Autor: Kainet
Capitulos: 02/??
Fandom: Shingeki no Kyojin / Attack on Titans
Parejas: Levi x Eren
Clasificación: Angst
Disclaimer: Los personajes y el mundo de Shingeki no Kyojin son obra de Hajime Isayama.
Capitulos: 02/??
Fandom: Shingeki no Kyojin / Attack on Titans
Parejas: Levi x Eren
Clasificación: Angst
Disclaimer: Los personajes y el mundo de Shingeki no Kyojin son obra de Hajime Isayama.
ADVERTENCIA: Este Fanfiction serial contiene relaciones ShonenAi/Yaoi(Chico x Chico) Si no te gustan este tipo de historias será mejor que no leas los siguientes capítulos. NO COPIES esta historia, si deseas compartirla pide permiso al autor y coloca los créditos correspondientes. Gracias.
DOS
Flügel der freiheit
En
noches como esta. Te recuerdo, Armin. Quizás escuchar a Levi con tanto
desenfreno me hizo traerte a la memoria. Con los rubios cabellos despeinados,
perdido en ti. Gimiendo mí nombre al sentir mi boca en tu longitud. ¿Armin lo
recuerdas? Cierro los ojos para recordar más de mi antiguo amante. Lo extraño.
Extraño las noches cálidas a su lado. Siendo el nuevo recluta y novato de Levi,
estoy lejos de todos. De mis amigos, de Mikasa, de Armin. No pudimos ni
despedirnos. A lo lejos te vi tocar tus labios, como evocando un beso de
despedida. Armin. No llores mucho por mí en las noches lluviosas.
Eren
se acomodó en la fría celda y cerró los ojos para dormir un poco. En algunas
horas empezaría su primer día en el escuadrón de operaciones especiales. Estaba
nervioso pero decidido a convertirse en el mejor para matar a todos los
titanes. Pronto entraría a las misiones fuera de los muros. Quizás las más
peligrosas y con más bajas. En sus sueños evocó aquel extraño y desconocido
páramo en el que todo se mezclaba. Sombras, s padre riendo de forma insana.
Dolor. Miedo.
La
cálida mañana llego al antiguo cuartel de las tropas de reconocimiento. Un
viejo castillo acondicionado, lejos de los muros y los ríos. Un lugar perfecto
para funcionar como escondite. Escucho atento a un superior hablar de nuestro
destino. Nada más que el sonido de los cascos de nuestros caballos acompaña su
voz. He estado muy atento a sus palabras no obstante siento la mirada fría y
penetrante de Levi en mi espalda. Recorriendo mi cuerpo. Volteo ingenuamente,
esperando que aparte esos ojos intimidantes no obstante continúa mirándome
directamente. Me sorprendo. Intento no sonrojarme. Intento olvidar haber
escuchado su voz delirante, clamando mi nombre cuando otro hombre lo hacía
suyo. Mis superiores ya me lo han advertido, Levi no será mi niñero. Tampoco
aspiro a ser una carga. Yo solo quiero aprender de él. Y descubrir por qué
aquella noche me nombraba desde los brazos de Erwin. No me dice nada. Me
ignora. Al ser un alto rango, lo comprendo. Aun así, siento que mi cuerpo desea
estar cerca. Es una atracción incomprensible. Es algo tan fuerte e
indescifrable que me asusta por momentos. No se parece ni a lo que siento por
Armin o Mikasa. Es algo tan firme como mi sed de venganza. Tan cercano a la
locura que sé que si no me controlo terminaría perdido en ella.
El
pelotón del capitán Levi contaba con destacados guerreros, sobrevivientes y con
una lista extensa de titanes muertos. Eren estaba muy sorprendido de estar con
la élite de la élite. Los primeros con los que tuvo contacto aquella mañana,
mientras se encargaba de los caballos fueron lo dejaron cautivado. La primera
que vio fue a Petra Ral, quien derribó a 10 titanes y colaboró en la muerte de
46. A su lado, alardeando como siempre estaba Auruo Bossard, asesino de 39
titanes y colaborador de otros 9. Sin lugar a duda eran los mejores de los
mejores. A unos metros pasó Erd Gin, quien derribó a 14 y asistió en 32
ejecuciones. Con él Gunther Schultz, quien mató a 7 y asistió en 40. Una élite
seleccionada por el exquisito gusto del Capitán Levi. Eren no podía evitar
observarlos y recordar todo lo que había escuchado de ellos y aprendido durante
sus años de entrenamiento. Estaba fascinado con aquel lugar. Cualquiera de
ellos era muy capaz de eliminarlo si él perdía el control. Sus brillantes ojos
verdes se llenaron de miedo e intriga repentinamente. Una sombra apareció en su
rostro tras unos minutos en silencio absoluto.
Una
vez frente al castillo, mi nariz me hizo percibir el exceso de polvo. Sudé frío
pensando que Eren, mi Eren vendría a pasar unas noches en este asqueroso lugar.
Inmediatamente di la orden de limpieza profunda. Todo, absolutamente todo,
debía brillar de limpio. Sé que algunos de mis subordinados están acostumbrados
a mis detalles, pero puedo notar en la sorpresa de Eren, que nunca ha conocido
a un maniático de la limpieza como yo. Incluso yo, inicio la tarea de limpiar.
Cuando escucho tu voz informarme de tus avances. Eren, no puedes notar mi
sonrisa al verte limpiando ¿Cierto? Te observo durante unos segundos. Qué bien
luce esa máscara anti polvo en ti. Me preguntas dónde vas a dormir, desearía
poder llevarte conmigo a mi cama. Pero es demasiado pronto. ¿Verdad?
Ásperamente te respondo que tu habitación es en el sótano. Te sorprendes y más
aún cuando te digo que yo no puedo controlarte del todo. Te sonrojas ¿Por qué?
Te explico que no es una decisión mía. Es una orden de los superiores, una
condición a la que yo baje la cabeza para seguir solo por ti. Exclusivamente
por ti. Y antes de ir a revisar las demás habitaciones, me acerco rápidamente.
Miro tus ojos fijamente y noto que tus mejillas se hacen aún más rojas. ¿Será
posible que yo te guste?
Bajito,
violento y difícil de tratar. Así es el capitán Levi. Alguien que durante mis
días de infancia fue uno de mis héroes. Tenerlo cerca es o parece ser un sueño.
Nunca pensé que alguien así me tendría de esta manera en el sótano. Limpiando
una y otra vez lo que ya parece estar limpio. Siento su mirada directa en mí.
Analizándome. Entrando debajo de mis poros, haciéndome sentir débil y
vulnerable. Es como si yo supiera que él puede hacer conmigo lo que le plazca.
Es como si quiera que lo haga.
- - Oi… Eren. Está todo mal. Hazlo de nuevo. – reniega a lo que me apresuro a limpiar de nuevo. Sigo sintiendo su mirada clavada en mí. Como estudiándome.- ¿Hay algo que quieras decir?- pregunta al sentirse desafiado por mi mirada.
- - Capitán Levi…- susurro su nombre con miedo a lo que me levanto. Es ahora o nunca.- Capitán Levi…
- - ¿No sabes decir otra cosa que no sea mi nombre?- reniega y me mira con enojo. Impaciente por conocer mis palabras.
- - Yo, pues verá, yo… ayer, escuché que…- sus ojos empiezan a perder la forma dura. Un grave sonrojo aparece en sus mejillas como pronosticando mis palabras.- pues ayer escuché que usted… estaba con el Comandante Erwin… gritando… mi nombre.- bajo la mirada al no poder soportar la suya. Me intimida. Escucho que toce un poco. Como sorprendido.
- - ¿Te molestó? Escuchar tu nombre en mis labios…- dice de forma seca, como enojado y avergonzado al mismo tiempo.
- - No…- y ante mi susurro, aparece frente a mí. Observo como se pone de puntas para alcanzar mis labios. Cierro los ojos y siento su boca, adueñarse de la mía. Cálido. Diferente. Muy diferente a Armin. Obedezco a sus caricias en silencio. Sus manos exploran mi cuerpo sobre mi uniforme. Es como si no nos importara que nos descubran. Solo queremos sentirnos el uno al otro.
- - ¿Esto de disgusta?- pregunta sobre mis labios a lo que muevo la cabeza y guío una de mis manos a su cuello, jalo su cabeza y lo beso de nuevo. No me disgusta en absoluto. Lo ha ansiado desde que lo conocí.
- - El comandante Erwin…- le susurro al recordar que la noche anterior.
- - Es solo algo que hacíamos por necesidad. No hay sentimientos involucrados. ¿Qué me dices del chiquillo rubio que lloraba en el juicio?- me mira directamente.
- - Lo mismo.- susurro sobre sus labios. Pidiéndole más caricias. Jalo de su cintura con mi otra mano. Para sentirlo más cerca. Sonríe a la luz de las antorchas. Su cuerpo brilla como nunca antes. Seguimos besándonos hasta que escuchamos pasos acercarse. Me empuja y empieza a limpiar como minutos antes.
‘Mike…’
gimió lentamente Erwin al sentir como su amigo besaba descontroladamente su
cuello. Y así como Levi lo usaba a él para reemplazar sus más profundos deseos
por Eren. Erwin usaba a Mike para curar su corazón. Mike siempre estuvo
enamorado de él. Desde la primera vez que lo vio. En silencio observó cómo
mantenía aquella relación insana con Levi. Era la primera vez que se decían las
cosas como eran. Habían estado hablando de las estrategias, de los futuros
treinta días antes de salir a reconstruir fuera de los muros. Pero el olfato de
Mike era perfecto, sintió dolor en su amigo y le preguntó por su relación. Una
cosa llevó a la otra y terminaron tirando todos los papeles sobre esa mesa. Ya
nada quedaba ahí, en ese despacho. Solo dos personas completamente desnudas,
dándose placer el uno al otro. Tratanto, ambos, de curar al corazón.
Continuará…
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