2 feb 2011

Fanfic Serial: My english teacher - Cap 9

Autor: Kainet
Titulo: My english teacher
Capitulo: Capitulo 9: Once
Fandom: Super Junior
Parejas: Sichul / Kihae / Hanry
Clasificación: Angst / AU

Advertencia: Si no te gusta el yaoi (Chico x Chico) es mejor que no leas este serial. No copies este fanfic, si deseas compartirlo en otro lugar, pide permiso al autor y coloca los créditos correspondientes.

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ONCE


Once punto uno: Bath.


Ya han pasado dos días, me siento muy sucio ya que no me he bañado por respeto al cuerpo de Heechul. Nuestra relación como amigos ha vuelto un poco a la normalidad aunque aún no me atrevo a pedirle disculpas, no sé porque tengo tanto miedo a aceptar que me he equivocado. Cada vez que me encuentro con Jay huyo, pese a que sé que son novios me aterra la idea de sentir esas menos sobre el cuerpo de hyung. Sin mencionar que no me agrada mucho ese tipo, cada vez que hablamos de mí, de Siwon, me insulta. Prácticamente no veo a mis padres, me paso los días metido en casa de Heechul, asisto a clases y busco junto a él una explicación a esto. Él, por su parte, me ha reportado de viaje, algo que también les dijo a mis padres de modo que el cuerpo de Choi Siwon se la pasa metido en la habitación de Heechul. Lo miro nervioso, duerme, es tan raro mirarme desde afuera. Entre sueños sonríe de forma pícara a lo que me uno al gesto, es gracioso ver mi cuerpo con sus gestos. Lleva sus manos a mi abdomen y los acaricia. Algo que he notado es que Heechul siempre toca mis abdominales. ¿Por qué? Me acerco y quedo frente a frente mientras el duerme. Que gracioso es. –Hyung…- susurro para despertarlo. Abre los ojos pesadamente para luego levantarse abruptamente. –Casi me beso, que guapo soy.- ríe a lo que lo miro incómodo. ¿Se gusta a sí mismo? Qué extraño puede ser hyung.- Ok, Siwon, somos amigos ¿No?- pregunta a lo que asiento en silencio.- Mi virginal cuerpo… apesta.- ríe a lo que me avergüenzo, no me atrevo ni a cambiarme con los ojos abiertos. Me pone nervioso ver el cuerpo de hyung desnudo.- Camina a la ducha, me bañaré.- sentencia a lo que me siento muy asustado.- ¿Bañarnos? ¿Juntos?- cuestiono a lo que se pone nervioso.- ¿Estás mal del cerebro? Por supuesto que no… tú te taparás los ojos y yo lavaré mi virginal cuerpo… está sucio.- reniega. Me sonrojo demasiado aunque es algo tonto porque pese a que estaré desnudo seguirá siendo su cuerpo, no el mío, no obstante saber que tocará el cuerpo que ahora habito me da miedo.- No es justo.- replico a lo que me mira enojado.- Tú te bañas en mi cuerpo ¿Por qué no puedo bañarme en el tuyo?- me mira incrédulo y luego sus mejillas se ponen rojas. Mi pregunta ha sido demasiado incómoda, demasiado íntima, incluso para mí.- Ok, báñame.- apruebo su idea, no porque esté de acuerdo, sino porque no me atrevo a mirar su cuerpo desnudo.

Entramos en la ducha, se desviste y aunque es mi cuerpo el que veo, me siento nervioso. Pese a que cambiamos de cuerpo, él sentirá cuando lo toque; lo estaré tocando a él. Me apresuro a colocar shampoo en su cabello, lo haré rápido para librarnos de este momento tan incómodo pero necesario. Primero la espalda, luego el pecho, jabono todo de forma rápida, él me ayuda lavando el cabello, ahora que lo veo, mi cabello está muy largo, cuando vuelva a mi cuerpo, lo cortaré. Y entonces noto algo que me alerta. Siwon, habitando mi cuerpo, siente mis manos y eso creo que está surtiendo cierto efecto en él ya que mi parte baja o su parte baja, está muy emocionada. Es demasiado pervertido el momento, pero también demasiado raro, soy alto y fuerte ahora, prácticamente podría tomar control del momento y hacer lo que quiera pero sería el final de nuestra amistad. Violar a Siwon dentro de mi cuerpo sería demasiado raro, sería violarme a mí mismo con el cuerpo de Siwon. Sin mencionar que prefiero que sea de la forma natural. Asumo que eso nunca va a pasar. Y aunque esté de novio con Jay, Siwon me sigue gustando. -¿Estás excitado?- pregunto repentinamente para luego arrepentirme de tal cosa y desear cortarme la lengua. ¿Por qué demonios soy tan directo? Se sonroja en demasía y sonríe nervioso. Se vuelve torpe y en medio de la ducha resbala a lo que corro a tomarlo en mis brazos, mojando mi ropa.- N-no puedo dejar que mi hermoso cuerpo tenga moretones.- le explico al tenerlo entre mis brazos. El silencio nos invade y solo atinamos a mirarnos directamente.

-Será mejor que me enjuague.- me suelto de mi propio cuerpo y abro la ducha para alejar todo el jabón de mi piel. Hyung, acabo de vivir el momento más extraño de mi vida. Me apresuro a secar mi cuerpo ante su mirada analítica y tras unos minutos me coloco el pijama. -Siwon…- susurra acercándose lentamente mientras estira sus manos hacia mi rostro. ¿Una caricia?- Debo hacerme los masajes del rostro, sino me arrugaré.- y de repente, como si fuéramos un anime, siento que una fría gota aparece en mi frente. Se sienta en el piso tras caminar unos minutos alrededor de toda la habitación y me mira fijamente.- ¿Sucede algo, hyung?- cuestiono mientras en su rostro va dibujándose una sonrisa amplia. Niega en silencio y luego saca un manga para leer. Se ve tan tranquilo, cómo si deseara quedarse así para siempre. No obstante debemos buscar una solución a esto que nos ha sucedido.- Hyung… yo.- me acerco lentamente mientras sus ojos vuelven a mirarme, atento. Pero antes de que broten las palabras su celular empieza a sonar, es Jay, me obliga a contestar. –Hola… Jay. Estoy en mi casa… ¿Estás afuera?- sus ojos y los míos se abren de par en par.- Es que… acabo de bañarme…- explico mientras a lo lejos ambos escuchamos que abren la puerta principal de su casa, a los minutos tocan la puerta. Heechul corre alarmado hacia el baño mientras yo recojo algunas ropas del piso. –Hola…- abro la puerta manteniendo el celular en mi oído.- Hola…- pasa lento ante la mirada de su padre, cerramos la puerta rápidamente y me acorrala contra la pared. Me pongo nervioso, no quiero que el idiota de Jay me bese. Giro el rostro con miedo, sintiendo su respiración decepcionada. -¿No quieres besarme?- niego en silencio.- ¿Por qué?- no tengo una explicación lógica, solo que Heechul no es Heechul. Me niego pero sus manos comienzan a acariciar mi cintura, soy más bajo y delgado que él, que impotencia de saber que no puedo golpearlo por tocar el cuerpo de hyung. –Yah…- chilla Heechul saliendo del baño.- No lo toques.- empuja a Jay y lo amenaza.- ¿Qué está haciendo este imbécil aquí?- reniega Jay a lo que Heechul en mi cuerpo me hace señas.- Dile Heechul, dile… que tu y yo… somos amantes, que no lo quieres.- siento que mi mandíbula está por caerse ante semejante espectáculo, Jay me mira enojado y luego sale de la habitación. -¿Q-qué acabas de hacer?- lo cuestiono a lo que sus ojos se llenan de lágrimas.- ¿Crees que tengo otra opción? Jay es mi novio pero tu estas en mi cuerpo… no sé si volveremos a la normalidad. No puedo dejar que tu lo rechaces y lo lastimes…- se sienta en el piso y cubre sus ojos.- es horrible estar al lado de alguien que quieres y que no te corresponde.- empieza a llorar a lo que me quedo estático mirándolo. No sé qué hacer o decir. A los minutos reacciono, me acerco, lo tomo entre mis brazos y busco sus labios. Sé que solo somos amigos, pero me gusta darle cariño. Eso es lo que hace un amigo.- Hyung, yo te quiero mucho. Algo haremos para resolver esto, lo prometo.- susurro antes de besar fugazmente sus labios. -¿Por qué me besas?- pregunta confundido, con los ojos rojos y llenos de lágrimas. –No lo sé, me gusta demostrar cuando quiero.- explico a lo que se aleja y se recuesta en la cama.- Dormiré más…- finaliza antes de cubrirse con su almohada.

-Hey Heechul.- Kenny corrió a saludar a su amigo, pese a que no era él.- ¿Recuerdas el correo que me enviaste ayer? Bueno estuve buscando sobre…- Se detuvo unos minutos y analizó a su amigo.- estás muy raro estos días… ¿Extrañas mucho a Siwon?- quien habitaba dentro del cuerpo de Heechul abrió los ojos de par en par. Cierto, para todos, Siwon estaba de viaje. No pudo articular palabra alguna a lo que el menor agregó.- Ya volverá… no te preocupes. Por cierto ¿Jay?
-Terminamos ayer. ¿Qué me decías?- necesitaba saber sobre qué mail estaba hablando.
-¿Qué? Pero si él te adora. Ay Heechulie… bueno sobre el conjuro del cambio de cuerpos. Según leí es una leyenda que afecta a dos almas gemelas. Encontré este libro… en la página señalada habla sobre todo el ritual. Pero ¿Por qué tanto interés?- saltó de alegría al recibir el conjunto de hojas y salió corriendo en dirección a su casa. Debía hablar inmediatamente con su hyung. Corrió y corrió con el libro entre los brazos, sintiendo que el corazón se le salía del pecho.

-Espera…- Jay apareció en su camino y detuvo al corredor- Heechul, espera.- lo tomó del brazo fuertemente y lo jaló hacia un lado sin que el otro pudiera decir algo.- ¿Puedes explicarme qué sucedió? ¿Por qué demonios el bastardo de tu profesor estaba en calzoncillos en tu habitación? ¿Tengo que creer todo lo que dijo?- Siwon miró atento al chico que tenía en frente, sintió pena por aquella persona y recordó las palabras dolidas de Heechul.
-Jay… ahora estoy muy confuso, no soy yo… por favor espera a que yo te busque de nuevo, será pronto, lo prometo…- explicó para luego intentar soltarse de las manos del otro.
-¿Estás enamorado de Siwon?
-No, por supuesto que no. Solo somos amigos, además a Siwon le gusta otra persona.
-Kenny… lo sé, me lo dijiste la noche en la que nos hicimos novios pero también me hiciste saber tus dudas, Heechul.
-¿Dudas? ¿Qué dudas?- Siwon sintió que su corazón daba un salto al descubrir que pronto le revelarían algo desconocido para él.
-Tú lo quieres, aunque lo niegues. Algo en tus ojos cuando hablas de él me dice que sientes mucho por él, no hoy ni ayer… desde siempre, creo.- el chico de aspecto rockero bajó la cabeza y soltó el brazo de Heechul.- Tú dijiste que dudabas de tus sentimientos, que dudabas que fueran a cambiar… -Siwon abrió los ojos aún más y sin palabra alguna salió corriendo en la dirección inicial que tenía.


Once punto dos: Talk

-Me has ignorado toda la semana ¿Qué demonios sucede?- preguntó el colegial mientras acorralaba a Kenny en el baño de la secundaria.- Antes te encantaba estar conmigo… ahora ni me conoces ¿Acaso ya no te sirvo?- golpeó la pared con impotencia a lo que Kenny dio un salto asustado.
-Kibum… sabes que lo nuestro era solo para pasar el rato, tú sabes cuánto amo a Kim Kibum…
-Solo te acostaste conmigo, solo me miraste para poder gritar su nombre… solo porque nos llamamos igual ¿Cierto? – tras decir esto empezó a tocar indebidamente el fino cuerpo de Kenny.
-Por favor, detente…- suplicó al sentir que su camisa colegial se hacía nada en las manos de su compañero.
-Tsk… Oh vamos, violar a tu compañero en el baño está tan pasado de moda…- dijo un chico alto desde una de las esquinas del baño, Kenny se sorprendió mucho al descubrirlo ahí, apoyado en la pared con los brazos cruzados y la mirada perdida. Esa actitud llamó mucho su atención.- mejor vas soltando al niño, los profesores vienen hacia aquí…- dicho esto salió frescamente del baño, Kibum soltó inmediatamente a Kenny y este salió corriendo. ¿Quién era ese misterioso y frío chico? No logró ver completa su cara pero si recordaba dos enormes audífonos alrededor de su cuello: debía buscarlo y agradecerle.

Camino lentamente por los pasillos de la secundaria, faltan pocos minutos para que las clases de deportes lleguen a su final, pronto el patio se convertirá en un caos, debo encontrarlo antes de eso; de lo contrario mañana habré olvidado los pocos rasgos que yo llenan mis ojos. Paso el club de tenis, luego el de fútbol; su cuerpo estaba bien formado y era bastante alto, asumo que debe estar en algún taller de deportes. Debido a que soy algo delicado y muy asustadizo yo solo puedo estar en el club de canto, dibujo o moda. Lo más lejos que he llegado ha sido al de baile pero ellos me rechazaron debido a mi reputación de chico gay con muchos novios. Asumo que es terrible sobreponerse al cambio que hubo en la secundaria: la separación de chicos y chicas. Para mí no lo fue, las chicas no me agradan mucho. Y entonces, en el club más alejado lo descubro, los mismos pantalones de deporte, el mismo polo blanco y esos audífonos enormes alrededor de su cuello. Luce muy dedicado en cada paso que da en la cancha, se ve algo fiero y en cierta medida me intimida. Espero paciente a que termine el partió y una vez que se acercan a las bancas me acerco, su mirada es diferente de todos los chicos, es fría y distante. Me intimida un poco pero por alguna razón, me siento protegido teniéndolo cerca. De otra manera nunca hubiera venido al club de básquet, estos chicos me odian y de seguro hubiesen terminado golpeándome en el baño. Le sonrío pero sigue mirándome fríamente.- Yo solo quería agradecerte…- susurro de forma tímida ante la mirada de sus compañeros. Con una seña hizo que todos nos dejen solos, me asusté de su dominio pero en cierta forme me gusto. –No vuelvas a acercarte…- sus palabras dolieron a pesar de lo incomprensibles que resultaron ser, di un paso atrás manteniendo su mirada y por más que lo intenté, terminé bajando los ojos al suelo. –Lamento haberte molestado, solo quería agradecerte.- sonreí nerviosamente, sintiendo sus ojos clavados en mí, hice una venia y salí corriendo de aquel lugar. Quise preguntar su nombre, pero no me atreví. Quise saber en qué salón estaba, pero tampoco me atreví. Una vez en la puerta principal del colegio observé detenidamente las listas de los clubes. –Capitán… del equipo… Erai…- leí entrecortadamente, no sabía si era él; solo lo sospechaba. –Si quieres saber mi nombre, solo debiste preguntarlo.- dijo una voz a mis espaldas a lo de que di un salto del susto. Rió un poco, de forma cínica pero linda, de alguna manera. Luego de aquello siguió su camino con la maleta al hombro y ante mis ojos desapareció en la distancia. Erai, persona que me ha impresionado, persona que me gustaría tener como amigo, pese a la gran diferencia entre nuestros mundos.

-Llegas tarde, querido. Aquel se quedó dormido sin cenar por esperarte.- susurró el hombre mayor con ropas de mujer mientras señalaba a Kibum recostado en el sofá. Kenny sonrió enternecido para luego besar la mejilla de su ‘madre’ y sentarse a observar a su novio. Qué lindo era. A los minutos el chico de grandes mejillas abrió pesadamente los ojos y al encontrarse con el colegial sonrió tímidamente. Rascó sus cabellos con pereza y se levantó lentamente, manteniendo la mirada enamorada del otro. Lo llamó con una mano a lo que Kenny se abalanzó a clavarle un beso en los labios.- hijos… ya cena ya está caliente.- llamó el padre mientras la sonrisa se le borraba a Kibum. En un primer momento pretendió ignorar todo ese malestar que generaba su padre pero ya no podía, ya empezaba a hartarse. Se levantó de la caricia de forma abrupta y caminó hasta la mesa donde se sentó a comer. Su padre lo miró triste y guardó silencio. Kenny solo sonrió distraído. Amaba mucho a Kibum, pero en momentos así no sabía qué hacer o decir. Cenaron en silencio y a los minutos Kibum se marchó a su casa. Kenny besó la mejilla de su suegro y lo abrazó fuertemente. En ese momento, el hombre de edad se desmoronó y rompió en llanto.- Nunca me va a perdonar…- susurró a lo que el colegial quiso preguntar por qué, no obstante no se atrevió.- hay mi hijo…- se lamentó mientras secaba sus lágrimas.- yo necesito que él me perdone antes de…- Kenny lo miró preocupado a lo que el otro solo le sonrió con esas grandes mejillas tan características de la familia Kim.- Ve a dormir, yo limpiaré.- pidió el menor a lo que su suegro se fue a su habitación.

-Nunca podemos hablar y yo que quiero hablar contigo.- sonrió Kibum al encontrarse con Donghae a solas en el salón.- Hoy parece propicio, ya he postergado esto mucho tiempo.
-¿Cómo está tu padre?- preguntó nervioso Donghae, intentando cambiar de tema. Aquel día todos salieron temprano de la clase nocturna por decisión del profesor, quien pidió expresamente que quería quedarse a solas con el pez.- ¿Kenny?- insistió al sentir el silencio del profesor.- Mi madre y cuñada les envían saludos.- bromeó.
-Kenny no sabe que estás en esta clase, él cree que te has marchado y es mejor…- respondió el cachetón mientras miraba el piso.- Donghae ¿Cómo estás tú?- cuestionó curioso. Ante su repentino interés el otro se sorprendió demasiado. ¿Desde cuándo el otro se preocupaba por él? Kibum sonrió tranquilo mientras se recostaba en el pupitre.- Fish?
-Me… sorprende que preguntes por mí. – tartamudeó acercándose al otro y guió una de sus manos hacia uno de los brazos del más alto para generar una caricia que erizó la piel de ambos.- lo siento- susurró alejándose un poco.
-Descuida, no es que sea incómodo. Somos amigos después de todo. Escucha yo quiero agradecerte y pedirte disculpas. Mi padre invadió tú casa y luego lo de Kenny, realmente lo siento.- hizo una venia a lo que el otro borró su sonrisa.
-No… no.- hizo que Kibum se levante.- escúchame, tu padre es maravilloso, no sé que pudo haber pasado pero es una persona y como tal tiene derecho a tener perdón. O a darte una explicación.
-Lo que hizo no tiene explicación ni perdón…- bajó la cabeza con impotencia
-Lo siento mucho, Kibum.- el pescadito sintió que su corazón estaba a punto de estallar y se abalanzó a abrazar a su profesor favorito.- me gustaría ayudarte…- susurró en su cuelo lo cual hizo que Kibum pierda el control de sus acciones. Giró el rostro para besar la mitad del labio del pescado quien se quedó estático al sentir la caricia.
-Lo siento.- se disculpó el profesor alejándose un poco del alumno, pero no calculó bien el espacio, Hae jaló de su cuello y ambos terminaron unidos en un beso mucho más largo y prolongado. Devoraron sus bocas como si fuera la últimas vez que podían hacerlo. No se separaron hasta que el aire se les agotó y el cerebro de Kibum procesó todo aquello.- espera… espera… no. Kenny es mi novio.
-Lo lamento…- Hae se apartó rápidamente para luego retroceder hasta la puerta.- mejor me voy, gracias por todo.- susurró con los ojos llenos de lágrimas y luego salió silenciosamente del salón dejando a Kibum con un dilema que carcomía sus pensamientos y la culpabilidad que aceleraba sus latidos. Ese beso había sido magnifico, pero no podía ignorar a Kenny. Entonces ¿Qué sentía por Donghae? ¿Era amor? ¿Atracción? Ni siquiera sabía lo que sentía por Kenny ¿Cómo saber lo de Donghae?

Antes de conocerlos el mundo era frío y cruel para mí. No existía la felicidad o satisfacción, solo un simple deseo de olvidar un pasado demasiado doloroso. Y lo intenté, ni bien llegué a Corea del Sur me valí de mi inglés para trabajar como profesor privados durante un tiempo hasta que pude practicar en secundarias y finalmente terminar en una academia como en la que enseño ahora. No fue fácil, pero fue rápido. Aún recuerdo aquella fría mañana en la que llegué a este país sin saber qué sería de mí, pero teniendo muy en claro que era lo que no quería volver a ser. Cuando ingresé a la secundaria como profesor del taller de apoyo a los estudiantes estaba totalmente seguro de mi orientación sexual, no obstante, odiaba la idea de parecerme a mi padre: odiaba el hecho de que me gustaran los chicos. Pero lo conocí a él, desde el primer día tuve esa atracción felina hacia él. Aún recuerdo aquel día en el que entré a su salón para ofrecer mi asesoría a los alumnos que tenían problemas para aprender inglés. Sus ojos se hicieron grandes y luego una coqueta sonrisa apareció en sus labios, haciéndome sonrojar de manera inmediata. Repartí unas hojas informativas y salí nervioso de aquella aula. A los minutos me siguió hasta el baño de chicos donde lo acorralé para robarle un beso. Ese día empecé una relación extraña con Kenny. Ha sido dura la relación, en un primer momento quise creer que solo eran hormonas, quizás le mentí para no verme comprometido a revelar mi verdadero yo a la sociedad. Presentar como mi pareja a Kenny es algo ilógico. Y luego llegó Donghae, cómo lo odiaba o cómo deseaba creer en eso. Somos tan diferentes que simplemente no cabía en mi cabeza de que alguien como él podría llegar ser, siquiera, mi amigo. No obstante con el paso del tiempo, conociendo su cálido corazón y sus sentimientos hacia mí, he llegado a esta esquina sin salida donde debo elegir. Me siento perdido. El beso que le di hoy solo demuestra algo: Donghae me gusta. Pero Kenny también y no quiero lastimar a ninguno. Es decir, conozco los sentimientos de ambos. Incluso sus familias conoces la situación. Creo que has mi padre sabe de este triángulo. Me aturdo mucho, ya casi ni duermo pensando en los labios de Donghae. Hoy camino a mi clase, Kenny me jala hacia el baño y nos encerramos en uno de los cubículos. Realmente amamos este tipo de relación. A los minutos salgo acomodando mi ropa y luego sale él acomodando su uniforme escolar. Nos miramos y sonreímos cómplices. Entramos a clase y dicto la teoría de siempre. La clase termina y me despido de él como si fuera un alumno más. Me siento en mi pupitre y espero, pronto llegará el pescadito. Entra despacio, me saluda tímido y se sienta, deseo hablar con él pero no me atrevo, a los minutos mi celular suena, Kenny me dice palabras de amor y me promete esperarme con la cena más deliciosa del mundo, aunque ambos sabemos que él como cocinero es mejor alumno de secundaria. Sonrío gracioso ante la mirada de mis alumnos del turno noche. Cuelgo y empiezo la clase.

La clase había empezado ya pero eso no detuvo a aquel chiquillo que observaba desde la puerta. De un solo empujón la abrió y entró con paso firme, no obstante conforme se iba acercando su rostro se iba colorando más y más. Una vez frente a Donghae y con las miradas curiosas y sorprendidas de todos le entregó una carta y salió corriendo. El pez sonrió nervioso a lo que todo el salón se alborotó en saber que contenía esa carta. Kibum se acercó pero nadie logró que el pescado la abra. A las justas lograron leer el nombre del remitente: Ryeowook. ¿Quién era? ¿Por qué le daba esa carta? Kibum se cruzó de brazos algo analítico, quizás celoso.

Continuará…

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