Fanfic Serial: Monster Cap. 11

Autor: Kainet
Titulo: Monster - The dance of the shadows-
Capitulo 11: Despair.
Fandom: Super Junior
Parejas: Sichul / varias
Clasificación: Angst

Advertencia: Si no te gusta el yaoi (Chico x Chico) es mejor que no leas este serial. No copies este fanfic, si deseas compartirlo en otro lugar, pide permiso al autor y coloca los créditos correspondientes.

--------------------------

Capitulo once: Despair.

Toma de mi mano, no temas, no te haré daño mi querido amante. Eres mío, solo a mi me perteneces. No permitiré que alguien te lastime, seré fuerte por los dos. Incluso si es mi mejor amigo, lo enfrentaré si intenta hacerte daño. Lo he decidido hoy en el que tú, mi Kyu, me has hecho tuyo. Tocando delicadamente las marcas que él dejó en mi adolorido cuerpo; besando mis heridas y enseñándome algo que nunca pensé: el verdadero y entregado amor. Me aferro a su joven cuerpo y me acurruco esperando un beso de sus labios. Cierro los ojos al sentir que clava su boca en mi frente y me promete que todo va a estar bien, que solo debo esperar. Y de nuevo, siento ese sentimiento en el que tanto me aterra. Kyu ¿Qué clase de venganza buscas? No me atrevo a preguntarlo, pero me desespero al pensar que es quizás en contra de Eunhyuk. Tomo de tu mano y beso tus largos dedos, esperando que de esta forma deje de sentir aquella venganza sangrienta que emanas en este precioso momento. Sonríe y de repente desaparece. Te sonrío y pido tus labios por última vez antes de levantarme a colocarme el uniforme rosa. –Debo volver a patrullar…- explico a lo que muerde mi labio inferior como si se tratase de un dulce y luego susurra palabras de amor sobre el beso. Nos despedimos no sin antes jurar volver a vernos, no sin antes de su promesa: volverá por mí y nadie podrá separarnos.

Aquella mañana la casa de Hangeng amaneció solitaria, Zhou caminó por los largos pasillos delineando las paredes con sus dedos cada frío centímetro de aquella construcción. Se veía muy pensativo, demasiado para quien lo observaba al final del corredor. Sus ojos escarlatas se llenaron de lágrimas cuando se detuvo en la mitad de su camino y cayó sobre sus rodillas. Rápidamente Ryeowook corrió a ayudar a su amante. Al preguntarle qué le sucedía, el más alto le robó un beso de los labios. -¿Te duele algo?- preguntó el más frágil a lo que Mimi sonrió melancólico. Negó fuertemente con la cabeza para luego reponerse y levantarse. Tomó de la mano al más bajo y lo alzó en brazos.- Usted, jovencito… debe descansar. Después de dos semanas puedes estar en pie. No quiero que vuelvas a tener esos dolores de cabeza…- explicó ante el tímido sonrojo del nuevo vampiro. Zhou mi hablando con Wookie sobre volver. Hangeng lo prohíbe, debe encontrar cura a sus dolores. Hangeng, quien los observaba al final del corredor los miró con envidia, pero luego ese humano sentimiento despareció para darle paso a una sonrisa incómoda. Sintió que su maestro tocaba de su hombro y volteó a verlo para saludarlo, no obstante, se sorprendió al encontrar a Henry al lado del anciano. El menor saludo con una venia a lo que el hombre viejo explicó que desde ese día empezaban el entrenamiento con las yerbas medicinales. Hangeng se mantuvo en silencio hasta que todos fueron interrumpidos por los gritos adoloridos de Wookie: una vez más el dolor se apoderaba de él. Zhou Mi corrió hasta la habitación donde lo recostó en la cama y Hangeng se acercaba para tratar de nuevo con unos rezos que había encontrado en un libro antiguo de su padre. Como era de esperarse, fracasó a lo que Henry se acercó con miedo al vampiro y sacó de su mochila una yerba de color escarlata, lo colocó sobre la frente de este y le pidió a Hangeng que rece de nuevo. Tras unos minutos, empezaron los rezos y Wookie se quedó dormido. –Según el libro cinco de la dinastía Wu, si no se pueden curar dolores, se mezcla el aroma de esta yerba, la yerba chen, con los rezos chinos de la dinastía Lei, de esta manera se convierten en un potente somnífero, no lo va a curar pero aliviará su dolor.- explicó Henry a lo que todos lo miraron perplejo.

La dinastía de los Choi surgió en tiempos sin tiempos, cuando el mundo humano empezaba a desarrollarse en industrias, no obstante surgió de una sanguinaria pelea entre dos de los vampiros Élite más temidos: los Choi y los Lei. La elegancia del líder de aquel clan y su sed de venganza al ver a su primer hijo muerte lo llevaron a la victoria sobre los soberbios y sabios Lei. Y todo empezó en un pequeño pueblo de Europa, donde un joven descendiente se perdió en el romance más prohibido de su era. El primer hijo de los Choi, el descendiente que enorgullecía a aquella familia, que en aquel entonces era parte de la corte de los Lei, se enamoró perdidamente de la hija segunda de los Lei. La futura esposa del descendiente de este clan, su hermana menor. Los Lei, al ser provenientes de la legendaria China, tenía ideas bastante peculiares sobre el incesto, fueron quizás, los que impusieron en la era de los Choi, el matrimonio entre hermanos. Quizás los antecesores del arreglo en el matrimonio de Sungmin y la hermana de Eunhyuk. Pero a diferencia de los Choi, eran soberbios y creían que los seres humanos solo eran alimento. Realizaban enormes masacres en las fiestas que se daban a lo largo de toda Europa y Asia. Algo que el Líder Choi no toleraba ya que lo encontraba bajo y repugnante. ¿Qué diferenciaba a los vampiros de un animal sucio, entonces? Frente a la insolencia de aquel amor prohibido, el líder y padre de la joven asesinó al primogénito de los Choi, al hermano mayor y desconocido de Siwon. Y en sed de venganza, el líder Choi asesinó a la pareja Lei y a sus dos hijos mayores, olvidando por completo, en esa masacre, al hijo menor: Kyuhyun Lei.

-Hangeng…- susurró Zhou Mi a lo que el mayor se detuvo para voltear a ver en la oscuridad, aquellos ojos escarlatas brillaron cual ojos de gato y dejó que la luz de la luna los alumbre- ¿Podemos hablar?- cuestionó a lo que el otro asintió en silencio.- vamos a la biblioteca de tu padre, por favor…- en silencio ambos se encaminaron hacia aquel lugar y una vez las puertas cerradas, el más alto se recostó sobre el gran librero. – ¿Puedes responder algunas preguntas?

-Sí, pero si es sobre la condición de Ryeowook, me temo que aún no sé cuándo lograremos aliviar ese dolor.- Zhou negó con la cabeza a lo que una sonrisa apareció en los labios serios del mismo. Wookie era uno de sus motivos para sonreír y le preocupaba mucho, pero no era sobre lo que deseaba hablar. -¿De qué se trata?- insistió Hangeng.

-¿Qué sabes de Zhei Mi?- cuestionó repentinamente a lo que los ojos del otro se llenaron de confusión y dolor.- Tu madre adoptiva…

-No recuerdo mucho de ella, viví con ella durante un mes, era muy bella…- comentó a lo que cayó en cuenta de que el otro preguntaba sobre algo que casi nadie sabía.- La segunda esposa de mi padre era amable conmigo pero sufrió mucho, es por eso que escapó.- agregó a lo que el más alto se acercó con una sonrisa amable.

-Ella huyó por otro motivo…- comentó mientras acariciaba el cabello del mayor.- Ella huyó por mí, hermano mío…- confesó finalmente a lo que los ojos de Hangeng se abrieron de par en par. ¿Había escuchado bien? ¿Hermano?

No, mi pequeño, no llores, no llores en silencio. Estamos pecando pero nada podemos hacer para remediarlo: tú y yo nos amamos. ¿Enamorarse de un humano es tan malo? Te abrazo en este segundo encuentro en mi habitación. Tus ojos lucen triste cuando te digo que muchos vampiros tienen amantes humanos, está prohibido pero no condenado. Con el tiempo, si digo que deseas convertirte, los de mi clan te aceptan. Beso tu frente y te prometo lo que me prometiste aquella vez en el jardín: todo va a estar bien. Lloras en silencio y te aferras a mi cintura, luego te alejas con desesperación tomas de tu cabeza y tus ojos lucen fieros, se vuelve, repentinamente de color granate. Me asusto y retrocedo. Tratas de acercarte pero me asusto. ¿Qué eres Kyu? Ahora que lo pienso, nunca sintieron tu olor humano. Acaso, tú ¿No eres humano? Quiero preguntar pero no me atrevo. Retrocedo hasta quedar atrapado en tus ojos fieros, llenos de venganza y la pared. Tomas de mi mano y haces que acaricia tu mejilla, precisamente en el mismo momento en el que la luna nos ilumina y puedo ver brillar tus colmillos. Tú, eres de los míos. No comprendo. ¿Por qué lo has ocultado pequeño? Quiero preguntar pero estas a punto de decirlo, es mejor escuchar lo que tengas que decir. Mas tu silencio se prolonga y pareces no atreverte a decir algo. Me asusto, me desespero. ¿Qué tan terrible puede ser? A los minutos siento golpes salvajes en mi puerta. Volteas enojado y caminas como sabiendo quién es. Te detengo y te pido que te marches. Incluso cuando él, mi hermano, me ha lastimado mucho, no deseo su muerte y puedo sentir tanto odio en ambos que dudo que sea un encuentro pacifico. – Por favor…- susurro besando tus labios, tus ojos vuelven a su color y sales de mi habitación por la ventana. Respiro profundo y abro la puerta, es Eunhyuk.

-¿Dónde está ese maldito?- gritó Eunhyuk empujando a Sungmin quien cayó en el suelo frente a su fuerza salvaje.- He hecho una pregunta, Sungmin…- amenazó mientras tomaba del cuello al chico de uniforme rosa.- apestas a él… maldito traidor. Tu alma no tendrá perdón, ni siquiera luego de que tu cuerpo de desmaterialice en mis manos.- frente al silencio del atacado, comenzó a lastimar su cuerpo con caricias indecorosas. Le arrancó el uniforme y bajó sus manos por aquellos lugares tan íntimos en su cuerpo. Una vez más se apoderaba de su cuerpo para vengar su corazón roto. Mordió sus labios de forma rabiosa al no recibir palabra alguna de Sungmin. Mordió tan fuerte y brutalmente que hizo sangrar aquellos labios rosas con sabor a fresa. Un grito adolorido apareció en la garanta de este, y en sus ojos la lágrimas más tristes se hicieron presentes.

-Así me violes por el resto de la eternidad… nunca dejaré de amarlo.- reprochó Sungmin cuando sintió que Eunhyuk introducía su miembro en su interior, rasgando todo a su paso. Lloró frente a la salvaje embestida pero el otro se detuvo ante sus palabras y lo cacheteó con mucha fuerza, dejando un tono rojizo en su blanca piel.

-Lo peor de todo es que ya sabes que él no es lo que crees…- bufó a lo que salió de su interior y lo dejó tirado en el piso.- me das asco…- finalizó para luego salir azotando la puerta, un fría lágrima acompañó el adolorido cuerpo de Sungmin.

Tras la muerte de su madre, el clan de los Choi seleccionó a una hermosa humana de origen chino, a quien pronto convertirían en vampiro. Ella lo ansiaba y ni bien conoció a su futuro esposo se enamoró perdidamente de él. Sus ojos melancólicos, rasgados de forma fina y su piel blanca eran solo un elemento más en toda esa belleza sobrenatural que lo envolvía. Era un misterio adictivo, el que emanaba aquel hombre viudo. Si sus ojos hubieran visto, años después, a su primer hijo, podría jurar que eran dos gotas de la misma agua, la única diferencia era que los ojos del viudo era demasiado tristes y melancólicos, como si las razones para vivir se le hubieran acabado. No obstante, ni eso detuvo a la hermosa Zhei Mi de querer casarse con él. La boda se llevó a cabo y a los días se mudó a aquella casa, donde la oscuridad y la depresión reinaban. Conoció a su hijastro, no obstante solo compartieron un mes juntos. Cuidó de él como si fuera su verdadero hijo, lo mimó y secó sus lágrimas en las noches en las que lloraba la muerte de su madre. Tras la partida del pequeño, el hombre con el que se había casado, se negó a convertirla. No deseaba para nadie más aquella letanía absurda. Paciente, la joven esperó, pero solo consiguió un encuentro íntimo con ese hombre que le había robado el corazón, producto del cual, quedó embarazada. Días después de descubrir a su bebé, huyó. Amaba mucho a aquel hombre, no obstante ya no podía soportar la depresión que existía en esa casa. Y no quería que su bebé crezca en aquel sentimiento. Sabiéndose humana y con un bebé hibrido en su vientre, huyó a su pueblo natal donde dio a luz y crió a su pequeño Zhou Mi. Lo crió para ser uno de los sirvientes de la familia Choi, tal y cual pensaba que debía ser.

Le he preguntado a mi mejor amigo, sus ojos fueron tristes por unos momentos y luego golpeo mi rostro con una de sus manos. Golpeó mi corazón con sus palabras siguientes. Creí que me apoyaría a pesar de no comprenderlo, sin embargo se ha convertido en el principal enemigo de nosotros dos. Ahora que te veo sorprendido al verme en tu habitación, herido, ensangrentado. Tus ojos se vuelven fieros y me dices que lo matarás por hacerme esto, te detengo del brazo e imploro una caricia. Me aferras a tu cuerpo y besas sobre mis heridas, no duele el cuerpo, duele el alma.

-Dime, pequeño… dime lo que me ibas a decir…- te pido a lo que muerdes tus labios al no poder besarme en la boca: una gran herida se deposita en ella, herida provocada por los colmillos de Eunhyuk.

-Yo soy un vampiro…- dice a lo que me sorprendo y le sonrío. Es de los míos, no estamos condenados entonces. Podemos amarnos, lo único que nos condena es mi hermano. El señor Choi nos dará su consentimiento. Le sonrío y cierro los ojos con alivio.- Pero no pertenezco a los Choi.- agrega a lo que mis ojos se llenan de lágrimas.- Soy un Lei…- agrega.

-Enemigos… somos de clanes enemigos.- susurró con los ojos llenos de lágrimas.

-Pero te amo, si tan solo tú…- se ve con miedo.

-Yo iré contigo… No, mi pequeño, no temas, yo te voy a proteger. Incluso si debo revelarme contra mi señor Choi, por ti, lo haré…

Continuará…

Kainet: Aclaración es que Este fanfic estará dividido en tres partes la primera titulada "Monster: the dance of the Shadows" la cual llega a su final hoy en la publicación del capitulo 11 (15.01.11) La segunda titulada "Monster: the leyend."y la tercera aún sin revelar el titulo (?) Espero que les guste.