17 ago 2009

Fanfic Serial: Chocolove - Cap 01

Autor: Kainet
Titulo: Chocolate & Love (AKA Chocolove)
Capitulo: 01
Fandom: Super Junior, SHINee, TRAX
Parejas: Sichul / Varias
Clasificación: Angst / Au / Lemon / Secuela
Advertencia: Si no te gusta el yaoi (Chico x Chico) es mejor que no leas este serial. No copies este fanfic, si deseas compartirlo en otro lugar, pide permiso al autor y coloca los créditos correspondientes.

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Primer Bombom

"Ooh baby~" Se movió lentamente mientras se miraba en el espejo que tenía en frente. Su voz al ser tan flexible para las imitaciones y tan chillona cuando gritaba le ayudaba para meterse de completo en el papel de Nicole. "I know you like me, I know you do" Guiño su ojo derecho con una coqueta y seductora sonrisa en los labios. "Thats why whenever I come around she’s all over you, And I know you want it It's easy to see" Meneó sus caderas suavemente logrando que el príncipe voltee a verlo. Jugó un poco con su cabello negro, después de algunos meses había decidido dejarlo largo y negro. Al ser verano, las prendas pequeñas y el sofocante ambiente se confabulaban en contra de quien miraba a una princesa bailar frente a su gran espejo. "an bak u maind..." balbuceó un poco logrando que el príncipe empiece a reír a carcajadas. El inglés de Heechul era realmente malo, lo cual era entre tierno y gracioso ante los ojos del menor. "Don't cha~" Gritó cambiando su postura sexy por la de un hiperactivo ser que empezó a saltar ante la sorpresa de Siwon. "Visit..." gritó indicándole con la mirada que uno de sus sobrinos, el mayor, estaba en la puerta de la sala. Siwon le sonrió de vuelta y caminó hacia el pequeño para llevárselo al cuarto; al parecer no podía dormir bien. Lo alzó en brazos y caminó hasta la habitación para hacer dormir al pequeño. Aquellos brazos bien formados la princesa no los podía ignorar. Siempre tuvo un cuerpo lindo, pero desde que sus sobrinos invadieron su casa el príncipe había empezado a ir al gimnasio, no entendía bien el porqué, pero tampoco le importaba saberlo, le importaba que el verano sea fuerte para que cuando estuviera en casa use poca ropa, muy poca. Caminó en círculos ansioso de que el monstruito se duerma rápido para volver a seducir a su novio. Los minutos pasaron y Heechul, cual gato que mira atún, estaba con los ojos fijos en el reloj, nada lo distraía como si contara los segundos. "Ah~ Yo que quería..." guardó silencio al notar que Siwon estaba parado en la puerta de la sala con una enorme sonrisa. Caminó hacia Cinderella como si fuera un león y repentinamente se quitó el polo para pasar a acorralar a su novio contra la pared. Heechul no era el único harto de los dulces diarios, de los biberones y de los juegos de niños. "¿Te gusta lo que ves?" preguntó Siwon con una sonrisa pícara. Heechul no respondió solo alzó el rostro y cerró los ojos esperando un beso. Mas el celular de Siwon los interrumpió. El menor corrió a contestar ya que no quería que los pequeños se despierten. "Aish~" renegó Heechul cruzándose de brazos. Siwon habló durante unos segundos para luego hacerle señas a su novio indicándole que hablaba con su padre. La princesa caminó hasta su novio besó sus labios y entró a la habitación para dormir con sus sobrinos, era tarde y de seguro Siwon debía dormir temprano porque al día siguiente tenía reunión de directorio.

Siwon ya había cortado la llamada con su padre y buscó con la mirada a Heechul, no estaba, ya se había dormido. Miró frustrado su pantalón. Odiaba que los interrumpan más cuando la princesa se desanimaba y lo dejaba en ese estado. Usualmente era él quien buscaba esos momentos, era casi un milagro que Heechul haya montado todo ese espectáculo para él. Sonrió de lado pidiéndole a Dios que a su novio se le antojen sus chocolates de nuevo. Se colocó el polo sin mangas y empezó a hacer ejercicio, era la única manera que tenía de controlar a Siwoncito. Rió un poco mientras hacía abdominales ya que se le venía a la mente Heechul cantando Don't Cha. Era tan gracioso cuando balbuceaba en inglés. Aunque claro, empezaba a sentir que su padre llamaba a esas horas a propósito. Rió de nuevo al pensar en cómo se había convertido en padre de dos niños. La hermana de Heechul estaba desaparecida en alguna parte de Latinoamérica y eso lo sabían gracias a un paquete que envió desde aquellos países. Nunca llamaba, ni siquiera preguntó en la carta por sus hijos. A pesar de que los niños pasaban gran parte del tiempo con Heechul, se le pegaban mucho a él. Sobre todo el mayor, siempre lo abrazaba y buscaba jugar con él, algo que incomodaba a su novio y hasta lo ponía celoso, claro que Rella era muy orgulloso como para aceptarlo. Siwon miró su reloj, eran casi la una de la madrugada, dejó de hacer ejercicio y se metió a la ducha, debía ir a una reunión de directorio en la mañana y de seguro no alcanzaría a bañarse en la mañana. Al salir de la ducha dejó escrito en un papel lo que los niños debían comer, lo que Heechul debía pedir al delivery y colocó un lollipop sobre el papel dejando escrito "Una noche más comiendo dulces..." Luego caminó hasta el cuarto, encontrándose con la visión más tierna: Heechul dormido profundamente abrazado a la pequeña Heejin y un poco más abajo el pequeño Heechul acurrucado con su osito de peluche. Trató de no hacer mucho ruido y se recostó al lado de su princesa, rodeando su cintura con unos de sus brazos y acomodó su mentón en el cuello del que dormía para hacer lo mismo también.

En otro lado de Corea del Sur, el reloj marcaba ya casi la media noche y un pequeño de ojos grandes y pijama rosa se abrazaba fuertemente a su conejo favorito. Ver películas de terror a esa hora no era buena idea, pero no conseguía dormir luego de sobrealimentarse con dulces. Después de terminar con Eunhyuk, este cerró la dulcería y se metió a diversos cursos libres en una escuela de danza que estaba cerca a la casa de su madre. Sungmin y el ya casi ni se veían. El conejo había optado por salir más con Junsu, pero no era lo mismo. Salir con Heechul siempre incluía a sus sobrinos y le encantaba pero siempre terminaba de niñera para que el príncipe y la princesa pudieran al menos besarse. Leeteuk había optado por empezar a salir con un chico que conoció en el servicio y casi nunca estaba en casa. Wook se la pasaba metido en su cuarto cantando. Yesung nunca estaba disponible. Lo único que le quedaba era comer dulces con Shindong y su novia. Mas empezaba a hacerle daño. Pensó al mirar su abdomen hinchado de tanto haber comido. "Debo hacer dieta..." susurró abrazándose a Mr. Cho. "Tú eres mi único amigo por ahora..." besó al conejo que tenía entre sus brazos. Asfixió un poco más al peluche mientras se escondía detrás de una de sus grandes orejas ya que le daba mucho miedo aquella película. "Chucky da mucho miedo~" gritó apresurándose a apagar la televisión. Caminó alrededor de su departamento buscando que hacer, pero nada se le ocurría, el reloj marcaba casi la una de la madrugada y él sin poder dormir. Entonces se le pasó por la mente algo que quizás no debía hacer. Corrió por su celular y marcó aquel número.

-¿Si?- contestó una voz adormilada. Sungmin entró en pánico y colgó inmediatamente pero a los segundos aquella persona volvió a llamarle. El chico rosa contestó con miedo sin decir palabra alguna- ¿Sungmin?- su voz se escuchaba menos adormilada- ¿Sucedió algo?
-Yo... lamento despertarte...- susurró para luego morder nervioso la oreja de su conejo- No puedo dormir...- agregó avergonzado.- Lamento molestarte... Kyu. Sé que mañana tienes trabajo y yo...- intentaba explicarse.
-No, descuida. Yo ni tenía sueño.- bromeó- Sabes que puedes llamarme cuando quieras- rió un poco. Y la conversación murió ahí, ninguno sabía que decir o que hacer para mantener al otro del otro lado.- ¿Cómo está Mr. Cho? ¿Eunhyuk?- el chico de mirada fría se puso tenso al preguntar por el novio de Sungmin, pero era por cortesía.
-Mr.Cho está a mi lado, no sé porqué pero lo quiero demasiado...- rió Sungmin- Hyuk... pues no sé, hace meses que terminamos...- confesó haciendo que Kyu pierda el habla- ¿Kyu? ¿Te has dormido?
-Ah... lo siento me distraje- Hizo un silencio mucho más prolongado- ¿Sungmin? Sé que quizás sea una propuesta repentina pero... ¿Quieres venir a China? Ya que dices que no tienes muchas cosas por hacer, pues creo que venir y conocer otro país te ayudaría mucho- rió nervioso.
-¿Hablas en serio?- Dudó el conejo- Sintió miedo al escuchar aquella propuesta, sintió pánico de simplemente decir sí. Se mantuvo en silencio hasta que el otro respondió
-Sí...- Kyu tragó saliva nervioso, no era fácil para ninguno de los dos- Obvio que como amigo que soy te daría un tour por la ciudad- "amigo" esa palabra no planeaba usarla, pero el silencio de Sungmin lo ameritaba- ¿Que dices?
-Necesito pensarlo... de repente me ha entrado sueño... hablamos otro día Kyu- Cortó la comunicación sin siquiera esperar palabras de despedida del otro lado.

Siete de la mañana, al fin llegaba a New York, acomodó su gorra y empezó a caminar: llevaba meses viajando de mochilero, pensando en lo cobarde que había sido al dejar a Hangeng. Pensando en lo inmaduro que fue, en que no podía simplemente volver y pedir disculpas. Quizás el mayor había conseguido nueva pareja. No lo sabía, no sabía nada de nadie, solo sabía que aún lo quería, que aún sentía que el aire se le acababa cuando recordaba los besos y caricias de su ex novio. Se detuvo en un puesto de perros calientes y ordenó uno. Comió en silencio durante unos minutos hasta que su brazo chocó con el de otra persona, volteó amable a pedir disculpas cuando se encontró con Kibum que lo miraba con los ojos abiertos de par en par; como si hubiera visto un fantasma. Se saludaron incómodamente para luego entablar una conversación amena. El mayor le contó que estaba estudiando becado y que vivía ya algún tiempo en aquella ciudad. Donghae estaba estudiando baile en una academia prestigiosa y todo, al parecer, iba bien entre ellos. Pronto acabarían sus clases en la universidad pero se iba a quedar unos meses en aquel lugar debido a que quería esperar que las clases de Donghae acaben para volver juntos a Corea del Sur, sin mencionar que el pescado había conseguido un papel en un musical y estaban muy entusiasmados debido a eso. Henry le contó algunas cosas, como había viajado alrededor de todo EE.UU. y cómo había llegado a New York. Obvio lo sucedido en Canadá, estaba de más explicar eso, era obvio que el mayor estaba al tanto de todo lo sucedido.

"¿Te duele?" preguntó Minho mientras Taemin mordía sus labios reprimiendo sus gemidos. El menor no contestó, solo siguió moviéndose sobre el cuerpo del otro, brincando para prolongar el placer del más alto. "No se trata de que yo lo pase bien... sino de los dos" Minho detuvo a su novio y lo hizo cambiar de posición haciendo que el menor quede frente a el, recostado sobre la cama. Minho volvió a entrar en el pequeño y empezó a moverse lentamente mientras incentivaba el sexo de este con su mano. "Es nuestra primera noche en nuestro departamento... grita lo que quieras" Dicho esto Minho empezó a embestirlo un poco más rápido, haciendo que poco a poco Taemin se suelte. Sus nervios desaparecieron por completo, su príncipe siempre lo lograba, siempre era capaz de hacerlo olvidar cualquier cosa. Desde el olvidar los comentarios desagradables en el colegio, hasta el liberar sus gemidos de placer en su primera noche solos. Después de mucho, Rose había accedido a dejarlo ir a vivir con Minho: el padre de éste le había regalado un departamento y vivir juntos era el sueño de ambos. No obstante, Taemin se sentía algo incómodo, desde la primera vez que tuvieron sexo, Minho parecía perro en celo. Todas las veces que podía lo tocaba en lugares indebidos. Ya sea en el colegio, en casa de Rose o en la misma casa de sus padres. Siempre estaba tratando de buscar como acostarse con él. Algo que en cierta medida hacía que Taemin se sienta incómodo, pese a haber superado el trauma de una violación, sentía que Minho solo lo buscaba para eso. "Quiero cambiar" dijo en plena acción. Minho lo miró sorprendido y asustado. "Sal que quiero probar lo que se siente entrar..." Minho obedeció en silencio para luego cambiar de roles, aunque se le hacía poco probable que el otro pudiera hacerle algo. Taemin hizo lo que el otro siempre le hacía: lo preparo. Para luego entrar en él, se sentía bien, sentía bien ver desde esa perspectiva a su novio y más aún experimentar pero le resultó agotador. Una vez que terminaron Minho jaló hacia su cuerpo el menudo y cansado cuerpo de Taemin y atrapandolo entre sus brazos le susurró palabras de amor. De repente Taemin despertó agitado, miró a su alrededor y notó que aún estaba en su habitación, solo. No sé había mudado a la casa de Minho, mucho menos le había hecho ESO a Minho. Se asustó al ver que había ensuciado las sabanas de su cama con semejante sueño, sonrojado caminó hasta su closet y se cambió de pijamas, escondió sus sábanas manchadas antes de que Rose entre a despertarlo para que vaya al colegio y caminó al baño para bañarse.

En la habitación de al lado Rose dormía plácidamente entre los brazos de su novio, Jay sonrió de lado al sentir la piel del otro. Parecían estar fusionados, ya que lejos el uno del otro no estaban completos. Tenían peleas, como todos; a veces absurdas, a veces muy complejas pero siempre volvían a lo mismo: amarse. Ninguno imaginaba la vida lejos del otro, mucho menos una vida separados. Al escuchar la puerta del baño abrirse, Rose se despertó: debía hacer el desayuno para su hermano. "Un ratito más..." Susurró Jay sin soltar a su princesa que empezó a reír dulcemente. Jay cerró los ojos y se mantuvo así hasta que ambos escucharon que Taemin salía del baño. "Es hora de despertar..." susurró Rose en el oído del otro. "Flojo..." rió mientras se acercaba para besar los labios del morocho. A los pocos minutos Jay ya estaba bañándose mientras Taemin y Rose hacían el desayuno.

-Lamento hacer que se levanten tan temprano, debería irme y buscar otra casa para no incomodarlos- Tae bajó la cabeza apenado
-Ay no hermanito- Rose se acercó al pequeño y le besó la frente- Cómo piensas eso Jay y yo te queremos mucho, mucho... jamás pensaríamos o desearíamos que te vayas... chiquito no- Rose se abrazó a su hermano para luego depositarle un suave beso en los labios. Era algo que siempre hacían, era una caricia muy suya pese a que casi siempre lo hacía, Jay nunca dejaba de impresionarle eso. Y no fue diferente aquella mañana en la que salía del baño y vio a los hermanos darse un dulce beso en los labios.
-Buenos días cuñado...- Sonrió Jay entrando en la cocina solo con toalla, Rose casi se infarta al verlo así. Tae se quedó en silencio y evitó mirar al recién bañado
-Oye cúbrete, te vas a enfermar...- Rose besó los labios de su novio que estaba esperando su desayuno.- ¿Qué ejemplo le das a mi bebé?
-Ay por favor tú bebé...- miró divertido a Tae que empezaba a ponerse rojo al saber lo que implícitamente decía con su mirada el mayor- Ya no es tan bebé... -cambió de postura- Si ya tiene novio...- sonrió para luego empezar a comer.
-Es un bebé puro y casto como yo cuando tenía su edad... no digas tonterías... Tae ven siéntate a desayunar...- el menor obedeció en silencio mientras que Rose iba a su habitación para darle ropa a su impúdico novio.
-¿Otra vez con sueños indecorosos?- preguntó Jay como si nada a lo que el menor se atragantó con su jugo- "Bebé..." Si supiera... se desmaya.

Tomó entre sus manos aquel líquido que le hacía olvidar todo, aquello que lo tele transportaba a algún lugar lejos de aquel dolor crónico generado por la ausencia de Henry, sonrió de lado al analizar lo que en algún momento pudo haber sido su casa soñada. Nada quedaba en aquel lugar, nada de la gloria que en algún momento vivió. Estaba tan abandonado, tan sucio, tan depresivo. La abuela de Henry había muerto un mes atrás y era algo que le marcó mucho la vida. Tras la huída de su novio y futuro esposo, Hangeng se quedó en Canadá junto con su abuela, esperando que vuelva. Pero a las semanas la mujer de edad empezó a enfermar y enfermar hasta que tuvo que llevarla a la clínica donde le dijeron que le quedaba poco menos de un mes de vida debido a un cáncer generalizado. Su gran amiga y compañía poco a poco se deterioraba, nunca dejó de cuidarla, nunca dejó de ir a visitarla y en sus últimos delirios le prometió buscar a Henry: después de fallecer la mujer, nunca lo hizo. Tras el velorio y la repartición de herencias el chico de origen chino se entregó a la bebida, líquido divino que borraba la culpa y el dolor de su corazón. Nunca salía, nunca le contestaba el teléfono a sus amigos coreanos o a su madre, solo deseaba dejarse morir: si no podía tener a Henry cerca, entonces prefería ir al encuentro de su gran amiga.

Se miraron por última vez antes de que Junsu salté sobre su novio extranjero y le susurre al oído "Te voy a extrañar" dicho esto le plantó un beso en los labios y le dejó subir en aquel avión que lo llevaría a otro continente. Junho agarró del hombro a su gemelo mientras Hyuk lo imitaba, para ambos, darle fuerzas al delfín. "Chunnie" gritó Junsu por ultima vez antes de que el otro se de media vuelta y corra hacia el para besarlo por ultima vez "Saranghae... voy a volver, espérame..." le prometió el que se iba antes de soltarlo. "Siempre... siempre te estoy esperando" Junsu le acarició el rostro y le sonrió "Vete que debes volver a tu país..." Yoochun obedeció y se embarcó de nuevo en aquel viaje a USA. Junho no dijo nada al igual que Eun, solo se quedaron estáticos esperando que el novio del gemelo número dos se marche. Luego de unos minutos todos se fueron al departamento de los hermanos para ver futbol y pasar el resto del día.

-¿No vas a ir a recoger a Zhou Mi?- Preguntó Junsu comiendo de los snacks de Hyuk.- Hermanito no seas hermético...- le pegó a Junho
-Estamos peleados, dudo mucho que quiera verme hoy... y si quiere, ya me llamará...- Contestó sin despegar los ojos del televisor
-Son tan diferentes...- comentó Hyuk comiendo sus snack
-Oye tú ya debes buscarte novio o novia para que dejes de estar como vieja chismosa en nuestras vidas...- reprochó Junsu con una sonrisa divertida para luego saltar a abrazar a su mejor amigo que le miró amenazante.
-Me he vuelto asexual... ni hombres ni mujeres...- respondió muy serio el mono empujando a su amigo que le quería robar su bocadillo.
-Eso quiere decir que aún no olvidas a Sungmin- Junho les robó los snacks y se fue a su cuarto.
-No le hagas caso, sabes que es un babo...- justificó Junsu a su gemelo.- Aunque creo que deberías ir a buscarlo Hyuk...- hizo puchero- Tan lindos que se veían juntos ¿Qué pasó? Nunca me has querido decir por qué de repente se separaron.
-Él lloraba de culpa, lloraba por Kyu... no es algo agradable de ver ¿Sabes? En fin- Comió un gran bocado de snacks- ¿Te sientes mal por lo de Yoochun?
-No... yo sé que él va a volver- le sonrió fresco, feliz aunque con algo de nostalgia en la mirada- lo ha prometido...- aseguró- me lo ha prometido.

Se escondió detrás de un aparador del supermercado en el que se encontraba, sus ojos traviesos analizaban a su ángel. Por alguna razón no lograba dejar de seguirlo, ya varias veces había sido descubierto por este pero no se rendía: quería explicaciones o, en el peor de los casos, pretextos. Kangin se acercó un poco más hacia su ex y aquel tipo con el que ahora salía. Leeteuk se aferró al fuerte brazo de aquel chico alto, Kangin quiso ir a separarlos pero midió sus actos; entonces el ex militar bajó su mano hasta el trasero de su pareja y la detuvo ahí haciendo que Kangin pierda el control y vaya a enfrentarlos. "Yah!" gritó enojado jalando hacia sí a Teukie, con la mirada desafiante se puso entre ambos mientras el 'defendido' intentaba calmarlo pero no había forma de hacerlo. Una pelea a muerte empezó en aquel establecimiento público, una batalla entre dos hombres. Entonces Kangin le metió un fuerte golpe al otro dejándolo tirado en el piso durante unos minutos, después de esto el chico se levantó y salió corriendo del supermercado, dejando a Leeteuk y Kangin muy sorprendidos y liados con todo el alboroto del dueño porque habían destrozado todo el lugar. "¿Cómo piensan reparar esto?" preguntó el dueño a lo que ambos se ofrecieron a limpiar el lugar, Leeteuk no le dirigió la palabra en aquellas horas que estuvieron limpiando el lugar. Sin embargo Kangin se moría por hablar con este, le palpitaba el labio y cada vez sentía que se le iba hinchando pero no se quejó al respecto. "Inmaduro..." reprochó Leeteuk antes de salir hacia el mostrador para entregarle la escoba al dueño y decirle que Kangin terminaría lo que faltaba; el menor le miró triste para luego seguir limpiando. Sus ojos se llenaron de lágrimas cuando terminó de limpiar, sabía que no había forma de alcanzar a Leeteuk en la calle, buscarlo en el departamento era en vano: se sentía terrible, le pidió disculpas al dueño y salió a caminar. "Demoraste demasiado..." se levantó el mayor, quien había estado esperándolo todo el rato en la puerta. "Vamos a comer, tengo hambre..." agregó para empezar a caminar hacia algún lugar, Kangin sonrió y caminó detrás en silencio, sabía que aquel comportamiento en el mayor significaba algo. "No siempre voy a estar haciéndome responsable de tus cosas de niños... ¿Quién me devuelve el novio que se ha escapado?" retó Leeteuk pretendiendo ser indiferente y evitando mirar a quien venía detrás. "Yo puedo reemplazarlo..." respondió Kangin tomándole de la mano. Teukie no dijo más, solo caminó en silencio de la mano del menor.

"Te amo" no basta cuando uno cree que existen situaciones que superan la lógica. No basta cuando uno empieza a dudar y a perder la paciencia. Pensó Heechul al escuchar a su novio susurrárselo al oído. Estaba empezando a hartarse de ser la típica ama de casa que criaba a los niños y esperaba al marido que siempre llegaba cansado. Se rió un poco mientras alimentaba a la pequeña Heejin con un biberón. "Lo siento, no te puedo dar pecho" bromeó con aquel silencioso pedacito de ser humano que por momentos le resultaba muy tierno y por otros era un demonio insoportable. Siwon tomó entre sus brazos al pequeño Heechul para hacerlo dormir, no obstante el chiquito tenía muchas preguntas aquel día. "Hyung ¿Por qué Heechul hyung y tú se besan en la boca?" preguntó sin más reparos haciendo que Heechul salte del susto, Siwon sonrió nervioso sin saber que responder. "No nos besamos, era un juego... así... popo~" se acercó Heechul a su novio y rozó su nariz "¿Quieres jugar?" le preguntó divertido al pequeño que rió feliz al ver que su tío estaba de buen humor aquel día. Los niños se durmieron rápido dejando a los amantes con tiempo para ellos solos. Heechul caminó hasta su novio y se sentó en sus piernas para luego voltearse y quedar frente a frente "Puerta cerrada con una silla, si alguno sale escucharemos..." sonrió Siwon a lo que el otro solo se dedicó a besar el cuello de su novio, pero estaba muy cansado, muy agotado que a los pocos minutos empezó a adormilarse. "Sueño" susurró rodeando el cuello del más alto que lo alzó en brazos para ir a la recamara. En el camino se besaron hasta quedarse sin aire, se besaron todo lo que no podían besarse delante de los niños. Heechul empezaba a odiar a su hermana por irresponsable, empezaba a sentir que se asfixiaba en aquella situación. Detestaba no tener tiempo ni para él mismo, detestaba no poder ni besar a su novio. Siempre odió dar explicaciones sobre sus actos y con aquellos pequeños tenía que explicar sobre todo, tenía que mentir sobre todo, tenía que dejar de ser el mismo. "Te amo, aunque ya suena a rutina" le susurró Heechul antes de quedarse dormido entre los brazos del otro. Siwon sonrió amable y cubrió a su princesa con una manta para luego dormir también.

-Llegué- gritó Kibum encendiendo las luces del departamento.- Parece que Hae aún no vuelve, pasa por favor, siéntete como en tu casa- Invitó a Henry a pasar- ¿Deseas tomar algo?
-No gracias, Kibum.- llamó al otro para que este lo mire.- Gracias por dejarme quedar unos días en tu casa.
-No es nada, para qué están los amigos... siéntete cómodo, todo aquí es tuyo menos Donghae- bromeó el cachetón haciendo que ambos empiecen a reír a carcajadas.

Continuará...

2 comentarios:

  1. Jajaja que buen capo me encantó
    y me hizo reir mucho XD...
    pobre de la Chula lo que tiene que
    sufrir...lo tienen a dieta.
    continualo pronto XD

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  2. Onegai, actuLiza. ONEGAI!!!....

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