11 ago 2010

Fanfic Serial: My english teacher - Cap 1 / Part 3.

Autor: Kainet
Titulo: My english teacher
Capitulo: Capitulo 1 - 3ra Parte
Fandom: Super Junior
Parejas: Sichul / Kihae / Hanry
Clasificación: Angst / AU
Advertencia: Si no te gusta el yaoi (Chico x Chico) es mejor que no leas este serial. No copies este fanfic, si deseas compartirlo en otro lugar, pide permiso al autor y coloca los créditos correspondientes.

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TRES

Tres punto uno: Nuevos amigos.

Peco de distraído, siempre me lo dicen pero jamás pensé que fuera tan descuidado. Hoy, con la mirada fiera de mi compañero, he decidido empezar a ser un poco más observador. Mi madre siempre me lo reprochaba cuando vivía en mi querida China. En aquellas épocas en las que simplemente atendía en su restaurante, muchas veces me confundía de personas y entregaba ordenes diferentes, erróneas. ‘Andas con la cabeza en las nubes’ solía decir cuando me encontraba divagando en una mesa, con los ojos perdidos en no sé qué, pero en algo era. Hoy me reprocho a mí mismo el no poder enfocarme bien en los demás. Y es que ¿Cómo voy a decirle ‘señorita’ a un chico? Me debe estar odiando, puedo sentirlo por su mirada. –Hablas mal el coreano.- dice tras analizarme detenidamente: ha notado que no soy de aquí, de Corea del Sur. Tira su cabello hacia atrás, mueve un poco sus manos y me señala un pabellón. –Ahí está el salón que buscas.- agrega para luego seguir su camino. Lo miro alejarse, no soy tan distraído, ese chico parece chica, más con el cabello de ese tamaño y esas ropas. Lo sigo y lo detengo, le pido disculpas y luego me presento. –Kim Heechul, Inglés 1- dice de mala gana mirando hacia alguna parte, con una actitud algo arrogante, la cual cambia para decirme que había sido una broma, le gusta asustar a los demás, haciéndoles creer que está enojado. Menudo susto el que me metí cuando lo vi con ese gesto de enojo, para raros, él, definitivamente. Es coreano, tiene veintidós años, tan solo un año mayor que yo, pero luce como de menos. Hace gestos graciosos y es de ese tipo de chico que ama molestar a los demás, puedo notarlo. Tiene una risa algo escandalosa pero contagiosa, me dice que me ayudará con mi mal coreano y lo primero que me enseña es una lisura. La repito varias veces hasta que caigo en cuenta de lo que he dicho. Estallo en risas logrando que algunos profesores nos miren serios, quizás este no es lugar para reírme de manera tan estrepitosa. Creo que el día de hoy, he conocido a alguien que será un gran amigo mío. Es temprano así que camino junto a Heechul hasta mi aula, esperando que mi profesor sea el mismo que el de él: error.

-Tsk.- reniega leyendo el nombre de su profesor. Acomoda su cabello, podría jurar que es una chica mas su voz varonil lo delata. Ata un moño alto y lo sostiene con un lapicero. Qué femenino es, me sorprendo y ante mi mirada, me devuelve el gesto de forma intimidante. ¿Habrá notado que lo analizo? ¿Le enojará?
-¿Sucede algo?- Miró su carnet buscando cambiar el tema o me obligará a decirle que lo veo como chica pese a que sé que no lo es.- Ah, te toca en el 102…- se ve enojado, no creo que sea porque no nos toque en el mismo salón. A decir verdad creo que es por otra cosa, solo que no consigo entender el qué de su repentino enojo.
-Choi Siwon… es mi profesor.- dice con cierto desprecio para luego tomar su carnet de mis manos.- Un gusto.- sonríe.- nos veremos luego, mi clase empieza a las diez y la tuya está por empezar.- señala el reloj, cierto, faltan diez minutos para las nueve. ¿Por qué habrá llegado tan temprano? lo veo desaparecer en los pasillos para luego mirar mi salón, está vacío.

Entro lentamente, busco el mejor sitio, cerca a la pared, dejo mis cosas y luego camino hacia la gran ventana: mirar la nada, a veces, relaja. Al menos a mí, persona que se distrae con facilidad pero que muchas veces se ha fijado mucho en la existencia de otros seres humanos. ¿De qué hablo? Una larga y penosa historia a la cual no deseo volver nunca, no obstante siempre está presente, ese dolor agudo, en cada paso, en cada respiro, en cada palabra: a veces es más pacífico vivir en un mundo solo mío. Yo me enamoré, sí, lo hice, de quien menos lo pensé, de alguien a quien pensaba que no toleraba, incluso odiaba. Sí, yo la odiaba. Era compañera mí de secundaria, éramos jóvenes, inmaduros y tontos, demasiado tontos. Ella siempre me miraba mal de forma seria; yo nunca le preste demasiada atención, sino hasta el segundo semestre en la secundaria media, cuando cambiaron los asientos y me tocó sentarme a su lado. Traía el cabello corto, de un tono rojizo, casi marrón, sus ojos eran brillosos y oscuros, si fuera posible medicamente, diría que eran negros. Su piel un poco bronceada como si el sol hubiera tostado levemente una piel blanca. Sus manos y sus gestos, delicados. Era un sueño, un sueño que me miraba mal, pero que le sonreía a todos los demás chicos. Nunca comprenderé porque ella era así conmigo. Los primeros días intenté acercarme, pero me alejaba, terminé por cansarme de su inexplicable irritabilidad hacia mí y empecé a ignorarla, tal cual ella lo hacía conmigo. Entonces, sucedió, una tarde en la que ambos debíamos limpiar el salón: ella me besó. Fue repentino, rápido, fugaz y efímero. Llamó mi nombre, volteé distraído y jalando de mi corbata, juntó mis labios con los de ella. Una sonrisa tonta en ambos apareció al separarnos, un ‘gracias’ y un incomodo silencio fueron la expresión máxima de nuestra torpeza. Escucho como van llegando mis compañeros. Volteo a verlos y quedo sorprendido, todas son chicas, aparentemente, menores que yo. Es algo inusual, el reloj marca la hora de inicio y entra un chico, me siento aliviado, no seré el único chico en la clase. Momento, el niño ese se sienta en la carpeta del profesor: no es un alumno. Pero luce mucho menor que yo. Que avergonzado me siento, seré alumno de un niño.

-GOOD MORNING- grita alegre a lo que mis jóvenes compañeras gritan al unísono. ¿Qué es esto? ¿Una clase? Me mantengo serio, sintiéndome algo humillado ante la idea de ser el mayor de todos estos niños.- I’m Henry, please be happy.- Es un niño, con esa sonrisa graciosa y esas mejillas enormes. Su voz es de niño y sus gestos bastante caricaturescos. Uno a uno nos presentamos hasta que me toca a mí.
-I’m Hangeng, i’m 21 year old.- digo con dificultad a lo que él me mira asombrado.
-Woah, you look so Young. Like 15 years old- ríe al dejarme en claro que me ve como un infante. Me pongo serio y continuamos con la clase. Creo que será el ciclo más largo y tedioso de mi vida.

Como siempre, mi salón está lleno de niñas lindas, no me sorprende, pero hoy hay algo diferente, un chico con cara de niño. Dice ser mayor que yo, mucho mayor, pero no lo aparenta. Me agrada, su rostro tiene algo familiar, además ambos tenemos sangre china en nuestras venas, eso nos hace cercanos. Creo que el día de hoy he conocido a alguien muy peculiar. Lo observo mientras jugamos en la clase. El juego, es la mejor forma de aprender un idioma. Lo observo un poco más: tiene el cabello negro, algo largo, sobre sus hombros. Su ropa es simple, tiene un polo blanco de cuello ancho y una casaca negra sobre este; pantalones jeans y zapatos negros; es bastante simpático. Y mientras lo miro, noto que una chica de mi clase, lo mira atenta, con su celular en mano empieza a tomarle fotos. Por alguna extraña razón reacciono cual niño y le tiro una pelotita de plástico en la cabeza a aquella chiquilla. –Ok, please, tell us the answer.- le pido por el siguiente ejercicio, he sido algo violento, ni yo comprendo el por qué pero lo dejo pasar, no pienso detenerme a pensar en mis acciones.

El método de enseñanza de mi profesor de inglés es raro. Siempre me mira, siempre me habla, siempre me llama a la pizarra, asumo que es porque soy el único chico. Tiende a hacerme muchas bromas, a veces me dan risa, otras no. Es realmente molestoso, siento que disfruta haciéndome enojar. Hace muchos juegos en clase, como si estuviéramos en kínder o algo por el estilo y no puedo negarlo, es buen método, todos aprendemos de manera didáctica; pero no me gusta que siempre me vea como chivo expiatorio. Me enoja.

Tres punto dos: Niño.

-Te he dicho que ya debes ser más maduro.- reprochó su madre tirándole una cachetada al menor quien simplemente bajó el rostro resignado.- Una banda… vaya pérdida de tiempo.- renegó mientras caminaba a la cocina. Siempre era lo mismo con su madre era bastante estricta con el pequeño, le prohibía muchas cosas, demasiadas.

La ausencia de su padre hacía que su casa se vuelva insoportable con aquella madre tan controladora. El pequeño cachetón se dejó caer en sobre el sillón y cerró los ojos durante unos segundos: necesitaba un minuto sin responsabilidades. De repente, su silencio y paz fueron interrumpidos, el celular sonaba estrepitosamente. Habló durante unos segundos y luego colgó. Debía salir pero cómo decirle eso a su madre que estaba de muy mal humor. Marcó otro número, su tío era el único que podría ayudarlo. Desde chico, el único que siempre lo defendía de su madre era su tío. Cuando deseó comprarse un violín y aprender a tocarlo, quien pagó las lecciones y lo llevaba a escondidas era su tío. Quien pagó sus lecciones de baile contemporáneo fue su tío ya que su madre decía que era vulgar y de mal gusto. Siempre fue la única persona que lo dejaba ser él y no buscaba cambiarlo, lo apoyaba. Motivo por el cual le dio trabajo en su academia ya que a pesar de ser un estudiante de secundaria tenía buen inglés. Sucedió aquella noche en la que su madre se excedió y lo golpeó muy fuerte: ese día decidió que ni bien terminara el colegio, se iría de la casa. Ese era su plan pero para mantenerse necesitaba dinero y para ganar dinero debía trabajar. Al ser menor de edad nadie le daba trabajo, fue así como su tío lo empleó como profesor de inglés.

-¿Tío? ¿Puedes llamar a mamá y decirle que me necesitas en la academia?- susurró esperando que su tío acepte sin pedir más explicaciones.
-¿Es para salir con Min Ah?- preguntó curioso el hombre de voz amable.
-Cumplimos cien días, no puedo fallarle…- explicó con el rostro muy rojo.
-Comprendo, ve a cambiarte yo hablaré con la histérica de mi hermana.

Ella me gritó, mientras salía de casa: ella siempre es así cuando papá se va de viaje. Y como papá nunca está, ella siempre se desquita conmigo. Dice que lo ama mucho, que lo extraña y que por mi culpa el debe ir a Canadá a trabajar. A veces he deseado denunciarla por violencia familiar pero luego pienso que pese a todo, es mi madre. ¿Qué tipo de hijo haría eso? Además sus golpes no duelen tanto como sus palabras. Una vez dijo que si hubiera sido su decisión, yo nunca hubiese nacido, porque quería y quiere a mi padre sólo para ella. Cuando me golpea dice que es por m bien, porque soy mal hijo y porque debe ocuparse de mí cuando solo desea ir detrás de su amado esposo. Papá, ¿Amar es tan obsesivo? Yo tengo novia, pero nunca sería tan posesivo, celoso y obsesivo como mamá contigo. Quizás es que no amo a mi novia. Amar es una palabra grande, y m mundo aún es muy pequeño. Advirtió que cuando vuelva recibiré mi castigo. ¿Castigo por trabajar? A veces no la comprendo bien, es inexplicable su actitud, pero la quiero, la respeto y le temo. Sería problemático que vuelva a golpearme, explicar en el trabajo y colegio ese tipo de cosas siempre trae consecuencias. Lo mejor será volver temprano y cerrar con llave para que no pueda hacerme nada. Arreglo mis ropas, un poco mi cabello y sonrío, fuera de casa soy feliz. Trato de no estar mucho tiempo en casa, así no me siento mal. Yo siempre sonrío, menos en casa, ella odia mi sonrisa. No es que lo crea, es porque me lo ha dicho. Desde un vez que papá vino a visitarnos y dijo que mi sonrisa le gustaba mucho, que yo era un chico muy bonito. Cada vez que recuerdo sus palabras me siento aliviado y siento que soy capaz de todo. Yo sonrío por mi padre, porque él dijo que brillo cuando lo hago. Papá, pronto podré vivir solo, por mi cuenta y podrás volver a Corea, con mamá. Ella me amará, entonces, estoy seguro de eso.

Honey, así se llama mi violín, él es quizás mi única pasión. Papá me lo regaló para mi cumpleaños y mamá aún no descubre su origen, es mejor. Es un secreto entré papá y yo. Cada vez que tengo entre mis manos sus cuerdas y siento su superficie fría tocar mi mejilla, me siento aliviado, siento que papá está conmigo. Siento que puedo escapar, al menos un momento, de mi realidad. De pequeño mi único amigo siempre fue él, cuando mamá me pegaba y no podía llorar, estaba él. Siempre conmigo. Durante mucho he ido perfeccionando mi técnica y puedo decir que me siento medianamente satisfecho con mis logros hasta el día de hoy. Siempre ganaba los concursos de música en primaria, ahora en secundaria no es diferente. Guardo celosamente todos mis diplomas, cuando venga papá y ya no tenga que volver a Canadá, se los mostraré todos y seremos muy felices: nuestro secreto brillará como nunc antes en mi oscura vida. Honey, agarro fuertemente la llave de la gaveta donde lo guardo, nadie podrá encontrarlo ni las cartas de papá, ni los diplomas. Cuelga de mi pecho siempre, muchas personas creen que es un simple accesorio de mi ropa, pero es el camino hacia mi secreto más escondido. Hacia un Henry más verdadero. ¿Por qué digo que es secreto? Yo no puedo querer a mi padre abiertamente, mamá enloquecería y probablemente terminaría matándome a golpes, incluso ahora que soy más fuerte y puedo defenderme: yo nunca le respondería, porque a ella, también la amo. Llego finalmente donde mi novia, sonría y toma de mi mano, hoy comeremos helado y hablaremos de cosas tontas, como los adolescentes que somos. Porque hoy, con ella, quiero ser el niño de dieciséis años que soy.

-¿En qué piensas?- preguntó ella cuando me perdí en un recuerdo vago, en una persona ajena a mí. No respondí, simplemente le tomé de las manos y fijé mi mirada en ella. Pese a esto, seguí pensando en esa primera clase mía, en la extraña seriedad de ese alumno. Ya lo había visto antes, asumo que él no me vio. Minutos antes de que empiece nuestra clase, yo pasé por su lado, junto a un grupo de profesores y lo vi reírse ampliamente con otra persona. ¿Por qué en clases no es así de sociable conmigo? ¿Se sentirá intimidado con tantas chicas? Pero si las chicas son lindas, aunque debo admitir que me enojó que una le tome fotos a él, no sé por qué quizás porque me dio celos de no ser el único admirado en el salón, sí debe ser eso. No creo que sea porque sienta celos de lo que lo miren. Es decir yo tengo novia, y el es un chico mayor que yo. Además, yo ¿Por qué estoy pensando tanto en él?- ¿Henry?- llama mi novia, vuelvo a la realidad.
-Lo siento, estoy algo cansado…- explico, no es justo para ella, pero quizás es menos doloroso que le mienta.- Han… Ha… Min Ah…- me mira preocupada ante mi tartamudeo.- En coreano Hannie suena similar a Honey ¿Verdad? Que divertido.- estallo en risas, quizás ella no me entienda pero ríe conmigo, por eso me gusta, porque pase lo que pase no me juzga, pase lo que pase, ella me quiere tal cual soy.
-Tiene razón. Suenan similar. Pero ¿Qué es Hannie?
-Un alumno mío se llama Hangeng o Hankyung, es algo serio, creo que no le agrado por eso es que he estado pensativo, no quiero un ambiente tenso… lo siento, cumplimos cien días y hablo de trabajo…
-No, no. Descuida, saber que pasa por esa cabeza y ver que no eres puro cachete… es interesante- bromea a lo que los dos reímos como locos. Que bella es, la miro y le sonrío mientras analizo sus cabellos largos y negros, muy negros. Su flequillo que descuidadamente cae sobre su mejilla derecha y esa piel clara que se sonroja al notar mis ojos atentos a su existencia. Esos labios rojos que me llaman a darles su primer beso. Sí, cumplimos cien días y nunca nos hemos besado. Soy algo tímido, por así decirlo y ella también. Creo que aún no es momento. Acaricio su mano y ella tiembla.- Gracias por ser mi novio…- sonríe.
-Gracias a ti, Min Ah…

Tres punto tres: Examen.

Es pequeño, delicado y tiene esos hermosos ojos que tanto me cautivan. Su sonrisa es amplia y brillante; inocente y muy infantil. Cada vez que lo hace sus ojos se hacen pequeños y sus mejillas amplias se hacen aún más rosadas. Es una belleza caída del cielo, una belleza de dos años y medio. Camina torpemente, balanceándose de un lado a otro, haciéndome sentir nervioso con cada pasito que da: parece que fuera a caer pero no, sus pisaditas son fuertes y decididas. Es un pequeño con carácter y aunque está en edad de tocar todo, incluso lo que no debe luego de cada travesura me sonríe y dice “Appa, lo siento.” Entonces mi corazón de padre se llena de miel y cada centímetro de mi ser lo perdona. Pequeño Jong Min, gracias por existir, por darle sentido a mi vida. Con tus manitos pequeñas acaricias mi rostro y besas mis mejillas cuando lloro mi soledad. Cuando no sé qué hacer con nuestro futuro. Hoy he estado muy cansado, debido a que te tengo bajo mi cuidado no puedo darme el lujo de estudiar danza, es por eso que trabajo a medio tiempo con mamá en el restaurante y estudio inglés por las mañanas. Es por ti que daría mi vida entera, mi pasión por la danza y todo lo que sea necesario para brindarte un futuro mejor. Jong Minah, ¿Quieres mucho a papá? Espero que sí. Porque yo te amo con toda mi alma, beso tu frente y te cargo en mis brazos: es hora de dormir, tus ojitos se van apagando y empiezas a acomodarte entre mis brazos, te recuesto en nuestra cama y cubro tu cuerpito con la colcha celeste que tanto amas; apago las luces y me recuesto a tu lado para besar por última vez tu frente. Papá cuidará de tus sueños hasta mañana, cuando empecemos un nuevo día en este mundo de sólo tú y yo.

La mañana llegó atareada, más que de costumbre. Hangeng preparó el desayuno mientras esperaba que su madre despierte. El reloj marcó las nueve y su madre aún no despertaba, el chico de origen chino se preocupó, caminó a la habitación para ver por qué aún no despertaba y la encontró muy congestionada, al parecer su gripe estaba gravándose. Tomó a su pequeño en brazos y como pudo llevó a su mamá al hospital donde se encargarían de aliviar su malestar. Debido a que su madre amaneció enferma no podía hacerse cargo del pequeño durante su clase de inglés. ¿Faltar? Imposible, tenía programado un examen importante, su primer examen, no podía dejarlo pasar, de por sí le estaba costando mucho aprender aquel idioma. Luego de mirar detenidamente a su hijo no le quedó otra opción, debía ir con él a dar el examen. Tomó al bebé, junto con su mochila se colocó el maletín con lo que fuera a necesitar su pequeño y salió hacia su academia de inglés.

-Hi- gritó Henry al ver a Hangeng de espaldas, corrió a su encuentro y se detuvo en seco al notar que su alumno traía a alguien en sus brazos. Un bebé cachetón de ojos grandes y tiernos; su piel era pálida y sus cabellos negros.- who is it?- preguntó mirando al bebé, quién instintivamente estiró sus brazos hacia el recién llegado.- woah, hello Darling.- sonrió acercándose al pequeño para jugar con sus manitos estiradas- can i hold him?- Hangeng asintió en silencio mientras se lo daba.
-Mi… it my son… my son is…- trató de hablar en inglés pero terminó con una sonrisa incómoda.
-Your son? What the… Ok, coreano… ¿Es tu hijo?- chilló logrando que todos volteen a verlos.
-Sí, tiene dos años y medio, se llama Jong Min… bueno ese es su nombre coreano. En realidad se llama Han Tao.- sonrió nervioso al ver que Henry jugaba con el pequeño haciendo muecas graciosas.- Teacher… no tengo con quien dejarlo, mamá está enferma. ¿Puedo tenerlo en el salón mientras doy el examen? Solo por el día de hoy.
-Yo lo cuidaré mientras das el examen. Pequeño, presiento que nos llevaremos bien.- le sonrió al bebé mientras jugaba con su pequeña nariz.- HanTao, JongMin… son nombres algo serios. Te diré ‘Jongie’ así como tu appa es ‘Hannie’… yo soy Henli…- rió ante la mirada atónita de Hangeng quien no pudo decir más: sus compañeras estaban llegando.- Hannie… ¿No vas a entrar en el salón? Llamó desde dentro su pequeño profesor.
-¿’Hanie’?- cuestionó mientras entraba al salón. Alistó su lápiz y empezó el examen, el más difícil de su vida quizás: nunca pensó que una persona pudiera verse tan tierna como Henry con su hijo.

Continuará…

2 comentarios:

  1. hola primero que nada n.n

    tu fic esta bien mono!!!!!!!!!!!!!!!!
    adoro cuando chul patea autos XD es tan genial y... y ...y...
    Es OTAKU jajajajajaj eso es muy genial :3
    Su madrastra y su hermanita son unas brujas malvadas *las muerde*

    Pobre siwon se fue a la quiebra y tiene que trabajar pero *O* le va a gustar chul!!!!!

    porque kibum es tan serio???????????

    me da miedito =_= a pero donghae es tan lindo y babo jojojo LOL

    me mato Henry su mama esta enferma!!!!!!!! que adorable que es amo a ese niño lindo *O* pero pobecito vive mal y su tesoro es su violin =_= pobre cosita y hanie le gusto hanie >//<
    y el bebo lindo *O* kyaaaaaaaaaaaaaaaa.
    espero que puedas continuar pronto.
    Me parece genial la forma que tienes de narrar n.n yo no puedo en primera persona me enredo XD
    por favor continua pronto un saludo mucha suerte!!!!!!!!!!!!!!
    me fascino *O*

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  2. Hola. WOW! Muchas gracias por leerlo, sé que es largo y recien ayer lo colgue *_*!

    Soy feliz si te gusta. ya pronto volveré.

    besos

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Ella quiere saber

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