1 jun 2009

Fanfic Serial: Sex & Candy - Cap. 22

Autor: Kainet
Titulo: Sex & Candy (AKA Sendy)
Capitulo: 22
Fandom: Super Junior, SHINee, TRAX
Parejas: Sichul / Varias
Clasificación: Angst / Au / Lemon
Advertencia: Si no te gusta el yaoi (Chico x Chico) es mejor que no leas este serial. No copies este fanfic, si deseas compartirlo en otro lugar, pide permiso al autor y coloca los créditos correspondientes.

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Capitulo 22:

“El tiempo nos hace fuertes, el tiempo nos ayuda a sanar las heridas, el tiempo pasa y a veces no vemos que el dolor ya no es el mismo de ayer…”

Donghae volvió con un terrible dolor de cabeza a su casa. Las luces estaban apagadas y un poco de luz de luna entraba por su ventana. Sus ojos lucían tristes; sus labios, callados. El silencio invadió su cuerpo, su casa, su alma. Se dejó caer sobre el sofá y cubrió sus ojos. No quería llorar, pero el dolor en su pecho lo asfixiaba. Todo empezó a dar vueltas en sus pensamientos, ya no estaba enojado con Heechul por lo de Jay, había algo más allá de eso: no podía perdonar que lo haya dejado tan solo. Que haya dejado ese vacío en su corazón que nadie podía llenar, esa amistad que en algún momento sintió tan real. Por culpa de aquello se rodeo de muchas personas, de amistades superficiales, de ese tipo de amigos que nunca deseo tener. Aquellos que ríen contigo, pero que cuando estás en problemas simplemente se desvanecen. Aquellas amistades que cada día aumentaban, que cada día lo hacía sentir más y más vacío. Cubrió sus ojos cuando las lágrimas se desbordaron, tragó su dolor cuando sintió que ya no podía más. De repente, en su dolor, sintió que deseaba ver a alguien; no podía explicarlo, solo quería estar cerca de él. Pero ni siquiera tenía su número de celular. Recordó que Hisae le contó que vivía cerca a su vecindario, se colocó unos lentes negros, no importaba si era muy tarde, quería al menos intentar buscarlo. Quizás porque su amistad si se sintió real, quizás porque con él no se sintió solo y tampoco vacío. Caminó en círculos, por los alrededores del vecindario de Kibum, al menos el que creía que era según las referencias de Hisae. De repente se encontró en medio de un parque solitario, se sentó resignado no era posible que vaya de casa en casa preguntando si ahí vivía Kibum, además eran puros departamentos, nunca terminaría de buscarlo. Cubrió su rostro al sentir que el frío se intensificaba, recogió sus piernas y se quedó estático, sintiéndose peor que antes.

-¿Donghae?- preguntó una voz bastante familiar para él- ¿Qué haces por aquí?
-Hisae…- levantó el rostro algo desganado- Yo… no lo sé…
-Vive en el edificio verde…- señaló la chica- no sé en qué piso pero a media noche siempre me lo encuentro en el supermercado, compra jugo de frutas y vuelve a casa…- acercándose a su ex enamorado- suerte…- besando su mejilla- seguro no tarde en salir…- dicho esto la chica de origen japonés empezó a alejarse- Dile lo que te dije que le dijeras cuando terminé contigo… - susurró antes de perderlo de vista.

Como dijo Hisae, pasaron unos minutos y Dongie divisó a Kibum salir de aquel edificio hacia el supermercado. Se precipitó a correr hacia el cachetón, no le importó nada, solo corrió hacia él y al alcanzarlo lo abrazó fuertemente. Kibum primero se asustó pero luego de ver quién era solo se quedó en silencio, como tratando de asimilar lo que pasaba. Los minutos pasaron y ambos se mantenían estáticos en la puerta del supermercado. Donghae se aferraba como un niño asustado al cuerpo del otro, quien sentía la misma dependencia. El cachetón sintió que su cuerpo temblaba al sentir que el otro empezaba a llorar.

-Ven…- Kibum jaló al otro hasta su casa. Una vez ahí le pidió que se siente y le preparó un poco de té para que se calme- ¿Sucedió algo?
-¿Me dejas abrazarte de nuevo?- preguntó dejando la taza de lado, el otro asintió con la cabeza en total mutismo pues no esperaba aquella pregunta- Te necesito…- susurró escondiendo su rostro en el cuello de Kibum- No sabía donde vivías, no sabía tu número de celular, no sabía nada pero quería verte… recordé que Hisae dijo que vivías cerca a su vecindario y empecé a dar vueltas buscándote… eres la única persona…- su voz se quebró, estaba a punto de revelarle su secreto más grande- con la que no me siento vacío… yo hace mucho…
-Lo sé, Chulah me contó… tuvieron una pelea y dejaron de ser amigos, me lo dijo el día que se encontraron en la universidad… siento mucho eso que te pasó.- abrazó aún más fuerte al Dongie- Pero creo que él también sufre por aquella amistad perdida… ese día pretendió que no le importaba ya, pero yo conozco a Rella desde ya bastante tiempo y siempre tiene esa mirada triste cuando habla de ese amigo que perdió. Nunca dice lo que paso, solo dice que perdió a alguien y que nunca volverá a ser el mismo…
-Ya no duele lo de Jay… duele que me haya dejado solo.- Dongie lloró mucho en aquel abrazo, lloró casi toda la noche hasta quedarse dormido en el sofá. Kibum le cubrió con una manta y se quedó a su lado, cuidándolo. Pero no pudo evitar acariciar su rostro sintiendo más de lo que usualmente siente un amigo. No pudo evitarlo, lentamente se acercó hasta sentir su respiración, parecía tan cómodo durmiendo ahí, lentamente fue acortando la distancia hasta que sus labios tocaron suavemente los del otro. Fue corto, fue suave, pero definitivamente era un beso solo de Kibum, un beso robado en secreto, un beso solo para él, un beso que nunca olvidaría.

**

La radio sonaba a todo volumen, una canción de esas para “chicas” llenaba todo el sobrio departamento. Siwon abrió los ojos pesadamente, Heechul si que era escandaloso, llevaba una hora despierto y ya había tirado varias ollas. Primero el príncipe intentó ignorar los sonidos y volver a dormir pues la princesa no lo dejó dormir la noche anterior. Pero era imposible, caminó despeinado hasta la cocina, a Rella casi se le quema el arroz al ver a su novio en bóxer; Siwon era demasiado sexy, hasta en pijama, y lo que más le gustaba a la princesa es que él no era consiente de ello. Heechul le sonrió y lo envió a bañarse, el desayuno pronto estaría listo. El menor medio dormido caminó hasta su ducha y rápidamente se baño, una vez limpio, fue a observar a su atolondrada princesa. Se apoyó en la mesa de la cocina para ver al pelirrojo, se veía muy gracioso con una cola caótica que recogía sus cabellos y un mandil rojo de cocina; mandil que solía usar la madre de Siwon cuando iba a cocinar para su hijo. La impecable cocina del menor estaba reducida a un desorden infernal provocado por Rella, quien bailaba mientras cocinaba. Siwon sonrió al verlo, realmente era muy tierno. Usualmente hubiera asesinado a cualquiera que dejara fuera de su lugar un salero de su perfecta cocina, pero con Heechul era diferente, él podía desordenar su vida entera si lo deseaba.

-Niño, ve a sentarte en vez de llenar de saliva la mesa de la cocina… sé que soy hermoso, la esposa perfecta pero ya basta…- amenazó con una sartén en la mano.
-¿No quieres que te ayude?- preguntó acercándose para abrazar al otro por la cintura- Eres adorable…- le susurró al oído, logrando que el otro sienta que una corriente eléctrica recorría su espalda.- Te amo…- besó su mejilla antes de seguir las ordenes del otro.
-¡Tatan!- salió a los pocos minutos la princesa con una enorme fuente de comida- listo, para ser mi primera vez aquí no ha salido nada mal, en sí soy el mejor… deberás casarte conmigo si quieres que te vuelva a cocinar- sonrió mientras colocaba los platos sobre la mesa.
-¿Huevos fritos?- preguntó Siwon mirando el plato algo desconcertado- ¿Té? Veo que eres experto en la cocina…- rió irónico. Tomó un poco del “té” y se quedó estático intentando disimular su gesto.- No es té… es otra cosa
-Es café instantáneo… siempre me dices que amas el café y no he encontrado ni una lata, tuve que ir a comprar en estas fachas.- le miró serio- ¿No te gusta?
-¿Café instantáneo? ¿Qué es eso? Si tengo café, pero no lo pasé, está por preparar…- comiendo el huevo que casi no tenía sabor- Amor… cuando nos casemos, contrataré a alguien para que nos cocine…- La princesa estaba por refunfuñar cuando el otro le selló los labios con un cálido beso- ¿Vamos a comer fuera?- separándose un poco de su novio- no tienes por qué malograr tus manos cocinando para mi… yo puedo llevarte a desayunar donde quieras…- le susurró abrazándolo
-Pero en esos lugares no puedes besarme en público… ni tocarme como lo haces aquí. Siempre he odiado que las personas me toquen, pero de alguna forma, ya no puedo estar sin sentir tus manos…- bajó la cabeza el pelirrojo- no te obligo a nada, solo te pido que nos quedemos
-¿Quién dice que no te puedo besar en público? ¿Me estás retando?- rió divertido- Tu eres mi novio y quiero que todos sepan que eres mío… pero tú eres quien eligió ser solo mi amigo delante de mis padres…
-No tienes idea de lo que hablas… No es tan fácil como crees, lo dices porque no tienes experiencia.- Rella se quitó el delantal y empezó a caminar hacia la puerta
-Espera… ¿Te he molestado? No te vayas…- le rogó Siwon- No tengo experiencia pero eso no me impide aprender a tu lado. Ya he aprendido muchas cosas… ¿No?- le sonrió pícaro acorralándolo contra la pared
-Eres un niño aún… -abriendo la puerta
- No te vayas…- le hizo puchero a lo que el otro se rió incrédulo, ver a Siwon en esa faceta era algo inusual. El más alto aprovechó y se abalanzó sobre los labios del otro. No importaba si alguien los veía, en aquellos departamentos nadie juzgaba a los demás por sus actos. A lo más Sungmin haría escándalo.
-¿Qué se supone que haces Choi Siwon?- reprochó el padre del nombrado al verlos en aquella posición- desde la primera vez que te vi supe que algo andaba mal contigo, pero si vas a desviar a alguien busca a otro y no a mi hijo…- amenazó el hombre viejo al pelirrojo- ¿Qué eres? ¿Hombre o mujer? Quizás un mounstro… algo sin forma ni definición
-¡Padre! ¡No hables así de él!- Siwon no pudo continuar defendiendo a su novio, quien tenía la mirada clavada en el suelo, porque su padre lo cacheteó
-Cállate insolente… la vergüenza de mi apellido. Hoy mismo vuelves a la casa y nunca más vuelves a ver a esta cosa…- mirando despectivamente a Heechul.
-Disculpe las molestias…- Heechul hizo una venia- a decir verdad Siwon no tiene nada que ver… yo lo obligué a besarme… ha sido todo mi culpa…
-¿Qué dices? Te besé porque te amo…- Siwon se desesperó ante las palabras de Rella- yo no vuelvo a tu casa menos ahora que has insultado a quien amo, siempre he hecho todo lo que quieres… ahora que finalmente encuentro alguien con quien soy feliz me lo prohíbes, si tanto te importa tu apellido, llévatelo padre… no lo necesito.
-Siwon…- Heechul no supo que decir, el más alto lo tomó de la mano y se lo llevó de aquel lugar, dejando a su padre gritando a lo lejos.- ¿Estás loco?- le preguntó enojado- No puedes ni siquiera soportar estar sin tu auto un día, no sabes que es el café instantáneo y le das la espalda a todo por mi… ¿Cómo se te ocurre reaccionar así?
-¿Cómo se supone que debo reaccionar entonces?- preguntó enojado Siwon- puedo aprender a vivir como los demás… pero no puedo vivir sin ti… ¿En qué piensas tú? ¿Estabas dispuesto a alejarte de mi solo porque él lo dice? ¿Dónde está mi princesa que no deja que nadie le trate mal?
-Tú todavía no tienes idea de lo que es perder un padre… ve y pídele perdón…- cruzándose de brazos.
-No… no decidas por los dos. Minutos antes me decías que no te acostumbras a no sentir mis manos sobre tu piel ¿Y ahora simplemente quieres que me vaya?- Siwon se sentía muy frustrado. Rella no entendía o quizás entendía demasiado de aquella situación. Pero esta vez no obedecería a nadie, solo a lo que su corazón le indicaba- Vamos a desayunar…- jalando de la mano a la princesa que se negó a seguirlo
-¿Puedo saber con qué dinero? No pensarás renunciar a tu apellido y seguir disfrutando del dinero y beneficios de tus padres… vamos a la dulcería de Sungmin.- Heechul estaba en lo cierto, no sería fácil vivir así pero tampoco le sería imposible.

**

La mañana siguiente llegó, tenían clases en la mañana así que ambos salieron juntos de camino a la universidad. En el metro se encontraron con Shindong, quien les contó sobre la nueva chica con la que había empezado a salir. Dongie sonrió nervioso mientras Kibum miraba algo distraído por la ventana. No quería que sigan lastimando a su amigo, esperaba que aquella chica sea la indicada. Una vez en la universidad Shindong se despidió de ambos y se fue hacia la biblioteca. Kibum quería hablar con Dongie, pero se sentía intimidado, por alguna razón la noche anterior había sido algo extraña. Su corazón latía mucho más fuerte y no tenía idea de cómo reaccionar si el otro le preguntaba sobre lo sucedido. No paso nada en realidad, solo un abrazo que a ambos les provocó cierto nerviosismo. Kibum sabía lo que sentía pero Donghae no estaba seguro de nada.

-Hola Oppa…- se le acercó una chica muy hermosa al chico popular- Ayer no fuiste a mi casa, no me digas que ya regresaste con Hisae…- besó su mejilla, logrando enfurecer a Kibum. Ladeó su cara con disgusto y levantando la mano, en señal de adiós, se alejó de aquellos dos. Dongie le siguió con la mirada mientras, no sabía que decir desde la noche anterior, estaba muy confundido, lo mejor era que estuvieran alejados.

Las horas pasaron aburridas y las clases se hicieron insoportables para el cachetón: solo deseaba volver a casa para estar tranquilo, para olvidar que estaba enamorándose de Donghae o quizás que ya estaba completamente enamorado de él. Por otro lado Donghae continuó con su rutina diaria, se junto con sus “amigos” en la cafetería y de broma en broma intentaba no pensar en lo sucedido la noche anterior. Ambos se sentía nerviosos y ansiosos sobre aquella caricia, ninguno podía olvidar la sensación de la piel del otro; ninguno conseguía alejar esa necesidad de volver a sentirlo. Finalmente las clases acabaron para Kibum, limpió sus lentes y empezó a caminar hacia la salida, pero al pasar por la cafetería no pudo evitar entrar; nunca lo hacía, pero aquel día sintió ganas de ver si encontraba a Donghae. Caminó examinando el lugar hasta que la bulla del grupo del otro llamó s atención; se detuvo a comprar una botella de agua, solo deseaba verlo.

-Dongie, nunca nos has dicho cuando es tu cumpleaños…- comentó una chica, logrando que Kibum voltee a verlo directamente. Cierto, era algo que nunca logró saber. Nadie sabía cuándo era su cumpleaños- Queremos hacer una súper fiesta por tu cumpleaños…- sonrió la hermosa chica.
-Oh no, yo odio los cumpleaños…- contestó Dongie abrazándola y luciendo seductor para hacerla olvidar la pregunta pero todos parecían muy interesados en aquella información.- Está bien, les diré pero les comento que odio las fiestas de cumpleaños, cuando era pequeño mis amigos más cercanos siempre lo olvidaban y yo siempre me sentía muy triste al respecto, de modo que empecé a omitir ese día. Mi cumpleaños fue ayer…- sonrió desviando la mirada para pretender broma, sin embargo sus ojos escaparon del grupo de personas que lo rodeaba para encontrarse con la mirada atenta de Kibum- No es gran cosa en realidad…- bajó la cabeza apenado- Prefiero celebrar todos los días… - todos empezaron reír ante la sonrisa pícara de Donghae. Kibum caminó enojado hasta Donghae e ignorando todos los comentarios de los que lo rodeaban lo jaló de la mano hasta llegar a un lugar bien alejado.- ¿Qué te sucede?- preguntó alarmado Donghae.
-¿Qué me sucede? ¿Por qué no me dijiste que era tu cumpleaños?- Kibum se cruzó de brazos- Quiero ser tu amigo, pero no me facilitas las cosas… tantos secretos, tanto misterio… me desespero, no sé cómo ayudarte.
-Realmente no importa lo de mi cumpleaños…- Donghae bajó la cabeza encontrándose con la mano de Kibum que sujetaba fuertemente la suya.- Puedes ayudarme…- empezó a acercarse al cachetón, acorralándolo contra la pared- así…- susurró antes de robarle un suave beso.

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-Quiero morir…- dijo Yesung recostándose sobre la puerta de su habitación. Las piernas le temblaban y sentía que el dolor de su corazón no le permitía moverse. Aquella imagen era demasiado para su estabilidad emocional- ¿Por qué Wookie?- preguntó indignado. Observar como su novio intentaba vestirse desesperado mientras el otro chico en la cama buscaba una explicación para aquella situación- porque…- dijo antes de darse media vuelta y caminar hacia la puerta.
-Yesung… Yesung…- Wookie corrió detrás de su novio- perdóname, yo… es que yo…- no tenía explicaciones, su cuerpo reaccionó antes de que su cerebro. Al final terminó acostándose con Zhou Mi.- Yo… Yesung espera…- lo tomó del brazo impidiendo que se vaya.
-Terminamos Ryeowook…- soltándose el agarre del otro- descuida, te puedes quedar con el departamento. Yo necesito un tiempo para mudarme, no me tomará más de una semana… no te vistas… él te espera en la cama…- dicho esto salió del departamento azotando la puerta.

Wookie se quedó devastado, entró en pánico mientras que Zhou Mi no sabía que decir, la noche anterior había sido muy extraña. Se reunieron para tomar unos café y terminaron bebiendo licor, al punto de que ninguno recordaba lo sucedido. Solo que amanecieron en la misma cama. Yesung salió a trabajar toda la noche de modo que cuando llegó, cansado de tanto trabajo, encontró a su novio en la cama con otro.

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Ya habían pasado demasiados días en aquel alejado lugar. Teukie suspiró al sentir que de nuevo estaban en la ciudad. Kangin le tomó de la mano y empezaron a avanzar entre la multitud. Los problemas los habían superado por completo, ambos estaban listos para enfrentar aquella inminente separación que habían postergado demasiado. Conforme iban avanzando entre la personas, su nerviosismo se intensificaba. Pero no había marcha atrás, era una decisión mutua. Era algo que los fortalecería. Una vez frente al gran edificio, ambos sonrieron recordando a todos los amigos que dejaron. Kangin jaló a su novio hasta su departamento. Luego de tener un emotivo encuentro con Sungmin, estaban en casa.
-Te voy a extrañar…- susurró Kangin besando la espalda desnuda de su novio- Pero es hora de ser responsables…- acariciando el cuerpo de su novio.
-Kangin…- susurró el mayor al sentir las caricias apoderarse de sus sentidos. No pensaba, solo sentía en aquel momento.

Continuará…

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