26 mar 2011

Fanfic Serial - MET Cap 11

Autor: Kainet
Titulo: My english teacher
Capitulo: Capitulo 11: Trece
Fandom: Super Junior
Parejas: Sichul / Kihae / Hanry
Clasificación: Angst / AU

Advertencia: Si no te gusta el yaoi (Chico x Chico) es mejor que no leas este serial. No copies este fanfic, si deseas compartirlo en otro lugar, pide permiso al autor y coloca los créditos correspondientes.

--------------------------



TRECE


Trece punto uno: Henry

Llegué cinco minutos tarde a aquel parque, con el aliento agitado lo busqué con la mirada, tenía miedo de que se haya marchado. Sentí pánico al no encontrarlo no obstante, él apareció entre las sombras. Me miró enojado, quizás por mi tardanza, después de todo yo lo cité en aquel lugar y terminé llegando tarde. Me fue imposible dejar el restaurante antes, esa mujer nos metió en un lío terrible. Sus ojos lucen preocupados al notar que no vengo solo, no podía dejar a mi bebé con esa mujer. Duerme plácidamente, el pequeño, desconociendo por completo la magnitud del nuevo problema que agobia mi corazón ahora. Me acerco lentamente a Henry y busco una sonrisa en sus labios, retrocede e intenta alejarme. –Te amo, Henry. Debí decirlo antes, pero fui muy cobarde como para no darme cuenta de que tú, la persona más maravillosa que he conocido, me correspondía.- sus ojos se llenan de lágrimas y me da pequeños golpes en el pecho. Supongo que quiere más explicaciones.- Nunca te he besado por compromiso, siempre te he besado porque me gustas.- su mirada de sorpresa se posa sobre mi rostro, esperando, quizás más explicaciones.- Ella es su madre, pero nada tenemos, simplemente le doy albergue por un tiempo. Asumo que ahora no nos molestará más. Ya consiguió el dinero que buscaba…- le termino de explicar a lo que me sonríe aliviado, se aferra a mi pecho y nos unimos en un abrazo. Levanto su rostro y pruebo de aquellos labios, sonreímos en medio de las caricias y susurramos palabras que antes ni nos atrevíamos a pensar. –Sé mi novio.- le pido repentinamente a lo que sus mejillas se tornan rojas y sus ojos brillan de manera especial. Asiente en silencio mientras vuelve a estirar sus labios para pedirme un beso. Me asombra su silencio, me asombra la perfección de esta noche, parece un sueño ¿Acaso lo es? Me asusto y retrocedo, a lo lejos escucho llorar a mi bebé, toco mi espalda y ya no está ahí. Me desespero, todo da vueltas y ya ni sé dónde estoy. Huele a quemado, huele a humo. Para cuando recobro la conciencia me encuentro con mi bebé en brazos, cuidando de que el fuego no nos atrape, escuchando a lo lejos a esa mujer gritar desde afuera. Cierto, todo fue un sueño, quizás el último de mi vida, quizás este sea el final. Me siento impotente de no poder salvar a mi hijo, de no poder salvar mis sentimientos, de no poder salvarme para ser feliz con Henry. Pequeño, lo siento, me temo que no llegaré a ese encuentro detrás de la academia de inglés.

-Arg, lo odio.- renegó Henry entrando a su casa donde Erai y su mamá le preguntaron qué sucedía, había salido de la casa tan emocionado y ahora volvía tan triste y enojado. El pequeño negó con la cabeza, no podía contarles ¿O sí? Cenó en silencio y tras comer unos cuantos bocados se recostó en el sofá para ver el noticiero con Erai.
-Wow…- escuchó decir a su compañero para luego reaccionar y ver lo que miraba tan impresionado el más alto.- ¿Ese es el barrio chino? – Cuestionó Erai a lo que Henry sintió un salto en su corazón.- Dicen que la esposa ocasionó el incendio al quedarse dormida en la cocina…- los ojos del hámster fueron llenándose de lágrimas mientras confirmaba sus sospechas, aquel incendio era en el restaurante de su Hannie, se levantó de improvisto al escuchar que aún había un joven y su bebé dentro del edificio. Los bomberos no conseguían entrar, era probable que murieran de asfixia. Sin decir más, salió corriendo hacia aquel lugar, no, no lo había plantado, había pasado eso y ahora se sentía morir de tan solo pensar que Hangeng moriría. Erai siguió al pequeño y se quedó sorprendido cuando se encontró con el incendio. ¿Henry conocía a esa familia china? Frente al edificio Henry intentó entrar corriendo a buscar a la persona que amaba pero los bomberos lo detuvieron, ya alguien estaba adentro, intentando sacarlos. Cayó impotente sobre sus rodillas y empezó a llorar amargamente, a los minutos llegaron Heechul, Siwon, Kibum y Kenny quien al ver a Erai se incomodó un poco pero luego haría un escándalo, su amigo estaba dentro y todos estaban muy preocupados. Heechul en el cuerpo de Siwon se abrazó preocupado a Siwon, no quería que le pase nada a su mejor amigo. Frente a todo el lío, nadie notó ese comportamiento atípico en esos dos. Kibum sujetó fuertemente la mano de Kenny mientras este ayudaba a Henry a pararse.

-Todo va a estar bien.- le dijo firmemente mientras secaba sus lágrimas.- ¿Verdad, Chula? Todo va a estar bien…- todos se mantuvieron juntos esperando que por esa puerta salga alguien. Fueron minutos interminables, incontables, insoportables para sus amigos, pero finalmente apareció un bombero con un bebé en brazos y luego otro con Hangeng apoyado en su hombro. Estaban bien, con ciertos efectos del humo, pero estaban bien. Los recostaron en una camilla y empezaron a tratarlos antes de llevarlos al hospital más cercano. Kibum besó la frente de Kenny, quien se veía muy alterado por lo ocurrido. Los incendios eran algo que causaba pánico en él.- Mi amor…- le susurró a Kibum mientras este lo acurrucaba entre sus brazos y le susurraba palabras de amor. Erai los observó detenidamente. ¿Acaso ese no era Kibum? Entonces los rumores de ellos dos, durante el tiempo que enseñó tutorías, eran ciertos. Hizo un gesto de desprecio para cuando sus ojos y los de Kenny se volvieron a encontrar; no se había equivocado al juzgar a ese tipo. Se acercó a Henry y se ofreció a acompañarlo al hospital. Se veía muy afectado, pálido y asustado. Siwon y Heechul también fueron, mientras que Kibum y Kenny se quedaron viendo cómo seguía la esposa de Hangeng. Aquella mujer estaba fuera de sí. Solo ellos pudieron ser testigos de su locura. Decía que ella había iniciado el incendio y que no se arrepentía de nada. Kenny le preguntó por qué, su esposo y su hijo estaban entro ¿Cómo era posible? Ella se río insanamente y le respondió que ella sabía, desde que se casó con Hangeng, que él era gay. Y que eso le daba rabia, más ahora que sabía que estaba viéndose con alguien. Por ese motivo lo abandonó, por ese motivo volvió, por ese motivo decidió acabar con la vida de los tres.

Han pasado algunos días desde el siniestro, Hangeng y su bebé están bien. Su esposa fue apresada y ahora está enfrentando un juicio. Según leí, se ha vuelto loca. Me da pena, pero más que eso, me preocupa estar aquí, al lado de él. Esperando que despierte. Tiene algunas marcas en su rostro, pero luce bien, sonrío al ver como sus ojos van abriéndose lentamente y lo saludo en casi un susurro. Sonríe de vuelta busca tomar mi mano. Me pregunta por su bebé y le respondo que está bien, solo necesita descansar. Quizás, quien se llevó la peor parte fue él, al cubrir a su bebé fue incapaz de cubrir su rostro y es por eso que aspiró demasiado humo. Quizás eso lo hizo estar inconsciente durante dos días. Dos largos días en los que sentí que mi vida pendía de un hilo. Pero abrió sus hermosos ojos y me regaló esa sonrisa que tanto amo. Tomo de su mano y beso su mejilla, me pide disculpas por no haber ido al encuentro, niego con la cabeza, eso ya no interesa. A los minutos entra la enfermera y me pide que los deje para que le aplique sus medicinas. Me retiro no sin antes prometerle volver. Fuera de la habitación me esperan Kenny y Erai, sin decir palabra alguna nos dirigimos al colegio. Cada uno metido en sus problemas, cada uno buscando soluciones. Sé que Hangeng lo ha perdido todo, su madre me contactó y agradeció el que mi padre haya pagado todos los gastos médicos. Sin embargo, ella no puede venir ya que su esposo está mal de salud. Sé que ya no tienen donde vivir, luego de ser dados de alta estarán en la calle así que he pensado hablar con mi padre y pedirle que los deje usar las habitaciones que no utilizamos en nuestra nueva casa. Estoy seguro de que comprenderá y me ayudará. Lo que me asusta es que quizás, Hangeng no quiera aceptar mi ayuda.

-¿Realmente crees que es buena idea?- pregunta Erai a lo que lo miro decidido.- Tu padre puede descubrir que tu y ese chico… además cuando acabe el año, tu…
-Descuida, mi padre sabe lo que soy…- le respondo mientras vamos de salida de la secundaria.- solo tengo que decirle que mi amigo, es… la persona que amo.
-Sabes que no es solo eso, sabes que al finalizar el año… iremos a Canadá. Tu padre ya ha hablado con mi madre para viajar, incluso ha conseguido una gran escuela de música donde podrás desarrollar tu talento como violinista. ¿Lo has olvidado acaso?
-No lo he olvidado, pero…
-¿Pero?
-Amo a Hangeng…
-¿Dejarías tu sueño por él? ¿Tanto puedes llegar a amar a un hombre? Yo no comprendo de eso. Además mi madre me mata si llego con un novio a casa.- me confiesa a lo que me rio. Pero a Erai no le gustan los chicos ¿O sí? No parece ser ese tipo de chico.- Solo me gustan las chicas.- explica.
-¿No te gustan los chicos que parecen chicas?- cuestiono divertido a lo que abre los ojos de par en par y se sonroja.- Te gustan… ¡Lo sabía! Eso quiere decir que te gustan los chicos como Kenny o Heechul.- le sonrío a lo que niega en silencio.- Kenny tiene novio… eso es una pena. Yo, cuando los veo pelear, siento que hacen una mejor pareja que Kibum y él…- me alzo de brazos para cuando me mira mal.- ¡Hey solo estoy opinando!
-Mejor no opines.- me dice enojado y voltea a mirar a otro lado para cuando Kenny se nos acerca corriendo.- Tsk…
-No vengo a hablar contigo.- dice Kenny y luego salta a abrazarme.- No sabes lo feliz que soy de que todo esté bien ahora. ¿Sigues pensando estar en el club de Básquet? En coro y baile seríamos felices de tenerte.- sonríe pícaro a lo que le devuelvo el gesto.
-Eso es para niñas…- comenta Erai a lo que me alejo y los dejo peleando como siempre. Ellos realmente se llevan mal y no comprendo por qué.


Trece punto dos: Hangeng

Lo último que recuerdo es haber abrazado a mi bebé en aquel túnel de humo. De repente, para cuando volví a abrir los ojos, me encontré con la mirada llorosa de Henry. Besó mis labios y luego rompió en llanto. Aquel día no pude articular palabra alguna, simplemente dejé que los sedantes vuelvan a surtir efecto en mi cuerpo. Pero hoy, ya estoy despierto y debo pensar en cómo devolverle el dinero a Henry, en dónde vivir de ahora en adelante. Ella me complicó la vida, no puedo comprender aún, cómo es que yo resulté ser el responsable de esa depresión constante en sus ojos. Me siento mal. Me siento culpable. Llevo, lentamente, una de mis manos hacia mi espalda, siento dolor al tocar las vendas en ellas. Cierto, tengo quemaduras en mi piel, nada grave pero eso no evita que sienta dolor. Lo mejor es ser dado de alta y pedirle ayuda a Heechul, él podrá albergarme unos días hasta que consiga un trabajo y luego un cuarto donde vivir. De momento ese es el plan que tengo. No puedo molestar más a Henry, él ya tuvo suficiente. Él ya me ha ayudado demasiado. Lo veo entrar, con aquel hermoso uniforme colegial, se ha saltado las clases para venir a verme. Besa mis labios y susurra palabras de amor. No necesitamos una confesión, él y yo ya estamos seguros de lo que sentimos. –Hannie gege…- dice de forma tímida a lo que lo miro atento. –Sé que es prematuro pero…- juega con sus manos mientras yo espero sus palabras.- Ehm… bueno, es que yo quiero vivir contigo.- me sorprendo de sus palabras, pero sé que lo hace ante mi banca rota. Quiero aceptar pero sé que eso solo le ocasionará más problemas. Ya no quiero ser una carga para él, quiero ser el hombro en el que se apoye. Quiero ser un pilar no una debilidad. –Antes de que te niegues, no lo hago por el accidente. Lo hago porque te quiero a mi lado siempre. Incluso si no hubiese sucedido… yo te lo pediría. Así que deja de ser orgulloso y ven conmigo.- su gesto serio e imponente es tan dulce, me causa gracia y ante sus ojos inmaduros empiezo a reír como loco. Es como ver un osito de peluche que de pronto quiere ser un adulto. Jalo de su mano y lo atrapo en un abrazo.- ¿Sabes lo que implica tu y yo bajo un mismo techo?- bromeo ante su inocencia a lo que sus mejillas se tornan rojas como manzanas. –Lo bueno de nuestra relación es que yo nunca saldré embarazado, nadie sabrá lo que tú haremos bajo ese techo…- susurra de forma sensual en mí oído a lo que yo me sonrojo. Siento que toda la sangre fluye a mis mejillas y la vergüenza se apodera de mí. La enfermera nos interrumpe, nos separamos y promete volver a verme antes de ser dado de alta. Pregunto por mi bebé, ella sonríe y dice que duerme, que pronto podré verlo. Cierro los ojos ante el sedante. Es, quizás, la última vez que duerma de forma obligada.

-¿Disculpe? Vengo a ver a mi bebé…- era hermosa, aquella mujer era hermosa. Su rostro pálido, sus cabellos negros y su mirada perdida la hacían, de alguna manera, sobrenatural. La enfermera le sonrió amable y tras unos minutos examinando al pequeño los dejó solos. Ni bien lo tomó entre sus brazos, el pequeño empezó a llorar, quizás, presagiando lo que le esperaba al lado de ella: su madre. Cubrió su rostro con una gorra y con el niño en brazos salió rápidamente del hospital. Nadie la detuvo, nadie la reconoció, nadie fue capaz de sospechar de una mujer y su bebé. ¿Cómo escapó de la policía? Tras pedir permiso para ir al baño se las ingenió para escapar del juzgado. Ser hermosa era su mejor arma y la peor debilidad de cualquier hombre que se le cruzara en su camino. No permitiría que Hangeng, su Hangeng, fuese feliz al lado de alguien más. Lo supo desde la primera vez en la que se besaron. Sintió esa necesidad del chino de querer a una mujer. Cuando lo abandonó lo hizo ansiando que cuando vuelva, él estaría completamente seguro de que la amaba. No obstante se encontró con una realidad muy diferente. Se encontró con un Hangeng enamorado perdidamente de un niño de colegio secundaria. Creyó haberse librado del chiquillo cuando fue acusado de asesinato, sin embargo, salió libre. Fue cuando se propuso destruir a Hangeng. Si ella no lo tenía, entonces nadie lo tendría. Corrió por las calles con el bebé en brazos. El pequeño lloraba desconsoladamente, pero ella parecía no escucharlo, ella estaba perdida en su locura.

No le importó que su cuerpo sea incapaz de correr aquella distancia. No le importó el dolor en su espalda. No le importó nada, solo debía hallar a su bebé. Trató de calmarse y pensar, pero le era casi imposible. ¿Dónde podría haber ido esa mujer? Como si se tratase una chispa en la oscuridad, recordó las palabras de ella, antes de dejarlos dentro con el incendio en su cocina. –“El mar es el único testigo de lo mucho que he llorado por ti.”- dijo para sí mismo mientras se detenía en seco y corría hacia la dirección contraria. La playa, ahí debía estar, sintió ganas de llamar a Henry, pero cómo hacerlo, era horario de colegio. Como el adulto de la relación, él, Hangeng, debía afrontar aquel problema. Tomó aire y como pudo corrió hacia el mar. Una vez en el puerto buscó desesperado a su ex mujer, debía estar ahí dónde más sino no iba a aquel lugar. Su cuerpo estaba por colapsar cuando a lo lejos divisó una silueta maternal que se adentraba en el mar. Corrió desesperado hacia ella, cada vez se veía más lejana, como si el mar se la tragara junto a su dolor. Y cuando estuvo a punto de detenerla, ella volteó…

¿Cómo debió ser mi vida a su lado? Asumo que de no haber venido a Corea del Sur, yo nunca hubiese descubierto mi verdadero yo. Asumo que pude haber vivido engañado en un matrimonio unilateral. Siempre creí estar enamorado de ella. Siempre creí haber quedado devastado al ser abandonado por una mala mujer. No obstante, ahora sé que ella fue la única víctima de todo esto. Por mí, a ella siempre la tildaron de la mala de la película; cuando yo siempre fui el más cruel de todos los esposos. Me equivoqué, no lo pensé bien, simplemente creí sentir lo que ella sentía. Le mentí durante todo nuestro noviazgo, le mentí y jugué con su frágil corazón. Sí, eso hice yo. Porque desde el primer beso, ella supo que yo nunca la amaría. Y yo fui tan tonto que no pude diferenciar cariño de amor. Fui tan terco que me forcé a creer que así de frío se debía sentir el corazón al estar con una mujer. En mi autoengaño, en mi negación, en mi fantasía; yo rompí su corazón, su cordura y su vida. Hoy puedo verlo en sus ojos llorosos, en su voz temblorosa y en sus manos inquietas. Ella y su locura son el producto de mi maldad. La abrazo y genero calor entre nuestros cuerpos. Fui egoísta al creer que todo era culpa de ella. Fui irresponsable al dejar que mis sentimientos por Henry sean tan libres. Fui una mala persona, la peor de todas. –Lo siento, lo siento mucho.- le susurro a lo que ella parte en llanto. De nada es culpable, solo es una víctima. –Por nuestro hijo, no hagas esto. Por esa amistad que tú y yo tuvimos, no hagas esto. Por ti, no hagas esto.- acaricio sus cabellos largos mientras jalo de su cuerpo para alejarnos de la marea que empieza a tornarse brava. Como negándose a dejarla ir. Cuando llegamos a la orilla, mi bebé despierta y llora, lo tomo entre mis brazos y beso su frente. Ella cae sobre sus rodillas y llora al darse cuenta de que casi mata a su propio hijo. -¿Por qué?- pregunta con los ojos clavados en la arena. Una vez que mi pequeño se calma, me agacho y busco sus ojos para sonreírle. –Te voy a extrañar mucho si mueres.- le digo de forma lenta. Cuidando mis palabras. –Puede que hoy todo esté en el pasado. Pero el bebé que tengo en brazos es producto del amor que tu y yo compartimos en algún momento.- le miento por última vez. La única diferencia es que esta vez no es una mentira para protegerme, sino para cuidarla a ella. Me sonríe devuelta y se acerca para besar mi mejilla.- Lo lamento.- dice al separarse un poco. –Vamos a casa.- le digo para luego ayudarla a levantarse, toma de mi mano y juntos volvemos a algún sitio. Hoy, como una familia, buscaremos refugio del frío. Hoy, por primera vez, mi hijo sentirá esa ternura que yo le arrebaté a su madre cuando aún éramos jóvenes.

Continuará…

4 comentarios:

  1. kiaaaaaaaa por q haces esto de eran felices ...pero era un sueño D:
    es desesperanteeeeee pero me encanta :D
    gracias ^

    ResponderEliminar
  2. Mi corazón se aceleró tanto o.o
    Wah! >.<
    Tengo un mal presentimiento de esto... no me gusta mucho el hecho de que Gege se lleve bien con esa mujer (casi le mata al pequeñín!! T-T)... tiene que aceptar la propuesta de Henry, sí, eso debe hacer -w-
    Un capi fantastico!
    Bye~

    ResponderEliminar
  3. Escribe pronto ;-; <3 ¿Si? Me encanta esta fic... tengo la necesidad de leer más y más e_e
    Me encanta como escribes, sigue así ^-^~

    ResponderEliminar
  4. Gracias, gracias por leer.
    Ya lo terminé, luego de mucho, espero les guste :D

    ResponderEliminar

Ella quiere saber

¿Te gustan los Fanfics & Oneshots que lees aquí? ¡Déjame un comentario y cuéntame que te parecen! Es muy importante para esta escritora wannabe saber qué te parecen. Solo así podré mejorar. Gracias.