Titulo: Freedom
Capitulo: 06
Fandom: Super Junior, Miyavi
Parejas: Sichul / Michul
Clasificación: Angst
Advertencia: Si no te gusta el yaoi (Chico x Chico) es mejor que no leas este serial. No copies este fanfic, si deseas compartirlo en otro lugar, pide permiso al autor y coloca los créditos correspondientes.
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Capitulo 6:
La lluvia era cruel y no perdonaba la tarde, todo Corea estaba lleno de esa esencia depresiva, parecía que todos los habitantes de aquel lugar sufrían, como si se tratara de algún país de personas depresivas. O quizás era así cómo lo veían los ojos de Miyavi. Desde aquella noche Rella había cambiado un poco. En realidad no mucho, solo que sus ojos siempre amanecían hinchados, como si llorara por las noches mientras el príncipe punk dormía. Una noche Miyavi se quedó despierto y cerró los ojos pretendiendo estar dormido, entonces escuchó los sollozos de su princesa, le dolió pero no había algo que pueda hacer. De repente los pensamientos de Miyavi se nublaron y dio vuelta en u, si había algo que podía hacer. Pisó el acelerador y tras hacer algunas llamadas iba en camino a la casa de Siwon. Una vez frente a aquel lugar pudo divisar que una silueta se paseaba debajo de la lluvia en el inmenso jardín. Se apresuró, corrió y detuvo a aquel personaje. Debían hablar.
- Choi-san...- dijo estando detrás del otro- creo que debemos hablar...- Siwon volteó a ver quien lo llamaba, parecía una voz familiar, era un acento distinto al coreano- Soy Miyavi, creo que no nos han presentado, sin embargo sabemos el uno del otro. O ¿Me equivoco?- el coreano asintió con la cabeza y en silencio le hizo una venia- ¿Qué le has hecho a Heechul?- preguntó directamente el japonés, su coreano no era muy fluido de modo que esto contribuyó a sus palabras atolondradas- repito, ¿Qué le has hecho a mi novio?- ante el silencio del otro Miyavi se agitó y lo golpeó- ¿Qué demonios le has hecho?-Siwon perdió su mirada en algún punto del piso, sentía vergüenza, su labio partido no representaba dolor alguno, dolía más su error.- ¿Pretendes que te mate a golpes? Te equivocas, no me ensuciaré más- dijo Miyavi limpiándose las manos para luego intentar inútilmente detener la lluvia que no lo dejaba ver bien a su oponente- ¿Planeas estar en silencio toda la vida?
- Lo amo...- dijo Siwon- Lo amo...- mirando desafiante al japonés- Lo amo como no tienes idea...- miró sus manos para luego limpiar la sangre de su labio- Lo amo... y no tengo por qué darte explicaciones de nada...
- Te equivocas... si lo amas ¿Por qué el llora de noche?... déjalo ir... déjame amarlo, yo no lo lastimaré... sal de sus pensamientos, de sus sueños... deja que sea solo mío...- dijo lentamente Miyavi mientras bajaba la cabeza para contener las lagrimas- déjalo ya en paz...
- No le he hecho nada... solo lo he amado y lo seguiré haciendo incluso si tu terminas de robármelo... – Siwon se dio media vuelta antes de empezar a caminar hacia la puerta de su casa, pero se detuvo en seco y se apresuró a golpear a Miyavi en el mismo lugar donde el había recibido el puñetazo - Eso es solo por compromiso.. golpe por golpe. La pelea no será tan primitiva... pero prepárate Miyavi, Heechul siempre ha sido mío... siempre lo será... tu solo representas una piedra en nuestro... incluso antes de que lo conocieras, el ya era mío...- agregó Siwon antes de entrar a su casa.
El japonés limpió su labio y en lugar de generar un gesto de dolor, se dibujó una sonrisa en sus labios. Había logrado su cometido. Caminó hasta su auto y volvió a su departamento. Pronto todo estaría peor, mucho estaba por suceder y debía ser fuerte. Si algo había aprendido en Corea era a amar.
En otro lugar de Corea un joven sumido en sus pensamientos reposaba al lado de un cachetón, habían vuelto, pero ¿Sería Kibum capaz de sanar su corazón? Los ojos de Donghae estaban en blanco, totalmente clavados en el techo de la habitación del otro, mientras que este se aferraba fuertemente a su cuerpo. Como si tratará de retenerlo a su lado, como si tratará de hacer lo mismo con el corazón de Dongie. El cachetón le susurró palabras de amor al oído pero parecía que su compañero no lograba escucharlas. Se acercó un poco a su frente y la besó. Kibum esperaría todo el tiempo posible hasta que esos ojos lo miren, hasta que esos oídos lo escuchen, hasta que ese corazón lo ame de nuevo.
Aquella lluvia le traía muchos recuerdos. Como cuando solía caminar de la mano con Siwon debajo de ella. Era muy lindo en aquel entonces, la primera vez que se besaron fue debajo de la lluvia. Acababan de hacer una presentación y habían ido a tomar unos tragos a casa de Siwon, de repente empezó a llover y todos corrieron hacia la sala pero al quedarse solos; Siwon lo jaló hacia sí y susurrándole al oído “Saranghae” lo abrazó fuertemente. Luego de unos segundos escuchando los latidos de su corazón, en medio del abrazo, se besaron. Los demás super juniors lo celebraron desde la sala, gritaron y se alborotaron. Todos sabían en aquel entonces de la terrible atracción que sentían esos dos. Siwon siempre buscaba tocar a Heechul, ya sea en presentaciones, entrevistas o grabaciones. Siempre buscaba estar pegado a el como un chicle. Buscaba el contacto físico con la princesa que siempre lo tomaba a la broma por culpa de sus nervios. Pero ese día, fue definitivo. Ese día no había cámaras, ni reflectores, ni fans. Ese día solo eran dos hombres que estaban terriblemente enamorados, solo dos personas que se besaron bajo la lluvia. Una fría lagrima apareció en los ojos de Heechul al recordar aquel primer beso que pensó haber olvidado. No secó la lagrimas, la dejó descender hasta que se extinguió en la comisura de sus labios, la dejó caer para sentir así que aún estaba vivo.
Mientras la tarde avanzaba, dos sujus que estaban conversando en el estudio empezaban a conocerse más, un extraño sentimiento los invadió. Kyu bajó la mirada ante la enorme sonrisa de Zhou Mi, aquel día había descubierto que su sonrisa era hermosa. Aquel día había descubierto, en unas cuantas horas, que Zhou era irremediablemente lindo, atento, ingenuo; alguien realmente adorable. Su corazón empezó a acelerarse cuando el otro se le acercó para mostrarle unas fotos de China. Quiso mirar las fotos pero sus ojos se habían enamorado de aquellos labios. Quiso escuchar lo que el otro decía pero solo quería sellar aquellos labios con un beso. Los minutos se hicieron lentos y parecía que el tiempo estaba por detenerse. Su corazón latía cada vez más fuerte; no pudo más y tomando de la mano a Zhou Mi, quien lo miraba sonrojado, lo besó. Luego de separarse sus miradas lo decían todo, el beso y los sentimientos fueron correspondidos. Una nueva pareja nacía bajo la lluvia de aquella tarde.
Estuvo sentado durante dos horas en el mismo lugar, no podía pensar, lo único que quería era ir a pedir perdón. No era de los que se precipitaban, usualmente no era así. Era alguien que siempre lo pensaba todo antes de hacerlo. Así solía ser Siwon, hasta que terminaron, una vez que sucedió se precipitó a dormir con Donghae y Zhou Mi. Se había convertido el alguien totalmente diferente al Choi Siwon que todos conocían. Quizás se volvió loco tras la ruptura, pero en sí no tenía derecho, pues quien terminó fue el. El pidió tiempo, entonces sus ojos se iluminaron, ellos nunca terminaron en sí. Ellos solo decidieron darse un tiempo. Su corazón se afligió, pensó en que quizás para ese momento su princesa estaba en los brazos de Miyavi. No le importó estar aún mojado, tomó sus llaves y se apresuró hasta el departamento de Heechul. Tocó la puerta repetidas veces, no había nadie al parecer. Tocó durante unos minutos más hasta que escuchó pasos cerca de la puerta y la voz de Heechul preguntó por Miyavi. Se mantuvo en silencio de lo contrario no le abriría la puerta. Para cuando el mayor abrió la puerta, Siwon no lo soportó más y saltó a abrazarlo. “Saranghae...” le susurró, arrancándole una lagrima. El celular que traía en la mano se cayó al suelo, dejando a la vista que había estado tratando de ubicar a su príncipe punk. Por alguna razón desde hace dos horas no le contestaba. No lograba ubicarlo y estaba muy preocupado. No pudo evitarlo, el abrazo de Siwon era muy fuerte y sus brazos extrañaban ese cuerpo, lentamente guió sus brazos hacia la cintura del más alto y en silencio empezó a llorar con más intensidad. Se quedaron abrazados por unos minutos más y cuando Heechul intentó liberarse del abrazó descubrió que alguien los observaba. Era Miyavi.
Continuará...
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Capitulo 6:
La lluvia era cruel y no perdonaba la tarde, todo Corea estaba lleno de esa esencia depresiva, parecía que todos los habitantes de aquel lugar sufrían, como si se tratara de algún país de personas depresivas. O quizás era así cómo lo veían los ojos de Miyavi. Desde aquella noche Rella había cambiado un poco. En realidad no mucho, solo que sus ojos siempre amanecían hinchados, como si llorara por las noches mientras el príncipe punk dormía. Una noche Miyavi se quedó despierto y cerró los ojos pretendiendo estar dormido, entonces escuchó los sollozos de su princesa, le dolió pero no había algo que pueda hacer. De repente los pensamientos de Miyavi se nublaron y dio vuelta en u, si había algo que podía hacer. Pisó el acelerador y tras hacer algunas llamadas iba en camino a la casa de Siwon. Una vez frente a aquel lugar pudo divisar que una silueta se paseaba debajo de la lluvia en el inmenso jardín. Se apresuró, corrió y detuvo a aquel personaje. Debían hablar.
- Choi-san...- dijo estando detrás del otro- creo que debemos hablar...- Siwon volteó a ver quien lo llamaba, parecía una voz familiar, era un acento distinto al coreano- Soy Miyavi, creo que no nos han presentado, sin embargo sabemos el uno del otro. O ¿Me equivoco?- el coreano asintió con la cabeza y en silencio le hizo una venia- ¿Qué le has hecho a Heechul?- preguntó directamente el japonés, su coreano no era muy fluido de modo que esto contribuyó a sus palabras atolondradas- repito, ¿Qué le has hecho a mi novio?- ante el silencio del otro Miyavi se agitó y lo golpeó- ¿Qué demonios le has hecho?-Siwon perdió su mirada en algún punto del piso, sentía vergüenza, su labio partido no representaba dolor alguno, dolía más su error.- ¿Pretendes que te mate a golpes? Te equivocas, no me ensuciaré más- dijo Miyavi limpiándose las manos para luego intentar inútilmente detener la lluvia que no lo dejaba ver bien a su oponente- ¿Planeas estar en silencio toda la vida?
- Lo amo...- dijo Siwon- Lo amo...- mirando desafiante al japonés- Lo amo como no tienes idea...- miró sus manos para luego limpiar la sangre de su labio- Lo amo... y no tengo por qué darte explicaciones de nada...
- Te equivocas... si lo amas ¿Por qué el llora de noche?... déjalo ir... déjame amarlo, yo no lo lastimaré... sal de sus pensamientos, de sus sueños... deja que sea solo mío...- dijo lentamente Miyavi mientras bajaba la cabeza para contener las lagrimas- déjalo ya en paz...
- No le he hecho nada... solo lo he amado y lo seguiré haciendo incluso si tu terminas de robármelo... – Siwon se dio media vuelta antes de empezar a caminar hacia la puerta de su casa, pero se detuvo en seco y se apresuró a golpear a Miyavi en el mismo lugar donde el había recibido el puñetazo - Eso es solo por compromiso.. golpe por golpe. La pelea no será tan primitiva... pero prepárate Miyavi, Heechul siempre ha sido mío... siempre lo será... tu solo representas una piedra en nuestro... incluso antes de que lo conocieras, el ya era mío...- agregó Siwon antes de entrar a su casa.
El japonés limpió su labio y en lugar de generar un gesto de dolor, se dibujó una sonrisa en sus labios. Había logrado su cometido. Caminó hasta su auto y volvió a su departamento. Pronto todo estaría peor, mucho estaba por suceder y debía ser fuerte. Si algo había aprendido en Corea era a amar.
En otro lugar de Corea un joven sumido en sus pensamientos reposaba al lado de un cachetón, habían vuelto, pero ¿Sería Kibum capaz de sanar su corazón? Los ojos de Donghae estaban en blanco, totalmente clavados en el techo de la habitación del otro, mientras que este se aferraba fuertemente a su cuerpo. Como si tratará de retenerlo a su lado, como si tratará de hacer lo mismo con el corazón de Dongie. El cachetón le susurró palabras de amor al oído pero parecía que su compañero no lograba escucharlas. Se acercó un poco a su frente y la besó. Kibum esperaría todo el tiempo posible hasta que esos ojos lo miren, hasta que esos oídos lo escuchen, hasta que ese corazón lo ame de nuevo.
Aquella lluvia le traía muchos recuerdos. Como cuando solía caminar de la mano con Siwon debajo de ella. Era muy lindo en aquel entonces, la primera vez que se besaron fue debajo de la lluvia. Acababan de hacer una presentación y habían ido a tomar unos tragos a casa de Siwon, de repente empezó a llover y todos corrieron hacia la sala pero al quedarse solos; Siwon lo jaló hacia sí y susurrándole al oído “Saranghae” lo abrazó fuertemente. Luego de unos segundos escuchando los latidos de su corazón, en medio del abrazo, se besaron. Los demás super juniors lo celebraron desde la sala, gritaron y se alborotaron. Todos sabían en aquel entonces de la terrible atracción que sentían esos dos. Siwon siempre buscaba tocar a Heechul, ya sea en presentaciones, entrevistas o grabaciones. Siempre buscaba estar pegado a el como un chicle. Buscaba el contacto físico con la princesa que siempre lo tomaba a la broma por culpa de sus nervios. Pero ese día, fue definitivo. Ese día no había cámaras, ni reflectores, ni fans. Ese día solo eran dos hombres que estaban terriblemente enamorados, solo dos personas que se besaron bajo la lluvia. Una fría lagrima apareció en los ojos de Heechul al recordar aquel primer beso que pensó haber olvidado. No secó la lagrimas, la dejó descender hasta que se extinguió en la comisura de sus labios, la dejó caer para sentir así que aún estaba vivo.
Mientras la tarde avanzaba, dos sujus que estaban conversando en el estudio empezaban a conocerse más, un extraño sentimiento los invadió. Kyu bajó la mirada ante la enorme sonrisa de Zhou Mi, aquel día había descubierto que su sonrisa era hermosa. Aquel día había descubierto, en unas cuantas horas, que Zhou era irremediablemente lindo, atento, ingenuo; alguien realmente adorable. Su corazón empezó a acelerarse cuando el otro se le acercó para mostrarle unas fotos de China. Quiso mirar las fotos pero sus ojos se habían enamorado de aquellos labios. Quiso escuchar lo que el otro decía pero solo quería sellar aquellos labios con un beso. Los minutos se hicieron lentos y parecía que el tiempo estaba por detenerse. Su corazón latía cada vez más fuerte; no pudo más y tomando de la mano a Zhou Mi, quien lo miraba sonrojado, lo besó. Luego de separarse sus miradas lo decían todo, el beso y los sentimientos fueron correspondidos. Una nueva pareja nacía bajo la lluvia de aquella tarde.
Estuvo sentado durante dos horas en el mismo lugar, no podía pensar, lo único que quería era ir a pedir perdón. No era de los que se precipitaban, usualmente no era así. Era alguien que siempre lo pensaba todo antes de hacerlo. Así solía ser Siwon, hasta que terminaron, una vez que sucedió se precipitó a dormir con Donghae y Zhou Mi. Se había convertido el alguien totalmente diferente al Choi Siwon que todos conocían. Quizás se volvió loco tras la ruptura, pero en sí no tenía derecho, pues quien terminó fue el. El pidió tiempo, entonces sus ojos se iluminaron, ellos nunca terminaron en sí. Ellos solo decidieron darse un tiempo. Su corazón se afligió, pensó en que quizás para ese momento su princesa estaba en los brazos de Miyavi. No le importó estar aún mojado, tomó sus llaves y se apresuró hasta el departamento de Heechul. Tocó la puerta repetidas veces, no había nadie al parecer. Tocó durante unos minutos más hasta que escuchó pasos cerca de la puerta y la voz de Heechul preguntó por Miyavi. Se mantuvo en silencio de lo contrario no le abriría la puerta. Para cuando el mayor abrió la puerta, Siwon no lo soportó más y saltó a abrazarlo. “Saranghae...” le susurró, arrancándole una lagrima. El celular que traía en la mano se cayó al suelo, dejando a la vista que había estado tratando de ubicar a su príncipe punk. Por alguna razón desde hace dos horas no le contestaba. No lograba ubicarlo y estaba muy preocupado. No pudo evitarlo, el abrazo de Siwon era muy fuerte y sus brazos extrañaban ese cuerpo, lentamente guió sus brazos hacia la cintura del más alto y en silencio empezó a llorar con más intensidad. Se quedaron abrazados por unos minutos más y cuando Heechul intentó liberarse del abrazó descubrió que alguien los observaba. Era Miyavi.
Continuará...
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