Fanfic Serial: Monster -The leyend

Autor: Kainet
Titulo: Monster - The Leyend
Capitulo 00 : Intoducción
Fandom: Super Junior Only
Parejas: Sichul / Varias
Clasificación: Angst / Au / Posible Lemon

Advertencia: Si no te gusta el yaoi (Chico x Chico) es mejor que no leas este serial. No copies este fanfic, si deseas compartirlo en otro lugar, pide permiso al autor y coloca los créditos correspondientes.

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PARTE II - MONSTER: La leyend.

Introducción

Cinco años después…

Empty.

Han pasado cinco años, llenos de letargo y vacío. Llenos del odio de mi padre, de sus investigaciones y de tu desaparición. ¿Dónde estás? Toco mis labios, los delineo lentamente, esperando traer a mi memoria aquellos besos traicioneros que dejaste tras tu partida. Yo pude haber darte el mundo entero, si tan solo lo pedías. Yo pude haber matado a cualquiera, si tú lo pedías. Yo pude haberte dado absolutamente todo lo que tengo, si tan solo lo hubiese pedido. A cambio, no pude darte lo único que deseabas: mi muerte. Debí haber muerto, pero en mi agonía, escuchando a mi padre clamando mi nombre; algo en mi interior me negó cerrarle los ojos a la vida sin vida. Yo pude haber muerto, tú lo deseabas tanto. Pero aquellas lágrimas en tus ojos, aquellos labios adoloridos que me susurraron palabras de amor mientras me apuñalabas, me negaron la partida al descanso absoluto: tú me amas y es la verdad más absoluta que conozco. Yo no puedo dejar este mundo, no sin irme contigo, Heechul. No quiero irme sintiéndome vacío.

Fake.

Cinco años a tu lado, observándote aprender todo sobre la medicina china; mejorando el idioma de tus abuelos. De rato en rato te me quedas mirando, quizás incrédulo que hayamos pasado tanto tiempo juntos, tanto sin poder aceptar mis sentimientos. Tengo el consentimiento de tu abuelo, no obstante me aterra. Tengo el perdón de mi padre y hasta la bendición de mi amo, el gran maestro Choi, padre de Siwon. Él nos pidió quedarnos aquí, mejorar en nuestras ciencias ocultas, ante el aparente ataque hacia su preciado hijo. Nos quedamos aquí y ya han pasado cinco años. Pero siento miedo, yo aún no puedo deshacerme de esta máscara de persona sin defectos. Yo aún le debo mi vida a los Choi. Yo aún sigo recordando aquella noche en la que le arrebaté la sonrisa a mi madre. Yo aún no me tengo permitido seguir pecando. Mis manos están muy llenas de falsedad, muy manchada de sangre y demasiado ansiosas por sentir tu piel. Falso, sigo siendo falso tras cinco años a tu lado. El único cambio es que ahora, existe algo verdadero en mí y es algo que no puedo ni susurrar pero que se ve en mis ojos cuando te miro.

Agony.

Mi cuerpo ya no es mío. Es, ahora, un ente frío que descansa hambriento debajo de una piel tan pálida y muerta que me produce nauseas. Dejé atrás la agonía de transformarme en uno de los suyos para iniciar una agonía eterna en la que me sé perdedor en mi corazón. En la que mis manos se tiñeron de sangre, no obstante no lograron matarlo. Ese día, tras escapar y no verte morir, ese día creí haberlo logrado. Me desvanecí en los brazos de un antiguo amigo, quien me ayudó a llegar a Girasoles. Ese día decidí dejarme morir, tendido en la cama de Yesung, lo desee así. Te había matado y ya no tenía motivos para mantenerme con vida. No obstante, a las horas, escuché en mi cabeza un susurro tuyo. Creí estar loco y huí de la habitación de mi amigo. Y ahí, tendido en el bosque, esperando que tu padre me busque y me asesine por mi insolencia, desarrollé esta cruz. Sufrí al desarrollar dones, dolió, pero cuando todo se quedó en silencio, escuché tu voz de nuevo: seguías vivo. Y yo condenado a una nueva agonía, una que he mantenido durante cinco largos años: buscar matarte de nuevo. Pero está vez, busco morir a tu lado.

Fear.

Llegué aquí hace cinco años, creí que podría verte ni bien acepte mi traición a los Choi, a los míos. No obstante no he logrado verte. Miedo, sigo sintiendo miedo, pero hoy en día no es miedo a lo que siento. Es miedo a no volver a verte. Miedo a que estos seres, semejantes a ti, te hayan hecho algo ante tu amor por mí. Tú y yo cometimos el peor pecado en la historia de nuestros clanes: dejamos que una raza se enamore de la otra. Nada pudimos hacer pese a que busqué otro amante, pese a que buscaste odiarme. Tú y yo nacimos para amarnos. Y es que este pecado no se ha cometido desde el inicio entre el odio de los tuyos y los míos. Es quizás como me dice mi mentor, que alguna vez fue tu maestro, el inicio de la profecía. Del acabose de los míos. Debería sentir miedo por eso, y lo haría si me hubiera quedado en esa habitación, encerrando mis sentimientos por ti en una sonrisa de bufón. Pero hoy, aquí, en territorio enemigo, aprendiendo de ellos y demostrando mi nueva lealtad; me siento más tranquilo. Cinco años sin verte, cinco años con miedo, esperando que sigas con vida. Cinco años, esperando verte para besarte como la última vez.

Despair.

Cinco años escapando de mi clan y del mío. Desesperados, corriendo en contra de la marea, huyendo de la ira de quien en algún momento fue la persona que más amé. Cinco cortos años en los que mi pequeño y yo descubrimos el amor. Pese a su pasado, aún desconocido para mí, pese a su misterio, yo he aprendido a comprender el frío de sus ojos y la sensualidad de su sonrisa. Desesperación, eso siento cada vez que sus ojos se cierran y tratamos de dormir abrazados. Cada vez que nos descubro al final de un día, porque sé que es un día menos de esta repentina libertad. Cinco años, es hora de darle cara a la desesperación y enfrentar aquello de lo que tanto huimos. Cinco años, es hora de volver, mi pequeño.

Anger.

Cinco años cazándote, lejos de mi clan. Siendo el principal encargado de cazar a los que fueron mis amigos en algún momento. Hoy, estoy a cargo de tu caso, un vampiro del clan Choi que escapó con un vampiro de otro clan. Junto a quien se volvió un gran amigo, vamos de ciudad en ciudad rastreándote. Él, ansiando conseguir la aprobación de los líderes; yo, buscando saciar mi ira. Sí, ira es lo único que queda dentro de mí. Ese sentimiento que comenzó de a pocos y que por momentos me vuelve loco al sentir que te escurres entre mis manos cuando estoy por atraparte. Pero hoy, luego de cinco años, finalmente mi ira ha logrado se lógica y estoy a punto de atraparte, traidor.

Solitude.

Soledad. No ha habido un día en el que no la haya sentido. No obstante, hoy al lado de él, siento menos dolor. Cinco años llenos de dolores de cabeza. Años en los que muchas veces estuve inconsciente por aquello que aqueja mi mente. Cinco años en China, bajo los cuidados de la casa de los médicos. Cinco años en brazos ajenos. Cinco años sin ti, mí querido amigo. Cinco años en la ignorancia. Porque hoy he descubierto algo que tal vez cambie mi soledad, la de él y la tuya. No sé si lograrás perdonarme, no sé si él lo comprenderá, no sé si viviré para volver a verte.

Defeat.

Derrota, eso señalan al verme pasar. Murmuran a mis espaldas, me llaman vergüenza de la raza, dicen que en mi piel está grabado el pecado más grande de nuestra jauría. No te he visto, te extraño y duele saberte lejos. No obstante, un trato he logrado tras cumplir mi condena: nadie te hará daño mientras yo esté lejos. Estoy a pocos días de verte, no sé que esperar, han sido cinco largos años en un encierro lejos de ti, lejos de esos labios con sabor a sangre y esa piel fría que pocas veces estuvo entre mis brazos. “Derrota” susurra mi maestro el verme entrar en su habitación. Sonríe de forma leve para luego apresurarse a abrazarme. Gracias a este anciano que ahora observo es que mi amante sigue vivo, y quizás, yo también. Me aferro en la caricia y susurro mil preguntas sobre el paradero de mi vampiro. Refunfuña levemente para luego pedirme un poco más de paciencia. Todo ha salido de forma positiva no obstante dice que hay una derrota de nuestro lado. Lo miro nervioso, acaricia mi cabello y me sonríe en silencio; me lo dirá luego.

Trick.

Engaño, he vivido un engaño en estos cinco años. Me he engañado a mí mismo, jurándome que te odio, que solo hago esto para destruir tu sonrisa soberbia cuando volvamos a vernos. No obstante, sabiendo parte de la verdad, hay una parte de mi que se esconde en lo más oscuro y solo quiere verte para abrazarte y preguntarte cómo has estado todos estos años. Engaño, cuando digo que no me interesa tu romance con él, engaño el de mi sonrisa cuando solo quiero llorar cada vez que te mencionan. Engaño, cuando digo que apoyo la causa de Eunhyuk, que debemos desaparecer a los traidores. Engaño cuando juro lealtad al señor Choi. Cinco años de engaño. Hoy me miro en el espejo y espero el llamado de mi líder, una nueva comisión ha surgido cerca a China, y dicen que es probable que nos encontremos. Luego de cinco años ¿Seguiré viviendo un engaño?

Ambivalence.

Ambivalencia. La vivo día a día. ¿Somos amigos? ¿Somos amantes? Nunca me has tocado, nunca me has hablado lejos de lo que tenga que ver con mi educación como aprendiz de médico de mi abuelo. Sin embargo yo sé de tu corazón. No necesito de yerbas o poderes sobrenaturales para leer tus sentimientos en tu mirada distante. En tu silencio al caminar por los pasillos de la gran casa que te dejo tu padre, yo escucho tus latidos aturdidos. Ambivalencia ¿Debería ser yo quien busque tus manos? ¿Debería esperar a que el perdón llegue a ti? ¿Qué debería hacer para curar esas heridas crónicas en tu alma? Ambivalencia, cuando tú me miras y pretendes que no te importa. Ambivalencia cuando sonrío en silencio y busco que mis lágrimas se sequen antes de salir de mis ojos.

Continuará...