2 oct 2013

102 Breakups: Tears and Revenge - Two-Shot

Título del Fanfic: 102 Breakups: Tears and Revenge
Parejas: SiChul / ft. Gunhee
Tipo: Yaoi
Género: Angst, Drama, AU.

Clasificación: Rating {M}.
Advertencias: Altamente Angst.
Descripción: Multi POV de Heechul y Siwon.
Comentario del Autor/a: Todo lo escrito y publicado a continuación es producto de mi imaginación, eviten tirarme piedras si son Gunhee shippers. Gracias.

102 Breakups: Tears and Revenge

Luego de aquella noche, Gunhee se hizo muy presente en mis días. Me acompañaba a donde fuese, pasaba las tardes enteras jugando videojuegos conmigo. Siempre estaba disponible cuando lo busca. Siempre corría a verme cuando me desvanecía en m depresión. Él es, quizás, uno de los pocos que me ha visto llorar por mis amigos alejándose de mí. Nunca me ha dicho nada sobre ellos. En silencio trata de hacer bromas estúpidas para alegrarme las noches. Es un buen amigo. Lo aprecio mucho, incluso por mí, ha tenido que soportar la atención mediática de mis petals. Se lo agradezco mucho. Es ese refugio que buscaba con desesperación en las largas noches en compañía de Heebum.

Yo no sabía vivir sin ti. Una mañana sin escuchar tu voz, sin ver tus ojos, sin saber de ti eran cosas que jamás imaginé hasta hace dos años. Nunca creí que los años se me pasarían de tal manera. De repente ya debías cumplir con tu deber. Y, quizás, en tu enojo y dolor olvidaste decirme. En aquel entonces me dolió demasiado enterarme por la prensa y no por ti que te irías. Controlé mi enojo. Como siempre me llené de justificaciones pero con el paso del tiempo me di cuenta. Tú no te apoyabas en mí. Me apartabas tanto de tus pensamientos pese a ser pareja. Heechul, tú no tienes que ser fuerte delante mío. Creí que lo sabias.  Aun así, preferiste tu orgullo y poco a poco empezamos a convertirnos en desconocidos. Me dolía y durante algunos meses intenté sacarte de esa distante posición en la que te escondiste de todos nosotros. Estábamos ocupados, sí. Estábamos cansados, sí. Pero si tú nos hubieses dado una oportunidad de apoyarte lo habríamos hecho. En lugar de eso te escondiste en tu caprichosa forma de ser. En tu autosuficiencia. En tu agresividad al responder cuando preguntábamos si estabas bien. No voy a justificarte, tampoco a justificarme. Yo también tuve errores. Pero ¿Acaso no somos humanos? Todos nos equivocamos. Todos. Y ahora vuelves. Mis manos tiemblan al saberte cerca. Mi cabeza ordena ideas para crear oraciones coherentes pero todo está hecho un caos en mi cabeza. Y entonces se abre la puerta y veo lo que más he temido desde hace algún tiempo: no vienes solo.

¡Silencio! No me preguntes cómo estoy o qué ha pasado conmigo luego de muchos meses de tu ausencia, Sungmin. No me digas que no es mi culpa estar tan deprimido. Es mi entera culpa por dejar que los otros y su distancia me afecten tanto. Yo la gran estrella del universo necesitando de los demás… ¿Eso tiene lógica? No me digas que me sientes vacío luego de olvidarme. Luego de simplemente desaparecer de mi vida, no tienes derecho de decirme que me sientes negativo, que debo cambiar mi forma de ver las cosas. ¿Qué no ves? ¡Estoy solo! Tan solo y tan perdido. No puedes ser una amistad intermitente, sé que has estado muy ocupado, no te culpo. Pero no me digas todas esas palabras tan a la ligera porque me huelen a mentira y me hacen sentir aún más solo. ¿Qué ha pasado? ¿En serio me preguntas eso? Olvidaste mi cumpleaños, me saludaste un día después. Dijiste estar enfermo y ocupado con tu novio. Lo intenté. Lo juro, intenté justificarte, no sentirme mal. Pero un mensaje de texto no te enfermaba más ni te quitaba el valioso tiempo con tu novio. Quizás a mis treinta siga siendo un bribón inmaduro por esta molestia mía. Pero así es como soy. Así es cómo todos me han conocido. No me digas que necesito un tratamiento. No me digas todas esas palabras de aliento que siento distantes y forzadas. Yo solo quiero olvidar y refugiarme en los únicos ojos que me miran atentos ahora. Porque esa persona se preocupa por mí. Esa persona me encontró en el peor de mis momentos, me tomó entre sus brazos y dijo haberme extrañado. Y aunque me digas que él miente, quiero creer de nuevo en una amistad sin intereses. Quiero créele a Gunhee. No me digas que me sientes dolido. Dime cosas que no sepa. Dime que al menos una vez en toda esta ausencia pensaste en mí. No lo hiciste ¿Verdad? ¿Inestable? ¿Cuándo he sido estable ante tus ojos? Silencio. Estoy cansado. Ya no quiero escuchar tus mentiras. Te respondo de mala gana, con monosílabos. No me preguntes más. Cargar todo solo. ¿Cuándo me ayudaste? Yo realmente me cansé, me cansé de valorar tanto a mis amigos y de recibir tan poca consideración. Quizás los mal acostumbré. Quizás no seas el único que me ha hecho sentir solo. Pero has sido el primero en hablarme, en sentir mi furia. Sé que lloras, escucho tus sollozos desde el otro lado del teléfono. Dices que te sientes impotente, que lo sientes. Que hubieses querido estar ahí cuándo te necesité. Mi orgullo herido se siente molesto. Te respondo de mala gana, te digo que todos los seres humanos venimos al mundo solos, cargamos con todo solos, que nada se puede hacer, que así es la vida y punto. Miento. Solo mi soledad sabe cuánto desee un abrazo cálido en las noches más solitarias y vacías de mi vida. Soy demasiada carga emocional para alguien tan sensible como tú, Sungmin. Con una actitud fría te informo que dormiré y corto la comunicación. Ya tuve suficiente. Mi orgullo habló por sí mismo y probablemente te he lastimado mucho. Pero ¿Qué puedo hacer? Así soy yo.

He tenido días muy cansados, viajes interminables e infinitos cambios de horario. Me perdí en los días y la noción del tiempo se me fue de las manos. Heechul, me dueles. Cuando volvimos a vernos en Japón llegaste con aquel nuevo amigo tuyo. Digo amigo porque no me atrevo a preguntar si son algo más. Mis labios se hacen un nudo al saludarlo. No lo quiero cerca. Algo en mí me dice que él no es para ti. Dicen que estoy celoso, que de seguro estoy muy desconfiado por los años en los que tú y yo fuimos pareja. Dicen que me siento amenazado al verlo tan cerca de ti. Al verlo acapararte. Has vuelto con nosotros, pero te siento tan de él y tan ajeno que me dueles. Estamos a minutos de subir al escenario, tus fans de Japón te esperan, ni me miras. Tus ojos están apagados y fríos, me asustas. Nunca te sentí tan lejos. El manager se nos acerca, quiere algo de fanservice de nuestra parte, te ríes cínico, como si no te importara hacerlo. Subimos, me siento nervioso, no te me acercas mucho. Y de pronto mientras hablo, acaricias mi rostro, tiemblo al sentir tu piel bajo mi barba. He extrañado tus caricias. Juraría que conté los días por volver a sentirte cerca. Mi voz se entre corta a lo que sonrío nervioso, te acercas rápido y depositas un corto eso en mi mejilla. Aseguraría que te sonrojase. Me apresuro cuando tomas el micrófono, no puedo controlar mis movimientos. Rápido muerdo tu cuello, ansiando que recuerdes las interminables noches que pasábamos juntos. Me miras entre incrédulo y molesto. Bajo la cabeza apenado, sonrío para el público. Y a lo lejos lo diviso, sus ojos brillan con enojo. Al parecer a tu ‘amigo’ no le gustó nuestro juego. Mira algo en su celular y luego desaparece detrás de los escenarios. Por alguna razón, siento miedo. Luego de unas horas el Internet se revolucionó, al parecer esa herida en tu boca tiene nombre y apellido y se asegura de tomarle fotos a cada paso tuyo para probar aquellos que tienen. Al parecer, a ti no te importa desmentir eso. No tanto como te importó desmentir nuestro primer beso en público.

Luego de salir, sin querer, me topé con Donghae. Sus ojos alegres me miraron con compasión. Al igual que con Sungmin, me enojé. Me sentí fastidiado. Pero sé lo llorón que es, evité profundizar la conversación. Él estaba feliz, yo me sentía vacío, recuerdo haberle dicho que me daba igual haber salido del ejército. Me miró con tristeza, me apresuré antes de recibir palabras por compromiso. Me apresuré y le conté de este amigo de infancia que había venido a visitarme. Me sonrió nervioso y dijo haber escuchado de él por Sungmin. Lo miré mal. Ya Sungmin me había dicho que no confiaba en Gunhee. Que se le hacía raro que de la noche a la mañana me busque. No dije más. Esperé que hable, quería verme en Grill5Taco para comer, le sonreí con soberbia. Me iría de viaje. Me miró incrédulo al ver que nuestras fechas no coincidían. Me invitó a ir con él a Alemania. Bufé dolido ¿Recién ahora me invitaba a salir con él? Me negué dolido. Le excusé en un plan ya previo. Iría con Gunhee a Singapur y nadie nos detendría. Luego se quedó callado, mi rechazo fue contundente. No esperé más y me despedí. Tenía cosas que hacer, como ir a cenar con Gunhee. Sé que mi nuevo amigo es muy insistente en tomarnos fotos juntos o en tomarme fotos, pero ya nada me importa. Si nos emparejen o no, me da igual. Yo me siento feliz y querido. En aquel viaje nos hicimos muy unidos, incluso compartimos habitación juntos. Yo lo quería cerca siempre, no me molestaba lo dependiente que empezábamos a ser el uno de otro. Luego tuve que mudarme a los dormitorios de Super Junior. Recuerdo haber dormido incómodo en el sillón.

Corforme los días pasaban, Kangin empezó a acercarse más a mí. Mientras todos estaban de vacaciones, me encontré en un supermercado con Kangin y Dambi. De alguna manera los dos me arrastraron lejos de los planes de Gunhee. Intenté no pensar en él, en pasarla bien y así fue. Luego ya en la noche, con alguna copas de por medio le confesé mi molestia a Kangin. Él había estado algo alejado de mí. Pero aquella noche lo sentí muy sincero, muy cercano. Incluso me dijo que quería conocer mejor a Gunhee, que no quería guiarse por los comentarios y malas vibras de los demás miembros. Le comenté que Sungmin Joo también se llevaba de maravilla con él. Me sonrió sereno, dijo que podríamos salir todos juntos y pasarla bien. Dambi se mantenía al margen, como que no quería opinar. Jugaba con su copa y luego sonreía incómoda. Le pregunté qué sucedía, ella, toda una dama solo se excusó en los efectos del alcohol. Sé que algo quería decirme. Sé lo que muchos piensan de él. Sin embargo me conmoví con el repentino interés de Kangin. Era el primero de todos mis amigos que le daría una oportunidad a ese ser que me salvó de la más profunda soledad.

No sé cómo mi labio se partió, quizás fue en alguna borrachera. No lo recuerdo. Solo sé que para cuando viajamos a Japón me dolía mucho la boca. Los miembros evitaban preguntar sobre eso y Gunhee no los dejaba acercarse. Tuve que acercarme a Siwon durante el fanmeeting, tuve que tocarlo. Me sentí como la primera vez, no pude evitar mirarlo como antes. No pude evitar acariciar su rostro. No pude evitar sonrojarme y pensar que estaba enamorado de él. Sigo amándolo, esa es mi única verdad. ¿Gunhee? Es mi nueva compañía, evito aclarar las cosas con él. Lo evito muchas veces por una simple razón: pese a pasarla bien y reírme con él, he empezado a sentirme vacío. Incluso con Gunhee, me siento solo. Besé la mejilla de Siwon delante de todas las ELFs japonesas, mordió mi cuello a lo que me sorprendí y enojé. No negaré que me gustó ese contacto con él. Al bajar del escenario Gunhee me miró molesto. Nos fuimos juntos al hotel. No me habló en todo el camino, tras cerrar la puerta de la habitación que compartíamos me miró frío, muy frío.

‘Creí que teníamos algo especial, Heenim.’- susurró dando vueltas a mi alrededor. Bajé la cabeza sin saber qué responder. Ciertamente había notado que su amistad se iba tornando en algo más romántico de su parte. Pero yo jamás aclaré las cosas con él. Nunca determiné nuestra relación. De repente escuché un grito desde el baño, corrí a ver que sucedía, había calentado una cuchara al punto de ponerla roja, cuando menos lo esperé quitó las llamas del metal y volvió a colocarla sobre su labio que empezaba a ponerse rojo. Lo miré con pánico al escucharlo gritar de nuevo ¿Qué estaba haciendo? ¿Estaba loco? ¿Por qué estaba quemando su labio? Para cuando intenté detenerlo tenía una ampolla sobre su labio, muy parecida a la herida en la mía. Sacó su celular y tomó una foto de sus labios. A los minutos la difundió por Internet. ‘Yo por ti haría todo, Heenim.’ Se me acerca de forma intimidante. Jala de mi cuello e intenta besarme, estoy tan aturdido por su cambio de actitud que solo consigo alejarlo para que bese mi mejilla. Me excuso en cansancio. Me mira enojado de nuevo. Le sonrío y le prometo que nunca nos alejaremos, siento miedo. ‘Nunca, Heenim, nunca nos separaremos.’ Susurra antes de caminar hasta el baño. Su labio sangra.

Todos han tratado de advertirle a Heechul que ese tipo no es fiable. Todos han notado sus intenciones. No es simplemente alguien intentando conquistarlo. Algo así no nos preocuparía. Es un ser que apareció de la nada con un solo interés: utilizar la fama de Heechul. Sé que él se niega a creerlo. Ha discutido con casi todos los miembros a causa de ello. En un intento desesperado Donghae ha intentado llevarse bien con Gunhee, pero que un fracaso. Es extraño. Tiene actitudes extrañas y un afán increíble por demostrar que Heechul y él tienen algo. Quizás sea desatinado, pero siento que necesitamos hablar. He venido hasta su puerta para exigir explicaciones. Ya son demasiado los rumores sobre su falsedad y oportunismo. No estoy dispuesto a dejar en las manos de alguien así a mi único y gran amor. No supe qué decir cuando Heechul fue el que me abrió la puerta. Sus ojos estaban rojos, como si hubiese llorado. Su mejilla se veía roja, como si le hubiesen tirado una cachetada. ‘Siwon’ susurró mi nombre con confusión y miedo. No pudimos hablar mucho, Gunhee estaba detrás de él y al verme lo abrazó de la cintura y me invitó a pasar. Ambos esperaban a Sungmin Joo. No me lo esperaba. Pensaba encontrarlo solo en casa, pero al parecer Heechul le dedica todos sus ratos libres.

¿Por qué has venido? No entiendo por qué estabas en la puerta de Gunhee hoy, pero agradezco que hayas llegado. Con el pasar de los días ese amigo de infancia se acostumbró a manipularme y hasta agredirme físicamente para que no lo deje. Hoy estaba siendo golpeado cuando el timbre me salvó. Siwon, me salvaste de heridas que quizás no podría maquillar en mi alma. ¿Cómo llegué a esto? ¿Cómo permití que me alejen de mis seres querido? Me victimicé, me cegué, no quería ver más que mi propio dolor. Me sentía perdido sin ti y sin ellos. Me encerré y no dejé que nadie me ayude. Aun así, has vendo y sin saber me has salvado. Los veo intercambian palabras cordiales, me excuso y camino a la cocina. No sé cuánto tiempo esté Siwon de visita pero desearía que no se vaya nunca. Me duele el rostro. Coloco algo de hielo en el para evitar una hematoma.

- ¿Qué pretendes? Si deseas dinero, te lo puedo dar yo.- Me ofusqué al notar su risa cínica. Delineó con sus dedos la mesa, guardando sus más oscuros pensamientos. Insistí a lo que me miró entre enojado y burlón.
- No me recuerdas ¿Verdad?- Lo miré incrédulo.- Aquel niño en la calle al que miraste con desprecio alguna vez al ir al colegio. Aquel adolescente al que ignoraste en la biblioteca de la secundaria. Aquel fan obsesivo al que le negaste un maldito autógrafo… dicen que Heechul es soberbio pero tú le ganas, Choi Siwon. Te haces el sencillo, el buen hombre, no eres más que un maldito ególatra. Año tras año calculé mi venganza. Pensé detenidamente cómo destruirte. Dónde golpearte.- su sonrisa se hace grande y luego vuelve a su enojo habitual.- ¿Dónde? Directo en el corazón. Esperé con ansias que lo dejaran solo… era tan débil cuando todos le dieron la espalda. Tan fácil de comprar con las sobras de mi fingido cariño. Después de mucho, mi amiguito de infancia me serviría de algo.- gira a mirar la puerta al escuchar que Heechul deja caer lo que traía en las manos. Sus ojos se llenan de lágrimas al sentirse usado. Y yo me lleno de ira al sentirlo lastimado. No pienso más, me abalanzo sobre Gunhee. No le perdonaré esto aunque vuelva a nacer.- Oh sí, golpéame. Mancha tus manos de élite con mi sangre. Todo está siendo grabado, estás acabado Choi Siwon.

No sé cómo terminamos metidos en esto. Su padre accedió a ayudarnos solo por esta vez. Las cosas se le fueron de las manos a Gunhee, él creía que Siwon solo lo golpearía. Que luego podría vender la historia a la prensa y vengar su obsesiva envidia. Se equivocó. Miro a Siwon con miedo. Me sonríe y luego besa mi frente. Me susurra que nada más volverá a separarnos. Sé que así será, pero temo que algún día alguien descubra nuestro crimen. Temo que algún día alguien encuentre el cuerpo de Gunhee. Cierro los ojos, dejo que los labios de Siwon tranquilicen mis pensamientos. Cierro los ojos y me dispongo a dormir unas horas, mañana será el inicio de una vida sin Gunhee, un inicio a una vida como siempre debió ser.


FIN. 

5 comentarios:

  1. ¡Wow! Todo el rato hr estado esperando por el final... Demasiado bueno, demasiado genial. No tengo nada contra Gunhee, pero, que no se meta entre el Sichul o no será Siwonnie quién lo mate... Gracias por volver... Leere todo lo que subas <3

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  2. OMG!! Gracias por leer~
    Yo tengo sentimientos encontrados con ese ser...
    Se nota creo :P

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  3. Gracias x l final la verdad odio a gunhee :'( tngo ira acumulativa cada q miro las fotos d mi Chula con EST n instagran y no una del SICHUL es como si hubierab terminado noooooo :'( m ncantan tus fic z:-)

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  4. Gracias a ti por leer, si te gusta soy feliz :'D

    Y si, me siento igual que tú. Siento que ese tipo acapara a Heenim y eso me hace enojar. Ya ni con los chocoballs lo veo andar. T--T

    Además no me da buena espina, siento que es un interesado, busca fama. No siento verdadera su amistad, ojala me equivoque :(

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Ella quiere saber

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