Fanfic Serial: My english teacher - Cap 8

Autor: Kainet
Titulo: My english teacher
Capitulo: Capitulo 8: Diez
Fandom: Super Junior
Parejas: Sichul / Kihae / Hanry
Clasificación: Angst / AU

Advertencia: Si no te gusta el yaoi (Chico x Chico) es mejor que no leas este serial. No copies este fanfic, si deseas compartirlo en otro lugar, pide permiso al autor y coloca los créditos correspondientes.

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DIEZ

Diez punto uno: Entierro.

Debo haberlo ofendido, se molestó demasiado, de seguro notó que mis caricias sobrepasaron el límite de nuestra amistad. Es que soy un tonto, solo íbamos a practicar y yo terminé acariciándolo indebidamente. Pese a que es mi profesor, es un adolescente y puedo comprender, en cierta medida, sus cambios de ánimo. Con la madre que tiene quien no sería así de rebelde. Me bastó verla dos veces para comprender porque alguien tan tierno y pequeño por momentos perdía el rumbo de su vida. Me detuve en buen momento, de lo contrario hubiera terminado acostándome con Henry, quizás en contra de su voluntad. Pero como lo desee. Yo nunca fui un adolescente así, quizás porque desde esa edad tuve personas regulándome y diciéndome que hacer. Quizás porque tenía una novia y un compromiso que casi parecía matrimonio. Cada vez que veo a Henry con su novia siento celos, pero más que eso, siento miedo, de que quizás ella pueda hacerle lo que la madre de mi hijo me hizo. No quiero que nadie destruya su inocente corazón. No quiero que quede atado de por vida a una responsabilidad que en sí es la experiencia más hermosa, pero a la vez la más frustrante. Pude haber sido un gran bailarín de ballet chino, un gran deportista o incluso cualquier cosa menos el cocinero de un restaurante de comida china. No me quejo de mi presente, ni de mi hijo, solo me pregunto cómo serían las cosas si no hubiera sido novio de ella. Quiero llamarlo, ya van dos días con profesores suplentes, debe estar muy enojado. Tomo a mi bebé en brazos, es hora de mi clase, pero primero debo dejarlo en la guardería y cerrar el negocio. Desde que mamá volvió a China, las cosas y horarios se han complicado un poco. –Ni hao, Hangeng.- saluda alguien a quien no esperaba ver, me quedo estático analizando bien su rostro, quizás sea un error de mis ojos, ella no puede estar aquí.

Abrazó sus rodillas con miedo para luego empezar a mecerse de forma insana, como intentando calmarse. Como buscando alguna solución en el silencio de aquella casa. Llevaba las mismas ropas desde hace dos días. La misma camisa colegial desacomodada por las manos de Hangeng. Los mismos cabellos despeinados de aquel apasionado beso. Los ojos llorosos, producto de sus tantos llantos silenciosos y solitarios. El timbre sonó durante horas, pero sus oídos no escuchaban o simplemente no querían escuchar. Tras la noche entrada sintió que forcejeaban la puerta y a los minutos la luz de la calle iluminó la oscura sala de estar donde se encontraba el menor: era su tío. Preocupado por sus inasistencias tanto en la academia como en el colegio, decidió ir en busca del pequeño. Cuando lo vio corrió a abrazarlo, su cuerpo temblaba de frío. –La maté.- lloró el menor a lo que el hombre viejo se aferró fuertemente al delicado cuerpo de Henry. –No ha sido tu culpa. Min Nah sonaba muy alarmada en el teléfono. Esta dispuesta a ayudarnos.- explicó el mayor para luego hacer la pregunta más difícil.- ¿Dónde está el cuerpo?- Henry lloró con intensidad ante aquella interrogante. Y tras unos minutos en crisis se recuperó y secó sus lágrimas. – ¿Iré a la cárcel? – El mayor negó con desesperación.- Tú eres un caso de maltrato infantil, fue en defensa propia, solo tienes que decirles la verdad a los policías. Además…- agregó el mayor jalando los brazos del menor.- una de las causas por las que usas polos de manga larga siempre es por las marcas que ella te dejo al golpearte. Mi niño, cómo debes haber sufrido.- dicho esto besó su frente y le prometió que todo iba a estar bien, dejando que finalmente, sus oídos escuchen aquello que tanto deseo escuchar.- Nadie me ama…- susurró en inglés mientras recogía sus cosas y caminaba hacia su tío para enseñarle dónde había escondido a su madre.- Todo va a estar bien, lo prometo…- volvió a repetir para luego entrar en aquella habitación donde descansaba, sobre la cama, el cuerpo inerte de aquella mujer.

A la mañana siguiente volvió a darnos clase. Pero lucía bastante cansado y sus ojos estaban algo rojos. No supe si acercarme o no, además mis compañeras lo rodearon para preguntarle sobre su salud y pedirle disculpas por el retraso del otro día. Les sonrió tiernamente y les pidió que no lo vuelvan a hacer a lo que las chicas respondieron afirmativamente. La clase duró lo que tenía que durar pero tuvo una sensación de vacío demasiado hiriente. Al menos para mí. No hubo bromas ni nada por el estilo y ya para cuando todos recogíamos nuestras cosas, incluido él. Decidí acercarme. Desde mi carpeta pronuncié su nombre como haciéndole entender que debía esperarme unos minutos para hablar. Sus ojos se llenaron de sorpresa para luego dedicarme una sonrisa pequeña. Terminé de guardar mis cosas para luego acercarme hasta su carpeta, estábamos solos.- Discúlpame.- hice una venia a lo que él se quedó en silencio.- He sido muy tonto, tu buscabas ayuda y yo… lo lamento.- volví a hacer otra venia. –No, no ha sido tu culpa… desearía poder contarte todo lo que me está sucediendo pero...- y repentinamente enmudeció. Lo miré confundido a lo que él retrocedió un poco. No sé qué pasó luego solo sé que dos oficiales de policía entraron en el salón y lo acusaron de asesinato. Lo esposaron y se lo llevaron, traté de seguirlos, pero en la puerta su novia me detuvo y me pidió hablar. Ella me explicaría todo, al menos eso prometió.

-Te escucho.- sonrió incómodo Hangeng mientras tomaba una taza de té frente a aquella colegial.- ¿No deberíamos estar intentando ayudar a Henry?- cuestionó incrédulo el mayor al no recibir ninguna palabra de la menor.

-Su tío se está encargando de limpiar el nombre de Henry, es posible que no lo sepas y no me corresponde decirte toda la historia de él. Solo puedo decirte que su madre murió y lo están acusando de asesinato. Pero él no hizo nada malo ¿Entendido?- la menor estaba aturdida y su comportamiento violento hacia el chino lo demostraba.- Él jamás dañaría a alguien. ¿Comprendes?

-Por supuesto, es decir nunca dude de su inocencia.- respondió algo ofendido.- Pero es tu novio deberías ir y apoyarlo en un momento así, no venir a tomar una taza de té verde conmigo.

-¿Mi novio? Henry terminó conmigo hace bastante tiempo, por si no lo sabías. Somos grandes amigos ahora… me dijo que eras distraído pero creo que ya eres tonto si no ves las cosas de forma clara.

-¿A qué te refieres? ¿Terminaron? Pero si él y yo… es decir, él quería complacerte aprendiendo a besar… no comprendo. Yo… realmente no comprendo nada, ahora.

-No me sorprende.- se cruzó de brazos para luego mirar mal al mayor.- Tú le gustas ¿Acaso no te das cuenta? Claro, eres un tonto que no le corresponde y su única manera de tenerte cerca es siendo tu amigo. – Hangeng abrió la boca pero ninguna palabra salió, estaba demasiado sorprendido de saber aquello. Él pensaba que no era correspondido y todo ese tiempo, todos esos besos e incluso ese momento tan íntimo que trunco por inseguridad habían sido con consentimiento.

-Lo lamento.- atinó a decir para luego levantarse de su asiento- Necesito hablar con él pero…- miró su reloj asustado.- Mi bebé me espera en la guardería.- la menor lo miró sorprendida, eso no sabía. No sabía que el mayor tenía un hijo. Era demasiado joven como para tener un hijo.- Lo tuve con mi enamorada de secundaria, ya no seguimos juntos.- explicó.- soy padre soltero.- agregó antes de hacer una venia y despedirse.- Por cierto, Mi Nah… gracias.- le sonrió para luego salir en busca de su hijo. Caminó apresurado unas cuadras pero no encontró a su bebé. Se alarmó mucho pero luego le explicaron que su esposa había venido por él.- maldita sea…- renegó para encaminarse a su casa.

Esa mujer estaba de vuelta en sus vidas y a su pequeño parecía no agradarle, de seguro estaba llorando. Una vez en el restaurante la encontró fumando mientras el bebé lloraba desesperado en su cuna. Se apresuró a tomarlo en brazos y calmarlo para luego retarla por ser tan descuidada. –No se me va eso de ser madre.- comentó ella mientras apagaba su cigarro.- Pero no tengo dónde más ir.- explicó intentando robarle un beso al más alto, quien se negó rotundamente.- Tsk… es imposible que hayas dejado de amarme.- rió cínica ante la negativa del otro.- ¿Hay otra?- Hangeng negó con la cabeza, estaba demasiado enojado como para hablar. –Me quedaré unos meses hasta que consiga dinero. Dormiré aquí, después de todo, somos marido y mujer y tenemos un hijo. Así no me quieras, es tu obligación… - Hangeng recostó al bebé en su cuna y tomó fuertemente de la mano a la chica hasta la habitación de su madre. – dormirás aquí, tú y yo ya no somos nada, gana dinero rápido y lárgate no quiero que mi hijo tenga recuerdos confusos de su madre muerta. No digas más, tú elegiste morir a ser una familia, ahora no vengas a forzarte a ser algo que no eres. ¿Entendido?- gritó en chino a lo que su compatriota asintió en silencio. Tras esto salió de la habitación y se fue a hacer de cenar. Realmente deseaba ir en busca de Henry y ayudarlo pero no podía dejar a si bebé con esa mujer. Ya cuando ella se vaya, finalmente iría donde el menor a robarle el beso más largo de su vida y le propondría que sean pareja. De momento, no podía.

Diez punto dos: leyenda.

Llegué a paso rápido a su casa, su hermana me abrió la puerta y, por primera vez en mi vida, no fui educado, pasé de largo, enojado, traicionado. Subí las escaleras cual caballo en picada y toqué fuertemente la puerta de su habitación. Es algo tarde para visitas pero esto no puede esperar un día más. Ahora mismo desde explicarme por qué no guardo el secreto que tanto me costó confesarle. ¿Acaso hyung no es mi amigo? Yo lo quiero tanto y él, prefiere decir indiscreciones mías. A los minutos sale rascando su cabeza de forma desganada, tenía pijamas rosadas y el cabello despeinado, sus ojos soñolientos se abrieron de par en par al verme en la puerta de su habitación. Me invitó a pasar y entré en silencio. - ¿Sucede algo?- se puso caprichoso como jugando siempre a que sea yo quien se disculpaba. –Hace días hiciste un escándalo porque te juzgué y hoy he descubierto que eres un hipócrita…- dije enojado a lo que él volteó a mirarme sorprendido.- Acabo de pasar un momento muy incómodo con Kenny, todo este tiempo has jugado a verme de tonto ¿Verdad?- enmudece y trata de acercarse al verme que he empezado a levantar la voz.- ¿Todo este tiempo se han burlado de mis sentimientos?- grité indignado.- Pensé que eras mi amigo sin embargo le constaste todo a Kenny.- bajé la voz, sintiéndome demasiado decepcionado. Quería llorar pero me contuve.- Siwon, yo no… jamás le dije nada a Kenny… por favor créeme.- se acercó y buscó abrazarme pero estaba demasiado enojado.- No seas hipócrita, cómo no lo pensé antes tú y Kenny se cuentan todo, debe haber sido divertido burlarse de mí.- orgulloso y ofendido se apresuró a tirarme una cachetada.- Si me crees o no, es tú problema.- chilló histérico. –Bien, no te creo.- me violenté tomando de su mano fuertemente. Sintiendo que era incapaz de siquiera lastimar su piel.- Bien, entonces lárgate de mi casa.- se soltó enojado para luego empujarme. –Bien, me voy. ¿Amistad? ¿Hyung? Nunca más Kim Heechul…- le dije antes de salir de su cuarto, azotando la puerta a mi paso, escuchando sus gritos histéricos a mis espaldas. Hoy me arrepiento de haber hecho que su familia pase por algo tan incómodo pero no de haberle dicho las cosas como son en la cara. Sigo enojado con él y dudo que pueda perdonarlo por su indiscreción.

Aquella noche, la luna fue llena y brillante, el viento sopló frío como si se tratase de un conjuro silencioso; cuentan las leyendas de los abuelos de sus abuelos, en tiempos sin tiempo, que cuando dos almas gemelas se encuentran en una pelea y los sentimientos se confunden: surge un encanto. Uno que solo los dos amantes experimentan, uno que busca volver los sentimientos a su lugar. Dicen otros mitos sobre las almas gemelas que cuando finalmente, dos almas gemelas se encuentran es porque finalmente han logrado aprender a vivir solas. Cuando están preparadas para conocer a su otra mitad, sin necesidad de depender incondicionalmente. Sea si son un hombre y una mujer, mujer y mujer u hombre y hombre, simplemente se complementan y hacen uno. Uno tiene lo que el otro carece. Aquella noche, la luna cómplice de esta leyenda hizo realidad el conjuro y lo que era dejó de ser. El cambio surgió, un alma en el cuerpo del otro y viceversa. Mientras ambos dormían, el cambio de cuerpos se dio mediante un sueño en el que ambos estaban. Confuso y partido, el sueño los hizo ver una parte de la magia de la noche.

-Ahhhhhhhhhhhhhhh- gritó a la mañana siguiente, histérico, asustado. No obstante, esa voz masculina ya no era su voz.- Que diablos…- examinó su cuerpo tras darse cuenta de que su familia tocaba su puerta alarmada. Se tapó la boca en señal de silencio y tosió un poco para luego fingir una voz.- Me golpeé…- se excusó para luego volver a examinar su cuerpo. Heechul estaba mirando anonadado el espejo, su mente era la misma de siempre pero estaba dentro del cuerpo de otro y ese otro era Siwon, Choi Siwon.- ¿Aló? ¿Siwon? ¿Ya te miraste al espejo? No me importa si sigues enojado, maldita sea mira el espejo ahora. No grites en mi oreja, idiota. Sal y ven a mi casa ¿Por qué estoy tan tranquilo? Ya grité media hora, eso no soluciona nada… tú tienes mi hermoso cuerpo y no pienso dejarte a solas con él… ven ya.- chilló antes de cortar la comunicación.

Miro atentamente mi cuerpo reflejado en el espejo de su habitación, este no es mi cuerpo, no lo es. No obstante es el cuerpo de la persona que me gusta. Nadie sabe sobre lo que pasó aquella noche, después de la pelea con Siwon, solo él y yo experimentamos este cambio. Él entró en mi cuerpo y yo en el suyo. Y por más loco que suene, está sucediendo. No tengo idea de cómo cambiarme o cómo actuar. Ni siquiera sé cómo salir de mi habitación ahora que mi cuerpo no es mi cuerpo. El pasa por lo mismo, según me dijo desde el teléfono, está atrapado en su habitación, esperando que su familia se vaya de la casa para poder venir a buscarme. Me pregunto si se habrá bañado, es decir no es su cuerpo. Yo sigo mirándome en el espejo, Siwon tiene un cuerpo formidable, muy bien formado, mi pijama rosa que generalmente le queda holgada a mi cuerpo, se ciñe de forma sexy a su cuerpo. Levanto lentamente la camisa de dormir y me sorprendo mucho de notar unos hermosos chocolates bien formados. Si fuese un anime mi nariz sangraría sin razón. Toco lentamente el cuerpo que ahora habito. Qué bien se siente su piel. – Es mi cuerpo ahora, debo bañarme… no es que sea pervertido.- le digo a mi gato que me mira desde el rincón de la habitación. Es probable que no me reconozca. –No soy un pervertido.- vuelvo a decir para luego quitarme la ropa y meterme a la ducha. Trato de no mirarme, después de todo son las partes de Siwon, no las mías. –Ah!- gritó histérico y corro fuera de la ducha para llamar a Siwon.- No se te ocurra bañarte, no pienso dejar que veas mi virginal cuerpo, ¿Entendido?- grito histérico. -¿Qué? No pensaba bañarme. ¿Te has bañado? Es decir tú tienes mi cuerpo y yo el tuyo…- dice a lo que me miro, muy tarde yo ya me bañé. Observo el cuerpo húmedo y bien formado de Siwon. – Ah… si.- cuelgo y corro a secarme. No obstante mis manos no pueden evitar querer sentir su piel a lo que de rato en rato acaricio mi parte favorita en su cuerpo: sus abdominales. Me coloco la ropa más grande que tengo, no obstante me queda ajustada. Siwon tiene un cuerpo hermoso. A los minutos llega a mi casa y sin que nadie lo note lo hago entrar en mi habitación. Mi hijo lo ve y corre a buscar caricias, supongo que se confunde con la imagen de Siwon en mi cuerpo. Me ha peinado demasiado y traigo una camisa larga y pantalones de vestir. Me veo ridículo. Me apresuro y empiezo a desvestirlo Siwon se alarma.- Cálmate, solo quiero que mi cuerpo se vea bien. Ni que te fuera a violar ahora que soy alto y fuerte.- explico y bromeo a lo que él ríe nervioso. Le coloco mis jeans favoritos y un polo de Dragon Ball que adoro. Tomo la ropa que traía puesta y me la coloco. Ahora si estamos vestidos de forma adecuada, él sigue enojado conmigo. -¿Todavía no me crees?- reniego a lo que me acerco para buscar abrazarlo, ahora que soy alto y fuerte me es más fácil dominar. Me mira enojado. –Me causa gracia, ahora que me veo desde tus ojos… puedo ver que soy muy guapo. Me dan ganas de besarme. ¿Será que eso mismo experimentas tu, Siwonie?- bromeo a lo que me mira enojado. Me río escandalosamente, lo mejor será reportar que estamos enfermos, solo así me libraré de dictar clases de Inglés. Solo así ambos evitaremos hacer el ridículo. No obstante ¿Hasta cuándo?- ¿Por qué crees que haya pasado esto? ¿Cuánto crees que dure? Nuestras vidas deben volver a la normalidad.- reniega. Mi celular empieza a sonar, es Kenny, le pido que conteste ya que él tiene mi voz ahora, se ve asustado y luego cuelga.- Hyung ¿Estas saliendo con un chico?- pregunta incrédulo a lo que asiento en silencio. Cierto, Jay y yo nos hicimos novios pese a que no llegamos a acostarnos. – Sí, se llama Jay Kim.- explico a lo que sus ojos se hacen más grandes.- Descuida dudo que te fuerce a besarlo o algo, él me respeta mucho.- y entonces entré en pánico, si Siwon hablaba con Kenny mientras estaba dentro de mi cuerpo, era probable que mi querido amigo le suelte el secreto de que yo lo quiero más que como amigo.- No hables mucho con Kenny ¿Entendido?- Me mira confundido.- ¿Crees que crea que cambiamos de cuerpos? Nos creerá locos, además ya bastante tiene con lo de Kibum.- explico.- Este es el plan. Tú ve donde Jay y Kenny, trata de no hablar mucho y yo me reportaré enfermo mientras investigo cómo solucionar esto, si puedes ve a la biblioteca y busca libros antiguos de cambio de cuerpo…- ordeno a lo que se cruza de brazos y me mira analítico.- Llama a mis padres y diles que te quedarás a dormir en casa de un amigo. Así ellos no se preocuparán.- dice para luego salir de mi habitación. Sigue enojado. ¿Por qué demonios no me cree?

Su cuerpo se siente liviano, es delgado y muy fino, vestido como estoy vestido; peinado como estoy peinado, me siento extraño, pero no mal. A los minutos de caminar me duele la pierna, no he recorrido ni diez cuadras y siento un dolor intenso en mi rodilla. No comprendo por qué, pero asumo que Heechul no es tan deportista como yo. Me detengo a descansar unos minutos y a lo lejos diviso a Kenny. Sigo enojado pero debo actuar como si nada sucediera. Se acerca, broméa y ríe de todo, como si no hubiese sucedido lo que sucedió.

-¿Sabes?- comenta mientras tomamos una bebida.- Estás algo diferente y yo también… Kibum finalmente ha formalizado conmigo, pero eso surgió luego de algo muy malo. Hee me vas a querer matar…- susurra apenado a lo que lo miro en silencio.- Yo me embriagué y le grité feo a Siwon.- mis ojos se abren de par en par a lo que sigue.- Yo le dije que sé que le gusto… tú nunca me lo dijiste, pero osea uno se da cuenta. Tú también debes saberlo si es que el tonto no te lo ha dicho pero sabes…

-Momento… ¿Yo no te dije que le gustas a Siwon?- cuestiono incrédulo a lo que sonríe incómodo.

-Tonto ¿Cómo me lo ibas a decir? Estás raro hoy… pero sabes yo creo que a Siwon ahora le gusta otra persona, no sé por qué lo sospecho.

-¿Otra persona? ¿Quién?- pregunto frente a su sonrisa pícara, me intriga saber esto. Aunque de por sí empiezo a sentirme mal por haber tratado tan mal a Heechul. Por no haberle creído. Él decía la verdad y yo, de nuevo, cegado, le he hecho daño. Y ahora que estoy en su cuerpo puedo ver cuál es la verdad.

-Ay… no te hagas, tú pues… ¿Viste cómo se puso con Jungmo? Es decir, además casi se muere cuando le dije que estabas… tu sabes con Jay Kim- ríe travieso a lo que lo miro serio. No me da risa, ese día me preocupé demasiado por hyung.- Obvio, tonto tú que no te acostaste con él… aish si Jay está como quiere… ¿No te gusta nadita? Algo debe gustarte donde andas de novio con él ¿No? O es algún plan malévolo…

-¿Qué? No te entiendo nada… tengo clase… hablamos otro día Kenny.- digo irritado ante sus estúpidas sospechas. ¿Gustarme Heechul? Es mi hyung y lo quiero mucho pero no de esa manera. Me levanto de mi asiento y me despido y sigo mi camino al salón 102, hoy seré un alumno así que debo comportarme como tal. Pero ni bien estoy por entrar alguien jala de mi brazo y me acorrala en una esquina.- ¿Qu-qué dmeonios?- chillo al ver que un chico empieza a acercarse a mí para besarme.- aléjate…- chillo para luego empujarlo. Me mira incrédulo y luego se arregla el cabello.- ¿Jay?- asumo que es él, quien más tendría esa confianza con Heechul si no es su novio.

-¿Qué sucede?- pregunta nervioso- Rella ¿Ya no quieres ser mi novio?- intenta acercarse a lo que huyo de sus caricias.

-Ehm… si quiero, claro que quiero es que… hoy no… no tengo ganas.- sonrío nervioso.- tengo clase…

-Con el idiota de Choi… ok.- dice algo serio y se aleja. ¿Idiota? ¿Por qué demonios me insulta? Heechul, tu vida es tan incomprensible para mí.

Diez punto tres: Familia

Llegamos tomados de la mano a su casa, sé que esto lo va a lastimar, no solo a él sino a su familia. Kenny se aferra a mi mano ni bien trato de soltarme así que simplemente mantengo la caricia. Toco el timbre y a los minutos su madre me abre la puerta. Me mira de mala gana pero no deja de ser amable. Su hermano me ve de reojo y me ignora. Solo su cuñada me sonríe amable y elogia a mi padre. Donghae baja de su habitación feliz y al verme acompañado se le borra la sonrisa, intenta parecer normal pero no lo consigue, sé que lo lastimo pero nada puedo hacer. Kenny está primero. A los minutos de silencio incómodo escucho al escandaloso de mi padre, corre y se abalanza a abrazar a mi novio. Parecen grandes amigos, se desesperan por hablar en inglés y ríen escandalosamente. Me disculpo con su familia y prácticamente ordeno a mi padre y a Kenny que vayan saliendo. Agradezco a su familia, su hermano mayor bufa enojado y su madre me sonríe. Su cuñada se acerca y me abraza. Él me mira con los ojos cristalinos, sé que quiere llorar.- Fish i need to talk with you, but later.- le sonrío a lo que me devuelve la sonrisa. Mi corazón duele, duele demasiado, duele tanto ver una sonrisa combinada con ojos llorosos y expresión inquieta. Me acerco a él y lo abrazo.- Thank you.- agradezco para luego salir con mi padre y Kenny. Este último me mira enojado, seguro por el abrazo, pero ya luego lo calmaré.

-Hay hijo estás tan grande.- chilla mi padre sin siquiera prestar atención a todos los que nos miran por la calle.- no sabes lo feliz que fui cuando el pescadito me dijo que ustedes son pareja, juro que pude llorar de la alegría. Aigo mi yerno, siempre supe que tú ganarías el frío corazón de mi pequeño cachetón.- los miro enojado, no comprendo cómo puede hablar tanto sin respirar.

-Madre, te he extrañado tanto. Ya ves, tu hijo ha crecido tanto, tan frío como siempre, a veces me hace llorar mucho. No sabes todo lo que tuve que pasar para poder venir a sacarte de la casa de ese. Definitivamente te quedarás en mi departamento, este chico cuida mucho su imagen dice. Imagínate que ni siquiera formaliza nuestra relación…- se queja a lo que mi padre me mira sorprendido. No tengo ganas para reproches de ese hombre.

-Es menor de edad, me llevarán a la cárcel…- me excuso a lo que subo en el taxi, mi padre me sigue y luego Kenny.

-Compréndelo, él salió falladito… pero ni bien cumplas la edad necesaria yo me encargaré de que haya boda… tú solo encárgate de mantenerlo en tus manos Kenny, cariño.

-Mi amor…- Kenny me mira feliz a lo que el taxista nos mira aterrado, lo siento pero yo no estoy preparado para hacer público nuestro romance. Me basta con lidiar con un padre como el mío. Me basta con recordar todo lo que viví por su culpa. Los maltratos de los japoneses en USA, son un 1% de todo lo que sufrí por su culpa. No, aún no es tiempo, lo ignoro y me recuesto en la ventana. Finjo dormir a lo que los dos se meten en su mundo de recuerdos, risas. Ellos pueden ser ellos delante de los demás pero yo aún no puedo decirle al mundo lo que soy.

Llegamos a mi casa, instalo a mi suegro en una habitación, la que ocupaba mi hermana. Sirvo la cena y los tres nos sentamos a comer, Kibum luce ausente, perdido en sus pensamientos. Yo nada sé de la historia con su padre, solo sé que muchas veces vi llorar a mi suegro por su hijo. Muchas veces lo consolé y prometí hacer que su hijo lo perdone. Solo sé que sus padres se separaron cuando él tenía cuatro años y desde entonces vivió con su padre. Pese a eso, ninguno me contó que es todo ese daño que le hizo o que se hicieron que ocasión la frialdad que ahora se expresa en el rostro de mi novio. Se ve incómodo, molesto. Más frío que de costumbre. Espero que solo sea por la presencia de su padre y no por un entrometido pez, eso me saca de quicio pero, él me ha elegido a mí ¿Verdad? Debería confiar en él y dejar de vivir atormentado. Sí, eso debo hacer. Le ofrezco más comida a mi “esposito” y luego a mi suegro, ambos aceptan y sirvo feliz la comida americana que he preparado hoy. Mi suegro sonríe cada vez que me ve, sus ojos se llenan de una felicidad indescriptible, sé que me quiere y mucho. Yo fui el reemplazo del hijo que se le fue y él fue el reemplazo del padre que me echó a patadas de casa cuando se enteró de que yo era un chico vestido de chica.

Continuará…