Titulo: Freedom
Capitulo: 08
Fandom: Super Junior, Miyavi
Parejas: Sichul / Michul
Clasificación: Angst
Advertencia: Si no te gusta el yaoi (Chico x Chico) es mejor que no leas este serial. No copies este fanfic, si deseas compartirlo en otro lugar, pide permiso al autor y coloca los créditos correspondientes.
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Capitulo 8:
Habían pasado algunas horas luego de aquello. El llanto de su ex enamorado atormentaba sus recuerdos y en medio de su desesperación se encontró perdido en una ciudad que no conocía. Perdido en sus sentimientos, abrumado por todo aquello que deseaba borrar de sus memorias. Miyavi llevó sus manos temblorosas hacia su rostro: había tanto que ocultar, tanto que callar. Como si se tratase de un dorama la lluvia empezó a intensificarse, esta vez no importó si su cabello se arruinaba; o si su maquillaje se corría. Aquel día quería estar solo y llorar su derrota. Caminó como pudo y cuando por fin logró encontrar un sitio donde pasar la noche se dejó caer en aquella cama de habitación matrimonial. ¿Cuándo sanarían sus heridas? Dolían tanto que ya se sentía desahuciado. A pesar de que fuera de aquella habitación había un frío que mataba a cualquier corazón, dentro de aquel lugar estaba tibio, el aire se condensaba de manera algo exagerada y el silencio total lograba que se pueda escuchar la leve respiración de quien estaba esparcido en aquella cama. Inmóvil, con el rostro pálido y unas cuantas lagrimas que mojaban sus lagrimas; creando un recorrido melancólico de sus ojos rasgados hasta su pequeña boca.
En otro lugar de aquella ciudad, un Siwon caminaba algo confundido. No hubo besos ni nada que pudiera hacer que el otro se enoje, entonces ¿Por qué su princesa lo había culpado de su rompimiento con Miyavi? El no había hecho nada en sí, solo decir la verdad. Solo dejarse arrebatar por sus sentimientos. Por primera vez no pensó en nada y se dejó envolver por esa dulce locura que provocaba Kim Heechul en el. En medio de sus pensamientos, el coreano, llegó a pensar que en otro contexto Miyavi y el pudieron haber llegado a ser buenos amigos. Pero lamentablemente estaban rivalizados estúpidamente por Heechul. Uno era el pasado y otro el presente. Pero ninguno lograba entender cual de los dos sería el futuro. Ninguno se sentía ganador del corazón de cenicienta. Ambos creían que elegiría al otro. Ambos se subestimaban de sobre manera.
Asimismo, en su habitación Heechul abrazaba su almohada inundado en lágrimas, mordía de rabia aquella tela. Dolía su corazón y no conseguía descifrar por qué se sentía así. Por perder a Miyavi o por no poder perdonar a Siwon. Sus manos temblaban un poco producto de todo aquello que llevaba dentro. Sus ojos a penas y se distinguían en el entorno rojo que los rodeaba. Estaba llorando como nunca antes. Su celular estaba en silencio, y se iluminaba constantemente pues el caballo no dejaba de llamarle. Lo mantenía prendido por si su Yavi lo llamaba. Miraba en silencio mientras observaba como parpadeaba en la oscuridad de la habitación. No pensaba contestar aquel llamado. Su corazón dolía: quizás era tarde. Rella se dio media vuelta y pretendió dormir; se sentía desdichado, culpable. ¿El único que saldría herido sería Miyavi? ¡Quién había mentido tan cruelmente? ¿Quién dijo que Heechul nunca lograría olvidar a Siwon? ¿Quién? Manteniendo los ojos cerrados dejó que sus labios suelten un leve, y casi invisible, suspiro. Luego de esto el sueño lo invadió y terminó por no ver un llamada que provenía de un hotel.
No contestó su llamado, y solo lo llamó una vez; tenía miedo a seguir intentándolo: quizás solo lo hacía para decir que si le había avisado. Nunca antes su ego hacía sido tan lastimado. Se sentía el perdedor más grande del mundo. Sus ojos se volvieron a llenar de lagrimas cuando miró que el reloj marcaba la hora de partir a su país. Se apresuró a cubrirlos con gafas oscuras y caminó lento como esperando que alguien lo detenga. Volteo varias veces a mirar la puerta. No había nadie ahí. Salvo miles de reporteros que pasaban en vivo la partida del cantante japonés. Miyavi caminó hasta ellos y les dio una breve entrevista.
- Señor Miyavi, ¿nos deja tan rápido?- preguntó algo nerviosa la reportera- ¿Ha terminado la producción de su primer álbum en coreano?-Miyavi sonrió a la cámara y luego bajó la cabeza algo nervioso- es repentina su salida, ¿No es así?- Miyavi asintió con la cabeza algo incómodo- ¿Qué pasará con su relación con Kim Heechul?
- Nosotros ya no estamos saliendo…- dijo algo serio. Yesung que miraba atónito la televisión corrió a avisarle a Heechul. Este alcanzó a escuchar cuando la reportera volvía a insistir en el tema.
- Pero, ¿Cuándo, cómo, dónde, se puede saber el por qué de su ruptura?- Miyavi sonrió ampliamente y negó con la cabeza.- ¿No puede hablar de su vida privada?
- Prefiero no tocar ese tema… es algo privado como tu lo dices…- mirando a la cámara e intentando sonreír- hemos quedado como buenos amigos. El sabe que lo quiero mucho… Kim Heechul, lo sabes, ¿No?- Heechul no terminó de escuchar las demás preguntas. Tomó sus llaves y salió corriendo del departamento. Necesitaban hablar. Definitivamente necesitaban hacerlo. Sentía que su corazón iba a explotar en cualquier momento. Para cuando llegó al aeropuerto. El avión de Miyavi ya había partido.
Continuará…
Habían pasado algunas horas luego de aquello. El llanto de su ex enamorado atormentaba sus recuerdos y en medio de su desesperación se encontró perdido en una ciudad que no conocía. Perdido en sus sentimientos, abrumado por todo aquello que deseaba borrar de sus memorias. Miyavi llevó sus manos temblorosas hacia su rostro: había tanto que ocultar, tanto que callar. Como si se tratase de un dorama la lluvia empezó a intensificarse, esta vez no importó si su cabello se arruinaba; o si su maquillaje se corría. Aquel día quería estar solo y llorar su derrota. Caminó como pudo y cuando por fin logró encontrar un sitio donde pasar la noche se dejó caer en aquella cama de habitación matrimonial. ¿Cuándo sanarían sus heridas? Dolían tanto que ya se sentía desahuciado. A pesar de que fuera de aquella habitación había un frío que mataba a cualquier corazón, dentro de aquel lugar estaba tibio, el aire se condensaba de manera algo exagerada y el silencio total lograba que se pueda escuchar la leve respiración de quien estaba esparcido en aquella cama. Inmóvil, con el rostro pálido y unas cuantas lagrimas que mojaban sus lagrimas; creando un recorrido melancólico de sus ojos rasgados hasta su pequeña boca.
En otro lugar de aquella ciudad, un Siwon caminaba algo confundido. No hubo besos ni nada que pudiera hacer que el otro se enoje, entonces ¿Por qué su princesa lo había culpado de su rompimiento con Miyavi? El no había hecho nada en sí, solo decir la verdad. Solo dejarse arrebatar por sus sentimientos. Por primera vez no pensó en nada y se dejó envolver por esa dulce locura que provocaba Kim Heechul en el. En medio de sus pensamientos, el coreano, llegó a pensar que en otro contexto Miyavi y el pudieron haber llegado a ser buenos amigos. Pero lamentablemente estaban rivalizados estúpidamente por Heechul. Uno era el pasado y otro el presente. Pero ninguno lograba entender cual de los dos sería el futuro. Ninguno se sentía ganador del corazón de cenicienta. Ambos creían que elegiría al otro. Ambos se subestimaban de sobre manera.
Asimismo, en su habitación Heechul abrazaba su almohada inundado en lágrimas, mordía de rabia aquella tela. Dolía su corazón y no conseguía descifrar por qué se sentía así. Por perder a Miyavi o por no poder perdonar a Siwon. Sus manos temblaban un poco producto de todo aquello que llevaba dentro. Sus ojos a penas y se distinguían en el entorno rojo que los rodeaba. Estaba llorando como nunca antes. Su celular estaba en silencio, y se iluminaba constantemente pues el caballo no dejaba de llamarle. Lo mantenía prendido por si su Yavi lo llamaba. Miraba en silencio mientras observaba como parpadeaba en la oscuridad de la habitación. No pensaba contestar aquel llamado. Su corazón dolía: quizás era tarde. Rella se dio media vuelta y pretendió dormir; se sentía desdichado, culpable. ¿El único que saldría herido sería Miyavi? ¡Quién había mentido tan cruelmente? ¿Quién dijo que Heechul nunca lograría olvidar a Siwon? ¿Quién? Manteniendo los ojos cerrados dejó que sus labios suelten un leve, y casi invisible, suspiro. Luego de esto el sueño lo invadió y terminó por no ver un llamada que provenía de un hotel.
No contestó su llamado, y solo lo llamó una vez; tenía miedo a seguir intentándolo: quizás solo lo hacía para decir que si le había avisado. Nunca antes su ego hacía sido tan lastimado. Se sentía el perdedor más grande del mundo. Sus ojos se volvieron a llenar de lagrimas cuando miró que el reloj marcaba la hora de partir a su país. Se apresuró a cubrirlos con gafas oscuras y caminó lento como esperando que alguien lo detenga. Volteo varias veces a mirar la puerta. No había nadie ahí. Salvo miles de reporteros que pasaban en vivo la partida del cantante japonés. Miyavi caminó hasta ellos y les dio una breve entrevista.
- Señor Miyavi, ¿nos deja tan rápido?- preguntó algo nerviosa la reportera- ¿Ha terminado la producción de su primer álbum en coreano?-Miyavi sonrió a la cámara y luego bajó la cabeza algo nervioso- es repentina su salida, ¿No es así?- Miyavi asintió con la cabeza algo incómodo- ¿Qué pasará con su relación con Kim Heechul?
- Nosotros ya no estamos saliendo…- dijo algo serio. Yesung que miraba atónito la televisión corrió a avisarle a Heechul. Este alcanzó a escuchar cuando la reportera volvía a insistir en el tema.
- Pero, ¿Cuándo, cómo, dónde, se puede saber el por qué de su ruptura?- Miyavi sonrió ampliamente y negó con la cabeza.- ¿No puede hablar de su vida privada?
- Prefiero no tocar ese tema… es algo privado como tu lo dices…- mirando a la cámara e intentando sonreír- hemos quedado como buenos amigos. El sabe que lo quiero mucho… Kim Heechul, lo sabes, ¿No?- Heechul no terminó de escuchar las demás preguntas. Tomó sus llaves y salió corriendo del departamento. Necesitaban hablar. Definitivamente necesitaban hacerlo. Sentía que su corazón iba a explotar en cualquier momento. Para cuando llegó al aeropuerto. El avión de Miyavi ya había partido.
Continuará…
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