Titulo: Sex & Candy (AKA Sendy)
Capitulo: 23
Fandom: Super Junior, SHINee, TRAX
Parejas: Sichul / Varias
Clasificación: Angst / Au / Lemon
Advertencia: Si no te gusta el yaoi (Chico x Chico) es mejor que no leas este serial. No copies este fanfic, si deseas compartirlo en otro lugar, pide permiso al autor y coloca los créditos correspondientes.
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Capitulo 23:
“Dulce, la nostalgia que nos envuelve;
Suave, el frío que se escurre debajo de nuestra piel.
Tímidas, las palabras que no logramos pronunciar.”
La noche se hacía intensa y, con ella, Yesung iba oscureciéndose. Ya no lloraba, ya no le quedaban lágrimas, su orgullo estaba muy herido, más aún, su corazón estaba devastado. Respiró profundo, intentando llenar sus pulmones de aquel frío viento que caracterizaba la noche. Caminó lento hasta los juegos para niños y parándose en el asiento del columpio empezó a mecerse lentamente. Intentando volver a sus días tranquilos.
-¿Sucedió algo?- preguntó Sungmin adoptando la misma posición que el cachetón de mirada triste- ¿Problemas con Wookie?
-¿Problemas con Kyu?- respondió irónico el de mejillas amplias- Solíamos venir a este parque cuando salíamos. Incluso antes de hacerlo, por alguna razón nos llevábamos bien.- suspiró Yesung intentando guardar sus sentimientos- Todo era tan simple en aquel entonces.
-Supongo que sí, todo era más simple, se limitaba a si nos queríamos o no; no había terceras personas…- comentó Sungmin balanceándose en el columpio- ¿Wookie hizo algo muy malo?
-Se acostó con Zhou Mi…- rabió el cachetón con la mirada clavada en el piso
-Demonios, siempre se trata de él… siempre…- Sungmin bajó la mirada con cierta tristeza- ¿Sabes que Junsu y Junho han vuelto?
-Uhm los hermanos al ataque, me pregunto si han venido a quitarte a Eun…- sonrió Yesung para luego bajar del columpio.
-En lo que respecta a mí…- Salió Junho de una de las partes más oscuras del parque- No estoy interesado en él… si me disculpan- hizo una venia el chico alto para luego caminar lejos de ambos amigos.
-Él siempre fue el antipático- comentó Sungmin colocándose una paleta en los labios- A Junsu lo veo algo cambiado, quizás está mucho más centrado en su vida.- agregó- Lamento lo de Wookie, pero estoy seguro de que la culpa es de Zhou Mi, él hizo que Henry se acueste con él también… deberías preguntarle que fue exactamente lo que pasó ¿No crees?
-No ha sido culpa de Zhou Mi, desde hace algún tiempo Wookie había tenido metido en la cabeza el tener un trío con él… asumo que como me negué no pudo evitar ir y embriagarse con ese tipo.
-Que pervertido, me ganó… aunque un trío- Sungmin sonrió muy pícaro- Qué tanto te alarmas si tú has estado en uno… ¡AY! No me mires feo que es cierto, no te hagas el puro eh…- echándose a reír como loco
-Calla…-Yesung se sonrojó- Sabes perfectamente que en esa época yo era tu enamorado y él tú mejor amigo que buscaba experimentar, no engañe a nadie… en este caso Ryeowook me fue infiel… no hay punto de comparación…
-Bueno, bueno… Anda búscalo, sabes que te ama… tu lo amas…
-Ya terminé con él, no hay marcha atrás.- Alejándose del conejo pervertido- Si no te quiere- se detuvo al notar las lágrimas en los ojos de Sungmin- Si no te quiere es mejor que lo dejes ir… Con un Eun que te usaba y un Kyu indeciso, es mejor que estés solo… al menos eso pienso, sé que mis palabras son duras, pero creo que debes ser realista… si estás sufriendo es mejor que lo dejes ir, él no es para ti y lo has sabido desde que te encerraste en el baño con él, ¿O has cambiado tu táctica?
-No tienes que decírmelo, lo sé perfectamente. El único causante de todo este caos soy yo. Vete a llorar tus penas de infidelidad a un bar…- dijo irónico- después de todo, tu y yo no podremos ser amigos, pero sabemos tanto el uno del otro que a veces necesitamos vernos para decirnos las verdades ¿No?
-Tú lo has dicho…- Yesung levanto la mano en signo de despedida y empezó a alejarse del chico rosa. No eran amigos, pero se conocían muy bien, quizás mejor que nadie. Y a veces, unas palabras duras, no hacían tanto daño. Sungmin se quedó columpiándose en silencio, quizás para evitar empezar a llorar. Quizás para pensar en lo que haría al respecto.
**
Junho al llegar a su departamento notó que Eun estaba de visita, así que prefirió salir de nuevo para evitar tener que ver a su hermano en un estado hiperactivo incontrolable, de seguro jugarían videojuegos toda la noche y de tan solo pensarlo se desesperaba. Esos dos juntos eran un caos total para su tranquilidad.
Con las manos en los bolsillos y totalmente desganado, caminó hasta la terraza, podría quedarse unas horas hasta que le entre sueño. Ya luego intentaría pensar en cómo lidiar con esos dos. De repente, en aquella oscura noche, notó una silueta; delgada, elegante, frágil y espigada. Era Zhou Mi, no se habían presentado formalmente pero la mañana anterior había escuchado que lo llamaban de esa manera, así que asumió que ese era su nombre. Este al notar la presencia del gemelo se apresuró a secar sus lágrimas. Junho se mantuvo serio, mirándolo fríamente, no sabía porque pero le enojaba demasiado que todos le echen la culpa de las cosas; de seguro aquel chico chino tenías muchas cosas por decir a su favor y no tenía la oportunidad. Solo era atacado constantemente.
-Buenas noches…- hizo una venia el de origen chino- ¿Eres vecino nuevo?
-Si…- contestó serio- No debes llorar solo, eso es de lo peor, es cobarde…- dicho esto se dio media vuelta e intentó caminar de vuelta a su departamento.
-No tengo con quien llorar…- alcanzó a decir Zhou Mi- Siempre que me acerco a alguien… termino arruinando su felicidad. Los dos amigos que he tenido han tenido problemas con sus novios por mi culpa.
-La auto-conmiseración no sirve… es tonta y no tiene sentido- Junho se detuvo un momento- Deberías buscar amigos sin novio o mejor aún, deberías buscar amigos verdaderos.
-¿Por qué hablas como si lo supieras todo?- se enojó el chino
-Porque tu permites que lo haga… aprende primero a defenderte como se debe, eso te hace fuerte, eso hace que no necesites de nadie; quizás yo sea alguien sin importancia en tu vida, pero de todas formas, tómalo como un consejo si quieres… nos vemos Zhou Mi…- dicho esto Junho desapareció en las escaleras de emergencia. El chino se quedó con la mirada en blanco, había sido sorprendido por aquellas palabras. Estaba conmovido, tan conmovido que no pudo evitar el empezar a llorar.
**
Sus manos estaban más frías que nunca, su mirada algo perdida y sus labios absolutamente silenciosos. Sungmin se sentó sobre Kyu mientras le quitaba la camisa, al parecer era el único que intentaba salvar aquella situación. Sonrió melancólico al sentir que las manos del otro se alejaban de su cuerpo desnudo. No quería tocarlo, se sentía terriblemente mal. Ya había llegado a sus oídos que Zhou Mi y Ryeowook se habían acostado y por alguna razón era algo muy difícil de aceptar. Sungmin besó el cuello de Kyu, no suave, no delicadamente; mordió con todas sus fuerzas la piel del otro, provocando que su pálida piel se torne roja. Un corto y seco grito de dolor se ahogó en la garganta de Kyu, sabía que era su castigo por estar tan distante. De repente, Sungmin se detuvo, alejó su cuerpo y con la mirada clavada en el piso empezó a colocarse la pijama de nuevo.
-Estoy cansado…- susurró Kyu mirando hacia la ventana para ignorar el puchero de Sungmin.
-Yo también estoy cansado Kyu, esto ya no tiene sentido de ser, lo mejor es que vayas con Zhou Mi, yo… solo fui una emoción pasajera en esa relación, ¿Verdad?- Kyu volteó alarmado, Sungmin estaba serio, triste, rendido- Te lo dije desde la primera vez, te lo dije, yo no era algo en serio contigo y sin embargo hiciste todo lo que hiciste… incluso llegué a creer que me amas, pero- la voz de Sungmin se quebró- pero me he equivocado. Solo vete Kyu…- dicho esto Sungmin corrió a encerrarse en su habitación. No importó cuantas veces el otro tocó la puerta, no hubo respuesta alguna, Sungmin estaba dejándolo ir, después de todo.
Kyu se recostó en la puerta, su cabeza daba demasiadas vueltas y la marca en su cuello empezaba a doler. Los dientes de Sungmin habían roto piel, como marcando la despedida de una forma dolorosa. Sus vacíos ojos empezaron a llenarse de lágrimas repentinamente, no quería terminar, no de esa manera. Sabía que no estaba comportándose de una manera muy racional pero no deseaba quedarse solo; no deseaba perder a Sungmin. O quizás ya lo había perdido.
En la habitación no cambiaba mucho el panorama, Sungmin estaba sentado en su cama, abrazado a sus rodillas; ocultando entre ellas su lloroso rostro. Mordiendo sus labios para reprimir su dolor, temblando al sentir la impotencia recorrer su cuerpo, sintiendo un dolor indescriptible: Dejar ir a Kyu era muy doloroso, demasiado quizás, pero era necesario. No necesitaban pelear, bastaba con decir las cosas de manera clara para que ambos entendieran que no era normal tener una relación tan dolorosa. Con el paso del tiempo, Kyu dejó de ser atento, se volvió descuidado y hasta ausente. Podía estar sentado al lado de Sungmin pero sus pensamientos lo tenía demasiado alejado del chico rosa; este, por su parte se sentía perdido, no sabía que decir o hacer en momentos como esos, que día a día se volvían más y más frecuentes. Dolía, dolía y demasiado sentirse solo estando con Kyu. Dolía, aún más, el intentar salvar aquello que alguna vez tuvieron.
El chico de pijama rosa levantó el rostro lentamente, encontrándose con el oso rosa que le regaló Kyu en su primera cita oficial. Lo atrapó entre sus brazos y cerró los ojos, tal vez para recordar aquellos momentos en los que realmente creía que había encontrado a alguien para él, alguien a quien amar. Sus lágrimas no se detuvieron en ningún momento, lloró mucho más cuando sintió la puerta principal cerrarse: Kyu se había marchado definitivamente.
Caminó en círculos, no tenía idea de dónde ir o a quién buscar. De repente se encontró en la terraza, mirando el cielo. Abrazándose a sí mismo para no sentir frío alguno.
-Kyu…- susurró Zhou Mi saliendo de la parte más oscura de aquel lugar.- ¿Qué…- no pudo terminar pues el otro se abalanzó a abrazarlo- Kyu… ¿Ha pasado algo?- preguntó confuso, sintiendo que si el otro lo soltaba caería en el piso. Su cuerpo tembló al sentir, después de mucho, una caricia de aquel a quien amaba.-Todo va a estar bien…- susurró en el oído del otro- lo prometo…
-Nada está bien Mimi… nada- contestó Kyu antes de buscar besarlo.
-No…- Zhou Mi se alejó repentinamente- Lo siento Kyu, pero hoy me he dado cuenta que todas las cosas que han pasado han sido porque yo he dejado que pasen, puedo ser tu amigo y ayudarte, pero no volveré a dejar que me utilices para aliviar tus penas por Sungmin.
**
A la mañana siguiente, todo parecía estar muy tranquilo en aquella secundaria. Taemin hacía dibujos en su cuaderno mientras esperaba que sea hora de receso, ansiaba de sobremanera el ver a su novio. Después de tener una reconciliación bastante dramática; ambos acordaron el decirse todo y el confiar plenamente el uno del otro. Miró desganado el reloj, los minutos pasaban demasiado lentos para su necesidad de correr a ver a su novio. Por motivos obvios, ambos chicos prefirieron mantener en secreto su relación, de modo que a vista de los demás, ellos eran solo buenos amigos. Taemin era conocido por ser un chico delicado y de tierno carácter, mientras que Minho era el chico perfecto que todos querían y admiraban. Finalmente el receso llegó y Taemin saltó de si carpeta para ir en busca de Minho, corrió como loco hasta llegar al aula del otro, pero se detuvo en seco al notar que su hyung no estaba. Le preguntó a algunos chicos de su salón si lo habían visto y todos le contestaron lo mismo: se había ido con otro chico. A Taemin le hirvió la sangre, pero mantuvo su pose tierna y caminó apresurado para encontrar a su novio. Lo buscó por todos lados, pero no tuvo éxito, se sentó en el patio mientras miraba atento el cielo; como deseando que aparezca su Minho en aquel instante.
-¿Taemin?- preguntó una voz muy familiar para el pequeño- ¿Estudias en este colegio?- preguntó Heechul acomodándose los lentes- Que sorpresa encontrarte aquí- le acarició la cabeza
-Hyung, hola…- intentó disimular su desgano- ¿Has venido a inscribirte?- bromeó a lo que el otro se echó a reír como loco.
-He venido a postular a un puesto como profesor, estoy buscando trabajo…- respondió el excéntrico personaje- ¿Crees que me acepten?- sonrió confiado- Con mi belleza y mi inteligencia, creo que el puesto de tutor me quedará chico- sonrió aún más soberbio.
-Yo quiero que seas mi tutor, sería estupendo- sonrió el menor- Le diré a mi hermanito que te invite a comer unos de estos días…
-¿Cómo está Minwoo?- preguntó intrigado Heechul. Aunque en realidad deseaba saber más sobre Jay.- ¿Sabes si frecuenta a Jay?
-Son muy buenos amigos. – contestó algo ido el pequeño mientras miraba hacia otro lado, Heechul siguió su mirada y se encontró con dos chicos que conversaban. Uno de ellos era bastante alto y muy bien parecido, mientras que el otro era bajito y de delicada silueta, de lejos parecía una chica. El mayor volteó de nuevo a ver a Taemin, su expresión tierna había desaparecido y tenía una mirada asesina. Heechul acarició la cabeza del menor haciéndolo salir de su trance.
-Debes confiar en él, por esa carita asumo que es tu novio…- se cruzó de brazos para luego sentarse al lado del pequeño.- Se ve muy amable, bastante elegante…
-Es mío…- rabió un poco el más pequeño- ¿Por qué tiene que estar con ese otro chico? Hyung, dime la verdad ¿Soy feo? ¿Es por qué me ha salido un granito en la frente? Ay pero si lo cubrí con maquillaje en la mañana- levantándose el cerquillo para mostrarle su frente al otro que le sonrió comprensivo.
-Taemin, te comprendo, cuando veo a mi Simba hablando con otra persona, no puedo evitar perder mi orgullo y seguridad. Sé que está mal no confiar en él pero… me siento débil y a veces hasta tonto pensando que me dejará por otro. Pero…- hizo una pausa al notar que se había ganado la atención del niño- Me va a ir bien como consejero- comentó antes de continuar- Pero creo que él también ha de sentir esa inseguridad conmigo… Solo que nuestros novios son tranquilos, perfectos, quizás demasiado para dos histéricos como tú y yo… Aigo, deberías ser mi hijo…- abrazando al pequeño- Lleva a tu novio el sábado, invita a tu hermano también ¿Si? Celebraremos el cumpleaños de Ryeowook y necesitamos subirle el ánimo- volvió a sonreír- bueno iré a entregar mis papeles… - dicho esto el más viejo se alejó de Taemin. Este solo sonrió, su hyung tenía razón, cruzó sus brazos y se quedó sentado ahí, esperando que Minho voltee y le mire.
**
-Lo sentimos joven Choi, pero todas sus tarjetas de crédito han sido anuladas…- respondió la encargada de aquella tienda de alta costura- Si desea puede pagar en efectivo.
-No, gracias, volveré luego…- Sonrió amable Siwon. Su padre le había tomado las palabras muy en serio. No solo se habían llevado su carro, sus cosas y cancelado sus tarjetas; sino también le había cerrado el departamento. De momento el chico de élite se estaba quedando a dormir en casa de Heechul. Pero ya llevaba dos días con la misma ropa y necesitaba algo que ponerse. De modo que fue a una de sus tiendas favoritas de alta costura para conseguir prendas muy a su estilo pero al intentar comprar una camisa le rebotaron todas las tarjetas.- Ese viejo maldito…- renegó mientras caminaba hacia el departamento, quedaba lejos pero no sabía cómo llegar tomando un bus.
Una vez en el departamento de Heechul, se puso a cocinar el almuerzo, Rella había salido temprano sin decir nada, de modo que volvería hambriento. Se colocó el mandil rojo con detalles de Disney que tenía la princesa y empezó a intentar cocinar. Ciertamente no era nada bueno en eso, pero al menos cocinaba mucho mejor que Rella. El calor aumento ni bien encendió la cocina, de modo que no pudo evitar quitarse el polo. Dejando al descubierto su bien formado cuerpo.
Ya estaba por terminar de cocinar cuando tocaron la puerta, Siwon se apresuró a abrir, esperando que sea su princesa para que la comida no se le enfríe. Pero una vez en la puerta se encontró con Sungmin, que lo miró pervertido.
-Así que Rella va a almorzar chocolates hoy…- sonrió malicioso- En fin… venia trayendo el manual de educación que me pidió…- le entregó un libro al más alto.- Así que tú serás quien haga que Heechul vuelva a trabajar, ¿No? Debe amarte…
-No entiendo- se intrigó el caballo- ¿Antes no trabajaba?
-Uhm no, vivía de la renta que le gira su madre… pero asumo que ahora no va a alcanzar… y es que ambos son caros. Deberías buscar un trabajo Siwon, te ofrecería un puesto en la dulcería pero estamos en temporada baja y… me temo que basta con dos meseros.- hizo una venia
-Descuida, llamaré a los amigos de mi familia para conseguir algún trabajo en las empresas de ellos. Rella no tendrá que buscar trabajo.
-Espero que te vaya bien- sonrió dulcemente- Debo irme…- cambió de actitud al sentir la presencia de Kyu- Dile a Rella que me llame en cuanto llegue ¿Si?- se despidió mientras se apresuraba hacia su departamento. Siwon asintió con la cabeza y luego de saludar a Kyu, entró en el departamento de nuevo. Kyu corrió a detener a Sungmin pero este no dejó que lo toque- ¿Qué pretendes? ¿No deberías estar con otra persona en este momento?- dijo antes de entrar a su departamento, azotando la puerta con mucho enojo. Dejando sin palabras al chico de la mirada vacía.
**
A la mañana siguiente, la biblioteca de aquella universidad estaba totalmente vacía. Shindong y Kibum miraron sorprendidos el lugar. Sonrieron ampliamente y luego corrieron a buscar el lugar más escondido. Debían estudiar ya que tenían exámenes al día siguiente. Pasaron los minutos y nadie más llegó, parecía que el lugar les pertenecía a ambos. De repente, el estomago de Shindong empezó a quejarse: necesitaba comer. Le sonrió gracioso a su cachetón amigo y se fue corriendo a comprar algo de comer. Kibum se quedó solo, totalmente solo; sintió un poco de miedo pero luego se enfocó en su lectura de nuevo.
Luego de unos minutos leyendo, sintió que una fría mano acariciaba la suya; volteó algo sonrojado encontrándose con la brillante mirada de Donghae. Ambos se miraron durante unos minutos, hasta que finalmente Kibum no pudo más, sonrió ampliamente, logrando que sus ojos se vuelvan pequeños y que sus mejillas se tornen aún más rojas, se avergonzó un poco y luego bajo la mirada mientras cubría con su mano la sonrisa tonta que se dibujaba en sus labios.
-Hola…- susurró el recién llegado- ¿Estudiando?
-Sí…- contestó intentando mantener calmada su voz, estaba muy nervioso, luego de aquel beso no habían hablado de nuevo.- Donghae…
-Kibum…- sonrió pícaro- Debes tener un examen algo difícil…- se acercó para mirar el libro que el otro tenía entre sus manos- Entonces te dejaré estudiar…- dicho esto intentó levantarse de su asiento pero las manos de Kibum lo detuvieron- Debes estudiar- intento convencerlo al notar un puchero en los labios del cachetón- Suerte…- le susurró antes de robarle un corto beso- da lo mejor de ti en ese examen ¿Si?- luego se alejó, dejando anonadado al estudioso. Su corazón palpitaba a mil, sentía que moriría de felicidad en cualquier momento. Parecía que estaba viviendo en un sueño, demasiado perfecto, tanto que parecía irreal.
Continuará…
“Dulce, la nostalgia que nos envuelve;
Suave, el frío que se escurre debajo de nuestra piel.
Tímidas, las palabras que no logramos pronunciar.”
La noche se hacía intensa y, con ella, Yesung iba oscureciéndose. Ya no lloraba, ya no le quedaban lágrimas, su orgullo estaba muy herido, más aún, su corazón estaba devastado. Respiró profundo, intentando llenar sus pulmones de aquel frío viento que caracterizaba la noche. Caminó lento hasta los juegos para niños y parándose en el asiento del columpio empezó a mecerse lentamente. Intentando volver a sus días tranquilos.
-¿Sucedió algo?- preguntó Sungmin adoptando la misma posición que el cachetón de mirada triste- ¿Problemas con Wookie?
-¿Problemas con Kyu?- respondió irónico el de mejillas amplias- Solíamos venir a este parque cuando salíamos. Incluso antes de hacerlo, por alguna razón nos llevábamos bien.- suspiró Yesung intentando guardar sus sentimientos- Todo era tan simple en aquel entonces.
-Supongo que sí, todo era más simple, se limitaba a si nos queríamos o no; no había terceras personas…- comentó Sungmin balanceándose en el columpio- ¿Wookie hizo algo muy malo?
-Se acostó con Zhou Mi…- rabió el cachetón con la mirada clavada en el piso
-Demonios, siempre se trata de él… siempre…- Sungmin bajó la mirada con cierta tristeza- ¿Sabes que Junsu y Junho han vuelto?
-Uhm los hermanos al ataque, me pregunto si han venido a quitarte a Eun…- sonrió Yesung para luego bajar del columpio.
-En lo que respecta a mí…- Salió Junho de una de las partes más oscuras del parque- No estoy interesado en él… si me disculpan- hizo una venia el chico alto para luego caminar lejos de ambos amigos.
-Él siempre fue el antipático- comentó Sungmin colocándose una paleta en los labios- A Junsu lo veo algo cambiado, quizás está mucho más centrado en su vida.- agregó- Lamento lo de Wookie, pero estoy seguro de que la culpa es de Zhou Mi, él hizo que Henry se acueste con él también… deberías preguntarle que fue exactamente lo que pasó ¿No crees?
-No ha sido culpa de Zhou Mi, desde hace algún tiempo Wookie había tenido metido en la cabeza el tener un trío con él… asumo que como me negué no pudo evitar ir y embriagarse con ese tipo.
-Que pervertido, me ganó… aunque un trío- Sungmin sonrió muy pícaro- Qué tanto te alarmas si tú has estado en uno… ¡AY! No me mires feo que es cierto, no te hagas el puro eh…- echándose a reír como loco
-Calla…-Yesung se sonrojó- Sabes perfectamente que en esa época yo era tu enamorado y él tú mejor amigo que buscaba experimentar, no engañe a nadie… en este caso Ryeowook me fue infiel… no hay punto de comparación…
-Bueno, bueno… Anda búscalo, sabes que te ama… tu lo amas…
-Ya terminé con él, no hay marcha atrás.- Alejándose del conejo pervertido- Si no te quiere- se detuvo al notar las lágrimas en los ojos de Sungmin- Si no te quiere es mejor que lo dejes ir… Con un Eun que te usaba y un Kyu indeciso, es mejor que estés solo… al menos eso pienso, sé que mis palabras son duras, pero creo que debes ser realista… si estás sufriendo es mejor que lo dejes ir, él no es para ti y lo has sabido desde que te encerraste en el baño con él, ¿O has cambiado tu táctica?
-No tienes que decírmelo, lo sé perfectamente. El único causante de todo este caos soy yo. Vete a llorar tus penas de infidelidad a un bar…- dijo irónico- después de todo, tu y yo no podremos ser amigos, pero sabemos tanto el uno del otro que a veces necesitamos vernos para decirnos las verdades ¿No?
-Tú lo has dicho…- Yesung levanto la mano en signo de despedida y empezó a alejarse del chico rosa. No eran amigos, pero se conocían muy bien, quizás mejor que nadie. Y a veces, unas palabras duras, no hacían tanto daño. Sungmin se quedó columpiándose en silencio, quizás para evitar empezar a llorar. Quizás para pensar en lo que haría al respecto.
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Junho al llegar a su departamento notó que Eun estaba de visita, así que prefirió salir de nuevo para evitar tener que ver a su hermano en un estado hiperactivo incontrolable, de seguro jugarían videojuegos toda la noche y de tan solo pensarlo se desesperaba. Esos dos juntos eran un caos total para su tranquilidad.
Con las manos en los bolsillos y totalmente desganado, caminó hasta la terraza, podría quedarse unas horas hasta que le entre sueño. Ya luego intentaría pensar en cómo lidiar con esos dos. De repente, en aquella oscura noche, notó una silueta; delgada, elegante, frágil y espigada. Era Zhou Mi, no se habían presentado formalmente pero la mañana anterior había escuchado que lo llamaban de esa manera, así que asumió que ese era su nombre. Este al notar la presencia del gemelo se apresuró a secar sus lágrimas. Junho se mantuvo serio, mirándolo fríamente, no sabía porque pero le enojaba demasiado que todos le echen la culpa de las cosas; de seguro aquel chico chino tenías muchas cosas por decir a su favor y no tenía la oportunidad. Solo era atacado constantemente.
-Buenas noches…- hizo una venia el de origen chino- ¿Eres vecino nuevo?
-Si…- contestó serio- No debes llorar solo, eso es de lo peor, es cobarde…- dicho esto se dio media vuelta e intentó caminar de vuelta a su departamento.
-No tengo con quien llorar…- alcanzó a decir Zhou Mi- Siempre que me acerco a alguien… termino arruinando su felicidad. Los dos amigos que he tenido han tenido problemas con sus novios por mi culpa.
-La auto-conmiseración no sirve… es tonta y no tiene sentido- Junho se detuvo un momento- Deberías buscar amigos sin novio o mejor aún, deberías buscar amigos verdaderos.
-¿Por qué hablas como si lo supieras todo?- se enojó el chino
-Porque tu permites que lo haga… aprende primero a defenderte como se debe, eso te hace fuerte, eso hace que no necesites de nadie; quizás yo sea alguien sin importancia en tu vida, pero de todas formas, tómalo como un consejo si quieres… nos vemos Zhou Mi…- dicho esto Junho desapareció en las escaleras de emergencia. El chino se quedó con la mirada en blanco, había sido sorprendido por aquellas palabras. Estaba conmovido, tan conmovido que no pudo evitar el empezar a llorar.
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Sus manos estaban más frías que nunca, su mirada algo perdida y sus labios absolutamente silenciosos. Sungmin se sentó sobre Kyu mientras le quitaba la camisa, al parecer era el único que intentaba salvar aquella situación. Sonrió melancólico al sentir que las manos del otro se alejaban de su cuerpo desnudo. No quería tocarlo, se sentía terriblemente mal. Ya había llegado a sus oídos que Zhou Mi y Ryeowook se habían acostado y por alguna razón era algo muy difícil de aceptar. Sungmin besó el cuello de Kyu, no suave, no delicadamente; mordió con todas sus fuerzas la piel del otro, provocando que su pálida piel se torne roja. Un corto y seco grito de dolor se ahogó en la garganta de Kyu, sabía que era su castigo por estar tan distante. De repente, Sungmin se detuvo, alejó su cuerpo y con la mirada clavada en el piso empezó a colocarse la pijama de nuevo.
-Estoy cansado…- susurró Kyu mirando hacia la ventana para ignorar el puchero de Sungmin.
-Yo también estoy cansado Kyu, esto ya no tiene sentido de ser, lo mejor es que vayas con Zhou Mi, yo… solo fui una emoción pasajera en esa relación, ¿Verdad?- Kyu volteó alarmado, Sungmin estaba serio, triste, rendido- Te lo dije desde la primera vez, te lo dije, yo no era algo en serio contigo y sin embargo hiciste todo lo que hiciste… incluso llegué a creer que me amas, pero- la voz de Sungmin se quebró- pero me he equivocado. Solo vete Kyu…- dicho esto Sungmin corrió a encerrarse en su habitación. No importó cuantas veces el otro tocó la puerta, no hubo respuesta alguna, Sungmin estaba dejándolo ir, después de todo.
Kyu se recostó en la puerta, su cabeza daba demasiadas vueltas y la marca en su cuello empezaba a doler. Los dientes de Sungmin habían roto piel, como marcando la despedida de una forma dolorosa. Sus vacíos ojos empezaron a llenarse de lágrimas repentinamente, no quería terminar, no de esa manera. Sabía que no estaba comportándose de una manera muy racional pero no deseaba quedarse solo; no deseaba perder a Sungmin. O quizás ya lo había perdido.
En la habitación no cambiaba mucho el panorama, Sungmin estaba sentado en su cama, abrazado a sus rodillas; ocultando entre ellas su lloroso rostro. Mordiendo sus labios para reprimir su dolor, temblando al sentir la impotencia recorrer su cuerpo, sintiendo un dolor indescriptible: Dejar ir a Kyu era muy doloroso, demasiado quizás, pero era necesario. No necesitaban pelear, bastaba con decir las cosas de manera clara para que ambos entendieran que no era normal tener una relación tan dolorosa. Con el paso del tiempo, Kyu dejó de ser atento, se volvió descuidado y hasta ausente. Podía estar sentado al lado de Sungmin pero sus pensamientos lo tenía demasiado alejado del chico rosa; este, por su parte se sentía perdido, no sabía que decir o hacer en momentos como esos, que día a día se volvían más y más frecuentes. Dolía, dolía y demasiado sentirse solo estando con Kyu. Dolía, aún más, el intentar salvar aquello que alguna vez tuvieron.
El chico de pijama rosa levantó el rostro lentamente, encontrándose con el oso rosa que le regaló Kyu en su primera cita oficial. Lo atrapó entre sus brazos y cerró los ojos, tal vez para recordar aquellos momentos en los que realmente creía que había encontrado a alguien para él, alguien a quien amar. Sus lágrimas no se detuvieron en ningún momento, lloró mucho más cuando sintió la puerta principal cerrarse: Kyu se había marchado definitivamente.
Caminó en círculos, no tenía idea de dónde ir o a quién buscar. De repente se encontró en la terraza, mirando el cielo. Abrazándose a sí mismo para no sentir frío alguno.
-Kyu…- susurró Zhou Mi saliendo de la parte más oscura de aquel lugar.- ¿Qué…- no pudo terminar pues el otro se abalanzó a abrazarlo- Kyu… ¿Ha pasado algo?- preguntó confuso, sintiendo que si el otro lo soltaba caería en el piso. Su cuerpo tembló al sentir, después de mucho, una caricia de aquel a quien amaba.-Todo va a estar bien…- susurró en el oído del otro- lo prometo…
-Nada está bien Mimi… nada- contestó Kyu antes de buscar besarlo.
-No…- Zhou Mi se alejó repentinamente- Lo siento Kyu, pero hoy me he dado cuenta que todas las cosas que han pasado han sido porque yo he dejado que pasen, puedo ser tu amigo y ayudarte, pero no volveré a dejar que me utilices para aliviar tus penas por Sungmin.
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A la mañana siguiente, todo parecía estar muy tranquilo en aquella secundaria. Taemin hacía dibujos en su cuaderno mientras esperaba que sea hora de receso, ansiaba de sobremanera el ver a su novio. Después de tener una reconciliación bastante dramática; ambos acordaron el decirse todo y el confiar plenamente el uno del otro. Miró desganado el reloj, los minutos pasaban demasiado lentos para su necesidad de correr a ver a su novio. Por motivos obvios, ambos chicos prefirieron mantener en secreto su relación, de modo que a vista de los demás, ellos eran solo buenos amigos. Taemin era conocido por ser un chico delicado y de tierno carácter, mientras que Minho era el chico perfecto que todos querían y admiraban. Finalmente el receso llegó y Taemin saltó de si carpeta para ir en busca de Minho, corrió como loco hasta llegar al aula del otro, pero se detuvo en seco al notar que su hyung no estaba. Le preguntó a algunos chicos de su salón si lo habían visto y todos le contestaron lo mismo: se había ido con otro chico. A Taemin le hirvió la sangre, pero mantuvo su pose tierna y caminó apresurado para encontrar a su novio. Lo buscó por todos lados, pero no tuvo éxito, se sentó en el patio mientras miraba atento el cielo; como deseando que aparezca su Minho en aquel instante.
-¿Taemin?- preguntó una voz muy familiar para el pequeño- ¿Estudias en este colegio?- preguntó Heechul acomodándose los lentes- Que sorpresa encontrarte aquí- le acarició la cabeza
-Hyung, hola…- intentó disimular su desgano- ¿Has venido a inscribirte?- bromeó a lo que el otro se echó a reír como loco.
-He venido a postular a un puesto como profesor, estoy buscando trabajo…- respondió el excéntrico personaje- ¿Crees que me acepten?- sonrió confiado- Con mi belleza y mi inteligencia, creo que el puesto de tutor me quedará chico- sonrió aún más soberbio.
-Yo quiero que seas mi tutor, sería estupendo- sonrió el menor- Le diré a mi hermanito que te invite a comer unos de estos días…
-¿Cómo está Minwoo?- preguntó intrigado Heechul. Aunque en realidad deseaba saber más sobre Jay.- ¿Sabes si frecuenta a Jay?
-Son muy buenos amigos. – contestó algo ido el pequeño mientras miraba hacia otro lado, Heechul siguió su mirada y se encontró con dos chicos que conversaban. Uno de ellos era bastante alto y muy bien parecido, mientras que el otro era bajito y de delicada silueta, de lejos parecía una chica. El mayor volteó de nuevo a ver a Taemin, su expresión tierna había desaparecido y tenía una mirada asesina. Heechul acarició la cabeza del menor haciéndolo salir de su trance.
-Debes confiar en él, por esa carita asumo que es tu novio…- se cruzó de brazos para luego sentarse al lado del pequeño.- Se ve muy amable, bastante elegante…
-Es mío…- rabió un poco el más pequeño- ¿Por qué tiene que estar con ese otro chico? Hyung, dime la verdad ¿Soy feo? ¿Es por qué me ha salido un granito en la frente? Ay pero si lo cubrí con maquillaje en la mañana- levantándose el cerquillo para mostrarle su frente al otro que le sonrió comprensivo.
-Taemin, te comprendo, cuando veo a mi Simba hablando con otra persona, no puedo evitar perder mi orgullo y seguridad. Sé que está mal no confiar en él pero… me siento débil y a veces hasta tonto pensando que me dejará por otro. Pero…- hizo una pausa al notar que se había ganado la atención del niño- Me va a ir bien como consejero- comentó antes de continuar- Pero creo que él también ha de sentir esa inseguridad conmigo… Solo que nuestros novios son tranquilos, perfectos, quizás demasiado para dos histéricos como tú y yo… Aigo, deberías ser mi hijo…- abrazando al pequeño- Lleva a tu novio el sábado, invita a tu hermano también ¿Si? Celebraremos el cumpleaños de Ryeowook y necesitamos subirle el ánimo- volvió a sonreír- bueno iré a entregar mis papeles… - dicho esto el más viejo se alejó de Taemin. Este solo sonrió, su hyung tenía razón, cruzó sus brazos y se quedó sentado ahí, esperando que Minho voltee y le mire.
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-Lo sentimos joven Choi, pero todas sus tarjetas de crédito han sido anuladas…- respondió la encargada de aquella tienda de alta costura- Si desea puede pagar en efectivo.
-No, gracias, volveré luego…- Sonrió amable Siwon. Su padre le había tomado las palabras muy en serio. No solo se habían llevado su carro, sus cosas y cancelado sus tarjetas; sino también le había cerrado el departamento. De momento el chico de élite se estaba quedando a dormir en casa de Heechul. Pero ya llevaba dos días con la misma ropa y necesitaba algo que ponerse. De modo que fue a una de sus tiendas favoritas de alta costura para conseguir prendas muy a su estilo pero al intentar comprar una camisa le rebotaron todas las tarjetas.- Ese viejo maldito…- renegó mientras caminaba hacia el departamento, quedaba lejos pero no sabía cómo llegar tomando un bus.
Una vez en el departamento de Heechul, se puso a cocinar el almuerzo, Rella había salido temprano sin decir nada, de modo que volvería hambriento. Se colocó el mandil rojo con detalles de Disney que tenía la princesa y empezó a intentar cocinar. Ciertamente no era nada bueno en eso, pero al menos cocinaba mucho mejor que Rella. El calor aumento ni bien encendió la cocina, de modo que no pudo evitar quitarse el polo. Dejando al descubierto su bien formado cuerpo.
Ya estaba por terminar de cocinar cuando tocaron la puerta, Siwon se apresuró a abrir, esperando que sea su princesa para que la comida no se le enfríe. Pero una vez en la puerta se encontró con Sungmin, que lo miró pervertido.
-Así que Rella va a almorzar chocolates hoy…- sonrió malicioso- En fin… venia trayendo el manual de educación que me pidió…- le entregó un libro al más alto.- Así que tú serás quien haga que Heechul vuelva a trabajar, ¿No? Debe amarte…
-No entiendo- se intrigó el caballo- ¿Antes no trabajaba?
-Uhm no, vivía de la renta que le gira su madre… pero asumo que ahora no va a alcanzar… y es que ambos son caros. Deberías buscar un trabajo Siwon, te ofrecería un puesto en la dulcería pero estamos en temporada baja y… me temo que basta con dos meseros.- hizo una venia
-Descuida, llamaré a los amigos de mi familia para conseguir algún trabajo en las empresas de ellos. Rella no tendrá que buscar trabajo.
-Espero que te vaya bien- sonrió dulcemente- Debo irme…- cambió de actitud al sentir la presencia de Kyu- Dile a Rella que me llame en cuanto llegue ¿Si?- se despidió mientras se apresuraba hacia su departamento. Siwon asintió con la cabeza y luego de saludar a Kyu, entró en el departamento de nuevo. Kyu corrió a detener a Sungmin pero este no dejó que lo toque- ¿Qué pretendes? ¿No deberías estar con otra persona en este momento?- dijo antes de entrar a su departamento, azotando la puerta con mucho enojo. Dejando sin palabras al chico de la mirada vacía.
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A la mañana siguiente, la biblioteca de aquella universidad estaba totalmente vacía. Shindong y Kibum miraron sorprendidos el lugar. Sonrieron ampliamente y luego corrieron a buscar el lugar más escondido. Debían estudiar ya que tenían exámenes al día siguiente. Pasaron los minutos y nadie más llegó, parecía que el lugar les pertenecía a ambos. De repente, el estomago de Shindong empezó a quejarse: necesitaba comer. Le sonrió gracioso a su cachetón amigo y se fue corriendo a comprar algo de comer. Kibum se quedó solo, totalmente solo; sintió un poco de miedo pero luego se enfocó en su lectura de nuevo.
Luego de unos minutos leyendo, sintió que una fría mano acariciaba la suya; volteó algo sonrojado encontrándose con la brillante mirada de Donghae. Ambos se miraron durante unos minutos, hasta que finalmente Kibum no pudo más, sonrió ampliamente, logrando que sus ojos se vuelvan pequeños y que sus mejillas se tornen aún más rojas, se avergonzó un poco y luego bajo la mirada mientras cubría con su mano la sonrisa tonta que se dibujaba en sus labios.
-Hola…- susurró el recién llegado- ¿Estudiando?
-Sí…- contestó intentando mantener calmada su voz, estaba muy nervioso, luego de aquel beso no habían hablado de nuevo.- Donghae…
-Kibum…- sonrió pícaro- Debes tener un examen algo difícil…- se acercó para mirar el libro que el otro tenía entre sus manos- Entonces te dejaré estudiar…- dicho esto intentó levantarse de su asiento pero las manos de Kibum lo detuvieron- Debes estudiar- intento convencerlo al notar un puchero en los labios del cachetón- Suerte…- le susurró antes de robarle un corto beso- da lo mejor de ti en ese examen ¿Si?- luego se alejó, dejando anonadado al estudioso. Su corazón palpitaba a mil, sentía que moriría de felicidad en cualquier momento. Parecía que estaba viviendo en un sueño, demasiado perfecto, tanto que parecía irreal.
Continuará…
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