Titulo: Sex & Candy (AKA Sendy)
Capitulo: 12
Fandom: Super Junior, SHINee, TRAX
Parejas: Sichul / Varias
Clasificación: Angst / Au / Lemon
Advertencia: Si no te gusta el yaoi (Chico x Chico) es mejor que no leas este serial. No copies este fanfic, si deseas compartirlo en otro lugar, pide permiso al autor y coloca los créditos correspondientes.
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Capitulo 12:
Los días pasaron y se hicieron mas fuertes lo sentimientos, Heechul pensaba día y noche en aquella cita que le había pedido el otro. Pero por alguna razón desde aquel encuentro en el balcón no habían vuelto a verse. De repente, en medio de su estupor, el eco del timbre resonó en todo su departamento. El pelirrojo, corrió a abrir la puerta encontrándose con un hombre mayor de aproximadamente unos cincuenta años, quien amablemente le entregó un sobre negro. Entró en la casa con cierto temor, pero era tan elegante el sobre que parecía sacado de un cuento de hadas, tenía detalles en dorado y letras tipo medieval, el problema es que estaba en inglés y lo más que pudo entender Heechul fue su nombre. En la parte de atrás decía Siwon, así que asumió que era algo de él. Se precipitó en tomar sus cosas e ir corriendo a la casa del único amigo a quien admiraba por tener un buen inglés: Kibum.
-¿Y bien? ¡Dime!- se desesperó Heechul mientras Kibum leía atentamente- ¡Dilo! No es una invitación a un funeral, ¿Verdad?
-Debes aprender inglés… siempre es bueno, debes apurarte ahora, tiene solo dos horas antes de que Siwon pase por ti para ir a cenar, esa es la versión corta, otro día, con más calma, me traduzco palabra por palabra porque es realmente romántica.- ni bien terminó de decir esto, Heechul corrió de nuevo a su departamento, se bañó rápidamente, se colocó su mejor loción y empezó a hacer su cabello, lo recogió en un moño algo caótico pero muy bonito y delicado como su rostro; y con su plancha arqueó un poco las puntas, sin hacer rulos perfectos, solo buscando cread ondas grande. Delineó cuidadosamente sus ojos grandes y alargados, rasgándolos un poco más con una suave capa de delineador negro, colocó un poco de polvo en su nariz y como ultimo paso delineó sus pequeños labios con brillo labial.
Los minutos pasaron volando y ni bien terminó de abrocharse el último botón de una ceñida camisa morada, el mismo hombre de edad avanzada estaba en la puerta. Heechul caminó hasta aquella limosina y subió esperando encontrarse con Siwon pero estaba totalmente solo con el chofer.
-¿A dónde vamos?- preguntó algo asustado
-Descuide señorito, el joven Siwon me pidió que lo lleve hasta un lugar donde lo espere.- Señorito Heechul, usted es gran amigo del joven, ¿Verdad? Él usualmente no lleva a las personas a donde lo voy a llevar, debo pedirle que lo guarde como su secretó más oculto.
Luego de salir de la ciudad, el auto entró a al carretera y siguió por un camino en el que a penas y se veían las luces del auto. Luego se detuvo, Heechul estaba por gritar, pues estaba convencido de que se trataba de un secuestro, cuando vio a Siwon al abrirse la puerta, este le sonrió y le extendió la mano para ayudarlo a bajar. Una vez ahí, el chofer se fue y los dejó en plena oscuridad.
-Genial, ¿Esta es tu idea de una cita? Tendrás que esforzarme más Choi…- dijo Heechul siendo muy irónico, pero a decir verdad aquella oscuridad le provocaba cierto miedo y curiosidad. Siwon se acercó a su oído y beso cerca de su cuello.- Siwon… - susurró Heechul aferrándose a la cintura del más alto.- ¿No crees que está muy oscuro?- cuando Heechul terminó de hablar, Siwon encendió una vela y lo tomó de la mano para guiarlo en silenció hasta un lugar que se veía más iluminado. Era muy oscuro, pero muchas velas iluminaban aquel lugar, el aroma a su flor favorita apareció pero no pudo distinguir bien pues todo estaba demasiado oscuro, entre aquel lugar iluminado pudo ver una mesa exquisitamente adornada con platos finos y una botella de vino tinto.
-Esto, es solo para ti…- dijo dejándolo en uno de los asientos de aquella mesa- quiero amanecer aquí, contigo, quiero que veas lo que nos rodea… ¿Puedes?
-Si…- dijo Heechul tratando de no idiotizarse demasiado con su príncipe, la luz de las velas en aquella terrible oscuridad era demasiado para él, demasiado romántico, aquella simplicidad había robado su corazón por completo, estaba dispuesto a bajar la guardia y ser más dócil con el menor.
-La luna me ha traicionado, no ha salido, no nos deja esta iluminado por ella, pero no importa, si tengo que crear luz para ti… lo haré…- dijo Siwon apoyándose en le mesa para acercarse un poco mas al otro- ¿Me regalas un beso? – Heechul no contestó, solo se acercó lentamente para luego rozar sus labios con los del otro.
En medio de su aburrido silencio, el sonido de las teclas acompañaba una canción de amor inconcluso, Kibum acomodó un poco sus lentes y continuó escribiendo aquello que debía escribir; desde ya algún tiempo se le dio por empezar a relatar todo aquello que recordaba desde el primer momento en que vio a Donghae, en un intento inútil de dejarlo todo en letras y definitivamente olvidarlo. Le era muy difícil, sobre todo cuando su amigo de la universidad no dejaba de señalárselo y molestarlo; quizás lo hacía por animarlo, pero lo hería en lo profundo. Era tan doloroso seguir encontrándose con Dongie en todo momento y lugar, dejar de querer a alguien a quien vez siempre era muy duro, tanto como para hacerlo desear desaparecer. Verlo ahí, con aquella chica a quien envidiaba de pies a cabeza, aquella chica de origen japonés a quien intentaba analizar detenidamente para entender que era lo que la hacía tan especial. Conforme iba escribiendo sus ojos se iban nublando por aquellas lágrimas que tenía tan bien guardadas, por aquellos sentimientos que deseaba borrar. De repente se detuvo, no podía seguir escribiendo: el dolor lo había vencido, sus manos estaba totalmente húmedas de las furtivas lágrimas que empapaban el teclado y sus mejillas. Se quito los anteojos y secó rápidamente su dolor, luego fingió una sonrisa para sí mismo, como tratando de convencerse de que lo olvidaría, que él no era el indicado, que pronto su corazón dejaría de sentir y que podría volver a aquella vida tranquila que solía tener antes de haberlo visto por primera vez.
Kibum se levanto lentamente de su asiento para despejar su mente y su alma, escribir lo agotaba mucho; caminó en círculos como intentando buscar algo más por hacer, pero quizás esa era la razón por la que estudiaba periodismo: no sabía hacer otra cosa que no sea escribir. Tomó sus llaves y fue en busca de algo de comer al súper mercado de la esquina. Mientras caminaba iba preguntándose cómo sería aquella cita que estaba teniendo su amigo, moría de curiosidad y de envidia. Deseaba con todo su corazón el poder encontrar a alguien con ese tipo de atenciones, alguien que lo quiera; estaba cansado de querer. Entró desganado al súper, divisó rápidamente las bebidas y prácticamente corrió para tomar un jugo de uva, pero al tratar de tomarlo su mano se encontró con otra que iba en la misma dirección. Levantó la cara encontrándose con aquella chica que tanto odiaba, ella lo miro sonriente y le cedió el jugo pero el se sintió irritado y humillado así que dejó el jugo para ella.
-Parece que ambos queríamos lo mismo y ambos renunciamos a lo mismo para que el otro lo tome… Kim Kibum ¿Verdad? Eres de tercer año de periodismo, hasta donde sé…
-Si, soy yo… tú eres…- mintió, sabía perfectamente quien era, su edad y qué estudiaba, había memorizado todo sobre ella, solo para poder buscar algo en él que podría gustarle a Donghae.
-Hisae, estudiante de intercambio, tercer año de publicidad… -acercándose un poco al otro- finges muy bien no saber de mí, por poco y te creo…- cambiando su sonrisa por una mirada muy seria- Él no es gay, así que será mejor que renuncies a el, además planeamos casarnos luego de terminar la universidad…
-No… no entiendo de qué hablas- dijo nervioso fingiendo incredulidad, no quería sentirme peor de lo que ya se sentía.
-No te hagas el inocente, sé perfectamente que andas detrás de mi Donghae… si escuché el otro día a una chica hablar en el baño, decía que la habías rechazado y que ella averiguó que era porque estabas enamorado de Donghae… LO REPITO, ÉL NO ES GAY, RINDETE…- dándose la vuelta para tomar de mala gana el jugo- me llevo el jugo, como me lo llevo a él… es mío y jamás… jamás podrás siquiera conocerlo…- dicho esto Kibum le siguió con la mirada para descubrir que en la puerta la esperaba él. Cerró los ojos para aguantar las lágrimas y luego tomó otro jugo, de otro sabor, no era necesario que se lo diga, ya lo había decidido, ya había decidido olvidar a Dongie.
Compró algunas cosas más para luego ir de vuelta a casa, solitario departamento en el que pasaba horas de horas internalizado sus más profundos sentimientos. Kibum e dejó caer sobre su cama, y llevando las manos hacia su rostro empezó a llorar amargamente. Le dolía el cuerpo, deseaba gritar con todas sus fuerza, pero le era imposible, totalmente imposible; el grito se ahogaba en su garganta y lo hacía sentir miserable.
Teuki miraba por la ventana, deseando que la noche sea menos triste para él, Kangin lloraba sentado al borde de la cama. Lloraba pues no sabía que más hacer, no quería que su amado ángel se vaya, pero cómo podía evitarlo.
-Vamos de viaje…- dijo Leeteuk casi en un susurro- si me lo pides puede que sea capaz de hacerlo…
-¿Qué pasará con el servicio militar?- preguntó Kangin acercándose a su novio que aguantaba las lágrimas- ¿Hay forma de no hacerlo?
-Cásate conmigo… AHORA…- dijo Leeteuk volteando a abrazar a su novio.- si me voy nuestra relación se va a morir, escapémonos, suena irresponsable pero no quiero estar lejos de ti ni un solo instante
-Escapémonos…- dijo Kangin para luego correr a guardar sus cosas en una mochila- Hoy mismo, vámonos a cualquier sitio, no importa donde, solo importa conseguir aros, yo me caso contigo… HOY
La madrugada continuó, con un Kibum escribiendo como loco para “botar” todos aquellos sentimientos, con dos amantes furtivos buscando la manera de escapar a su destino, con una cita romántica a la luz de las velas.
Y la noche empezó a volverse día y los primeros rayos del sol empezaron a iluminarlo todo; Siwon, quien tenía a Heechul entre sus brazos le cubrió los ojos. Deseaba que vea todo a su alrededor. Para cuando la mañana estaba despejada y el sol brillaba más que nunca Siwon se acercó al oído de su princesa y le susurro una pregunta.
-¿Quieres ser mi novio?- mientras quitaba sus manos de los ojos del sonrojado Heechul, quien se quedó sin palabras al observar a su alredor, ¿Cómo había averiguado Siwon que esas eran sus flores favoritas?- ¿Ese silencio… es un sí o un no?- sonrió galante al notar que era un rotundo sí.- ¿Cinderella, ahora piensas en mí?
-Siwon…- dijo Heechul saliendo de su sorpresa- Eres prefecto…- lanzándose a los brazos del otro, provocando que ambos cayeran al suelo.- Si, obvio que sí… seré tu novio- llenado de besos al menor que ante el contacto no pudo evitar “emocionarse”- Ok… no eres tan perfecto, eres bien automático…- señalando la parte baja de Siwon, este se puso rojo de pies a cabeza, pero la princesa no se detuvo en su broma y volvió a entregarle sus labios al más alto.
Continuará…
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Capitulo 12:
Los días pasaron y se hicieron mas fuertes lo sentimientos, Heechul pensaba día y noche en aquella cita que le había pedido el otro. Pero por alguna razón desde aquel encuentro en el balcón no habían vuelto a verse. De repente, en medio de su estupor, el eco del timbre resonó en todo su departamento. El pelirrojo, corrió a abrir la puerta encontrándose con un hombre mayor de aproximadamente unos cincuenta años, quien amablemente le entregó un sobre negro. Entró en la casa con cierto temor, pero era tan elegante el sobre que parecía sacado de un cuento de hadas, tenía detalles en dorado y letras tipo medieval, el problema es que estaba en inglés y lo más que pudo entender Heechul fue su nombre. En la parte de atrás decía Siwon, así que asumió que era algo de él. Se precipitó en tomar sus cosas e ir corriendo a la casa del único amigo a quien admiraba por tener un buen inglés: Kibum.
-¿Y bien? ¡Dime!- se desesperó Heechul mientras Kibum leía atentamente- ¡Dilo! No es una invitación a un funeral, ¿Verdad?
-Debes aprender inglés… siempre es bueno, debes apurarte ahora, tiene solo dos horas antes de que Siwon pase por ti para ir a cenar, esa es la versión corta, otro día, con más calma, me traduzco palabra por palabra porque es realmente romántica.- ni bien terminó de decir esto, Heechul corrió de nuevo a su departamento, se bañó rápidamente, se colocó su mejor loción y empezó a hacer su cabello, lo recogió en un moño algo caótico pero muy bonito y delicado como su rostro; y con su plancha arqueó un poco las puntas, sin hacer rulos perfectos, solo buscando cread ondas grande. Delineó cuidadosamente sus ojos grandes y alargados, rasgándolos un poco más con una suave capa de delineador negro, colocó un poco de polvo en su nariz y como ultimo paso delineó sus pequeños labios con brillo labial.
Los minutos pasaron volando y ni bien terminó de abrocharse el último botón de una ceñida camisa morada, el mismo hombre de edad avanzada estaba en la puerta. Heechul caminó hasta aquella limosina y subió esperando encontrarse con Siwon pero estaba totalmente solo con el chofer.
-¿A dónde vamos?- preguntó algo asustado
-Descuide señorito, el joven Siwon me pidió que lo lleve hasta un lugar donde lo espere.- Señorito Heechul, usted es gran amigo del joven, ¿Verdad? Él usualmente no lleva a las personas a donde lo voy a llevar, debo pedirle que lo guarde como su secretó más oculto.
Luego de salir de la ciudad, el auto entró a al carretera y siguió por un camino en el que a penas y se veían las luces del auto. Luego se detuvo, Heechul estaba por gritar, pues estaba convencido de que se trataba de un secuestro, cuando vio a Siwon al abrirse la puerta, este le sonrió y le extendió la mano para ayudarlo a bajar. Una vez ahí, el chofer se fue y los dejó en plena oscuridad.
-Genial, ¿Esta es tu idea de una cita? Tendrás que esforzarme más Choi…- dijo Heechul siendo muy irónico, pero a decir verdad aquella oscuridad le provocaba cierto miedo y curiosidad. Siwon se acercó a su oído y beso cerca de su cuello.- Siwon… - susurró Heechul aferrándose a la cintura del más alto.- ¿No crees que está muy oscuro?- cuando Heechul terminó de hablar, Siwon encendió una vela y lo tomó de la mano para guiarlo en silenció hasta un lugar que se veía más iluminado. Era muy oscuro, pero muchas velas iluminaban aquel lugar, el aroma a su flor favorita apareció pero no pudo distinguir bien pues todo estaba demasiado oscuro, entre aquel lugar iluminado pudo ver una mesa exquisitamente adornada con platos finos y una botella de vino tinto.
-Esto, es solo para ti…- dijo dejándolo en uno de los asientos de aquella mesa- quiero amanecer aquí, contigo, quiero que veas lo que nos rodea… ¿Puedes?
-Si…- dijo Heechul tratando de no idiotizarse demasiado con su príncipe, la luz de las velas en aquella terrible oscuridad era demasiado para él, demasiado romántico, aquella simplicidad había robado su corazón por completo, estaba dispuesto a bajar la guardia y ser más dócil con el menor.
-La luna me ha traicionado, no ha salido, no nos deja esta iluminado por ella, pero no importa, si tengo que crear luz para ti… lo haré…- dijo Siwon apoyándose en le mesa para acercarse un poco mas al otro- ¿Me regalas un beso? – Heechul no contestó, solo se acercó lentamente para luego rozar sus labios con los del otro.
En medio de su aburrido silencio, el sonido de las teclas acompañaba una canción de amor inconcluso, Kibum acomodó un poco sus lentes y continuó escribiendo aquello que debía escribir; desde ya algún tiempo se le dio por empezar a relatar todo aquello que recordaba desde el primer momento en que vio a Donghae, en un intento inútil de dejarlo todo en letras y definitivamente olvidarlo. Le era muy difícil, sobre todo cuando su amigo de la universidad no dejaba de señalárselo y molestarlo; quizás lo hacía por animarlo, pero lo hería en lo profundo. Era tan doloroso seguir encontrándose con Dongie en todo momento y lugar, dejar de querer a alguien a quien vez siempre era muy duro, tanto como para hacerlo desear desaparecer. Verlo ahí, con aquella chica a quien envidiaba de pies a cabeza, aquella chica de origen japonés a quien intentaba analizar detenidamente para entender que era lo que la hacía tan especial. Conforme iba escribiendo sus ojos se iban nublando por aquellas lágrimas que tenía tan bien guardadas, por aquellos sentimientos que deseaba borrar. De repente se detuvo, no podía seguir escribiendo: el dolor lo había vencido, sus manos estaba totalmente húmedas de las furtivas lágrimas que empapaban el teclado y sus mejillas. Se quito los anteojos y secó rápidamente su dolor, luego fingió una sonrisa para sí mismo, como tratando de convencerse de que lo olvidaría, que él no era el indicado, que pronto su corazón dejaría de sentir y que podría volver a aquella vida tranquila que solía tener antes de haberlo visto por primera vez.
Kibum se levanto lentamente de su asiento para despejar su mente y su alma, escribir lo agotaba mucho; caminó en círculos como intentando buscar algo más por hacer, pero quizás esa era la razón por la que estudiaba periodismo: no sabía hacer otra cosa que no sea escribir. Tomó sus llaves y fue en busca de algo de comer al súper mercado de la esquina. Mientras caminaba iba preguntándose cómo sería aquella cita que estaba teniendo su amigo, moría de curiosidad y de envidia. Deseaba con todo su corazón el poder encontrar a alguien con ese tipo de atenciones, alguien que lo quiera; estaba cansado de querer. Entró desganado al súper, divisó rápidamente las bebidas y prácticamente corrió para tomar un jugo de uva, pero al tratar de tomarlo su mano se encontró con otra que iba en la misma dirección. Levantó la cara encontrándose con aquella chica que tanto odiaba, ella lo miro sonriente y le cedió el jugo pero el se sintió irritado y humillado así que dejó el jugo para ella.
-Parece que ambos queríamos lo mismo y ambos renunciamos a lo mismo para que el otro lo tome… Kim Kibum ¿Verdad? Eres de tercer año de periodismo, hasta donde sé…
-Si, soy yo… tú eres…- mintió, sabía perfectamente quien era, su edad y qué estudiaba, había memorizado todo sobre ella, solo para poder buscar algo en él que podría gustarle a Donghae.
-Hisae, estudiante de intercambio, tercer año de publicidad… -acercándose un poco al otro- finges muy bien no saber de mí, por poco y te creo…- cambiando su sonrisa por una mirada muy seria- Él no es gay, así que será mejor que renuncies a el, además planeamos casarnos luego de terminar la universidad…
-No… no entiendo de qué hablas- dijo nervioso fingiendo incredulidad, no quería sentirme peor de lo que ya se sentía.
-No te hagas el inocente, sé perfectamente que andas detrás de mi Donghae… si escuché el otro día a una chica hablar en el baño, decía que la habías rechazado y que ella averiguó que era porque estabas enamorado de Donghae… LO REPITO, ÉL NO ES GAY, RINDETE…- dándose la vuelta para tomar de mala gana el jugo- me llevo el jugo, como me lo llevo a él… es mío y jamás… jamás podrás siquiera conocerlo…- dicho esto Kibum le siguió con la mirada para descubrir que en la puerta la esperaba él. Cerró los ojos para aguantar las lágrimas y luego tomó otro jugo, de otro sabor, no era necesario que se lo diga, ya lo había decidido, ya había decidido olvidar a Dongie.
Compró algunas cosas más para luego ir de vuelta a casa, solitario departamento en el que pasaba horas de horas internalizado sus más profundos sentimientos. Kibum e dejó caer sobre su cama, y llevando las manos hacia su rostro empezó a llorar amargamente. Le dolía el cuerpo, deseaba gritar con todas sus fuerza, pero le era imposible, totalmente imposible; el grito se ahogaba en su garganta y lo hacía sentir miserable.
Teuki miraba por la ventana, deseando que la noche sea menos triste para él, Kangin lloraba sentado al borde de la cama. Lloraba pues no sabía que más hacer, no quería que su amado ángel se vaya, pero cómo podía evitarlo.
-Vamos de viaje…- dijo Leeteuk casi en un susurro- si me lo pides puede que sea capaz de hacerlo…
-¿Qué pasará con el servicio militar?- preguntó Kangin acercándose a su novio que aguantaba las lágrimas- ¿Hay forma de no hacerlo?
-Cásate conmigo… AHORA…- dijo Leeteuk volteando a abrazar a su novio.- si me voy nuestra relación se va a morir, escapémonos, suena irresponsable pero no quiero estar lejos de ti ni un solo instante
-Escapémonos…- dijo Kangin para luego correr a guardar sus cosas en una mochila- Hoy mismo, vámonos a cualquier sitio, no importa donde, solo importa conseguir aros, yo me caso contigo… HOY
La madrugada continuó, con un Kibum escribiendo como loco para “botar” todos aquellos sentimientos, con dos amantes furtivos buscando la manera de escapar a su destino, con una cita romántica a la luz de las velas.
Y la noche empezó a volverse día y los primeros rayos del sol empezaron a iluminarlo todo; Siwon, quien tenía a Heechul entre sus brazos le cubrió los ojos. Deseaba que vea todo a su alrededor. Para cuando la mañana estaba despejada y el sol brillaba más que nunca Siwon se acercó al oído de su princesa y le susurro una pregunta.
-¿Quieres ser mi novio?- mientras quitaba sus manos de los ojos del sonrojado Heechul, quien se quedó sin palabras al observar a su alredor, ¿Cómo había averiguado Siwon que esas eran sus flores favoritas?- ¿Ese silencio… es un sí o un no?- sonrió galante al notar que era un rotundo sí.- ¿Cinderella, ahora piensas en mí?
-Siwon…- dijo Heechul saliendo de su sorpresa- Eres prefecto…- lanzándose a los brazos del otro, provocando que ambos cayeran al suelo.- Si, obvio que sí… seré tu novio- llenado de besos al menor que ante el contacto no pudo evitar “emocionarse”- Ok… no eres tan perfecto, eres bien automático…- señalando la parte baja de Siwon, este se puso rojo de pies a cabeza, pero la princesa no se detuvo en su broma y volvió a entregarle sus labios al más alto.
Continuará…
muy buen capi¡¡¡
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