Titulo: Sex & Candy (AKA Sendy)
Capitulo: 27
Fandom: Super Junior, SHINee, TRAX
Parejas: Sichul / Varias
Clasificación: Angst / Au / Lemon
Advertencia: Si no te gusta el yaoi (Chico x Chico) es mejor que no leas este serial. No copies este fanfic, si deseas compartirlo en otro lugar, pide permiso al autor y coloca los créditos correspondientes.
--------------------
Capitulo 27:
-¿Qué haces?- gimió Taemin al sentir el cuerpo del otro atraparlo contra la pared- Suéltame por favor...- suplicó al saber que no podría contra su oponente.
-Te pareces tanto a Heechul- besó el cuello del más pequeño, produciendo una especie de asco y desesperación en éste.- Si no puedo tenerlo... te tendré a ti. No le diré a Minho, lo prometo.- Continuó besando y recorriendo el delgado cuerpo del otro- No me digas que nunca lo has hecho...- ante la expresión de pánico del otro, SeungKi sonrió cínico- Minho es un tarado... yo te enseñaré- continuó repartiendo caricias toscas por el cuerpo del más pequeño; de alguna forma, sus toscas manos dejaban marcas en la piel de Taemin, quien no sabía cómo quitárselo de encima.
Tenía mucho miedo de lo que podría ser capaz de hacerle. No tenía sentido gritar, nadie iría en su ayuda; esa parte del colegio era muy deshabitada. Se sentía traicionado por el más alto, lo trató como un amigo y muchas veces lo defendió cuando Minho le dijo que era un tipo raro. Y ahora veía el verdadero rostro de SeungKi. Un ser envidioso que no soportaba la felicidad de los demás. El más alto intentó besarlo en los labios pero Taemin se negó logrando enfurecer al otro. Le tiró una cachetada que rompió un poco su labio y así lo obligó a entregarle sus labios: labios que solo le pertenecían a Minho. Un grito de dolor se escapó del frágil cuerpo de Taemin cuando Seungki empezó a desvestirle, le arrancaba de tal manera la ropa, que podría llegar hasta cortar su delicada piel. Pero se descuido cuando Taemin le miró desafiante. El niño tierno tenía algo en aquel momento, algo que lo hacía verse como el imponente Heechul. Aquella mirada de enojo, de ego herido, desafiándolo. Incluso si lo violaba, nunca tendría lo que quería, nunca obtendría el corazón de Rella, mucho menos el de Tae. El pequeño aprovechó aquellos segundos en los que el otro perdió la fuerza para tirarle una patada en medio de las piernas y salir corriendo; no importaba si su camisa estaba desgarrada o si su pantalón tuviera restos de sangre. Simplemente corrió fuera del colegio. Corrió sin fijarse siquiera que Minho intentaba hablarle. Corrió hasta llegar a casa, una vez ahí se abrazó a Rose y empezó a llorar.
-Taemin ¿Qué sucede?- Rose se alarmó mucho al notar que el frágil cuerpo de su hermano estaba golpeado y que había sangre manchando sus prendas de vestir- ¿Quién te ha hecho esto?- insistió ante el mutismo del pequeño- Tenemos que denunciarlo...
-Hyung...- Taemin se aferró al cuerpo de su hermano y empezó a llorar desconsoladamente.
-¿Qué sucede?- Salió Jay de la cocina, al ver a los dos hermanos llorando se quedó en silencio y fue por el botiquín de primeros auxilios para curar las heridas del recién llegado.
**
Aquella mañana había renunciado al colegio, se sentía algo mal ya que Taemin se quedó triste tras despedirlo; pero era algo innecesario seguir en aquel lugar donde Seungki lo acosaba constantemente. Le había prometido a Siwon que lo esperaría, que no miraría a otra persona y estaba dispuesto a cumplirlo. Se dejó caer sobre su enorme sofá, se sentía tan grande si no estaba su príncipe para compartirlo. Extrañaba todas aquellas tardes en las que se la pasaban acurrucados bajo una manta viendo sus dramas favoritos. Extrañaba el tener cenas improvisadas por su repentina "habilidad" culinaria, aquellos gestos de asco que solía hacer Siwon al probar sus platillos inventados. Pese a que tuviera un sabor horrible, Siwon siempre se comía todo. Se apoyó en el respaldar del gran sillón y empezó a escribir en la ventana sus nombres juntos, como si hiciera un hechizo en silencio para volver a verlo. Las gotas de lluvia repentina, empezaron a volver borrosa la visión de aquellos nombres juntos. No lloró, no lo iba a hacer. Ya había llorado demasiado el último día. Siwon le dijo que no debía llorar porque por más lejos que estuvieran, de alguna forma, estaban juntos. Era un lugar melancólico, pero era su lugar.
-Simba idiota... siempre tan bueno con todos- renegó- ¿Sabes Simba?- mirando la foto que tenía de este en su celular- No entiendo por qué eres tan bueno, ya estamos condenados al infierno por tu religión... duh, babo, somos gays...- se rió sólo con un gesto triste- Te extraño y ha pasado muy poco.- Miró triste la gran canasta de caramelos y chocolates que había dejado encargado el caballo- Engordaré si me los como todos... Claro quieres que sea un cerdo para que nadie me mire ¿No? Lo siento, pero no cumpliré tu deseo...- hablando de nuevo con la fotografía- Babo...¿Crées que esperaré cien días para empezar a extrañarte? ¿Cómo se te ocurre que voy a esperar tanto para leer la carta?- se desesperó a abrir la nota que le dejó junto con los dulces. Por más que aquella noche le había prometido que la leería luego de cien días, cuándo ya lo hubiera empezado a extrañar, no pudo esperar ni dos días. Sus lágrimas volvieron a desbordar de sus ojos, se juró no volver a llorar pero aquellas oraciones tan simples lo conmovían demasiado.- "Heechul-ssi ya te extraño y aún no me he despedido..."- se le quebró la voz con las primeras oraciones- "Apuesto a que no has esperado los cien días que te pedí. ¿Tanto me extrañas?"- Heechul hizo un gesto gracioso mientras intentaba dejar de llorar- "Me he robado la foto de los girasoles... Quería algo que me recuerde todo el tiempo en el que he sido feliz... Heechul-ssi, Gracias por enseñarme a amar."- Mientras más leía la carta, menos podía controlar sus lágrimas. Por poco y se asfixiaba en su tristeza al leer en voz alta las palabras de su príncipe- "Hay cosas que no he podido decirte, pero que algún día las diré. Pero, si hay algo que quiero que sepas en este momento: aquí, tu cama, huele a sexo y caramelos; te dejo todos esos dulces para que huela solo a ellos hasta que regrese. Pronto voy a volver y cual príncipe me llevaré a Cinderella parar ser felices por siempre. Heechul-ssi te amo..."- terminó de leer el pelirrojo mientras se asfixiaba con sus sollozos. Tomó entre sus brazos lo único que tenía de Siwon: Aquella toalla que se llevó de su casa la primera vez que lo hicieron en su baño. La abrazó fuertemente y continuó llorando durante horas. Había aprendido que su orgullo no valía nada cuando se trataba de Siwon.
**
Le tomó de la mano algo temeroso mientras esperaba que el otro no reaccione mal. Sus ojos lucían fríos y las pequeñas heridas en su rostro lo hacían verse muy diferente. Ryeowook lloró un poco antes de abrazarse fuertemente a Yesung. Al fin había despertado, pero había consecuencias. Era el turno de Ryeo de cuidar de su cachetón. No obstante primero debía contarle que había recordado lo que pasó aquella noche con Zhou Mi. Yesung parecía ignorarlo por completo, miraba la ventana mientras esperaba que el otro lo suelte.
-Escúchame por favor...- le rogó Wookie tomándole del rostro para que lo mire- Yo quiero que sepas que siento haberte causado tanto dolor. Siento que hayas tenido ese accidente...- su voz se quebró ante la mirada analítica del otro- Lamento que tu voz y la movilidad de tus piernas aún no sean las mismas... pero por más que me odies ahora, yo necesito que sepas qué pasó aquella noche...- hizo una pausa al sentir que Yesung lo empujaba como negándose a escuchar lo que el otro tenía que decir- Después me marcharé si así lo quieres, de momento déjame explicarte todo, luego de hablar con Zhou Mi... ambos recordamos que aquella noche bebimos demasiado, y como la calefacción estaba malograda nos dio calor y empezamos a quitarnos la ropa- los ojos de Yesung expresaban enfado, quizás celos- Luego los efectos del alcohol nos adormecieron y ambos fuimos a dormir a la cama... Yesung, yo dormí en la misma cama que Zhou Mi, pero no pasó nada... ese día tu nos viste sin polo pero el conservaba su pantalón y yo mis boxers...- El cachetón lo miro fijamente. No podía hablar, pero sus ojos lo decían todo- Perdóname por favor...-Yesung tomó de su rostro torpemente, y guió a Wookie hasta sus labios para robarle un corto beso: no había nada que perdonar.
**
-Que cálido...- susurró Sungmin mientras sentía los brazos de Eun rodearlo de la cintura- ¿Estás seguro?- preguntó negándole el beso que el otro buscaba desesperado- ¿No es por pena?
-¿Parece que quiero besarte por pena?- le sonrió coqueto el mono- Te quiero mío, ahora... te quiero olvidando a ese cobarde... Te quiero Sungmin- dicho esto el otro acercó sus labios a los de Hyuk y empezaron a besarse. No importaba si la dulcería todavía estaba abierta al público, solo importaba que ambos pudieran sentir la boca del otro.- Sungmin-ah...- susurró el mono mientras acariciaba el rostro del otro- Gracias...
-No me des las gracias tonto...- dicho esto Sungmin le tomó de la mano y se lo llevó detrás del mostrador.- Hyukie...- Sungmin se detuvo en seco a la mitad del camino para voltear repentinamente y robarle un beso- Gracias por quererme.
**
Todo estaba listo. El padre de Hangeng había sido amenazado por el emporio Choi: nada podía hacer en contra de esos dos. Hangeng guardó sus últimas prendas en la gran maleta mientras Henry tomaba un baño. Les quedaban sólo dos horas en aquél país, pronto irían a casa de la abuela, se sentía nervioso ya que no sabía cómo iría a reaccionar la abuela de Henry. Pero si su pequeño deseaba ir, no le importaban los miedos, solo lo haría. Se sentó en la gran cama de su habitación y la examinó durante unos minutos, al notar que Henry demoraría marcó el número de casa. Había algo que debía decirle a su madre antes de marcharse.
-¿Diga?- contestó aquella mujer- ¿Diga?
-Mamá...- susurró Hangeng conteniendo las lágrimas- Mamá, cuídate mucho y sé feliz con él... ¿Si? Yo seré feliz y me cuidaré... muchas gracias por criarme. Gracias...- dicho esto cortó la comunicación, no deseaba escuchar más de aquella mujer. Quizás aún no conseguía entender por qué había preferido a su esposo en lugar de su propio hijo. Del otro lado del teléfono, la madre cayó sobre sus rodillas y empezó a llorar inconteniblemente.
Miró que todo estuviera en orden y se le acercó a su novio, quién recién salía del baño, para besarle dulcemente en la mejilla. Le acarició las enormes mejillas, y tomándolo de la mano, cogió las maletas y salieron de aquél lugar. Canadá estaba muy lejos de todo y de todos, pero necesitaban protegerse de lo que pudiera hacer el padre de Hangeng. El mismo Siwon y su padre les habían recomendado irse del país. Incluso recibieron ayuda económica de parte de los Choi para poder instalarse en Canadá sin que les faltara nada. El día anterior Rella les organizó una gran fiesta de despedida donde todos rieron y lloraron recordando los buenos tiempos. Incluso Leeteuk les envió una carta desde el ejército para desearles buen viaje. Hangeng entrelazó sus dedos con los de Henry y sonriéndole empezó a guiarlo hasta el aeropuerto.
**
-¿Y bien?- preguntó Junsu mientras hacía un puchero- ¿Qué has decidido?- hizo muecas como si el otro chico pudiera verlo- Responde...- insistió mientras acercaba el celular a su oído para escuchar bien la respuesta. Junho lo miraba serio desde el sofá de aquella sala. Su hermano menor se convertía en otra persona cuando hablaba con su novio a distancia. Sonrió para sí pensando que quizás el también era percibido de esa manera cuando lo veían con Zhou Mi. Miró su reloj, aún faltaban unos cuántos minutos para ir en busca de su novio para su primera cita. Sentía una especie de vacío incontrolable en su estómago y de alguna manera deseaba que no desapareciera.- ¡Kyaaaaaaa!- Gritó Junsu, destrozándole los tímpanos al otro gemelo- ¿De verdad?- volteó a ver a su hermano que lo asesinaba con la mirada- Yoochun va a venir a Corea del Sur por una semana- Saltaba su hermano de felicidad. Junho se levantó de su asiento y le tocó el hombro, haciendo que el hiperactivo delfín le mire confundido.
-Me alegro mucho por ti...- dicho esto salió de departamento en busca de su novio.
-Yoochun... es la primera vez que mi hermano me sonríe y se alegra por mi...- comentó Junsu mientras sonreía feliz- Creo que el tener a Zhou Mi cerca ha hecho que Junho deje de odiarme...- sonrió feliz mientras se dejaba caer en el sofá con el celular pegado a la oreja- Amor... ven pronto ¿Ya?- continuó hablando.
**
Al día siguiente un nuevo lunes había llegado a la universidad. Kibum iba apresurado a recoger unos exámenes cuando de repente tropezó con Donghae. El pescado le sonrió pícaro antes de abalanzarse a robarle un beso y salir corriendo hacia su salón. Kibum se quedó con todas las miradas de los presentes clavadas en él, y poco a poco empezó a ponerse más y más rojo. Al punto de parecer un tomate a punto de explotar. Aún no se atrevía a pedirle que sea su novio; no obstante Donghae siempre lograba robarle un beso, llevándolo al límite. Quería pedirle de una vez que estén juntos, pero cada vez que trataba las palabras se hacían nada en su boca. La enorme sonrisa de Donghae lo intimidaba y sus ojos pícaros lograban ponerlo tan nervioso que usualmente terminaba diciendo tonterías y no lo que realmente deseaba expresar. Continuó caminando hacia su salón, hasta que de repente una idea vino a su mente: había descubierto cómo intimidar a Donghae. Cómo pedirle que sea su novio de una vez por todas.
-Te pareces tanto a Heechul- besó el cuello del más pequeño, produciendo una especie de asco y desesperación en éste.- Si no puedo tenerlo... te tendré a ti. No le diré a Minho, lo prometo.- Continuó besando y recorriendo el delgado cuerpo del otro- No me digas que nunca lo has hecho...- ante la expresión de pánico del otro, SeungKi sonrió cínico- Minho es un tarado... yo te enseñaré- continuó repartiendo caricias toscas por el cuerpo del más pequeño; de alguna forma, sus toscas manos dejaban marcas en la piel de Taemin, quien no sabía cómo quitárselo de encima.
Tenía mucho miedo de lo que podría ser capaz de hacerle. No tenía sentido gritar, nadie iría en su ayuda; esa parte del colegio era muy deshabitada. Se sentía traicionado por el más alto, lo trató como un amigo y muchas veces lo defendió cuando Minho le dijo que era un tipo raro. Y ahora veía el verdadero rostro de SeungKi. Un ser envidioso que no soportaba la felicidad de los demás. El más alto intentó besarlo en los labios pero Taemin se negó logrando enfurecer al otro. Le tiró una cachetada que rompió un poco su labio y así lo obligó a entregarle sus labios: labios que solo le pertenecían a Minho. Un grito de dolor se escapó del frágil cuerpo de Taemin cuando Seungki empezó a desvestirle, le arrancaba de tal manera la ropa, que podría llegar hasta cortar su delicada piel. Pero se descuido cuando Taemin le miró desafiante. El niño tierno tenía algo en aquel momento, algo que lo hacía verse como el imponente Heechul. Aquella mirada de enojo, de ego herido, desafiándolo. Incluso si lo violaba, nunca tendría lo que quería, nunca obtendría el corazón de Rella, mucho menos el de Tae. El pequeño aprovechó aquellos segundos en los que el otro perdió la fuerza para tirarle una patada en medio de las piernas y salir corriendo; no importaba si su camisa estaba desgarrada o si su pantalón tuviera restos de sangre. Simplemente corrió fuera del colegio. Corrió sin fijarse siquiera que Minho intentaba hablarle. Corrió hasta llegar a casa, una vez ahí se abrazó a Rose y empezó a llorar.
-Taemin ¿Qué sucede?- Rose se alarmó mucho al notar que el frágil cuerpo de su hermano estaba golpeado y que había sangre manchando sus prendas de vestir- ¿Quién te ha hecho esto?- insistió ante el mutismo del pequeño- Tenemos que denunciarlo...
-Hyung...- Taemin se aferró al cuerpo de su hermano y empezó a llorar desconsoladamente.
-¿Qué sucede?- Salió Jay de la cocina, al ver a los dos hermanos llorando se quedó en silencio y fue por el botiquín de primeros auxilios para curar las heridas del recién llegado.
**
Aquella mañana había renunciado al colegio, se sentía algo mal ya que Taemin se quedó triste tras despedirlo; pero era algo innecesario seguir en aquel lugar donde Seungki lo acosaba constantemente. Le había prometido a Siwon que lo esperaría, que no miraría a otra persona y estaba dispuesto a cumplirlo. Se dejó caer sobre su enorme sofá, se sentía tan grande si no estaba su príncipe para compartirlo. Extrañaba todas aquellas tardes en las que se la pasaban acurrucados bajo una manta viendo sus dramas favoritos. Extrañaba el tener cenas improvisadas por su repentina "habilidad" culinaria, aquellos gestos de asco que solía hacer Siwon al probar sus platillos inventados. Pese a que tuviera un sabor horrible, Siwon siempre se comía todo. Se apoyó en el respaldar del gran sillón y empezó a escribir en la ventana sus nombres juntos, como si hiciera un hechizo en silencio para volver a verlo. Las gotas de lluvia repentina, empezaron a volver borrosa la visión de aquellos nombres juntos. No lloró, no lo iba a hacer. Ya había llorado demasiado el último día. Siwon le dijo que no debía llorar porque por más lejos que estuvieran, de alguna forma, estaban juntos. Era un lugar melancólico, pero era su lugar.
-Simba idiota... siempre tan bueno con todos- renegó- ¿Sabes Simba?- mirando la foto que tenía de este en su celular- No entiendo por qué eres tan bueno, ya estamos condenados al infierno por tu religión... duh, babo, somos gays...- se rió sólo con un gesto triste- Te extraño y ha pasado muy poco.- Miró triste la gran canasta de caramelos y chocolates que había dejado encargado el caballo- Engordaré si me los como todos... Claro quieres que sea un cerdo para que nadie me mire ¿No? Lo siento, pero no cumpliré tu deseo...- hablando de nuevo con la fotografía- Babo...¿Crées que esperaré cien días para empezar a extrañarte? ¿Cómo se te ocurre que voy a esperar tanto para leer la carta?- se desesperó a abrir la nota que le dejó junto con los dulces. Por más que aquella noche le había prometido que la leería luego de cien días, cuándo ya lo hubiera empezado a extrañar, no pudo esperar ni dos días. Sus lágrimas volvieron a desbordar de sus ojos, se juró no volver a llorar pero aquellas oraciones tan simples lo conmovían demasiado.- "Heechul-ssi ya te extraño y aún no me he despedido..."- se le quebró la voz con las primeras oraciones- "Apuesto a que no has esperado los cien días que te pedí. ¿Tanto me extrañas?"- Heechul hizo un gesto gracioso mientras intentaba dejar de llorar- "Me he robado la foto de los girasoles... Quería algo que me recuerde todo el tiempo en el que he sido feliz... Heechul-ssi, Gracias por enseñarme a amar."- Mientras más leía la carta, menos podía controlar sus lágrimas. Por poco y se asfixiaba en su tristeza al leer en voz alta las palabras de su príncipe- "Hay cosas que no he podido decirte, pero que algún día las diré. Pero, si hay algo que quiero que sepas en este momento: aquí, tu cama, huele a sexo y caramelos; te dejo todos esos dulces para que huela solo a ellos hasta que regrese. Pronto voy a volver y cual príncipe me llevaré a Cinderella parar ser felices por siempre. Heechul-ssi te amo..."- terminó de leer el pelirrojo mientras se asfixiaba con sus sollozos. Tomó entre sus brazos lo único que tenía de Siwon: Aquella toalla que se llevó de su casa la primera vez que lo hicieron en su baño. La abrazó fuertemente y continuó llorando durante horas. Había aprendido que su orgullo no valía nada cuando se trataba de Siwon.
**
Le tomó de la mano algo temeroso mientras esperaba que el otro no reaccione mal. Sus ojos lucían fríos y las pequeñas heridas en su rostro lo hacían verse muy diferente. Ryeowook lloró un poco antes de abrazarse fuertemente a Yesung. Al fin había despertado, pero había consecuencias. Era el turno de Ryeo de cuidar de su cachetón. No obstante primero debía contarle que había recordado lo que pasó aquella noche con Zhou Mi. Yesung parecía ignorarlo por completo, miraba la ventana mientras esperaba que el otro lo suelte.
-Escúchame por favor...- le rogó Wookie tomándole del rostro para que lo mire- Yo quiero que sepas que siento haberte causado tanto dolor. Siento que hayas tenido ese accidente...- su voz se quebró ante la mirada analítica del otro- Lamento que tu voz y la movilidad de tus piernas aún no sean las mismas... pero por más que me odies ahora, yo necesito que sepas qué pasó aquella noche...- hizo una pausa al sentir que Yesung lo empujaba como negándose a escuchar lo que el otro tenía que decir- Después me marcharé si así lo quieres, de momento déjame explicarte todo, luego de hablar con Zhou Mi... ambos recordamos que aquella noche bebimos demasiado, y como la calefacción estaba malograda nos dio calor y empezamos a quitarnos la ropa- los ojos de Yesung expresaban enfado, quizás celos- Luego los efectos del alcohol nos adormecieron y ambos fuimos a dormir a la cama... Yesung, yo dormí en la misma cama que Zhou Mi, pero no pasó nada... ese día tu nos viste sin polo pero el conservaba su pantalón y yo mis boxers...- El cachetón lo miro fijamente. No podía hablar, pero sus ojos lo decían todo- Perdóname por favor...-Yesung tomó de su rostro torpemente, y guió a Wookie hasta sus labios para robarle un corto beso: no había nada que perdonar.
**
-Que cálido...- susurró Sungmin mientras sentía los brazos de Eun rodearlo de la cintura- ¿Estás seguro?- preguntó negándole el beso que el otro buscaba desesperado- ¿No es por pena?
-¿Parece que quiero besarte por pena?- le sonrió coqueto el mono- Te quiero mío, ahora... te quiero olvidando a ese cobarde... Te quiero Sungmin- dicho esto el otro acercó sus labios a los de Hyuk y empezaron a besarse. No importaba si la dulcería todavía estaba abierta al público, solo importaba que ambos pudieran sentir la boca del otro.- Sungmin-ah...- susurró el mono mientras acariciaba el rostro del otro- Gracias...
-No me des las gracias tonto...- dicho esto Sungmin le tomó de la mano y se lo llevó detrás del mostrador.- Hyukie...- Sungmin se detuvo en seco a la mitad del camino para voltear repentinamente y robarle un beso- Gracias por quererme.
**
Todo estaba listo. El padre de Hangeng había sido amenazado por el emporio Choi: nada podía hacer en contra de esos dos. Hangeng guardó sus últimas prendas en la gran maleta mientras Henry tomaba un baño. Les quedaban sólo dos horas en aquél país, pronto irían a casa de la abuela, se sentía nervioso ya que no sabía cómo iría a reaccionar la abuela de Henry. Pero si su pequeño deseaba ir, no le importaban los miedos, solo lo haría. Se sentó en la gran cama de su habitación y la examinó durante unos minutos, al notar que Henry demoraría marcó el número de casa. Había algo que debía decirle a su madre antes de marcharse.
-¿Diga?- contestó aquella mujer- ¿Diga?
-Mamá...- susurró Hangeng conteniendo las lágrimas- Mamá, cuídate mucho y sé feliz con él... ¿Si? Yo seré feliz y me cuidaré... muchas gracias por criarme. Gracias...- dicho esto cortó la comunicación, no deseaba escuchar más de aquella mujer. Quizás aún no conseguía entender por qué había preferido a su esposo en lugar de su propio hijo. Del otro lado del teléfono, la madre cayó sobre sus rodillas y empezó a llorar inconteniblemente.
Miró que todo estuviera en orden y se le acercó a su novio, quién recién salía del baño, para besarle dulcemente en la mejilla. Le acarició las enormes mejillas, y tomándolo de la mano, cogió las maletas y salieron de aquél lugar. Canadá estaba muy lejos de todo y de todos, pero necesitaban protegerse de lo que pudiera hacer el padre de Hangeng. El mismo Siwon y su padre les habían recomendado irse del país. Incluso recibieron ayuda económica de parte de los Choi para poder instalarse en Canadá sin que les faltara nada. El día anterior Rella les organizó una gran fiesta de despedida donde todos rieron y lloraron recordando los buenos tiempos. Incluso Leeteuk les envió una carta desde el ejército para desearles buen viaje. Hangeng entrelazó sus dedos con los de Henry y sonriéndole empezó a guiarlo hasta el aeropuerto.
**
-¿Y bien?- preguntó Junsu mientras hacía un puchero- ¿Qué has decidido?- hizo muecas como si el otro chico pudiera verlo- Responde...- insistió mientras acercaba el celular a su oído para escuchar bien la respuesta. Junho lo miraba serio desde el sofá de aquella sala. Su hermano menor se convertía en otra persona cuando hablaba con su novio a distancia. Sonrió para sí pensando que quizás el también era percibido de esa manera cuando lo veían con Zhou Mi. Miró su reloj, aún faltaban unos cuántos minutos para ir en busca de su novio para su primera cita. Sentía una especie de vacío incontrolable en su estómago y de alguna manera deseaba que no desapareciera.- ¡Kyaaaaaaa!- Gritó Junsu, destrozándole los tímpanos al otro gemelo- ¿De verdad?- volteó a ver a su hermano que lo asesinaba con la mirada- Yoochun va a venir a Corea del Sur por una semana- Saltaba su hermano de felicidad. Junho se levantó de su asiento y le tocó el hombro, haciendo que el hiperactivo delfín le mire confundido.
-Me alegro mucho por ti...- dicho esto salió de departamento en busca de su novio.
-Yoochun... es la primera vez que mi hermano me sonríe y se alegra por mi...- comentó Junsu mientras sonreía feliz- Creo que el tener a Zhou Mi cerca ha hecho que Junho deje de odiarme...- sonrió feliz mientras se dejaba caer en el sofá con el celular pegado a la oreja- Amor... ven pronto ¿Ya?- continuó hablando.
**
Al día siguiente un nuevo lunes había llegado a la universidad. Kibum iba apresurado a recoger unos exámenes cuando de repente tropezó con Donghae. El pescado le sonrió pícaro antes de abalanzarse a robarle un beso y salir corriendo hacia su salón. Kibum se quedó con todas las miradas de los presentes clavadas en él, y poco a poco empezó a ponerse más y más rojo. Al punto de parecer un tomate a punto de explotar. Aún no se atrevía a pedirle que sea su novio; no obstante Donghae siempre lograba robarle un beso, llevándolo al límite. Quería pedirle de una vez que estén juntos, pero cada vez que trataba las palabras se hacían nada en su boca. La enorme sonrisa de Donghae lo intimidaba y sus ojos pícaros lograban ponerlo tan nervioso que usualmente terminaba diciendo tonterías y no lo que realmente deseaba expresar. Continuó caminando hacia su salón, hasta que de repente una idea vino a su mente: había descubierto cómo intimidar a Donghae. Cómo pedirle que sea su novio de una vez por todas.
Continuará...
1º como se le ocurre tocar a mi taemincito al degenerado ese ahh?!!!! yo lo mato!! juro ke lo mato!!! ARG!!! AHHH!!! ¬_¬
ResponderEliminar2ºRella!!! no llores T__________T seguro ke simba vuelve prontito prontito [cierto kainet ¬¬?] ... ay me dio una pena leer esto ... llore con rella u.u
3ºreconciliacion Yewook *O* ke bueno ... no sabes cuanto me alegro leer ke wookie al final no habia hecho nada malo xDD
^^
4ºEunmin O.O ... me gusta .. pero no pense ke los ibas a dejar juntos xDD pero espero ke mi conejito sea happy ^^
5ºHannie y Henry T_______T los voy a extrañar
6ºViene Yoochun *O* x3x3x3x3
7ºuyyy ke se le ocurrio a bumie *O* mi kerer saber
Nee ... linda .. gracias por el cap *O* ... lo necesitaba y te kedo hermoso com osiempre
Kiero ke vuelva el horse para ke rella sea feliz ota es si T_____T
Te kiero mucho
Besos