Titulo: Chocolate & Love (AKA Chocolove)
Capitulo: 02
Fandom: Super Junior, SHINee, TRAX
Parejas: Sichul / Varias
Clasificación: Angst / Au / Lemon / Secuela
Advertencia: Si no te gusta el yaoi (Chico x Chico) es mejor que no leas este serial. No copies este fanfic, si deseas compartirlo en otro lugar, pide permiso al autor y coloca los créditos correspondientes.
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Segundo Bombom.
-¿Qué quieres?- preguntó Yesung abriendo la puerta para encontrarse con Ryeowook- La última vez que te llamé me colgaste el teléfono.
-Estaba ocupado y lo sabes- Wook se cruzó de brazos para hacer notar su enfado
-¿Con tu nuevo novio?- dijo irónico Yesung mientras se sentaba en su sofá.- ¿A qué has venido?
-Somos amigos y quería pasar el día de tú cumpleaños juntos ¿No puedo? ¿Tienes otros planes?- Se notaba ofendido pero ignoró las primeras preguntas
-¿Planes? No los tengo. Ni me había enterado de que era mi cumpleaños. Bueno ¿Has traído pastel?- Wook levantó una de sus manos y señaló una caja blanca- Comamos entonces.
Pese a que solo eran amigos, dejaron de verse luego de terminar, no obstante con el paso del tiempo no pudieron evitar volver a frecuentarse. Siempre era Wook el que terminaba yendo al departamento de Yesung donde ambos veían películas, comían o simplemente pasaban el rato. Yesung, aunque lo negaba, disfrutaba mucho de la compañía del otro. Ambos se sentaron en la mesa y cantaron juntos antes de que el cachetón sople las velas. En forma de juego y para aliviar el tema del enojo por la no disponibilidad de Wook, este tomó un poco de pastel y le manchó la cara al otro. De repente empezaron a luchar con los pedazos de pastel; Yesung empezó a perseguir al otro por todo el departamento hasta que, descuidadamente, resbaló y cayó en el suelo, sobre Wook. Ninguno dijo nada, se quedaron en total silencio, sin moverse. Wook quería besarlo, pero sentía miedo, respiró profundo y rápidamente jaló del cuello al otro, cuando éste trataba de pararse, para robarle un beso.
Dolía, demasiado quizás. Un grito ahogado se reprimía en su pecho mientras cogía con sus manos sobre aquel lugar donde su corazón estaba. Le dolía todo, le dolía el alma. Hangeng se dejó caer en el suelo, su cuerpo no soportaba más alcohol, su cabeza no podía seguir aguantando tantas mentiras. Quería morir, sólo eso. Cerró los ojos y, antes de caer inconsciente, una lagrima resbaló de sus ojos. "Quédate..." susurró impotente ya que todo fue tan repentino con Henry que nunca tuvo oportunidad de decirle, pedirle que se quede. Mil y un preguntas lo aturdían, no sabía si su imaginación era suficiente como para responderlas, no estaba seguro de qué podía hacer para volver a escuchar su voz. Al menos para escuchar un "Ya no te quiero", solo quería volverlo a ver, volverlo a escuchar. Cerró los ojos dejándose llevar por su desmayo, mucho alcohol, mucho dolor, era demasiado.
-¿Saben algo de Hangeng?- preguntó tímido Henry mientras desayunada con Kibum y Donghae, ambos se miraron tristes; sabían lo de su abuela pero no eran los indicados para decírselo- La verdad es que no he tenido contacto con nadie, ustedes son los primeros y... quiero saber cómo han ido las cosas... puede que suene cínico- bajó la cabeza avergonzado- después de lo que hice...
-Todos nos equivocamos...- comentó Kibum tomando de su café- pero lo que nos diferencia de los demás es aprender de nuestros errores- Donghae lo miró sorprendido, amaba lo maduro que podía ser su novio; sin darse cuenta una sonrisa boba apareció en sus labios.
-Creo que deberías volver con nosotros a Corea del Sur, quizás buscar a tus padres y preguntar por Hannie. Nosotros no sabemos mucho de ellos.- sonrió amable Donghae.
-Sí, Donghae tiene razón- Kibum le tomó de la mano a su novio y luego besó su mejilla- Es mejor que le preguntes a las personas indicadas.
-Lo siento...- Henry bajó la cabeza apenado.- Me temo que aún no puedo volver, no me siento preparado...
-No es que volvamos mañana, en realidad yo debo quedarme un mes más y Kibummie se quedará conmigo. Puedes quedarte con nosotros durante este tiempo.- Henry sonrió en silencio mientras la pareja volvía a comer del desayuno.
La mañana se hizo lenta, Kibum se quedó en casa mientras que Donghae fue a sus clases de baile. Henry se despidió a los minutos, deseaba salir a caminar. Dio vueltas al rededor de un parque cercano, tomó algunas fotografías y luego se sentó a observar las personas pasar. Su corazón se agitaba y dolía cuando pensaba en Hangeng, pero no estaba preparado, no podía volver así como así. Tenía miedo de que no lo perdone. Repentinamente sus lágrimas empezaron a resbalar por sus mejillas, el corazón se le oprimía y le era difícil respirar. Trató de calmarse pero fue en vano, terminó llorando en aquel lugar. En total silencio, con la mirada perdida en las personas que pasaban. Siempre quiso hacerlo feliz pero parecía que lo único que había conseguido hasta el momento era lastimarlo más y más. Destruyó su familia, destruyó la confianza con su madre, destruyó su corazón al dudar, al sentirse incapaz de poder casarse con él. Tenía miedo de todo en aquel momento, tenía miedo de que todo fuera a cambiar y de que en algún momento ambos estuvieran obligados a permanecer juntos por un papel. Tenía miedo de convertirse en una pareja como la que veía en sus padres: dos desconocidos en una cama, sin sentir nada en especial, solo acostumbrados a la presencia del otro. Tuvo miedo, seguía teniendo miedo sobre eso.
No había nadie en casa, solo el pequeño Taemin, las clases terminaron temprano aquel día y como Minho tenía un trabajo grupal terminó volviendo a casa solo. Caminó de un lado a otro preparando algo de comer, nada mejor que un emparedado de jamón y queso. Sirvió un poco de leche y se sentó en el sofá para ver la televisión. Pero sus pensamientos estaban en cualquier lugar menos en aquel departamento "Hoy me recuerda mucho a aquel día" susurró con los ojos llorosos. Se sentía culpable en cierta medida por lo que había sucedido un mes atrás. Terminó de comer con los ojos llenos de lágrimas, le fue difícil tragar ya que estaba llorando mucho pero finalmente lo consiguió; cerró los ojos e intentó que el ruido del televisor se lleve aquellos recuerdos: pero no se iban.
Acababa de bañarse y Rose no estaba en casa, caminó en toalla hasta su habitación. Aquel día Minho estaba de mal humor por una pelea con su padre y simplemente no quiso ir a su casa a pasar la tarde. No había absolutamente nadie, se sentó sobre su cama a pensar lo que ya le venía pasando desde la primera vez que notó la presencia de Jay. Desde que notó que Jay y su hermano lo hacían casi todas las noches, casi nunca antes se había percatado de los sonidos de la noche, pero con el paso del tiempo terminó incluso parándose cerca de la puerta de la habitación de ellos dos para escuchar lo que sucedía. Sin darse cuenta, su cuerpo empezó a reaccionar solo, ante aquellos recuerdos; estaba solo que importaba si se tocaba, nadie lo escucharía. Cerró los ojos y guió su mano hasta debajo de la única toalla que cubría de su cintura hacia abajo. Ver a Jay en toalla, escucharlo en las noches con su hermano; era lo único que se le venía a la mente en aquel momento y, por alguna razón, lo excitaba. Lentamente empezó a mover su mano mientras inconscientemente susurraba el nombre de su cuñado. Entonces sintió que alguien retiraba la toalla de su cuerpo, abrió instantáneamente los ojos para encontrarse cara a cara con Jay. Él le sonrió pícaro pero luego intentó irse, ya que solo buscaba molestar al menor, fingió no haber escuchado su nombre. "Ayúdame..." pidió Taemin con una voz demasiado sensual. No, definitivamente ese no era el inocente y pequeño hermanito de su novio. Jay volteó algo asustado a decirle algo pero se encontró con los labios de Taemin. "Solo esta vez..." jaló las manos del mayor hacia su cuerpo desnudo. Olvido por completo su racionalidad, su cuerpo no era de piedra y ante tales estímulos empezó a sentir que la ropa interior le ajustaba demasiado. Rápidamente se deshicieron de las ropas del mayor y empezaron aquel peligroso acto. Taemin se estremeció al sentir la experiencia del otro en su cuerpo, pese a que Minho sabía algunas cosas, no dejaba de ser torpe. En cambio Jay, él si sabía como tratarlo, introdujo sus dedos largos en su estrecho interior; los gemidos del menor no se hicieron esperar, los movió lentamente mientras el otro perdía la razón ante tal caricia. La respiración del menor se agitó con aquellos movimientos, con tan solo unos dedos Jay lograba hacerlo excitarse de sobremanera. Lo mismo sucedía con Jay, ver a Taemin con la boca entre abierta pidiendo más, con los ojos llenos de perdición y con aquel frágil cuerpo moviéndose debido a sus manos, lo hacían excitarse demasiado. Luego de unos minutos de aquel ajetreo, Jay introdujo su miembro dentro de Taemin, haciéndolo gritar de dolor y placer al mismo tiempo. Esperó a que se acostumbre para luego empezar a moverse en su interior; pero el menor quería estar sobre el morocho así que con mucho cuidado cambiaron de posición: quedando Jay abajo y Taemin encima, sentado sobre su miembro, luego de unos minutos el menor empezó a saltar sobre el otro para continuar su delito. "Podrían llevarme a la cárcel por esto..." susurró Jay abrazando al menor para moverse también. "Es casi una violación..." agregó mientras el otro mordía sus labios para reprimir sus gritos. "En todo caso... ah..." Taemin no pudo seguir hablando al sentir muy en su interior al otro "En todo caso... yo... ah... pediré ser violado... Jay... ah..." no continuó más, quería concentrarse más en disfrutar aquella única vez en la que podría cumplir una de sus fantasías sobre su cuñado. A los pocos minutos ambos terminaron y se metieron a bañar, para las cinco de la tarde ambos esperaban a Rose para cenar.
"Demonios..." renegó Taemin al abrir los ojos y fijarse que Jay estaba comiendo unos snacks frente a él. Recordar aquello lo excitaba y era más que obvio que Jay ya lo había notado al ver su abultado pantalón. "Yo no he dicho nada niño... ¿No tienes tarea?" fingió no ver nada y trató de mantener la mirada fija en el televisor. "¿Rose?" preguntó el pequeño a lo que el otro le indicó el reloj, faltaba media hora para que salga del trabajo. Taemin se paró, caminó hasta la puerta y la trancó con una silla. "Ayuda" susurró mientras caminaba hasta Jay "¿Te excito?" preguntó el menor ya sin vergüenza alguna. El otro se mantuvo serio y sin mover un solo dedo. Sabía que lo que habían hecho un mes atrás estaba mal y no pensaba hacerlo de nuevo, incluso cuando su cuerpo reaccionara solo. Tae se acercó un poco más a su cuñado y tomó una de sus manos para empezar a lamer su dedo medio "Ya sabes donde va..." le susurró abalanzándose a besarle el cuello. Y de nuevo, todo se puso de cabeza, Jay prácticamente le rompió el uniforme al menor para luego apresurarse en hacerlo suyo. Pero el tiempo les quedó chico, estando solo en los incentivos, estando Tae tendido sobre el sofá con las manos de Jay proporcionándole el mayor placer de su vida escuchó que forzaban la puerta. Tae saltó a recoger su ropa mientras que Jay corría a meterse al baño para bañarse. A los pocos minutos y tras pelear con la silla que dejó puesta Tae, Rose entró en el departamento encontrando todo en perfecto orden.
"Tontos..." renegó Rose apagando el televisor- mira que dejar el aparato este prendido, que desperdicio de luz- Caminó hasta la habitación de Taemin que, como nunca, estaba cerrada con llave. De seguro no había tenido un buen día en el colegio. Sonrió melancólico para luego caminar hasta la cocina, nada mejor que una deliciosa cena para animar a su pequeño hermano. Escuchó el sonido de la ducha, su amor ya había llegado, no era su costumbre el ducharse a esas horas, mas pensó que quizás tenía que salir o algo. Siguió su camino hasta la cocina donde encontró los platos sucios de Taemin, rió un poco ante la irresponsabilidad de su hermanito y se puso a limpiar y cocinar un rico Kimchi. A los pocos minutos Jay apareció a su lado y lo besó en los labios dulcemente, con la mirada tierna de siempre. Hablaron un poco y luego llamaron a Taemin para cenar. La cena fue silenciosa, solo Rose hablaba animado de todo lo que le había pasado en la tienda. Taemin reía de rato en rato y Jay solo le sonreía. La cena llegó a su final, el menor de los tres se despidió ya que tenía que hacer algunas tareas y dejó a la pareja a solas. "¿Vamos a dar una vuelta por la ciudad?" preguntó Jay apoderándose de la fina cintura del rubio. Este asintió con la cabeza y ambos salieron en dirección a alguna parte.
-Idiota ¿Dónde estás? Si no vienes en este preciso momento doy en adopción a tus engendros- gritó Heechul mientras hablaba con su hermana- Me complicas la vida... los quiero pero...- hizo una pausa al notar que el pequeño Heechul lo miraba desde la puerta de la habitación- Responde...- se calmó mientras se acercaba a cargar al pequeño.
-Cerca a la capital... -contestó la madre irresponsable- ¿Mis bebés están bien?- preguntó con la voz que se le quebraba
-Claro que sí, soy mejor madre que tú... y eso que no puedo darles leche materna, vuelve ya...
-Volveré pronto...- contestó la madre antes de cortar la comunicación.
Heechul renegó un poco para luego hacer dormir al pequeño, no entendía por qué su hermana era tan irresponsable, odiaba que se comportara de esa manera. Eran casi las cuatro de la tarde y Siwon no aparecía, Sungmin se ofreció a cuidar a sus sobrinos mientras el salía a hacer algunas compras. Caminó durante unos minutos hasta que llegó al supermercado, se apresuró en comprar leche, pañales, papillas, comida pre-cocinada y otras cosas más. Estaba detenido mirando las revistas hasta que de repente alguien chocó con él, volteó enojado a ver quien era el bruto que osaba golpearlo encontrándose con un chico alto de sonrisa hermosa y cuerpo atlético. "Disculpe señorita" hizo una venia aquel chico y siguió caminando. Se le hacía conocido, pero no recordaba bien de donde. Aquel lunar sobre sus labios le era familiar. Heechul acomodó sus lentes de sol y siguió comprando las cosas.
Corrió apresurado a la sala de entrenamiento, donde rápidamente empezó a hacer los calentamientos previos de su rutina diaria en el gimnasio. A los pocos minutos divisó a su nuevo amigo en aquel lugar, le sonrió amable y ambos empezaron a hacer ejercicio. "¿Que me cuenta el novio ahora?" preguntó su compañero de rutina. "Pues anda algo enojado porque nunca tenemos tiempo para..." Siwon hizo una pausa con una enorme sonrisa en los labios. Algo que el otro entendió por completo. "Entiendo, pero si tu alivias las ganas de hacerlo con él en el gimnasio... ¿Cómo se libera él?" lo hizo dudar con aquella pregunta. Siwon hizo un gesto con las manos indicándole a su amigo que desconocía aquella información. Pero en parte lo dejó intrigado. Continuaron hablando de otras cosas mientras hacían la rutina, a las horas Siwon estaba ya cambiándose para ir a casa entonces volvió a encontrarse con su amigo que salía de la ducha. "¿Sabes? Hoy cuando fui a comprar unas verduras me choqué con una señorita muy hermosa..." comentó el recién bañado. "Ay Yunho, tu nunca cambias... tan mujeriego como siempre, deberías ir a rezar un poco para que el pastor te ayude a enderezar tu vida..." sermoneó Siwon mientras se colocaba el traje de ejecutivo. "Aigo... mira quien habla, el reprimido sexual con novio ateo... tú si que debes rezar. Yo disfruto de mi vida" rió su compañero haciendo que el otro se ponga rojo de pies a cabeza. Siwon se colocó la corbata y se despidió de su amigo para empezar su camino de regreso a casa. Sabía que una princesa histérica lo esperaba y si demoraba más sería hombre muerto.
-Volvi- saludó Siwon a Sungmin y Heechul que estaban en la sala tomando unas bebidas- ¿Los niños?
-Con el otro niño...- contestó Heechul indicándole la habitación- Kangin ha venido de visita- explicó. Siwon caminó hasta su novio y le robó un suave beso.
-Uy huele a falta de sexo por aquí- rió Sungmin haciendo que Siwon se sonroje
-Ay cállate, no todos somos tan "rapiditos" como tu Sungminah...- renegó Heechul a lo que Siwon lo rodeó con sus brazos y le besó el cuello.- Quieto, hay visitas y niños presentes...- Heechul apartó al menor de su abrazo.
-Bueno... como te decía... me voy a China en dos días...- Sungmin vio que Siwon le miraba confundido- Kyu quiere que vaya con él y creo que no es mala idea, por supuesto voy en calidad de amigo...
-Aigo... amigo, amigo... a penas puedas te vas a meter en su cama- Heechul se cruzó de brazos e hizo muecas haciendo que los presentes se rían.
-Bueno, espero que las cosas resulten esta vez... creo que él es el indicado- Sonrió Sungmin.
Heechul miró sospechoso a Sungmin quien se asustó ante aquel gesto, sabía que le iba a pedir algo. Sonrió malicioso el pelinegro y pronunció levemente el nombre del conejo, quien abrazó su peluche con miedo. "Hoy te quedas a dormir ¿Si?" susurró el mayor a lo que el otro asintió en silencio. "Dame las llaves de tu departamento" extendió la mano mientras que el otro obedecía con un puchero. "Te compraremos dulces..." chantajeó Siwon. El conejo trago saliva, sabía que era débil con aquel incentivo, bajó la cabeza e indicó con uno de sus dedos la puerta como diciendo que tenía el camino libre. No se llevaba bien con Kangin pero de seguro y se iba luego de cansarse de jugar con los niños. Los minutos pasaron y el departamento se llenó de silencio. Sungmin caminó hasta la habitación donde encontró a Kangin dormido junto a los bebés. Sacó su celular y le tomó una foto, luego se la enviaría a Teukie. Algo tenía que hacerlo cambiar de opinión, era absurdo que sigan separados.
Sus manos empujaron al menor contra la pared tras cerrar la puerta del departamento de Sungmin. Rápidamente Heechul se abalanzó sobre su príncipe para besarle la boca, por poco y le rompe el labio con la intensidad con la que expresaba lo mucho que lo amaba. Las manos de Siwon se introdujeron dentro de la ropa del mayor, haciéndolo estremecer con las caricias que durante mucho estuvieron ausentes. "Te amo" susurró Siwon arrancándole la ropa al otro. Heechul no contestó solo se dejó llevar por el momento. Ansiando mentalmente que su hermana vuelva pronto para que ese repentino malestar entre ambos desaparezca. Los besos se hicieron intensos, tanto que Heechul terminó mordiendo el cuello de Siwon. Un grito ronco se escapó del menor cuando los dientes de Heechul rompieron piel.
"Ya... apúrate" ordenó Heechul indicándole a Siwon que empiece a profundizar sus caricias. Una noche de pasión luego de muchas en vela, aparentando ser una pareja feliz. Para cuando Siwon entró en Heechul ambos estaban preocupados en si los niños estaban siendo bien tratados por sus amigos, en si Kangin no había sido muy tosco o si Sungmin se había quedado dormido. Quisieron detenerse e ir en busca de sus "hijos" pero continuaron, buscando ser egoístas, despreocupados. Se querían sentir el uno al otro y lo harían incluso si se quemaba el edificio. Pero no sucedió nada, ambos cayeron rendidos en la cama, Heechul se acurrucó en los fuertes brazos del menor y cerró los ojos para dormir un poco. Entre sueños sonrió de lado al escuchar al otro susurrar "Te amo princesa".
Continuará...
-Estaba ocupado y lo sabes- Wook se cruzó de brazos para hacer notar su enfado
-¿Con tu nuevo novio?- dijo irónico Yesung mientras se sentaba en su sofá.- ¿A qué has venido?
-Somos amigos y quería pasar el día de tú cumpleaños juntos ¿No puedo? ¿Tienes otros planes?- Se notaba ofendido pero ignoró las primeras preguntas
-¿Planes? No los tengo. Ni me había enterado de que era mi cumpleaños. Bueno ¿Has traído pastel?- Wook levantó una de sus manos y señaló una caja blanca- Comamos entonces.
Pese a que solo eran amigos, dejaron de verse luego de terminar, no obstante con el paso del tiempo no pudieron evitar volver a frecuentarse. Siempre era Wook el que terminaba yendo al departamento de Yesung donde ambos veían películas, comían o simplemente pasaban el rato. Yesung, aunque lo negaba, disfrutaba mucho de la compañía del otro. Ambos se sentaron en la mesa y cantaron juntos antes de que el cachetón sople las velas. En forma de juego y para aliviar el tema del enojo por la no disponibilidad de Wook, este tomó un poco de pastel y le manchó la cara al otro. De repente empezaron a luchar con los pedazos de pastel; Yesung empezó a perseguir al otro por todo el departamento hasta que, descuidadamente, resbaló y cayó en el suelo, sobre Wook. Ninguno dijo nada, se quedaron en total silencio, sin moverse. Wook quería besarlo, pero sentía miedo, respiró profundo y rápidamente jaló del cuello al otro, cuando éste trataba de pararse, para robarle un beso.
Dolía, demasiado quizás. Un grito ahogado se reprimía en su pecho mientras cogía con sus manos sobre aquel lugar donde su corazón estaba. Le dolía todo, le dolía el alma. Hangeng se dejó caer en el suelo, su cuerpo no soportaba más alcohol, su cabeza no podía seguir aguantando tantas mentiras. Quería morir, sólo eso. Cerró los ojos y, antes de caer inconsciente, una lagrima resbaló de sus ojos. "Quédate..." susurró impotente ya que todo fue tan repentino con Henry que nunca tuvo oportunidad de decirle, pedirle que se quede. Mil y un preguntas lo aturdían, no sabía si su imaginación era suficiente como para responderlas, no estaba seguro de qué podía hacer para volver a escuchar su voz. Al menos para escuchar un "Ya no te quiero", solo quería volverlo a ver, volverlo a escuchar. Cerró los ojos dejándose llevar por su desmayo, mucho alcohol, mucho dolor, era demasiado.
-¿Saben algo de Hangeng?- preguntó tímido Henry mientras desayunada con Kibum y Donghae, ambos se miraron tristes; sabían lo de su abuela pero no eran los indicados para decírselo- La verdad es que no he tenido contacto con nadie, ustedes son los primeros y... quiero saber cómo han ido las cosas... puede que suene cínico- bajó la cabeza avergonzado- después de lo que hice...
-Todos nos equivocamos...- comentó Kibum tomando de su café- pero lo que nos diferencia de los demás es aprender de nuestros errores- Donghae lo miró sorprendido, amaba lo maduro que podía ser su novio; sin darse cuenta una sonrisa boba apareció en sus labios.
-Creo que deberías volver con nosotros a Corea del Sur, quizás buscar a tus padres y preguntar por Hannie. Nosotros no sabemos mucho de ellos.- sonrió amable Donghae.
-Sí, Donghae tiene razón- Kibum le tomó de la mano a su novio y luego besó su mejilla- Es mejor que le preguntes a las personas indicadas.
-Lo siento...- Henry bajó la cabeza apenado.- Me temo que aún no puedo volver, no me siento preparado...
-No es que volvamos mañana, en realidad yo debo quedarme un mes más y Kibummie se quedará conmigo. Puedes quedarte con nosotros durante este tiempo.- Henry sonrió en silencio mientras la pareja volvía a comer del desayuno.
La mañana se hizo lenta, Kibum se quedó en casa mientras que Donghae fue a sus clases de baile. Henry se despidió a los minutos, deseaba salir a caminar. Dio vueltas al rededor de un parque cercano, tomó algunas fotografías y luego se sentó a observar las personas pasar. Su corazón se agitaba y dolía cuando pensaba en Hangeng, pero no estaba preparado, no podía volver así como así. Tenía miedo de que no lo perdone. Repentinamente sus lágrimas empezaron a resbalar por sus mejillas, el corazón se le oprimía y le era difícil respirar. Trató de calmarse pero fue en vano, terminó llorando en aquel lugar. En total silencio, con la mirada perdida en las personas que pasaban. Siempre quiso hacerlo feliz pero parecía que lo único que había conseguido hasta el momento era lastimarlo más y más. Destruyó su familia, destruyó la confianza con su madre, destruyó su corazón al dudar, al sentirse incapaz de poder casarse con él. Tenía miedo de todo en aquel momento, tenía miedo de que todo fuera a cambiar y de que en algún momento ambos estuvieran obligados a permanecer juntos por un papel. Tenía miedo de convertirse en una pareja como la que veía en sus padres: dos desconocidos en una cama, sin sentir nada en especial, solo acostumbrados a la presencia del otro. Tuvo miedo, seguía teniendo miedo sobre eso.
No había nadie en casa, solo el pequeño Taemin, las clases terminaron temprano aquel día y como Minho tenía un trabajo grupal terminó volviendo a casa solo. Caminó de un lado a otro preparando algo de comer, nada mejor que un emparedado de jamón y queso. Sirvió un poco de leche y se sentó en el sofá para ver la televisión. Pero sus pensamientos estaban en cualquier lugar menos en aquel departamento "Hoy me recuerda mucho a aquel día" susurró con los ojos llorosos. Se sentía culpable en cierta medida por lo que había sucedido un mes atrás. Terminó de comer con los ojos llenos de lágrimas, le fue difícil tragar ya que estaba llorando mucho pero finalmente lo consiguió; cerró los ojos e intentó que el ruido del televisor se lleve aquellos recuerdos: pero no se iban.
Acababa de bañarse y Rose no estaba en casa, caminó en toalla hasta su habitación. Aquel día Minho estaba de mal humor por una pelea con su padre y simplemente no quiso ir a su casa a pasar la tarde. No había absolutamente nadie, se sentó sobre su cama a pensar lo que ya le venía pasando desde la primera vez que notó la presencia de Jay. Desde que notó que Jay y su hermano lo hacían casi todas las noches, casi nunca antes se había percatado de los sonidos de la noche, pero con el paso del tiempo terminó incluso parándose cerca de la puerta de la habitación de ellos dos para escuchar lo que sucedía. Sin darse cuenta, su cuerpo empezó a reaccionar solo, ante aquellos recuerdos; estaba solo que importaba si se tocaba, nadie lo escucharía. Cerró los ojos y guió su mano hasta debajo de la única toalla que cubría de su cintura hacia abajo. Ver a Jay en toalla, escucharlo en las noches con su hermano; era lo único que se le venía a la mente en aquel momento y, por alguna razón, lo excitaba. Lentamente empezó a mover su mano mientras inconscientemente susurraba el nombre de su cuñado. Entonces sintió que alguien retiraba la toalla de su cuerpo, abrió instantáneamente los ojos para encontrarse cara a cara con Jay. Él le sonrió pícaro pero luego intentó irse, ya que solo buscaba molestar al menor, fingió no haber escuchado su nombre. "Ayúdame..." pidió Taemin con una voz demasiado sensual. No, definitivamente ese no era el inocente y pequeño hermanito de su novio. Jay volteó algo asustado a decirle algo pero se encontró con los labios de Taemin. "Solo esta vez..." jaló las manos del mayor hacia su cuerpo desnudo. Olvido por completo su racionalidad, su cuerpo no era de piedra y ante tales estímulos empezó a sentir que la ropa interior le ajustaba demasiado. Rápidamente se deshicieron de las ropas del mayor y empezaron aquel peligroso acto. Taemin se estremeció al sentir la experiencia del otro en su cuerpo, pese a que Minho sabía algunas cosas, no dejaba de ser torpe. En cambio Jay, él si sabía como tratarlo, introdujo sus dedos largos en su estrecho interior; los gemidos del menor no se hicieron esperar, los movió lentamente mientras el otro perdía la razón ante tal caricia. La respiración del menor se agitó con aquellos movimientos, con tan solo unos dedos Jay lograba hacerlo excitarse de sobremanera. Lo mismo sucedía con Jay, ver a Taemin con la boca entre abierta pidiendo más, con los ojos llenos de perdición y con aquel frágil cuerpo moviéndose debido a sus manos, lo hacían excitarse demasiado. Luego de unos minutos de aquel ajetreo, Jay introdujo su miembro dentro de Taemin, haciéndolo gritar de dolor y placer al mismo tiempo. Esperó a que se acostumbre para luego empezar a moverse en su interior; pero el menor quería estar sobre el morocho así que con mucho cuidado cambiaron de posición: quedando Jay abajo y Taemin encima, sentado sobre su miembro, luego de unos minutos el menor empezó a saltar sobre el otro para continuar su delito. "Podrían llevarme a la cárcel por esto..." susurró Jay abrazando al menor para moverse también. "Es casi una violación..." agregó mientras el otro mordía sus labios para reprimir sus gritos. "En todo caso... ah..." Taemin no pudo seguir hablando al sentir muy en su interior al otro "En todo caso... yo... ah... pediré ser violado... Jay... ah..." no continuó más, quería concentrarse más en disfrutar aquella única vez en la que podría cumplir una de sus fantasías sobre su cuñado. A los pocos minutos ambos terminaron y se metieron a bañar, para las cinco de la tarde ambos esperaban a Rose para cenar.
"Demonios..." renegó Taemin al abrir los ojos y fijarse que Jay estaba comiendo unos snacks frente a él. Recordar aquello lo excitaba y era más que obvio que Jay ya lo había notado al ver su abultado pantalón. "Yo no he dicho nada niño... ¿No tienes tarea?" fingió no ver nada y trató de mantener la mirada fija en el televisor. "¿Rose?" preguntó el pequeño a lo que el otro le indicó el reloj, faltaba media hora para que salga del trabajo. Taemin se paró, caminó hasta la puerta y la trancó con una silla. "Ayuda" susurró mientras caminaba hasta Jay "¿Te excito?" preguntó el menor ya sin vergüenza alguna. El otro se mantuvo serio y sin mover un solo dedo. Sabía que lo que habían hecho un mes atrás estaba mal y no pensaba hacerlo de nuevo, incluso cuando su cuerpo reaccionara solo. Tae se acercó un poco más a su cuñado y tomó una de sus manos para empezar a lamer su dedo medio "Ya sabes donde va..." le susurró abalanzándose a besarle el cuello. Y de nuevo, todo se puso de cabeza, Jay prácticamente le rompió el uniforme al menor para luego apresurarse en hacerlo suyo. Pero el tiempo les quedó chico, estando solo en los incentivos, estando Tae tendido sobre el sofá con las manos de Jay proporcionándole el mayor placer de su vida escuchó que forzaban la puerta. Tae saltó a recoger su ropa mientras que Jay corría a meterse al baño para bañarse. A los pocos minutos y tras pelear con la silla que dejó puesta Tae, Rose entró en el departamento encontrando todo en perfecto orden.
"Tontos..." renegó Rose apagando el televisor- mira que dejar el aparato este prendido, que desperdicio de luz- Caminó hasta la habitación de Taemin que, como nunca, estaba cerrada con llave. De seguro no había tenido un buen día en el colegio. Sonrió melancólico para luego caminar hasta la cocina, nada mejor que una deliciosa cena para animar a su pequeño hermano. Escuchó el sonido de la ducha, su amor ya había llegado, no era su costumbre el ducharse a esas horas, mas pensó que quizás tenía que salir o algo. Siguió su camino hasta la cocina donde encontró los platos sucios de Taemin, rió un poco ante la irresponsabilidad de su hermanito y se puso a limpiar y cocinar un rico Kimchi. A los pocos minutos Jay apareció a su lado y lo besó en los labios dulcemente, con la mirada tierna de siempre. Hablaron un poco y luego llamaron a Taemin para cenar. La cena fue silenciosa, solo Rose hablaba animado de todo lo que le había pasado en la tienda. Taemin reía de rato en rato y Jay solo le sonreía. La cena llegó a su final, el menor de los tres se despidió ya que tenía que hacer algunas tareas y dejó a la pareja a solas. "¿Vamos a dar una vuelta por la ciudad?" preguntó Jay apoderándose de la fina cintura del rubio. Este asintió con la cabeza y ambos salieron en dirección a alguna parte.
-Idiota ¿Dónde estás? Si no vienes en este preciso momento doy en adopción a tus engendros- gritó Heechul mientras hablaba con su hermana- Me complicas la vida... los quiero pero...- hizo una pausa al notar que el pequeño Heechul lo miraba desde la puerta de la habitación- Responde...- se calmó mientras se acercaba a cargar al pequeño.
-Cerca a la capital... -contestó la madre irresponsable- ¿Mis bebés están bien?- preguntó con la voz que se le quebraba
-Claro que sí, soy mejor madre que tú... y eso que no puedo darles leche materna, vuelve ya...
-Volveré pronto...- contestó la madre antes de cortar la comunicación.
Heechul renegó un poco para luego hacer dormir al pequeño, no entendía por qué su hermana era tan irresponsable, odiaba que se comportara de esa manera. Eran casi las cuatro de la tarde y Siwon no aparecía, Sungmin se ofreció a cuidar a sus sobrinos mientras el salía a hacer algunas compras. Caminó durante unos minutos hasta que llegó al supermercado, se apresuró en comprar leche, pañales, papillas, comida pre-cocinada y otras cosas más. Estaba detenido mirando las revistas hasta que de repente alguien chocó con él, volteó enojado a ver quien era el bruto que osaba golpearlo encontrándose con un chico alto de sonrisa hermosa y cuerpo atlético. "Disculpe señorita" hizo una venia aquel chico y siguió caminando. Se le hacía conocido, pero no recordaba bien de donde. Aquel lunar sobre sus labios le era familiar. Heechul acomodó sus lentes de sol y siguió comprando las cosas.
Corrió apresurado a la sala de entrenamiento, donde rápidamente empezó a hacer los calentamientos previos de su rutina diaria en el gimnasio. A los pocos minutos divisó a su nuevo amigo en aquel lugar, le sonrió amable y ambos empezaron a hacer ejercicio. "¿Que me cuenta el novio ahora?" preguntó su compañero de rutina. "Pues anda algo enojado porque nunca tenemos tiempo para..." Siwon hizo una pausa con una enorme sonrisa en los labios. Algo que el otro entendió por completo. "Entiendo, pero si tu alivias las ganas de hacerlo con él en el gimnasio... ¿Cómo se libera él?" lo hizo dudar con aquella pregunta. Siwon hizo un gesto con las manos indicándole a su amigo que desconocía aquella información. Pero en parte lo dejó intrigado. Continuaron hablando de otras cosas mientras hacían la rutina, a las horas Siwon estaba ya cambiándose para ir a casa entonces volvió a encontrarse con su amigo que salía de la ducha. "¿Sabes? Hoy cuando fui a comprar unas verduras me choqué con una señorita muy hermosa..." comentó el recién bañado. "Ay Yunho, tu nunca cambias... tan mujeriego como siempre, deberías ir a rezar un poco para que el pastor te ayude a enderezar tu vida..." sermoneó Siwon mientras se colocaba el traje de ejecutivo. "Aigo... mira quien habla, el reprimido sexual con novio ateo... tú si que debes rezar. Yo disfruto de mi vida" rió su compañero haciendo que el otro se ponga rojo de pies a cabeza. Siwon se colocó la corbata y se despidió de su amigo para empezar su camino de regreso a casa. Sabía que una princesa histérica lo esperaba y si demoraba más sería hombre muerto.
-Volvi- saludó Siwon a Sungmin y Heechul que estaban en la sala tomando unas bebidas- ¿Los niños?
-Con el otro niño...- contestó Heechul indicándole la habitación- Kangin ha venido de visita- explicó. Siwon caminó hasta su novio y le robó un suave beso.
-Uy huele a falta de sexo por aquí- rió Sungmin haciendo que Siwon se sonroje
-Ay cállate, no todos somos tan "rapiditos" como tu Sungminah...- renegó Heechul a lo que Siwon lo rodeó con sus brazos y le besó el cuello.- Quieto, hay visitas y niños presentes...- Heechul apartó al menor de su abrazo.
-Bueno... como te decía... me voy a China en dos días...- Sungmin vio que Siwon le miraba confundido- Kyu quiere que vaya con él y creo que no es mala idea, por supuesto voy en calidad de amigo...
-Aigo... amigo, amigo... a penas puedas te vas a meter en su cama- Heechul se cruzó de brazos e hizo muecas haciendo que los presentes se rían.
-Bueno, espero que las cosas resulten esta vez... creo que él es el indicado- Sonrió Sungmin.
Heechul miró sospechoso a Sungmin quien se asustó ante aquel gesto, sabía que le iba a pedir algo. Sonrió malicioso el pelinegro y pronunció levemente el nombre del conejo, quien abrazó su peluche con miedo. "Hoy te quedas a dormir ¿Si?" susurró el mayor a lo que el otro asintió en silencio. "Dame las llaves de tu departamento" extendió la mano mientras que el otro obedecía con un puchero. "Te compraremos dulces..." chantajeó Siwon. El conejo trago saliva, sabía que era débil con aquel incentivo, bajó la cabeza e indicó con uno de sus dedos la puerta como diciendo que tenía el camino libre. No se llevaba bien con Kangin pero de seguro y se iba luego de cansarse de jugar con los niños. Los minutos pasaron y el departamento se llenó de silencio. Sungmin caminó hasta la habitación donde encontró a Kangin dormido junto a los bebés. Sacó su celular y le tomó una foto, luego se la enviaría a Teukie. Algo tenía que hacerlo cambiar de opinión, era absurdo que sigan separados.
Sus manos empujaron al menor contra la pared tras cerrar la puerta del departamento de Sungmin. Rápidamente Heechul se abalanzó sobre su príncipe para besarle la boca, por poco y le rompe el labio con la intensidad con la que expresaba lo mucho que lo amaba. Las manos de Siwon se introdujeron dentro de la ropa del mayor, haciéndolo estremecer con las caricias que durante mucho estuvieron ausentes. "Te amo" susurró Siwon arrancándole la ropa al otro. Heechul no contestó solo se dejó llevar por el momento. Ansiando mentalmente que su hermana vuelva pronto para que ese repentino malestar entre ambos desaparezca. Los besos se hicieron intensos, tanto que Heechul terminó mordiendo el cuello de Siwon. Un grito ronco se escapó del menor cuando los dientes de Heechul rompieron piel.
"Ya... apúrate" ordenó Heechul indicándole a Siwon que empiece a profundizar sus caricias. Una noche de pasión luego de muchas en vela, aparentando ser una pareja feliz. Para cuando Siwon entró en Heechul ambos estaban preocupados en si los niños estaban siendo bien tratados por sus amigos, en si Kangin no había sido muy tosco o si Sungmin se había quedado dormido. Quisieron detenerse e ir en busca de sus "hijos" pero continuaron, buscando ser egoístas, despreocupados. Se querían sentir el uno al otro y lo harían incluso si se quemaba el edificio. Pero no sucedió nada, ambos cayeron rendidos en la cama, Heechul se acurrucó en los fuertes brazos del menor y cerró los ojos para dormir un poco. Entre sueños sonrió de lado al escuchar al otro susurrar "Te amo princesa".
Continuará...
haha woaaa aktua rapidaa *w* *korre en zirkuloz xDD**
ResponderEliminargraciiiaz (: aora mizmo leo el 2 boomboom *____* ..
haha me enkanto el 1 kapo xD omo k pazara kon henrry =0 ia k aparezio .. k buzke al chinito zepziee *3*!!!
bno cdt i zige kolgando pronto <3
un abarzo (:
naniiz Chun ♥
A konban wa ogenki desu ka
ResponderEliminarEspero que bien, ya tiene rato que no veia tus trabajos, pero muy buenos como de costumbre y el cambio de imagen de tu blog, umai,bueno de lo unico que tal ves me falto es que los senti un poco cortos haha jajaja ^^ bueno en verdad felicidades y segimos esperando más de tus fics matta ne bijin
Waaa Wooki tan lindo ^^ haaaa míralo que aventado jajaja
ResponderEliminarOMO Taemin ??? el inocente Taemin con el novio de su hermano wow eso si me sorprendio.
Oooo Yunho ??? pobre shuper Siwon no sabe lo que le espera...y todo por la culpa de la hermana de la Chula ¬ ¬
gracias por el capo estuvo genial...
saluditos
kya~~~
ResponderEliminarEstá buenísimo, de verdad que estos dos capítulos me han gustado mucho...
Mi pobre Hangen, y Henry malo, regresa pronto por él... y esa hermana de Chula, que se cree, no ve que está haciendo dudar a la princesa, y no quiero que Siwi sufra de más...
Caray...Yuhno, competencia, competencia...
Wowow, y Taemin, como ha crecido el niño no?, con los novios del hermano no se juega bebe...
xD, jajajjaja, ya me inspiré, jajajajja
En general, me parecieron muy buenos, y estoy anciosa de leer lo que viene ^^