17 dic 2009

Oneshot - Horella - Hotel

Autor: Kainet
Titulo: Hotel
Fandom: Super Junior
Parejas: HoRella
Clasificación: Angst
Advertencia: Si no te gusta el yaoi (Chico x Chico) es mejor que no leas este serial. No copies este fanfic, si deseas compartirlo en otro lugar, pide permiso al autor y coloca los créditos correspondientes.

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HOTEL


Un suave aroma a flores invadió la habitación con toque cálido, el cual era generado por las velas tenues y románticas que el anfitrión había encendido. Casi no se podía ver bien debido a la poca iluminación de la habitación no obstante se observaban las siluetas sugestivas de aquella pareja. Los trozos de hielo en un vaso de ron se movieron generando un sonido en aquel elegante silencio, las miradas se encontraron en un punto fijo y luego desviaron su curso creando una sonrisa coqueta en ambos labios. Los lentes de sol evitaban que se notara la mirada de asombro de quien observaba a su nuevo "producto". Rulos rojos recogidos en un moño caótico, ropas pegadas y un cuerpo delgado eran los atributos de aquel ser andrógeno que tenía en frente. El chico serio de terno cruzó las piernas esperando que el otro le enseñé lo que había ido a "vender". En silencio, el otro se sentó sobre la gran cama y desordenando un poco las blancas sábanas se dejó caer sobre ellas; con suaves movimientos sintió cómo la textura de la tela erizaba su piel: se deseaban. El chico de lentes se los quitó lentamente mientras fijaba su mirada en aquel cuerpo ondeante que poco a poco se iba desprendiendo de sus ropas. Insinuante, sensual, especial; así era aquel chico de identidad desconocida a quien conoció a las afueras de un club nocturno.

Se conocieron por casualidad; quizás destino. Yunho iba caminando apresurado, evadiendo a unos tipos que lo buscaban por las deudas de su negocio. Heechul caminaba ebrio, guiado por un hombre veinte años mayor que aprovechaba los lugares más oscuros de aquella calle para desviar su mano hacia su cuerpo. El alcohol hacía que su cuerpo se deje llevar por cualquier cosa; aquella noche el vacío en su alma lo llevó a embriagarse, fue cuando aquel hombre se le acercó en el bar para proponerle algo muy indecente. De repente, el viejo pervertido se cansó de buscar un hotel y acorraló a Heechul en un callejón oscuro para intentar aprovecharse de su condición. Gritó, peleó pero no era tan fuerte como deseaba. Una voz varonil y sexy detuvo al pseudo violador. -¿Planeas podrirte en la cárcel por violar a un menor?- dijo tranquilamente Yunho mientras dejaba que la poca luz revele su rostro. En pocos minutos Yunho redujo a golpes a aquel hombre mayor, alzó en brazos a Heechul y caminó rápido hasta su negocio.

Ahí estaban, en la habitación principal de aquel hotel-karaoke que dirigía Yunho. Heechul clavó sus ojos en la mirada del más alto, insinuando lo que estaba dispuesto a hacer para conseguir el puesto de trabajo. -Contratado- sonrió Yunho mientras caminaba hacia la puerta. -¿No te quedarás?- preguntó Heechul caminando hacia el más alto. -Nunca me acuesto con el producto...- susurró Yunho volteándose hacia el mayor y acercándose a sus labios como si fuera a besarlo, provocándolo a lo prohibido. Un suspiro acalorado se escapó de los labios del pelirrojo a lo que el otro sonrió galante. -Tú primer cliente te espera...- acortó un poco más la distancia, hablando sobre los labios del otro.

Así fue la primera noche en la que se conocieron, desde entonces Heechul trabajó en el negocio de Yunho, gracias a él llegaron a tener clientes que aportaban grandes cantidades de dinero al lugar. Heechul se daba el lujo de seleccionar a sus clientes. Entonces apareció un hombre que cambió la vida de ambos: Choi Siwon. Heredero de una gran fortuna, nuevo en aquel lugar. Acababa de cumplir los veinte años y sus amigos deseaban comprobar si era gay o no. Su rostro totalmente sonrojado demostraba todo su pudor y moral. Los amigos pidieron al chico más caro del lugar. Con unos pantalones rojos y pegados a su cuerpo y un polo ancho que caía dejando ver uno de sus hombros, Heechul salió a ver a aquel nuevo cliente que lo solicitaba. Le gustó desde que lo vio. Le atrajo en demasía aquella carita de niño rico y ese porte de príncipe que irradiaba aquel nervioso chico. Sonrió coqueto y le hizo una seña a Yunho para hacerle saber que aceptaba el trabajo.

Su frente sudaba, estaba asustado; ni siquiera estaba seguro de aceptar aquel regalo de cumpleaños. Tieso, inmóvil se mantuvo mientras observaba la habitación. Se abstrajo tanto en sus pensamientos moralistas que ni se percato de la presencia de su "regalo". Heechul se acercó lentamente por detrás y una vez estando muy cerca se abrazó al bien formado cuerpo del más alto. -¿Cómo quieres que sea?- le susurró mientras introducía sus manos dentro de la camisa del menor. -Yo... ehm... es mi primera vez...- susurró sonrojado y torpe al sentir el contacto de pieles: no le desagradaba en absoluto. -Deja que yo ponga tu mundo de cabeza...- susurró Heechul volteando a su cliente hacia él para luego empujarlo en la gran cama y saltar sobre su cuerpo. Rápidamente la ropa terminó en el suelo y ambos cuerpos se movieron al compás de una melodía nueva. Los besos y las caricias de Siwon eran torpes no obstantes placenteras. -Quiero que siempre vengas...- susurró Heechul al subirse sobre las piernas del otro para sentarse sobre su miembro. -Ah... siempre, Choi Siwon...- se acomodó para luego empezarse a mover sintiendo al otro en su interior. -Siempre...- atinó a susurrar Siwon mientras lo embestía con movimientos suaves. -Kim Heechul...- Siwon memorizó aquel nombre: estaba enamorado. No obstante, en aquel momento no estaba preparado para aceptarlo.

A la mañana siguiente Heechul caminaba por las nubes, sintiéndose especial; más de lo que creía ser. Aquel chiquillo era embriagante, deslumbrante y aunque fuera primerizo, excelente en la cama. El hotel lucia desolado, todos dormían luego de la cansada noche de "trabajo". El pelirrojo meneaba su cuerpo de un lado al otro al caminar en dirección a aquella habitación. No tocó la puerta, simplemente entró con aquel caminar prepotente y esa mirada altanera. Sin embargo, lo que observó fue algo que lastimó su corazón, quizás su orgullo. Yunho, su jefe, estaba totalmente desnudo, sentado en la gran cama en la que alguna vez estuvo él, con el cuerpo de otro ser humano sobre su sexo. No tuvo tiempo de ver si era una chica o un chico. Heechul cruzó miradas con su jefe y con gran enfado salió de la habitación. Solo logró ver una delgada silueta moviéndose sobre Yunho; estaba enojado. ¿No que nunca se acostaba con la mercancía? ¿Por qué demonios estaba teniendo sexo con alguien entonces? Yunho siempre fue amable, desde el primer día, incluso consentidor. Más que su jefe, era su amigo; más que su amigo, el amor platónico al que nunca pudo aspirar. Nadie lo siguió, Yunho no lo siguió. Heechul caminó fuera del gran hotel y buscó algún pasatiempo para deshacerse de aquel agrio sentimiento que lo invadía. Sacó su tarjeta de crédito y compró cuanta ropa pudo. No le importó nada. Entonces, en una hermosa y fina tienda se topó con un hombre, que le daría un nuevo giro a su vida: Han Geng. -¿Puedo ayudarlo?- preguntó galante el chico de origen chino. Heechul negó con la cabeza y continuó paseándose por la gran tienda. Su mirada buscaba algo carísimo, quería llevar a la quiebra a su mejor amigo, quería que sienta su dolor y que mejor forma que lastimando lo que más le afectaba a Yunho: su billetera. -Quiero la joya más cara del local...- le dijo Heechul al chino mientras se sentaba caprichosamente en una de las sillas de aquel lugar. -¿Está seguro? ¿Es para su novia?- preguntó nervioso Han Geng ya que era demasiado dinero para alguien tan joven. -No tengo novia. Es para mí.- sonrió coqueto. El chino se puso nervioso al sentir la mirada observadora del pelirrojo. Su mirada se tornó sensual y cruzó las piernas con mucha elegancia. -Te diré algo, precioso.- rió malicioso. -Mi jefe es un idiota y quiero vengarme de él endeudándolo... toma su tarjeta de crédito y consígueme la joya más cara del local. Si no me quejaré con el dueño.- Han Geng le devolvió la sonrisa y recibió la tarjeta para luego caminar hacia el mostrador. -Sr. Kim, está es la joya más cara del local- sonrío el chino mientras le mostraba un extraño diamante. -Descuide, no tendrá que buscar al dueño- mantuvo la sonrisa a lo que Heechul le miró curioso. -Yo soy el dueño- agregó mientras rodeaba al pelirrojo para colocarle la fina medalla. -Le queda hermoso- Susurró cerca a su oído. Heechul cerró los ojos al sentir cierto placer al escuchar tan sensual voz cerca a su cuello. -¿Tienes algún cuarto de almacén?- susurró el pelirrojo mientras acariciaba el rostro del chino. -No creo que sea una buena idea. Déjame invitarte a cenar a mi casa, cocinaré y hablaremos de la loca historia sobre tu jefe.- Heechul soltó una gran carcajada y jaló lentamente al chino hacia sus labios. -Cenemos ahora...- susurró sensualmente. Han Geng no pudo negarse, aquel personaje empezaba a volverlo loco. -Usualmente cobro por entrar en mi cuarto...- rió el caprichoso jalando de la mano a su nueva mascota. El chino rió nervioso, no sabía dónde había terminado. No obstante comprendía cuál era el trabajo de Heechul. Deslizó sus manos hacia la cintura del mayor y aún besándolo ambos cayeron sobre la gran cama. -Terminará en menos de cinco minutos.- los interrumpió Yunho, quien estaba sentado en uno de los sofás de aquella hermosa habitación. -¿Cuántas veces te dije que no quería que hagas trabajos solidarios?- continuó al ver que Heechul lo ignoraba. Han Geng intentó detener al pelirrojo pero era imposible. –Sal ahora mismo- apuntó con un arma directamente a la cabeza del chino. Yunho lucía muy enojado, demasiado como para recuperar la cordura- Quita tus sucias manos de su cuerpo, ahora- Heechul le miró enojado pero nada pudo hacer. A los segundos Han Geng estaba fuera del hotel, con el gesto confuso y la mirada aterrada. ¿Qué acaba de suceder?

-Explícame a qué se debe todo este alboroto- Yunho se sentó de nuevo en el sofá mientras Heechul se colocaba de nuevo la camisa.- Habla o...- amenazó Yunho. -¿O qué? ¿Vas a amenazarme? No te tengo miedo.- se cruzó de brazos, el mayor. -O te hago mío.- terminó de amenazar el menor. -Hazlo, he esperado por eso siempre- rió Heechul. Yunho se levantó intimidante de su asiento y caminó hasta la gran cama donde esperaba el otro. -Perderemos clientes si dejas de trabajar aquí.- susurró mientras acorralaba entre sus brazos al otro. -¿Quién ha dicho que dejaré de trabajar solo por acostarme contigo?- preguntó en tono irónico el mayor. -Si te acuestas conmigo ahora no dejaré que seas de otro, serás solo mío.- Yunho besó el cuello de Heechul con delicadeza.- Solo mío- repitió mientras repartía caricias en aquel cuerpo esbelto. -Con el dinero de Choi Siwon nos bastará...- el pelirrojo lo miró cínico. -Eres el hombre más cruel, egoísta y fascinante que he conocido- rió yunho antes de depositar un corto beso sobre los labios del otro. -Aún así, estás enamorado de mí.- dijo Heechul sobre los labios del otro para luego volver a besarlo.

Fin

2 comentarios:

  1. esto es genial!!!
    pasando de nuevo por tu blog "amorfo" como lo llamaste alguna vez XD jaja es genial estar de regreo por aki ^^
    y con un oneshot nuevo e increible ^^ como tu!!!
    esq no secomo logras ser tan geanial e increible ¬¬... y ya creetelo!!! eres unica!!!! genial!!! maravillosa!!!!!! waaaaaaa eres genial!!! ^^ ok me voy antes de ser pateada T__T

    jaja hasta pronto (maqiney)

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  2. exijo serial HoRella <3 ! ! ! !
    son tan hot U_U
    4ta pareja favorita para Heenim ;D!
    senpai...
    more ~ XD

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Ella quiere saber

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