Fanfic Serial: Sex & Candy - Bonus N° 3

Autor: Kainet
Titulo: Sex & Candy (AKA Sendy)
Capitulo: BONUS N° 3
Fandom: Super Junior, SHINee, TRAX

Parejas: Sichul / Varias
Clasificación: Angst / Au / Lemon
Advertencia: Si no te gusta el yaoi (Chico x Chico) es mejor que no leas este serial. No copies este fanfic, si deseas compartirlo en otro lugar, pide permiso al autor y coloca los créditos correspondientes.

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Bonus N°3 - First Time

La universidad parecía un desierto. La hora del examen ya había empezado y Kibum rondaba cabizbajo los alrededores de aquel lugar. Su gesto no era el de siempre, parecía frustrado, abstraído, molesto, quizás. Dio vueltas en círculos hasta que se cansó de andar por los pasillos de la universidad. Cerró los ojos para alejar todo su malestar: la noche anterior no había podido dormir pensando en que finalmente le había dicho a Donghae lo que sentía. Se había quedado en vela, recordando una y otra vez la sensación de aquel beso; el cual no había sido el primero, pero si el oficial. Sonrió de lado, manteniendo los ojos cerrados. Parecía que ya ni importaba el haber perdido el examen, por quedarse dormido llegó muy tarde y no lo dejaron entrar a darlo. Pero no importaba mucho ¿o si? el cachetón no sabía exactamente que sentir, decir o pensar. Estaba confundido, enojado consigo mismo por quedarse dormido. Por no dejar de recordar aquel beso. Por otro lado estaba feliz de haberlo hecho. De ser el novio de Donghae. Mantuvo los ojos cerrados durante una hora, la universidad estaba demasiado silenciosa, todos daban el examen menos él. Ya lo recuperaría. Abrió los ojos lentamente, dejando que los rayos solares iluminen su mirada, movió lentamente su cuerpo para empezar a andar, cuando de repente, cual remolino, Donghae pasó corriendo, tomándolo de la mano y arrastrándolo con él. Por más que Kibum intentó preguntar que sucedía se sentía muy nervioso, la mano del otro era tan cálida.
Donghae se detuvo en seco, y se apoyo en la pared para respirar un poco.

-Fue una carrera larga...- le sonrió al cachetón que apenas y podía mantenerse en pie- Te veías tan solito. Dejé el examen y salí a acompañarte- le explico. Kibum que aún estaba agitado, levantó el rostro serio, dispuesto a reprocharle la poca responsabilidad en sus estudios. Pero al verlo con aquella expresión que solía poner, no se controló y se abalanzo y besar al pescado. Tomándolo por sorpresa, Kibum nunca había sido tan impulsivo, en cierta forma al pescado le encantó esa actitud y continuó el beso durante unos minutos más.- Que lindo eres...- le susurró cuando se separaron. Kibum no quería tener lejos a Donghae y con el rostro tan rojo como un tomate, rodeó su cintura para abrazarlo.- Estamos cariñosos hoy...- le bromeó el pescado antes de ser sorprendido por otro beso.
-Por qué dejaste el examen, vas a reprobar- sentenció Kibum cuando el segundo beso acabo.
-Tú llegaste tarde, no quería que te sintieras mal... sé que te importa mucho la universidad. Entonces pensé que estando cerca, te sentirías menos mal...
-Tonto...- bajó la cabeza apenado.
-Además necesitaba un 20/20 en ese examen para aprobar el curso... me dio flojera y me escapé- bromeó el pescado.
-Donghae...- Kibum lo miró con reproche. Pero al notar la enorme sonrisa del otro notó que era una broma.- Yo...
-Tú me quieres mucho...- completó su oración para luego rodear con sus brazos el cuello del más alto y pedirle otro beso. La hora del examen terminó y ellos continuaban en la misma pose, besándose a más no poder. Shindong pasó con su enamorada por aquel pasillo y ambos estallaron en risas al ver a los dos como chicles.
-Vayan a un hotel...- les bromeo Shindong
-Si no tienen dinero, siempre queda la biblioteca del ala sur de la universidad...- agregó divertida la chica.
-¡Ajá! Shindong niño malo, llevando a Seung Yeon a sitio indecorosos- gritó en tono muy burlón el pescado, haciendo que la chica se ponga roja de pies a cabeza.
-Donghae, ella es una chica, no le faltes el respeto de esa forma... seguro lo escucho de alguien ¿No?- sonrió Kibum luego de tirarle un golpecito en la cabeza a su novio. Pero en lugar de recibir respuesta alguna, notó que todos le miraban atentos.- ¿Qué?
-Has hablado bastante...- dijo shindong a lo que su novia y Donghae asintieron con la cabeza.- Un milagro... volvió la voz de Kibum- hizo muecas el winnie pooh coreano, logrando arrancarle carcajadas a los otros dos.
-No es gracioso... me voy a estudiar- miró con enfado a sus amigos y novio y empezó a caminar en dirección de la biblioteca. No le importó que Donghae lo siguiera, le enojaba esa actitud. Obvio que podía hablar, solo que le costaba un poco. Y cuando finalmente lo hacía, se reían de él. Podía soportarlo de todos menos de su novio.
-Perdóname... es que Shindong es muy gracioso.
-Anda con él si quieres, yo soy un aburrido que va a estudiar un sábado...- dijo antes de dejarse caer en la silla de aquella árida biblioteca.
-Me quedo, es mil veces mejor verte estudiar que ver a Seung Yeon y Shindong con sus arrumacos...- hizo mueca el pescado, esperando robarle una sonrisa pero fue un fracaso.

Pasaron las horas y Kibum continuaba leyendo un libro sobre el estudio psicológico de las sociedad antiguas. Donghae lo miraba atento de rato en rato. Luego se ponía a dibujar en su cuaderno y por ratos se recostaba aburrido en la carpeta de al lado. poco a poco se hizo de tarde y en un cerrar de ojos llegó la noche. Aunque para Donghae fue una eternidad esperando en aquella biblioteca. Cómo estaban en la parte más escondida de la biblioteca norte, el guardia olvido ir a revisar esa zona y sin cuidado alguno apagó las luces y cerró todo. Dejando a ambos chicos encerrados. Ni bien se apagaron las luces Kibum miró asustado a su alrededor. No era la primera vez que lo dejaban encerrado en la biblioteca, pero miró de reojo a Donghae que dormía plácidamente en la carpeta. No había forma de salir. Todo se apagaba y el único guardia que quedaba en todo el campus nunca respondía los llamados. La única solución era esperar al día siguiente para que abran el lugar. encendió una pequeña linterna que tenía a la mano y continuó leyendo. Lo mejor era no despertar al pescado. Además se veía muy tierno durmiendo en esa posición. Durante unos minutos intentó leer, pero su vista estaba cansada y deseaba tomarle una foto al bello durmiente. Sacó, cuidadosamente su celular y empezó a tomarle fotos. Hasta que el otro empezó a moverse perezosamente: estaba despertando.

-¿Hum?- miró la cámara de Kibum, miró a Kibum en pánico al ser descubierto.- Sueño...- dijo rascando sus ojos.
-Has dormido toda la tarde...- susurró Kibum- mejor sigue durmiendo...
-Ya se me quito el sueño, tengo hambre...- miró a Kibum confuso- ¿Por qué todo está tan oscuro? ¿Han olvidado prender las luces? Le iré a decir al guardia...- se levantó rápidamente pero kibum lo detuvo al tomarlo de la mano.
-Verás... se me pasó la hora y el guardia olvidó que estábamos aquí y se fue... estamos encerrados. Si quieres comida en el segundo piso hay una maquina de café y dulces.- explicó rápidamente el cachetón.
-Me encanta que hables...- Dijo Donghae con una enorme sonrisa para luego acercarse al otro y besarle los labios- voy por dulces... ¿Deseas algo?
-No, gracias. No comas muchos dulces eh... Sungmin siempre se queda hiper activo cuando come dulces de noche, es terrible calmarlo entre tres... así que no pienso hacer lo mismo. Aún estoy eno...- Donghae lo silenció con otro beso- ...jado...- terminó de decir para luego ver a Donghae desaparecer por la puerta.

Luego de unas horas, Donghae había devorado casi todos los dulces que habían en aquella máquina y si usualmente era hiper activo, en aquel momento era el triple de lo usual. Se sentaba, se paraba, caminaba, corría de un lugar a otro, cantaba, se dejaba caer en el suelo, hacía bromas tontas. Llegando a impacientar al cachetón que empezaba a perder la cordura. Era peor que un niño chiquito. Donghae se pegó a la puerta de vidrió y empezó a jugar ahí, logrando que el otro se enoje ante su actitud; caminó decidido hacia el más bajo y tomándolo de los hombros lo acorraló contra la puerta.

-Basta... te dije que no comas tantos dulces.- le reprochó ante la sonrisa tonta del otro.
-Mi cuerpo quiere seguir y seguir moviéndose, me aburro aquí encerrado...- hizo puchero.- Kibum, mi cuerpo quiere seguir moviendose...- le dijo intentando escapar del agarre del otro pero no lo consiguió. Mas si consiguió obtener un cálido beso del otro- Sigue...- le susurró de una manera muy sensual al cachetón cuando este pegó sus cuerpos en un abrazo.
-Tu boca está hecha miel...- susurró Kibum cuando se separaron del beso.
-¿Te desagrada?- Donghae aprisionó el cuello de Kibum.
-No- Contestó el más alto para luego caminar con el novio colgado a su cuello y apoyarlo en la carpeta.

Rápidamente Donghae hizo caer a Kibum sobre la silla y sentándose sobre él empezó a besar su cuello. Las manos cálidas de este empezaron a despeinar a su novio y poco a poco empezaron a bajar a lo largo de su espalda. acariciando aquel cuerpo que tanto le gustaba, sintiendo que la ropa le estorbaba. Donghae levantó los brazos al sentir que Kibum le quitaba el polo de mangas largas y se estremeció un poco: quizás estaba asustado. Pero no quería detenerse, no en aquel momento en el que sentía que él y su Kibum estaban siendo solo uno. Bajó cabeza algo avergonzado cuando Kibum le pidió un beso, pese a no parecer tímido, Donghae lo era. Más si se trataba de Kibum. Y aunque no se notara, el otro siempre lograba que su piel se erice.

-¿Quieres que me detenga?- preguntó Kibum al sentir que su novio temblaba entre sus brazos- Lo siento quizás ha sido demasiado...- Donghae colocó un dedo sobre los labios del cachetón y negó con la cabeza y el rostro totalmente rojo.- No quiero forzar nada...- agregó Kibum
-No lo haces... solo tengo miedo. Esta es nuestra primera vez...- sonrió intentando calmar el vacío en su estómago- No quiero que el miedo nos detenga...- dicho esto Donghae se entregó a los labios del otro.

Las caricias continuaron, desprendiendo prenda tras prenda de vestir. Poco a poco empezaron a agotarse las telas entre sus cuerpos. Las manos de Kibum delineaban de extremo a extremo la cintura de Donghae, adueñándose de cada centímetro de piel. Besando cada pedazo expuesto ante sus ojos. Arrebatándole suspiros al otro. Adueñándose de todos sus sentidos, dejando que su pescado pierda la cordura al sentir el calor de sus manos. No tenían idea de como hacerlo, solo sabían que deseaban hacerlo. Las manos de Kibum se posaron sobre el miembro del otro que saltó del susto al sentirlas en tanta intimidad, no obstante del susto paso al placer cuando estar empezaron a acariciarlo en los puntos estratégicos. Ver a Donghae moviendose de esa manera, con los cabellos algo mojados, producto de su sudor y escuchándolo susurrar su nombre; eran cosas que empezaban a hacer que Kibum también pierda la cordura. Pero la silla les quedó chica y bajaron al suelo, para sentirse más cómodos. Era el turno de Donghae, de brindarle placer a quien amaba. Se colocó sobre Kibum y empezó a besar desenfrenadamente su cuello, bajando luego por su pecho y encontrándose con su ombligo, lentamente bajó delineando con su lengua hasta el miembro de Kibum y empezó a introducirlo en su boca. Ante el contacto con los labios de Donghae, el cachetón se avergonzó mucho y su rostro de tornó todo rojo. Pero las risa del pescado lo hizo sentir más tranquilo. Amaba aquella risa.
Luego, cuando Kibum había conocido el máximo placer proporcionado por la boca del mayor, lo acarició tiernamente, con una sonrisa muy cálida y notó de nuevo el miedo en sus ojos. Repentinamente también sintió miedo.

-He leído que es así...- Donghae tomó uno de los dedos de Kibum y lo introdujo en su boca, poniendo de todos los colores al otro. Lubricando con su saliva aquella parte del cuerpo del otro para luego guiarla hacia su entrada. Kibum se soltó de eso y lo miró asustado, no quería hacerle doler. También sabía como era que se hacían esas cosas. No por gusto era un ratón de biblioteca, pero también sabía que resultaba muy doloroso para el pasivo. No quería que Dongie sienta semejante dolor.- No te asustes Kibum... sino también me asusto, pienso que no me deseas...- le sonrió Donghae recostándose en el piso y abriendo sus piernas como invitándolo a seguir- Sigamos... si duele mucho, ya luego te castigaré...- sonrió pícaro. Kibum se acercó y lentamente empezó a introducir su dedo en la entrada de Donghae, lento, muy lento. Mirando fijamente la expresión del otro para asegurarse de que no le doliera mucho. Donghae cerró los ojos mientras se perdía en esa mezcla de placer y dolor. Luego vino el segundo dedo, robándole un agitado suspiro y por ultimo el tercero, arrebatándole una lágrima. Kibum esperó unos minutos, adecuándose también a la cavidad del otro, para luego empezar a mover sus dedos. Las sensaciones que generaba hacían que el mayor se estremezca en aquella posición, de rato en rato decía el nombre del otro, agitado, exitado. Finalmente, cuando ya estaba reparado. Donghae empujó a Kibum y se sentó sobre él, logrando que tal introducción lo haga gritar de dolor. Unas cuantas lágrimas se le escaparon de los ojos ante la mirada preocupada de Kibum. Pero no había marcha atrás, ya sentía a Kibum en su interior y empezaba a acostumbrarse a aquel latente dolor que poco a poco se transformaba en algo adictivo. Las embestidas fueron lentas, cuidadosas. El cachetón abrazó a Donghae de la cintura mientras que este se apoderaba se su cuello. Jadeantes, iban aumentando la velocidad, a un ritmo sincronizados, juntos en cuerpo y alma.

-Te amo Donghae...- le susurró al mayor mientras secaba sus lágrimas- Gracias por amarme...- le sonrió mientras el otro lo miraba fijamente.
-Te amo Kibum... pero muévete más...- bromeó Dongie mientras balanceaba sus caderas sobre las del otro. En unos cuantos minutos, ambos cayeron exahustos sobre el frío suelo de la biblioteca. Habían terminado y había sido demasiado hermoso para ambos. Lentamente Kibum salió de Donghae y procurando no alejar mucho sus cuerpos, se preocupó de cubrir su cuerpo con su casaca.
-No quiero que te resfríes...- le sonrió Kibum al otro que empezaba a quedarse dormido- mañana no podrás sentarte...- le bromeó a lo que Donghae abrió los ojos algo enojado y le tiró un golpecito en la cabeza.
-Calla y abraza me, empiezo a sentir frío...- se acurrucó entre los brazos del menor.

Fin del bonus