Oneshot: KyuMin - 1988

Título del fanfic: 1988
Parejas: KyuMin
Tipo: Yaoi
Género: AU / semi-Angst
Clasificación: Rating {M}.
Advertencias: Cursi
Descripción: Tú me quieres, Sungmin. Me quieres con todas tu fuerzas ¿Por qué sientes tanto miedo? ¿Por qué leo entre líneas que no me quieres cerca? ¿Por qué de repente te alejas? ¿Por qué me dejas solo? Te extraño, no voy a negarlo. Pero cómo me enojan tus mentiras. Tus excusas. Odio las excusas. Además no tienes por qué dármelas ¿Cierto? No somos nada. Nada somos. 

Comentario del Autor/a: Aquí yo, con otro KyuMin. Me dicen si les gusta :D

1988

Yo, realmente, amo la nieve. Quizás porque soy un niño de invierno. Sí, quizás sea por eso. Y mientras cuento los copos de nieve caer a mi alrededor, lo descubro. Mirándome sonriente desde la esquina de la avenida principal. Sus labios están muy rojos por el frío y sus mejillas muy pálidas. Desde dónde estoy parado él parece un pequeño muñeco de porcelana. De esos que colecciona mi hermosa hermana, Ahra. ¿Debería iniciar mi colección con él? Finjo indiferencia, pero es muy tarde, mis ojos le acaban de decir que lo extrañé. Sé qué debería llamarlo con honoríficos pero simplemente no puedo. Siempre lo he visto más pequeño y adorable que yo. Levanta sus pequeñas manos y me muestra el vino que ha conseguido de la reserva de su madre. Sonríe ampliamente como un conejo travieso. Dime Sungmin ¿Has notado los latidos escandalosos en mi pecho? Apuesto a que no. Nos conocemos desde hace poco. Muy poco para alguien tan apático como yo, quien nunca presta atención a los demás. Recuerdo la primera vez, fue a finales de otoño cuando apareció torpe en mi camino y un disco musical que nadie escucha nos juntó en una efímera conversación. Hablamos toda la tarde pero incluso en ese entonces, para mí fue muy poco. Recuerdo tu rostro nervioso y preocupado al encontrarnos sujetando el mismo disco. El último. Debiste haberme odiado por señalar detrás de ti y aprovechar tu distracción para adueñarme de aquel último ejemplar. Lo lamento, pero yo nunca pierdo y si pierdo siempre debe haber venganza. Sonreíste incómodo, te llamaste crédulo. Desde entonces no hubo marcha atrás, mis bromas siempre han sido dirigidas hacia ti. De todo tipo, desde las más suaves y tontas hasta las más crueles. Aún siento remordimientos por haberte hecho llorar varias veces. Mi humor negro a veces no tiene límites.

-Kyu... Tengo frío.- susurras algo ansioso mientras yo vuelvo a este momento. A este día de febrero. A este nosotros tan no nosotros. Siempre que te veo es un 'contigo' pero nunca un 'nosotros' y aunque parezca despreocupado, duele. Camino hacia ti, tomo de tu mano y la jalo. Ryeowook ha de estar esperándonos en la casa del árbol juntó a su excéntrico vecino, Jong Woon.- Me gusta la nieve pero me gusta vela sintiéndome cálido...-comentas ante mi silencio y mis pasos rápidos. Realmente no entendiendo tus palabras. Me detengo y te abrazo. No lo pienso sólo siento que la única forma de ver la nieve sintiéndose cálido es dentro de un abrazo. Mi pálida piel se sonroja pero ante mis parcos movimientos, no lo notas.- K-kyu...- susurras a lo que rompo nuestro contacto y sigo el camino a casa de mi amigo.- ¿Hoy estamos sin querer hablar?

-Hace demasiado frío para eso. Vamos rápido a casa de Wookie.- no miro tu rostro pero sé que a veces mi personalidad variante te lástima. Somos sólo amigos pero aun así te lastimo. Te aparto, tomo de tu mano de nuevo y seguimos.

Kyuhyun, tu...
A veces me asustas.

No, no me asustas. Me aterras. Me intimida tu magnetismo. Incluso si no haces nada, siento que tu cuerpo me jala hacia el. Desde qué te conocí hasta ahora, no hubo un día en el que no quiera estar cerca de ti. En el que no sienta la necesidad de tenerte a mi lado. Y aunque mis sentimientos sean unilaterales, quiero estar siempre para ti. Kyu, tu abrazo duró unos escasos minutos, pero fue suficiente para revolucionar mi mente y cuerpo. Mi corazón late tan fuerte que siento que me quedaré sin aire si sigues jalando de mi mano. Somos muy diferentes pero de alguna forma nos entendemos. Yo tiendo a demostrar cuando quiero, cuando siento. Tú eres algo más tímido o reservado. Pese a esto he aprendido que detrás de tus palabras con sarcasmo y tus bromas crueles, existe un ser cariñoso y amable. Eliges a quien querer porque cuando lo haces entregas todo ¿verdad? Lo siento en cada atención que diriges a mi persona. No necesitas decirlo, leo entrelíneas tu amical cariño. Te leo aunque tú te esfuerces en parecer indiferente. Conozco que a veces tu frialdad es para protegerme. Comprendo que a veces tu sarcasmo es por tu nerviosismo o impaciencia. Recuerdo que luego de conocernos. Luego de que me quitarás aquel disco, nos encontramos por tu hermana. Quien iba a pensar que una de mis compañeras iba a ser la noona de aquel chiquillo que me gustó a primera vista. Luego de disculparte conmigo me dijiste que me darías el CD, mi corazón dio un salto pero luego me desconcertaste diciendo cruelmente que ya te habías cansado de escucharlo. No lo voy a negar me costó acostumbrarme a tu compleja forma de ser. Pero pronto descubrí que yo amaba a esa persona tan difícil de entender. Que yo te amo. Descodifico cada uno de tus pasos porque me elegiste para tenerme en tu vida y abriste tu hermoso corazón para que yo lo vea. Pese a que nos conocemos poco tiempo, te conozco y me gusta conocerte. Conocer a un nuevo Kyu con cada variable que tomas. Me encanta. No obstante hace algunos días noto algo extraño en ti. Como sí te estuvieses forzando a algo. Dime pequeño niño ¿qué es? Sabes que hyung siempre va a estar aquí para todo. Te miro nervioso, sonrojado en esta noche de febrero en la que escaparemos a casa de tu mejor amigo. Jalas de mi mano con fuerza pese a que sabemos en realidad quien es el más fuerte de los dos. Te dejo jalarme. Me gusta que me guíes aunque seas el menor. Me gusta sentir tu mano cerca de la mía. Aunque tus guantes y los míos nos separen. Me gusta. Y de repente, nos detenemos.

-¡Hasta que llegan! Wookie estaba por llorar pensando que nadie comería lo que cocinó.- Jong Woon los regañó.- Aigo... Ahí hay toallas. Cámbiense y vengan a cenar.

-Kyu...-me miras con los ojos llorosos. Me preocupo. Pregunto varias veces qué sucede, no respondes.

-Yah! Maldito bribón ¿Tú eres quien robó mi moto el otro día?- chillo Kangin interrumpiéndonos.

-La necesitaba, hyung. Soy inocente de todo lo que le pasó luego.- me alzo en brazos para luego mirar de reojo a Sungmin. Sus ojos cambiaron, ahora me mira sorprendido. Si supiera que arruiné la moto de hyung sólo por intentar ir a recogerlo y verme cool.

-¡KYUHYUN! La aplastó un camión y terminó en el depósito. ¿Qué diablos le hiciste?

-Soy inocente. La culpa es de DongHae.- juego a lo que Sungmin se ríe de mi sarcasmo.

-¡Eres insolente! Ya deja de tratar de impresionar a Min ¿No ves que él babea por ti? Arg, bastardos...- y de pronto tengo pánico de voltear a mirarlo. No es la primera vez que alguien dice cosas sobre nosotros. Pero siempre reaccionamos igual. Él se incomoda y yo me sonrojo tanto que pretendo ignorar esas bromas. Sé que a veces él y yo bromeamos al respecto. Pero sólo es eso para él. Desde qué los demás nos molestan con eso he dejado de molestarlo. No quiero que se incomode y no quiero que vea en mis ojos que no me incómoda en absoluto que digan que me gusta. Porque él me gusta. Así de simple. Pese a que ambos somos dos hombres. Pese a los muchos prejuicios que hay, él me gusta. Simple.

No le miro. Mis mejillas arden. Me pongo nervioso al notar que aún nos tomamos la mano. Lo suelto con miedo. Con miedo a que note mis sentimientos. Con pánico de delatarme. No puedo siquiera mirar de reojo. Su magnetismo nos ha jugado una mala pasada de nuevo. De nuevo siento que mi corazón va a explotar por Kyuhyun. Cuando finalmente puedo voltear a verlo, él mira directamente un punto fijo en la pared, como si le importara poco, muy poco que haya soltado su mano. Me saco el abrigo, lo coloco en el perchero y camino robóticamente hacia la mesa. Siento miedo, mucho miedo de ti, Kyuhyun. Si supieras toda la revolución que hay detrás de mí incómoda sonrisa mientras cenamos. Hoy, al verte enojado por la broma de Kangin, he decidido alejarme de ti. Quizás sea lo mejor. Sí. Solo así podremos superar mis hormonas revueltas y podamos volver a tener una amistad dulce e inocente. Dos hombres, simplemente, no pueden estar junto ¿Cierto? Esto que siento no es amor, es solo una tonta confusión.

-Luego de semanas, nos encontramos ¿Cómo has estado?- pregunta como si le importara. Bajo la cabeza para calmar mi enojo, la levanto de nuevo y sonrío de lado. Cínico, así soy cuando me enojo.

-Bien.- Distante y frío, así suelo ser siempre que mi corazón siente que se rompe a pedazos. Luego de aquella noche en la que no pude decirte mi secreto mejor guardado, me rompiste el corazón con una inexplicable distancia. Una distancia llena de excusas y mentiras que terminaron por agotar mis sentidos. Una persona como yo, tan analítica, es muy difícil de engañar, Sungmin.

-Qué bueno, yo he estado bien…- sonríes nervioso, quizás ya quieres que este encuentro inesperado acabe.

-Debo irme.- finalizo, quiero dejar de sentir dolor. De sentirme sobrante. Claramente tienes mejores cosas que hacer ¿cierto?

-Espera, si no estás ocupado ¿Quieres tomar un café? Quizás conversar un rato no nos vendría mal…- me sonríes, soy débil, aunque me duela, te dejaré lastimarme una vez más, Sungmin.- Dime ¿Algo nuevo con el trio K.R.Y.?

-No. Bueno sí, Ryeowook y Yesung se emparejaron…- susurro jugando con mi café, quizás no debí toca ese tema. Quizás quería sentir tu rechazo para dañame una vez más. Me miras sorprendido.- Bueno… si son felices y eso no me afecta, me da igual.

-¿No te molesta que sean… gays?- pregunta para tonta, bufo herido ante tu mirada curiosa.

-No soy quién para juzgarlos…- me cruzo de brazos, alzo la vista y te dejo saber quién soy.

-Eso quiere decir…- retrocedes un poco, apartas tu silla. Esto duele, Sungmin.

-Que soy gay.- lo digo, lo suelto, libero mi segundo secreto mejor guardado. Te quedas de una pieza, mirándome confundido.- Bueno, es tarde. Algún día te diré mi primer secreto mejor guardado…- empiezo a levantarme, camino por tu lado, jalas de mi chaqueta.

-Dilo ahora, sin sarcasmos…- susurras con los ojos perdidos ¿tanto asco te da saberme homosexual? Mi corazón duele, Sungmin. Solo déjame ir.

-El día que comenzaste a alejarte de mí, era mi cumpleaños… vaya regalo que me diste.- sé que no querías sarcasmos, pero no conozco otra forma de ocultar mi corazón herido. Duele, Sungmin. Sueltas mi ropa, la acomodo y salgo, sin mirar atrás. Sin permitirme voltear. No quiero ver cómo te pierdo. Porque sé que al revelarte mi yo, te voy a perder, quizás para siempre.

Tú me quieres, Sungmin. Me quieres con todas tu fuerzas ¿Por qué sientes tanto miedo? ¿Por qué leo entre líneas que no me quieres cerca? ¿Por qué de repente te alejas? ¿Por qué me dejas solo? Te extraño, no voy a negarlo. Pero cómo me enojan tus mentiras. Tus excusas. Odio las excusas. Además no tienes por qué dármelas ¿Cierto? No somos nada. Nada somos. Tú me quieres, Sungmin. Tu piel lo grita cada vez que sin querer roso tu mano. Tus ojos lo delatan cuando me miras ensayar en la casa del árbol. Tus labios lo callan por algún miedo estúpido a romper todos los valores con los que te criaron. Tú me quieres, tu cuerpo me lo susurra cuando buscas estar cerca de mí. Tú me quieres, puedo verlo escrito en tus huidas, en tu nerviosismo si de repente te miro directamente; puedo verlo. Tú me quieres, pero ¿sabes? Me cansa pensar en buscar hacerte perder el miedo. Me aturde buscar una declaración de mi parte. Me enoja saber desde ya que será una negativa. Porque incluso a solas, tú niegas que me quieres. A veces me pregunto cómo habría sido todo si no hubiese revelado mi orientación sexual. ¿Podrías seguir fingiendo que no me quieres dentro de una mentira más grande? Yo me asfixiaba, necesitaba mostrarte todo lo que soy y eso solo consiguió alejarnos. ¿Recuerdas cuando me decías que me querías? ¿Era mentira? ¿Era solo de amigos? ¿Dejaste de querer a este amigo por no ser lo que esperabas? Tengo tantas preguntas y ninguna respuesta. Ni siquiera tengo fuerzas para formularlas en voz alta, ni siquiera tengo la opción de decírtelas porque no me quieres más. Huyes fingiendo amabilidad, pero uno se da cuenta, uno sabe cuándo no lo quieren cerca. Algunos se arrastran esperando un poco de atención. Otros, solo nos alejamos, cansa pensar en luchar por algo en lo que ya te has dado por vencido. Me duele, me molesta no obstante, solo puedo sonreír y fingir que estoy bien. Sungmin, tú me quieres. Me repito mentalmente en este encuentro forzado de mis amigos. Me cruzo de brazos y miro hacia otro lado. No quiero verte con los ojos llorosos. Me siento dolido pero no pienso decírtelo. Mis amigos abren el primer vino. Luego el segundo, luego el tercero, luego perdemos la cuenta. Mi cabeza da vueltas y hasta olvido mi nombre. No sé cómo has llegado a mi lado.

Te veo embriagarte, como si te doliera algo. Como si te negaras a sentir algo. Me duele verte así. Me acerco, te pido que dejes de tomar tanto, me ignoras. Empiezo a tomar contigo. Perdemos la cuenta, casi no puedo mover mi cuerpo. Cierras tus ojos y recuestas tu cabeza sobre el sofá. Kyuhyun ¿Sabes lo hermoso que te vez así? El amanecer está por llegar y a él se adelanta una pequeña lágrima. Bajo la cabeza a secarla, para cuando logro controlarme te miro, del borde de tus ojos resbala una silenciosa gota de tristeza. ¿Qué te duele Kyu? Dime y buscaré curar tus heridas. ¿Es mi culpa? ¿Tiene que ver conmigo?

-No me toques…- susurro al sentir que tu mano busca secar mi llanto.- No me toques…- repito alcoholizado. Molesto. Contigo y conmigo. Con ambos.

-¿Qué te duele? Dime y trataré de hacer todo para que eso pase…- me haces la pregunta más estúpida que he escuchado.

-Tú… Sungmin. Tú, me dueles.- confieso para luego intentar pararme y alejarme de ti. No quiero seguir delatándome.

-Te amo… pero tú… me aterras…- susurras a mis espaldas. Tus brazos me rodean por detrás, lloras. Giro en el abrazo. Levanto tu rostro, seco tus lágrimas y te sonrío.

-Estaba esperando que lo aceptes, aunque era algo que ya todos sabíamos… Tú me quieres, Sungmin…

FIN