14 mar 2010

Fanfic Serial: Chocolove - Cap 09

Autor: Kainet
Titulo: Chocolate & Love (AKA Chocolove)
Capitulo: 09
Fandom: Super Junior, SHINee, TRAX
Parejas: Sichul / Varias
Clasificación: Angst / Au / Lemon / Secuela
Advertencia: Si no te gusta el yaoi (Chico x Chico) es mejor que no leas este serial. No copies este fanfic, si deseas compartirlo en otro lugar, pide permiso al autor y coloca los créditos correspondientes.

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9º Bombón


No estaban en el mismo salón, sin embargo se vieron en el primer receso. Taemin evadió la mirada y siguió su camino, Minho quiso acercarse pero lo mejor era ir lento, de a pocos. Siguió hablando con sus nuevos amigos, pronto acabaría el día y podría ver a Tae en casa. Tenía algo de miedo ya que quizás el menor se iba a enojar al saber que vivirían juntos pero nada podía hacer, fue idea de su padre y de Minwoo.

El día pasó lento frente a sus ojos, no sentía ganas de prestar atención a las explicaciones de su profesor de matemática, suspiró levemente mientras perdía la mirada en la gran ventana que tenía al lado de su carpeta. El escaso viento que entraba por esta despeinó un poco sus cabellos, haciéndolo verse muy hermoso. Pese a su timidez y seriedad: Taemin se hacía notar por su belleza. Tanto chicas como chicos, en aquel primer día de clases ya sabían su nombre. Algunas personas miraban atentas sus delicados gestos al acomodar un mechón de cabello detrás de su oído derecho. Parecía una visión de otro mundo; no obstante el único ciego en aquel lugar, el único incapaz de ver lo que los demás era él mismo ya que se sentía sucio y poco valioso. Su pasado era algo que lo había marcado, desde la infidelidad de Jay, hasta el llegar a vender su cuerpo por dinero, Tae sentía que no era bueno para nadie, incluso lastimó demasiado a Minho, la única persona que logró enamorarse de él. Sus finos ojos se volvieron tristes cuando recordó haber visto a aquel chico japonés que tenía un parecido impresionante con Minho, no se le acercó, no le habló, eso fue lo único que lo hizo entender que ese chico no era su ex novio. Quizás por eso evadió la mirada, no quería que nadie en ese colegio descubra su opción sexual. Ahora sentía vergüenza de lo que había sido, de lo que era y de lo que sería en un futuro.

“Futari no kotoba…” una fuerte y masculina voz inundó aquel patio escolar, una guitarra acústica acompañaba aquel canto poco profesional. “Itoshii kimochi…” Taemin siguió su camino, era hora de irse y no planeaba entretenerse de camino a casa. No obstante no pudo seguir su camino, un chico alto y corpulento se le acercó, él era quien cantaba aquella canción. El más pequeño se asustó, de seguro lo molestaría, ese tipo de chicos siempre molestaban a los demás en Corea del Sur. Pero sorpresivamente fue amable, le sonrió y le entregó un volante donde decía que iba a dar un concierto. Taemin lo miró serio, casi enfadado y siguió su camino, su mirada no cambió incluso cuando sus ojos se cruzaron de nuevo con aquel chico tan parecido a Minho. Apresuró su paso mientras el otro lo seguía con la mirada hasta que la silueta se le perdió entre los demás escolares. Caminó unas cuantas calles, llegó a la estación de trenes y esperó por su hermano: habían acordado encontrarse ahí para ir juntos a casa. Puntual, a las seis de la tarde, Minwoo llegó; el menor le sonrió y se acercó para ir juntos a comprar los tickets pero su hyung le indicó que se siente, debían hablar, lucía nervioso, quizás porque sabía que no sería fácil hacerle entender a Tae que vivirían con Minho.

-¿Sabes?- sonrió Tae- Hoy en la secundaria descubrí dos cosas…- ante aquella oración Minwoo le miró asustado a lo que el menor siguió- La primera es que mi tutor pregunta mucho por ti- rió escandalosamente mientras el mayor le seguía la corriente.- la segunda es…- Taemin bajó la mirada algo triste- hay un chico idéntico a Minho, obviamente no es él, hablaba muy bien el japonés y es amigo de un bribón; no sé su nombre, su edad, tampoco deseo saberlo pero…
-¿Por qué no podría ser Minho?- preguntó Minwoo al notar que Tae no sabía que se trataba del mismo chico coreano.
-No se me acercó, no me habló… Minho hubiera corrido a hablarme… es por eso que te digo que no es Minho.- Tae sonrió melancólico- Hoy su amigo me invitó a un evento de ellos dos pero, prefiero mantenerme alejado de cosas y personas que me recuerden Corea del Sur.
-Si es lo que realmente deseas, entonces está bien, te apoyo… ahora yo debo decirte algo- Minwoo se acercó a la frente del menor y deposito un suave beso.- Ya no viviremos en ese departamento en el sur de Tokyo… encontré un compañero para un departamento más cercano a tu colegio y mi trabajo. Pero me temo que ya conociste a nuestro compañero de departamento…
-¿De qué hablas? – preguntó inseguro el menor.
-“Ese” chico parecido a Minho… yo lo conozco, se llama…- mintió, quizás lo mejor sería fingir que Minho no era Minho, así Tae no se sentiría mal.- Se llama Hanazawa Koji… tiene un año más que tu y viene de una provincia cerca a Osaka… Pero si su parecido con Minho te afecta puedo decirle que no tomaremos el departamento…
-Minwoo…- Tae no supo que decir, bajó la cabeza y se quedó en silencio durante unos minutos.
-Es que yo no lo veo tan parecido…- mintió Minwoo.
-Vivamos con él… seguro solo es un leve parecido… - fingió una sonrisa el pequeño.
-Pero como he trabajado todo el día no he traído las cosas al departamento- le dio una tarjeta donde decía la dirección- ve por las cosas, que no son muchas, al antiguo departamento mientras yo voy al departamento nuevo a hacer espacio, ¿Qué dices?- Taemin obedeció en silencio; ni bien se subió al tren Minwoo corrió a decirle a Minho todo sobre la mentira.

Para cuando llegó a la casa nueva su hermano estaba preparando la cena, buscó con la mirada a Koji pero no lo encontró. Dejó las cosas en su habitación y se sentó en el sofá a leer un poco. A los minutos llegó el tercer compañero. Ciertamente se parecía mucho a Minho pero su estilo de ropa era totalmente diferente. Minho era elegante y muy pulido, tendía a usar camisas de marca, perfumes caros y pantalones de alta costura; su cabello era corto e impecable, siempre bien peinado, con un look de niño bueno y rico que a veces lo hacía verse algo petulante. En cambio Koji era desaliñado y usaba ropa muy informal. Tenía un estilo súper rebelde, usaba pantalones de colores, polos con diseños raros y su cabello era largo y despeinado, usaba una media cola que hacía que todo su estilo se complemente. Por alguna razón, Taemin, al examinar ese estilo de ropa, pensó que Koji era muy genial y apuesto pero desechó la idea cuando notó su mirada fría sobre su persona.

Rápidamente Minwoo los presentó, el recién llegado le hizo un gesto de saludo y se metió en su habitación. Una vez dentro lloró, lloró en silencio a descubrir que viviría una mentira, de nuevo. Pero si era por el bien de Taemin, estaba dispuesto a hacerlo.

“Ahhh” susurró mordiendo sus labios mientras intentaba contener el cuerpo del otro en su interior. La piel le quemaba, sentía espasmos que eran demasiado para su corazón generando una taquicardia peligrosa en su pecho desnudo y sudoroso. Yunho era tosco, nunca preparaba su cuerpo simplemente invadía todo su interior con una fuerza sobrenatural que alguna veces lo hacía sentir que se partía en dos. Era demasiado tosco pero de alguna manera, le gustaba esa fuerza, por no decir que lo volvía loco. “Más…” pidió con una voz casi delirante, como si estuviera entre la vida y la muerte, como si quisiera morir en aquel momento. El más alto obedeció e intensificó sus embestidas las cuales parecían ser capaces de romper el delgado cuerpo del otro. El sudor resbalaba por su espalda haciéndolo lucir desenfrenadamente sexy, así era aquel chiquillo, piel blanca, cabellos negros, labios rojos y una belleza ultra femenina que confundía a cualquiera en su instituto: desde la primera vez que se vieron surgió aquella extraña atracción que los llevaba a experimentar el amor más ilógico. “Me vuelves loco…” confesó el que estaba debajo mientras que el otro reía travieso. Las embestidas se hicieron más toscas, más dolorosas. “Yunho, júrame que nunca me dejarás…” pidió aquella persona al sentir que su cuerpo no daba más. El otro se mantuvo en silencio y atinó a robarle un apasionado beso a aquellos rojos labios. “Silencio, solo siente…” dijo sobre los labios del otro para seguir con su labor.

-Maldita sea…- renegó Yunho al descubrirse soñando aquello. Aquella última noche que pasaron juntos.- maldita sea… ¿Por qué no te dije que te amaba en ese momento?- su enojado rostro se llenó de lágrimas inexplicables, las cuales trató de cubrir torpemente pero era imposible. Una noche más, indefenso ante sus recuerdos, ante ese pasado que tanto lo dañaba y laceraba su corazón roto. Una muerte, una traición, nada de eso lo dejaría vivir tranquilo.- Estás acabado Heechul… estás acabado- rabió mientras intentaba contener sus lágrimas. Se dejó caer en la cama solitaria y trató de conciliar el sueño de nuevo pero le fue imposible. Lo único que consiguió fue dar vueltas eternas entre las frías sábanas. Se envolvió buscando esos abrazos que ya no tenía para sí; se acurrucó buscando ese cuerpo que ya no tenía, sumergió su rostro en la almohada buscando esos labios que ya no besaba.
Finalmente los primeros rayos del sol mortificaron su cansada mirada, caminó desganado hasta la ducha donde dejó que el agua despeje su cansancio. A los minutos estaba listo: iría a darle una visita a Heechul, alguien tenía que hacerse responsable de aquella mala noche suya. Marcó el número de celular de la princesa y esperó que contesten del otro lado.

-Zorra… te veo en el café de la esquina de tu casa, si no vas iré a buscar al imbécil de tu novio.- sonrió cínico al descubrir el miedo en el silencio del otro.
-Entiendo…- respondió el caprichoso antes de cortar la comunicación. Siwon miró preocupado al notar que su novio había palidecido, no obstante no dijo nada ya que estaban desayunando con la familia Choi.- Disculpen – sonrió nervioso ante la mirada de reproche de su suegro.- Era mi madre…- explicó ante la sorpresa de Siwon.- Te envía saludos, amor.- Siwon se puso rojo ante aquella palabra de amor delante de sus padres, era la primera vez que lo llamaba de esa manera en público.
-Desayunemos…- atinó a decir la mujer de sociedad mientras evadía las miradas enamoradas de su hijo y su yerno.

Luego del desayuno el padre de Siwon salió al trabajo mientras que su madre se disculpó ya que debía ir a elegir los nuevos diseños para la casa de campo de la familia. Ambos novios caminaron de la mano por los amplios pasillos de la mansión. Unidos por una sonrisa silenciosa, por una mirada enamorada. Heechul observó atentó los lugares en los que había crecido su príncipe. De repente llegaron a una habitación enorme, llena de juguetes. El menor le comentó que solía jugar en ese lugar con sus primos y amigos cercanos. Heechul sonrió enternecido mientras apoyaba su cuerpo en una ventana cerca a la puerta, ver al amor de su vida en una pose tan infantil no tenía precio. “Siwon…” susurró acercándose al más alto, quien estaba entretenido con un cubo mágico, y rodeó por detrás su cintura; el nombrado cerró los ojos al sentir la caricia cercana de su princesa y dejó que su cuerpo sienta sus manos. Los labios del mayor se posaron en su espalda y depositaron un corto beso, quizás para sentir su aroma, quizás para demostrarle todo lo que sus palabras no podían decir.

-Debo ir con mi madre…- susurró sin soltar la cintura de su novio.
-¿Quieres que te acompañe?- preguntó galante el príncipe mientras acariciaba las manos del otro, ante el silencio del otro Siwon sonrió nervioso- ¿Gatito?
-No, debo hablar con ella sobre mi hermana y lo mejor es que seamos solo ella y yo.- mintió Heechul.- Debo ir en media hora… lo que implica que tenemos quince minutos para estar así…- rió la princesa mientras introducía sus manos debajo del polo de su novio.
-Amor, yo era un niño inocente cuando jugaba aquí ¿Quieres romper mis memorias de niño con semejante proposición?- Siwon rió divertido mientras se daba media vuelta hasta quedar frente al otro- destruye lo que quieras, tú has llegado para cambiar mi vida por completo… a enseñarme a vivir- susurró esto último mientras se acercaba a rogarle un beso a esos labios que portaban una sonrisa pícara.

Rápidamente la ropa cayó en el suelo alfombrado de tonalidad naranja; la puerta fue torpemente cerrada con una de las piernas largas de Siwon y los besos enloquecieron a ambos, no tuvieron pudor ni vergüenza de sentirse el uno al otro ante tantos testigos. Las muñecas, los ositos de peluche, los trenes y demás elementos observaron como aquella mañana sus texturas se fundieron en un abrazo imaginario sobre el piso de aquella habitación. Tenían poco tiempo pero se dedicaron a sentirse. Lentamente Siwon recorrió con sus manos aquella piel delicada que tenía debajo de él mientras que Heechul cerraba los ojos al sentir como su piel se estremecía. Lo amaba, no había duda alguna y estaba dispuesto a protegerlo de aquel pasado que solo tres personas conocían y de las cuales una ya estaba muerta. “Te amo” susurró Heechul sintiendo que su cuerpo ya no daba más, que ya estaba más que preparado para recibir el cuerpo del otro en su interior. Siwon entró delicadamente en él y empezó a moverse lentamente para no lastimarlo. Siempre era así, siempre era delicado, siempre amable y caballero. Eso era algo que hacía que Heechul se sienta importante y querido. Cuando estaban así toda su soberbia y orgullo desaparecían, todo se hacía nada y simplemente quedaban dos seres que se entregaban el uno al otro. Luego de aquel hermoso momento Heechul se vistió silenciosamente ya que Siwon se había quedado dormido en el suelo. Lo cubrió con una manta y sin más salió de la enorme casa.

-¿Qué demonios quieres?- preguntó Heechul sentándose en la mesa más oculta de aquel lugar.
-Sabes perfectamente qué quiero…- rió cínico Yunho mientras jugaba con un sobre.- Adivina, zorra… estuve buscando en mis cajones y encontré muchas fotos… tengo los duplicados aquí y mira el destinatario…- señaló el sobre- Choi Siwon…
-Aún no logro convencerlo del trío…- Heechul bajó la cabeza con ira.- Puedes tenerme si así lo deseas…
-¿Trabajará?- preguntó mientras guardaba el sobre en su saco. Heechul negó con la cabeza- Vamos a su departamento, quiero hacerte el amor en su cama…
-Eres un desgraciado…- renegó Heechul mientras el otro lo desafiaba con la mirada y volvía a sacar el sobre- Vamos, estará en casa de sus padres todo el día…

Pasaron algunos días y el fin de semana trajo consigo un gran acontecimiento. Ella lo miraba atenta, él sonreía amable mientras se acomodaba el traje. Era blanco, muy elegante, con detalles en negro y una corbata del mismo color. Su cabello lucía más corto que de costumbre y a pedido de sus suegros lo había teñido de negro. Ella lucía impecable, con esa piel dorada que resaltaba en su blanco vestido, sencillo como ella, natural y hermoso. Su corto cabello estaba recogido en una media cola adornada de flores pequeñas y blancas. Su maquillaje acentuaba sus ojos felinos y sus labios lucían rosados cual flor de cerezo. Eun se acercó a su novia y la tomó de las manos. “No importa lo que suceda… nunca te dejaré.” Le sonrió tras decirle eso y provocar un notorio sonrojo en la chica. Él se acercó lentamente y depositó un beso sobre la frente de ella para luego alejarse, la ceremonia estaba por empezar y debían separarse por algunos minutos. Caminó por el largo pasillo de aquella iglesia, saludando a algunos invitados, buscando con la mirada a sus mejores amigos. Entonces los divisó, no estaban todos. Junsu no estaba pero en su lugar estaba Yoochun. Se saludaron cortésmente y conversaron durante unos minutos. Por motivos obvios, Donghae era su padrino; muchos se preguntaron por qué su mejor amigo de toda la vida no era el padrino, muchos otros sabían la razón. El pescado se le acercó y bromeó nervioso mientras intentaba distraer al mono para que no se fije en la presencia de Sungmin; pero fue en vano. Sus ojos se encontraron y en medio del silencio ambos parecieron salir del contexto. Sungmin estaba solo, no veía por ningún lado a Kyu y eso lo intrigó. “Eun…” Donghae lo llamó para que el otro reaccione pero era imposible. Faltaba poco para que empiece todo pero había mucho de qué hablar según Sungmin. El conejo se acercó y jaló del brazo al mono, caminaron hasta la glorieta que estaba al lado de la capilla y se quedaron en silencio durante unos segundos.

-No te cases…- rogó Sungmin mientras clavaba sus ojos llorosos en la mirada analítica del otro.
-¿Crees que puedes venir y pedirme semejante cosa? ¿Dónde está Kyu? Sungmin ya basta de juegos e indecisiones.- Eun notó que su novia los observaba desde una ventana, su mirada lucía vacía y triste. Sorpresivamente Eun le sonrió y le hizo una señal con la mano, una señal que solo ella y el comprendían.- Lo siento Sungmin, pero yo me cansé de ser el novio de turno. Tengo tanto amor por dar y deseo tanto recibirlo de vuelta. No sirvo para compartir a la persona que amo. Si existe alguien que amo eres tú, eso jamás lo dudes, pero así como tú me amas y amas a Kyu… yo te amo y amo a Bin y he optado por darle mi vida a ella. Porque ella no duda, ella no lastima. Ella me ama solo a mí…- Sungmin se acercó al mono y lo abrazó fuertemente.
-Sé feliz…- susurró antes de alejarse y caminar en dirección a la salida.
-Sungmin…- gritó Eun- Tú también sé feliz…- le sonrió de vuelta.

Ante la mirada atónita de Donghae, Hyuk volvió a la capilla y esperó por su futura esposa. Entre flores de cerezo y rosas blancas la ceremonia se llevó a cabo. Todos, a pesar de sus problemas, brindaron y rieron con la joven pareja. Yesung y Ryeowook ni se miraban, al parecer algo había sucedido. Hangeng y Henry hablaban de forma demasiado amical. Kangin sonreía nervioso mientras hablaba con su prima sobre la boda; estaba incómodo debido a la mirada asesina de Leeteuk. Heechul andaba acarameladísimo con Siwon, quizás era una máscara más ya que tenía una fecha límite para convencerlo de hacer el trío con Yunho. Zhou Mi lucía algo demacrado pero aún así estaba presente y conversaba con Jay, quien también se veía algo mal.

-¿Cuándo vuelves a USA?- preguntó Eun a Donghae mientras observaba a Kibum hablar con los demás invitados. Donghae le sonrió nervioso- ¿No planeas volver?
-Yo amo a Kibum, no puedo estar sin él…- contestó incómodo ante la mirada de reproche de su amigo.
-¿Dejar tus sueños por alguien? Debes amarlo demasiado…- comentó Eunhyuk.- ¿Sabes? Bin y yo hemos hablado mucho sobre nuestros futuros y como a ambos nos gusta mucho el baile pues pensé en que debíamos abrir una academia de baile y no sé quizás tú...
-¿Quieres que sea tu alumno de baile?- rió infantil el pescado.
-Babo… quiero que seas parte del elenco…- rió contagiosamente con el pescado.- no es algo como USA ni sus musicales, pero algo haremos… ¿Qué dices?
-¿De qué hablan?- se acercó Kibum seguido de Bin, ambos tomaron de la mano a sus respectivas parejas y esperaron en silencio la respuesta.
-Le estaba proponiendo un negocio a Donghae…- rió Eun- ¿Sabes que Shindong será coreógrafo en la academia?- comentó a lo que los demás escucharon atentos- Quiero que Donghae trabaje en la academia de baile que abriremos mi hermosa esposa y yo…- sonrió Eun para luego besar la mejilla de Bin. Kibum miró de reojo a Donghae, eso era algo que solo el pescado debía decidir. Aún así, deseaba que se quede.
-Acepto- sonrió Donghae sin pensarlo.- No me acostumbro a USA…- explicó.- Mi vida está aquí- agregó mientras tomaba de la mano a su novio.

Cerró cual animal la puerta del baño, nadie los interrumpiría. Yesung acorraló contra la pared a Wookie y empezó a besarlo en el cuello, sus manos se apoderaron de su cintura y empezó a tocarlo indecorosamente. Sin embargo había un cambio en la actitud del más delicado. “¿No quieres?” preguntó algo enojado Yesung mientras se alejaba del otro. “Para serte sincero, no” respondió Wookie mientras se acomodaba la ropa. “Lo siento, pero yo te quiero como mi pareja no como alguien más con quien tengo sexo” dicho esto salió enojado azotando la puerta. Aquel mal humor era raro en Wook, pero de alguna manera sorprendió a Yesung, quien no esperó más y corrió a detenerlo pero no logró alcanzarlo, se le había perdido entre el mar de invitados.
Suspiró tranquilizando sus sentidos y caminó hasta el estrado, odiaba estar entre gente pero no tenía alternativa. Tomó el micrófono y pidió silencio a todos los presentes. “Disculpen que interrumpa la celebración, Eun y Bin felicidades…” Alzó su copa a los novios que lo miraban anonadados. “Es bueno encontrar a alguien a quien amar y que te ame… yo he sido un idiota, pero ya no quiero serlo… Wookie, yo te amo…” sus enormes mejillas se coloraron mucho ante el silencio de los presentes. Al parecer su pequeño ya no estaba en la fiesta. “Espero que me perdones…” agregó antes de empezar a bajar del escenario. Sus pasos empezaron a hacerse lentos y mirando el suelo empezó a caminar entre la gente, cuando de repente sintió que alguien jalaba de su camisa. Volteó desganado y miró enfadado a quien lo detenía pero sus ojos se abrieron de par en par al encontrar la sonrisa de su Wookie. “No se trata de perdonar…” susurró para luego abrazarse al cuerpo de Yesung.

-¿Qué deberíamos enviar?- preguntó Minwoo mientras miraba las vitrinas de una gran tienda comercial- Hoy ha sido la boda y debemos enviar algún regalo para justificar nuestra ausencia… ¿Tae?- volteó a mirar a su hermano que lucía distraído.- ¿Sucede algo?
-Él es bien silencioso…- susurró para luego fingir que no había dicho- Deberíamos enviar un adorno musical o algo así, después de todo ellos aman la música ¿No crees?
-Hablas de Koji… No es que sea silencioso es que nunca está en casa además él habla japonés y casi nada de coreano… ¿Cómo podría conversar con nosotros?
-No hablé de él… no es que me interese. Enviemos ese adorno- señaló un juego de tazas con notas musicales.
-Está hermoso… comprémoslo. Aigo… ¿Cuándo me casaré yo? Siento envidia de Hyuk…- iba diciendo Minwoo cuando de repente chocó con alguien.- Gomen…- hizo una venia.
-Sensei…- saludó Tae, a lo que su hermano mayor imitó la acción.
-¿Qué hacen por aquí?- preguntó el tutor.
-Venimos a comprar un regalo de bodas para un amigo que se casó hace poco…- explicó Minwoo.
-Sensei ¿Nos acompaña?- preguntó sonriente el menor a lo que Minwoo le dedicó una mirada asesina.
-No, yo iba de paso… debo recoger a mi novia- hizo una venia- Será en otra oportunidad.- se despidió.
-Aigo ¿Por qué todos los hombres guapos son heterosexuales?- preguntó descuidado Minwoo sin darse cuenta de que el tutor había regresado.
-Hyung… Sensei ¿Olvidó algo?- preguntó nervioso el más pequeño
-Quería preguntarles sobre el cambio de su dirección… es que aún no han formalizado eso de que viven con el alumno.
-¡Koji! Vivimos con Koji…- Minwoo se puso nervioso.- Sensei… si nos acompaña unos minutos le explico bien. Tae anda compra ese juego de tazas no se vaya a agotar…- ordenó el mayor a lo que el menor obedeció. Una vez que el niño estuvo dentro de la tienda Minwoo suspiró aliviado.
-¿Koji?- preguntó el sensei
-Sé que se llama Minho pero no es bueno que Taemin sepa quién es… otro día, cuando estemos con más tiempo y a solas le explicaré bien, de momento le pido que me guarde el secreto es por el bien de mi hermano.- Sonrió.
-Entonces fijemos una cita, hablaremos largo y tendido ese día…- sonrió coqueto el sensei
-¿Y tu novia? – rió bromista el rubio
-No es celosa… aquí tienes mi número, llámame para fijar una fecha… hasta pronto.- se despidió rápidamente antes de Taemin saliera de la tienda.

Continuará…

2 comentarios:

  1. Minwoo se queja de que todos los hombres guapos son heterosexuales y nosotras que los guapos son geys jajaja xD que bueno que tae volvió a ser el niño bueno de antes ♥ aigooo jay me desespera pero como que extraño esa pareja...
    Mi Rella princesa hermosa T___T Yunho es un malvado >.< por ke es asi con la princesa no ve que ese tipo de estrés puede hacerle enfermar o peor aun salirle canas o arrugas -.- y Siwon debería preguntar ke le pasa...
    Sungmin omo por que no deja que mi dulce monito sea feliz con Bin el ya tiene a Kyu no kiero ke se vuelban a pelear u.u
    y Wooki y el cacheton sean felices jejeje xD

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  2. Onegai, actualiza. ONEGAI!!!....

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Ella quiere saber

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