29 jun 2009

Fanfic Serial: Sex & Candy - Cap 29

Autor: Kainet
Titulo: Sex & Candy (AKA Sendy)
Capitulo: Capitulo 29
Fandom: Super Junior, SHINee, TRAX
Parejas: Sichul / Varias
Clasificación: Angst / Au / Lemon
Advertencia: Si no te gusta el yaoi (Chico x Chico) es mejor que no leas este serial. No copies este fanfic, si deseas compartirlo en otro lugar, pide permiso al autor y coloca los créditos correspondientes.

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Capitulo 29:

Habían pasado ya cuatro meses desde la partida de Kyu, ya no dolía el corazón, ya no se desbordaban las lágrimas. Sungmin estaba sentado en el columpio de un parque cercano a la casa de Eunhyuk. Se balanceaba lentamente, dejando que su cuerpo se mueva torpemente mientras la fría noche le robaba los pensamientos. Cerró los ojos y respiró profundo, sintiendo como el oxigeno entraba en su cuerpo, refrescando de a pocos todo a su paso. Enfriando las memorias tristes, congelándolas en algún lugar de su pasado. Dejándolas estáticas y perdidas. Su corazón se aceleró cuando sintió que unos cálidos labios se posaban sobre los suyos, era una boca que ya conocía, una que había vuelto a amar. Era Hyuk. Los grandes ojos se Sungmin se abrieron lentamente, dibujando una sonrisa atrapada en el beso que el otro le regalaba. Sus brazos rodearon el cuello del mono y juntos empezaron a mecerse lentamente, manteniéndose con los labios fusionados. Fue difícil, hablarlo con su madre; aceptarlo él mismo, pero finalmente estaba donde siempre debió estar: en el corazón de Sungmin. Pese a que durante los primeros meses sintió que era solo un juguete de su mejor amigo, con el paso del tiempo empezó a sentir que el otro realmente lo amaba. Por otro lado, el conejo pervertido había cambiado mucho, sus sentimientos habían cambiado también o quizás era que empezaban a despertar aquellos sentimientos que sepultó al ver a Eun negando lo que en verdad era. El aire se les hizo escaso y separaron sus labios, más no sus brazos. Hyuk acarició el cabello del otro mientras se sentaba en el piso para quedar frente a este. Sin soltar su mano derecha, acarició su rostro y su cabello con la que le quedaba libre. Sungmin seguía en silencio, con la mirada fija en aquella sonrisa hiperactiva del otro. Y de repente, se perdió en el brillo de aquella fresca sonrisa. Recordó cuando eran niños, cuando eran adolescentes, cuando eran mayores: toda una vida juntos, deseaba seguir a su lado siempre. El primer beso, la primera vez; todos esos recuerdos eran al lado de Eunhyuk. No había espacio para Kyu, ya no.

-No soporto...- susurró Sungmin antes de soltar una risa escandalosa y abalanzarse sobre su novio para besarlo apasionadamente. Para asfixiarlo con su cariño. Ambos cayeron en el piso, sin importar si estaba sucio o no, sin importar si alguien los miraba o no. Solo importaban ellos dos. El resto era nada.
-¿No soportas estar lejos de mi?- le bromeó Hyuk mientras que el otro acomodaba su cuerpo para encajar- Sungminah, debes dejar de comer tantos dulces...- bromeó de nuevo a lo que el otro le tiró un golpecito y se apresuró a alejarse enojado.- ¿Te has enojado?- besó su cuello- Era una broma, sabes que esa dulcería la pedí para ti... para que comas todo lo que quieras...
-Tonto...- susurró cerrando los ojos para sentir los besos del otro en su cuello- Te amo Hyukie...
-Lo sé...- sonrió adoptando una pose egocéntrica- ¿Vamos a mi casa?- levantándose para luego extenderle la mano para ayudarlo a pararse.
-¡NO!- gritó Sungmin jalando a Eunhyuk hacia él, logrando que los dos acaben en el suelo de nuevo.- Bésame unas 9873748959998377377384849595 veces y pensaré si voy o no a tú casa...- sonrió pícaro cerrando los ojos y estirando sus labios rosas para esperar el primer beso.

Su corazón se afligió. Dolió, se rompió. Tragó saliva mientras escondía el regalo que traía entre sus manos. Bajó la mirada derrotado y fue consumido por su silencio mientras escuchaba a los otros dos juguetear. Se recostó en el árbol que le servía de escudo ante la mirada de Sungmin. Derramó unas cuantas lágrimas mientras mordía sus labios para evitar gritar. Había vuelto, la confusión había acabado, pero había acabado demasiado tarde. Su corazón dolió, se rompió. Dejó caer aquel peluche en forma de conejo sobre la tierra de aquel lugar de juegos. Dejó que tan preciado regalo se enlode; ya no importaba si se ensuciaba: se había quedado sin dueño. Lo cuidó durante todo el viaje de China a Corea del Sur, no obstante había sido en vano. Cerró los ojos con fuerza para aprisionar sus lágrimas, pero eso también fue en vano. Kyu no se atrevía a ir y aparecer ante sus ojos. Era muy tarde y él era demasiado inteligente y analítico como para hacer algo tan imprudente. Secó sus lágrimas y miró por última vez al peluche, no tenía sentido quedárselo. Lo dejó ahí, enlodándose con la repentina llovizna que cubrió a los tres hombres que estaban en aquel parque. Y escuchando cada vez más lejos la voz y las risas de Sungmin, avanzó hasta estar dentro de su auto. Sacó su celular y marcó el primer número de su agenda.

-¿Señor Park? Soy Kyuhyun, disculpe que lo moleste pero me preguntaba si la propuesta de trabajo en China sigue en pie- Su silencio delataba su dolor- ¿Umm? Claro, claro, hablo en serio... perfecto, mañana mismo... salgo hacia China, mis asuntos en Corea del Sur han terminado.- Cortó la comunicación. Ya no tenía motivo para estar en Corea, lo mejor sería volver al país que lo acogió mientras no sabía que pensar o sentir.

**

La mañana llegó tranquila, el nuevo país y el nuevo continente eran apacibles y comprensivos con Hangeng y Henry. El suave aroma a comida coreaba llegó hasta sus narices, aquella sopa de kimchi que tanto extrañaban los hizo despertar con su aroma característico; haciéndolos, por un momento, dudar de dónde estaban. Hangeng pasó lentamente su brazo alrededor de Henry y lo jaló un poco hacia su cuerpo. Una gran sonrisa apareció en los labios del menor mientras mantenía los ojos cerrados, perezoso de querer o pretender levantarse de la cama. El mayor besó su frente y movió unos cuantos cabellos que obstruían la frente del canadiense. Unos minutos más y ya se escuchaban los pasos apurados de la mujer de edad, caminando de un lado a otro, preparando la comida para sus engreídos. Faltaba poco para el gran día, faltaba realmente poco. El chino se levantó lentamente y, con él, jaló a Henry, moviéndolo de los hombros para hacerlo despertar bien.

-Es hora de bañarse…- le susurró mientras se levantaba de la cama para dejar a la vista sus cortos boxers negros. Henry se sonrojó notoriamente al ver al otro en tales fachas. Aún no se acostumbraba a llevar una vida tan abierta en casa de su abuela. Sentía pánico de que la mujer vieja pudiera abrir la puerta y encontrar a su novio con tan pocas prendas de vestir. Se apresuró a levantarse de la cama y caminó hasta el baño, seguido por Hangeng. Henry se miró en el espejo y miró el reflejo de su novio, quién lo abrazaba por la cintura.- ¿Aún tienes sueño?
-No…- continuó mirando el reflejo- Eres un descarado. Deberías ponerte pijama luego de… tu ya sabes. Las grandes mejillas del menor se coloraron demasiado a lo que el otro sonrió pícaro.
-Cómo ponérmelas si tu me las robas…- señalo el cuerpo de Henry que traía las pijamas de quien hablaba- Tus pijamas me quedan demasiado chicas Henry…

Ambos empezaron a reír. Era un gran contraste, por un lado Henry usaba los pijamas de Hangeng que le quedaban bastante largas y algo anchas, lo cual lo hacían verse demasiado tierno; por otro lado el mayor solo tenía una prenda de vestir, muy pequeña como para no resfriarse en cualquier momento. El cuerpo del chino era demasiado como para que el otro no se sonroje al mirarlo através del espejo. De repente, la abuela llamó a la puerta, haciendo que ambos entren apurados a bañarse. A los pocos minutos ya estaban sentados en la mesa, comiendo felices con la abuela. Comiendo aquel kimchi que tanto extrañaban de corea. La abuela de Henry adoraba a Hangeng, siempre lo sobrealimentaba y lo llenaba de mimos y detalles. Solía decir que esa era la manera de tratar al novio de su nieto. Que solía tratar de esa manera al padre de Henry cuando formalizó su relación con su hija. Ambos habían obviados muchas partes en la historia de cómo es que se habían conocido. Pero algo si le habían contado a la mujer de edad y era que ambas familias no veían con buenos ojos aquella relación. La mujer de edad lo tomó muy a la ligera, no le molestó en absoluto el que ambos sean chicos. Les contó que ella había conocido muchos chicos así, que en Canadá todo era muy diferente, las personas conservadoras eran la mitad de las que había en Corea del Sur, quizás menos.

-¿Qué harán hoy?- preguntó mientras le acariciaba el rostro a su pequeño nieto- ¿Aún hay sitios que desean ir a conoces?
-Planeábamos ir a investigar sobre los requisitos del matrimonio.- contestó Hangeng mientras miraba su plato fijamente.
-¿Están seguros de hacer esto? Lo digo porque es ir en contra de la voluntad de sus familias…- agregó la mujer mayor.- Henry tu ya eres mayor de edad aquí pero allá creo que aún no…
-Nos quedaremos aquí hasta que cumpla mayoría de edad allá. Entonces volveremos. – sonrió Henry.
-Abuela…- Hangeng miró su plato vacío- ¿Puedes servirme más?
-Henry, sírvele a tu esposo…- la abuela sonrió traviesa.- Vamos a buscarles un departamento cerca de casa… no los boto, solo quiero que tengan más privacidad, creo que mi presencia nunca dejará de incomodarlos.
-Abuela, tú no incomodas…- Henry se levantó y tomó el plato de vacío entre sus manos.
-Insisto… una pareja necesita su propio espacio. Yo, en mis épocas, odiaba tener a mi suegra cerca… merodeando que hacía o dejaba de hacer con mi esposo. He visto un departamento cerca. Iremos luego a preguntar ¿Si? Tómenlo como mi regalo por la boda.

**

Cómo si se tratara de un sueño hecho pesadilla, sus ojos se llenaron de ira y su sonrisa se tornó macabra. Tener a Siwon frente a sus ojos lo volvía un animal. Verlo actuar de manera tan perfecta lo insentivaba a no dejar de pensar en hacerle algo malo. Escuchar sus palabras educadas y tranquilas, lo motivaban aún más a desear abalanzarse sobre él y golpearlo hasta dejar su cuerpo totalmente inerte. ¿Quién era él para ir a reprocharle sus acciones con Taemin? ¿Cómo había logrado encontrarlo? ¿Cómo es que podía mantener la calma? Lo odiaba. Realmente lo odiaba y no dejaría de hacerlo hasta verlo destruido. Si antes sentía celos de él, ahora era algo más lo que sentía. Ya no era la impotencia de no poder tener a Heechul. Era un sentimiento más oscuro y frívolo lo que le consumía el alma.

-Te odio Choi Siwon...- dijo SeungKi apagando el cigarro que tenía en los labios.- Antes te envidiaba por ser el novio de Heechul... Ahora, te odio tanto que ya ni me interesa él... yo solo quiero hacerte daño. Tu falsa perfección me da naúceas... Puedo jurar que te mataría...- sonrió de lado acercándose al mayo que lo miraba preocupado. Aquel chico no estaba bien de la cabeza. Vaciló un poco al notar que este traía un puñal en la mano. Luego de haberlo buscado durantes cuatro meses, había logrado dar con su paradero. Después de violar a Taemin, el adolescente, huyó. Dejándo a todos muy conmovidos por la situación.
-Yo también puedo decir que te odio, si eso te hace sentir bien, pero no es cierto. Yo no sé odiar.- respondió Siwon acercándose para luchar cuerpo a cuerpo contra el chiquillo- Baja el cuchillo y pelea como alguien justo, como un hombre.

Le había jurado a Rella no pelear, sabía de memoria que su princesa odiaba la violencia. Pero no tenía otra alternativa. Huír del lugar no era ninguna opción en su cabeza. Al menor descuido del más pequeño, Siwon le pateo la mano e hizo volar el objeto punzo-cortante. En un dos por tres ambos cayeron sobre el piso y empezaron a forcejear. Un grito ahogado, tosco, se escapó de los labios del mayor al sentir el filudo extremo del cuchillo introducirse en su abdomen. No podía perder, aquel chiquillo debía pagar por sus errores. Siguió forcejeando hasta que sus guardaespaldas llegaron y aprisionaron al menor. Siwon solo alcanzó a ver la sonrisa malevola del pequeño al verse envuelto en sangre.

-Yo solo quiero hacerte daño Choi siwon...- escuchó antes de caer inconciente en los brazos de sus guardaespaldas.

**

Todo dió vueltas, como en aquel momento. Su cuerpo parecía el de un muñeco de trapo que iba dentro del auto. El exceso de velocidad lo había conducido a un remolino intemrinable, poco a poco, los golpes empezaban a doler más. La conciencia se empezaba a perder. La sangre empezaba a cubrir todo. Yesung abrió abruptamente los ojos y se levantó de la cama para intentar calmarse. Sus piernas le dolían, le dolían como nunca antes. Llevó sus manos hacia su rostro para despejar todo rastro de sueño y miró asustado a su lado, temiendo haber despertado a Wook. Pero este dormía plácidamente en su lado de la cama. Sonrió de lado y volvió a recostarse a su lado, girando un poco su cuerpo para quedar frente al que dormía. Acarició suave y lentamente sus cabellos, observando detenidamente a quien amaba tanto. Nunca antes pensó que el dolor en su corazón lo llevaría al extremo de desear morir. Todo pasó demasiado rápido. Fue muy repentino. Estaba tan dolido, tan distraído que solo atinó a subirse a aquel auto y a manejar lo más rápido posible. El dolor en su cuerpo no se comparaba con el que sentía dentro. En un dos por tres su auto perdió el rumbo y terminó estrellandose con otro que venía en dirección opuesta. Dio vueltas de campana y cayó cual muñeco en el piso. No lograba recordar más. Solo el sonido de las sirenas de la ambulancia. Y a lo lejos la voz de Wookie, pidiendole que no lo deje. Al primero que llamaron fue a este, pues era quien figuraba en su registro. La única persona que importaba era él.

-¿Yesung?- ronroneó un poco su novio mientras se despertaba completamente. Se quedó en silencio unos segundos para luego mirarlo atento. Yesung se había levantado solo de la cama- Pue... puedes caminar- sonrió feliz a lo que el otro intentó dar un paso pero cayó sobre sus rodillas. Frustrado. Wookie corrió a levantarle y beso sus mejillas para aliviar todo rastro de tristeza- Ya falta poco ¿Ves? pronto podrás caminar amor...- volvió a besarle las mejillas mientras le ayudaba a ir hasta la cama- Yesung, te amo ¿Lo sabes, no?- el cachetón asintió con la cabeza, escondiendo su frustración entre sus largos cabellos.- Si me amas deja esa cara triste y abrazame que me da frio cuando no me tocas- le ordenó el pequeño antes de recostarlo en la cama y acostarse a su lado.

***

Pasaron los días y todo parecía estar tranquilo. Jay tomaba un poco de leche de la nevera mientras que Rose aún dormia. Taemin había cambiado bastante desde todo lo sucedido con SeungKi no obstante parecía que su cambio estaba solo enfocado en Minho. Por más que intentaron convencer a Tae de que le cuenta la verdad a Minho este no se atrevíncluso cuando ya habían encarcelado a SeungKi y que Siwon estaba en el hospital por haber sido malherido por aquel chiquillo, el hermano menor de Rose se negaba a decirle la verdad a su novio. Jay se sentó en la mesa, el departamento tenía más vida desde que Taemin y Rose se mudaron con él; examinó con los ojos el lugar, todo tenía rastros de su nueva familia y en cierta forma le encantaba. Bebió un poco más aquella leche helada, hasta que recibió un golpe en la cabeza, regalo de su novio. Jay le miro entre confundido y enojado. A decir verdad la rosa era bastante inpredecible, nunca se sabía como iba a reaccionar y a veces de la nada se enfada. Era demasiado temprano para tener dramas familiares. Jay le sonrió y le ofreció un poco de su desayuno.

-Idiota... estás mal de la garganta ¿Por qué eres así de responsable con tu salud? Sabes que me muero si te me enfermas. ¡Te imaginas!- hizo gestos graciosos expresando su preocupación mientras que Jay le miraba divertido. Saber que Rose se preocupaba por el resultaba muy refrescante.- Idiota, no te rías, hablo en serio. Mira que andamos de malas, Yesung con su accidente... Siwon con lo del chiquillo enfermo... Es que me muero si te pasa...- no pudo continuar dando su discurso de princesa preocupada al sentir los brazos de su novio jalarlo hacia él- Jay hablo en serio...- le repitió al sentir que las manos del otro jalaban su rostro para robarle un beso.
-Lo sé... yo también estoy siendo serio en esto... Nada me va a pasar, porque estás tú conmigo- le sonrió para luego chocar su frente con la suya.- Todo va a estar bien...- le sonrió mientras acariciaba su rostro.

**

Levantó el rostro muy apenado, las palabras de su profesor habían herido su orgullo en lo más profundo. Kibum se levantó de su asiento muy indignado y salió del salón ante la mirada atónita de todo el salón. Ciertamente era alguien difícil de hacer enojar pero parecía que en ese momento el profesor se había pasado con su comentario. Kibum salió renegando de aquel lugar, deseaba golpear a aquel impertinente profesor. Sabía perfectamente lo que había hecho en la biblioteca, no tenía por qué recordarselo, mucho menos hablar de cómo los encontraron y de que salieron hasta en el noticiero local. Fue demasiado para alguien como él que usualmente mantenía el perfil bajo. Tuvo, incluso, que llamar a su familia para contarles sobre todo lo sucedido, sus padres primero se enojaron pero luego comprendieron que su hijo era gay y que nada había cambiado. Caminó apresurado buscando a su pescado, enojado por todos los pasillos ni siquiera le contesto el saludo a Shindong. Una vez en la cafetería se encontró con Donghae, rodeado de sus amigos.

-Uy, el novio te busca...- dijo uno de los amigos de Donghae. Kibum odiaba a ese amigo, y usualmente soprotaba sus bromas pesadas pero en ese momento solo deseaba destruir a todos- No vayan a la biblioteca.- sonrió cínico. Eso fue la gota que derramó el vaso de agua. Kibum se dio media vuelta y le tiró un puñetazo en la cara al chico, haciendolo caer al suelo ante los ojos de los demás.
-Kibum...- Donghae corrió donde su novio- Lo siento Joong, debes aprender que las bromas, sobre todo las tuyas, aburren y cansan, mira como haces que se ponga mi amor...- volteó a sonreírle a su novio para luego darle un beso en la mejilla y susurrarle cerca al oído que debían ir a otro lado a hablar.

caminaron unos minutos hasta llegar a un salón vacío. Kibum se recostó sobre una carpeta y se mantuvo en silencio mientras el otro trataba de cambiarle la cara de enojo. Le bromeo, le bailo hasta le lloró pero nada cambiaba la cara de Kibum. Donghae se acercó y se puso de puntillas para besarle la frente a su novio. Lo abrazó fuertemente, no sabía que hacer para cambiar su estado de animo que a pesar de no haber escuchado de sus labios el motivo, tenía bastantes sospechas de lo que le pasaba por la cabeza al otro. Se sentía mal por haber puesto en semejante escándalo a su novio, pero no pensaba mucho en eso, porque no se arrepentía de lo que había hecho esa noche con Kibum.

-Estoy enojado...- Hablo Kibum rodeando con sus brazos al mayor- Quiero hacer traslado... Odio esta universidad...
-No... no podemos huír. Bumie, lamento lo que pasó... pero no me arrepiento de lo que hice ¿Tú si?
-No, claro que no, pero todo esto me sofoca... El profesor hizo una horrible comparación con nosotros, me dieron ganas de golpearlo por hablar así de ti...- se aferró al cuerpo del otro- Dongie me molesta que digan que eres un chico fácil.
-Pero lo soy... o lo fui... realmente no importa. ¿Importa? Importa si tú lo crees cierto o no, el resto es nada...
-Dijo que te habías cansado de las mujeres y que ahora buscabas hombres... "En la biblioteca" Como odio a ese profesor.
-Falta poco para acabar, si estamos juntos y mantenemos la confianza, todo va a estar bien...- besó sus mejillas mientras el otro cerraba los ojos para sentir las caricias.
-Odio estar el medio de todo, odio que me miren así, que me juzguen... Desde niño lo odiaba, en USA me miraban por ser coreano, aquí pasaba desapercibido y ahora me señalan por tenerte de novio, es demasiado Donghae...
-¿Piensar terminarme?- Donghae le miró preocupado
-No lo sé... solo sé que me asfixio en esto... Ser popular no es lo mío... yo solo quiero ser feliz contigo...
-Entiendo...- Donghae se apartó un poco para luego salir del salón, esperando que Kibum lo siga, pero este se quedó en su sitio, estático. Había hecho que esa hermosa sonrisa se borre de los labios del pescado y eso era algo que no se podía perdonar.

**

Junho entró lentamente para luego dejar sus cosas sobre uno de los sofás. Estaba nervioso, quizás se estaban presipitando demasiado. Quizás iban demasiado rápido. Vivir juntos era un gran paso y su caracter no era el mejor del mundo. Tenía sus momentos, tenía mucha inseguridad, demasiados traumas debido a su gemelo, demasiadas cosas. Zhou Mi tenía demasiado pasado como para obviarlo. Saber que este recibía correos de Kyu lo ponía inseguro, no obstante nunca decía decía nada. Zhou rodeó la espalda de su novio y besó su nuca mientras acariciaba una de sus manos.

-Tengo miedo...- le susurró Junho al sentir las caricias del otro.
-Yo también, pero te amo...- volteando a su novio para robarle un beso- Si algo te molesta, por favor dímelo. Quiero que confíes en mí como yo confío en ti ¿Entendido?- Junho asintió con la cabeza antes de ser guiado hasta la habitación- Este es nuestro cuarto... Duermo hacia el lado derecho...- señaló con una sonrisa coqueta- ¿Quieres buscar tú lado?- Le insinuó mientras se desprendía de su camisa.


**
En otro lugar de Corea el pequeño Taemin buscaba ansioso una dirección, estaba muy apenado con lo sucedido. Saber que Siwon había sido lastimado por SeungKi, saber que Heechul no podía ver a su príncipe era todo muy terrible. Sentía que todo era su culpa. Y solo conseguía desquitarse con Minho. Que a pesar de todo, y sin recibir explicaciones al por qué ahora no se dejaba tocar, seguía a su lado. Entró en aquel hospital, preguntó durante unos minutos dónde estaba Choi Siwon, para luego ir en busca de quien más lo ayudó. Apretó entre sus manos el ramo de flores que le llevaba a su "Appa" para luego entrar en la habitación a Siwon se le dibujó una hermosa sonrisa en los labios al ver al pequeño entrar. Este le saludó con la mano para luego sentarse a su lado y acomodar unos girasoles.

-Hola ¿Cómo estás? ¿Ya te sientes mejor?- se apresuró a preguntar mientras el otro se acomodaba sobre sus almohadas.
-Si, mañana me dan de alta. No fue muy grave...- miró detenidamente las flores- ¿Son de él?
-Sí, te las envía, dices que su departamento aún huele a caramelos, que no te olvides de eso...- Sonrió el pequeño- Deberías dejarnos el decirle lo que sucedido, el piensa que estás bien...- cuestionó la decisión del mayor.
-Estoy bien, ahora...- sonrió galante- Mi princesa no tiene por qué sufrir más. Amo los girasoles por su culpa.- bromeó para luego acariciar la cabeza del pequeño- Gracias por hacer de mensajero ¿Cómo vas con Minho?
-Nada nuevo...- bajó la cabeza el menor
-Aigo, por qué te parecerás tanto a tu madre...- empezó a despeinar al menor mientras reía estrepitosamente. Al oír las risas escandalosas el padre de Siwon apresuró su paso para encontrarse con tal escena. No vio muy bien los ojos de la visita pero con tal solo ver sus labios pensó que era Heechul. Se arrebató y corrió a empujar al menor, haciéndolo caer de la silla.
-Insolente ¿Qué haces aquí? Te he dicho que no te quiero cerca de mi hijo...- miró enfadado al menor- ¿Acaso no había prometido no verlo? ¿Estás loco? Te vas a casar en unos meses y sigues dudando de tu sexualidad...- Estaba histérico el hombre viejo.
-Padre, padre cálmate ¿Qué tienes? Has asustado a Taemin...- Siwon intentó inclinarse para ayudar a su amigo pero el dolor en su abdomen era insoportable.- Lo siento...- le dijo a Taemin que se levantó asustado a mirar al hombre viejo.
-Señor yo lamento haber venido- mostró sus ojos el menor- Me llamo Taemin, creo que no nos conocemos... Yo soy amigo de Siwon-hyung vine a traerle flores por qué el me rescató de SeungKi- El hombre viejo apenas se pudo sentar en la silla al notar su error. es que eran muy parecidos fisicamente. Claro que el chiquillo ese tenía el rostro más de niño, el cabello corto y de otro estilo además, claro de tener una mirada distinta.
-Lo lamento, pensé...- se disculpó el viejo.
-¿Pensaste qué padre? ¿Cómo puedes tratar así a Tae? Lo lamento, mi padre anda muy nervioso últimamente...- Se disculpó el herido.
-Descuiden...- Tae hizo ademanes con sus manos- Yo ya debo irme, vine antes de clases pero se me hace tarde. Nos vemos pronto Siwon-hyung...
-Mándale saludos a tu omma. - sonrió Siwon.
-Si claro, un gusto señor... hasta luego- se despidió sonriente el menor.

**

Pasaron unos cuantos días y Minho fue a visitar a Heechul, este estaba jugando con Sungmin, ambos corrían de un lado a otro intentando bailar una canción de "chicas" Minho los miraba sonriente, nervioso, de tan solo imaginar que Taemin podría unírseles le daba entre miedo y hemorragia nasal.

-Hyung... tengo algo que contarte- se acercó una vez que la música se detuvo. Heechul lo miró atento, no se parecían físicamente pero era el hijo de Siwon. Sin previo aviso salto sobre el menor y lo abrazo.
-Eres su hijo...- dramatizó.- Su bebé...
-Minho, Chulah está tan necesitado de tu appa que te va a violar.- ni bien terminó de hablar el conejo pervertido recibió un golpe de Heechul que lucía enojado.
-Hyung... habrán una fiesta de disfraces, de los empresarios más poderosos. Pensaba que quizás podrías ir disfrazado, todos usarán antifaz... y podrías acercarte a Siwon-hyung, hasta donde sé él y su padre irán... Es esta noche...
-kyaaaaaaaaaa niño lindo, inteligente, bonito, te amo... iré, iré... me pondré mi disfraz de colegiala a Siwon le encanta ese disfraz además es fácil de sacar- rió pícaro
-Eres un fácil...- Sungmin se rió ante la broma de doble sentido de su amigo.
-¿Y tú no?- Heechul le sacó la lengua.
-Hyung pensaba en... Deberías ir como Julieta... así será más justificable el antifaz... una colegiala llamaría demasiado la atención...
-Minho-bebé tiene razón... otro día de disfrazas de zorr...- Heechul empujó a Sungmin haciendolo callar.
-Kyaaaaaaa Julieta Kim y Romeo Choi... iré, sí que iré...

Continuará...

4 comentarios:

  1. hola!, desde hace un par de dias encontre tu sitio y las historias que relatas son increibles me dejan pensando cada minuto del dia que pasara. lamento si antes no deje comentario pero espero comprendas que el leerlas mas de una vez te deja con los ojos rojos. esta historia en especial es encantadora,en verdad no habia leido algo mejor.
    sigue asi que yo pasare por aqui mas seguido a leer y a comentar, claro si me lo permites...
    bueno hasta pronto.

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  2. omg, muchas gracias por visitarme <3
    De veras te gustan los fanfics? me alegro mucho!!
    Espero poder volver pronto a publicar mas.

    Gracias de nuevo por el comentario.

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  3. Konban wa lo prometido es deuda, este capitulo tambien a quedado genial y creeme que seguire viendolos todos jijijiji sip sip me gustan mucho tus historia y espero que continues estas y esperaremos tambien nuevas y viva el yewook siiiii Ganbatte nos tamos viendo matta ne.

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  4. waaaaaaao gracias, gracias!!
    si, el yewook es amor.
    prometo volver con mas.

    besos!!

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Ella quiere saber

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