29 nov 2009

Oneshot: SiChul / Lithium

Autor: Kainet
Titulo: Lithium
Fandom: Super Junior
Parejas: SiChul
Clasificación: Angst
Advertencia: Si no te gusta el yaoi (Chico x Chico) es mejor que no leas este serial. No copies este fanfic, si deseas compartirlo en otro lugar, pide permiso al autor y coloca los créditos correspondientes.

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Lithium

“Algunos dejan que la muerte se los lleve del otro lado, otros mueren en vida.”


El silencio de la noche cae sobre mis hombros, la soledad llega y se apodera de mí ser. Hace frío, mucho frío. Todo en blanco, está oscuro por la noche pero aún puedo ver y sentir las paredes frías y albas, cual nieve que quema mi piel. En el piso, mis ojos se clavan en las interminables baldosas: una blanca, una negra; van intercaladas como mis sentimientos. En el techo, un tragaluz cuadrado que me deja ver la negra noche sin luna; en las paredes una especie de tela fría que evita el dolor de un golpe o una caída. Habitación reducida, pequeña, asfixiante. Me asfixia como tú y tu recuerdo: te extraño, estás lejos y nada puedo hacer. Me deprimo, me desespero, nada puedo decir. Mis labios, sellados están. El orgullo ha tejido una telaraña, me asfixia en mis sensaciones; mata las emociones, esconde todo en los rincones más oscuros del alma. Noche silenciosa, noche solitaria. Frente a la cama rectangular pegada a la pared, abrazado a mis rodillas la observo: no puedo dormir. Los sueños duelen, te veo ahí pero duele no tenerte aquí, los sueños me hacen pensar en una realidad alterna, una que nunca será verídica. Una libertad lejos de un destruido e imposible 'tú y yo'. Mi cuerpo se mece lentamente, entro en una especie de trance, un ritual en el que solo repito tu nombre una y otra vez. Cierro los ojos y consigo verte, imaginarte. Dibujar en mis descabellados recuerdos un pedazo de tus labios: aquella sonrisa que tanto extraño. Tu boca se curva un poco alargándose hacia los extremos. La hendidura superior de tu boca se pronuncia más y genera una especie de brillo. Rosa claro, de ese color eran tus labios. En tu mejilla izquierda aparece un pequeño hoyuelo, algo disimulado por tu amplia sonrisa, por esa felicidad que brota de ti.

Ya casi es verano, estación en la que el sol calienta mis ideas y despeja la tristeza. ¿Este año será igual? ¿Este año vendrás conmigo? Camino en círculos, a lo largo de esta enorme habitación vacía, tan vacía como parte de mis memorias. Sé que te llamas Siwon, sé que te amo; mas no tengo idea de dónde estás y por qué te extraño tanto. Aquí todo es blanco, también solitario y mis extremidades, cautivas, me rodean en una solitaria caricia. La tela que me rodea es muy áspera y tiende a lastimar mis brazos, este cariño forzado empieza a asfixiarme, a cansarme, a hacerme perder la cordura por completo. Aquí todo es indiferente y oscuro, el sol entra por una cavidad muy pequeña. Tan pequeña como la posibilidad de salir de este horrendo territorio. Aquí te extraño día y noche ¿Cuándo vendrás? Te extraño. Ellos, quienes hablan cosas que no entiendo, dicen que no volverás nunca; ellos, quienes no te conocen, dicen cosas que no entiendo. Su ignorancia me aturde, su fariseísmo me asquea: ellos no saben nada de nuestra historia. Me desespero, te extraño, te necesito cerca. Estas lejos ¿Porqué? ¿Quién es capaz de responder esta interrogante? El aliento se me agita, grito, lloro, te extraño. Todos parecen ser indiferentes en mi dolor, todos pasan y me miran con esas miradas vacías. Escucho, de rato en rato, susurros; sienten pena, lastima. No se explican cómo alguien como yo, bello y perfecto puede estar en este estado. Ellos no saben nada, deseo que se calmen, que dejen de gritar entre mis sesos. Siwon, sálvame de esto. Siwon, ven pronto.

Entran aquellos intrusos, me piden que me calme, que deje de gritar. Me enojo, los insulto; no los quiero a ellos, te quiero a ti Siwon. Forcejean, lastiman mi piel. Me calmo, prometo quedarme callado. Espero que se vayan y cierro los ojos para soñar contigo. Para contar los minutos hasta que vuelvas con esa radiante sonrisa, con esas cálidas caricias. Cierro los ojos y lloro en silencio: te extraño Siwon.

Todo da vueltas, de repente no estoy donde estaba. La luz vuelve a mí, estás a mi lado, sonríes. Estamos en tu gran jardín, aquel que llenaste de girasoles solo para mí. Sentados bajo la sombra de un gran árbol, disfrutando del suave viento que se escurre entre nuestras ropas. Sintiendo la presencia del otro. No obstante, por alguna razón, no logro escuchar lo que dices, solo sonrío en silencio. ¿Un sueño? ¿Un recuerdo? Tomas de mi mano, la acaricias y la besas, "Te amo" susurras manteniendo la sonrisa en los labios. Entre el delirio y el amor, estoy atrapado. Todo es perfecto, has vuelto a mí. Ríes y ríes, Siwon que hermosa es tu sonrisa. Quiero tocarte, extiendo mis manos pero tu rostro se vuelve frío, trato de tocarlo y de repente aparecemos en otro lugar. Estas tendido en el suelo, envuelto en un mar de sangre. ¿Qué ha pasado? Me desespero, lloro, no despierta. Grito y vuelvo a gritar: estoy de vuelta en este lugar blanco y frío. Esos hombres entrar de nuevo, son cuatro, dos toman de mis piernas mientras que los restantes me obligan a tomar aquel disparo a mis sesos. Aquella pastilla que, según ellos, calma mi dolor. No quiero me niego, no obstante termino tragándola. Termino tomando, ahogada y torpemente una tableta de litio.

"Pobre" se lamentan al verme pasar. Me tienen lastima, yo los odio. Para mí han dejado de ser seres humanos, son retazos de personas, monstruosidades que caminan por la vida pensando y viviendo sus mentiras. Cosas deformes, sin ojos y sin boca, incapaces de ver la realidad; hipócritas por naturaleza, lanzan palabras cordiales y ensalivadas de esta estúpida etiqueta que yo tanto desprecio. Seres sin cerebro, limitados por la multitud, seres que no piensan por sí mismos, seres vanos, seres de más. Idiotas. Los odio. Odio el mundo, odio que no estés aquí. Odio que se me acerquen y digan que soy bello, siempre lo odie; incluso en los días en los que estuviste a mi lado, lo odie. Odiaba cuando me miraban y sonreían, hipócritas, solo eran buenos porque tú estabas a mi lado. Ilusos, de mis labios: nunca, una palabra amable, escucharon. Me odiaban y me odian, tanto como yo a ellos. Me desprecian y los deprecio. ¿Siwon? ¿Recuerdas cuando los desafiábamos a todos? Sigo haciéndolo, siempre en tu nombre. Esperando que puedas volver a mí. Trato de ser el mismo pero ¿Qué era yo antes de ti, Siwon? Días gloriosos, días de colegio, se han ido y no volverán. No consigo recordar cuando dejé de ir al colegio, solo recuerdo, vagamente, que tú estabas a mi lado. Me desespero, empujo al bodrio humano que toma de mi brazo, dice ser mi hermana pero no la reconozco. La empujo y corro, corro hasta que esta pesada pierna no me lo permite, caigo sobre ella y empiezo a llorar. Lentamente levanto el rostro: estoy frente al árbol en el que solíamos sentarnos juntos, aquel que nos cobijaba del sol. Lloro, te quiero cerca.

Sonrió cínico mientras clavaba una y otra vez en el pecho del otro aquel puñal oxidado. Fuerzas, casi no le quedaban, no obstante su cuerpo se mecía de un lado a otro, ensangrentándose más y más. Preso de su locura, preso de su desesperación. El otro cuerpo era ya un cadáver sanguinolento, un ser sin vida. "Te amo" susurró antes de empezar a reír de manera desquiciada. Dejando que la noche se llene de risas insanas que salían desde su estomago. Secó, con una de sus sangrientas manos, su frente; le había costado mucho dejar inerte al ser que tenía bajo sus piernas. Se levantó lentamente y limpió sus manos en su blanca camisa de colegio secundaria. De nuevo una sonrisa apareció en sus labios, había perdido por completo la razón. Rodeó el cuerpo, generando círculos perfectos e invisibles; de rato en rato se agachaba y miraba el rostro del otro, era bello, lo amaba y demasiado. Tomó de sus manos y empezó a arrastrar el cuerpo, dejando una línea ancha de sangre, una marca que difícilmente se borraría de aquella habitación. Jaló el cuerpo lentamente, dejando que este se golpee con todo lo que se cruzaba en su camino. De nuevo lo invadió la locura y soltó el cuerpo antes de que llegaran al patio, cubrió su rostro con sus manos y cayendo sobre sus rodillas empezó a llorar; raspando su piel con la sangre seca de sus manos. Lloró unos minutos hasta que repentinamente apareció una sonrisa cínica en sus labios y se echó a reír, totalmente insano. "Lo siento, Siwon. Te amaba demasiado..." rió mientras volvía a tomarle de las manos y empezaba a arrastrar el cuerpo hacia la sala. No lo enterró, lo jaló hasta un sofá grande y acomodó el inerte cuerpo en el. Caminó atareado durante unos segundos, no limpió la sangre del cuerpo ni su uniforme escolar. Tomo entre sus manos la biblia que ese día había llevado Siwon a su casa. Cogió el encendedor y lentamente comenzó a quemar aquel pedazo de papel. “Este libro te prohibía amarme… descuida, una vez eliminado podrás quererme” rió impúdico mientras se mecía frente a la hoguera que acababa de iniciar en aquella casa. Sus ojos se llenaron de lágrimas mientras el fuego se expandía en el suelo de aquella casa. Se levanto elegante y caminó meciéndose hasta el sofá. “Estaremos juntos siempre, pequeño…” se sentó al lado del menor y recostó su cabeza sobre el gélido hombro de Siwon. Estiró un poco su mano y entrelazó sus dedos con los del muerto. “Nada de esto hubiera sucedido mi amor, si tan solo hubieras aceptado amarme…” susurró cerrando los ojos, esperando morir.

La policía llegó a tiempo o quizás demasiado rápido; los bomberos sacaron inconsciente al mayor, quien en ningún momento soltó la mano del otro. Tuvieron que forzar mucho la caricia para separarlos, pero finalmente lo lograron. El asesino estaba vivo. Incluso cuando deseó morir, aquel Dios en el que Siwon creía lo estaba castigando de la peor manera: dejándolo vivir su insania durante mucho.

Hoy se cumplen ya cuatro años sin verte. Lloro y grito, no sé dónde estás solo sé que esta eterna espera me está volviendo loco o quizás es que ya he perdido por completo la razón. Te estoy esperando Siwon ¿Cuándo vendrás a visitar a Heechul hyung? Este lugar es muy blanco y muy frío y las pastillas parecen disparos en mi cabeza. Por momentos alivian el dolor; en otros, atormentan. ¿Siwon tu sabes por qué siempre siento este asqueroso olor a sangre en mis manos? Por más que las lave, permanece ahí, como tú en mis pensamientos. Siwon, te extraño. Siwon ahí vienen esos hombres de blanco, traen consigo una pastilla más: hoy también me dormirán.

FIN

5 comentarios:

  1. O_O!!!!
    Wow... estoy realmente sorprendida con el final, te juro que ya lloraba con Rella sufriendo tanto por Siwonnie, pero cuando leí lo último, me dolió más aún~~
    Caray, que bien escribes, me emocionas mucho, de veras.

    ^.^
    Gracias por tu trabajo, y espero anciosa tus fics xD

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  2. omg muchas gracias por leerlo **!
    seguiré escribiendo!
    wiiiiiiiiiii
    en realidad ya tengo el bombom 6
    pero ya mas tarde, necesito dormir =W=!

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  3. kya~~~
    Bombom 6!!!!
    Lo esperare con ansias ^^

    Descansa, y gracias por tu gran trabajo~~~
    <3

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  4. Siempre veo las segundas partes antes de las primeras
    me mataste, peor aún escuchaba INSA de DBSK, pésima combinación
    me encanta tu estilo de narración

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  5. ò.ò
    estoy impresionada
    ME ENCANTOO!!!!!!!!!!
    wiw, increible...
    escribes hermoso,
    wii seguire de cerca tus fics,
    me encantan
    cuidate byebye

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