28 oct 2013

Fanfic Serial - MET Cap Final 2

Autor: Kainet
Titulo: My english teacher 
Capitulo: Capitulo FINAL 2° Parte
Fandom: Super Junior
Parejas: Sichul / Kihae / Hanry
Clasificación: Angst / AU 
Advertencia: Si no te gusta el yaoi (Chico x Chico) es mejor que no leas este serial. No copies este fanfic, si deseas compartirlo en otro lugar, pide permiso al autor y coloca los créditos correspondientes.
N/A: Gracias por la espera. Gracias por la lectura y por los comentarios. 

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FINAL - 2° PARTE


Dieciséis punto uno: Hangeng

Lo días pasaron demasiado rápido desde que nos separamos, llegué a Corea del Sur sin un centavo en el bolsillo, gracias al cielo pude quedarme en casa de Heechul y su familia me ayudó mucho con mi pequeño. Han pasado ya dos años desde que volví, no obstante se siente tan fresca esa separación en Canadá. Tan dolorosa, tan reciente. Los días se pasan llenos de cansancio y las noches se resumen a un cerrar y abrir de ojos. Tengo grabada en la mente esa última sonrisa que mi Henry me regaló, sus caricias se han tatuado bajo mi piel y sus besos quedan flotando a mí alrededor. Lo extraño y aunque mantenemos cierto contacto no me atrevo a pedirle que tengamos una relación a distancia. Es, quizás, limitar su juventud, no quiero eso, no quiero recordarle aquella vida de encierro y presión que vivió con su difunda madre.

-Hola- saluda desde el otro lado del planeta.
-Hola…- saludo nervioso mientras siento su respiración algo agitada- ¿Recién llegas de la escuela de música?
-Vine corriendo… ¿Llamaste muchas veces?
-No. Henry…
-¿Si?- contesta agitado, mis mejillas arden demasiado.- Henry… ¿A ti te sigo….
-Hangeng, tú me gustas desde siempre y para siempre… pronto haré una audición para una empresa coreana y podremos estar juntos haciendo lo que nos gusta aunque es probable que no trabajemos en la misma empresa, quizás seamos competencia…
-Tonto…
-Hangeng, pídeme que seamos algo más, pero pídemelo cara a cara…- mi corazón se acelera al escuchar esas palabras, mis mejillas se sonrojan y no sé qué decir.- Siempre tan lento…
-No dijiste lo mismo cuando estuve en Canadá…- ante mi respuesta Henry enmudeció.- lo siento no quise ofenderte.
-No lo has hecho, es solo que desearía que ese Hangeng salga de tiempo en tiempo, aunque seas como seas, gege bueno o gege violador, yo te amo.

Los días son insoportables, cansado, agitados, a veces siento que mi cuerpo ya aprendió a moverse solo, como si el cansancio ya no importara, se mueve hacia un destino cerca a quien amo. No obstante, me basta llegar al fin de semana, correr a casa y esperar su llamada. Su voz me tranquiliza. Suave, calmada, nerviosa por momentos. Hangeng, tú me motivas a dar todo e incluso, lo que no tengo. Estamos lejos, sí, pero cada vez estamos más cerca. Estoy esforzándome por construir ese futuro a su lado con Han Tao. Hoy es mi audición para su empresa. Estoy seguro de pasar, he preparado muy bien mi presentación. No fallaré. Pese a ser joven, sé que soy lo que la SM busca en Canadá, así podré unirme a él y ser parte de su grupo, próximo a debutar. Siento nervios por él, pero más por mí. Debo lograr entrar en la SM y en su grupo. Quiero debutar a su lado.

-¿Hijo? – preguntó la madre de Henry mientras el cerraba la puerta del departamento en Canadá. Camino en silencio, con el rostro frío, como soportando las lágrimas.- ¿Sucede algo mi Henry?
-Debes felicitar a tu hijo, mamá.- sonrió melancólico.- Erai ha pasado las audiciones en L.A. irá a Corea del Sur a una empresa de entretenimiento.
-Aigo… tú también eres mi hijo, babo.
-Yo no pasé la audición, dijeron lo mismo de siempre, tengo talento pero aún me falta…
-Tienes todo el tiempo del mundo, pequeño.
-Quiero estar cerca a Hangeng… pero quiero cumplir mis sueños.
-Sigue esforzándote, uno de estos días lo lograrás.- dicho esto la amorosa madre lo tomó entre sus brazos, besó su frente y acarició su cabeza de forma delicada.- Todo va a estar bien.

Sé que todos creen que estoy siendo egoísta al enviar a mi hijo a China, pero es la mejor decisión que he tomado en mi vida. Han Tao es un excelente hijo, a sus cortos años me comprende y me quiere. Sabe que esto es por su bien, pronto mi vida será muy rutinaria y ajetreada, un niño de su edad no debe pasar por eso. Con su abuela, en China, logrará crecer tranquilo. Iré siempre que pueda y lo llamaré a diario. Sé que en un primer momento va a ser difícil, no obstante, no será para siempre. Camino alistando su maleta mientras él me observa desde la cocina, a sus cinco años es tan maduro.

-Appa… ¿Henry vendrá pronto?- pregunta a lo que me detengo y volteo a mirarlo. Cierto, olvidé llamarlo para preguntarle sobre la audición.- Appa ¿No has llamado a Henry?
-Lo olvidé…- me justifico a lo que mi pequeño se para en el sofá y me lanza su carrito.- Ouch… Han Tao no seas violento ¿Quién te ha enseñado eso?
-Appa babooooo… el tío Heechul no miente, appa baboooo- chilló enojado a lo que me da a entender este mocoso que ha aprendido muy bien de mi buen amigo.
-Yah! No me digas babo… Han Tao, sé obediente.
-Es difícil enseñarle a un niño a mentir. Él solo dice lo que ve.- Heechul reniega desde la puerta.- Si que eres idiota, mira que olvidar llamar a Henry ¿Qué demonios haces parado aquí? Anda a llamarlo, maldita sea.
-Yah…. ¡Heechul! No hables lisuras delante del pequeño… Henry debe estar durmiendo.
-¿Crees que puede dormir sin tu llamada? Aigo, tu appa es un babo.
-Nee…- chilla mi pequeño a lo que volteó a verlo, parece un clon de Heechul, lo mejor es que se vaya a China, no quiero padecer lo que los padres de Hee han vivido.
-¿Henly? Soy Han Tao… Appa…- viene mi pequeño con su teléfono de juguete.
-Iré a llamarlo…- suspiro resignado a lo que veo a Heechul ayudarme con las maletas de mi hijo. Ha sido bueno mantener nuestra amistad, nos hemos hecho mucho más unidos. Pese a su situación, pese a mí relación a distancia con un menor de edad. Un menor que en sus días de colegio fue mi profesor de inglés.

Quise llorar, pero al ver su llamada decidí sonreír y contarle que no había pasado la audición, que tendrían que esperarme un poco más. Me contó del viaje de Han Tao, de los preparativos para que debuten como Super Junior, son doce y es un gran número de personas para un grupo. Está feliz y yo estoy feliz al igual que él, por él. Pero me frustra no poder alcanzarlo allá. El saberme tan lejos, nunca podremos estar en el mismo grupo. Ahora, aunque concurse de las audiciones, no trabajaremos juntos. “Hangeng ¿Debería renunciar?” -Su tono de voz cambió repentinamente al escucharme decir eso. “Puede que no debutemos juntos, pero podemos ser parte de la misma empresa, incluso si no es de la misma empresa, podemos se parte del mismo ámbito, eso basta.”- respondió con tono maduro y molesto ante mi miedo. “Ven, sé mi competencia, pero no dejes de soñar, Henry.” –agregó antes de volver a ser el mismo Gege de siempre, el tierno y adorable Hangeng. Ese día sonreí ampliamente y me juré no volver a sentir miedo. No retroceder jamás. Yo supe desde ese momento que nada sería fácil, pero que siempre iba a tener a Hangeng a mi lado.

Yo no sé cómo pasó tan rápido el tiempo, mamá decidió hacerse cargo de mi hijo mientras yo entrenaba junto a mis amigos, es impresionante cómo el destino volvió a reunirnos. Sonrío feliz mientras ensayamos juntos, a nosotros se han sumado varios chicos y ahora somos trece. Empezamos siendo doce personas locas que soñaban con el éxito, con ser los mejores en lo que hacemos. Ahora siendo uno de los grupos más conocidos y habiendo superado muchos obstáculos, estamos sentados en la gran mesa de nuestro productor, ha pedido esta reunión para anunciarnos el siguiente paso. La siguiente meta. Miro los rostros de todos, se ven entre preocupados y nerviosos. En cierta medida, envidio a algunos. Finalmente el señor Lee Soo Man entra.

-Bien chicos, los cité hoy para informarles que Super Junior sacará un nuevo álbum para celebrar el regreso de Kyu. Estamos felices de que hayas vuelto sano y salvo- sonríe a lo que todos volteamos a mirarlo, qué gran susto nos dio el menor cuando tuvieron ese accidente.- No obstante, Kyu dejará de ser el menor del grupo…- ¿Qué? Mi rostro palidece al pensar que está insinuando una separación o que sacará a alguien.- No se asusten, no los voy a separar, prometí a varios que nunca los separaría. Solo que entrará un nuevo miembro. Un prodigio musical… Pasa.- dice sin darnos tiempo a reaccionar, pensé en negarme pero cuando la puerta terminó de abrirse y mostró a esa persona frente a mis ojos, supe que él lo había logrado.- Señores, les presento a Henry Lau, el violinista apoyo en el próximo álbum.
-Buenas tardes.- saluda mi pequeño con las mejillas rojas. Me mira y se ríe, pequeño travieso, lo imaginaba lejos de mí cuando ya sabía de todo eso. Los minutos se hacen eternos en el presentarnos y conocernos, pero como todo, llega a su final, uno a uno se van despidiendo hasta que quedamos solos en la sala de baile.

-¿Sorprendido?- pregunta travieso a lo que me acerco a abrazarlo, no quiero decir nada, solo quiero sentirlo cerca.- Gege ¿Estás llorando?
-Henry Lau, niño malo… debiste decirme.
-Dejaría de ser sorpresa, Gege.- lo alejé de mi cuerpo y tras unos minutos en silencio de perderme  en su mirada, tragué saliva y me arrodille.- ¿Qu-qué haces?
-Nada nos detiene, ni separa. Henry Lau ¿Serás mi novio?

La textura de su piel sabía a miel, la suavidad de sus labios era casi una fantasía, ese momento era la más fresca y pura realidad. El mayor alzó en brazos a Henry y lo guió hasta su habitación, recostó delicadamente el frágil cuerpo del menor y depositó un beso cálido en su mejilla. Sus manos se deslizaron lentamente por su piel, la cual se erizó ante el tacto. El silencio fue invadido por agitadas respiraciones que poco a poco fueron haciéndose una. Los ojos de Hangeng brillaron en esa inmensa oscuridad, esa noche era para ellos dos. Tomó una de las manos del pequeño y la guió a su pecho desnudo, él debía conocer los latidos de su corazón, él tenía que ser capaz de saber lo que era capaz de provocar en su cuerpo. “Gege, siempre estaremos juntos.” Susurró Henry antes de entregarse por completo a esa noche, a ese hombre que tanto amaba. “Incluso esa palabra suena finita a lo que tú y yo sentimos, Henry.” Respondió Hangeng mientras entrelazaba sus dedos con los de su novio.


Dieciséis punto dos: Kibum

Una vez más me encontraba frente a esa casa, frente a esa familia perfecta a la cual envidio. Mi media hermana vive ahí, mi madre también. Observo, a través de su gran ventana, la delicadeza de una madre que nunca tuve, la ternura de una hermana que desconoce mi existencia y la presencia paternal que nunca experimenté. Ella, mi pequeña hermana, es tan afortunada. Comen en familia y disfrutan de la compañía del otro. Hoy es la última vez que podré salir a la calle sin ser reconocido. Mañana dejaré de ser Kibum el profesor de inglés y debutaré junto a Hae como miembro de Super Junior. Con el pasar de los meses y con los entrenamientos aprendí a cantar y bailar aunque esto último me cuesta más, mi pez siempre me ayuda a aprender las coreografías. Con el pasar de los meses descubrí que me gusta la actuación, que deseo hacerlo por el resto de mi vida. Hoy he venido a despedirme silenciosamente de esa familia que nunca me conocerá.

-¿Busca a alguien?- pregunta el jardinero de la gran casa, le sonrío y niego con la cabeza, quizás es hora de irme.
-No, solo miraba las hermosas flores, a la señora le deben de gustar mucho ¿Verdad? –miento mientras doy una última mirada a ese portarretrato viviente familiar.
-Oh sí, la señora de la casa y su hija aman la naturaleza. Ella es muy amable, si desea la llamo para que le cuente sobre la variedad de rosas que tenemos.
-No, no la moleste, ya me retiro.
-Como diga, joven Kibum.- susurró el jardinero sin que el otro logre escucharlo.- Espero que algún día decida entrar, ellos lo esperan desde hace mucho.

No sé cómo es que ellas lograron comunicarse conmigo. Solo sé que aquí estoy, esperando a la madre de Kibum y a su hermana pequeña. Acomodo mi ropa al ver entrar a esas dos personas. Le he mentido a Bumie, le dije que saldría con mi hermano, pero aquí estoy, tratando de armar el rompecabezas de su familia. No es el primer secreto que le guardo, está el juramento que le hice a su padre, el de no decirle acerca de su enfermedad, de su tratamiento en USA. Espero que algún día me perdone. Se acercan sonrientes, las saludo y empezamos a cenar. Preguntan acerca de él, cómo es, qué le gusta, qué hace. Les cuento a grandes rasgos sobre Super Junior y les invito al debut, de seguro él se sorprenderá mucho al verlas.

Sonríe ampliamente, estamos nerviosos, es la primera presentación de Super Junior, Hae toma de mi mano y me mira directamente. Cuando las luces se vuelven tenues, me acerco fugazmente a su mejilla y deposito un beso. Nos anuncian y salimos a cantar en grupo, todos juntos como el destino ha querido. Y en medio de la canción, me fijo en aquel público que nos aplaude, ahí, frente a mis ojos aquella hermosa hermana mía y mi madre, sostienen un cartel con mi nombre. Estoy por entrar en pánico, mis ojos se llenan de lágrimas pero Hae no me lo permite. Pasa por mi lado y me motiva a seguir cantando. Ya luego habrá tiempo para conversar. Al terminar la canción me apresuro a bajar del escenario, detrás, en los camerinos me espera esa mujer y mi hermana. Hae me detiene antes de poder entrar y deposita un beso en mis labios. Me siento seguro, es hora de conocerlas y dejar de postergar mi miedo.

Lo tomó entre sus brazos, lo abrazó y luego examinó cada centímetro de aquel hijo que nunca cuidó. La madre había vuelto y no pensaba irse. Quizás algo tarde, quizás ahora todo sería complicado, pero ya no dolía el corazón. No hubo necesidad de palabras ni de perdón, ellos en silencio ya habían superado aquel tormentoso pasado. Su hermana lo abrazó y felicitó. Se veían felices, Hae los observó desde la puerta. Era tan feliz de ver a su cachetón con su familia. Sin embargo le dolía el corazón al saberse dueño de un secreto muy doloroso: su padre había fallecido en USA.

Al llegar a casa nada ni nadie los detuvo, se apresuraron a arrancarse las ropas, con pasión y desenfreno. Aquella noche era su noche y nada más importaba. Hae se recostó sonriente sobre la cama y dejó que el otro haga todo lo que se le antojaba con su cuerpo. Era impresionante cómo podía conocer tan bien su cuerpo en tan poco tiempo. Sus frías manos hicieron que la piel de pez se estremezca al tacto y que su respiración se acelere con cada caricia. Kibum recorrió cada centímetro de ese cuerpo, besó cada rincón y se adueñó de cada suspiro. Sin embargo, cuando la pasión estaba al rojo vivo, una llamada telefónica los distrajo. Kibum se negó a contestar, pero el pez insistió.

‘Lamento molestarte tan tarde, pero esta verdad no me deja vivir. Si Hae puede vivir con ella, bien por él, pero yo no puedo. Kibum, tu padre mintió, él te buscó porque quería despedirse de ti. Luego regresó a USA cuando su condición empeoró… y hace unos meses… se nos fue.’ Susurró aquella voz tan conocida por el cachetón. Sus ojos se llenaron de lágrimas, no podía procesar toda esa información de golpe. Dolía. Aún con el teléfono en las manos volteó a ver incrédulo a Donghae, este yacía en la cama con una enorme sonrisa, como si nada sucediera. Dolió más. Poco a poco la sonrisa se le fue borrando del rostro al pez y un gesto de preocupación apareció en él al notar cómo los ojos de Kibum rebalsaban de lágrimas. ¿Qué sucedía? Se apresuró a tomar el teléfono mientras el otro se quedaba estático, como conteniendo un grito ahogado de dolor en su garganta. Preguntó y preguntó hasta que finalmente escuchó del otro lado el llanto de Kenny. No había sido fácil para ninguno de los tres, esa verdad dolía y mucho. Hae cortó la comunicación y trató de abrazar a Kibum pero este lo alejó rápidamente. Lo miró indignado y pese a que quería explicaciones, en ese preciso momento no quería saber nada. Se colocó la ropa que encontró en el camino y salió azotando la puerta. Hae se dejó caer en el suelo, derrotado. No había mentido a propósito, fue una promesa que hizo. No podía romperla así como así. Pese a que eso lastimaría a la persona que más amaba. O quizás fue miedo. Miedo a no saber cómo reaccionar en aquella situación, de tan solo recordar a su propio padre su mente se nublaba y sus lágrimas salían por si solas. Era un tema tan delicado, que lo aterraba. Lo aterraba no ser lo suficientemente fuerte como Kibum lo fue cuando perdió a su padre.

Muchas personas dicen que el tiempo cura las heridas, que todo pasa y mejora. ¿Pero qué sucede cuando no es así? Cuando el dolor es constante. Las lágrimas se ausentan de los días, por las noches se adueñan de nosotros y nos arrastran a un universo alterno donde el alma solo agoniza. Nosotros no volvimos a ser los mismos desde aquella noche, desde el día de nuestro debut en televisión nacional. Él podía fingir muy bien frente a cámaras que éramos cercanos. Incluso las fans comenzaron a llamarnos KiHae. Pero ni bien se apagaban los reflectores y cámaras Kibum se convertía en el ser más frío de mundo. A las justas y me saludaba. Todos notaron la distancia, más de él que mía. Aunque debo reconocer que me dolía no poder acercarme, me aterraba y petrificaba hacerlo al mismo tiempo. ¿Podría soportar su rechazo? ¿Podría mantenerlo en pie luego de tanto? No me creía capaz en absoluto. Mis sonrisas se volvieron fingidas y empecé a perderme en aquello llamado fama. Puedo asegurar, que por un momento, olvidé a papá. Me perdí a mí mismo.

-¿De qué quieres hablar?- pregunté con desgano al vernos en la misma habitación, citados por él. Sus ojos se llenaron de lágrimas pero no derramó una sola. Ha pasado mucho desde aquello, probablemente él esté más activo que yo en Super Junior, pero aún somos parte del mismo grupo y me pidió que hablemos.
-Super Junior sacará una sub unidad, en China… Iré con ellos, Kibum. Pero…
-¿Me dejarás?
-Tu no me dejas estar a tu lado. Luego de lo de tu padre has cambiado tanto. Me dueles.
-Lo siento.- bajo la cabeza con frustración. Me molesté mucho sí. Me dolió que no me diga lo de mi padre pero luego se me hizo costumbre estar así.
-Aún te amo y te amaré siempre. Quizás este tiempo lejos nos ayude. Sé que me amas, de eso no hay duda.
-Te amo, Donghae, vuelve rápido y reconstruyamos esto.
-¿Me perdonas?
-¿Por querer protegerme? He actuado como un idiota. Soy yo quien debe pedir perdón…


Dieciséis punto tres: Siwon

Luego de aquella graduación no volvimos a vernos sino hasta que ambos ingresamos a la SM. Fue muy extraño volver a encontrarnos. Por alguna razón Heechul fingió no conocerme. Dolió. Pero luego con el paso del tiempo. El debut, él y yo nos volvimos a hacer cercanos. Tanto que nuestras queridas ELF nos empezaron a llamar ‘SiChul’.

Siwon, siempre que puede me toca. Sé que le gusto pero no puedo evitar pensar en que me tiene en segundo plano. Es decir Kenny le gusto primero, eso me tortura. Es muy galante conmigo. Suelen llamarlo mi príncipe. Parecemos una pareja. Una real. Pero incluso luego de varios años él y yo solo somos nuevos amigos. Me he enterado por Hae que se irán a China. Siwon es uno de los elegidos y mi corazón se hace pequeño pensando en tenerlo cerca. ¿Jay? Terminamos ni bien entré a la SM. Luego él conoció a No Minwoo y se enamoró perdidamente de él. Creo que incluso hoy, siguen de pareja. Se ha convertido, también, en uno de mis mejores amigos. Siempre me dice que soy yo quien debe declararse y terminar con la alta tensión que hay entre él y yo. ¿Por qué debería hacerlo yo?

-Hyung.- estamos solos en la sala de ensayos, pretendo ignorarlo.- Hyung.- repite a lo que alzo la mirada con desgano.- Hyung…
-¿No sabes decir otra cosa?- reniego a lo que sonríe amablemente y se acerca. Jala de mis manos, me atrapa entre sus brazos y me besa la mejilla.- Sigues siendo un pervertido. Ya te dije que te consigas…
-Te amo, hyung.- aquellas tres palabras lapidaron mi lengua venenosa. Las rodillas me temblaron al procesar la información. Me quedé en silencio, con miedo, mucho miedo.- Di que me amas.
-No.
-Pero me amas ¿Cierto?
-No.
-Ya no lo niegues. Veo en tus ojos la única verdad.
-Idiota.
-Me amas.- me abraza aún más fuerte. Poco a poco pierdo el orgullo. Guío mis manos hacia su espalda y me aferro a él. No puedo evitar llorar. Esperé tanto por esto. Sufrí tanto por esto. Me es imposible creerlo.- Créeme, Heechul.
-Te amo, bastardo.- muerdo mis labios con ira al soltar aquella verdad. Él se ríe a carcajadas. Luego jala mi rostro y me besa. Me besa como nunca antes.
-Vamos…- jala de mi mano, me detengo asustado.- Debes despedir a tu novio antes de que se vaya a China. ¿No crees?
-Yah! Yo no he dicho…- me besa fugazmente- que seré…- vuelve a besarme.- tu novio…- me río. Ambos sabemos que este final es un inicio postergado a aquello que muchos llaman Sichul.


FIN

3 comentarios:

  1. hay hermoso el sichul por fin quedo junto y tan lindo siwon cuando lo besa a heechul si hay una parte dos por favor dime
    woow se me hizo difícil encontrar de donde quede puesto que ah pasado mucho tiempo pero a medida que leia recorde el drama anterior aahh una sensación genial muchas gracias y felicidades

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  2. wow fue una locura leer!!! casi me defrauda en cada cap. pero tomo forma todas las parejas, me gusto. gracias por este minific!!! alocado pero gusto!!!

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Ella quiere saber

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