Autor: Kainet
Titulo: Miracle
Capitulo: 04
Fandom: Super Junior
Parejas: Sichul / varias
Clasificación: Angst
Advertencia: Si no te gusta el yaoi (Chico x Chico) es mejor que no leas este serial. No copies este fanfic, si deseas compartirlo en otro lugar, pide permiso al autor y coloca los créditos correspondientes.
--------------------------
Capitulo 4
La noche llegó y el castillo se llenó de gala, a pesar de que se trataba de una cena simple entre nobles; el Rey se esmeró bastante en los preparativos: una gran variedad de platillos esperaban a los distinguidos invitados, guirnaldas de color rojo adornaban la mesa, y alrededor de esta, nueve sillas esperaban ser ocupadas. El monarca se había vestido con sus mejores trajes, una enorme corona y los mejores zapatos que tenía, nada diferente era la situación del joven Siwon, quien vestía un traje similar al de un príncipe, las ropas de aquel país le quedaban muy pero muy bien: una camisa blanca, algo pegada a su cuerpo y un traje negro conformaban su atuendo, su cabello ligeramente tirado hacia atrás y una cadena con las iniciales de su madre, le daban un toque elegante al noble, quien sonrió al ver a la pareja discutir por la ropa.
-¿Por qué insistes? No quiero ponerme el verde, que se lo ponga Dongie. ¡Leeteuk! No quie….- el pequeño KangIn no pudo terminar de hablar ya que el mayor estaba poniéndole la camisa que había escogido para él.
-He dicho que te la pones y punto…- terminando de ponerle la camisa
-¿Por qué siempre crees que puedes disponer de mi? Solo porque soy menor…- KangIn tratando de quitarse la camisa. El mayor le sonrió y con todas las miradas posadas en ellos, le dio un corto besito en la mejilla a su amigo.
-Te ves muy lindo de verde. – Susurró lentamente.
-Oh, está bien…- colocándose el resto del traje.
Siwon sonrió al ver que la pelea, como siempre, terminaba en un dulce beso de “amigos”, Donghae los ignoro y se colocó cualquier otra camisa que estaba ahí, en verdad, no tenía cabeza para pensar en otra cosa, solo en el amigo que dejo en Corea, aquel ser que equilibraba su mundo, quien sabia como robarle un sonrisa, con quien siempre estaba completo, al darse cuenta de que estaba divagando volteo a ver a Siwon, sus ojos se llenaron de ira, quería llorar, pero los chicos malos no lloran.
Kyuhyun, quien observaba todo detenidamente, sonrió y volvió a su lectura, no le interesaba mucho, solo quería leer cuanto libro se le pase en frente y es que siempre había sido así, y siempre seguiría siendo así, le parecía innecesario el amor, él era un chico de ciencias, un estudioso a quien los demás seres humanos no le importaban. Yesung, el más inocente entró corriendo, se veía muy tierno, sus grande cachetes estaban más grandes que de costumbre, al parecer había estado robando comida de la cocina, se notaba porque tenía migajas sobre su camisa roja, aquella que KangIn y Teuki habían cuidado tanto para que no se arrugue, al verlo Teuki caminó hacía el con una mirada llena de reproche, estaba por empezar a gritarle cuando el pequeño cachetón trago el ultimo pedazo de pan y le dirigió la palabra.
-Dice Lady Frances que bajemos al comedor, el Rey bajará dentro de unos minutos…
-Te salvaste…- dijo Teuki con una mirada amenazante- Vamos, Siwon. Te esperan.
-“Te salvaste….”- dijo el pequeño imitándolo- ¿Te crees líder o qué? Solo Siwon nos puede decir qué hacer, tú no.
-No le hables así a Teuki…- KangIn defendió lo que le pertenecía: podía ser muy manso con su “Teuki” pero cuando se trataba de los demás, realmente daba miedo.
-Miedo…- Yesung corrió a esconderse detrás de Dongie.
-¿Vamos? esto me harta…- dijo este último con mucho enojo.
-Donghae contrólate….- Teuki miró fijamente al chico rebelde. Si bien era un simple guardia de Siwon, sin duda era o al menos había sido uno de sus mejores amigos, razón por la cual el noble le permitía muchas cosas.
-Vamos…- Siwon les sonrió tiernamente pero al ver el rostro de Donghae su expresión cambió repentinamente- ES UNA ORDEN…
-No puedes ORDENARLE a las personas que sean tus amigos…- dijo Donghae saliendo rápidamente de la habitación.
Los seis jóvenes bajando a la cena, después de unos minutos apareció el Rey, acompañado de su primo y de su hermosa Lady Frances, hicieron una venia y cada uno fue a ubicarse en su silla, la cena transcurrió sin ningún problema, después del postre, el Rey envió a llamar a Hannie, quién se encontraba en su habitación, sentía pánico de tan solo pensar que vería a Siwon después de tanto, sus ojos estaban ligeramente rojos dejando al descubierto que quería llorar, como si quisiera escapar de aquel inevitable encuentro con su pasado.
Cuando uno de los sirvientes toco la puerta de su cuarto, supo que la hora había llegado, tenía dos opciones o fingir que no lo conocía o enfrentar a su pasado, respiró profundamente y salió arreglándose la camisa. Camino lentamente por los pasillos que conducían a la habitación donde deleitaría al rey con su voz. Una vez frente a la puerta de aquella habitación sintió pánico, quería salir corriendo de aquel lugar, no quería entrar, de repente un pequeño empujón lo hizo salir de sus pensamientos, era Lord Byron, quien había salido a buscarlo.
- Hannie… iba a buscarte… ¿Sucede algo? estas pálido- mirando fijamente al cantante.
- No me siento muy bien…- bajando la mirada- entraré a dar el recital- tratando de sonreír.
-Espera….- Lord Byron detuvo al cantante, sujetándolo del brazo- quiero preguntarte algo…
-Dígame Lord Byron….- al ver que el noble enrojecía, supo inmediatamente que se trataba de su bello amigo, sonrió para sí y un poco de alegría apareció en sus ojos, pensar en su amigo le hacía bien, después de todo, era quien más apoyo le había dado desde su regreso- ¿Se trata de Heechul?
-¿Cómo lo sabes? – Después de preguntar, el Lord se percató de que su pregunta era estúpida, bajo la cabeza y omitió eso- Es que… tengo que darle una noticia... y bueno… necesito que me ayudes.
-Sí, con gusto mi Lord, pero ahora debo cantar, de lo contrario el Rey mandará a que me decapiten- tratando de reír.
-Está bien, vamos.
Lord Byron y Hankyung entraron a la elegante habitación, donde los nobles invitados esperaban; la mirada impaciente del Rey, le hizo saber al cantante que recibiría un castigo por su demora. Este solo trago saliva al notar que los invitados de Corea lo miraban atónitos, de repente, se encontró con los ojos de Siwon, lo miraba fijamente, le había reconocido, Teuki se paro en signo de sorpresa como si quisiera decirle algo, pero el cantante se pasó de largo, se ubico en el lugar designado para su recital y empezó a entonar una suave melodía, llena de palabras felices, pero interpretaba con mucha melancolía, se notaba en su voz, quería morir, después de todo había optado por la opción de fingir no conocerlos, fingir que nada había pasado, fingir que él era un inmigrante más, olvidar su pasado y enfrentarse a su presente, quizás eso era lo que más lo entristecía, saber que el Rey lo amaba con locura y que aquel sentimiento llevaba al noble a mantenerlo prisionero en aquel lugar que alguna vez no le pareció una horrenda prisión. Saber que la amistad que tuvo con el Rey, se había perdido: una vez terminada la canción el Rey lo presento como el “Cantante Real”, llenándolo de elogios e indirectamente recalcando que era de su pertenencia.
Siwon lo miraba en silencio, nunca pensó volverlo a ver y ahí estaba frente a él, en un lejano país de Europa, con la misma cara de niño, un poco más alto y quizás un poco más delgado, sus cabellos también estaban un poco más largos y su sonrisa ya no tenía aquel brillo. Donghae lo miraba con reproche, después de lo que le habían hecho, su corazón se había llenado de tristeza y rencor, aquel joven no volvería a ser el mismo y culpaba con toda su alma a Siwon. Teuki sintió mucha tristeza mas solo KangIn se percató, quién solo atinó a tomarle la mano discretamente, como brindándole su apoyo, sabía que sufría.
Yesung y KyunHyun, ni idea, de porque tanto silencio, ambos veían a un perfecto desconocido que miraba fijamente a su noble, entonces el Rey rompió el hielo que se había formado, después de aquella presentación.
-Él es, sin duda, el mejor cantante que tenemos en Inglaterra.
-Si…- agregaron Lord Byron y Lady Frances.
-Mi Rey… ¿Desea que le cante otra canción?- pregunto muy sumiso el chino
- Sí, continúa…- el Rey dio la orden y todos la acataron, la voz de Hannie era tan hermosa, todos quedaron encantados, sin embargo la mirada de Siwon no se despegó del cantante, algo que notó el Rey, quien inmediatamente dio por terminada aquella actuación, enviando a dormir a su cantante y pidiendo disculpas por aquello, usando como excusa que estaba realmente cansado, fijo con Teuki la próxima fecha en la que presentarían a la corte al joven Lord Choi Siwon: el Rey le había dado aquel título a su visitante.
Un día más llegó a su final, Siwon se sentó frente a aquella ventana, al parecer esperaba que vuelva a pasar aquel hermoso ser, sus ojos esta vez estaban tristes, tantos recuerdos aturdían su cabeza, ¿Por qué Hannie había fingido no conocerlo ni a él ni a Teuki?, la luz de la luna entraba por la ventana iluminando suavemente su habitación, estaba algo oscura pero se podía observar la tristeza en sus ojos, de repente una fría gota de tristeza se deslizo por su mejilla, se sentía solo, y eso siempre ocurría: después de que todo acababa y todos los amigos se iban a dormir, un vacío invadía su corazón, el joven siempre era amable y siempre tenía una sonrisa en los labios, para cualquier persona, sin embargo desde la repentina partida de aquel amigo de la infancia y de aquella pelea con el chico rebelde, su vida había tomado un rumbo sin sentido. Él siempre atendía a los demás y cumplía con todo lo que le pedían, permitía que sus guardias le traten como si fuera uno más de ellos, por el temor de perder su amistad, temía quedarse solo y enfrentar aquella soledad no solo en las noches, sino todo el día. De repente las lagrimas se multiplicaron y su tristeza aumento, ¿Existiría en el mundo alguien capaz de llenar ese vacío? Los minutos fueron pasando; así como la intensidad de sus sentimientos fue aumentando. Sus ojos, llenos de cansancio, fueron cerrándose poco a poco hasta invadirlo con un sueño.
En otra habitación, en la que dormían Kyuhyun, Teuki y KangIn, se presentaba una situación similar: Teuki estaba abrazado a su amigo, con la cara llena de lágrimas, parecía un pequeño abrazado a su madre. El menor acariciaba sus cabellos como tratando de aliviar ese dolor, aquellas caricias hacían que el cuerpo de Teuki se estremeciera, pero en aquel momento lo ayudaban a sentirse mejor. Solo Donghae, Siwon y él sabían el por qué de ese malestar que se sintió después de aquella actuación y a pesar de que KangIn quería saberlo sabía que lo único que ayudaría en ese momento sería su silencio, no quería obligarlo a que el cuente: quería que él lo dijera cuando esté preparado. Kyu solo se concentro en su libro, si KangIn no hablaba, sería mejor que él tampoco lo hiciera, a veces era mejor ignorar el dolor, al menos el pensaba eso, ignorando los sentimientos humanos no se pierde tiempo en la carrera de un hombre hacía la perfección.
- KangIn… debo hablar con Hangeng…
- Es muy tarde Teuki… mañana lo harás, ahora descansa, no quiero que esos ojitos amanezcan hinchados…- sonrió el menor.
- ¿Duermes conmigo esta noche?
- Sí, me quedaré a tu lado cuidándote- dijo abrazando fuertemente a su amigo, luego ambos se recostaron en la cama de Teuki, quien se aferro al pecho del menor y cubriéndose con una manta, se quedó profundamente dormido. KangIn notó la mirada desconcertada del estudioso, quién al parecer quería reírse- ¿Sucede algo?
- ¿Van a dormir vestidos? Él ya está durmiendo vestido…- sumergiéndose en su libro
- ¿Vas a leer hasta tarde?
- Sí…
- Me harás compañía entonces…- dijo Kangin sonriendo.
- ¿Planeas pasarte toda la noche mirándolo?
- Sí, lo voy a cuidar
- Está dormido…
- Lo cuidaré mientras duerme…. Lee… tú no entiendes de esto.
- Tienes razón, no entiendo- dijo el estudioso volviendo a su lectura, estaba fascinado como en aquel lugar habían tantos libros que no había leído. Definitivamente quería leerlos todos.
En la habitación del frente, Donghae no podía dormir, estaba sentado en la ventana y con una navaja tallaba en madera un rostro, su mirada fría solo se concentraba en el rostro, quería verlo, quería verlo y ya, pero sabía que aquel viaje tardaría mucho y el regreso iba a hacérsele interminable, de Inglaterra debía viaja a la India y luego a Corea, no comprendía los motivos de aquel viaje, es más, no le importaban. Sus ojos fueron cautivados por una bella imagen: el pequeño Yesung lo miraba atentamente, la luz de la vela hacía que sus mejillas se vean rojas como manzanas, recordándole inmediatamente el rostro aquel amigo al que extrañaba tanto, al notar aquel pensamiento frunció el ceño y lo miro con desprecio, no tenía ganas de soportar a aquel niño.
- ¿Qué quieres? –volviendo sus ojos al trozo de madera, pretendiendo ignorarlo.
- ¿Estas tallando a Kibum? Uah… está saliendo muy bonito yo también quiero que me hagas uno, ¿Si?- los ojos del pequeño no se despegaban del trozo de madera estaba fascinado con aquel pedazo de arte.
- Serás idiota… tallo cualquier tontería… no me molestes ve a dormir…
- No tengo sueño… es que… - sus ojitos se posaron sobre los de Dongie- es que…. tengo hambre
- Has comido suficiente… ve a dormir después te dan pesadillas de noche y ni pienses en que te vas a meter en mi cama de nuevo… ¿Por qué me tuvo que tocar contigo? Con Kyu es mejor.
- Eres malo… sabes que KangIn y Teuki no me quieren
- Eso es porque siempre andas metiéndote en sus cosas y diciendo cosas extrañas de ellos
- ¿A poco no son novios?.. Porque yo he visto….- un golpe en la cabeza hizo que el pequeño se quede callado.
- ¡No digas cosas extrañas!... ve a dormir y no molestes…- indicándole con una mirada asesina que se vaya para su cama.
- Solo una pregunta más… ¿Por qué si Teuki y Siwon se han puesto mal por el cantante tú no? Los tres se vieron bien sorprendidos cuando entró.- en verdad, Donghae no estaba triste ni molesto sobre Hannie, o ¿Acaso estaba tan metido en su rencor que ni se percato de la gravedad de aquel encuentro?
- VE A DORMIR
Continuará…
La noche llegó y el castillo se llenó de gala, a pesar de que se trataba de una cena simple entre nobles; el Rey se esmeró bastante en los preparativos: una gran variedad de platillos esperaban a los distinguidos invitados, guirnaldas de color rojo adornaban la mesa, y alrededor de esta, nueve sillas esperaban ser ocupadas. El monarca se había vestido con sus mejores trajes, una enorme corona y los mejores zapatos que tenía, nada diferente era la situación del joven Siwon, quien vestía un traje similar al de un príncipe, las ropas de aquel país le quedaban muy pero muy bien: una camisa blanca, algo pegada a su cuerpo y un traje negro conformaban su atuendo, su cabello ligeramente tirado hacia atrás y una cadena con las iniciales de su madre, le daban un toque elegante al noble, quien sonrió al ver a la pareja discutir por la ropa.
-¿Por qué insistes? No quiero ponerme el verde, que se lo ponga Dongie. ¡Leeteuk! No quie….- el pequeño KangIn no pudo terminar de hablar ya que el mayor estaba poniéndole la camisa que había escogido para él.
-He dicho que te la pones y punto…- terminando de ponerle la camisa
-¿Por qué siempre crees que puedes disponer de mi? Solo porque soy menor…- KangIn tratando de quitarse la camisa. El mayor le sonrió y con todas las miradas posadas en ellos, le dio un corto besito en la mejilla a su amigo.
-Te ves muy lindo de verde. – Susurró lentamente.
-Oh, está bien…- colocándose el resto del traje.
Siwon sonrió al ver que la pelea, como siempre, terminaba en un dulce beso de “amigos”, Donghae los ignoro y se colocó cualquier otra camisa que estaba ahí, en verdad, no tenía cabeza para pensar en otra cosa, solo en el amigo que dejo en Corea, aquel ser que equilibraba su mundo, quien sabia como robarle un sonrisa, con quien siempre estaba completo, al darse cuenta de que estaba divagando volteo a ver a Siwon, sus ojos se llenaron de ira, quería llorar, pero los chicos malos no lloran.
Kyuhyun, quien observaba todo detenidamente, sonrió y volvió a su lectura, no le interesaba mucho, solo quería leer cuanto libro se le pase en frente y es que siempre había sido así, y siempre seguiría siendo así, le parecía innecesario el amor, él era un chico de ciencias, un estudioso a quien los demás seres humanos no le importaban. Yesung, el más inocente entró corriendo, se veía muy tierno, sus grande cachetes estaban más grandes que de costumbre, al parecer había estado robando comida de la cocina, se notaba porque tenía migajas sobre su camisa roja, aquella que KangIn y Teuki habían cuidado tanto para que no se arrugue, al verlo Teuki caminó hacía el con una mirada llena de reproche, estaba por empezar a gritarle cuando el pequeño cachetón trago el ultimo pedazo de pan y le dirigió la palabra.
-Dice Lady Frances que bajemos al comedor, el Rey bajará dentro de unos minutos…
-Te salvaste…- dijo Teuki con una mirada amenazante- Vamos, Siwon. Te esperan.
-“Te salvaste….”- dijo el pequeño imitándolo- ¿Te crees líder o qué? Solo Siwon nos puede decir qué hacer, tú no.
-No le hables así a Teuki…- KangIn defendió lo que le pertenecía: podía ser muy manso con su “Teuki” pero cuando se trataba de los demás, realmente daba miedo.
-Miedo…- Yesung corrió a esconderse detrás de Dongie.
-¿Vamos? esto me harta…- dijo este último con mucho enojo.
-Donghae contrólate….- Teuki miró fijamente al chico rebelde. Si bien era un simple guardia de Siwon, sin duda era o al menos había sido uno de sus mejores amigos, razón por la cual el noble le permitía muchas cosas.
-Vamos…- Siwon les sonrió tiernamente pero al ver el rostro de Donghae su expresión cambió repentinamente- ES UNA ORDEN…
-No puedes ORDENARLE a las personas que sean tus amigos…- dijo Donghae saliendo rápidamente de la habitación.
Los seis jóvenes bajando a la cena, después de unos minutos apareció el Rey, acompañado de su primo y de su hermosa Lady Frances, hicieron una venia y cada uno fue a ubicarse en su silla, la cena transcurrió sin ningún problema, después del postre, el Rey envió a llamar a Hannie, quién se encontraba en su habitación, sentía pánico de tan solo pensar que vería a Siwon después de tanto, sus ojos estaban ligeramente rojos dejando al descubierto que quería llorar, como si quisiera escapar de aquel inevitable encuentro con su pasado.
Cuando uno de los sirvientes toco la puerta de su cuarto, supo que la hora había llegado, tenía dos opciones o fingir que no lo conocía o enfrentar a su pasado, respiró profundamente y salió arreglándose la camisa. Camino lentamente por los pasillos que conducían a la habitación donde deleitaría al rey con su voz. Una vez frente a la puerta de aquella habitación sintió pánico, quería salir corriendo de aquel lugar, no quería entrar, de repente un pequeño empujón lo hizo salir de sus pensamientos, era Lord Byron, quien había salido a buscarlo.
- Hannie… iba a buscarte… ¿Sucede algo? estas pálido- mirando fijamente al cantante.
- No me siento muy bien…- bajando la mirada- entraré a dar el recital- tratando de sonreír.
-Espera….- Lord Byron detuvo al cantante, sujetándolo del brazo- quiero preguntarte algo…
-Dígame Lord Byron….- al ver que el noble enrojecía, supo inmediatamente que se trataba de su bello amigo, sonrió para sí y un poco de alegría apareció en sus ojos, pensar en su amigo le hacía bien, después de todo, era quien más apoyo le había dado desde su regreso- ¿Se trata de Heechul?
-¿Cómo lo sabes? – Después de preguntar, el Lord se percató de que su pregunta era estúpida, bajo la cabeza y omitió eso- Es que… tengo que darle una noticia... y bueno… necesito que me ayudes.
-Sí, con gusto mi Lord, pero ahora debo cantar, de lo contrario el Rey mandará a que me decapiten- tratando de reír.
-Está bien, vamos.
Lord Byron y Hankyung entraron a la elegante habitación, donde los nobles invitados esperaban; la mirada impaciente del Rey, le hizo saber al cantante que recibiría un castigo por su demora. Este solo trago saliva al notar que los invitados de Corea lo miraban atónitos, de repente, se encontró con los ojos de Siwon, lo miraba fijamente, le había reconocido, Teuki se paro en signo de sorpresa como si quisiera decirle algo, pero el cantante se pasó de largo, se ubico en el lugar designado para su recital y empezó a entonar una suave melodía, llena de palabras felices, pero interpretaba con mucha melancolía, se notaba en su voz, quería morir, después de todo había optado por la opción de fingir no conocerlos, fingir que nada había pasado, fingir que él era un inmigrante más, olvidar su pasado y enfrentarse a su presente, quizás eso era lo que más lo entristecía, saber que el Rey lo amaba con locura y que aquel sentimiento llevaba al noble a mantenerlo prisionero en aquel lugar que alguna vez no le pareció una horrenda prisión. Saber que la amistad que tuvo con el Rey, se había perdido: una vez terminada la canción el Rey lo presento como el “Cantante Real”, llenándolo de elogios e indirectamente recalcando que era de su pertenencia.
Siwon lo miraba en silencio, nunca pensó volverlo a ver y ahí estaba frente a él, en un lejano país de Europa, con la misma cara de niño, un poco más alto y quizás un poco más delgado, sus cabellos también estaban un poco más largos y su sonrisa ya no tenía aquel brillo. Donghae lo miraba con reproche, después de lo que le habían hecho, su corazón se había llenado de tristeza y rencor, aquel joven no volvería a ser el mismo y culpaba con toda su alma a Siwon. Teuki sintió mucha tristeza mas solo KangIn se percató, quién solo atinó a tomarle la mano discretamente, como brindándole su apoyo, sabía que sufría.
Yesung y KyunHyun, ni idea, de porque tanto silencio, ambos veían a un perfecto desconocido que miraba fijamente a su noble, entonces el Rey rompió el hielo que se había formado, después de aquella presentación.
-Él es, sin duda, el mejor cantante que tenemos en Inglaterra.
-Si…- agregaron Lord Byron y Lady Frances.
-Mi Rey… ¿Desea que le cante otra canción?- pregunto muy sumiso el chino
- Sí, continúa…- el Rey dio la orden y todos la acataron, la voz de Hannie era tan hermosa, todos quedaron encantados, sin embargo la mirada de Siwon no se despegó del cantante, algo que notó el Rey, quien inmediatamente dio por terminada aquella actuación, enviando a dormir a su cantante y pidiendo disculpas por aquello, usando como excusa que estaba realmente cansado, fijo con Teuki la próxima fecha en la que presentarían a la corte al joven Lord Choi Siwon: el Rey le había dado aquel título a su visitante.
Un día más llegó a su final, Siwon se sentó frente a aquella ventana, al parecer esperaba que vuelva a pasar aquel hermoso ser, sus ojos esta vez estaban tristes, tantos recuerdos aturdían su cabeza, ¿Por qué Hannie había fingido no conocerlo ni a él ni a Teuki?, la luz de la luna entraba por la ventana iluminando suavemente su habitación, estaba algo oscura pero se podía observar la tristeza en sus ojos, de repente una fría gota de tristeza se deslizo por su mejilla, se sentía solo, y eso siempre ocurría: después de que todo acababa y todos los amigos se iban a dormir, un vacío invadía su corazón, el joven siempre era amable y siempre tenía una sonrisa en los labios, para cualquier persona, sin embargo desde la repentina partida de aquel amigo de la infancia y de aquella pelea con el chico rebelde, su vida había tomado un rumbo sin sentido. Él siempre atendía a los demás y cumplía con todo lo que le pedían, permitía que sus guardias le traten como si fuera uno más de ellos, por el temor de perder su amistad, temía quedarse solo y enfrentar aquella soledad no solo en las noches, sino todo el día. De repente las lagrimas se multiplicaron y su tristeza aumento, ¿Existiría en el mundo alguien capaz de llenar ese vacío? Los minutos fueron pasando; así como la intensidad de sus sentimientos fue aumentando. Sus ojos, llenos de cansancio, fueron cerrándose poco a poco hasta invadirlo con un sueño.
En otra habitación, en la que dormían Kyuhyun, Teuki y KangIn, se presentaba una situación similar: Teuki estaba abrazado a su amigo, con la cara llena de lágrimas, parecía un pequeño abrazado a su madre. El menor acariciaba sus cabellos como tratando de aliviar ese dolor, aquellas caricias hacían que el cuerpo de Teuki se estremeciera, pero en aquel momento lo ayudaban a sentirse mejor. Solo Donghae, Siwon y él sabían el por qué de ese malestar que se sintió después de aquella actuación y a pesar de que KangIn quería saberlo sabía que lo único que ayudaría en ese momento sería su silencio, no quería obligarlo a que el cuente: quería que él lo dijera cuando esté preparado. Kyu solo se concentro en su libro, si KangIn no hablaba, sería mejor que él tampoco lo hiciera, a veces era mejor ignorar el dolor, al menos el pensaba eso, ignorando los sentimientos humanos no se pierde tiempo en la carrera de un hombre hacía la perfección.
- KangIn… debo hablar con Hangeng…
- Es muy tarde Teuki… mañana lo harás, ahora descansa, no quiero que esos ojitos amanezcan hinchados…- sonrió el menor.
- ¿Duermes conmigo esta noche?
- Sí, me quedaré a tu lado cuidándote- dijo abrazando fuertemente a su amigo, luego ambos se recostaron en la cama de Teuki, quien se aferro al pecho del menor y cubriéndose con una manta, se quedó profundamente dormido. KangIn notó la mirada desconcertada del estudioso, quién al parecer quería reírse- ¿Sucede algo?
- ¿Van a dormir vestidos? Él ya está durmiendo vestido…- sumergiéndose en su libro
- ¿Vas a leer hasta tarde?
- Sí…
- Me harás compañía entonces…- dijo Kangin sonriendo.
- ¿Planeas pasarte toda la noche mirándolo?
- Sí, lo voy a cuidar
- Está dormido…
- Lo cuidaré mientras duerme…. Lee… tú no entiendes de esto.
- Tienes razón, no entiendo- dijo el estudioso volviendo a su lectura, estaba fascinado como en aquel lugar habían tantos libros que no había leído. Definitivamente quería leerlos todos.
En la habitación del frente, Donghae no podía dormir, estaba sentado en la ventana y con una navaja tallaba en madera un rostro, su mirada fría solo se concentraba en el rostro, quería verlo, quería verlo y ya, pero sabía que aquel viaje tardaría mucho y el regreso iba a hacérsele interminable, de Inglaterra debía viaja a la India y luego a Corea, no comprendía los motivos de aquel viaje, es más, no le importaban. Sus ojos fueron cautivados por una bella imagen: el pequeño Yesung lo miraba atentamente, la luz de la vela hacía que sus mejillas se vean rojas como manzanas, recordándole inmediatamente el rostro aquel amigo al que extrañaba tanto, al notar aquel pensamiento frunció el ceño y lo miro con desprecio, no tenía ganas de soportar a aquel niño.
- ¿Qué quieres? –volviendo sus ojos al trozo de madera, pretendiendo ignorarlo.
- ¿Estas tallando a Kibum? Uah… está saliendo muy bonito yo también quiero que me hagas uno, ¿Si?- los ojos del pequeño no se despegaban del trozo de madera estaba fascinado con aquel pedazo de arte.
- Serás idiota… tallo cualquier tontería… no me molestes ve a dormir…
- No tengo sueño… es que… - sus ojitos se posaron sobre los de Dongie- es que…. tengo hambre
- Has comido suficiente… ve a dormir después te dan pesadillas de noche y ni pienses en que te vas a meter en mi cama de nuevo… ¿Por qué me tuvo que tocar contigo? Con Kyu es mejor.
- Eres malo… sabes que KangIn y Teuki no me quieren
- Eso es porque siempre andas metiéndote en sus cosas y diciendo cosas extrañas de ellos
- ¿A poco no son novios?.. Porque yo he visto….- un golpe en la cabeza hizo que el pequeño se quede callado.
- ¡No digas cosas extrañas!... ve a dormir y no molestes…- indicándole con una mirada asesina que se vaya para su cama.
- Solo una pregunta más… ¿Por qué si Teuki y Siwon se han puesto mal por el cantante tú no? Los tres se vieron bien sorprendidos cuando entró.- en verdad, Donghae no estaba triste ni molesto sobre Hannie, o ¿Acaso estaba tan metido en su rencor que ni se percato de la gravedad de aquel encuentro?
- VE A DORMIR
Continuará…
No hay comentarios:
Publicar un comentario