Autor: Kainet
Titulo: Chocolate & Love (AKA Chocolove)
Capitulo: 13
Fandom: Super Junior, SHINee, TRAX
Parejas: Sichul / Varias
Clasificación: Angst / Au / Lemon / Secuela
Titulo: Chocolate & Love (AKA Chocolove)
Capitulo: 13
Fandom: Super Junior, SHINee, TRAX
Parejas: Sichul / Varias
Clasificación: Angst / Au / Lemon / Secuela
Comentario: Sé que en dos años no actualicé este serial, pero ya estoy trabajando en el, debo confesar que es el que más me ha costado continuar por la cantidad de parejas, pero aquí estamos, con un nuevo capítulo. Espero que les guste. Pronto volveré con algo más de los demás.
Advertencia: Si no te gusta el yaoi (Chico x Chico) es mejor que no leas este serial. No copies este fanfic, si deseas compartirlo en otro lugar, pide permiso al autor y coloca los créditos correspondientes.
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Bombón 13
La lluvia cae afuera,
impacta con el gran ventanal de esta enorme casa. Decidí seguir hasta el final
y a unos cuantos minutos de destruir a Heechul por siempre, me detuve. ¿Fuiste
tú Jae? Tú me detuviste ¿Cierto? Te extraño. De alguna forma pasé muchos años
de mi vida planeando destruir a ese tipo, tantos que me olvidé de extrañarte,
de llorarte. Si tan solo estuvieses ahora conmigo, podría decir con toda
sinceridad lo que alguna vez callé. Si tan solo estuvieses aquí no me habría
convertido en esta bestia sin sentido. ¿Es este el final? ¿Por qué solo siento
frío? Abrázame, dame algo de ti. Lo necesito. Dale sentido a mi vida de nuevo.
Dame lucidez como aquel día en el que no logré matarlo. Jae, mi Jae ¿Tengo
derecho a llorarte ahora? Toda existencia es sufrimiento, quien te hizo sufrir
más fui yo ¿Cierto? Y así como me anhelabas, te anhelo ahora. Te busco en todas
las texturas, te suspiro y no apareces. Entre mis temblorosas manos encuentro
la arrugada carta que dejaste. Me duele cada letra en ella. Porque sé que las
escribiste pensando en mí. Jae ¿Debería i contigo? ¿Dónde debería ir? Aquí es
muy solitario. Mi frío. Yo, Yunho, he descubierto que ya nada me queda si no
estás tú. Hace algunos minutos llamé a la policía para comunicar mi última
maldad. ¿Creer que algún día me perdonarán? Jae ¡Responde! Escucho las sirenas de
los policías acercarse. Vienen por mí y vienen por aquel hombre viejo al que
envenené con calmantes para dormir. ¿Crees que Heechul me perdone? ¿Crees que
Siwon me perdone? ¿Crees que alguien me tenga misericordia? He sido victimario
que empezó siendo víctima. Yo no inicié todo esto. Fuiste tú, quien me dejó sin
piso. Pero no te culpo, Jae. ¿Debería morir? ¿Debería? Colocan esposas en mis
muñecas, no me resisto, este es mi final. Lo sé.
La policía detuvo a
Yunho aquella fría mañana de noviembre. A las horas le informaron a Heechul que
su padre había sido asesinado y que ahora él era heredero de esa enorme casa.
La princesa quiso llorar, no obstante las lágrimas no afloraron en sus ojos. Sostuvo
fuerte la mano de su novio quien lucía mucho más asustado y preocupado. Luego se
comunicó con su madre y hermana. Fueron por los preparativos del velorio. Siwon
no se despegó de él ni un solo instante. Incluso ayudó cuidando a sus sobrinos
políticos cuando Heejin, Heechul y su suegra entraron a reconocer el cadáver de
su progenitor. Las dos únicas mujeres de su vida no pudieron con el dolor y
lloraron amargamente mientras el único varón sostenía sus cuerpos en aquella
fría morgue. Papá se había ido y ni siquiera tuvieron tiempo de perdonarse los
unos a los otros. Un policía se la acercó a la ahora incompleta familia para
informarles del asesino confeso: Yunho. Heechul pidió ser el único en
entrevistarse con él sin embargo la fiscalía ya estaba tramitando los cargos en
su contra. El defensor público aducía que su cliente estaba mentalmente
inestable. Pese al dolor, Hee convenció a su familia de no levantar cargos. Ya suficiente
dolor tenía aquel ser quien vivió sumido en odio y rencor durante muchos años.
Lo veo pálido, sus
labios silenciosos se vuelven más pequeños cada vez que evita derramar lágrimas
en el velorio. Que fuerte eres, Kim Heechul. Una vez más me vuelvo a enamorar
de ti. Me acerco, me tratas de sonreír. Tengo muchas preguntas. Quiero saber la
relación entre Yunho, tu padre y tú. Pero no es momento. Me evitas
constantemente, solo me queda observarte de lejos. Mi padre, el honorable señor
Choi ha venido al velorio. Me sorprendí mucho, pero es un caballero, ha venido
a demostrarte sus condolencias. A expresar apoyo al hombre que amo. Nuestros amigos
también están aquí. Apoyándonos en este dolor. Leeteuk me mira inquieto, como
si supiera algo de todo esto. Me pregunta si podemos hablar. Lo sigo en
silencio. Dejando la imagen de Heechul, rodeado de personas.
-¿Sucede algo?-
cuestiono al notar más nerviosismo en mi amigo y vecino.
-Sé que no debería ser
yo quien lo diga, pero temo por Heechul. Hace una hora supe que Yunho no será
encarcelado, solo lo tendrán con tratamiento psicológico y temo que vuelva a
hacerlo sufrir.
-¿De qué hablas? ¿Qué
tiene que ver Yunho en todo esto? Sé que era el inquilino del padre de Hee.- me
impaciento y él nota mi miedo.
-Durante algún tiempo
Yunho violó a Heechul a costa de que tú no supieras un episodio del pasado de
él. Estaba aterrado de que lo descubras, pero la venganza de Yunho no tuvo
límites. Una persona se suicidó debido a una relación que solían tener Yunho y
Heechul. Esa es una culpa que jamás los dejará vivir en paz…
-No sigas.
-¿Siwon?
-¡NO SIGAS!- Leeteuk
me mira con pánico, como si hubiese cometido el peor error de su vida. Lo dejo
ahí, petrificado.
Cierro mi sobretodo y
me pierdo en la gran ciudad. Saber que Heechul sufrió en silencio por mi culpa
y que no fui capaz de defenderlo me tortura. No odio a Yunho, pero tampoco le
perdono haber lastimado a mi persona especial. Hace frío, el viento me eriza la
piel por sobre la ropa. Camino sin rumbo, esperando que alguien me detenga. Que
alguien me diga que es mentira. Que pronto todo será como antes. ¿Por qué
Heechul no me dijo antes? ¿No confiaba en mí? Sin importar qué yo jamás me decepcionaría
de él. Jamás. Me detengo en seco al sentir las gotas de lluvia sobre mi ropa. Una
a una van mojando mi rostro y con ellas empiezan a mezclarse las lágrimas de
impotencia. Señor ¿Dónde estás? Guíame, enséñame qué hacer para proteger a
quien amo. Poco a poco la vista se me nubla y la lluvia se intensifica, es
difícil ver. No sé dónde estoy. Siento frío. Mucho frío y mucho miedo. ¿Siempre
será así? ¿Siempre seré tan impotente de proteger a quien amo? Incluso cuando
mi padre se opuso, no fui capaz de hacer nada por nosotros. Él entregó su
cuerpo por nosotros. El recibió golpes cada vez más fuertes por nosotros. ¿Por
qué siento como si no hubiese hecho nada? Las rodillas me tiemblan. Me duele el
pecho del grito ahogado que siento estallar en mi garganta. Caigo al suelo. Perdiendo
la fe por completo. Odiándome por mi incompetencia.
‘Levántate.’ Susurro al
soltar el paraguas y correr a abrazarlo. Repito constantemente la palabra. No puedo
decir más al sentirlo perdido y lloroso. Leeteuk corrió a decirme de su
indiscreción, tarde horas en encontrarlo, pero lo encontré. Te encontré mi
querido Siwon. Me aferro a su espalda. Lloro con él. Está en silencio y sus
ojos lucen opacos, perdidos. Como si se hubiese rendido. Solo llora y llora. Pese
a la lluvia, puedo ver tus lágrimas. No intentes mentir. Quizás no es momento. Quizás
solo debemos abrazarnos y llorar. Quizás es momento de ser débiles y sentirnos.
Beso tu mejilla. No reaccionas. Vuelvo a insistir que te levantes. Me haces
caso. Finges estar bien, fuerzas una sonrisa y levantas el paraguas. Nos escondes
bajo ella y me pides un beso. Te beso. Me abrazo a ti. Te pido hablar, pero
luego, sí, luego. Ahora déjame llorar a mi padre. Es lo único que te pido,
Siwon.
Lo observó distante,
en una esquina de aquella gran unidad escolar. Sus cabellos largos danzaban al
compás del viento; tenía los ojos clavados en el piso como analizando algo y de
rato en rato mordía la parte inferior de su boca. Traía el típico uniforme japonés,
sin embargo resaltaba por sus facciones extranjeras: un coreano era bastante
notorio entre japoneses. ¿Cómo es que no se había dado cuenta? ¿Cómo fue capaz
de creer aquella estúpida mentira? No podía existir alguien tan igual a Minho.
Caminó lentamente hasta quedar frente a frente, analizó el conjunto que
conformaba esa persona y esperó en silencio a que levante el rostro para verlo.
Trató de articular alguna palabra pero su mente estaba en blanco. “Koji” lo
observaba expectante. Tal vez, sorprendido. ¿Por qué Taemin se le estaba
acercando?
-¿Volverás a casa
luego de las actividades deportivas?- preguntó Taemin generando un gesto algo
tonto en su rostro.
-¿Eh? No lo sé, no
tenía planeado quedarme.- contestó secamente, tratando de ocultar su asombro.
-Me da miedo ir solo a
casa…- confesó
-Dile a algún profesor
que te acompañe.- dicho esto tomó sus cosas y se levantó para irse. Minho tenía
que escapar de esa extraña situación, sino terminaría delatándose.
-Aunque no me creas,
no tengo nada con ese profesor. Y sé que no te importa…- dijo Taemin mientras
el más alto le daba la espalda.- Sé que no te importa pero yo he hecho muchas
cosas malas, entre ellas, lastimar a la única persona que amo. Y eso no me
dejará en paz por el resto de mi vida. Quizás él me odie ahora, no lo sé. Pero
estoy seguro de lo que siento por él y aunque no pueda estar a su lado, nunca
dejaré de sentir lo que siento…
-Tienes razón, no me
importa.- replicó Minho/Koji sin siquiera voltear a mirar al otro. Siguió
caminando y se perdió en la multitud juvenil. Taemin reprimió sus lágrimas y
siguió su camino hacia la sala deportiva. Ya había dado el primer paso, decirle
lo que sentía a Minho. Ahora dependía del otro, aceptar la mentira. Iba a ser
difícil ya que no estaba seguro de los sentimientos de Minho, sus acciones le
indicaban que lo amaba pero sus hirientes palabras lo alejaban.
Y ahí estaba de nuevo,
en aquel supermercado, buscando a aquel joven parecido a Taemin. Recorrió los
pasillos en silencio, tratando de asimilar todo. No estaba seguro de la razón,
pero necesitaba ver a aquel chiquillo japonés. No entendía el cambio, menos las
palabras de Tae ¿Por qué decirle acerca de sus sentimientos? Quiso creer pero
algo en su cabeza le insistía en que mentía. Y de repente, chocó con alguien,
con algo y terminó en el piso, con la mirada perdida.
-¿Estás bien?-
preguntó una voz feminoide, levanté el rostro y ahí estaba aquel japonés tan
parecido y tan diferente a Taemin. Mis ojos se llenaron de lágrimas, no sé
porque, solo lo busqué y ahora que lo tengo frente a mí, no sé qué hacer o
decir.- ¿Hola?- se acercó de nuevo a mi rostro, sus ojos alargados tenían tanta
intriga. Sequé mis lágrimas y me levanté rápidamente.- Wow… con cuidado- toma
de mi brazo al ver que me tambaleo al caminar.
-¿Cómo te llamabas?-
cuestionó a lo que sus mejillas se tornan rojas.
-Keita Yuu. Minho
¿Debería llamarte Koji?
-Como…
-Cuando alguien me
gusta… suelo investigar mucho y descubrí que tu amas a una persona. No pensé en
volver a verte.- confiesa apretando mi brazo entre sus manos.
-Yo no amo a nadie.
¿Quieres venir a mi casa?
-Ese nadie va a llorar
mucho si me ve.
-No me interesa.
Deslizó rápidamente
sus manos bajo aquella camisa colegial. Sus fríos dedos llegaron hacia su pecho
y empezaron a acariciar aquella piel. Los suaves gemidos del japonés no se
hicieron esperar y aunque sabía que no estaban solos, poco le importó el controlarse.
Minwo no estaba, pero Tae sí. Sus ojos se hicieron grandes cuando al abrir la
puerta se encontró con su Koji/Minho tomando de la mano a otro chico. Alguien
de sonrisa angelical que saludó atento y excuso la caricia debido al mareo del
más alto. Keita era tan pequeño y tan delicado que nadie jamás pensaría que
debajo de esa fachada de inocencia se escondía lujuria. Minho rompió los
botones, desesperado lamió los pezones el pequeño y hasta los mordió para
escucharlo retorcerse de placer. Las pequeñas manos del japonés se apoderaron
del miembro del coreano y empezaron a estimularlo. Minho se detuvo al sentir
que el otro bajaba hacia su pantalón y empezaba a desabotonar la prenda
abultada. Cerró los ojos al sentir que la húmeda lengua del japonés lo recorría
de extremo a extremo.
-¡BASTA!- chilló
desconsolado Taemin desde la puerta, estaba con llave pero aun así pudo
escuchar lo que sucedía ahí.- Basta...
Luego de aquello Minho
no volvió a buscar a Keita, Taemin no volvió a acercarse a Minho. La brecha se
había vuelto más ancha entre ambos.
*
-¿Qué se supone que
haces en mi casa?- chilla histérico Taemin al verme en la puerta de su casa. Ante
sus gritos Minho y Rose a apresuran a salir. De un solo empujón Rose me saca
del departamento y cierra la puerta en las narices de su hermano.
-¿Qué haces aquí?-
pregunta aún más histérico que el menor.
-¿No es obvio? Te
busco.
-¿Para qué?- se cruza
de brazos y mira disgustado hacia otro lado.- Nosotros estamos viviendo muy
bien aquí. Vete.
-Aún… yo… Min Woo…
-¿Qué? ¿Aún me amas o
aún quieres seguir acostándote con Taemin?- me mira directamente a lo que
siento que una corriente eléctrica recorre mi cuerpo. Sus palabras duelen.
-Sé que cometí
demasiados errores. Sé que no debería tener cara para pedir perdón.
-Si ya sabes todo eso
¿Para qué vienes?- vuelve a mirar hacia otro lado. Moviendo su pie con
ansiedad.
-Porque te amo. Te amo
y sé que sales con ese profesor. ¿Lo amas? Dime que lo amas y no molestaré más.
-Lo amo.- miente. Sus ojos
se ven dolidos al responder de forma instantánea. Rose, tú me amas ¿Verdad?- Lo
amo, he dicho. Ahora vete. -Derrotado, agacho la cabeza. Me doy media vuelta y
recojo los pasos que me trajeron hasta él. No será la última vez que te pida
esto, Rose. Sé que me amas. Tus ojos me dicen verdades que tus labios ocultan.
*
Y ahí estaban, en una
excursión de la preparatoria a Kyoto. Minho acomodó nervioso su mochila,
esperando que no dividan a las personas por parejas. Sus deseos no fueron
escuchados. Con motivo de recorrer todo el lugar en busca de nuevos atractivos,
escogieron parejas por sorteo y en dicho juego, él y Taemin resultaron juntos. Fue
incómodo en un primer momento debido a que el menor ya sabía que Koji y Mingo
eran el mismo. No obstante llevaba casi dos meses fingiendo que no lo sabía. De
alguna manera sentía miedo. Caminaron silenciosos hasta encontrar un sauna
perfecto para la tarea. Entraron sin mirarse, tímidos de compartir un sauna
público.
‘Ah…’ – Yo no sé cómo
llegamos a esto Taemin. No sé cómo es que ahora, en este viaje escolar a Kyoto,
terminamos juntos en un sauna. Tu mano se agita lentamente en mi intimidad
mientras besas mi cuello. Acaricio tus piel y cierro los ojos para déjame llevar
por el placer. No sé si las altas temperaturas de mi cuerpo son por el sauna o
por el trabajo de tus manos. Te detengo. Extiendo la toalla y te recuestas. Como
si supieras de memoria lo que mi boca está por hacer con tu longitud. Lames uno
de mis dedos y lo introduces en ti. Te mueves lentamente hasta que te
acostumbras a mi invasión. Me detengo un momento, giramos y te sientas sobre mi
miembro. Tus gritos no se hacen esperar. Que íntimos nos siento. Que hermoso tú
cabello al pegarse a tu rostro producto de tu sudor. Que hermosa tu piel
brillando con gotas de places. Que hermoso es tenernos así. ‘Taemin…’- susurro
al sentir que estamos cerca. Cabalgas sobre mí hasta que se nos acaban las
fuerzas y estallamos en un grito unísono. Te aferras a mi espalda. Lloras un
poco en mi hombro. ‘Minho, perdóname.’ Susurras al confesarme que sabes mi
identidad. Jalo de tu rostro, te miro incrédulo. Besas mis labios. Me vuelves a
abrazar. ‘Lamento haber sido tan egoísta. Lamento haber seguido fingiendo que
no sabía quién eras. Tuve miedo. Pero si algo puedo decir es que solo me he
acostado contigo.’ Te abrazo fuerte. Como queriendo unir nuestra almas. No pidas
perdón, pequeño Tae. Todo lo hice por ti ahora nada nos detendrá de ser
felices. Ya bastante hemos sufrido. Vuelvo a besar tus labios, no hay más que
decir. Solo queda dormir y reiniciar esta vida juntos que nunca debió
detenerse.
Continuará…
waaaa…. al fin el 2Min están juntos… y el Sichul puede estar tranquilo…. :3
ResponderEliminarMe encantó, ya extrañaba éste fic… ^^!!!!
Estaré esperando la próxima actu…. :3
Oh dios... llevo esperando por esto tanto tiempo ;___;
ResponderEliminarDe verdad, gracias pro no dejarlo... aunque creo que debo volver a leerlo porque me he perdido en algunos lugares lol!
Ojala lo termines pronto... me muero de ansias por saber el final :')
Cuidate mucho~ Besos Besos.
Muchas, muchas, muchas gracias por esperarme, era lógico que se olviden, me demoré una eternidad... T_T Gomen ne.
ResponderEliminarPero ya volví y lo temrinaré en 16 caps, nos quedan 3 más y pum pum se acabo.
De nuevo, mil gracias.
Que tengan un buen día C:
SIIIII.... al fin el cap 13 /o/
ResponderEliminarestuve esperando por tanto :') muuuuuchas graciaaaas <3
ahora voy a leer todo de nuevo xD ya no me acuerdo casi nada :P
espero que actualices pronto :3 besos <3
Heeeeeeeey!! Gracias por leerlo :D
ResponderEliminarLamento haber demorado taaaaanto.
Hace uff que no leía un kyumin ;-;
ResponderEliminarAwww me dieron ganas de más :3 gracias x escribir una historia tan dulce <3 <3
Gracias por leerlo ^^
ResponderEliminarhermoso lo estuve esperanto tanto tiempo creo que esos 2 años TTuTT
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