1 jun 2009

Fanfic Serial: Sex & Candy - Cap. 24

Autor: Kainet
Titulo: Sex & Candy (AKA Sendy)
Capitulo: 24
Fandom: Super Junior, SHINee, TRAX
Parejas: Sichul / Varias
Clasificación: Angst / Au / Lemon
Advertencia: Si no te gusta el yaoi (Chico x Chico) es mejor que no leas este serial. No copies este fanfic, si deseas compartirlo en otro lugar, pide permiso al autor y coloca los créditos correspondientes.


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Capitulo 24:

Las palabras de Zhou dolieron, pero por alguna razón, dolía más la ausencia de Sungmin. Llevaba dos días viviendo en aquel cuarto de hotel y sentía que había pasado una eternidad sin él. Por más que insistía e insistía llamándolo al celular, este nunca contestaba; le había dejado tantos mensajes en su buzón de voz que ahora estaba repleto y ya no podía dejarle mensajes. Kyu tomó entre sus manos su cabeza e intentó analizar la situación; siempre había sido racional. De seguro ahí estaban las respuestas. Pero nada consiguió, solo consiguió confundirse más. No entendía porque estaba así, era la primera vez en su vida que no tenía en claro las cosas que deseaba hacer. Cerró los ojos intentando mantenerse tranquilo, quizás poner en blanco su cabeza le ayudaría. Otro fracaso, no podía evitar recordar cómo es que sucedieron las cosas. Cómo es que conoció a Zhou Mi, cómo conoció a Sungmin; como se enamoró de ambos, como los dañó a ambos. Las palabras de Mimi dolían, las lágrimas de Sungmin, también.

Caminó hasta el pequeño baño de aquella fría habitación, mojó sus cabellos y salió. No sabía a dónde ir, solo sabía que necesitaba salir, caminar, pensar y volver a pensar hasta encontrar una respuesta. No se fijaba por donde iba, solo avanzaba con aquella multitud que plagaba las calles. De repente se detuvo, con los ojos sorprendidos, estaba frente al departamento de Sungmin, no sabía cómo, pero estaba ahí. A unos cuantos pasos de su puerta, se quedó en silencio ya que Eunhyuk y Junsu estaban parados frente a ella. Como si buscaran al conejo rosa. Eun parecía algo enojado, mientras que el otro tocaba la puerta insistentemente.

-Oh vamos Sungmin, tus hijos con Eun te extrañan mucho… hace tanto que no vas a verlos- gritaba Junsu mientras golpeaba la puerta- Ellos te quieren tanto, eres su omma, ¿No?- insistía el delfín.
-Demonios, no seas caprichoso Sungmin…- Eun se unió a su amigo- Hoy SungHyuk cumple cuatro años… vamos ¿Lo vas a dejar por estar llorando?- Repentinamente se abrió la puerta y salió.- ¿Irás?
-Solo por nuestros hijos… SungHyuk merece tener a su omma hoy…

Kyu no entendía ni una pisca de lo que estaban hablando, Sungmin nunca le había contado de que tenía hijos, mucho menos con EunHyuk. Se escondió hasta que los otros desaparecieron en el elevador. Kyu estaba muy curioso y corrió a seguirlos. Tomó un taxi en la puerta del edificio y le pidió que siga el auto de Junsu. Luego de unos minutos los tres amigos llegaron a una casa. Kyu los siguió con la mirada hasta que estos desaparecieron por la puerta. Como pudo entró a aquella casa que parecía muy adornada, de seguro iban a celebrar el cumpleaños del hijo de Sungmin. Examinó rápidamente el lugar, pero no conseguía entender dónde se había metido. Sus ojos se abrieron de par en par cuando se encontró cara a cara con Sungmin, quien ni bien lo vio bajó la mirada con enfado.

-Espera- le detuvo Kyu tomándolo del brazo- Lo siento…
-Suéltame, no haré un escándalo porque esta es una casa-hogar… solo vete…- susurró amenazante- mis niños me esperan…- soltándose bruscamente de las manos de Kyu.

Kyu no pensaba irse así como así, lo siguió hasta que entraron en un gran salón en el cual Junsu corría jugando con muchos niños, Eunhyuk inflaba globos de diversos colores mientras que Sungmin acomodaba la comida sobre una larga mesa. Nunca le contó de esa faceta de su vida, simplemente era el chico de la tienda de dulces que le robó el corazón; nunca vio más allá, nunca intentó conocerlo más ni dejarse conocer. Se quedó estático mientras observaba todo a su alrededor. Sungmin parecía algo perdido en sus pensamientos pero aún así sonreía mucho cuando los niños se le acercaban. Él también había sufrido, quizás en silencio, quizás fue que nunca intentó escucharlo, aquella sonrisa escondía demasiado dolor y nunca pudo verlo. Estaba cegado, pensando que solo Mimi sufría por su culpa, estaba cegado, absorbido en sus dudas.

-¿Oppa, eres nuevo?- preguntó una pequeña de aproximadamente siete años- Oppa no llores hoy es el cumpleaños de mi hermanito y ha venido Sungminie ¿Vamos a celebrar todos juntos, si?- le jaló de la mano la pequeña- Nosotros no tenemos papás pero tenemos a Hyukie y a Sungminie, ellos son nuestros padres…- le contaba la pequeña mientras el chico de ojos fríos le seguía
-Cuéntame…- Kyu se arrodilló en el suelo para quedar a la misma altura de la niña- ¿Hoy es el cumpleaños de tu hermanito?
-Sí, aquí todos somos hermanos; la abuela ¿Conoces a la abuela?- Kyu negó con la cabeza- La abuela es la omma de Hyukie, ella es la dueña de esta casa hogar. Ella dice que todos somos una gran familia, ese que ves ahí es nuestro tío Susu…- señaló al delfín- yo no lo conocía pero mi uni me dijo que el antes venía muy seguido…- explicó la pequeña- ¿Tú también serás mi tío?
-No, YoungMi, el no es tu tío…- se acercó Eunhyuk con muchos globos en las manos- él es un visitante ¿No?- le amenazó con la mirada al otro- Es muy amigo de Sungminie- sonrió dándole algunos globos a la pequeña- ve con Susu ¿Si? Appa tiene que hablar con él.- la pequeña le dio un besito en la mejilla a Kyu y se fue corriendo.- ¿Qué haces aquí?- amenazó con la mirada.
-Quería hablar con Sungmin- contestó serio- ¿No puedo? ¿Me lo prohíbes?
-Que preciso, como si te propusieras hacerlo sentir mal, justo cuando se está divirtiendo tu vienes y arruinas todo lo que a estos niños y a mí nos ha costado. – Dijo en tono irónico- vete por favor… otro día hablan, si es que él quiere hacerlo, porque hasta dónde yo sé, no le interesa saber nada de ti.-

Kyu bajó la mirada enfadado, no podía romperle la cara, estaban rodeados de niños. Se dio media vuelta y salió de aquella casa. Sintiéndose quizás peor, había descubierto que no conocía nada a Sungmin y que quizás eso era lo que había hecho que se alejen.

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-Se... señor…- alcanzó a decir Siwon antes de que el hombre de edad le tire la puerta en la cara. Rabió un poco antes de seguir su camino, estaba muy cansado y no sabía qué hacer, aquella empresa era la última oportunidad laboral que le quedaba. Había estado toda la mañana visitando las empresas de los socios de su padre, aquellos chupa-medias que alguna vez se arrastraron a sus pies. Cómo odiaba a esos tipos, siempre creyó que era real todo lo que había vivido en casa de sus padres, pero la verdad era diferente, sin el apellido de su padre, no era nada.- Heechul… Ah…- Siwon enmudeció al escuchar a su princesa del otro lado del teléfono- No, de nuevo me han rechazado…- estaba por contestarle que seguiría buscando trabajo cuando el celular murió, al parecer su padre también le había cortado la línea.

Perdió en control frente a aquella empresa de prestigió y lanzo el aparato a la gran pileta que estaba al frente. Estaba a punto de entrar en crisis. Lo único que deseaba en ese momento era escuchar la voz de Rella y ni eso podía. Miró sus ropas, realmente se veía ridículo con las ropas de Rella, le quedaban muy pegadas, pero no había otra alternativa, solo tenía un juego de ropa: aquel con el que salió del departamento cuando se peleó con su padre. Aquel polo rosa, sólo podía quedarle bien a su princesa, aquellos pantalones pegados también. Las miradas de quienes lo rodeaban eran muy evidentes al verlo con aquellas ropas. Encima tenía que tomar el bus y lo peor de todo es que se había perdido y no sabía cuál tomar para volver a casa de la princesa.

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-¿Eh?- Heechul entró en pánico al no tener respuesta del otro lado del teléfono- Demonios… ¡Viejo maldito!- gritó en medio del aula de profesores a lo que muchos de ellos voltearon a verlo con reproche- Lo siento- hizo muchas venias mientras corría fuera del salón- Demonios… yo que te quería escuchar my love…- mirando triste su celular.
-¿El profesor Kim tiene novia?- preguntó un alumno con sonrisa pícara- ¿Es bonita? Cuénteme profesor Kim…- se le acercó mucho mientras lo tomaba del brazo.
-¿Qué es esto? Respétame, sé que no soy como los demás viejos que te enseñan pero tampoco es para que me trates así alumno… lo sé, parezco de su salón pero aún así debes respetarme…- dicho esto se soltó del menor y caminó hacia su aula asignada. Para su suerte, le había tocado ser el tutor del salón de Taemin y todos aquellos chicos eran muy amables con él, todos menos aquel con el que minutos antes había hablado. Aquel chico, desde que lo vio entrar tomó demasiada confianza y eso era algo que no le agradaba mucho a la princesa. Sabía muy bien que esos ojos brillantes y esas sonrisas pícaras delataban al adolescente: estaba enamorado de él. Y eso le traería demasiados problemas.- Buenos días chicos- entró cambiando su actitud.- Taeminie, digo delegado, haga los saludos…

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La mañana era hermosa y aquella estación aún más, habían quedado en verse en aquel parque que también era muy hermoso. La rosa se miró en el espejo de mano que tenía y arregló un poco su cabello. Seguían siendo amigos, los mejores. Pero no podía detener sus sentimientos hacia Jay, intentaba pero no lo lograba. Cada vez que se veían para comer o pasear, no podía evitar demorarse mucho arreglándose, no podía contener ese vacío en su estómago. No podía, simplemente no podía detener a su agitado corazón.

-Lo siento, llego tarde- gritó Jay Kim, corriendo apresurado donde Rose- Lo siento… yo que odio la impuntualidad…- se disculpó
-Descuida, acabo de llegar…- sonrió el rubio mientras se paraba para saludar a su agitado amigo- ¿A dónde iremos hoy?- preguntó con una enorme sonrisa
-Es una sorpresa…- sonrió Jay- Cierto…- se aceró a la mejilla de Rose y depositó un suave beso sobre ella- Dicen que en España se saludan así…- explicó observando como el otro se ponía colorado- Es que… hoy…- se puso nervioso- hoy iremos a comer comida española… quise… - intentaba explicarse, a lo que Rose solo sonrió y le devolvió el gesto. Se acercó lentamente al rostro de Jay Kim, haciendo que este se ponga rojo de pies a cabeza, y besó su mejilla.
-Hola al estilo español…- sonrió la rosa antes de empezar a caminar hacia la moto de Jay- ¿Iremos en moto?
-No…- Jay le dio el alcance y le tomó de la mano- ven, está muy cerca de aquí
-Pero la moto…- Rose intentaba calmar sus latidos al sentir la piel del otro
-No le va a pasar nada, además tiene seguro.- sonrió Jay.

Una vez en aquel restaurante de comida española, ambos ordenaron el desayuno del día. Conversaron un poco sobre todo y pasaron un gran momento como amigos. Pese a que siempre se acariciaban y que ambos ya sentían más que amistad, ninguno se atrevía a hablar del tema. Rose tenía miedo a la reacción del otro, sentía que no podría vivir si perdía esa amistad tan especial que tenían. Por otro lado Jay, ya estaba seguro de sus sentimientos, pero tenía miedo de que fuera demasiado tarde para pedirle al otro que sea su novio. No había muchos clientes en aquel lugar, pero los pocos que estaban ahí no pudieron evitar enviarle bebidas y dulces a la “preciosa señorita” que acompañaba a Jay. Al recibir el primer regalo que recibió de un chico de la mesa de al lado, Rose no pudo evitar reírse como loco y le envió una mensaje en el que le agradecía la bebida pero que no era una chica. Jay se rió con su amigo, ante la cara de espanto del otro. Pero luego vinieron más y más regalos; algo que de alguna forma, empezó a molestar a Jay.

-Que difícil es salir contigo… todos se enamoran de ti…- luego de decir esto, Jay se perdió en sus pensamientos, comparó; por más que no quería hacerlo, terminó comparando mentalmente a Rose con Rella. Sucedía lo mismo con Cinderella cuando salían, la diferencia es que Rella nunca aceptaba los regalos porque eran novios y Rose si los recibía porque solo eran amigos y tenía derecho a estar con cualquier otra persona- problemático… problemático- bromeó para ocultar su nostalgia y preocupación.
-¿Te enoja?- preguntó preocupado- Bueno, pensé que sería mejor si mis fans nos alimentan, pero si lo deseas los rechazo todos…- mirando al mesero- por favor dígales a todos esos señores que gracias pero que no me interesa comer… además engordaré- le guiñó el ojo a Jay Kim- Listo.- sonrió divertido- apuesto a que tu también tienes fans…- sonrió de nuevo ante la seriedad del otro- Ok… ok. Lo siento…- le tomó de la mano para hacer que el otro lo mire- Lo sien…- no terminó de hablar ya que Jay se lanzó a robarle un beso, suave, delicado, verdadero.- Jay…- susurró cuando se separaron- nos están viendo…
-Que nos envidien…- susurró antes de volver a besarlo.

***

Se sentía solo, pero sabía que no estaba solo. Kangin miró triste la correspondencia. Tenía una nueva carta de Leeteuk. La abrazó fuertemente mientras caminaba hacia su departamento. Dos años serían demasiado largos para él, pero nada podían hacer, ambos amaban a su país.

-Ay…- chilló alarmado Sungmin al notar que Kangin pasaba por su lado golpeándolo- Bruto- le sacó la lengua- Cierto… no te hablo porque quiero eh…- le gritó- Mándale saludos a Teukie ¿Si?- dicho esto siguió su camino. Kangin prácticamente lo ignoró y siguió su camino. Una vez en su casa se sentó en el sofá y abrió delicadamente aquella carta. Sus ojos se llenaron de lágrimas con forme iba leyendo las palabras de su Teukie. Suspiró lentamente mientras volvía a leer la carta. Lo extrañaba en exceso y sentía que se volvería loco.

**

-Hola…- le sonrió Zhou Mi a Junho al encontrarlo en la terraza- ¿Vienes muy a menudo aquí? Este es mi lugar favorito…- le confesó mientras tendía su ropa- Es muy tranquilo, más a esta hora, en la que el sol brilla mucho…- le sonrió a lo que el otro solo le miró serio- ¿Has almorzado ya?- le preguntó mientras se acercaba- Cierto, aún es temprano… iré a cocinar comida china pero es aburrido comer solo…- le sonrió de nuevo, logrando que el otro se sonroje un poco- ¿No quieres comer conmigo?
-Aigo… tu sí que eres un fácil…- comentó Sungmin desde la puerta de la terraza- es decir a mi me dices resbaloso y tú te acuestas con todo el edificio…- cruzándose de bazos.- amenazó con la mirada al chino- Este gemelo es mi amigo… ni pienses en tocarlo con tus artimañas…
-¿Por qué hablas sin saber?- preguntó Junho- ¿Desde cuándo somos amigos? Tu y yo solo crecimos juntos, el que es tu amigo es Junsu… no creas que somos iguales…- se enojó demasiado- Gracias por la invitación, pero de repente se me han quitado las ganas de comer…- dicho esto se marchó muy enojado.
-Ay y yo qué le he hecho… yo que pensaba que éramos amigos…- hizo puchero el conejo rosa a lo que el otro sonrió divertido- ¿Te alegras de mi desgracia?
-No, sino que ese gesto ha sido muy gracioso…- le contestó muy tranquilo- Sungmin ¿Puedo preguntarte algo?- en tono serio, el conejo le miró confundido pero luego asintió con la cabeza- ¿Podemos ser amigos? Creo que tu y yo nos llevaríamos bien, creo que es hora de olvidar todo lo que sucedido… yo he empezado a olvidar a Kyuhyun… creo que él te ama a ti y por mi está bien…- sonrió nervioso
-Yo también creo que pudimos ser buenos amigos, pero cómo olvidar todo el dolor que nosotros tres hemos causado… es difícil, para mi es difícil olvidar. He callado durante tanto mi dolor…- bajó la cabeza- va a ser difícil, porque aunque tú digas que ya no sientes nada por Kyu; él sigue confundido… tú y yo nunca dejaremos de ser rivales…
-Que seamos rivales no implica que no podamos evitarnos el drama y que nos llevemos bien… quizás conociéndonos mejor podríamos entender qué es lo que tiene él otro para generar confusión en Kyu…

Sungmin no respondió nada, caminó hasta el borde de la terraza y se sentó ahí a sentir el viento en su rostro. Zhou Mi dejó de lado sus cosas y lo imitó, quizás sería difícil pero debían intentarlo. Zhou quería perdonar a Sungmin, quería perdonarse, quería olvidar definitivamente a Kyu. “Seremos buenos amigo ¿Verdad?” preguntó Sungmin empezando a llorar. “Lograremos superar este triángulo amoroso… Estoy dejándote el camino libre, sé feliz con él, por favor” le contestó Zhou Mi.

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Finalmente llegó el Domingo, todos se reunieron en la terraza para celebrar el cumpleaños de Ryeo; no todos porque Yesung no estaba. Al principio todo fue muy tenso porque Jay Kim llegó con Rose y Rella y Siwon se asustaron pensando que quizás algo podía suceder, pero al verlos como una pareja ambos entendieron que los problemas con Jay, eran ya cosa del pasado. Shindong llevó a su nueva novia, que en realidad era la única chica en aquel lugar. Junsu y Eun jugaban con unos videojuegos portátiles mientras Zhou Mi, Henry y Sungmin preparaban la comida. A Kyu casi le da un infarto cuando vio a esos dos llevarse bien. Desde que lo vio, Sungmin empezó a ignorar a Kyu, seguía dolido y no se le quitaría tan fácilmente. Kangin estaba sentado en una esquina, grabando todo para luego enviárselo a Teukie. Hannie conversaba con Ryeo que no cambiaba su expresión triste, ver a todos menos a Yesung lo hacía sentirse demasiado mal. A penas y escuchaba lo que decía el chino. Taemmin y Minho jugaban a tomarse fotos con todos, primero con Rose y Jay Kim y luego Taemin corrió donde Heechul. Después de todo se habían hecho muy cercanos con el trabajo de la princesa.

-Profesor Kim- le dijo en tono de broma
-Ay no me digas así, me siento viejo- contestó Heechul tocándose el rostro con una mueca muy graciosa
-Profesor Kim ¿Nos tomamos una foto?- preguntó muy educadamente Minho
-Kyaaaaaaa- Heechul abrazó a Siwon- Parece tu hijo… así todo educadito, dime ¿Eres un niño rico?- bromeó a lo que Siwon miró enojado a la princesa
-Sí, el papá de Minho tiene mucho dinero- contestó Taemin- Heechul tu eres mi appa y Siwon es el appa de Minho- abrazando a su perfecto novio- ¡Tendremos matrimonios dobles!
-Tae…- Rose se acercó- ¿Crees que voy a dejar que te cases antes que yo?- le regaño- estás muy chiquito para eso…
-Hyung, mi padre dice que está bien por él si nos casamos cuando acabemos el colegio- sonrió Minho a lo que Siwon lo miró sorprendido, por unos minutos sintió envidia de no tener un padre así.
-Descuida amor…- Heechul le tomó de la mano y le susurró al oído- Pobres o no, con apoyo o no… se trata de tu y yo ¿No?- besando su cuello, a lo que el más alto sonrió ampliamente.

De repente, Ryeowook salió corriendo de la reunión, dejando a todos muy preocupados. Hannie, quien había estado conversando con él solo dijo que Yesung lo había llamado por teléfono. Todos se preocuparon aún más, pero a lo mejor debían dejar que ellos solos se arreglen. La fiesta continuó hasta que Kibum apareció con Donghae. Heechul y Jay Kim se miraron asustados, pese a que no habían pasado de un saludo formal, ver a Donghae integrarse de nuevo al grupo de amigos les generaba cierto miedo. Kibum tomó de la mano a Donghae y lo hizo entrar, él tampoco sabía cómo comportarse, menos volviendo a ver a Jay y Rella. Siempre pensó que esos dos nunca se separarían pero ahora ambos estaban con diferentes parejas. Ya conocía a Siwon, pero no a la nueva pareja de Jay. Los saludo indiferente y se sentó con Shindong y su novia mientras Kibum conversaba con Rella sobre la desaparición de Ryeo.

-No sabía que tú también eras gay- comento la novia de Shindong- Lo digo porque siempre te he visto con esos chicos que tienen una fama…- le bromeó a lo que Shindong le tomó de la mano para hacerla callar.-¿Estás experimentando o estás saliendo en serio con Bumie? Mira que es un gran amigo mío y no me gustaría que lo lastimen…- explicó la chica.
-No estamos saliendo, somos amigos…- dijo Donghae con una enorme sonrisa en los labios. Kibum que acababa de regresar de conversar con Rella, se quedó estático ante aquellas palabras. Quiso llorar pero se mantuvo sereno y pretendió estar bien.- ¿Volviste?- Donghae intentó abrazarlo
-No lo hagas- le dijo algo serio- esta es una reunión gay, los únicos heterosexuales aquí son Shindong y tú, así que puedes ser malentendido… mejor evitemos las muestras de afecto aquí…- dicho esto se sentó al lado de la novia de Shindong y comenzó a conversar con ellos sobre la universidad.

Continuará…

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