Fanfic Serial: Sex & Candy - Cap 30.2

Autor: Kainet
Titulo: Sex & Candy (AKA Sendy)
Capitulo: Capitulo 30.2
Fandom: Super Junior, SHINee, TRAX
Parejas: Sichul / Varias
Clasificación: Angst / Au / Lemon

Advertencia: Si no te gusta el yaoi (Chico x Chico) es mejor que no leas este serial. No copies este fanfic, si deseas compartirlo en otro lugar, pide permiso al autor y coloca los créditos correspondientes.
Nota: Y llegamos al final. *llora incontrolablemente* Ha sido un viaje largo, y divertido el que empezamos con este fanfic. Nunca pensé que tuviera tantos lectores y menos que gustara tanto. Empezó como una idea random y pervert un día sin luz. Sin embargo llegó a ganar en el concurso de fanfics de Sujuclan, lo cual me hace sentir muy orgullosa. Además es el primer fanfics en el que hice lemon. Lo sé el lemon apesta en este fanfics, sin embargo prometo mejorar en los siguientes fanfics. Me queda el agradecerles, como siempre, su tiempo, su lectura y sus comentarios. Gracias, los quiero mucho.

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Sendy 30.2

-¡Mr. Cho!- Sungmin se abrazó posesivamente al conejo rosa mientras esperaba a su novio- Hyuk se demora demasiado con ese helado de fresa- hizo puchero. Miró detenidamente el conejo, le gustaba mucho a pesar de aquella mancha enorme de lodo que nunca salía. -Aigo, mono tonto que te demoras...
-¿Buenos días?- saludo alguien deteniéndose frente a Sungmin- ¿Esperas a Eunhyuk?- Sungmin levantó el rostro encontrándose con Kyuhyun, quiso decir muchas cosas más no supo como reaccionar solo se mantuvo abrazado a su conejo con los ojos abiertos de par en par- Ese conejo...- el recién llegado notó la presencia del peluche- ¿Dónde lo encontraste?
-H-hola...- sonrió nervioso- Yo... Mr. Cho estaba perdido en el parque. Lo recogí y lo bañé, lo cuide y ahora es mío.- sonrió de nuevo. Kyu le sonrió de vuelta, no había cambiado nada, seguía siendo un niño pequeño.
-Entiendo. Bueno yo he venido por trabajo a Corea.- miró su reloj.- Debo irme, que te vaya bien- sonrió algo nostálgico. Parecía que el peluche había encontrado a su dueño.- Bueno, Zhou Mi espera y mi jefe también- hizo una venia. Sungmin quiso detenerlo pero estaba con el chino. Le pareció extraño que este no le haya dicho. Siguió con la mirada a Kyu hasta que lo vio reunirse con Junho y Zhou. Sonrió al ver a la pareja saludarlo a distancia.

Kyu siguió su camino, sintiendo que su corazón dolía mucho. Pero no podía simplemente volver y pedir perdón. Sungmin estaba viviendo su vida lejos de él y era feliz. Miró detenidamente el estante de aquella tienda, su jefe le había enviado a analizar un producto de la nueva línea de Corea, casualmente en la sucursal en la que trabajaba Zhou. Después de todos los malos entendidos, ellos nunca dejaron de trabajar juntos. Nunca dejaron de ser compañeros, amigos. Junho en un primer momento sentía inseguridad pero su novio se encargó de hacerle confiar. Mientras más miraba el producto más se perdía en sus pensamientos. Deseaba regresar a China. Deseaba estar lejos de Sungmin para evitar sentirse así.

Luego de dar unas cuantas vueltas, Kyu llamó a su jefe para decirle que la campaña publicitaria del producto estaba en perfecta adaptación del mercado. Volvió con Zhou Mi a la empresa y luego de unas horas tomo el avión de vuelta a China. Junho fue a recoger a su novio del trabajo, salieron juntos tomados de la mano. Después de la visita de Kyu, ambos habían tenido una pequeña pelea pero ya todo estaba solucionado y perdonado. Era hora de pasar un tiempo a solas. Zhou Mi besó los labios de su novio mientras subían en el elevador: había olvidado por completo a Kyu, y era feliz de poder ser amigos de él y de Sungmin. Claro que le dolía que ambos estuvieran separados. Junho jaló de la mano al otro para hacerlo salir de sus pensamientos y lo guió hasta el departamento.

-Junho...-susurró Zhou Mi mientras el otro subía el tono de sus caricias- Creo que Kyu... Sungmin...
-Déjalos a ellos solos que arreglen sus diferencias...- silenció el otro sellando sus palabras con un apasionado beso.

Zhou Mi se desprendió de su ropa rápidamente, el otro hizo lo mismo sin perder el contacto de piel. Las caricias desbordaron aquella habitación. Junho empezó a preparar a su novio. Claro que no había roles definidos entre ellos sin embargo aquella noche le tocaba a Zhou. Introdujo lentamente uno de sus dedos en su interior y empezó a prepararlo. El chino mordió sus labios con fuerza para reprimir sus gritos. Luego de unos minutos Junho entró en Mimi y empezó a moverse lentamente en su interior. Poco a poco fue agilizando sus movimientos, a volverse más intenso en sus embestidas. "Te amo" susurró Junho antes de terminar su labor. El otro le sonrió con la mirada llena de ternura y rodeó con sus brazos el cuerpo desnudo del otro. Era plenamente feliz, nunca pensó llegar a serlo con otra persona que no fue Kyu, pero era consiente de que se había equivocado. "Wo ai ni. Xie xie ni." susurró Mimi antes de caer dormido entre los brazos del gemelo.

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Acarició el fino rostro de Taemin mientras este dormía en su cama. Estaba muy preocupado por él. Quizás muy asustado. Lo analizó unos minutos más, su piel suave, sus labios pálidos, sus hermosos cabellos. Estaba tan enamorado del menor. De repente los hermosos ojos del pequeño se empezaron a abrir, llevó una de sus manos hacia su cabeza y la rascó en silencio intentando reponerse. Minho le preguntó si estaba bien, pero las torpes palabras del otro lo hicieron saber que estaba tomado. Intentó acercarse y besarle la frente pero Taemin le quitó el rostro.

-No entiendo...- Minho lo miró triste- ¿Qué he hecho mal?-Tae empezó a llorar- Dime por favor... ¿No me quieres más?
-No es eso...- Pese a que trataba de mantenerse tranquilo el licor lo hacía hablar de más- Minho no haces nada mal... pero yo...- empezó a llorar- Estoy sucio...- ocultó su rostro.- Tú no mereces a alguien como yo.
-¿Por qué dices eso?- Minho se desespero ante las lágrimas del otro buscó sus manos pero el no dejaba que lo toque- ¿Por qué no me dejas que te toque?
-SeungKi me violo...- gritó Taemin- ¿Entiendes? ME VIOLO- gritó antes de volver a llorar- Minho se quedó de una pieza. Quiso llorar, quiso ir a buscar a ese maldito y matarlo. Pero Taemin le preocupaba más que cualquier otro.
-¿Cómo estás tú? ¿Cuándo fue? ¿Por qué no me lo dijiste antes?- se apresuró a abrazar al menor, no le importo que el otro intente detenerlo en la caricia- Maldita sea, mataré a ese bastardo.
-Me cuesta sentir tus caricias...- susurró Taemin abrazándose a su novio
-Déjame curar ese miedo...- Tae no contestó más, se sentía seguro con su novio. Él jamás lo lastimaría.

Las manos de Minho se deslizaron suavemente debajo de las ropas de Taemin, haciéndolo temblar ante el contacto de pieles. Sus caricias eran delicadas y dulces. Nada comparado con lo que había vivido antes. Besos sus mejillas, su cuello, el hombro que quedaba descubierto por su ancho polo. Taemin soltó un susurro alertando al otro. Minho se detuvo de repente, no quería forzar a su novio. "No te detengas" susurró Tae mientras se acercaba para sentir el cuerpo del más alto. Las ropas empezaron a caer fuera de la cama, una a una, lentamente precedidas de caricias y besos llenos de delicadeza. Minho descendió lentamente empezando a ubicarse entre las piernas del pequeño, este saltó al sentir los labios del mayor en su miembro. "Descuida, a hemos hecho esto antes..." lo tranquilizó el más alto para luego volver a su labor. Tae lo miró con los ojos llenos de lujuria, nada superaba a Minho, nada ni nadie. Antes de todo lo sucedido con SeungKi, él ya había conocido los labios de Minho en esa zona de su cuerpo. Aquella vez en la que casi se entrega a él, aquella vez que Rose los interrumpió. Pero parecía que nadie los detenía ahora. Los labios de Minho se movían lentamente, acariciando la parte más intima del otro. Entre susurros y caricias ambos empezaron a sentir que todo mejoraba. Luego de unos minutos Minho introdujo sus dedos en la entrada de Taemin, siendo delicado y cuidadoso. El pequeño sintió un poco de dolor, pero luego los movimientos del otro lo hicieron sentir placer. Lentamente sacó sus dedos para dejar que su miembro entre en el interior de Taemin. Poco a poco se acomodó para luego empezar a embestirlo. Las heridas del pasado estaban siendo borradas por aquellas caricias, por aquellas hermosas palabras que le susurraba Minho al oído, Taemin sonrió entre suspiros: lo amaba y ya ningún dolor lastimaba su corazón. Juntos superarían todos los problemas.

***

Donghae besó la nariz de Kibum mientras este se aferraba fuertemente a su cintura. Pronto tendrían que partir. Sus maletas estaban empacadas, sus corazones listos para emprender este nuevo viaje. Kibum tomó de la mano a Donghae y lo jaló hacia la entrada al avión. No sabía si era lo mejor para Donghae, pero era su elección el dejar la universidad para empezar a estudiar danza en una academia de New York. Por otro lado la Beca de Kibum cubría todo y tendrían un pequeño departamento para vivir cómodos en aquella ciudad tan fría. si estaban juntos todo estaría bien. De tiempo en tiempo le inseguridad los atacaba pero siempre podían resolverlo.

-Todo será perfecto- prometió Donghae mientras se sentaba al lado de Kibum
-Shhh- Kibum lo jaló del mentón y lo besó- No importar si es perfecto o no, importa si tú y yo estamos juntos.

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No podía decirle el por qué de sus acciones, ni él mismo podía comprenderlo. Cerró los ojos con miedo mientras el bus cruzaba la frontera con USA. Henry suspiró asustado. No tenía idea de donde ir. Corea del Sur no era una opción. China le quedaba muy lejos. No sabía donde pero quería estar solo durante un tiempo. Hangeng, era la persona que amaba pero sentía que no podía casarse con él. Quizás fue muy tonto al dejarse arrastrar en todos preparativos de la boda. Sonrió melancólico mientras observaba una fotografía de ambos en su celular. Tenía más de cincuenta mensajes de vos y muchas llamadas perdidas de su novio. No podía contestar, no podía explicarle por qué sintió tanto pánico. Tanto miedo a ser feliz. Lloró un poco antes de cerrar los ojos para dormir. La próxima vez que los abriera estaría en otro país. Empezando otra vida.

Hangeng se cansó de llamar, bajó la cabeza con desesperación ante la mirada asustada de la abuela. No sabía donde buscarlo. El mundo era demasiado grande. No había registro alguno de a donde había ido. Mucho menos explicación alguna sobre sus acciones. Ya había llorado demasiado, no le quedaban más lágrimas. Se despidió de la familia de Henry y caminó hasta su departamento, estaba todo vacío. Estaba todo sin él. Se dejó caer en el sofá. Lo esperaría lo que fuera necesario. Se juró en silencio que esperaría por él.

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-¡Ay!- Gritó Heechul al sentir a Siwon entrar en la ducha con él- ¿Despierto? Ya han pasado demasiadas horas desde que nos escapamos de esa fiesta. Tú padre debe estar histérico- susurró esto último al sentir el cuerpo desnudo del otro abrazarse a él. El agua caía sobre ambos cuerpos, delineándolos y fusionándolos en una caricia- Ya es hora de que vuelvas.- sonrió melancólico mientras giraba en el abrazo para quedar frente a su Romeo- Beso...- indicó su mejilla a lo que el otro obedeció en silencio.- Ha sido maravilloso- Sonrió
-Lo sé.- Se rió Siwon a lo que el otro le pegó despacio en la cabeza- No quiero ir... Heechul hay algo que no sabes. Prométeme que no vas a ponerte histérico.
-¿Histérico?- lo miró enojado- Yo siempre guardo la calma...- sonrió de repente- Dilo...- se acercó para robarle un beso corto
-Mi padre quiere que me case...- susurro sujetando a Heechul antes de que se ponga a hacer un drama- PERO....- lo tranquilizó con su mirada- No pienso casarme con nadie que no seas tú...- se apresuró a besarlo.- Yo... ya no pienso volver a mi casa. He aprendido bastante en la empresa de papá, iré a hablar claro con él y si no entiende, el padre de Minho ya me ha ofrecido un trabajo.- Abrazó la cintura de Heechul que lo miraba en silencio
-Que bueno lo de la tipa esa...- hizo gesto de asco- Si te casabas iba a tu boda a hacer un escándalo, arrancarte los ojos y dejarla calva a esa...- Siwon empezó a reír a carcajadas y luego continuó con sus caricias mientras se bañaban.

Luego de bañarse, Siwon salió de vuelta a casa, dispuesto a hablar con su padre. Estaba harto de todo, aquella noche con "Julieta" lo había hecho armarse de valor. Ya no había alguien por quien sacrificarse, todo estaba dispuesto para que termine al lado de su novio. Apresuró el paso hasta llegar a casa donde su padre lo esperaba enojadísimo. Su mirada llena de reproche intimidó un poco al menor.

-¿Has estado con él, verdad?- preguntó sin reparo alguno- Te he dicho que no acepto esa relación. Es un pecado.
-¿Por qué el amor es pecado? Sí, he estado con él y después de mucho tiempo, he sido capaz de sonreír de verdad. Padre ¿Qué no vez que soy infeliz sin Heechul? Soy muy infeliz sin él...- aguantó sus lágrimas. El hombre viejo sintió que se le partía el corazón al verlo así. Trago un poco de saliva y miró a su esposa que lloraba al ver a su hijo ser tan sincero- Ve con él...- susurró de mala gana- Pero si él hace que seas irresponsable en la empresa...
-Gracias...

Sonrió sin dejar que su padre termine su advertencia. Luego de esto salió corriendo en dirección a la casa de su novio. No entendía por qué su padre había cambiado de opinión, pero no quería saberlo, solo quería apresurarse en llegar donde Heechul. Eran ya casi las seis de la mañana, un nuevo día empezaba para ambos. De repente, cuando estuvo frente al elevador que lo llevaría al departamento de quien más amaba se encontró con una joven hermosa que sujetaba a un bebé entre brazos y tenía un niño pequeño tomado de la mano. Por alguna razón la chica se parecía a Heechul, pero de seguro era su imaginación, subieron juntos en el elevador y bajaron en el mismo piso, caminaron en la misma dirección y finalmente, ambos tocaron la misma puerta.

-¿Buscas a Heechul?- preguntó amable Siwon, ella no pudo contestar porque Heechul abrió la puerta de repente.
-¡Hermanito!.- Gritó la joven- Heeyoung, saluda a tu tío-le dijo al pequeño que tenía de la mano.- He venido de visita ante el rostro de sorpresa del pelirrojo- Sigues con los pretendientes ¿No?- Señaló a Siwon.
-A decir verdad, soy su pareja.- Agregó Siwon.
-Hermanita... ¿Cuándo has tenido el segundo?- Se acercó a cargar al pequeño que le estiraba los brazos- Hola amor- besó a Siwon en los labios.
-He dejado algunas cosas en el auto, cuñado carga a Heejin- le entregó a la bebé recién nacida- Tenemos que hablar de muchas cosas hermanito.- sonrió la chica antes de ir en busca de sus cosas.
-Hermana con hijos... no me la esperaba- Comentó Siwon a lo que Heechul le sonrió
-Esta loca, les puso "Hee" a los dos... me ama mucho, lo sé. Son igual de bellos que yo.

Pasaron los minutos y se hicieron horas, la noche llegó y la hermana de Heechul nunca volvió. Siwon miró preocupado al mayor que cargaba al niño dormido entre sus brazos. Ninguno se explicaba la tardanza. La pequeña Heejin dormía en los brazos de Siwon, a simple vista parecían una familia. Mas era una familia forzada. Cuando el reloj marcó las diez de la noche la hermana de Heechul llamó para despedirse, les dejaba a los niños durante un tiempo. Ella necesitaba ir a otra ciudad. Sin esperar los gritos coléricos del hermano le corto la comunicación. Heechul entró en crisis, podía soportar a sus sobrinos un día. Pero más de 24 horas, su casa se volvería un caos. Siwon besó su frente e intentó tranquilizarlo, ya encontrarían la forma de cuidar bien a los niños.

***

Yesung miró atento la televisión, Ryeowook se acercó y le entregó su cena. "¿Estás seguro de esto?" Yesung asintió con la cabeza. Wook quizo llorar pero se contuvo. Bajó la cabeza con decepción y tomó entre sus manos las llaves de departamento. "Entonces, a partir de ahora tú y yo seremos solo amigos" Yesung miró hacia la ventana en silencio. No había mucho que decir, solo que necesitaba tiempo para aprender a vivir de nuevo por sí mismo y no por otra persona. "Seremos vecinos y mejores amigos siempre..." agregó Ryeowook antes de tomar su mochila y caminar hacia la puerta. "Te veré mañana cuando venga por mi cosas..." dicho esto salió del departamento sin decir más. Una vez fuera miró a Sungmin que lo esperaba al lado de Leeteuk. Una vez más eran los cuatro amigos, caminaron en silencio hacia la casa de Heechul y tras unos minutos todos subieron a la terraza, se sentaron en aquellas sillas que siempre solían usar antes de que todo empezara, de que todo se complicara, de que todo cambiara.

-Y aquí estamos de nuevo...- dijo Heechul mientras tomaba de su taza de café- Empecemos por el militar- sonrió, dándole la bienvenida irónicamente- ¿Qué puedes contarnos? ¿Te violaron en la milicia? Sungmin empezó a reírse pervertido mientras Wook se sonrojaba notoriamente.
-No te hagas el santo Wookie, todos sabemos de tus deseos sadomasoquistas con Yesung- comentó el conejo pervertido abriendo un lollipop- Bienvenido Teukie- sonrió.
-Terminé con Kangin...- bajó la mirada el mayor de todos- Siento que... ya no es lo mismo.- tomó un poco de café.- ¿Heechulah?
-Mi hermana me dejó a sus hijos, los abandonó y ahora Siwon y yo solo podemos comer dulces... frustrante- hizo gestos denotando su decepción.- Le presta mas atención a los niños que a mi... siento celos
-Eunhyuk y yo terminamos... necesito tiempo para aclarar mis pensamientos- Sungmin se quejó abrazando a su conejo- Siento que... Kyu movió mi piso la última vez que lo vi. Lo sé- miró a Rella quien lo miraba con reproche- Pero tu eres tan inseguro como yo. Tienes celos de tus sobrinos...
-Asumo que todos, todos estamos como empezamos o quizás peor. Yesung y yo terminamos, como saben todos porque el quiere vivir por sí mismo y quiere que yo haga lo mismo.- comentó Wook
-Donghae y Kibum en USA, Hangeng y Henry en Canadá. Kyuhyun en China- No sé que vendrá más adelante, solo sé que quiero seguir siendo amigo de todos ustedes...- sonrió Sungmin.

Los cuatro amigos continuaron hablando y poniéndose al día de todo lo que no se habían contado debido a los problemas. No sabían que estaba por empezar, quizás no estaban preparados pero tenían algo en mente: su amistad nunca cambiaría, ni con la distancia, ni con los problemas. Siempre serían amigos.

-¿Tienen espacio para una princesa más?- comentó Rose acercándose con una silla- Jay es un idiota...- susurró sentándose al lado de Rella.
-¿Qué pasó?- preguntaron chismosos todos. Rose le quitó un poco de café a Heechul y luego de acomodó en su silla para cruzarse de piernas y contarles sus problemas.


¿Fin?