Fanfic Serial: Miracle - Capitulo 22

Autor: Kainet
Titulo: Miracle
Capitulo: 22
Fandom: Super Junior
Parejas: Sichul / varias
Clasificación: Angst

Advertencia: Si no te gusta el yaoi (Chico x Chico) es mejor que no leas este serial. No copies este fanfic, si deseas compartirlo en otro lugar, pide permiso al autor y coloca los créditos correspondientes. 

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Capitulo 22

“Hay días oscuros, en los que tus ojos se pierden en el infinito,
existen días solitarios, en los que no encuentro tu alma
¿dónde esta tu amor?”

Habían caminado durante horas, sin soltarse de la mano, el menor guiaba a su novio, Dios sabe donde, pero algo si era seguro, lejos muy lejos de casa, durante horas su silencio atormentaba al otro, Teuki sabía que su amante estaba muy molesto con su actitud frente a la prima de su prometida, sabía del miedo a su padre, sabía que en aquel momento su pequeño no había podido controlar sus celos, llegando al punto de agredir a aquella molesta joven, a penas y podía creer toda aquella situación, nunca pensó que reaccionaría de esa manera. De repente el mayor chocó contra la espalda de KangIn, ¿por qué se había detenido? 

Su rostro palideció al encontrarse con aquellos ojos felinos y llenos de ira, un personaje al cual no necesitaba ver en aquel momento, aquella persona a la cual quería pero que su amor le asfixiaba, era su madre, quién sin pensarlo dos veces se arrebató contra su novio e hizo que se suelten las manos “no toques a mi hijo” fueron las palabras de la mujer, quien tomo fuertemente del hombro a Teuki. 

Pero no, su novio no necesitaba oír eso, se quedó en silencio mirando al mayor, ignorando por completo a la mujer esa, se miraron un largo rato mientras la otra gritaba, tomo una cadena que traía puesta y se la colocó, besó su mejilla, algo que casi hace que la madre de su enamorado se desmaye y le prometió que volvería, pero el mayor no quería, el quería ir con el y enfrentar todo con el, una tierna sonrisa de su pequeño lo convenció “todo esta bien, voy a volver LeeTeuk” le dijo, luego hizo una venia a la señora y se alejó de ellos, debía enfrentar a su familia, no podía vivir huyendo, su madre sufriría mucho, pero ¿y el? ¿Alguien pensó en el? Cerró los puños en signo de impotencia y mal humor, estaba decidido a romper su compromiso, le diría a sus padres que amaba a Teuki y si no lo aceptaban se iría de casa, pero ya nada detendría sus sentimientos. 

En casa de KangIn todo un alboroto, la novia estaba que echaba chispas, odiaba tanto a Teuki, lo detestaba incluso planeo la manera de matarlo, de repente vio pasar a un ser extraño para ella, nunca lo había visto o quizás si, se acercó al chico de enormes mejillas y le preguntó quien era.

Le dijo que se llamaba Yesung y que buscaba a RyeoWook, la joven le preguntó si era amigo de Teuki, el inocente le contestó que si, que aunque muchas veces le regañaba por andar robando comida, pues que lo adoraba, era uno de sus mejores amigos. La joven sonrió maliciosamente, sabía donde estaba la persona que buscaba, tomó de la mano al cachetón y lo guió hasta la habitación donde se encontraban RyeoWook y su padre. Tocó tres veces la puerta y cuando el dijeron que podía entrar abrió lentamente para que su amigo le viera, ahí frente a el estaba RyeoWook, pero estaba vestido como hombre. Este al ver a YeSung en la puerta palideció totalmente, la sonrisa de SunRi no se hizo esperar y le dijo al padre de Ryeo que el cachetón era un buen amigo suyo y que buscaba lo estaba buscando.

El hombre mayor les pidió que se acerque, el cachetón no podía creerlo, quiso pensar que era un error y que quizás Ryeo tenía un hermano gemelo, pero no aquellos ojos, eran los ojos de su “mejor amiga”

Lo miró con cierto enfado, pero lo que desbordaba en sus ojos era tristeza. Lo invitaron a quedarse a cenar pero se negó, luego se despidió y salió lo más rápido posible, el joven lo siguió tímidamente, pero el cachetón estaba enfadadísimo no quería volver a ver a aquel mentiroso en su vida, cansado de caminar y totalmente perdido en un jardín se dejó caer en el pasto, las estrellas iluminaba aquella noche sin luna, el menor se sentó a su lado y trató de hablarle pero YehSung no lo miraba. 

- Ya no sé quien eres RyeoWook… 
- perdóname.. no quise mentirte… es solo que yo.. yo solo quería estar a tu lado…- bajó la cabeza
- ¿Estar a mi lado? ¿Crees que la manera de hacer amigos es con mentiras? Además para estar a mi lado no tienes que ser mujer… ¿Acaso no ves? Eras mi única amiga mujer… no comprendo por qué tuviste que mentirme.. justo hoy.. cuando más necesitaba de alguien… quizás tu amistad también fue mentira…
- no.. no… YeSung.. es que yo… yo pensé que te gustaban las chicas… y… pues…- se puso nervioso- pues… resulto que te gustaba DongHae feo tonto…- dijo con una mueca
- ¿Qué tiene que ver Dongie en todo esto?- se cruzo de brazos el cachetón
- Pues… pues.. pues... ¡Me gustas desde la primera vez que te vi! Hace muchos años, sueño contigo todas las noches y daría mi vida por estar a tu lado… Probablemente no me recuerdes, pero desde mis siete años estás dentro de mi corazón.- el pequeño después de gritar esto dejó que sus cabellos cubran su vergüenza, tenía ganas de llorar, no sabía que hacer
- bueno, sabes que yo quiero a DongHae…- mirando hacía otro lado y pretendiendo estar muy enojado
- mañana me voy de regreso a mi pueblo… papá esta avergonzado por lo que hizo KiWook… yo estaba pidiéndole que me deje aquí… para estar contigo
- yo no quiero estar contigo…- YeSung se paró y se fue, dejando al pequeño llorando, su corazón estaba roto, moría y todo por SunRi, pero ¿el que le hizo a SunRi para que ella el haga tanto daño? Llevó sus manos a su rostro para contener el dolor, pero era imposible, estaba muriendo de pena. 

El nerd y sungmin estaban como ya era de costumbre tirados en el jardín mirando el cielo, el chico inteligente le dijo que pronto nevaría que según sus estudios el color del cielo y el viento indicaban eso, así que se quitó la chaqueta y se la puso a su nuevo enamorado, le tomó de la mano y entraron a la casa, se sentaron en un rincón cerca de la hoguera para no sentir frío y se quedaron unas horas abrazados hasta que empezó a nevar.

SungMin salto sobre su enamorado haciéndolos caer al suelo, Kyu estaba acorralado entre el suelo y su niño y un leve sonrojo apareció en sus mejillas cuando este le grito lo inteligente que era, luego aprisionando sus manos lo lleno de besos, eran felices, bueno eso parecía, aunque el chico inteligente sabía perfectamente que lo estaba utilizando. 

Una sombra los observaba desde la puerta, era Eun, golpeó fuertemente la puerta y entró, pero SungMin no dejó de hacer lo que estaba haciendo, solo cuando Kyu le dijo que no era bueno hacerlo delante de su mejor amigo, el chico rosado se alejó de su enamorado, mirando fijamente a su mejor amigo, Eun miraba con odio a los dos chicos. SungMin tomó los brazos de Kyu y se rodeó con ellos “tengo frío” le dijo en el oído a su enamorado que solo ocultó su vergüenza en el cuello del mayor. 

EunHyuk no les decía nada solo los miraba indignado, ante lo cual SungMin le preguntó si necesitaba algo, este negó con la cabeza y siguió mirándolos. Después de hartarse de ver tantas demostraciones de afecto Eun se dio media vuelta y se fue, le dolía, pero quería ver que tanto podía mentir SungMin, pero al parecer ya no estaba mintiendo, al parecer empezaba a sentir algo por el nerd. 

- es un tonto… ignorémoslo…- dijo sungmin apoderándose de los labios de su enamorado
- tienes razón….- dijo el nerd volviendo a besar al otro chico. Amaba sus besos y mientras durase quería sentir aquello muchas veces, aquel cosquilleo en su estomago al besar al otro niño. 

En casa de Siwon, estaba KiBum sentado frente a su amigo chino, bebiendo un licor algo potente, algunos sirvientes de SiWon le había dicho que DongHae había salido con YeSung, desde que le dijeron eso había estado escondiéndose de este, se sentía pésimo, el solo fue quien ocasionó eso, DongHae era su obsesión, lo amaba tanto, tantos momentos juntos, el viento se intensificó y empezó a nevar, desde una ventana lejana de aquel lugar Dongie observaba la misma nieve, quería ver a KiBum pero el no se dejaba ver. 

Las cosas con SiWon ya se habían arreglado un poco, desde que el noble y Heechul empezaron su relación formal, SiWon se había vuelvo otra persona, además ya no era aquel egoísta ser que pensaba que podía comprarlo todo. sonrió al pensar en la felicidad de aquellos dos. Llevó una de sus manos a su rostro para secar unas cuantas lagrimas, como le gustaría poder tener una relación así con KiBum, sin tener que lastimarlo tanto. 

Decidió entonces ir en busca de aquel ser que tanto amaba, su otra mitad, sin importarle la nieve caminó hasta la casa de SiWon y se detuvo al ver una habitación con la luz encendida, caminó hasta ahí y descubrió a KiBum y Hannie tomando licor, se quedó durante algunos minutos observándolos hasta que los ojos del cachetón voltearon a descubrir a aquel ser que los miraba tan fijamente, ambos se quedaron mirando por varios minutos, querían decir tanto, pero dolía mucho más. El chico chino llamó a Dongie, indicándole que hacía demasiado frío y que era mejor que entre, este le obedeció y entró. Pasaron las horas y nadie hablaba, el chico chino les dijo que debía ir a dormir, se despidió y los dejo solos. 

En otra habitación de la misma casa todo lo contrario sucedía, dos cuerpos desnudos entrelazados en un abrazo eterno descansaban, la nieve caía fuera de aquella habitación y generaba un bello visaje para los dos enamorados peor ambos prefería mirarse el uno al otro, los fuertes brazos de SiWon rodeaban la cintura frágil de HeeChul alejándolo de cualquier frío existente, este reposaba su rostro sobre el pecho de su noble, memorizando una vez más su suave y adictivo aroma, amaba cada centímetro de aquel hombre y sabía que era correspondido. 

El noble le susurro en el oído palabras de amor y el mayor le robó un beso, luego le pidió que le cante, entonces el noble empezó a cantar una suave melodía, dos almas unidas en una canción, cuando el actor empezó a entonar aquella canción que terminó en un largo beso. Todo el mundo sentía frío, pero ellos no, se tenían el uno al otro y eso era suficiente, bastaba con tener el calor del otro para desconectarse de todo y vivir felices en su burbuja. 

De rato en rato el noble jugaba con los hermosos cabellos del otro, mientras que este le regalaba cortos besitos en el cuello, los cuales producían cosquillas en el menor, en aquella habitación, al final de corredor solo se escuchaban risas, el chico chino se dejó deslizar en aquella puerta y abrazó sus piernas, ¿hasta cuando duraría aquel dolor?, escondió su rostro entre sus piernas y trató de tomar fuerzas. 

Continuará...