo para hacerlo sonreír. Miró su reloj de nuevo, estaba tarde, de seguro Sungmin le reñiría por su descuido. Habían sido amigos desde la guardería, así que se conocían bastante bien. Con tan solo mirarlo Eun podía saber qué tenía su dulce amigo, incluso conocía aquella parte oscura que a nadie más se había atrevido a mostrar el pequeño conejo. Aquella faceta suya que tanto se esforzaba por maquillar, el mono se la sabía de memoria, al igual que Sungmino había conocido al débil Eun que lloraba por las noches debido a su pasado. Mientras corría empezó a recordar aquellas épocas en las que solo eran dos niños de guardería.
La primera vez que hablaron, aquella vez la madre de Sungmin lo había vestido con un hermoso conjunto rosa; si a alguien debían hacer responsable de su afición por aquel color era su hermosa madre. Lo llevó de la mano hasta la puerta, donde Eun lloraba pues no quería entrar, se aferraba a las manos de su madre pidiéndole que no lo deje solo. Entonces Sungmin soltó la mano de su mamá y se acercó a aquel chiquito de cabellos raros para ofrecerle su paleta de cereza. Desde aquel día nunca volvieron a separarse, incluso cuando estaban en al escuela primaria Eun solía decir que Sungminie era su novia y que se casarían cuando fueran grandes. Luego llegó la adolescencia, ambos experimentaron juntos lo que era la primera vez con otro chico, llegando a descubrir que Sungmin era gay y que Eun no. Pasaron un tiempo de crisis en la que ninguno entendía su relación pero gracias al gran cariño que se tenían todos esos sentimientos quedaron borrados de sus cabezas. Al menos eso era lo que pensaba Eun. Miró una vez más su reloj, estaba muy tarde. Pero le faltaba muy poco para llegar a la tienda. Una vez a escasos metros de la puerta se encontró con un chico que caminaba lento hacia el mismo lugar, se miraron durante unos minutos para luego entrar casi al mismo tiempo.
-¡Idiota!-gritó Sungmin volteándose muy molesto e intentando ignorar a Eunhyuk que corrió a pedirle disculpas. Ambos se centraron en su pequeña escena que ninguno notó que Kyu se sentó en una de las mesas de la dulcería para observarlos.- No me digas nada… el otro día que te vas a una cita y hoy que llegas demasiado tarde… ¿Crees que siempre haré este trabajo por lo dos?
-No te enojes… mira- mostrándole el enorme conejo rosa que tenía en sus manos- llegué tarde porque quise comprarte esto… ¿Me perdonas?- sonriendo tiernamente, solo de aquella forma que hacía que Sungmin sienta que su estomago empezaba a tener un vacío inexplicable. No dijo palabra alguna solo saltó para abrazar a su mejor amigo logrando que ambos cayeran al suelo.- Lo sabía… eres un vendido… por un regalo…- dijo entre risas Eun que no pretendía pararse, abrazando fuertemente a su querido amigo.- ¿Me dirás que te tiene triste últimamente?- el pequeño niño rosa escondió su rostro en el cuello del otro negando torpemente ante la pregunta- ¡Ah! Minie… tenemos clientes…- Dijo Eun mirando a Kyu que los miraba algo enojado.
-Pensé que ya estaban atendiendo, disculpen…- dijo ante la mirada atónita de Sungmin que solo se levanto sin dejar de abrazar a su mejor amigo.
-Es mi mejor amigo… ¿Sabes? Él no es gay…- Kyu que iba caminando hasta la puerta se detuvo en seco, su expresión seria cambió repentinamente a una brillante sonrisa. Por alguna razón había sentido unos celos incontrolables de aquel otro chico. Pero al saber que no era gay se sentía mucho mejor.
-¿TIENES QUE DECIRLES A TODOS LOS CLINETES QUE NO SOY GAY?- preguntó algo enojado Eun, apartando repentinamente al chico rosa. De alguna manera odió sentirse así, odio ser tan brusco pero acababa de descubrir que había otro hombre en la vida de su querido Sungmin.- Voy a ordenar los dulces que llegaron ayer… atiéndelo…- caminando hacia el almacén.
Los minutos pasaron y Kyu continuaba mirando a Sungmin, caminó lentamente en silencio y acarició su rostro lentamente: efectivamente se había enamorado. No esperó más y le robó un corto beso.
-Hemos terminado… ¿Puedo quedarme aquí unos minutos? Él… - no pudo continuar pues Sungmin se abrazó fuertemente a su cuerpo, haciéndolo perder el aire.- Sungmin…- luego de unos minutos sintió que su camisa se mojaba, el pequeño rosa estaba llorando en silencio, como pidiendo disculpas de algo que no tenía la culpa- No llores por favor…
En otro lugar de aquel lugar, Heechul empezaba a despertar, había pasado la noche abrazado a su “visita” repentina, pero no había dejado de pensar en la ausencia de su vecino. Sintió como el otro movía torpemente sus brazos apresándolo en una caricia. Que bien se sentía la piel de Jay Kim. Esa manía de dormir solo en boxers nadie se la había quitado, ni siquiera en aquel viaje que hizo a USA. Heechul se deslizó entre el opresivo abrazo para salir de la cama, estaba algo cansado. Pero el reencuentro con su ex enamorado había sido muy emotivo. Caminó de un lado a otro arreglando su cabello hasta que se encontró con un sonriente Jay.
-Buenos días…- dijo mirándolo desde la cama en la que solo estaban cubiertas sus piernas- ¿Tienes trabajo hoy?- Heechul negó con la cabeza- Salgamos… ¿Si?
-¿Qué pasó? ¿Por qué has vuelto tan de repente de USA?- preguntó fríamente Heechul mientras se cruzaba de brazos- Sabes que tu y yo terminamos hace ya bastante tiempo… Tú fuiste quien terminó, no comprendo ahora tu actitud…
-Lo siento, lo sé… te terminé…- levantándose de la cama- Ahhhh extrañaba dormir así contigo, aunque también extraño NO DORMIR CONTIGO- riendo un poco- Heechul… sabes por qué te termine, no te hagas él desentendido, yo me cansé de ser usado… pero ahora ya no me importa, no he podido olvidarte y sé que aunque yo no sea el indicado tu sientes algo por mi…
- Utilizarte… ¿Sigues con eso?- mirando sus manos que repentinamente sentían frío- Efectivamente siento mucho por ti… me gustas, eso nunca lo voy a negar. Pero ya no eres el único que me gusta. Además desde que te marchaste hasta la fecha he salido con muchos chicos, ninguno soportó a esta perfecta princesa… ¿Podrás tu? Lo siento Jay, pero tu y yo ya no podemos tener nada… esa faceta de nuestra relación está muy gastada…- agitando su cabello sensualmente.- No puedo ofrecerte un relación ahora, he perdido la apuesta de los dulces y debo acostarme con el de al lado, para sorpresa tuya y mía, el me agrada… me gusta mucho. Claro que supongo que será un “juguete” más como tu alguna vez lo fuiste…- intentando ser muy cínico. A lo que Jay solo bajó la cabeza para guardar la compostura.
-Al menos déjame ser “tu juguete” por última vez…- acercándose rápidamente con la mirada oculta pues tenía demasiadas ganas de llorar. Lo había olvidado, lo hiriente que podía ser aquel pelirrojo.- Una vez más…- le susurró adueñándose de su cintura para luego empezar a besar su cuello.
-Lo siento… no tengo ganas, quizás más tarde- dijo la princesa entrando a bañarse.
Para cuando Heechul salió de la ducha Jay Kim no estaba en su departamento, miró triste hacia el lugar donde había dejado sus maletas. Aún estaban ahí de modo que volvería. Tomó unos lentes de sol y salió en busca de rayos solares para estar más enérgico. Mientras iba caminando se encontró varias veces con sus vecinos pero fue hipócrita y pretendió estar bien. Sin embargo se sentía muy mal, sabía que lastimaba a su amigo, pero era la única manera de hacerlo ver que él no era “esa persona” que creía que era. Una vez en la terraza se encontró con Henry conversando amablemente con Siwon, sintió celos pero fingió que no le importaba. Acercándose a ellos muy amable.
-Buenos días…- Sonriéndole a Henry- awwww definitivamente quiero ser tu omma…- mirando a Siwon- ¿No quieres ser su appa?- sonriendo pícaramente a lo que Siwon no pudo evitar ponerse rojo de pies a cabeza.
-¡Ni hao!- Saludo Henry muy sonriente, pese a que también sentía celos de Heechul se notaba que el no estaba interesado en “su” Hannie.- Siwon sabe chino…- sonrió de nuevo a lo que Heechul le devolvió el gesto- Heechul mi omma y Siwon mi appa… yo quiero- dijo emanando esa ternura que caracterizaba al pequeño hamster.
-Ay que lindo eres… uhm ¿Qué escuchas?- le preguntó señalando su ipod
-Música en taiwanés… Danson Tang- sonrió extendiéndole el aparato electrónico al pelirrojo- Escucha, se llama “Ai wo” que significa “Ámame”- dicho esto los ojos de Henry perdieron el brillo, eso deseaba decirle a su Hannie, que lo ame.
-Que romántico… ¿Estás enamorado?- preguntó Heechul curioso, haciendo que los otros dos se pongan rojos de pies a cabeza. Siwon que aún se mantanía en silencio tosió un poco para hacerle notar que estaba siendo muy entrometido.- Perdón… pero creo saber de quien… espero no equivocarme, es un buen chico- le guiñó el ojo a Henry- buen deportista, yo estudié con él… me acompañaba a casa luego de sus entrenamientos
-¿Fue tu enamorado?- preguntaron los otros dos muy curiosos, aunque parecía que Siwon tenía el corazón en la mano. Aquella pregunta le había hecho recordar que la princesa tenía novio.
-No… no es mi tipo. Pero debes arriesgarte mucho, tiende a ser algo distrito y muy apresurado, nunca escucha y saca conclusiones sin saber bien todos los puntos de vista…- mirando a Siwon- uhmmm se me han antojado chocolates…-bajando la mirada hacia el dorso de Siwon, logrando que el corazón de este se paralice. Logrando que “Siwoncito” se despierte a lo que solo le quedó sentarse para tranquilizar sus sucios pensamientos.
Luego de unos minutos Henry se despidió dejando solos a los otros dos, Heechul sonrió travieso, tener a Siwon solo para el le provocaba muchas cosas. Caminó rodeando a su presa, delineando con sus dedos largos toda la extensión de la silla en la que el otro estaba sentado. Mareándolo con las vueltas que daba a su alrededor. Luego se acercó un poco más a Siwon, quedando muy cerca de su oreja y le susurró una invitación muy tentadora, ir a su departamento a “comer dulces”.
-¿Y tu enamorado?- dijo recuperando la cordura cuando Heechul intentó jalarlo de la mano- Lo conocí el otro día… es bastante amable, no creo que sea buena idea que me des “la bienvenida” cuando ustedes dos se quieren, en sí lo que yo sienta por ti no importa en tu historia, pero para él será una infidelidad…- agregó llevándose las manos a la cabeza para tranquilizarse- Yo no soy un juguete…
-Él no es nada mío desde hace ya mucho tiempo, siempre dice que es mi novio porque no puede olvidarme…
-Anoche durmieron juntos… ¿Crees que no se escucha nada en mi departamento? Te lo repito, no soy un juguete con el que puedes jugar. Sí, ya he aceptado que me gusta un hombre, me gustas tú… pero así como tú no quieres arriesgarte conmigo porque no sé lo que quiero, yo tampoco quiero arriesgarme contigo… - dicho esto Siwon se levantó y bajó las escaleras.
La noche anterior su novio había sido frío en exceso, ni siquiera lo quiso abrazar, evitó cualquier beso y durmió lo más alejado posible de el, haciéndolo sentir mucho frío en aquella terrible noche. Al abrir pesadamente los ojos se encontró con la sorpresa de que Kyu se había marchado temprano. Suspiro un poco acercándose al lado de la cama de él, intentando sentirlo cerca. ¿Qué estaba sucediendo con su Kyu? El lado de la cama estaba frío y solitario, se sintió bastante triste y quiso llorar peor luego recuperó la tranquilidad dy se levanto, debía cocinar algo rico para su novio, quería mimarlo toda su vida. Deseaba más que nunca el poder sorprenderlo con aquellos platillos que había aprendido a cocinar en China.
Caminó lentamente hacia la mesa de la cocina, encontrando una nota de su Kyu. Sonrió de seguro era algún recado para hacer o algo que deseara comer, quizás que lleve a lavar su ropa. Pero su sonrisa se fue borrando con forme iba leyendo aquella nota. Eran tan solo una cuantas palabras, pero como dolían. No entendía que estaba sucediendo, ¿Por qué había escrito eso? Llevó sus manos hacia sus labios para contener el grito de dolor, sus ojos estaban rojos y las lágrimas eran inevitables.
La nota decía: “Lo siento, esto no está funcionando, quédate con el departamento. Terminamos. Kyuhyun”
No importó cuanto tiempo pasó, Zhou Mi no podía levantarse, estaba sobre sus rodillas con los ojos en blanco, todo lloroso y con un silencio que expresaba que estaba muriendo por dentro. Tenía tantas preguntas, tantas dudas. ¿Por qué? ¿Desde cuándo no estaba funcionando? ¿Por qué lo había hecho venir de China? No había pasado mucho desde su llegada. ¿Qué había sucedido en aquel tiempo en el que Kyu estuvo solo el Corea? ¿Había otra persona? ¿Acaso ya no lo amaba? ¿Qué había hecho mal? ¿En qué habían fallado? El chico chino no soportó más el dolor y cayó desmayado sobre el piso de su ordenada cocina.
Continuará…
Eran las diez de la mañana y un chico con los cabellos alborotados corría hacia su trabajo, moría por ver a su mejor amigo que últimamente lucía preocupado. Sungminie no le había dicho nada, pero se le notaba que algo le afectaba, de modo que Eunhyuk había comprado un enorme peluche rosa, tan solo para hacerlo sonreír. Miró su reloj de nuevo, estaba tarde, de seguro Sungmin le reñiría por su descuido. Habían sido amigos desde la guardería, así que se conocían bastante bien. Con tan solo mirarlo Eun podía saber qué tenía su dulce amigo, incluso conocía aquella parte oscura que a nadie más se había atrevido a mostrar el pequeño conejo. Aquella faceta suya que tanto se esforzaba por maquillar, el mono se la sabía de memoria, al igual que Sungmino había conocido al débil Eun que lloraba por las noches debido a su pasado. Mientras corría empezó a recordar aquellas épocas en las que solo eran dos niños de guardería.
La primera vez que hablaron, aquella vez la madre de Sungmin lo había vestido con un hermoso conjunto rosa; si a alguien debían hacer responsable de su afición por aquel color era su hermosa madre. Lo llevó de la mano hasta la puerta, donde Eun lloraba pues no quería entrar, se aferraba a las manos de su madre pidiéndole que no lo deje solo. Entonces Sungmin soltó la mano de su mamá y se acercó a aquel chiquito de cabellos raros para ofrecerle su paleta de cereza. Desde aquel día nunca volvieron a separarse, incluso cuando estaban en al escuela primaria Eun solía decir que Sungminie era su novia y que se casarían cuando fueran grandes. Luego llegó la adolescencia, ambos experimentaron juntos lo que era la primera vez con otro chico, llegando a descubrir que Sungmin era gay y que Eun no. Pasaron un tiempo de crisis en la que ninguno entendía su relación pero gracias al gran cariño que se tenían todos esos sentimientos quedaron borrados de sus cabezas. Al menos eso era lo que pensaba Eun. Miró una vez más su reloj, estaba muy tarde. Pero le faltaba muy poco para llegar a la tienda. Una vez a escasos metros de la puerta se encontró con un chico que caminaba lento hacia el mismo lugar, se miraron durante unos minutos para luego entrar casi al mismo tiempo.
-¡Idiota!-gritó Sungmin volteándose muy molesto e intentando ignorar a Eunhyuk que corrió a pedirle disculpas. Ambos se centraron en su pequeña escena que ninguno notó que Kyu se sentó en una de las mesas de la dulcería para observarlos.- No me digas nada… el otro día que te vas a una cita y hoy que llegas demasiado tarde… ¿Crees que siempre haré este trabajo por lo dos?
-No te enojes… mira- mostrándole el enorme conejo rosa que tenía en sus manos- llegué tarde porque quise comprarte esto… ¿Me perdonas?- sonriendo tiernamente, solo de aquella forma que hacía que Sungmin sienta que su estomago empezaba a tener un vacío inexplicable. No dijo palabra alguna solo saltó para abrazar a su mejor amigo logrando que ambos cayeran al suelo.- Lo sabía… eres un vendido… por un regalo…- dijo entre risas Eun que no pretendía pararse, abrazando fuertemente a su querido amigo.- ¿Me dirás que te tiene triste últimamente?- el pequeño niño rosa escondió su rostro en el cuello del otro negando torpemente ante la pregunta- ¡Ah! Minie… tenemos clientes…- Dijo Eun mirando a Kyu que los miraba algo enojado.
-Pensé que ya estaban atendiendo, disculpen…- dijo ante la mirada atónita de Sungmin que solo se levanto sin dejar de abrazar a su mejor amigo.
-Es mi mejor amigo… ¿Sabes? Él no es gay…- Kyu que iba caminando hasta la puerta se detuvo en seco, su expresión seria cambió repentinamente a una brillante sonrisa. Por alguna razón había sentido unos celos incontrolables de aquel otro chico. Pero al saber que no era gay se sentía mucho mejor.
-¿TIENES QUE DECIRLES A TODOS LOS CLINETES QUE NO SOY GAY?- preguntó algo enojado Eun, apartando repentinamente al chico rosa. De alguna manera odió sentirse así, odio ser tan brusco pero acababa de descubrir que había otro hombre en la vida de su querido Sungmin.- Voy a ordenar los dulces que llegaron ayer… atiéndelo…- caminando hacia el almacén.
Los minutos pasaron y Kyu continuaba mirando a Sungmin, caminó lentamente en silencio y acarició su rostro lentamente: efectivamente se había enamorado. No esperó más y le robó un corto beso.
-Hemos terminado… ¿Puedo quedarme aquí unos minutos? Él… - no pudo continuar pues Sungmin se abrazó fuertemente a su cuerpo, haciéndolo perder el aire.- Sungmin…- luego de unos minutos sintió que su camisa se mojaba, el pequeño rosa estaba llorando en silencio, como pidiendo disculpas de algo que no tenía la culpa- No llores por favor…
En otro lugar de aquel lugar, Heechul empezaba a despertar, había pasado la noche abrazado a su “visita” repentina, pero no había dejado de pensar en la ausencia de su vecino. Sintió como el otro movía torpemente sus brazos apresándolo en una caricia. Que bien se sentía la piel de Jay Kim. Esa manía de dormir solo en boxers nadie se la había quitado, ni siquiera en aquel viaje que hizo a USA. Heechul se deslizó entre el opresivo abrazo para salir de la cama, estaba algo cansado. Pero el reencuentro con su ex enamorado había sido muy emotivo. Caminó de un lado a otro arreglando su cabello hasta que se encontró con un sonriente Jay.
-Buenos días…- dijo mirándolo desde la cama en la que solo estaban cubiertas sus piernas- ¿Tienes trabajo hoy?- Heechul negó con la cabeza- Salgamos… ¿Si?
-¿Qué pasó? ¿Por qué has vuelto tan de repente de USA?- preguntó fríamente Heechul mientras se cruzaba de brazos- Sabes que tu y yo terminamos hace ya bastante tiempo… Tú fuiste quien terminó, no comprendo ahora tu actitud…
-Lo siento, lo sé… te terminé…- levantándose de la cama- Ahhhh extrañaba dormir así contigo, aunque también extraño NO DORMIR CONTIGO- riendo un poco- Heechul… sabes por qué te termine, no te hagas él desentendido, yo me cansé de ser usado… pero ahora ya no me importa, no he podido olvidarte y sé que aunque yo no sea el indicado tu sientes algo por mi…
- Utilizarte… ¿Sigues con eso?- mirando sus manos que repentinamente sentían frío- Efectivamente siento mucho por ti… me gustas, eso nunca lo voy a negar. Pero ya no eres el único que me gusta. Además desde que te marchaste hasta la fecha he salido con muchos chicos, ninguno soportó a esta perfecta princesa… ¿Podrás tu? Lo siento Jay, pero tu y yo ya no podemos tener nada… esa faceta de nuestra relación está muy gastada…- agitando su cabello sensualmente.- No puedo ofrecerte un relación ahora, he perdido la apuesta de los dulces y debo acostarme con el de al lado, para sorpresa tuya y mía, el me agrada… me gusta mucho. Claro que supongo que será un “juguete” más como tu alguna vez lo fuiste…- intentando ser muy cínico. A lo que Jay solo bajó la cabeza para guardar la compostura.
-Al menos déjame ser “tu juguete” por última vez…- acercándose rápidamente con la mirada oculta pues tenía demasiadas ganas de llorar. Lo había olvidado, lo hiriente que podía ser aquel pelirrojo.- Una vez más…- le susurró adueñándose de su cintura para luego empezar a besar su cuello.
-Lo siento… no tengo ganas, quizás más tarde- dijo la princesa entrando a bañarse.
Para cuando Heechul salió de la ducha Jay Kim no estaba en su departamento, miró triste hacia el lugar donde había dejado sus maletas. Aún estaban ahí de modo que volvería. Tomó unos lentes de sol y salió en busca de rayos solares para estar más enérgico. Mientras iba caminando se encontró varias veces con sus vecinos pero fue hipócrita y pretendió estar bien. Sin embargo se sentía muy mal, sabía que lastimaba a su amigo, pero era la única manera de hacerlo ver que él no era “esa persona” que creía que era. Una vez en la terraza se encontró con Henry conversando amablemente con Siwon, sintió celos pero fingió que no le importaba. Acercándose a ellos muy amable.
-Buenos días…- Sonriéndole a Henry- awwww definitivamente quiero ser tu omma…- mirando a Siwon- ¿No quieres ser su appa?- sonriendo pícaramente a lo que Siwon no pudo evitar ponerse rojo de pies a cabeza.
-¡Ni hao!- Saludo Henry muy sonriente, pese a que también sentía celos de Heechul se notaba que el no estaba interesado en “su” Hannie.- Siwon sabe chino…- sonrió de nuevo a lo que Heechul le devolvió el gesto- Heechul mi omma y Siwon mi appa… yo quiero- dijo emanando esa ternura que caracterizaba al pequeño hamster.
-Ay que lindo eres… uhm ¿Qué escuchas?- le preguntó señalando su ipod
-Música en taiwanés… Danson Tang- sonrió extendiéndole el aparato electrónico al pelirrojo- Escucha, se llama “Ai wo” que significa “Ámame”- dicho esto los ojos de Henry perdieron el brillo, eso deseaba decirle a su Hannie, que lo ame.
-Que romántico… ¿Estás enamorado?- preguntó Heechul curioso, haciendo que los otros dos se pongan rojos de pies a cabeza. Siwon que aún se mantanía en silencio tosió un poco para hacerle notar que estaba siendo muy entrometido.- Perdón… pero creo saber de quien… espero no equivocarme, es un buen chico- le guiñó el ojo a Henry- buen deportista, yo estudié con él… me acompañaba a casa luego de sus entrenamientos
-¿Fue tu enamorado?- preguntaron los otros dos muy curiosos, aunque parecía que Siwon tenía el corazón en la mano. Aquella pregunta le había hecho recordar que la princesa tenía novio.
-No… no es mi tipo. Pero debes arriesgarte mucho, tiende a ser algo distrito y muy apresurado, nunca escucha y saca conclusiones sin saber bien todos los puntos de vista…- mirando a Siwon- uhmmm se me han antojado chocolates…-bajando la mirada hacia el dorso de Siwon, logrando que el corazón de este se paralice. Logrando que “Siwoncito” se despierte a lo que solo le quedó sentarse para tranquilizar sus sucios pensamientos.
Luego de unos minutos Henry se despidió dejando solos a los otros dos, Heechul sonrió travieso, tener a Siwon solo para el le provocaba muchas cosas. Caminó rodeando a su presa, delineando con sus dedos largos toda la extensión de la silla en la que el otro estaba sentado. Mareándolo con las vueltas que daba a su alrededor. Luego se acercó un poco más a Siwon, quedando muy cerca de su oreja y le susurró una invitación muy tentadora, ir a su departamento a “comer dulces”.
-¿Y tu enamorado?- dijo recuperando la cordura cuando Heechul intentó jalarlo de la mano- Lo conocí el otro día… es bastante amable, no creo que sea buena idea que me des “la bienvenida” cuando ustedes dos se quieren, en sí lo que yo sienta por ti no importa en tu historia, pero para él será una infidelidad…- agregó llevándose las manos a la cabeza para tranquilizarse- Yo no soy un juguete…
-Él no es nada mío desde hace ya mucho tiempo, siempre dice que es mi novio porque no puede olvidarme…
-Anoche durmieron juntos… ¿Crees que no se escucha nada en mi departamento? Te lo repito, no soy un juguete con el que puedes jugar. Sí, ya he aceptado que me gusta un hombre, me gustas tú… pero así como tú no quieres arriesgarte conmigo porque no sé lo que quiero, yo tampoco quiero arriesgarme contigo… - dicho esto Siwon se levantó y bajó las escaleras.
La noche anterior su novio había sido frío en exceso, ni siquiera lo quiso abrazar, evitó cualquier beso y durmió lo más alejado posible de el, haciéndolo sentir mucho frío en aquella terrible noche. Al abrir pesadamente los ojos se encontró con la sorpresa de que Kyu se había marchado temprano. Suspiro un poco acercándose al lado de la cama de él, intentando sentirlo cerca. ¿Qué estaba sucediendo con su Kyu? El lado de la cama estaba frío y solitario, se sintió bastante triste y quiso llorar peor luego recuperó la tranquilidad dy se levanto, debía cocinar algo rico para su novio, quería mimarlo toda su vida. Deseaba más que nunca el poder sorprenderlo con aquellos platillos que había aprendido a cocinar en China.
Caminó lentamente hacia la mesa de la cocina, encontrando una nota de su Kyu. Sonrió de seguro era algún recado para hacer o algo que deseara comer, quizás que lleve a lavar su ropa. Pero su sonrisa se fue borrando con forme iba leyendo aquella nota. Eran tan solo una cuantas palabras, pero como dolían. No entendía que estaba sucediendo, ¿Por qué había escrito eso? Llevó sus manos hacia sus labios para contener el grito de dolor, sus ojos estaban rojos y las lágrimas eran inevitables.
La nota decía: “Lo siento, esto no está funcionando, quédate con el departamento. Terminamos. Kyuhyun”
No importó cuanto tiempo pasó, Zhou Mi no podía levantarse, estaba sobre sus rodillas con los ojos en blanco, todo lloroso y con un silencio que expresaba que estaba muriendo por dentro. Tenía tantas preguntas, tantas dudas. ¿Por qué? ¿Desde cuándo no estaba funcionando? ¿Por qué lo había hecho venir de China? No había pasado mucho desde su llegada. ¿Qué había sucedido en aquel tiempo en el que Kyu estuvo solo el Corea? ¿Había otra persona? ¿Acaso ya no lo amaba? ¿Qué había hecho mal? ¿En qué habían fallado? El chico chino no soportó más el dolor y cayó desmayado sobre el piso de su ordenada cocina.
Continuará…
ahora zhoumi s l q sufre?? nooo sto sta cada vez mas interesante y mas doloroso
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