28 mar 2010

Fanfic Serial: Chocolove - Bonus 2

Autor: Kainet
Titulo: Chocolate & Love (AKA Chocolove)
Capitulo: BONUS 2
Fandom: Super Junior, SHINee, TRAX
Parejas: Sichul / Varias
Clasificación: Angst / Au / Lemon / Secuela
Advertencia: Si no te gusta el yaoi (Chico x Chico) es mejor que no leas este serial. No copies este fanfic, si deseas compartirlo en otro lugar, pide permiso al autor y coloca los créditos correspondientes.

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White Candies


Relleno de fresa.

Lentamente sus largos y delgados dedos se deslizaron por la frente de aquel amigo, secó un poco el sudor y luego dejó que su fría piel calcule la temperatura. Tenía fiebre. Su gesto preocupado ignoró al chico de rosa que lo miraba enojado desde la puerta de la cocina. Tomó entre sus manos un paño helado y lo colocó en la cabeza de su paciente de turno: Zhou Mi. El conejo rosa se cruzó de brazos y generó un puchero enorme en sus labios, como esperando explicación alguna a la preocupación de su Kyu por aquel chico chino. No obstante no había respuesta que Sungmin pudiera considerar lógica, así que el menor guardó silencio. A su corta edad, su excesiva madures lo hacía priorizar la salud de un amigo a los caprichos de una pareja. “Te odio” susurró antes de tomar sus llaves y salir a algún sitio para no tener que ver aquella escena. “Egoísta…” dijo para sí Kyu algo disgustado mientras seguía cuidando de su amigo.

Su cuerpo empezó a temblar, tenía terciana. Kyu se apresuró a darle medicamentos y a ponerle más paños de agua helada. Entonces Zhou buscó una de sus manos y con los ojos cerrados le dedicó una sonrisa. “Déjame morir…” susurró con los labios resecos producto de la alta temperatura de su cuerpo. Kyu lo miró disgustado ¿Qué acababa de pedirle? ¿Dejarlo morir? Algo en su pecho se estrujó y sintió que odiaba a aquel ser por hacerle tanto daño a su amigo. Sin embargo ¿No se estaba pasando de fresco? Es decir, él también dejó a Zhou Mi, incluso de una forma más cruel. Lo lastimó con su frialdad, con su infidelidad. Junho, dentro de toda su sequedad solo había terminado con él. Frunció las cejas e hizo caso omiso del pedido del otro, preparó un poco de medicina y con cuidado le dio de beber aquello. Kyu entrelazó sus dedos con los del chino y se dejó caer en la silla que estaba cerca a la cama: estaba cansado.

Su corazón le dolió: no había sido un día fácil, primero en la mañana se peleó con Sungmin ya que no quiso ir a la boda. Pese a su negativa Sungmin fue a la reunión, ¿Qué paso ahí? No lo sabía ni deseaba saberlo. Solo sabía que Sungmin volvió enojadísimo, pero que cuando se fue y se encerró en su habitación. Kyu, cansado de ese comportamiento tan infantil, caminó hasta el pasillo donde se sentó en el suelo a ver el cielo. Fue donde divisó a Zhou, traía un traje elegante, de seguro volvía de la boda. Hablaron unos minutos hasta que el chino se desvaneció en los brazos del coreano: tenía fiebre y no podía simplemente dejarlo ahí. Aunque se negó, Kyu hiso que Mimi entre en el departamento y empezó a cuidarlo, le pidió a Sungmin que le abra la puerta del dormitorio donde estaba la cama para recostar a su amigo. Desde ese momento supo, por la mirada del chico fresa, que tendría muchos más problemas que en la mañana.

Cerró un poco los ojos al sentir la hirviendo del otro. “Con esa medicina te va a bajar rápido la calentura…” susurró mientras dejaba que su piel sienta un poco más a Mimi. Luego, como buen nerd que era, Kyu tomó la caja de la medicina y comenzó a leer los datos químicos. Quiso matarse por no haber leído la advertencia. “En caso de fiebre no dejar que el paciente duerma…” susurró para luego mirar aterrado a su amigo, Zhou estaba totalmente soñoliento. “No duermas…” le dijo tratando de mantenerlo despierto. “No puedo, el sueño me vence…” contestó adormecido por la fuerte medicina. “Maldita sea… eso sucede porque estás anémico…” renegó Kyu mientras movía los hombros de Zhou para mantenerlo despierto. “Me estás mareando…” susurró casi a punto de caer en un profundo sueño que lo llevaría a un coma seguro. Kyu se desesperó e intentó hacerle cosquillas para mantener despierto al otro. En un primer momento funcionó pero poco a poco el sueño lo iba venciendo. Kyu se sentó sobre Zhou Mi y, en medio de su desesperación, clavó sus labios sobre los del chino, quien ante el contacto abrió los ojos de par en par. “¿Qué haces? ¿Estás loco? Sungmin te va a sacar la piel…” gritó el otro tras empujar a Kyu. Pero aquellos labios, ya los conocía y, en cierta medida, los extrañaba. “Kyu… ayúdame a ir al baño, necesito bañarme para no dormirme… siento muy caliente mi cuerpo…” Zhou intentó sentarse en la cama pero estaba algo mareado, el coreano trató de ayudarlo pero era algo difícil, además era peligroso que se bañe, podría tener un mal efecto en el koala. “No es bueno que te bañes…” ordenó Kyu sentando a Zhou Mi al borde de la cama. “Necesito mantenerte despierto…” Kyu enmudeció al notar que el cuerpo de Zhou Mi estaba ardiendo, absolutamente todo su cuerpo. Su pantalón lucía muy abultado, aquella droga lo había hecho emocionarse pero estaba tan adormilado que ni cuenta se daba. Kyu sonrió pervertido, quizás tenía la solución a aquel pequeño problema. “Kyu… me duer…” los ojos de Zhou se abrieron de par en par al sentir las manos frías del coreano apoderarse de su parte baja, susurró preguntas algo incoherentes pero no pudo negarse, su cuerpo estaba demasiado caliente y las manos de Kyu lo incentivaban a no tener control absoluto. “Esto está mal…” susurró al sentir que la boca del coreano se apoderaba de su miembro. Lentamente Kyu comenzó a proporcionarle placer al enfermo, de esa manera no se dormiría: su lengua recorría toda la longitud de Mimi, mientras que sus manos acariciaban la piel desnuda del abdomen bien formado de este. Entre suspiros y contorciones Zhou fue dejando que Kyu se apodere de la situación, primero su boca lo preparó para luego pasar a su entrada trasera en la que se entretuvo para juguetear. Luego introdujo un dedo y esperó que este se acomode, quería ser delicado, como nunca antes lo fue. Luego vino el segundo y en seguida el tercero para luego empezar a mover su mano en forma circular. “Kyu… está… mal…” gimió Zhou Mi curvando su espalda al sentir que su ex novio entraba en su interior, se quedó estático ante la invasión para luego mover sus caderas hacia atrás, dejándole saber al coreano que ya estaba listo para las embestidas. “Pero te mantiene despierto, no es que no te agrade…” rió cínico Kyu mientras se movía en el interior del otro que a penas y podía respirar debido al placer que estaba experimentando. Para cuando Kyu terminó, Zhou Mi ya estaba más despierto pero eso no restaba que su cuerpo siga caliente y tras robarle un beso culpable de los labios el chino recostó al otro sobre la cama y se sentó frente a su entrada para luego empezar a introducir el miembro de su ex en su boca. “Te toca…” rió Mimi, era como si ambos hubieran olvidado todo aquel drama que vivieron, era como cuando vivían juntos en China: eran la pareja que Sungmin rompió. Kyu cerró los ojos para sentir todo el placer que la boca del otro podía darle, y es ambos eran expertos en el cuerpo del otro, conocían cada rincón y cada punto clave para hacerse sentir bien. “Mimi… despacio…” dijo avergonzado Kyu para luego sentir como los delgados dedos del chino se introducían en su interior. “Ah… despacio…” dijo con un sonrojo que coloraba todo su rostro. Mimi rió malicioso y empezó a mover sus dedos para preparar su entrada, conocía bien esa faceta de Kyu, era una faceta que de seguro Sungmin era incapaz de explorar. “Debes haber estado sufriendo sin… esto” comentó el chino mientras retiraba sus dedos para deslizar su miembro en la entrada del otro. Kyu se mantuvo en silencio, a decir verdad solo Zhou era capaz de dominarlo en la cama, jamás dejaría que Sungmin le haga lo mismo ¿O sí? De tan solo pensarlo Kyu se sobreexcitó y disfrutó mucho más que momento tan privado entre ambos. “Mañana nuestras vidas seguirán igual, es solo para mantenerte…. Ah…. Despacio…. Mantenerte despierto” advirtió Kyu. “No necesitas decirlo…” agregó Zhou para luego aumentar su velocidad. Los cuerpos se movieron en un compás rápido, como si desearan terminar rápido su pecado. A los minutos ambos cayeron exhaustos sobre la cama. Kyu se vistió rápidamente mientras que Zhou se acomodaba en la cama: ya no sentía sueño, pero estaba algo cansado. “No puedo creer que me hayas mantenido despierto en la misma cama en la que te acuestas con Sungmin…” Kyu se aproximó donde su ex y le robó un corto beso, el cual prolongó un poco al morder el labio inferior del chino; no dijo más, ninguno necesitaba hacerlo. Ambos habían disfrutado el momento, pero era obvio que se trataba de una única vez y sin ningún compromiso.

-Llegué…- entró Sungmin en el departamento, todo estaba algo oscuro ya que la noche empezaba a cubrir toda la tarde, caminó en silencio hasta la habitación donde encontró a Zhou Mi y Kyu dormídos. Este último estaba recostado en la silla, mientras que el otro reposaba cómodamente en la cama, lucían bien cansados. El conejo rosa sonrió aliviado y se recostó en el marco de la puerta para observarlos unos minutos.- Kyu…- susurró luego de unos minutos para luego acercarse y besar sus labios- Despierta, he traído comida…- explicó al soñoliento nerd.
-Conejito…- susurró con una sonrisa en los labios.- ¿Comida?
-Sí- levantó una de sus manos para enseñarle una bolsa.
-Son dulces…- rió el menor- no dejas de ser un niño… vamos.- se levantó de la silla y jaló de la mano a Sungmin hasta la cocina.- Hace unos minutos se durmió, fui imprudente y le di una medicina muy fuerte, tuve que mantenerlo despierto con juegos de mesa y esas cosas… está muy agotado. Dejémoslo dormir un poco ahora que la medicina es inocua y luego cenamos- mintió Kyu.
-Claro, de paso cocino algo salado…- respondió Sungmin mientras se colocaba el mandil rosa con conejitos que tanto le gustaba.
-Sexy…- rió Kyu mientras besaba el cuello del mayor
-Tonto, aún sigo molesto contigo…- hizo puchero Sungmin para luego empezar a cocinar


Relleno de Limón.

“Me duele, no seas bestia… ¡Siwon!” chilló Heechul mientras se retorcía entre las manos del menor. En medio de la cama, parecía un gusano enroscándose: el caprichoso ser había desordenado toda la cama, su piel desnuda brillaba con el aceite que echaba Siwon en las manos para tocarlo. Este se rió un poco para luego acariciar la espalda de su princesa. “Heechul quédate quie…” el príncipe guardó silencio al encontrar una marca en el cuello de su novio. Era una especie de herida pero no había roto piel, estaba roja alrededor y empezaba a ponerse medio morada en la parte central. ¿Un moretón? Más parecía de esas arcas que se dejan con la boca en los momentos más desenfrenados de placer. ¿Dónde se había hecho esa marca? Es marca no se la había hecho él, jamás le haría eso a la hermosa y perfecta piel de Hee. Debido a aquel sospechoso detalle en el cuello de Rella, Siwon detuvo sus masajes por completo y se quedó pensando en el por qué de aquello, con la mirada fija en aquella sección de su cuerpo, los ojos se le volvieron tristes y un sinfín de de dudas llenaron sus pensamientos. Solía ser muy sereno pero pensar en aquello reventaba su cabeza. ¿Se habría golpeado en algún lado? O quizás… ¿Le estaba siendo infiel? No, no, no. Eso era imposible ¿Infiel? ¿Con quién…? Los ojos de Siwon se abrieron de par en par: Yunho. Ese tipo ya varias veces había frecuentado su oficina insistiendo en tener ese encuentro sexual. Pero, momento, en un primer momento su querido novio lo había rechazado. ¿Por qué ahora le sería infiel con ese ser tan despreciable? Claro que también contaba con que Heechul, poco tiempo atrás, había mostrado cierto interés en tener un trío con ese tipo. ¿Cuándo cambió de parecer? Acaso sus deseos lo habían llevado a acostarse con semejante idiota ¿Era eso posible? “Siwon, pesas…” dijo Cinderella, en forma de reproche, mientras era aplastado por todo el cuerpo de Simba. “Lo siento amor…” rió nervioso para luego levantarse. “Quería hacerte masajes tailandeses… pero otro día será…” una vez frente a frente Siwon acarició el rostro de su novio y guió una de sus manos hacia la parte en la que había una marca. “¿Te has golpeado?” preguntó inocente y con una sonrisa amplia, de seguro dudaba por gusto, de seguro su amada princesa tenía una explicación lógica para aquel golpe. Pero, en lugar de encontrar calma encontró pánico en los ojos del mayor, luego enojo, y quizás asco. Cubrió rápidamente con su mano aquella parte y el dijo algo serio “¿Golpe? Ni me había fijado” pero su mirada tenía una mezcla inexplicable de culpa, dolor y enojo; Siwon se alarmó demasiado ante aquella reacción: algo ocultaba.

Heechul caminó hasta el baño y se encerró. Dijo que se bañaría pero ni bien cerró la puerta su cuerpo se desvaneció, cayó sobre sus rodillas y empezó a llorar de rabia. En total silencio, mordiendo sus maldiciones para Yunho. Se había dado cuenta, Siwon se había dado cuenta de su mentira. Y peor aún, se quedó pensativo cuando le descubrió la marca al hacerle los masajes. Se sentía sucio, muy sucio, debía acabar ya todo eso. De seguro logrando ese trío se libraría de Yunho. O al menos eso quería creer. Era eso o enfrentar su pasado, enfrentarlo y mostrárselo a Siwon. Llevó sus manos hacia su cabello y cogió su cabeza con desesperación, acostarse con ese ser le daba asco. Era tan brusco, tan tosco, tan sin sentiento. Pero era lo que merecía por asesino. Sí, eso era, un asqueroso asesino. Ese era el castigo que debía pagar por todo lo que hizo en algún momento de su juventud. Cuando Jay se iba a trabajar y lo dejaba solo, pobre, vivió engañado, pero esa mentira era algo que ya ni le importaba a Jay: amaba a Minwoo ahora y eso era lo mejor. Siempre supo que Jay merecía a alguien mejor que él. No tenía noción del tiempo hasta que Siwon le tocó la puerta para preguntarle si estaba bien. “Sí amor… ahora salgo” fingió su voz quebrada por su silencioso llanto. Siwon también merecía a alguien mejor pero no podía dejarlo ir, quería ser egoísta y tenerlo para sí. Lo amaba tanto. Se levantó lentamente y caminó hasta la ducha donde dejó que el agua fría limpie su cuerpo del aceite de masajes que le había echado su novio, esperando que limpie las caricias que Yunho dejó en su cuerpo la noche anterior. Esperando que limpie su infidelidad.

Siwon se dejó caer sobre la cama, sus ojos, lentamente se fueron llenando de lágrimas: se sentía fatal. “¿Qué hice mal? ¿Hay alguien más?” susurró en chino, así Heechul no lo comprendería, mientras sentía que el frío, de las gotas de dolor, recorría sus mejillas. No comprendía el por qué de sus dudas, pero Yunho significaba una amenaza. Quizás lo mejor sería ceder a esa invitación sexual. Pero sus pensamientos fueron interrumpidos por el sonido del celular de su novio, instintivamente contestó el aparato pero ni bien saludó le colgaron. Era un número no registrado en el teléfono, quiso devolver la llamada pero le ganaron y volvieron a insistir en el llamado.

-Yunho, sé que eres tú…- dijo enojado Siwon a lo que luego se guardó un silencio largo.- Habla maldito…
-¿Siwon?- preguntó una voz feminoide- Soy Ryeowook… lamento molestarlos pero olvidé mi celular en casa de Rella y quería saber si puedes ver si tengo llamadas perdidas de Yesung. Sucede que no estoy en Seúl ahora y vuelvo mañana en la mañana….
-Claro que sí- Siwon sonrió galante mientras caminaba hacia la sala para buscar el aparato- Discúlpame el haber sido agresivo al contestarte… estoy algo distraído.
-No te preocupes, a todos nos pasa…- la voz tranquila de su amigo, de alguna manera tranquilizó a Simba.
-Gracias… aquí está… ah…- Siwon miró asustado el número de llamadas perdidas.- Wookie ¿Por qué no estás en Seúl? Yo te vi en el matrimonio….
-Estuve en el matrimonio, me reconcilié con el cachetón pero por trabajo tuve que irme a una provincia cercana… ¿Hay más de cien?
-132 llamadas perdidas… todo tu buzón de mensajes de texto está lleno y tiene 50 mensajes de voz… todos de Yesung…- Siwon rió nervioso.
-Obsesivo…- atinó a decir Wook antes de echarse a reír como loco.
-Te ama…- agregó Siwon como justificando sus celos anteriores.
-Siwon, amor es confianza.- aconsejó- incluso cuando todo demuestra lo contrario, si sabes que esa persona confía en ti, tienes fuerzas para todo. A veces hacemos cosas malas, pero siempre existe una explicación…
-Siempre es bueno dejar que el otro expliqué su versión antes de cegarse…- agregó Siwon sintiéndose culpable de haber pensado semejante cosa de su princesa.
-Exacto.- rió un poco más Wookie- Apaga el celular, así aprenderá a confiar en mí… debo irme, el trabajo me llama. Cuídate mucho y a Rella también, lo noté algo triste hoy. ¿Sí?
-Sí, eso haré, tú también y acaba rápido para que Yesung no se vuelva loco.
-¿Quién era?- preguntó Heechul desde la entrada a la sala.
-Wookie, quería algo de su celular…- explicó Siwon con una sonrisa- ¿Te vino bien el baño?
-Sí…- contestó algo frío.- Siwon voy a ir a casa de mi padre hoy… ese hombre me tratará mal pero necesito algo que dejé en mi habitación…
-¿Te acompaño?- dudo en hacer aquella pregunta.
-No, amor… es algo que debo hacer solo. Quizás no vuelva a dormir… realmente no recuerdo dónde dejé “eso” pero lo encontraré… nos vemos en la mañana- Heechul se acercó a su príncipe y tomó de sus manos el celular- te amo…- susurró antes de acercarse a los labios del menor y besarlo lentamente. Fue un beso largo, parecía un adiós.
-Yo también te amo y confío en ti. Cuando sientas que deba saber algo, dímelo ¿Sí?- sonrió Siwon luego de aquel beso. Se acercó al cuerpo delgado de su cenicienta y lo abrazó delicadamente.- Amor, si realmente quieres hacer ese trío… hagámoslo, yo ya estoy seguro de que me amas… y quiero que estés seguro de que te amo…- susurró cerca al oído del más bajo- Heechul quiso llorar pero se aguantó y simuló una sonrisa para luego volver a besar esos labios tan suyos.


Relleno de licor.

-¿Estás seguro con eso de quedarte aquí?- preguntó Kibum mientras se sentaba a la mesa con la cena. Donghae lo miró confuso.- No es que no quiera que te quedes… pero de ser un bailarín a ser profesor… hay diferencia.
-Crees que no tengo experiencia docente y que mi irresponsabilidad crónica me harán un pésimo profesor…- dijo algo enojado.
-No es eso… no seas tonto, simplemente creo que tu talento sobrepasa cualquier cosa, no quiero que te sientas frustrado. Es decir, enseñar puede ser bonito pero… bailar en musicales…
-No planeo ser profesor toda la vida- Donghae tomó un sorbo de vino y empezó a comer.
-Es algo temporal… tomas a temporal tantas cosas en tu vida que me aterra pensar que yo puedo ser una de ellas…
-Esta conversación no tiene sentido. ¿Alguna vez te he dado algún motivo para que te sientas tan inseguro? ¿Te he sido infiel? ¿Te he mentido? Dime, ¿He hecho algo mal? Dejé la universidad para seguirte a USA, dejé los musicales por ti… ¿Qué más debo hacer? No te reprocho nada, pero tu inseguridad empieza a guiarme a un callejón sin salida.
-Mi inseguridad…- Kibum no volvió a decir más. Guardó silencio toda la cena, miraba atento la televisión, después de todo, de eso vivía, de su carrera como periodista.
-Di algo…- renegó Donghae.
-Tú lo has dicho todo. Gracias, la cena estuvo deliciosa- se levantó de la mesa y llevó sus platos al lavadero donde empezó a limpiar todo.- Ok no… esto no es lo que quiero…- se dijo a sí mismo de forma violenta, dejó todo y se encaminó a la mesa donde Donghae seguía comiendo. Lo alzó de la camisa y lo miró desafiante.- Maldita sea quiero que estés a mi lado en todo momento pero si eso interfiere con tu futuro no quiero ser algo que te retenga… ¿Difícil de comprender?- Donghae le sonrió pícaro.
-Me encanta lo que el vino hace en ti… te ves tan sexy cuando eres tan dominante…- se acercó a los labios del otro y le robó un beso.

Y de repente, la pasta italiana, las copas de vino y todo lo que estaba sobre la mesa se fue al suelo para albergar dos cuerpos ansiosos se explorarse. Las manos del mayor se deslizaron por el cuerpo de su novio. Pero la ropa estorbaba así que sin previo aviso le arrancó la camisa y se quitó solo el polo. No importó el romper botones, el romper vajilla. Solo importó que ambos se sintieran el uno al otro. Donghae se dejó caer sobre la mesa. Después de todo, Kibum siempre era el encargado de tomar el control; y eso le encantaba. Abrió sus pantalones sin cuidado alguno y en un dos por tres tenía a su pescadito totalmente desnudo e indefenso sobre la mesa del comedor. Rió al saber que era quien tenía el control de aquella situación. “Que la palabra delicadeza no pase por tu mente…” rió Donghae mientras jalaba de las manos al otro para que deje de mirarlo y haga lo que tenía que hacer. Kibum se sonrojó mucho pero luego se olvido del pudor y empezó a besar el cuello de su novio y a dejar que sus manos exploren esa piel desnuda que brillaba en la noche entrada. La preparación fue casi inexistente, Kibum entró en el interior del otro de forma agresiva, logrando robarle escandalosos gritos a este. Primero se asustó pero luego, la pícara sonrisa del pez lo hizo sentirse seguro y continuó sus embestidas ¿La pelea? Acababa de llegar a su final, y es que ya se había dicho todo o casi todo y tras tantos discursos la única conclusión era que se amaban y que el resto de cosas eran desplazadas por sus sentimientos. Ambos tenían pasión por sus carreras, pero la pasión que sentían por el otro superaba cualquier talento o vocación. Mientras estuvieran juntos, podían vivir y sentirse plenos.

“Te amo, babo…” susurró Kibum cuando por fin llegaron al final de tan placentera faena. Donghae empezó a reír a carcajadas tras escucha palabras tan poco románticas. “Quiero dormir pero…” Kibum sonrió enternecido ya que su novio no podía pararse por sí solo. “No podrás sentarte hasta mañana…” se burló mientras lo tomaba en brazos y lo guiaba hasta la habitación, en el camino se detuvieron varias veces para comerse la boca a besos desenfrenados. “Habla la experiencia ¿No amor?” dio irónico Donghae dejándole recordar a su cachetón que ya una vez había sido dominado. “Calla, idiota…” se sonrojó para luego recostarlo sobre la cama. Pero sueño no tenían así que de beso en beso volvieron a retomar la pasión de minutos antes. “Sigamos… si no puedo sentarme una semana, no me importa…” rió Donghae descaradamente a lo que Kibum movió la cabeza en negativa para luego reír con su novio.

Cotinuará…

1 comentario:

  1. aigooooo Kyo ¬¬ TE ODIO X HACERLE ESO A MI LINDO CONEJO xke???? T__T lloro...
    Mi Chula hermosa Rella pobresito maldito Yunho, pobre de Siwon ke buen consejo le dio Wookie tiene mucha razon u.u y espero ke el no tenga problemas con mi nene Yesung jejeje y puedan tener de nuevo esa confianza y ke Yunho deje de molestar a Rella...
    Kukukukuku Kibum se comio al Fish sobre la mesa asdasdasdasdas...LoL

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Ella quiere saber

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