Autor: Kainet
Titulo: Whispers
Capitulo: Capitulo 02
Fandom: Super Junior
Parejas: Sichul / Hanchul
Clasificación: Angst / Au
Advertencia: Si no te gusta el yaoi (Chico x Chico) es mejor que no leas este serial. No copies este fanfic, si deseas compartirlo en otro lugar, pide permiso al autor y coloca los créditos correspondientes.
Titulo: Whispers
Capitulo: Capitulo 02
Fandom: Super Junior
Parejas: Sichul / Hanchul
Clasificación: Angst / Au
Advertencia: Si no te gusta el yaoi (Chico x Chico) es mejor que no leas este serial. No copies este fanfic, si deseas compartirlo en otro lugar, pide permiso al autor y coloca los créditos correspondientes.
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"Pude haber dejado pasar el momento, Pude haberte ignorado Y pretender que no llamabas mi atención. Sin embargo, no lo hice: Desde la primera mirada, yo quise amarte."
By. Siwon
Segunda Parte.
Mis latidos se hicieron torpes, mi mirada coqueta y mis palabras insinuantes. Fue así la segunda vez que nos encontramos en la biblioteca de la universidad en la que estudiabas mi idioma. Quise pasar de largo pero me detuviste con tu cuerpo, y lentamente susurraste palabras en mi idioma; dejándome saber que yo te gustaba. Que habías empezado a practicar el idioma, solo por mí.
“Gajima…” susurré en aquel mensaje de celular que te dejé antes de que desaparecieras por completo de mi vida. Fue la última vez que te llamé, por más que intenté salvar a mi orgullo, todo fue en vano pues terminé destrozándolo todas las noches cuando miraba el celular, esperando que llames de vuelta: nunca volví a escuchar tu voz. Hangeng, nunca volví a escuchar tu voz. Y tú nunca volverás a verme. Esos cabellos rojos, ya no están; esa risa burlona, desapareció; ese Kim Heechul que conociste, ya no existe.
El dolor de mi pierna en este momento bloquea mis pensamientos, duele tanto que casi ya no puedo mantenerme consiente; mientras miro a mi lado, a un amigo inconsciente. Acabamos de chocar contra algo, mi respiración se agota y solo consigo susurrar entre quejidos tu nombre. Si estos son mis últimos momentos, quiero pasarlos pensando en ti. Muy a pesar que ayer y anteayer me juré que nunca más te nombraría. Hoy solo quiero pensar en ti y en aquellos días de gloria. Días llenos de suspiros compartidos. Mi pecho se agita y poco a poco todo va volviéndose más y más borroso. Alcanzo a escuchar que mi compañero despierta pero ya no veo casi nada, llama mi nombre y yo solo le contesto: “Gajima Hangeng…”
-¿Cuántas horas lleva dentro?- preguntó alarmado aquel joven que acababa de perder a su padre. Tenía los ojos llenos de terror, no deseaba volver a perder a alguien querido. Menos a Heechul, el era su apoyo y motivo desde que su padre enfermó.- Respóndame doctor… Heechul se pondrá bien ¿Verdad?
-Donghae, debes entender algo: el golpe de su pierna puede perjudicar bastante su andar por los próximos meses; en cuanto al golpe de su cabeza, no hay daños… debemos esperar a que despierte, por favor vuelve a tu habitación, tu brazo necesita ser tratado.- El menor bajo la cabeza impotente y continuó su camino hacia su habitación de hospital.
**
Fue extraño cómo lo conocí, pues puedo asegurar que podemos llamar a nuestro encuentro “destino”. Fue extraño, sí que lo fue, tanto como el hecho de que desde la primera vez que lo vi me dije a mí mismo “Ah… es él, es quien robó el corazón de Hangeng y quien me hace envidiar a uno de mis mejores amigos…” lo supe, desde la primera vez que el me haría más humano, me enseñaría cosas que nunca imaginé conocer, supe que Heechul sería mío y de nadie más.
Luego de llegar de China y de celebrar la fiesta de compromiso de mi hermana y de Hangeng, papá y yo volvimos a Corea para continuar con los negocios y mi trabajo, pueda que sea el heredero de todo pero tengo un trabajo al cual regresar. Como de costumbre papá se sintió un poco mal en el aeropuerto, sus años y su edad se confabularon para llevarme directo hasta mi destino. Decidimos llevarlo a ver a su doctor de cabecera, ya que papá nunca confiaba en mis diagnósticos pese a que hacía algún tiempo me había graduado en medicina. Fuimos directo a mi centro de trabajo: el hospital central, para encontrarnos con su doctor de cabecera el cual estaba de turno en aquel momento. Mientras el doctor analizaba la situación de mi padre yo salí a caminar por los pasillos, a dar vueltas en círculos esperando que el largo y tedioso chequeo llegue a su fin. Estaba tan acostumbrado a ellos; desde muy pequeño siempre fui apegado a mi padre, de modo que siempre le seguía a todos lados; incluso al doctor, por más que solía tenerles miedo a las enfermeras hoy soy un doctor que lidia día a día con la vida y la muerte. Y sin darme cuenta terminé en emergencias. Caminé en silencio, petrificado ante visiones desgarradoras de muchos seres humanos. Algunos que se salvaban, otros que morían. Pensé en aquel momento que no era justo; que mi Dios, al que siempre he amado, no era justo. ¿Cómo era posible que una niña pierda a su madre?, ¿Cómo era posible que esas dos personas tan unidas pierdan semejante vinculo; cuando existía gente tan vacía en el mundo? gente como yo. Era un contraste muy crudo, muy frío, casi hereje. Moví mi cabeza lentamente, intentando despejar todos aquellos pensamientos de mi mente. Y en medio de mi letargo escuché a alguien llorar. Era un chico algo alto, de cabellos negros y actitud desesperada. Le imploraba a su doctor que le diga qué sucedía con su amigo. Sentí curiosidad y fui acercándome de a pocos hasta quedar frente a la camilla: era él, era Kim Heechul, a quien tenía en frente.
**
-Prefiero los girasoles…- susurró Siwon algo galante al encontrarse con su enfermo favorito. Al parecer empezaban sus terapias para volver a caminar y Kim Heechul estaba estático mirando el gran jardín del hospital. Giró sus rasgados ojos hacia el más alto y se le quedó mirando en silencio, intentando reconocerlo.- Descuida, no me conoces…- sonrió Siwon mirando las flores rojas que caían en aquel jardín.
-¿Sabes qué tengo?- preguntó confuso el chico de cabellos negros- ¿Sabes quién soy?
-Pues claro, si he sido tu doctor desde el primer día en el que llegaste aquí…- Siwon sonrió aún más- Kim Heechul, el paciente que hace suspirar a todas mis enfermeras…- rió un poco.- Tienes amnesia parcial, hay hechos en tu vida que no consigues recordar, algunas personas, algunos lugares…-Siwon se acercó un poco al rostro pálido del otro y arregló algunos cabellos que caían sobre sus ojos, logrando que el otro se sonroje levemente- ¡Ah!- Siwon se alejó un poco para evitar aquel acercamiento tan poco ético y con la mirada ubicó a quien venía en dirección a ellos, era Donghae- Buenos días
-Buenos días doctor Choi, Ya conociste a tu doctor por lo que veo- comentó Dongie sonriéndole a su amigo que le devolvió el gesto.
Luego de conversar durante unos minutos Siwon se despidió y dejó solos a los dos amigos, Dongie se apoyó en la baranda de la ventana para mirar directamente a su amigo. Le preguntó varias veces si estaba bien, si había recordado algo. Los ojos del otro se apagaron de a pocos, pues no conseguía recordar aquello que tan vacío le hacía sentir. Se sentía impotente y triste de no recordar rostros y hechos. Por más que le rogaba a Donghae que le diga qué era aquello que había olvidado, este le decía que por su bien era mejor que lo recuerde por sí mismo. Aunque más lo hacía por protegerlo, quien mejor que él para saber lo destruido que quedó Heechul cuando Hangeng lo dejó, si ahora lo había olvidado, entonces sería mejor que no lo recuerde. Ni a él, ni a aquel tiempo que pasaron juntos.
**
¿Recuerdas cuando peleábamos? ¿Recuerdas cuando te gritaba en chino todo lo que no podía decir en coreano? Heechul, yo si lo recuerdo. Como si fuera ayer, nuestros momentos han sido tatuados bajo mi piel, te llevo tan dentro, incluso estando a horas de mi matrimonio. “Saranghae” dije la tercera vez en la que nos vimos, sonreíste coqueto y yo, tímido me apresuré a robarte un beso. La piel de mi mejilla derecha no volverá a ser la misma desde aquella cachetada tuya. Me enseñaste a perder el control con una mirada tuya, me enseñaste tanto que ahora a penas y puedo respirar lejos de ti.
Este es mi destino, este es mi lugar, me lo digo una y otra vez. He encontrado en quien confiar y a pesar de que se trata del hermano de mi futura esposa; sé que él nunca traicionaría mi confianza. Él es una persona íntegra, con tantas ganas de aprender a vivir y a amar como alguna vez tú y yo lo hicimos en aquel país que se me hace tan lejano con el paso de los minutos. Aflojo un poco mi corbata: me asfixio si no estás cerca. Este es mi destino, este es mi lugar y es hora de aceptarlo. Camino en círculos esperando que llegue mi madre para ir en busca de la familia, hoy celebro mi boda con una hermosa mujer. Hoy renunciaré definitivamente a ti y a tu recuerdo, hoy dejaré de ser quien alguna vez fui y me convertiré en lo que nunca creí ser. De repente entra Siwon, me mira sonriente, como siempre, acomoda un poco mi corbata y se apoya en la mesa de noche.
-Al fin has llegado- le sonrío mientras acomodo mi cabello- ¿Qué tal el viaje? Debe ser tedioso tener de estar viajando de Corea a China todos los fines de semana…
-Quiero mucho a mi hermana y te aprecio bastante…- sonríe- Papá quiere que me traslade a un hospital de aquí pero no lo haré… tengo pacientes en Corea, no los puedo dejar.- Baja la cabeza pensativo, casi como si sintiera culpa de algo- Yo… me he enamorado de un paciente…- juega con sus manos nervioso- Nunca pensé que sentiría esto… pero desde la primera vez, me dije “Ah, es él… el va a cambiar mi vida”
-¡Me alegro mucho por ti, es algo muy bueno Siwon!- saltó sobre mi amigo y lo abrazo- ¿Cómo es? ¿Es mayor que tú?- se queda en silencio y me aleja por completo de él-¿Sucede algo?
-El ha perdido la memoria, pero parcialmente, no recuerda a quien solía amar… su mejor amigo me ha dicho que esa persona le hizo demasiado daño, que en parte es bueno que no lo recuerde… pero conquistarlo en ese estado… es injusto… ¿Qué opinas Hangeng?
-Si le hizo daño y lo dejó, entonces es alguien que no merece ser recordado…- lo digo por mí mismo, cómo deseo que Heechul haya perdido la memoria cómo deseo ser el único que sufra con este amor prohibido- Si te gusta, entonces díselo… yo soy de los que piensan en eso, además eres más libre que yo, me has prometido que serás libre y que por mí estarás con quien amas en realidad ¿Recuerdas?- asiente con la cabeza mientras sus ojos se llenan de lágrimas- ve por él y róbale el corazón…- sonrío. Incluso si yo no puedo ser feliz, quiero que mi amigo, mi único amigo aquí, lo sea.
Continuará…
“Gajima…” susurré en aquel mensaje de celular que te dejé antes de que desaparecieras por completo de mi vida. Fue la última vez que te llamé, por más que intenté salvar a mi orgullo, todo fue en vano pues terminé destrozándolo todas las noches cuando miraba el celular, esperando que llames de vuelta: nunca volví a escuchar tu voz. Hangeng, nunca volví a escuchar tu voz. Y tú nunca volverás a verme. Esos cabellos rojos, ya no están; esa risa burlona, desapareció; ese Kim Heechul que conociste, ya no existe.
El dolor de mi pierna en este momento bloquea mis pensamientos, duele tanto que casi ya no puedo mantenerme consiente; mientras miro a mi lado, a un amigo inconsciente. Acabamos de chocar contra algo, mi respiración se agota y solo consigo susurrar entre quejidos tu nombre. Si estos son mis últimos momentos, quiero pasarlos pensando en ti. Muy a pesar que ayer y anteayer me juré que nunca más te nombraría. Hoy solo quiero pensar en ti y en aquellos días de gloria. Días llenos de suspiros compartidos. Mi pecho se agita y poco a poco todo va volviéndose más y más borroso. Alcanzo a escuchar que mi compañero despierta pero ya no veo casi nada, llama mi nombre y yo solo le contesto: “Gajima Hangeng…”
-¿Cuántas horas lleva dentro?- preguntó alarmado aquel joven que acababa de perder a su padre. Tenía los ojos llenos de terror, no deseaba volver a perder a alguien querido. Menos a Heechul, el era su apoyo y motivo desde que su padre enfermó.- Respóndame doctor… Heechul se pondrá bien ¿Verdad?
-Donghae, debes entender algo: el golpe de su pierna puede perjudicar bastante su andar por los próximos meses; en cuanto al golpe de su cabeza, no hay daños… debemos esperar a que despierte, por favor vuelve a tu habitación, tu brazo necesita ser tratado.- El menor bajo la cabeza impotente y continuó su camino hacia su habitación de hospital.
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Fue extraño cómo lo conocí, pues puedo asegurar que podemos llamar a nuestro encuentro “destino”. Fue extraño, sí que lo fue, tanto como el hecho de que desde la primera vez que lo vi me dije a mí mismo “Ah… es él, es quien robó el corazón de Hangeng y quien me hace envidiar a uno de mis mejores amigos…” lo supe, desde la primera vez que el me haría más humano, me enseñaría cosas que nunca imaginé conocer, supe que Heechul sería mío y de nadie más.
Luego de llegar de China y de celebrar la fiesta de compromiso de mi hermana y de Hangeng, papá y yo volvimos a Corea para continuar con los negocios y mi trabajo, pueda que sea el heredero de todo pero tengo un trabajo al cual regresar. Como de costumbre papá se sintió un poco mal en el aeropuerto, sus años y su edad se confabularon para llevarme directo hasta mi destino. Decidimos llevarlo a ver a su doctor de cabecera, ya que papá nunca confiaba en mis diagnósticos pese a que hacía algún tiempo me había graduado en medicina. Fuimos directo a mi centro de trabajo: el hospital central, para encontrarnos con su doctor de cabecera el cual estaba de turno en aquel momento. Mientras el doctor analizaba la situación de mi padre yo salí a caminar por los pasillos, a dar vueltas en círculos esperando que el largo y tedioso chequeo llegue a su fin. Estaba tan acostumbrado a ellos; desde muy pequeño siempre fui apegado a mi padre, de modo que siempre le seguía a todos lados; incluso al doctor, por más que solía tenerles miedo a las enfermeras hoy soy un doctor que lidia día a día con la vida y la muerte. Y sin darme cuenta terminé en emergencias. Caminé en silencio, petrificado ante visiones desgarradoras de muchos seres humanos. Algunos que se salvaban, otros que morían. Pensé en aquel momento que no era justo; que mi Dios, al que siempre he amado, no era justo. ¿Cómo era posible que una niña pierda a su madre?, ¿Cómo era posible que esas dos personas tan unidas pierdan semejante vinculo; cuando existía gente tan vacía en el mundo? gente como yo. Era un contraste muy crudo, muy frío, casi hereje. Moví mi cabeza lentamente, intentando despejar todos aquellos pensamientos de mi mente. Y en medio de mi letargo escuché a alguien llorar. Era un chico algo alto, de cabellos negros y actitud desesperada. Le imploraba a su doctor que le diga qué sucedía con su amigo. Sentí curiosidad y fui acercándome de a pocos hasta quedar frente a la camilla: era él, era Kim Heechul, a quien tenía en frente.
**
-Prefiero los girasoles…- susurró Siwon algo galante al encontrarse con su enfermo favorito. Al parecer empezaban sus terapias para volver a caminar y Kim Heechul estaba estático mirando el gran jardín del hospital. Giró sus rasgados ojos hacia el más alto y se le quedó mirando en silencio, intentando reconocerlo.- Descuida, no me conoces…- sonrió Siwon mirando las flores rojas que caían en aquel jardín.
-¿Sabes qué tengo?- preguntó confuso el chico de cabellos negros- ¿Sabes quién soy?
-Pues claro, si he sido tu doctor desde el primer día en el que llegaste aquí…- Siwon sonrió aún más- Kim Heechul, el paciente que hace suspirar a todas mis enfermeras…- rió un poco.- Tienes amnesia parcial, hay hechos en tu vida que no consigues recordar, algunas personas, algunos lugares…-Siwon se acercó un poco al rostro pálido del otro y arregló algunos cabellos que caían sobre sus ojos, logrando que el otro se sonroje levemente- ¡Ah!- Siwon se alejó un poco para evitar aquel acercamiento tan poco ético y con la mirada ubicó a quien venía en dirección a ellos, era Donghae- Buenos días
-Buenos días doctor Choi, Ya conociste a tu doctor por lo que veo- comentó Dongie sonriéndole a su amigo que le devolvió el gesto.
Luego de conversar durante unos minutos Siwon se despidió y dejó solos a los dos amigos, Dongie se apoyó en la baranda de la ventana para mirar directamente a su amigo. Le preguntó varias veces si estaba bien, si había recordado algo. Los ojos del otro se apagaron de a pocos, pues no conseguía recordar aquello que tan vacío le hacía sentir. Se sentía impotente y triste de no recordar rostros y hechos. Por más que le rogaba a Donghae que le diga qué era aquello que había olvidado, este le decía que por su bien era mejor que lo recuerde por sí mismo. Aunque más lo hacía por protegerlo, quien mejor que él para saber lo destruido que quedó Heechul cuando Hangeng lo dejó, si ahora lo había olvidado, entonces sería mejor que no lo recuerde. Ni a él, ni a aquel tiempo que pasaron juntos.
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¿Recuerdas cuando peleábamos? ¿Recuerdas cuando te gritaba en chino todo lo que no podía decir en coreano? Heechul, yo si lo recuerdo. Como si fuera ayer, nuestros momentos han sido tatuados bajo mi piel, te llevo tan dentro, incluso estando a horas de mi matrimonio. “Saranghae” dije la tercera vez en la que nos vimos, sonreíste coqueto y yo, tímido me apresuré a robarte un beso. La piel de mi mejilla derecha no volverá a ser la misma desde aquella cachetada tuya. Me enseñaste a perder el control con una mirada tuya, me enseñaste tanto que ahora a penas y puedo respirar lejos de ti.
Este es mi destino, este es mi lugar, me lo digo una y otra vez. He encontrado en quien confiar y a pesar de que se trata del hermano de mi futura esposa; sé que él nunca traicionaría mi confianza. Él es una persona íntegra, con tantas ganas de aprender a vivir y a amar como alguna vez tú y yo lo hicimos en aquel país que se me hace tan lejano con el paso de los minutos. Aflojo un poco mi corbata: me asfixio si no estás cerca. Este es mi destino, este es mi lugar y es hora de aceptarlo. Camino en círculos esperando que llegue mi madre para ir en busca de la familia, hoy celebro mi boda con una hermosa mujer. Hoy renunciaré definitivamente a ti y a tu recuerdo, hoy dejaré de ser quien alguna vez fui y me convertiré en lo que nunca creí ser. De repente entra Siwon, me mira sonriente, como siempre, acomoda un poco mi corbata y se apoya en la mesa de noche.
-Al fin has llegado- le sonrío mientras acomodo mi cabello- ¿Qué tal el viaje? Debe ser tedioso tener de estar viajando de Corea a China todos los fines de semana…
-Quiero mucho a mi hermana y te aprecio bastante…- sonríe- Papá quiere que me traslade a un hospital de aquí pero no lo haré… tengo pacientes en Corea, no los puedo dejar.- Baja la cabeza pensativo, casi como si sintiera culpa de algo- Yo… me he enamorado de un paciente…- juega con sus manos nervioso- Nunca pensé que sentiría esto… pero desde la primera vez, me dije “Ah, es él… el va a cambiar mi vida”
-¡Me alegro mucho por ti, es algo muy bueno Siwon!- saltó sobre mi amigo y lo abrazo- ¿Cómo es? ¿Es mayor que tú?- se queda en silencio y me aleja por completo de él-¿Sucede algo?
-El ha perdido la memoria, pero parcialmente, no recuerda a quien solía amar… su mejor amigo me ha dicho que esa persona le hizo demasiado daño, que en parte es bueno que no lo recuerde… pero conquistarlo en ese estado… es injusto… ¿Qué opinas Hangeng?
-Si le hizo daño y lo dejó, entonces es alguien que no merece ser recordado…- lo digo por mí mismo, cómo deseo que Heechul haya perdido la memoria cómo deseo ser el único que sufra con este amor prohibido- Si te gusta, entonces díselo… yo soy de los que piensan en eso, además eres más libre que yo, me has prometido que serás libre y que por mí estarás con quien amas en realidad ¿Recuerdas?- asiente con la cabeza mientras sus ojos se llenan de lágrimas- ve por él y róbale el corazón…- sonrío. Incluso si yo no puedo ser feliz, quiero que mi amigo, mi único amigo aquí, lo sea.
Continuará…
AAAAAA kyaaaa que mal pobre Hangen, o esto tendra un final feliz?, quien se quedara con quien?,esto y más solo tu lo puedes responder ^^ jijijiji
ResponderEliminarGambatte
Matta ne.
hahahahahaha
ResponderEliminarno puedo responder
eso lo respondera heechul (?)
haha
gracias x leer.
Waaa~~~
ResponderEliminarQue bueno, esto emocionadísima...
Esta re bueno, me encantan tus fic~~~
Podrecito Heechul, mi niño, rodeado de tanto amor e ignorante a ello...