Titulo: Sex & Candy (AKA Sendy)
Capitulo: 20
Fandom: Super Junior, SHINee, TRAX
Parejas: Sichul / Varias
Clasificación: Angst / Au / Lemon
Advertencia: Si no te gusta el yaoi (Chico x Chico) es mejor que no leas este serial. No copies este fanfic, si deseas compartirlo en otro lugar, pide permiso al autor y coloca los créditos correspondientes.
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Capiulo 20
Un día más paso, el clima traicionó a todos y una fuerte lluvia asoló la ciudad. Todo estaba frío y parecía que el cielo se estaba partiendo en dos. Todo gris, melancólico; tan depresivo como aquel que lo miraba desde su gran ventana en un alto piso de un edificio exclusivo. Jay Kim levantó una de sus manos para tocar el vidrio frío que tenía en frente. Como si estuviera ansioso de sentir esas gotas de lluvia fría; de repente vino a su memoria el día en el que perdió a uno de sus más cercanos amigos. Mordió sus labios rabiosos de pensar que él y Heechul fueron demasiado egoístas y crueles en aquel entonces. Quizás era que pensaban que su amor era verdadero.
Quizás fue que sintieron que debían luchar el uno por el otro, sin importar si destruían o no a quienes los rodeaban. Después de todo llegó un momento en el que todos desaparecieron y solo quedaron ellos. Como cuando pasa la lluvia y quedan algunas gotas de ella, extintas en el suelo; casi agonizantes, así quedaron Heechul y él luego de la pelea con Donghae.
Fueron crueles, sí que lo fueron. Jay apoyó su rostro sobre el cristal y empezó a recordar aquello de lo que nunca habló con Heechul. Aquella pelea entre mejores amigos por un chico. Desde la primera vez que Jay y Heechul hablaron, Donghae estuvo presente. Desde la primera mirada supo que Donghae sentía más que amistad por él, incluso el mismo Heechul estaba al tanto. Pero ninguno de los tres, ninguno dijo nada. Todos guardaron sus sentimientos y pretendieron que nada pasaba. Pero el tiempo pasó, empezaron a vivir juntos los tres: una pareja y un amigo fiel. Pero, cada beso de Heechul y Jay, cada abrazo, cada caricia, cada mirada; destruían de a pocos a Donghae. Su corazón estaba tan contrariado en aquel entonces; su amor por Jay que crecía con cada sonrisa de este ultimo, su amistad con Heechul que se intensificaba con cada secreto que le confesaba la princesa. Donghae sentía que de a pocos iba perdiéndose en algo que estaba muy cerca a la envidia como también a la culpa por sentirla. Y Heechul que no ayudaba en nada, siendo tan pegajoso con Jay cuando Donghae estaba cerca. Y Jay que no decía nada, pretendía no notar la mirada enamorada de Donghae, los nervios en sus palabras, el dolor en sus movimientos.
Y aquella persona que tanto apoyaba a Donghae enfermó, y su mundo se vino abajo aquel día en el que se enteró que perdería a su padre pronto. Llegó cansado a casa, esperando distraerse con sus dos compañeros de departamento. Y se encontró con un Jay totalmente ebrio que intentaba que la princesa este con él en el sofá. Los ojos de Donghae se llenaron de lágrimas al descubrirlos en aquella posición; se sintió traicionado, más que nunca. Y todo ese dolor que venía aguantando, y todos esos sentimientos que guardaba muy celoso, estallaron aquella noche. Se abalanzó con Jay y lo golpeó, desquitándose el que ignore sus sentimientos. Ante aquello Heechul intentó frenar a Donghae no esperaba que le pegue a su novio, después de todo estaba enamorado de Jay; puedo esperar que le peguen a el pero no a Jay.
-¿Qué crees que haces? ¿Por qué le pegas a Jay? ¿Acaso el tiene la culpa de que te guste?- la princesa sabía ser hiriente, y cuando se lo proponía, lograba matar a cualquiera con sus palabras- Donghae detente...
-¿Lo sabían?- Donghae se detuvo- Lo sabían...- afirmó al notar la mirada fiera de Rella- Y sin embargo no pudieron ser más sutiles y no exponerse de esa manera en mi cara... Sabían lo que callaba y sin embargo no trataron de evitar que yo sufra al verlos...- concluyó muy indignado- Eres la peor persona Kim Heechul... Y tú...- mirando a Jay en el suelo- Tu no mereces mi amor... Jay Kim, juro que nunca más me enamoraré de un hombre. Tú has destruido lo que yo era...- acercándose a Heechul que lo miró confundido, quizás asustado- Recuerda bien la fecha Kim Heechul, porque a partir de hoy, estas muerto para mi...
-Donghae espera...- Jay intentó acercarse a su amigo- Donghae, nosotros...- no sabía que decir, además Rella se veía bastante pálido, parecía que en cualquier momento se desmayaría.
-Déjalo irse...- atinó a decir la princesa bajando la mirada para ocultar sus lágrimas.
"Déjalo irse..." susurró Jay al sentir que sus lágrimas mojaban su piel, como la lluvia mojaba las calles de aquella ciudad. Y lo dejaron irse; Rella para alejar la culpa de haber lastimado a un amigo fiel, Jay porque no supo que hacer en aquel momento. De repente, sintió que alguien lo abrazaba por la espalda, unas suaves y delicadas manos se apoderaron de su cintura: Era Rose, quien en silencio escuchó el llanto de su amigo. Un abrazo silencioso y lleno de lágrimas, un sentimiento disfrazado de amistad, una cálida nueva oportunidad para ambos.
***
-Ha llovido todo el día...- comentó Kibum sentándose al lado de su amigo de la universidad
-Si...- su amigo se veía algo distraído y Kibum no podía ignorar eso, sin embargo se quedó en silencio- Mi novia me ha dejado, me dijo que solo se acercó a mi para llegar al chico que en realidad le gusta...- sonrió melancólico.
-Yo, lo siento...- Kibum abrazó a su amigo.- Soy tan autista que a veces no sé que decir- bromeó logrando que el otro le regale una sonrisa- Pero Shindong... ¿No crees que te fijas en las chicas equivocadas?
-¿A qué te refieres?- preguntó
-Siempre sales con chicas que solo te obligan a comprarles cosas... esas chicas no valen la pena... solo son interesadas.
-Todas las chicas son así- bajó la cabeza apenado- Creo que seguiré tus pasos y seré bisexual
-Hahaha! tonto...- Kibum se recortó en el hombro de su amigo- vamos a comprar dulces donde Sungmin, él siempre nos quita lo depresivos ¿Qué dices?
-Si tu pagas...- sonrió el gordito
-Aigo contigo... bueno, vamos yo pago- le devolvió la amplia sonrisa a su amigo.
Kibum y Shindong empezaron a caminar apresurados para no mojarse mucho con la lluvia. Subieron como pudieron al autobús y en medio de risas iban hablando de lo divertido que era pensar en Heechul sentado cabeza con un chico. Hablaban tan despreocupados que ni el mismo Kibum notó que Donghae estaba sentado detrás de ellos. Jugaban de rato en rato y luego hablaban de dulces, Kibum rara vez se veía así de cómodo con alguien. Pero Donghae estaba seguro de que se veía así de cómodo con Heechul, lo mejor era mantener distancia de ellos.
El bus se detuvo y los dos amigos bajaron, para cuando Kibum notó que había olvidado su ipod en el asiento del bus, alcanzó a ver a Donghae en el asiento trasero. Intentó detener el autobús pero era demasiado tarde, el ipod y Donghae estaba demasiado lejos. Resignado a perder su preciado objeto y la oportunidad de hablar con el chico que le gustaba; Kibum caminó con Shindong hasta la dulcería donde el rostro del conejo pervertido se iluminó al verlos entrar.
-Gordito...- gritó corriendo a abrazar a Shindong- Gordis! ¿Cuándo vamos al gimnasio?
-Cuando esté de vacaciones, dame dulces ahora...-correspondió al abrazo mientras Kibum se sentaba en una de las mesas. Los miró divertido, y pensar que todos se conocían por Rella u amigos de Rella en común, si se ponía a contar, incluyendo a Donghae, eran como quince personas que se conocían y se frecuentaban de tiempo en tiempo. Era bueno tener amigos así.
-Yo quiero helado...- gritó para que Sungmin le escuche- ¿Eun no está hoy?
-Ha salido... tenía una cita creo...- comentó Sungmin mientras servía el helado- Tu sabes, nunca se rinde con las chicas- Gordis, come despacio te vas a atragantar- mirando a shindong
-La novia lo dejó...- le comentó Kibum mientras sungmin se sentaba con ellos
-Awww pobre mi pooh...- Sungmin abrazó a su amigo y le dio un beso en la mejilla.- Por eso es mejor salir con chicos...- ante tal comentario los tres amigos se echaron a reír como locos.
**
Luego de la visita de sus amigos, Sungmin se quedó solo en la dulcería, se veía algo pensativo; ido. Kyuhyun no le decía dónde había pasado la noche en la que no llegó a dormir. Pero sospechaba del lugar: El departamento de Mimi. Suspiró recostándose sobre el cristal del mostrador más grande. Y entrecerró los ojos para intentar olvidar sus dudas, debía confiar en Kyu. Debía hacerlo.
-Disculpa...- escuchó una suave voz muy cerca de él. Sungmin levantó la mirada rápidamente para atender a la persona que le llamaba.- Disculpa- sonrió un chico alto de cabellos algo cortos y sonrisa hermosa- Busco a Eunhyuk, soy amigo de infancia de él y su madre me contó que trabajaba en una de las sucursales de su empresa... ¿Dónde puedo encontrarlo?
-¿Eh? ¿Mi mono? Ha salido, tu eres...- examinó Sungmin a la persona que tenía en frente, ¿amigo de infancia? pero si El mono había estado toda su vida a su lado, cómo era posible que no conozca al chico que tenía enfrente.
-No me reconoces creo, bueno yo tampoco te reconocí pero creo saber quién eres...- sonrió dulcemente- Sungmin, ¿verdad?
-Ah... si, perdón no consigo recordarte...- hizo una venia el chico de rosado
-Es mi nuevo corte de cabello, soy Junsu, estudiamos juntos en el kinder, luego primaria y finalmente secundaria... viaje a Francia al terminar el colegio y aquí me tienes...
-Junsu, claro que te recuerdo ahora, woah... no nos vemos desde hace mucho ¿Cómo has estado?
-Bien, justo ando buscando un departamento para vivir con mi hermano, sabes que Junho es algo quisquilloso para los lugares, así que me preguntaba si podíamos mudarnos al mismo edificio en el que vive Hyuk...- sonrió de nuevo el chico alto de cuerpo espectacular.
-Yo vivo en el edificio de al lado, Hyuk volvió con sus padres hasta donde sé... creo que hay un departamento vacío, vamos a buscar al encargado ¿Qué dices?
-Genial, iré a obligar a Junho a que baje del auto...
-Cerraré la tienda mientras- gritó Sungmin caminando hacia la parte trasera de la dulcería. Debía quitarse el mandil y guardar algunas cosas.
Aquellos gemelos siempre estuvieron presentes en la vida de Eun y Sungmin, más Junsu que Junho, pues este último era muy diferente a su hermano. Solía aislarse en el colegio y estudiar, se refugiaba de sus celos en los libros. Desde pequeños, Junsu siempre brilló, era de esas personas que le agradaban a todos y derrochaba ternura. Las chicas lo perseguían en secundaria y mas de una vez varias se le acercaban a Junho solo para entablar una conversación con Junsu. Eso y otras cosas más, fueron calando muy profundo en el corazón y en el orgullo de Junho, al punto de que cuando crecieron, este optó por distanciarse e su hermano, podían vivir juntos pero sus conversaciones no pasaban de un saludo corto o aluna pregunta forzada.
-Hermano, el edificio es este...- abrió la puerta del auto. Junho bajó del auto ignorando a Junsu y caminó hasta Sungmin, quien estaba en la puerta de la dulcería con una sonrisa algo nerviosa.
-Hola...- saludo con postura fría y distante. Sungmin se mantuvo en silencio e hizo una venia para no dejar de ser cortés.
Caminaron rápidamente hacia el edificio, una vez en la puerta del elevador Sungmin hablaba amablemente con Junsu recordando los tiempos pasados en los que solo eran niños. De repente alguien se unió a la espera del elevador, Sungmin se puso pálido al notar que era Zhou Mi. Sentía rabia, pero también tristeza. Por otro lado el rostro descompuesto de Zhou llamó mucho la atención de uno de los gemelos, el chico serio se le quedó mirando unos minutos hasta que el observado volteó a devolverle el gesto. Un leve sonrojo apareció en el rostro de ambos, pero pretendieron que no sucedía nada. Finalmente el elevador se abrió, dejando ver a los cuatro chicos a Kyuhyun.
-¿Precioso?- preguntó Sungmin al notar que el nombrado miraba asustado a Zhou- ¿No estabas estudiando?
-Quería verte- sonrió Kyu depositándole un beso en los labios a Sungmin- ¿amigos?
-Ah, son amigos míos y de Hyuk, Kyu ellos son Junsu y Junho.- los nombrados hicieron una venia, mientras Zhou entraba al elevador.
-¿Van a subir?-preguntó casi en un susurro el chino.
-No, ve solo...- Sungmin jaló del brazo a Kyu para que salga del elevador. No quería que toquen a su novio, ni siquiera que lo miren.
**
Siwon tomó fuertemente de la mano a Heechul, estaba nervioso. La princesa la sonrió y empezó a avanzar decidido hacia la enorme mansión que tenían en frente. Se notaba que la familia del menor era de dinero, de seguro era conservadora y tradicional, Heechul estaba ya preparado para lo que vendría. Pero ¿Siwon lo estaría también? Caminaron juntos hasta quedar frente a la puerta, esperaron unos minutos mientras abrían la puerta, era el mayordomo de la familia. Saludo muy cariñosamente al más alto, haciéndole saber a la princesa que estaba entrando en una casa donde la familia era algo muy valioso. Luego divisó en el jardín a aquel hombre mayor que lo llevó a su primera cita con Siwon, a lo lejos le sonrió y le saludó con la mano; el hombre viejo le respondió el saludo y continuó su trabajo. Aquella casa tenía un enorme jardín en el cual la pareja se sentó a esperar a los padres del menor para tomar el té. Aparentemente Siwon les había dicho que iría con su amigo, de modo que todos parecían muy cómodos con la presencia de Heechul.
Luego de media hora salió una hermosa mujer, maquillada y vestida muy elegante, el cabello recogido en un moño discreto y el andar cansado de una madre preocupada. Ni bien vio a su hijo corrió a abrazarlo, besó sus mejillas y volvió a abrazarlo. Se notaba que la madre de Siwon lo amaba mucho, por un momento, Rella sintió celos. Cómo extrañaba a su madre. Sonrió melancólico al pensar que él no sabía nada de sus padres desde ya varios años atrás.
-¿Y esta señorita tan hermosa?- preguntó mirando a Heechul-¿Eres la novia misteriosa que no pudo venir a visitarnos el domingo pasado?- Ante su pregunta Heechul sonrió nervioso, pero no molesto, algo que llamó mucho la atención de Siwon; ¿Acaso no le molestaba que lo confundieran?
-Mamá... te dije que traería un amigo...- explicó Siwon
-Ah si, ¿Dónde está? ¿No ha podido venir?- Siwon estaba por contestarle cuando su padre se acercó a ellos.-Querido, mira ha traído a la novia. ¿Verdad que es hermosa?
-¡Papas!- gritó molesto Siwon- No es mi novio... es Kim Heechul, mi...- miró asustado a su padre y a su madre- mi...
-Su amigo y vecino...- aclaró Heechul- Siwon vive en el departamento de al lado... un gustos señores- haciendo una venia a los adultos- Siwon habla mucho de ustedes... disculpen pero Heejin, mi hermana y novia de Siwon no ha podido venir hoy...- mintió ante la mirada incrédula de Siwon y los ojos prejuiciosos de los dos padres.
-mientes...- susurró Siwon tan despacio que nadie pudo escucharlo, sin embargo la princesa leyó sus labios.
**
Al día siguiente, Taemin estaba a punto de colapsar en su cuarto. La noticia que Minho le había dado no era nada buena y lo había afectado mucho, además su hyung no regresaba y eso lo tenía algo ansioso. Cómo deseaba que llegue para que desmienta las palabras de Minho. Dio vueltas en su cama, no pensaba ir al colegio. No quería ver a Minho. Sentía que lo odiaba.
Le dolía el estomago, pues no había comido nada en días, le dolía el corazón pues cada minuto que pasaba extrañaba más a Minho, le dolía el orgullo pues se sentía traicionado por las dos personas que importaban en su vida. Aquellos dos que hicieron de sus días miserables una agradable vida. ¿Cómo era posible que le mintieran? ¿Cómo eran capaces de vivir con semejante verdad oculta en sus sonrisas hipócritas? Taemin llevó sus manos hacia su rostro y empezó a llorar de nuevo. Quería a Min Woo pronto, necesitaba a su hermano ya. Luego camino pensando en lo de Minho, su Minho. Se moría pensando siquiera en cuantos hombres lo habían tocado, sintiendo asqueado a la vez. Cuando escapó de casa, Minho se mantuvo muy bien durante varios meses, casi siete meses, en aquel entonces solo eran amigos, pero ni aún así fue capaz de decirle la verdad. El pequeño se dejó caer en el sofá y cubrió sus ojos, no podía detener las lágrimas. Las horas pasaron y finalmente el pequeño cayó dormido.
-¿Taemin?- preguntó Rose al encontrarlo en el sofá- ¿Estás bien? Discúlpame no he podido contactarme contigo desde hace dos días, es que...
-Dime la verdad hyung, Minho dice que trabajas en un club nocturno vendiendo tu cuerpo... Dime que es mentira...- lloró Taemin mientras el mayor se quedaba pálido y sin saber que decir.
-Yo...- hizo una venia en silencio- Lo siento. Minho no te ha mentido, pero ya lo dejé...- sonrió dejando que la luz de la luna ilumine su golpeado rostro.
-Hyung tu rostro...- Taemin no pensó en más que en la salud- ¿Qué te ha pasado?
-Un cliente me golpeó, pero estoy bien, Jay Kim me cuidó estos días y por respeto a ti me pidió que deje el trabajo... Lo siento, siento haberte mentido- Abrazó al menor y empezó a llorar- Lo siento mucho Taeminie, no volverá a pasar...
-Hyung... Minho... trabajó en el mismo lugar- Los ojos de Rose se abrieron de par en par al escuchar la confesión y al sentir el dolor de su hermanito- He terminado con él, Hyung....- Taemin lloró con más intensidad.
**
En el departamento de Yesung, la noche se hacía aburrida. Ryeowook estaba algo distante desde "aquella" noche. Yesung estaba pensativo, quizás lo lastimó demasiado, pero en sí Ryeowook lo pidió, no tenía derecho a sentirse molesto; o quizás Yesung había sido muy tosco. El cachetón movió la cabeza, confuso, mientras el otro leía una revista.
-¿Por qué estás tan molesto?- preguntó enojado el cachetón- ¿He hecho algo que te enoje? Si es así, dímelo...
-Quiero...- Ryeowook bajó la cabeza algo pensativo- Quiero algo que nunca vas a querer aceptarlo... eso me tiene preocupado, pero no estoy enojado contigo, tu no tienes la culpa de mi cerebro retorcido...
-Y bien retorcido...- recalcó Yesung antes de empezar a reír, ciertamente nunca pensó que Ryeo supere al conejo pervertido de Sungmin. Estaba bastante sorprendido, pues su novio parecía de los tímidos y tranquilos, pero al parecer su cerebro maquinaba demasiado- Dime lo que deseas, déjame a mi decidir si quiero o no... no creo que exista algo mas retorcido que lo de la otra noche...- se cruzó de brazos.- ah ver... sorpréndeme- con una sonrisa pícara. - Ryeo se acercó a uno de sus oídos y le susurró lo que deseaba- ¿Qué?- Yesung se veía bien impresionado
-Lo siento, es que... no dejo de pensarlo desde que lo conocí... yo te amo, pero él llama mi atención....
-Te quieres acostar con Zhou Mi... Ya decía yo...- Yesung se veía bien enojado, casi decepcionado.
-No solo con él, contigo también... con los dos...- gritó avergonzado el pequeño
-Un trío con ese chico chino puede malograr muchas cosas en nuestra relación, por ejemplo, mi seguridad como tú novio en este momento...- dicho esto Yesung se levantó del sofá y se fue enojado a su habitación.
Continuará...
"Quiero que ese tiempo vuelva a mi,
No puedo olvidarlo; incluso en mis sueños,
tu vuelves a mi con aquella sonrisa llena de ti.
Aquellos tiempos en los que no había un 'No existimos más'.
No puedo olvidarte. Duele.
Dueles tanto, como el recuerdo de aquellos sentimientos."
No puedo olvidarlo; incluso en mis sueños,
tu vuelves a mi con aquella sonrisa llena de ti.
Aquellos tiempos en los que no había un 'No existimos más'.
No puedo olvidarte. Duele.
Dueles tanto, como el recuerdo de aquellos sentimientos."
Un día más paso, el clima traicionó a todos y una fuerte lluvia asoló la ciudad. Todo estaba frío y parecía que el cielo se estaba partiendo en dos. Todo gris, melancólico; tan depresivo como aquel que lo miraba desde su gran ventana en un alto piso de un edificio exclusivo. Jay Kim levantó una de sus manos para tocar el vidrio frío que tenía en frente. Como si estuviera ansioso de sentir esas gotas de lluvia fría; de repente vino a su memoria el día en el que perdió a uno de sus más cercanos amigos. Mordió sus labios rabiosos de pensar que él y Heechul fueron demasiado egoístas y crueles en aquel entonces. Quizás era que pensaban que su amor era verdadero.
Quizás fue que sintieron que debían luchar el uno por el otro, sin importar si destruían o no a quienes los rodeaban. Después de todo llegó un momento en el que todos desaparecieron y solo quedaron ellos. Como cuando pasa la lluvia y quedan algunas gotas de ella, extintas en el suelo; casi agonizantes, así quedaron Heechul y él luego de la pelea con Donghae.
Fueron crueles, sí que lo fueron. Jay apoyó su rostro sobre el cristal y empezó a recordar aquello de lo que nunca habló con Heechul. Aquella pelea entre mejores amigos por un chico. Desde la primera vez que Jay y Heechul hablaron, Donghae estuvo presente. Desde la primera mirada supo que Donghae sentía más que amistad por él, incluso el mismo Heechul estaba al tanto. Pero ninguno de los tres, ninguno dijo nada. Todos guardaron sus sentimientos y pretendieron que nada pasaba. Pero el tiempo pasó, empezaron a vivir juntos los tres: una pareja y un amigo fiel. Pero, cada beso de Heechul y Jay, cada abrazo, cada caricia, cada mirada; destruían de a pocos a Donghae. Su corazón estaba tan contrariado en aquel entonces; su amor por Jay que crecía con cada sonrisa de este ultimo, su amistad con Heechul que se intensificaba con cada secreto que le confesaba la princesa. Donghae sentía que de a pocos iba perdiéndose en algo que estaba muy cerca a la envidia como también a la culpa por sentirla. Y Heechul que no ayudaba en nada, siendo tan pegajoso con Jay cuando Donghae estaba cerca. Y Jay que no decía nada, pretendía no notar la mirada enamorada de Donghae, los nervios en sus palabras, el dolor en sus movimientos.
Y aquella persona que tanto apoyaba a Donghae enfermó, y su mundo se vino abajo aquel día en el que se enteró que perdería a su padre pronto. Llegó cansado a casa, esperando distraerse con sus dos compañeros de departamento. Y se encontró con un Jay totalmente ebrio que intentaba que la princesa este con él en el sofá. Los ojos de Donghae se llenaron de lágrimas al descubrirlos en aquella posición; se sintió traicionado, más que nunca. Y todo ese dolor que venía aguantando, y todos esos sentimientos que guardaba muy celoso, estallaron aquella noche. Se abalanzó con Jay y lo golpeó, desquitándose el que ignore sus sentimientos. Ante aquello Heechul intentó frenar a Donghae no esperaba que le pegue a su novio, después de todo estaba enamorado de Jay; puedo esperar que le peguen a el pero no a Jay.
-¿Qué crees que haces? ¿Por qué le pegas a Jay? ¿Acaso el tiene la culpa de que te guste?- la princesa sabía ser hiriente, y cuando se lo proponía, lograba matar a cualquiera con sus palabras- Donghae detente...
-¿Lo sabían?- Donghae se detuvo- Lo sabían...- afirmó al notar la mirada fiera de Rella- Y sin embargo no pudieron ser más sutiles y no exponerse de esa manera en mi cara... Sabían lo que callaba y sin embargo no trataron de evitar que yo sufra al verlos...- concluyó muy indignado- Eres la peor persona Kim Heechul... Y tú...- mirando a Jay en el suelo- Tu no mereces mi amor... Jay Kim, juro que nunca más me enamoraré de un hombre. Tú has destruido lo que yo era...- acercándose a Heechul que lo miró confundido, quizás asustado- Recuerda bien la fecha Kim Heechul, porque a partir de hoy, estas muerto para mi...
-Donghae espera...- Jay intentó acercarse a su amigo- Donghae, nosotros...- no sabía que decir, además Rella se veía bastante pálido, parecía que en cualquier momento se desmayaría.
-Déjalo irse...- atinó a decir la princesa bajando la mirada para ocultar sus lágrimas.
"Déjalo irse..." susurró Jay al sentir que sus lágrimas mojaban su piel, como la lluvia mojaba las calles de aquella ciudad. Y lo dejaron irse; Rella para alejar la culpa de haber lastimado a un amigo fiel, Jay porque no supo que hacer en aquel momento. De repente, sintió que alguien lo abrazaba por la espalda, unas suaves y delicadas manos se apoderaron de su cintura: Era Rose, quien en silencio escuchó el llanto de su amigo. Un abrazo silencioso y lleno de lágrimas, un sentimiento disfrazado de amistad, una cálida nueva oportunidad para ambos.
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-Ha llovido todo el día...- comentó Kibum sentándose al lado de su amigo de la universidad
-Si...- su amigo se veía algo distraído y Kibum no podía ignorar eso, sin embargo se quedó en silencio- Mi novia me ha dejado, me dijo que solo se acercó a mi para llegar al chico que en realidad le gusta...- sonrió melancólico.
-Yo, lo siento...- Kibum abrazó a su amigo.- Soy tan autista que a veces no sé que decir- bromeó logrando que el otro le regale una sonrisa- Pero Shindong... ¿No crees que te fijas en las chicas equivocadas?
-¿A qué te refieres?- preguntó
-Siempre sales con chicas que solo te obligan a comprarles cosas... esas chicas no valen la pena... solo son interesadas.
-Todas las chicas son así- bajó la cabeza apenado- Creo que seguiré tus pasos y seré bisexual
-Hahaha! tonto...- Kibum se recortó en el hombro de su amigo- vamos a comprar dulces donde Sungmin, él siempre nos quita lo depresivos ¿Qué dices?
-Si tu pagas...- sonrió el gordito
-Aigo contigo... bueno, vamos yo pago- le devolvió la amplia sonrisa a su amigo.
Kibum y Shindong empezaron a caminar apresurados para no mojarse mucho con la lluvia. Subieron como pudieron al autobús y en medio de risas iban hablando de lo divertido que era pensar en Heechul sentado cabeza con un chico. Hablaban tan despreocupados que ni el mismo Kibum notó que Donghae estaba sentado detrás de ellos. Jugaban de rato en rato y luego hablaban de dulces, Kibum rara vez se veía así de cómodo con alguien. Pero Donghae estaba seguro de que se veía así de cómodo con Heechul, lo mejor era mantener distancia de ellos.
El bus se detuvo y los dos amigos bajaron, para cuando Kibum notó que había olvidado su ipod en el asiento del bus, alcanzó a ver a Donghae en el asiento trasero. Intentó detener el autobús pero era demasiado tarde, el ipod y Donghae estaba demasiado lejos. Resignado a perder su preciado objeto y la oportunidad de hablar con el chico que le gustaba; Kibum caminó con Shindong hasta la dulcería donde el rostro del conejo pervertido se iluminó al verlos entrar.
-Gordito...- gritó corriendo a abrazar a Shindong- Gordis! ¿Cuándo vamos al gimnasio?
-Cuando esté de vacaciones, dame dulces ahora...-correspondió al abrazo mientras Kibum se sentaba en una de las mesas. Los miró divertido, y pensar que todos se conocían por Rella u amigos de Rella en común, si se ponía a contar, incluyendo a Donghae, eran como quince personas que se conocían y se frecuentaban de tiempo en tiempo. Era bueno tener amigos así.
-Yo quiero helado...- gritó para que Sungmin le escuche- ¿Eun no está hoy?
-Ha salido... tenía una cita creo...- comentó Sungmin mientras servía el helado- Tu sabes, nunca se rinde con las chicas- Gordis, come despacio te vas a atragantar- mirando a shindong
-La novia lo dejó...- le comentó Kibum mientras sungmin se sentaba con ellos
-Awww pobre mi pooh...- Sungmin abrazó a su amigo y le dio un beso en la mejilla.- Por eso es mejor salir con chicos...- ante tal comentario los tres amigos se echaron a reír como locos.
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Luego de la visita de sus amigos, Sungmin se quedó solo en la dulcería, se veía algo pensativo; ido. Kyuhyun no le decía dónde había pasado la noche en la que no llegó a dormir. Pero sospechaba del lugar: El departamento de Mimi. Suspiró recostándose sobre el cristal del mostrador más grande. Y entrecerró los ojos para intentar olvidar sus dudas, debía confiar en Kyu. Debía hacerlo.
-Disculpa...- escuchó una suave voz muy cerca de él. Sungmin levantó la mirada rápidamente para atender a la persona que le llamaba.- Disculpa- sonrió un chico alto de cabellos algo cortos y sonrisa hermosa- Busco a Eunhyuk, soy amigo de infancia de él y su madre me contó que trabajaba en una de las sucursales de su empresa... ¿Dónde puedo encontrarlo?
-¿Eh? ¿Mi mono? Ha salido, tu eres...- examinó Sungmin a la persona que tenía en frente, ¿amigo de infancia? pero si El mono había estado toda su vida a su lado, cómo era posible que no conozca al chico que tenía enfrente.
-No me reconoces creo, bueno yo tampoco te reconocí pero creo saber quién eres...- sonrió dulcemente- Sungmin, ¿verdad?
-Ah... si, perdón no consigo recordarte...- hizo una venia el chico de rosado
-Es mi nuevo corte de cabello, soy Junsu, estudiamos juntos en el kinder, luego primaria y finalmente secundaria... viaje a Francia al terminar el colegio y aquí me tienes...
-Junsu, claro que te recuerdo ahora, woah... no nos vemos desde hace mucho ¿Cómo has estado?
-Bien, justo ando buscando un departamento para vivir con mi hermano, sabes que Junho es algo quisquilloso para los lugares, así que me preguntaba si podíamos mudarnos al mismo edificio en el que vive Hyuk...- sonrió de nuevo el chico alto de cuerpo espectacular.
-Yo vivo en el edificio de al lado, Hyuk volvió con sus padres hasta donde sé... creo que hay un departamento vacío, vamos a buscar al encargado ¿Qué dices?
-Genial, iré a obligar a Junho a que baje del auto...
-Cerraré la tienda mientras- gritó Sungmin caminando hacia la parte trasera de la dulcería. Debía quitarse el mandil y guardar algunas cosas.
Aquellos gemelos siempre estuvieron presentes en la vida de Eun y Sungmin, más Junsu que Junho, pues este último era muy diferente a su hermano. Solía aislarse en el colegio y estudiar, se refugiaba de sus celos en los libros. Desde pequeños, Junsu siempre brilló, era de esas personas que le agradaban a todos y derrochaba ternura. Las chicas lo perseguían en secundaria y mas de una vez varias se le acercaban a Junho solo para entablar una conversación con Junsu. Eso y otras cosas más, fueron calando muy profundo en el corazón y en el orgullo de Junho, al punto de que cuando crecieron, este optó por distanciarse e su hermano, podían vivir juntos pero sus conversaciones no pasaban de un saludo corto o aluna pregunta forzada.
-Hermano, el edificio es este...- abrió la puerta del auto. Junho bajó del auto ignorando a Junsu y caminó hasta Sungmin, quien estaba en la puerta de la dulcería con una sonrisa algo nerviosa.
-Hola...- saludo con postura fría y distante. Sungmin se mantuvo en silencio e hizo una venia para no dejar de ser cortés.
Caminaron rápidamente hacia el edificio, una vez en la puerta del elevador Sungmin hablaba amablemente con Junsu recordando los tiempos pasados en los que solo eran niños. De repente alguien se unió a la espera del elevador, Sungmin se puso pálido al notar que era Zhou Mi. Sentía rabia, pero también tristeza. Por otro lado el rostro descompuesto de Zhou llamó mucho la atención de uno de los gemelos, el chico serio se le quedó mirando unos minutos hasta que el observado volteó a devolverle el gesto. Un leve sonrojo apareció en el rostro de ambos, pero pretendieron que no sucedía nada. Finalmente el elevador se abrió, dejando ver a los cuatro chicos a Kyuhyun.
-¿Precioso?- preguntó Sungmin al notar que el nombrado miraba asustado a Zhou- ¿No estabas estudiando?
-Quería verte- sonrió Kyu depositándole un beso en los labios a Sungmin- ¿amigos?
-Ah, son amigos míos y de Hyuk, Kyu ellos son Junsu y Junho.- los nombrados hicieron una venia, mientras Zhou entraba al elevador.
-¿Van a subir?-preguntó casi en un susurro el chino.
-No, ve solo...- Sungmin jaló del brazo a Kyu para que salga del elevador. No quería que toquen a su novio, ni siquiera que lo miren.
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Siwon tomó fuertemente de la mano a Heechul, estaba nervioso. La princesa la sonrió y empezó a avanzar decidido hacia la enorme mansión que tenían en frente. Se notaba que la familia del menor era de dinero, de seguro era conservadora y tradicional, Heechul estaba ya preparado para lo que vendría. Pero ¿Siwon lo estaría también? Caminaron juntos hasta quedar frente a la puerta, esperaron unos minutos mientras abrían la puerta, era el mayordomo de la familia. Saludo muy cariñosamente al más alto, haciéndole saber a la princesa que estaba entrando en una casa donde la familia era algo muy valioso. Luego divisó en el jardín a aquel hombre mayor que lo llevó a su primera cita con Siwon, a lo lejos le sonrió y le saludó con la mano; el hombre viejo le respondió el saludo y continuó su trabajo. Aquella casa tenía un enorme jardín en el cual la pareja se sentó a esperar a los padres del menor para tomar el té. Aparentemente Siwon les había dicho que iría con su amigo, de modo que todos parecían muy cómodos con la presencia de Heechul.
Luego de media hora salió una hermosa mujer, maquillada y vestida muy elegante, el cabello recogido en un moño discreto y el andar cansado de una madre preocupada. Ni bien vio a su hijo corrió a abrazarlo, besó sus mejillas y volvió a abrazarlo. Se notaba que la madre de Siwon lo amaba mucho, por un momento, Rella sintió celos. Cómo extrañaba a su madre. Sonrió melancólico al pensar que él no sabía nada de sus padres desde ya varios años atrás.
-¿Y esta señorita tan hermosa?- preguntó mirando a Heechul-¿Eres la novia misteriosa que no pudo venir a visitarnos el domingo pasado?- Ante su pregunta Heechul sonrió nervioso, pero no molesto, algo que llamó mucho la atención de Siwon; ¿Acaso no le molestaba que lo confundieran?
-Mamá... te dije que traería un amigo...- explicó Siwon
-Ah si, ¿Dónde está? ¿No ha podido venir?- Siwon estaba por contestarle cuando su padre se acercó a ellos.-Querido, mira ha traído a la novia. ¿Verdad que es hermosa?
-¡Papas!- gritó molesto Siwon- No es mi novio... es Kim Heechul, mi...- miró asustado a su padre y a su madre- mi...
-Su amigo y vecino...- aclaró Heechul- Siwon vive en el departamento de al lado... un gustos señores- haciendo una venia a los adultos- Siwon habla mucho de ustedes... disculpen pero Heejin, mi hermana y novia de Siwon no ha podido venir hoy...- mintió ante la mirada incrédula de Siwon y los ojos prejuiciosos de los dos padres.
-mientes...- susurró Siwon tan despacio que nadie pudo escucharlo, sin embargo la princesa leyó sus labios.
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Al día siguiente, Taemin estaba a punto de colapsar en su cuarto. La noticia que Minho le había dado no era nada buena y lo había afectado mucho, además su hyung no regresaba y eso lo tenía algo ansioso. Cómo deseaba que llegue para que desmienta las palabras de Minho. Dio vueltas en su cama, no pensaba ir al colegio. No quería ver a Minho. Sentía que lo odiaba.
Le dolía el estomago, pues no había comido nada en días, le dolía el corazón pues cada minuto que pasaba extrañaba más a Minho, le dolía el orgullo pues se sentía traicionado por las dos personas que importaban en su vida. Aquellos dos que hicieron de sus días miserables una agradable vida. ¿Cómo era posible que le mintieran? ¿Cómo eran capaces de vivir con semejante verdad oculta en sus sonrisas hipócritas? Taemin llevó sus manos hacia su rostro y empezó a llorar de nuevo. Quería a Min Woo pronto, necesitaba a su hermano ya. Luego camino pensando en lo de Minho, su Minho. Se moría pensando siquiera en cuantos hombres lo habían tocado, sintiendo asqueado a la vez. Cuando escapó de casa, Minho se mantuvo muy bien durante varios meses, casi siete meses, en aquel entonces solo eran amigos, pero ni aún así fue capaz de decirle la verdad. El pequeño se dejó caer en el sofá y cubrió sus ojos, no podía detener las lágrimas. Las horas pasaron y finalmente el pequeño cayó dormido.
-¿Taemin?- preguntó Rose al encontrarlo en el sofá- ¿Estás bien? Discúlpame no he podido contactarme contigo desde hace dos días, es que...
-Dime la verdad hyung, Minho dice que trabajas en un club nocturno vendiendo tu cuerpo... Dime que es mentira...- lloró Taemin mientras el mayor se quedaba pálido y sin saber que decir.
-Yo...- hizo una venia en silencio- Lo siento. Minho no te ha mentido, pero ya lo dejé...- sonrió dejando que la luz de la luna ilumine su golpeado rostro.
-Hyung tu rostro...- Taemin no pensó en más que en la salud- ¿Qué te ha pasado?
-Un cliente me golpeó, pero estoy bien, Jay Kim me cuidó estos días y por respeto a ti me pidió que deje el trabajo... Lo siento, siento haberte mentido- Abrazó al menor y empezó a llorar- Lo siento mucho Taeminie, no volverá a pasar...
-Hyung... Minho... trabajó en el mismo lugar- Los ojos de Rose se abrieron de par en par al escuchar la confesión y al sentir el dolor de su hermanito- He terminado con él, Hyung....- Taemin lloró con más intensidad.
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En el departamento de Yesung, la noche se hacía aburrida. Ryeowook estaba algo distante desde "aquella" noche. Yesung estaba pensativo, quizás lo lastimó demasiado, pero en sí Ryeowook lo pidió, no tenía derecho a sentirse molesto; o quizás Yesung había sido muy tosco. El cachetón movió la cabeza, confuso, mientras el otro leía una revista.
-¿Por qué estás tan molesto?- preguntó enojado el cachetón- ¿He hecho algo que te enoje? Si es así, dímelo...
-Quiero...- Ryeowook bajó la cabeza algo pensativo- Quiero algo que nunca vas a querer aceptarlo... eso me tiene preocupado, pero no estoy enojado contigo, tu no tienes la culpa de mi cerebro retorcido...
-Y bien retorcido...- recalcó Yesung antes de empezar a reír, ciertamente nunca pensó que Ryeo supere al conejo pervertido de Sungmin. Estaba bastante sorprendido, pues su novio parecía de los tímidos y tranquilos, pero al parecer su cerebro maquinaba demasiado- Dime lo que deseas, déjame a mi decidir si quiero o no... no creo que exista algo mas retorcido que lo de la otra noche...- se cruzó de brazos.- ah ver... sorpréndeme- con una sonrisa pícara. - Ryeo se acercó a uno de sus oídos y le susurró lo que deseaba- ¿Qué?- Yesung se veía bien impresionado
-Lo siento, es que... no dejo de pensarlo desde que lo conocí... yo te amo, pero él llama mi atención....
-Te quieres acostar con Zhou Mi... Ya decía yo...- Yesung se veía bien enojado, casi decepcionado.
-No solo con él, contigo también... con los dos...- gritó avergonzado el pequeño
-Un trío con ese chico chino puede malograr muchas cosas en nuestra relación, por ejemplo, mi seguridad como tú novio en este momento...- dicho esto Yesung se levantó del sofá y se fue enojado a su habitación.
Continuará...
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