Titulo: Superhero (Secuela de FREEDOM)
Capitulo: 01
Fandom: Super Junior, Miyavi
Parejas: Sichul / Michul
Clasificación: Angst / Au
Advertencia: Si no te gusta el yaoi (Chico x Chico) es mejor que no leas este serial. No copies este fanfic, si deseas compartirlo en otro lugar, pide permiso al autor y coloca los créditos correspondientes.
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Track 1. Himeneo
¿Realmente estamos viviendo en el mismo mundo?
Todo parece haber cambiado demasiado.
De repente estabas a mi lado y ahora estás tan lejos
como las estrellas que no volverán jamás...
Todo parece haber cambiado demasiado.
De repente estabas a mi lado y ahora estás tan lejos
como las estrellas que no volverán jamás...
Los presentaron, ya se conocían. No obstante Siwon no recordaba a Heechul; o quizás sí, pero no recordaba haber tenido una relación con él, ni mucho menos lo que sucedió con Miyavi. Recordaba que Heechul era parte de su grupo musical, recordaba que se había ido de Super Junior. No sabía la razón, tampoco pensó en cuestionarla. Pensaba más en su estado mental ya que durante un tiempo estuvo internado en una clínica psiquiátrica. El poder de su padre y la manipulación económica de SM Ent. se encargaron de mantener todo eso en secreto. Solo lo sabían los miembros del grupo. Siguió una terapia de hipnosis. Fueron interminables sesiones en las que prácticamente borraron de su memoria hechos como la pelea con Miyavi. La relación con Heechul, sus desvíos con Zhou Mi y Donghae. La terapia que siguió durante un tiempo, lo ayudó a olvidar aquel hecho traumático, aquellos momentos dolorosos: Heechul. El mayor hizo una venia, con los ojos clavados en el suelo, mientras que el menor sonreía amable. Así lo habían educado, nunca perdía la cordialidad. "Es bueno saber que estaremos completos de nuevo" comentó galantemente mientras el otro continuaba mirando el suelo. Con miedo, quizás, que recuerde todo al ver su rostro. Silencio, un incómodo silencio invadió la sala de ensayo, Leeteuk miró nervioso a ambos y trató de animar el ambiente haciendo bromas; a él se le unieron Eunhyuk y Donghae, totalmente hiperactivos: Super Junior estaba completo, una vez más. Henry saltaba de un lado a otro, muy feliz, pese a que no sabía bien como eran las cosas, Zhou Mi le había comentado algunas cosas. Hangeng miraba todo desde una esquina, no tenía ganas de unirse a la fiesta, quizás porque ahora algo perturbaba su cabeza. "Líder chino" rió Henry acercándose. Hangeng le sonrió de lado y acarició su cabeza. Un remolino de emociones invadió el cuerpo del menor: casi cae sobre sus rodillas al sentir un cosquilleo inexplicable apoderarse de su estomago. "Quédate quieto..." se acercó Zhou Mi para atrapar al hámster entre sus brazos. Hangeng desvió la mirada incómodo: eran pareja y eso era algo que no podía ignorar. Por alguna razón, desde la primera vez que vio a Henry, se sintió atraído por él. Así mismo, desde la primera vez, supo que Zhou Mi estaba interesado en el pequeño. Luego del problema con Siwon, Zhou Mi volvió a fijarse en Henry; al poco tiempo se hicieron novios. Le enojaba, le ponía celoso, ver a su amigo tocar el cuerpo de alguien que le gustaba tanto como Henry. “¿Líder?” rió Henry buscando, inocente, la mirada de Hangeng. “El único líder aquí soy yo…” se acercó Leeteuk muy animado al notar que el ambiente se iba tranquilizando. Heechul se sentó cerca a Kibum y ambos empezaron a conversar mientras que los demás continuaban bromeando. A los minutos, empezaron con los ensayos para la primera presentación con los quince miembros.
"Siwon" gritó Heechul al notar que se enredaba con sus pies y caía sobre el otro. No tocaron el suelo, el fuerte cuerpo del menor sostuvo al otro que automáticamente se apartó del caballero. "¿Estás bien hyung?" preguntó cordial buscando ver el rostro del otro. Buscó sus ojos para asegurarse de que estaba bien, sin embargo, cuando los encontró, descubrió una mirada llena de dolor. Leeteuk corrió a ver a su amigo, y tras él el resto del grupo: su pierna, dolía. Su corazón, también. Trató de sonreír, trató de mentirles a todos, pero fue en vano, no estaba bien y se notaba. "Tiempo sin bailar, me vuelvo viejo" se excusó. Los demás hicieron caso omiso al comentario y se lo llevaron apresurados a la enfermería del edificio. "¿Duele mucho?" preguntó Siwon preocupado. Heechul negó con la cabeza, mordió sus labios y reprimió cualquier grito al sentir la aguja entrar en su piel. En pocos minutos, el sedante lo hizo aislarse de sus amigos y compañeros: dormía. Ese día no hubo práctica, todos fueron consientes del estado del recién llegado y decidieron volver a sus casas. Incluso Siwon. Era educado, gentil, pero había olvidado cualquier sentimiento hacia el mayor. Pero algo despertó curiosidad en sus pensamientos. Escucharlo gritar su nombre le hizo sentir extraño, le era familiar esa voz. Negó con la cabeza, seguro era su imaginación. Quizás le era familiar porque ya se habían conocido en un pasado. Manejó distraído hasta su casa, pensando en mil cosas, evitando volver a ese tema.
Llegó a su gran mansión, todo estaba a media luz: papá y mamá habían salido. Caminó hasta su habitación y dejó que el cansancio se apodere de su cuerpo. "Siwon" Recordó, estando tendido en su cama, su voz le sonó tan familiar. "Siwon..." No recordaba bien a Heechul, pero asumió que se trataba de un recuerdo vago de cuando Heechul estaba en el grupo, volvió a llegar a esa conclusión como minutos antes. Sabía mas no recordaba, que antes de su partida, existía fanservice entre ellos. Eran famosos, conocidos como Sichul. Sonrió de lado, pretendiendo no comprender nada y cerró los ojos para dormir, eso era todo lo que necesitaba. Una vez más soñó con aquella voz, una vez más despertó sudando frío y atemorizado de lo que sentía. Tomó las pastillas para dormir que le habían recetado y dejó que las drogas hagan efecto en su cuerpo.
Duele. Duele la pierna, duele el corazón. Fingí dormir, fingí porque no quería que nadie se quedé. No obstante, Leeteuk y Kibum están dormidos al lado de la camilla. Fingí pues no quería seguir viendo a Siwon. Esos ojos vacíos, ya no me pertenecen. Le hice daño, me hizo daño. Nos dañamos demasiado como para volver al pasado, como para crear un futuro. Kim Heechul, yo. Egoísta por naturaleza, soberbio de nacimiento. Quizás este es mi castigo por nunca cambiar. De repente, mi celular empieza a sonar, me mantengo con los ojos cerrados, fingiendo dormir. Kibum contesta, adormilado explica unas cuantas cosas, se escucha nervioso. Sigo sin moverme. Sé quien ha llamado, es mejor que le digan que no estoy en condiciones de contestar. Miyavi, lo siento. No pienso volver. Él, de lejos, me necesita. Después de todo, Hangeng me llamó asustado, Siwon le había contado de unos sueños que tenía donde alguien le llamaba. Asumió que esa voz era un recuerdo mío. Habló con el psiquiatra de Siwon y este le dijo que tenerme cerca evitaría que me recuerde pues al tenerme cerca no me asociaría y pensaría que simplemente es un dejabu. He venido para ayudar a Siwon a mantenerme en el olvido. He venido porque lo amo, porque nunca dejé de hacerlo. He venido porque Miyavi no se merece una mentira. He venido porque sentía que moría.
-No es buena idea dejarlo solo- comenta Leeteuk preocupado, puedo escucharlo e imaginar su rostro preocupado.
-Opino lo mismo, me quedaré con él. Cuando despierte lo llevo a casa.- interviene Kibum. – Llamaré a Donghae para que venga a recogernos.
-Está bien, me iré adelantando. No le digas que lo llamaron, quizás es mejor que no lo sepa- Pide, sé que se preocupa por mí, se lo agradezco. Fingiré no escuchar esto, fingiré dormir unos minutos más.
Pasaron los días, los ensayos volvieron a su curso. Le costó mucho adecuarse a las coreografías, pero lo logró. Kim Heechul logró aprender algunas coreografías. Donghae siempre le ayudaba, ambos habían hablado y acordado no pensar más en todo lo sucedido. Ahora Kibum y Donghae salían juntos y estaban muy enamorados. Eunhyuk, a pesar de no ser muy cercano siempre intentaba ayudar a la princesa en los pasos de baile. Yesung y Ryeowook se mantenían al margen, era preferible eso a estar metidos en un remolino de confusiones y cosas por el estilo. Sungmin era el de siempre, lo mismo pasaba con Kyu, Kangin y Hangeng. Claro que este último empezaba a actuar raro. Heechul lo notó pero no supo como acercarse y preguntarle por la razón. Aquel día los ensayos empezaron tarde, no obstante Henry y Zhou Mi llegaron aún más tarde. Hangeng renegó al verlos entrar, les dijo irresponsables y colérico caminó hasta los baños para lavarse la cara. Leeteuk también los retó, pero a los minutos y luego de las disuclpas la pareja se unió a la coreografía. “Será mejor que te coloques el brillo labial en el bolsillo” comentó Heechul al notar que Siwon empezaba a desordenar la coreografía. “¿Recuerdas? Tu costumbre…” sus palabras fueron fugases, bajó el rostro al ver como el más alto lo miraba confuso. Intentó alejarse pero este lo detuvo. “¿Costumbre?” preguntó educadamente. Heechul negó con la cabeza y se colocó en su lugar, el resto de miembros se quedó en silencio sin saber que hacer o decir. “Aigo… hasta empiezas a olvidarte del coreano… Heechul hyung… él ha querido decir que estás equivocándote mucho en la coreografía” bromeó Kangin haciendo que el resto ría incomodo con él. “Hyung te haces viejo…” saltó Kangin haciendo que Heechul lo mire muy mal. “Calla, piensa en hacer un dieta antes de contar mis años…” se cruzó de brazos perdiendo cualquier pose femenina y transformándose en un niño caprichoso. Siwon sonrió aliviado, pero por alguna razón sintió familiar esa escena. Le gustó esa reacción en Heechul, se le hizo gracioso, tierno. Un vacío se apoderó de su estomago y de repente sintió que sus mejillas se coloraban al encontrarse con la mirada de Heechul. Desvió la mirada asustado, desvió sus ojos logrando hacer que el mayor se sienta mal. ¿Qué estaba sucediendo? ¿Por qué de repente sintió nervios? “Debo tomar mi medicina” Dijo Siwon palideciendo por completo, los demás lo siguieron con la mirada hasta que desapareció en la puerta del baño. Abrió el grifo del agua y la dejó correr. Tomó un poco de agua entre sus manos y la echó sobre su rostro. Algo andaba mal en él. Hangeng, quien estaba en la misma posición se lo quedó mirando preocupado. “¿Sucedió algo?” preguntó. Siwon negó con la cabeza. “Me he mareado, solo necesito tomar mis calmantes.” Sonrió cordial mientras su amigo le alcanzaba una botella con agua. “¿Cómo te sientes con el regreso de Rella?” cuestionó el chino. “Como los demás… feliz, ahora estamos todos juntos.” Fue frío, cortante, pero sin perder la educación.
No entiendo que sucede aquí, han pasado unos cuantos días más, ya van a ser tres semanas desde que volvió. No me incomoda, eso no es. Pero ya no puedo mirarlo a los ojos. No entiendo por qué pero mi rostro se calienta y mi piel se torna rojiza. Siento nervios si me mira y cuando me sonríe mis latidos se aceleran. ¿Por qué me sucede algo así con otro hombre? No tiene sentido. Yo, Choi Siwon. Creo que he confundido mis sentimientos. Creo que extrañé a esa persona pero en algún momento lo olvidé y por eso ahora siento que mi cuerpo reacciona de manera errada ante su presencia. Eso debe ser. Sí, eso es.
Siwon volvió con Hangeng a la sala de ensayos y todos empezaron de nuevo con su coreografía. Zhou Mi y Henry de rato en rato paraban y aprovechaban para besarse, logrando que Hangeng se enoje mucho, sin embargo, no lo demostraba. Pretendía que no le importaba, mucho menos que le incomodaba. Pasaron las horas y, obligados por el cansancio, todos hicieron un pequeño receso. Siwon se dejó caer en el suelo y tapó su rostro con una toalla. Sungmin lo miró divertido y al notar que todos miraban a Siwon jaló del brazo a Kyu y ambos se escaparon para comprar bebidas y dulces. Hangeng caminó al baño para lavarse la cara, seguido de Donghae y Henry. Zhou Mi, Yesung, Ryeowook, Shindong y Eunhyuk salieron un momento para hablar con el manager; mientras que Kangin y Leeteuk desaparecieron. Estaban totalmente solos. Heechul miraba el cuerpo tendido de Siwon, lo miraba fijamente, intentando contener sus deseos de correr a abrazarlo. Siwon se levantó lentamente y al quitar la toalla de su rostro se encontró con los ojos del mayor. Se sorprendió demasiado el verlos impregnados de lágrimas. “¿Hyung sucede algo?” se apresuró a acercarse. Heechul bajó la mirada y negó con la mano. Se dio media vuelta y caminó torpemente hasta su maletín donde empezó a buscar algo. Siwon lo siguió en silencio y se sentó en la banca donde estaba su maleta, precisamente al lado de esta. “¿Extrañas Japón? Leí que tenías una pareja allá…” comentó son una sonrisa amplia y fresca. Heechul dejó su labor para voltearse hacia el menor, lo miró en silencio durante unos segundos: no recordaba nada y aunque fuera un sentimiento egoísta, dolía. “Terminé con él.” Respondió para luego volver a buscar en su maleta. Siwon se quedó en silencio, deseaba hacer algo pero no sabía si hacerlo. “Hyung… ¿Puedo abrazarte?” cuestionó logrando que Heechul se quede petrificado. Pasaron los minutos, el tiempo se hizo lento. Heechul no sabía que responder. Se quedó mirando a Siwon, en total silencio. El menor se levantó lentamente de su asiento, y con sus manos enderezó el cuerpo de Heechul, haciéndolos quedar frente a frente. Lentamente, gentilmente, se inclinó hacia el más bajó y dejó caer su cuerpo sobre este: un abrazó. Siwon cerró los ojos al no recibir un rechazo de parte de Heechul. Cerró los ojos al embriagarse con aquel aroma tan peculiar que tenían sus cabellos. “Te he extrañado…” dijo casi en un susurro. Las piernas de Heechul se hicieron débiles, de no haber sido porque el otro lo sostenía hubiera caído al piso. Sus ojos se llenaron de lágrimas y devolvió el gesto. Mordiendo sus labios para reprimir su llanto pero era algo imposible. “Gracias… nadie me lo había dicho” contestó con la voz entrecortada.
Eventualmente llegas a la memoria y destrozas las sonrisas. ¿Dónde nos perdimos? Si tú eres capaz de besar mis labios ¿Por qué no besas mi corazón?
Himeneo. Que palabra tan complicada. Palabra que implica compromiso, uno entre dos personas. ¿Qué significa? Poco conocida, poco conocida para las personas comunes. Una especie de traición hacia mí mismo. Una obligación auto impuesta. Todo eso y mucho más, me devela dicha palabra.
Ella me mira, asustada, sorprendida. Yo sonrío y finjo estar bien. Tiene miedo. Lo comprendo. Después de todo, sabe que yo amé a alguien muy diferente a ella. Quizás demasiado parecido a mí. "Miyavi" susurra, finalmente se acerca, acaricia mis cabellos y besa mi mejilla. No respondo, sólo espero que ella me diga si acepta o no mi propuesta. Su silencio me envuelve en un remolino sin fin, me desespera lo callada que puede ser. Aquella persona, ni un solo día, ni una sola noche fue silenciosa a mi lado. Nunca. Duele recordarlo. Duele pensarlo. Duele compararlos. No son iguales, ni parecidos, ni nada. Ella me quiere, lo supe aquella noche que pasamos juntos. Él me quiere, lo supe al ver el video que me dejó la noche que huyó de mis brazos. No obstante, yo no quiero que ninguno me quiera, no quiero que ella me quiera: nunca debimos cruzar nuestros caminos. No quiero que él me quiera, quiero que me ame. Sabía que me iba a lastimar, no obstante pensaba que si eso contribuía a su felicidad, entonces podría vivir así. Mató mi corazón; lo rompió en tantos pedazos que, incluso juntando todo de nuevo, aún quedan espacios vacíos. Se fue, me dejo. Solo, muy solo. Tan solo como aquel personaje aciago de aquella obra literaria. Castel, así debería llamarme ahora. Soy igual o peor que aquel ser atrapado en su soledad, en el túnel de su soledad. Aquel que de tiempo en tiempo permite que se acerquen algunos seres humanos, pero nunca deja que se unan. Túnel. El último libro que he leído. Túnel, en el que quedé atrapado para siempre desde que se marchó.
"Sí" responde a mi pregunta, sonrío. Ella ha aceptado lo que yo he propuesto por compromiso. Finjo alegría, la tomo entre mis brazos y la beso. Ella se queja, le incomoda el arete en mi labio. Río. Le prometo que lo quitaré. Ríe. Se sonroja y me promete que seremos felices. Himeneo. Palabra complicada para decir matrimonio. Himeneo, lo que ella y yo vamos a llevar a cabo. Himeneo. Lo último que haré antes de buscar olvidarte, Kim Heechul.
Continuará...
"Siwon" gritó Heechul al notar que se enredaba con sus pies y caía sobre el otro. No tocaron el suelo, el fuerte cuerpo del menor sostuvo al otro que automáticamente se apartó del caballero. "¿Estás bien hyung?" preguntó cordial buscando ver el rostro del otro. Buscó sus ojos para asegurarse de que estaba bien, sin embargo, cuando los encontró, descubrió una mirada llena de dolor. Leeteuk corrió a ver a su amigo, y tras él el resto del grupo: su pierna, dolía. Su corazón, también. Trató de sonreír, trató de mentirles a todos, pero fue en vano, no estaba bien y se notaba. "Tiempo sin bailar, me vuelvo viejo" se excusó. Los demás hicieron caso omiso al comentario y se lo llevaron apresurados a la enfermería del edificio. "¿Duele mucho?" preguntó Siwon preocupado. Heechul negó con la cabeza, mordió sus labios y reprimió cualquier grito al sentir la aguja entrar en su piel. En pocos minutos, el sedante lo hizo aislarse de sus amigos y compañeros: dormía. Ese día no hubo práctica, todos fueron consientes del estado del recién llegado y decidieron volver a sus casas. Incluso Siwon. Era educado, gentil, pero había olvidado cualquier sentimiento hacia el mayor. Pero algo despertó curiosidad en sus pensamientos. Escucharlo gritar su nombre le hizo sentir extraño, le era familiar esa voz. Negó con la cabeza, seguro era su imaginación. Quizás le era familiar porque ya se habían conocido en un pasado. Manejó distraído hasta su casa, pensando en mil cosas, evitando volver a ese tema.
Llegó a su gran mansión, todo estaba a media luz: papá y mamá habían salido. Caminó hasta su habitación y dejó que el cansancio se apodere de su cuerpo. "Siwon" Recordó, estando tendido en su cama, su voz le sonó tan familiar. "Siwon..." No recordaba bien a Heechul, pero asumió que se trataba de un recuerdo vago de cuando Heechul estaba en el grupo, volvió a llegar a esa conclusión como minutos antes. Sabía mas no recordaba, que antes de su partida, existía fanservice entre ellos. Eran famosos, conocidos como Sichul. Sonrió de lado, pretendiendo no comprender nada y cerró los ojos para dormir, eso era todo lo que necesitaba. Una vez más soñó con aquella voz, una vez más despertó sudando frío y atemorizado de lo que sentía. Tomó las pastillas para dormir que le habían recetado y dejó que las drogas hagan efecto en su cuerpo.
Duele. Duele la pierna, duele el corazón. Fingí dormir, fingí porque no quería que nadie se quedé. No obstante, Leeteuk y Kibum están dormidos al lado de la camilla. Fingí pues no quería seguir viendo a Siwon. Esos ojos vacíos, ya no me pertenecen. Le hice daño, me hizo daño. Nos dañamos demasiado como para volver al pasado, como para crear un futuro. Kim Heechul, yo. Egoísta por naturaleza, soberbio de nacimiento. Quizás este es mi castigo por nunca cambiar. De repente, mi celular empieza a sonar, me mantengo con los ojos cerrados, fingiendo dormir. Kibum contesta, adormilado explica unas cuantas cosas, se escucha nervioso. Sigo sin moverme. Sé quien ha llamado, es mejor que le digan que no estoy en condiciones de contestar. Miyavi, lo siento. No pienso volver. Él, de lejos, me necesita. Después de todo, Hangeng me llamó asustado, Siwon le había contado de unos sueños que tenía donde alguien le llamaba. Asumió que esa voz era un recuerdo mío. Habló con el psiquiatra de Siwon y este le dijo que tenerme cerca evitaría que me recuerde pues al tenerme cerca no me asociaría y pensaría que simplemente es un dejabu. He venido para ayudar a Siwon a mantenerme en el olvido. He venido porque lo amo, porque nunca dejé de hacerlo. He venido porque Miyavi no se merece una mentira. He venido porque sentía que moría.
-No es buena idea dejarlo solo- comenta Leeteuk preocupado, puedo escucharlo e imaginar su rostro preocupado.
-Opino lo mismo, me quedaré con él. Cuando despierte lo llevo a casa.- interviene Kibum. – Llamaré a Donghae para que venga a recogernos.
-Está bien, me iré adelantando. No le digas que lo llamaron, quizás es mejor que no lo sepa- Pide, sé que se preocupa por mí, se lo agradezco. Fingiré no escuchar esto, fingiré dormir unos minutos más.
Sentimientos van, sentimientos vienen. Tú y yo, cercanamente distantes. Quiero descubrir en tus ojos algo más que amabilidad. ¿Crees que soy demasiado egoísta?
Pasaron los días, los ensayos volvieron a su curso. Le costó mucho adecuarse a las coreografías, pero lo logró. Kim Heechul logró aprender algunas coreografías. Donghae siempre le ayudaba, ambos habían hablado y acordado no pensar más en todo lo sucedido. Ahora Kibum y Donghae salían juntos y estaban muy enamorados. Eunhyuk, a pesar de no ser muy cercano siempre intentaba ayudar a la princesa en los pasos de baile. Yesung y Ryeowook se mantenían al margen, era preferible eso a estar metidos en un remolino de confusiones y cosas por el estilo. Sungmin era el de siempre, lo mismo pasaba con Kyu, Kangin y Hangeng. Claro que este último empezaba a actuar raro. Heechul lo notó pero no supo como acercarse y preguntarle por la razón. Aquel día los ensayos empezaron tarde, no obstante Henry y Zhou Mi llegaron aún más tarde. Hangeng renegó al verlos entrar, les dijo irresponsables y colérico caminó hasta los baños para lavarse la cara. Leeteuk también los retó, pero a los minutos y luego de las disuclpas la pareja se unió a la coreografía. “Será mejor que te coloques el brillo labial en el bolsillo” comentó Heechul al notar que Siwon empezaba a desordenar la coreografía. “¿Recuerdas? Tu costumbre…” sus palabras fueron fugases, bajó el rostro al ver como el más alto lo miraba confuso. Intentó alejarse pero este lo detuvo. “¿Costumbre?” preguntó educadamente. Heechul negó con la cabeza y se colocó en su lugar, el resto de miembros se quedó en silencio sin saber que hacer o decir. “Aigo… hasta empiezas a olvidarte del coreano… Heechul hyung… él ha querido decir que estás equivocándote mucho en la coreografía” bromeó Kangin haciendo que el resto ría incomodo con él. “Hyung te haces viejo…” saltó Kangin haciendo que Heechul lo mire muy mal. “Calla, piensa en hacer un dieta antes de contar mis años…” se cruzó de brazos perdiendo cualquier pose femenina y transformándose en un niño caprichoso. Siwon sonrió aliviado, pero por alguna razón sintió familiar esa escena. Le gustó esa reacción en Heechul, se le hizo gracioso, tierno. Un vacío se apoderó de su estomago y de repente sintió que sus mejillas se coloraban al encontrarse con la mirada de Heechul. Desvió la mirada asustado, desvió sus ojos logrando hacer que el mayor se sienta mal. ¿Qué estaba sucediendo? ¿Por qué de repente sintió nervios? “Debo tomar mi medicina” Dijo Siwon palideciendo por completo, los demás lo siguieron con la mirada hasta que desapareció en la puerta del baño. Abrió el grifo del agua y la dejó correr. Tomó un poco de agua entre sus manos y la echó sobre su rostro. Algo andaba mal en él. Hangeng, quien estaba en la misma posición se lo quedó mirando preocupado. “¿Sucedió algo?” preguntó. Siwon negó con la cabeza. “Me he mareado, solo necesito tomar mis calmantes.” Sonrió cordial mientras su amigo le alcanzaba una botella con agua. “¿Cómo te sientes con el regreso de Rella?” cuestionó el chino. “Como los demás… feliz, ahora estamos todos juntos.” Fue frío, cortante, pero sin perder la educación.
No entiendo que sucede aquí, han pasado unos cuantos días más, ya van a ser tres semanas desde que volvió. No me incomoda, eso no es. Pero ya no puedo mirarlo a los ojos. No entiendo por qué pero mi rostro se calienta y mi piel se torna rojiza. Siento nervios si me mira y cuando me sonríe mis latidos se aceleran. ¿Por qué me sucede algo así con otro hombre? No tiene sentido. Yo, Choi Siwon. Creo que he confundido mis sentimientos. Creo que extrañé a esa persona pero en algún momento lo olvidé y por eso ahora siento que mi cuerpo reacciona de manera errada ante su presencia. Eso debe ser. Sí, eso es.
Siwon volvió con Hangeng a la sala de ensayos y todos empezaron de nuevo con su coreografía. Zhou Mi y Henry de rato en rato paraban y aprovechaban para besarse, logrando que Hangeng se enoje mucho, sin embargo, no lo demostraba. Pretendía que no le importaba, mucho menos que le incomodaba. Pasaron las horas y, obligados por el cansancio, todos hicieron un pequeño receso. Siwon se dejó caer en el suelo y tapó su rostro con una toalla. Sungmin lo miró divertido y al notar que todos miraban a Siwon jaló del brazo a Kyu y ambos se escaparon para comprar bebidas y dulces. Hangeng caminó al baño para lavarse la cara, seguido de Donghae y Henry. Zhou Mi, Yesung, Ryeowook, Shindong y Eunhyuk salieron un momento para hablar con el manager; mientras que Kangin y Leeteuk desaparecieron. Estaban totalmente solos. Heechul miraba el cuerpo tendido de Siwon, lo miraba fijamente, intentando contener sus deseos de correr a abrazarlo. Siwon se levantó lentamente y al quitar la toalla de su rostro se encontró con los ojos del mayor. Se sorprendió demasiado el verlos impregnados de lágrimas. “¿Hyung sucede algo?” se apresuró a acercarse. Heechul bajó la mirada y negó con la mano. Se dio media vuelta y caminó torpemente hasta su maletín donde empezó a buscar algo. Siwon lo siguió en silencio y se sentó en la banca donde estaba su maleta, precisamente al lado de esta. “¿Extrañas Japón? Leí que tenías una pareja allá…” comentó son una sonrisa amplia y fresca. Heechul dejó su labor para voltearse hacia el menor, lo miró en silencio durante unos segundos: no recordaba nada y aunque fuera un sentimiento egoísta, dolía. “Terminé con él.” Respondió para luego volver a buscar en su maleta. Siwon se quedó en silencio, deseaba hacer algo pero no sabía si hacerlo. “Hyung… ¿Puedo abrazarte?” cuestionó logrando que Heechul se quede petrificado. Pasaron los minutos, el tiempo se hizo lento. Heechul no sabía que responder. Se quedó mirando a Siwon, en total silencio. El menor se levantó lentamente de su asiento, y con sus manos enderezó el cuerpo de Heechul, haciéndolos quedar frente a frente. Lentamente, gentilmente, se inclinó hacia el más bajó y dejó caer su cuerpo sobre este: un abrazó. Siwon cerró los ojos al no recibir un rechazo de parte de Heechul. Cerró los ojos al embriagarse con aquel aroma tan peculiar que tenían sus cabellos. “Te he extrañado…” dijo casi en un susurro. Las piernas de Heechul se hicieron débiles, de no haber sido porque el otro lo sostenía hubiera caído al piso. Sus ojos se llenaron de lágrimas y devolvió el gesto. Mordiendo sus labios para reprimir su llanto pero era algo imposible. “Gracias… nadie me lo había dicho” contestó con la voz entrecortada.
Eventualmente llegas a la memoria y destrozas las sonrisas. ¿Dónde nos perdimos? Si tú eres capaz de besar mis labios ¿Por qué no besas mi corazón?
Himeneo. Que palabra tan complicada. Palabra que implica compromiso, uno entre dos personas. ¿Qué significa? Poco conocida, poco conocida para las personas comunes. Una especie de traición hacia mí mismo. Una obligación auto impuesta. Todo eso y mucho más, me devela dicha palabra.
Ella me mira, asustada, sorprendida. Yo sonrío y finjo estar bien. Tiene miedo. Lo comprendo. Después de todo, sabe que yo amé a alguien muy diferente a ella. Quizás demasiado parecido a mí. "Miyavi" susurra, finalmente se acerca, acaricia mis cabellos y besa mi mejilla. No respondo, sólo espero que ella me diga si acepta o no mi propuesta. Su silencio me envuelve en un remolino sin fin, me desespera lo callada que puede ser. Aquella persona, ni un solo día, ni una sola noche fue silenciosa a mi lado. Nunca. Duele recordarlo. Duele pensarlo. Duele compararlos. No son iguales, ni parecidos, ni nada. Ella me quiere, lo supe aquella noche que pasamos juntos. Él me quiere, lo supe al ver el video que me dejó la noche que huyó de mis brazos. No obstante, yo no quiero que ninguno me quiera, no quiero que ella me quiera: nunca debimos cruzar nuestros caminos. No quiero que él me quiera, quiero que me ame. Sabía que me iba a lastimar, no obstante pensaba que si eso contribuía a su felicidad, entonces podría vivir así. Mató mi corazón; lo rompió en tantos pedazos que, incluso juntando todo de nuevo, aún quedan espacios vacíos. Se fue, me dejo. Solo, muy solo. Tan solo como aquel personaje aciago de aquella obra literaria. Castel, así debería llamarme ahora. Soy igual o peor que aquel ser atrapado en su soledad, en el túnel de su soledad. Aquel que de tiempo en tiempo permite que se acerquen algunos seres humanos, pero nunca deja que se unan. Túnel. El último libro que he leído. Túnel, en el que quedé atrapado para siempre desde que se marchó.
"Sí" responde a mi pregunta, sonrío. Ella ha aceptado lo que yo he propuesto por compromiso. Finjo alegría, la tomo entre mis brazos y la beso. Ella se queja, le incomoda el arete en mi labio. Río. Le prometo que lo quitaré. Ríe. Se sonroja y me promete que seremos felices. Himeneo. Palabra complicada para decir matrimonio. Himeneo, lo que ella y yo vamos a llevar a cabo. Himeneo. Lo último que haré antes de buscar olvidarte, Kim Heechul.
Continuará...
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