Oneshot - Reset [Hanry/Henhae]

Autor: Kainet
Titulo: Reset
Fandom: Super Junior
Parejas: HanRy / HenHae
Clasificación: Angst

Advertencia: Si no te gusta el yaoi (Chico x Chico) es mejor que no leas este serial. No copies este fanfic, si deseas compartirlo en otro lugar, pide permiso al autor y coloca los créditos correspondientes.
Nota: Este oneshot tiene ya tiempo de escrito, pero hoy volviendolo a leer me han entrado ganas de dedicarselo a una amiga que quiero mucho. Esto es para ti Carla ^^ Siempre es bueno "resetear" algunas cosas. Te quiero.


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RESET

“Press to reset, press, press to reset…”

Aquella canción suena en mis audífonos, el rap de Eunhyuk duele. La canción, en general, duele. Camino en círculos esperando que, como siempre, todo a mí alrededor desaparezca. Está todo tan vacío, no debería ser tan difícil; creo saber porqué no logro concentrarme. Mis manos tiemblan y mis nervios poco a poco van traicionando mi racionalidad. Mis lágrimas se desbordan y pierdo la compostura, el dolor es demasiado grande, caigo sobre mis rodillas; en pánico total. No tengo donde ir, me duele el alma, no sé qué debo hacer, sólo sé que no debo estar aquí para cuando él regrese. Me duele la cabeza y en mi pecho empieza esa asfixia que no me permite pensar bien.

“Hangeng…”

La persona que he amado durante varios años, repentinamente, ha terminado conmigo. Pese a haber empezado a vivir juntos hace un año; él terminó conmigo de la manera más cruel posible. Últimamente, siempre peleábamos, pero no era que yo siempre tuviera la culpa; él, ocasionalmente, se enojaba por todo lo que yo hacía.

“¿Por qué?”

Pregunté entre lágrimas, pero él se encerró en su silencio y me alejó cuando intenté acercarme. Insistí durante unos minutos hasta que mi orgullo, destrozado, no pudo más; si bien lo amo, ambos tenemos demasiado orgullo como para ceder. Intenté hacerlo, intenté, pero terminé siendo alguien que no se reconocía en el espejo. Miró mis manos nervioso, no tengo idea del tiempo que ha pasado, solo sé que ya es tarde. Debo salir de este lugar.

De repente la puerta se abre, no tengo fuerza ni para levantarme. No importa si es él, me duele demasiado que me deje como para complacer sus caprichos una vez más. Bajo la cabeza, esperando que me ignore y entonces: una caricia suave sobre mis cabellos, siento como se agacha para quedar cerca de mío, me abraza; no es Hangeng.

“Lo siento mucho…”

Susurra mi amigo, se aferra muy fuerte a mi cuerpo; tiemblo, me duele todo. Mis labios no quieren hablar, él lo sabe todo; no hay nada que contar. Su abrazo es amable y me envuelve en un cálido delirio del cual no quiero salir. Me ayuda a levantarme, lento, suave, delicado; así suele ser Donghae cuando estamos a solas. Intenta dibujar en su rostro una sonrisa, intento corresponderle: es imposible, es doloroso. Vuelvo a llorar en su hombro, vuelvo a aferrarme a él como la primera vez en la que nos conocimos; pero esta vez mi corazón está destrozado. Pude soportar el odio de algunas fans, los gritos de desaprobación de muchas personas; pero no puedo soportar que Hangeng me deje en algún lugar de su pasado. Toma de mis manos y despacio me ayuda a salir de aquel departamento, susurra excusas que ambos sabemos que no existen, susurra que debo entender, que a veces las cosas no resultan como uno desea. Sus palabras son suaves, su mirada triste.

“¿Qué te tiene tan triste Donghae? ¿Acaso soy tan lamentable?”

Pienso mientras caminamos hasta el estacionamiento. Cada paso es más doloroso que el anterior, duele saber que estoy dejando atrás aquello que solía llamar amor. Cada movimiento es destructivo, desmorona mis recuerdos, no logro recordar en qué momento dejé de sonreír a su lado. No consigo entender en qué momento dejó de amarme. No es posible para mí volver en el tiempo por más que lo intente una y otra vez.

“Vamos a mi departamento…”

Susurra de nuevo, la oscuridad del lugar no me deja ver su rostro, pero por su voz se nota nervioso; quizás obligado. Tomo fuerzas y me alejo de él, de seguro Hangeng lo envió para tener el departamento “limpio” para cuando llegara. No es su obligación cuidarme, no tiene por qué verse forzado a hacerse cargo de mí.

“Descuida, puedo cuidarme sólo… gracias”

Digo mientras intento alejarme, él corre detrás de mío, se desespera. Llora. Mi cabeza esté demasiado confundida cómo para continuar cuestionando sus acciones; pese a estar cansada con consigo dejar de hacerlo. Acelero el paso, esperando que simplemente me deje ir, pero sus pasos continúan escuchándose atrás. Corre, intenta alcanzarme.

“¿Por qué? ¿Por qué me sigue?”

Me pregunto una y otra vez, mis piernas pierden fuerza y el logra estar más y más cerca de mí. Toma de mi brazo, su mirada es iluminada por un poco de luz que entra de la calle, tiene los ojos rojos como si quisiera llorar, como si sufriera lo mismo que yos sufro. Su actitud es extraña, no consigo entender por qué simplemente no me deja solo.

“Déjame cuidarte… Ni bien Hangeng dijo que había terminado contigo, vine a verte, por favor no me hagas esto…’”

Susurró de nuevo. La luz, esa escaza luz que entra de la otra calle, cae sobre sus ojos y parte de sus mejillas, está rojo y no sé por qué. No sé qué decir, no puedo explicar su actitud, no puedo entenderla tampoco. Lentamente, me aferro de nuevo a su cuerpo, es cálido; me siento seguro, el corazón empieza a doler menos.

“¿Donghae, me amas, verdad?”

Pienso mientras él deposita, temeroso, sus labios sobre los míos. Una lágrima se me escapa mientras correspondo a su caricia. Es suave, lento, cómo él suele ser cuando estamos juntos. Sus brazos rodean mi cintura y continúa besándome. Cómo si hubiera esperado demasiado por mi boca. Yo, no le niego un solo beso, me siento amado, me gusta; lo aprecio, no pienso claro. Quiero crees que quizás esto es solo un delirio de mi mente, algo que en medio de mi locura quiero recrear para sufrir menos

“Donghae, yo no puedo amarte de esa manera.”

Le digo una vez que nos separamos, duele, su mirada es triste; pero no confusa: era algo que quizás ya sabía. Nos quedamos en silencio una vez más. Toma de mis manos y sonría travieso con lágrimas en sus ojos. Cómo un niño que acaba de ser regañado por hacer una travesura, así se ve en este momento. Se acerca un poco más, me abraza, que cálido es estar cerca a él. Besa mis mejillas y vuelve a robarme un beso en la boca; no se lo niego, me gusta, lo quiero. No sé en qué estoy pensando. Mis manos, por inercia se apoderan de su cuello, no quiero que el beso termine, no ahora.

“No puedes amarme de la manera en la que amas a Hangeng…”

Susurra en mi oído luego de detenernos para tomar aire. Es cierto, no puedo amarlo de la misma manera en la que amo a Hangeng. Desearía poder hacerlo, pero es imposible. Lo es. Desde la primera vez en que vi a Hangeng, supe que lo amaría toda mi vida. Incluso si él rompe mi corazón una y otra vez, siempre será parte de mí. Por nuestro pasado, por lo que vivimos, ah, lo acabo de comprender ahora. Donghae sonríe al notar que ya no lloro al besarlo. He comprendido por qué Hangeng terminó repentinamente conmigo en la mañana.

“No puedes amarme de esa manera, tú me amas mucho más que eso…”

Susurra de nuevo, toma de mis manos y las besa. Es cierto, yo lo amo a él. Lo amo como mi hermano, lo amo como mi amigo y líder. Pero con el paso del tiempo, me enamoré de Donghae. No me di cuenta hasta ahora. Besa mis labios de nuevo, lo quiero, no pienso solo siento este amor que invade mi ser. No pienso, solo siento que Donghae se ha adueñado de mi corazón, de mi alma, de mi vida entera.

“Saranghae Donghae…”

Le susurro antes de besarlo de nuevo. Lo amo, el corazón no duele más. Estar al lado de Donghae es cálido, es tranquilo, es estar al lado de quien me ama y a quien amo en verdad. Hangeng, ya pude comprender por qué has sido tan brusco en la mañana; ahora sé porqué dejaste que Donghae vaya a buscarme. Ahora comprendo demasiadas cosas. Estando a tu lado, siempre pensaba en todo. Con él, no pienso, solo siento.

FIN