7 jun 2009

Fanfic Serial: Monster Cap 04

Autor: Kainet
Titulo: Monster - The dance of the shadows-
Capitulo 04: Ambivalence.
Fandom: Super Junior
Parejas: Sichul / varias
Clasificación: Angst
Advertencia: Si no te gusta el yaoi (Chico x Chico) es mejor que no leas este serial. No copies este fanfic, si deseas compartirlo en otro lugar, pide permiso al autor y coloca los créditos correspondientes.

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Capitulo Cuarto: Ambivalence.

Me duele el cuerpo, no es mi primera vez con él, pero es la última. Llora mientras terminamos este acto tan impuro. Creí que podía curar su corazón, pero él sigue amando a la persona a la que llama cuando se acuesta conmigo. Dice su nombre mientras me besa, finjo una sonrisa; le miento, le digo que no me importa, que al igual que él, sé que esta no es una relación, es solo sexo. Me miento a mí mismo porque por dentro mi alma se quema, se muere de a pocos: estoy enamorado de él, pero también me gusta la persona a la que llama cuando está conmigo. Hoy, he decidido que los uniré; que dejaré que ellos se vuelvan a encontrar y les devolveré los besos y caricias robadas. Hoy, sonreiré hasta el final de mis espasmos.

Desde la primera mirada, supe que él era diferente. Desde las primeras palabras que entablamos, él sabía que yo lo empezaba a amar. Han pasado, ya, dos meses desde que Ryeowook desapareció; Heechul se enferma constantemente y Kibum ha cambiado demasiado. Todo parece ponerse más y más oscuro y yo, egoísta, he decidido por permanecer invariable ante lo que sucede. Doy vueltas en mi cama, abrazado a la camisa que le robé a Donghae la madrugada pasada. Aún conserva su aroma, aún se siente él. Mi cuerpo aún recuerda los espasmos de la noche anterior. Aún tiene las marcas que sus labios ajenos dejaron en forma de beso. Acaricio mi piel, intentando recordar sus frías manos. De repente la puerta se abre, no le presto atención, sigo embriagado, extasiado del aroma a él.

-¿Henry?- me llama Kibum, me levanto repentinamente de la cama. Pese a que él no me lo ha dicho, sé lo que es y lo mucho que odia a Donghae. Sé que él puede oler el aroma de mi novio, mas él no sabe lo que yo sé.- ¿Estás bien?- pregunta ante mi silencio, clava su mirada en la camisa negra que tengo entre mis manos- Es… Tarde, quedamos en estudiar- disimula.
-Necesito dormir más… no he dormido bien- Intento distraerlo pero su mirada continúa estancada en mis manos. Condena, silenciosamente, mi pecado- ¿Te gusta?- Señalo la prenda de vestir- La compré hace poco… me encanta- El silencio en sus labios me delata, sabe que miento- ¿Kibum?
-Está prohibido ¿Lo sabes? Es peligroso- Me advierte.
-No sé de qué hablas Bumie- lo distraigo abrazándome a él- ¿Vamos a estudiar? De repente se me ha quitado el sueño… - Me mira preocupado, quizás dolido. Pero se queda en silencio, no dice nada. Quizás porque somos muy amigos, muy cercanos, demasiado como para aceptar que ambos amamos a la misma persona.

**

Iba apresurado de un lado a otro, sintiéndose mortificado por haber sido tan débil delante de Siwon. Odiándose a sí mismo por no haber podido negar aquel segundo beso que ahora agitaba su corazón de una manera sobrenatural. Secó el frío sudor de su frente y entró a clase, todos los demás alumnos lo miraban asustados: era muy hermoso pero muy difícil de tratar. Kyu se le acercó para saludarlo mientras le preguntaba por Henry y Kibum. Con un gesto despreocupado el pelirrojo le respondió que no sabía nada de aquellos, que de seguro estaban en la biblioteca. Kyu no le prestó mucha atención a su arrebatado compañero y salió en busca de los dos cachetones. Habían pasado ya dos meses y a penas y había ido a clases, constantemente se sentía mal; la medicina de Kibum ya no funcionaba en absoluto y en cualquier momento podía perder el control. Cerró los ojos para mantenerse tranquilo mientras escuchaba como los demás seres humanos interactuaban.

De repente sintió aquella presencia en sus pensamientos. Siwon podía comunicarse mentalmente con él. Y por alguna razón no podía ignorar sus llamados. Quizás era porque ambos compartían la misma sangre.

“Heechul… No es bueno que estés en un lugar tan lleno de gente.” Hablo dentro de su cabeza. El mayor pretendió no haber escuchado mientras respiraba profundo para deshacer todos esos deseos de tomar sangre humana. “Ven conmigo al Élite…” volvió a meterse en su cabeza. Al no recibir respuesta, Siwon dejó de insistir, no obstante no dejó de vigilarlo.

-¿Qué dices?- escuchó a unos compañeros hablar.
-Lo que te digo… los de élite son vampiros…- se rió irónico el otro chico- Todos pálidos y estirados… una raza pura por eso no quieren mezclarse con nosotros…
-Lees demasiados libros sobre eso… no hay forma ¿Vampiros? Has perdido la cabeza- se echaron a reír aquellos dos inocentes. Heechul se los quedó mirando fijamente, como reprochando su despreocupada conversación.

Su mirada fría, seria asustó a aquellos dos chicos, no parecía la de Kim Heechul, sino la de un asesino esperando la oportunidad perfecta para desquitar su ira en ellos. Quizás se sintió aludido, quizás se sintió enojado de que ellos vivan en un mundo al que él no pertenecía más.

**

De camino a la biblioteca, Kyuhyun tuvo que cruzar el jardín del extremo sur. Al pasar por la reja pequeña que separaba los dos internados se sintió atraído por ir a ver si estaba aquel chico rosa. Acercó su rostro hacia los fríos barrotes de acero y empezó a buscar con la mirada a aquel chico que tanto llamaba su atención. De repente, una fuerte presión lo hizo elevarse en el aire: Eunhyuk lo tenía agarrado del cuello, casi asfixiándolo, no supo cómo es que el otro había llegado tan rápido a aquel lugar. Solo supo que sentía que poco a poco sentía que perdía el aire. La mirada del Élite era asesina, llena de ira y rencor. Aquel chico estaba dispuesto a matar, se notaba en su mirada y en sus labios rojos. Rabió un poco, como negándose a alguien, como si estuviera siendo controlado por alguien.

-¡Eunhyuk No! Suéltalo por favor…- Sungmin corrió a detener a su hermano- El señor Choi me dijo que estabas aquí… suéltalo por favor, tendremos problemas…- ante sus suplicas y las repentinas lágrimas del mayor, Eun soltó al Girasol.
-¿Lo haces solo por seguir ordenes?- Caminó desafiante hacia el chico rosa- Te estoy preguntando algo Sungmin…- le amenazó, mientras Kyu permanecía en el suelo, inconsciente.
-Claro que si… sabes que está prohibido matar humanos. Eun ve con el señor Choi. Yo me encargaré de ayudar a Kyu.- dijo Sungmin antes de saltar la reja- ¡Ve! Tendremos problemas si no vas…- Eun no dijo nada, solo desapareció con aquella velocidad que le había sido concedida como don.- Kyu…- tomó entre sus brazos al nombrado- Kyu lo siento, Eun no volverá a hacer algo asó, lo prometo- dicho esto se acercó a sus labios y empezó a darle respiración boca a boca. Después de unos minutos Kyu estaba conciente- Lo siento…- se disculpó al notar el cuello rojo del otro- ¿Te duele?
-Descuida… no debí acercarme…- tosió un poco- Tu hermano es muy fuerte- rió de lado.
-Sí… ¿Por qué te acercaste?- Kyu le sonrió sonrojado: la respuesta era obvia- Está prohibido que seamos amigos.- sus ojos se tornaron tristes- Quizás en nuestra próxima vida.- Le sonrió antes de alejarse para saltar la reja- Nos vemos Kyu- se despidió con la mano.
-Sungmin…- le llamó haciendo que el otro se quede estático donde estaba- Gracias por la paleta de cereza, estaba deliciosa…- luego de escuchar sus palabras Sungmin siguió su camino.

**

Su amistad es fresca, incluso ahora que Kibum sabe de mi pecado. Incluso ahora me sonríe y me trata como su amigo. Es agradable, tranquilo y muy hermoso. Con el pasar del tiempo, sus cabellos han crecido un poco y ahora tiene que colocarlos detrás de su oreja derecha para despejar su vista. Sus mejillas grandes se sonrojan por todo: cuando me habla, cuando me sonríe, cuando me descubre observándolo en silencio, cuando habla de los cursos, cuando estamos solos en la biblioteca. Yo, Henry, su amigo, estoy cayendo en un profundo abismo: me estoy enamorando de él. Pero también amo a Donghae, lo amo desde la primera vez. Puede que esto solo me lastime a mí, puede que esto sea el peor castigo por mi pecado. Enamorarme de dos personas que se aman entre ellas y fingir que no sé nada. Durante el día soy el amigo inseparable de Kibum, durante la noche me escabullo entre las caricias desenfrenadas de Donghae. Y siempre, siempre están pensando en el otro cuando están conmigo. Mata el alma, mata el corazón, pero no sé que más puedo hacer. Solo mantenerme al medio de esta cuerda floja, roída por los sentimientos en demasía.

-¿Henry?- escucho una voz a lo lejos llamándome. El día está por convertirse en noche y yo me he escapado a un jardín oculto en los territorios de los Girasoles. No obstante, la voz proviene de un Élite.- ¿Podemos hablar?- Es aquel amable ser que me ayudó para llegar a la habitación de Donghae la primera vez que me aventuré en los territorios prohibidos. Abro pesadamente los ojos encontrándome con la mirada fija de Hangeng. Se mantiene de pie mientras yo me levanto.
-¿No está prohibido que entres aquí?- pregunto confundido. Sonríe amable y se sienta a mi lado
-Es sobre Donghae… yo no quiero tener problemas con el señor Choi… he venido a pedirte que por favor dejes de ver a ese tonto.- hace una pausa al notar mis tristeza- Te pueden expulsar si te descubren y Dios sabe lo que pasaría con Donghae. Por su propio bien, es mejor que lo dejes de ver.
-Siempre supe que era peligroso…- protesto.- ¿Por qué me ayudas tanto?- cuestiono a lo que el otro esquiva la mirada- ¿Sabes que Dongie ama a otro, verdad?- asiente en silencio- Quieres que me aleje de él por ese motivo…
-No, lo digo por el señor Choi, si se entera que Donghae tiene un amante humano y que este humano sabe lo que somos… su ira recaerá sobre nosotros tres. Yo por encubrirlos, Donghae y tú por romper las reglas… Por favor Henry, debes dejar de verlo. Además te hace daño…
-Entiendo. Ayúdame unos días más, necesito hacer algo primero- suplico- Puede que tú y yo seamos diferentes, pero somos amigos y te agradezco la ayuda- le sonrío antes de levantarme para partir: tengo mucho por hacer, todo un rompecabezas por armar.

**

La noche llegó y aquel día Donghae no estaba donde solía reunirse con Henry. Estaba más lejos de lo que podía estar. Estaba en un lugar altamente prohibido para él: estaba en la habitación de Kibum. Sigilosamente entró por una de las ventanas y se quedó en las sombras observando al otro dormir. Pronto sería periodo de luna llena y tenía miedo de la fuerza de aquel chico. Lentamente se movía generando una extrema ternura en sus acciones. Abrazado a una almohada y con aquellas mejillas grandes totalmente rojas. Donghae sonrió para sí mientras continuaba observando al otro. Moría por besarlo, por tenerlo y saberlo suyo, no obstante era imposible.

Sabía que él vampiro estaba en su cuarto, lo sentía más no se atrevía a abrir los ojos, quizás era porque ya estaba acostumbrado a sentir aquella compañía. Quizás porque no quería que se fuera. Sentía miedo, y mucha contradicción en su corazón. Kibum sabía que sus razas no podían mezclarse jamás. Era anti-natural. Se mantuvo en su mentira durante unos minutos, sintiendo la mirada del otro clavada en su espalda.

Sentía su respiración agitada, sus nervios y su corazón palpitante; no podía leer sus pensamientos pero su olfato le decía que aquel ser estaba despierto. Estaba prohibido, era un pecado, tener un amante humano era algo condenado por las leyes de los Choi. Amar a un licántropo, estaba condenado por leyes divinas. Donghae mordió con impotencia sus labios, deseando dejar de ser lo que era para ser simplemente alguien que amaba, pero era imposible. Eran escasos los minutos que tenía para observar a Kibum, eran muy pocos los que conseguía para bloquear el seguimiento de Siwon.

Se movió un poco, descuidadamente, dejando a la vista su blanco cuello. Los ojos de quien observaba se volvieron carmesí, sintió deseos de morderlo; pero de hacerlo los condenaría a ambos a un interminable laberinto de tormentos. Se mantuvo estático, controlándose a sí mismo para luego salir rápidamente de aquella habitación. Amaba observarlo, no obstante no podía hacerlo por mucho: lo deseaba demasiado.

Se movió como el viento através de los jardines, corrió contra el tiempo para no ser descubierto por nadie, trató de no despertar a los otros dos guardianes pero Kangin y Leeteuk estaban esperándolo en el límite de los dos internados. Sus miradas lo condenaron, ambos pensaban que había ido a buscar a su amante humano. El sonrió de lado al encontrarlos, leía sus mentes y sabía que no era el único con un amante humano. Leeteuk le refutó la mirada sucia, mientras que Kangin se acercó amenazante ante sus insinuantes miradas.

-Kangin…- ordenó Leeteuk- Quieto… esto es entre vampiros- se cruzó de brazos el mayor- Donghae, sabes que está prohibido ir a ese lugar ¿Por qué has ido?- Ante la sonrisa pícara del otro y su silencio inquisidor el vampiro mayor enfureció- Te ordeno que me respondas… sabes perfectamente que eres un simple vampiro sirviente de mi primo… tengo mucho más rango que tú, te ordeno que me respondas.
-¿Por qué pregunta lo obvio?- se jacto de ser respetuoso- Fui a comer fresas al bosque…- sonrió pícaro- No puede condenarme por deducciones apresuradas…- dijo dando vueltas alrededor de Leeteuk- No todos somos como tú Hyung, no todos convertimos en sirviente al objeto de nuestros deseos…- dicho esto Donghae apresuró su paso y desapareció en el bosque que conducía a su habitación.

Una vez dentro de su cuarto se encontró con Hangeng, al parecer todos tenían ganas de hablar con él. Hae se acercó con aquella sonrisa coqueta que tanto lo caracterizaba y se sentó en su cama.

-Henry se ha marchado ya…- habló el mayor- Me costó mucho lograr que no se den cuenta- comentó sonriéndole- Ya deja de jugar con ese pobre chico.
-¿Por qué? ¿Por qué tú quieres jugar con él?- Donghae se cruzó de brazos mientras se recostaba en la cama- ¿Y ahora quien va a calmar mis necesidades?- le miró travieso- El sexo con vampiros es aburrido…- dijo pervertido.
-Idiota…- Hangeng se enfureció y se abalanzó sobre el bufón- ¿Aburrido? Antes de conocer a Henry no decías lo mismo- besando su cuello, preparándolo para clavar sus afilados colmillos.

Repentinamente el chino empezó a desprenderle la ropa al que estaba debajo. La desesperación de ambos se hizo violenta y prácticamente se arrancaron las ropas. Rasgando algunas telas, arañando la piel con sus frías caricias. Hangeng pasó su fría lengua por el cuello del otro, haciéndolo perder el control. No era aburrido, no lo era en absoluto, incluso, en algún momento se amaron el uno al otro. Pero la actitud despreocupada de Donghae y la inquebrantable actitud responsable de Hangeng los separó. Murieron los sentimientos y solo quedó aquello que ambos llamaban como “consuelo mutuo” lentamente sus colmillos entraron en la piel de Donghae, rompiendo la textura de a pocos, casi delicadamente. Luego, empezó a succionar la sangre del menor, alimentando sus deseos, calmando sus demonios internos. Donghae se perdió en el delirio cuando sintió que su cuerpo se desvanecía.

Se sentó sobre el de origen chino: esta vez le tocaba a él. Y empezó a despeinar sus engominados cabellos. Robándole la razón al otro. Mordió su oreja y luego se abalanzó sobre su cuello. Un gemido lo hizo dejar de succionar la sangre de Hangeng: los fríos dedos de este lo estaban preparando para hacerlo como los humanos.

-Dices que es aburrido hacerlo como los vampiros…- le susurró mientras movía circularmente sus dedos dentro de él- Entonces hagámoslo como humanos también… Nadie podrá superar esta noche…- colocando un dedo más en el interior de Donghae.
-Hangeng…- gimió agitado sintiendo como se apresuraban las caricias del otro, preparándolo para entrar en él.
-Borremos nuestros pecados…- dijo antes de sacar sus dedos para empezar a embestir al bufón- borrémoslos de esta manera…- moviéndose lentamente en el interior del otro.-Deja a Henry…- le pidió en medio de sus movimientos agitados.
-Deja que me divierta un poco más…- mordió sus labios con ira mientras intentaba no pensar en Kibum.

**

A la mañana siguiente Kyu estaba estudiando con Kibum en la biblioteca, Henry no quería salir de su habitación y era obvio, el haber esperado a Donghae sabiendo que estaba con Kibum era algo que asesinaba su alma. Kibum no le exigió que vaya a estudiar por que era bastante obvio lo que había sucedido. Kyu lucía algo distraído y de rato en rato tocaba sus labios. Luego de unos minutos llegó Yesung, estaba diferente, se veía más alegre que de costumbre, por unos escasos segundos ambos pensaron que era porque Ryeowook había vuelto. El recién llegado se sentó al lado de Kyu y empezó a estudiar. Finalmente llegó Heechul, estaba pálido y se veía débil, Kibum corrió a recibirlo pero este le miró enojado: sabía que estaba muriendo y ambos habían dejado estancado su plan por destruir a los Choi.

-Tengo que decirles algo- Hablo Yesung luego de unos minutos, todos le miraron atentos- Yo ya he olvidado a Ryeowook, por favor eviten nombrarlo en mi presencia, ¿Si? Creo que…- hizo una pausa- he empezado a odiarlo…- susurró los suficientemente fuerte como para que los demás lo escuchen. Nadie le refutó, nadie lo contradijo, era una mentira pero quizás era lo mejor. Todos ellos sabían lo mucho que había sufrido Yesung.

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-Eun tenemos que decirle al Señor Choi…- reprochó Sungmin acariciando la cabeza del pequeño que dormía en aquella cama- Morirá si no le pedimos su ayuda… y eso también está prohibido- Eun gruñó molesto- Es mejor ser castigados a que nos condenen por asesinato… han pasado ya dos meses, el Señor Choi debe haber sentido la presencia, solo espera que vayamos a decirle, estoy seguro
-Es mi problema, no te metas más…- amenazó Eunhyuk- Sungmin solo me condenarán a mi…- esquivó la mirada enojada del chico de rosa.
-Idiota- Sungmin se abalanzó a tirarle una cachetada- ¿Crees que voy a poder vivir sin ti? Eres mi hermano, te amo… Estamos juntos en esto… Vamos con el Señor Choi.- le tomó de la mano- Nunca te voy a dejar solo- deteniéndose en la puerta para besar los labios del otro- Nunca, así que no pienses en dejarme solo… no te lo permitiré. Eunhyuk lo siguió en silencio, no podía negarse ante su hermano mayor.

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La noche volvió a llegar a aquellos dos internados. Heechul daba vueltas en su cama, intentando dormir, intentando no sentirse tan mal como lo hacía. El frío en sus manos era insoportable, poco a poco sentía que se asfixiaba. De repente sintió una sombra en su ventana, no tuvo que volteas a ver quien era: Siwon había ido a visitarlo. Se acercó lentamente y pese a los movimientos esquivos del mayor logró tocar su frente, hervía en fiebre. Se sentó al filo de la cama y se le quedó mirando en silencio, no estaba dispuesto a dejar que muera, pero el otro parecía querer morir antes de recibir su ayuda.

-No me toques- Heechul alejó violentamente la mano del otro con la poca fuerza que le quedaba.
-Estás muriendo…- susurró con los ojos llenos de tristeza- No mueras… tienes que matarme primero…- dijo mordiendo su propia muñeca.- Sé que lo deseas… desde hace varios años somos uno… tú llevas mi sangre en tus venas…- estirando su muñeca hacia los labios de Heechul- Yo en ese momento no pude matarte… solo te deje un poco de mi sangre para que vivas un poco más… ahora el virus está carcomiéndote. Necesitas más de mi sangre…
-No quiero ser uno de los tuyos, me dan asco- golpeó la mano del líder de los Élite. Siwon enfureció y jaló el débil cuerpo de Heechul contra el suyo en un opresivo abrazo, forzándolo a quedar a centímetros de su cuello
-Muerde…- ordenó enojado- Muérdeme… o haré que lo hagas… - Heechul perdió el control al estar tan cerca de Siwon. El suave y delicioso perfume que lo rodeaba lo embriago y no necesitó que el menor lo controle mentalmente para abalanzarse a morderle el cuello. Delicadamente empezó a succionar la sangre del noble; embriagando de placer a este: había sido tentado, estaba pecando. Pero no podía controlar sus acciones.

**

Le pedí a Donghae que nos reuniéramos en el límite de los dos colegios, el lugar donde no hay guardianes, el lugar que le toca cuidar. Asumo que debe estar en camino. Por otro lado he engañado a Kibum, le he dicho que Heechul está extraño en aquel lugar, ahora veo correr a mi amigo con desesperación hacia el encuentro con el vampiro. Poco a poco voy disminuyendo la velocidad de mis pasos, Kibum no nota que ya no corro a su lado. Está tan preocupado por Heechul. Todo ha sido una gran trampa, todo ha sido por conseguir que las dos personas que amo estén juntos. Yo, quien caminó en el límite de ambos, me he cansado de estar ahí. Yo he planeado durante todo el día este encuentro. Espero que estando frente a frente y encontrando mi carta, puedan lograr aceptar abiertamente que se aman. Sonreiré por la felicidad de ellos dos y espero que en algún momento, piensen en mí.

Camino en círculos hasta que encuentro un enorme acantilado que da con un mar enfurecido por todos nuestros pecados. Me pierdo en aquel punto donde las olas rompen contra las piedras. Ese ha sido mi lugar, al medio. Donde las olas rompen contra las rocas de este solitario acantilado. Se hace espuma, se hace nada. Yo he sido nada al medio de Kibum y Donghae. Caigo sobre mis rodillas y cubro mi rostro para llorar esta noche todo lo que no podré llorar en los días futuros cuando vea a Kibum. Me mareo un poco, siento que caigo y caigo atraído por la gravedad de la tierra. En mi dolor me he lanzado, quiero ser espuma, quiero ser nada. Está cerca el impacto, cada vez se siente más cerca de mi destino: morir solo.

Continuará…

1 comentario:

  1. O.O ke cosas ? nena ... en este fic todo el mundo lo pasa mal .... espero ke las cosas cambien .. ver a rella enfermo me parte el corazon u.u .. y pobre Henry T________T

    Eun ... dale un trankilizante o algo .. com ose atreve a kerer matar a kyu! aa!!! ¬¬

    Buen cap ! ^^

    Te kelo

    Besos

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Ella quiere saber

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