Titulo: Keipopu Sarada / K-pop Salad (AKA Keipopu)
Capitulo: Capitulo 05
Fandom: Super Junior, THSK, TRAX
Parejas: Sichul / Kihae / Yewook / Yunjae / Yoosu / etc.
Clasificación: Angst / Au
Advertencia: Si no te gusta el yaoi (Chico x Chico) es mejor que no leas este serial. No copies este fanfic, si deseas compartirlo en otro lugar, pide permiso al autor y coloca los créditos correspondientes.
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Capitulo 5:
Ya había pasado una semana y Micky no podía sacarse de la cabeza aquella imagen del tipo extraño acorralando a Junsu, ciertamente el también lo hubiera hecho, desde que lo vio en toalla no podía dejar de pensar en la bendita toalla, por qué diablos no se había caído? Y como es que pudo habérsele quedado mirando de esa manera cuando Junsu dijo “no puedo cambiarme contigo aquí” se había visto tan sexy, una vez que reaccionó noto cierto sonrojo en el más bajo, acaso lo estaba tentando? No, era demasiado inocente como para ser capaz de pensar tan sucio, el sucio era el, debía calmarse, de seguro era la falta de novio o novia daba igual. Respiró hondo y sin pensarlo más se metió a ducharse, desde la cocina Yunho hacía un intento por preparar un desayuno decente, pero definitivamente el no había nacido para eso, miro los huevos fritos que parecían al carbón y sonrió, Yoochun no se quejaría simplemente pediría delivery. Empezó a jugar con un tenedor que tenía en la mano, lentamente recorriendo sus labios, aquellos labios que a pesar de que el tiempo había pasado mantenían vivo el recuerdo de la boca de Jae, aquel momento fue tan perfecto, aunque nunca dejaría de odiase por haberlo hecho, como podía haber intentado besarlo si ambos sabían que Micky estaba detrás de el. Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando su amigo salió de su habitación completamente listo para ir en busca de alguien con quien desquitarse, Yunho lo miró asustado, su amigo tenía una cara de violador muy aterradora, una sexy sonrisa apareció en los labios del chico del sombrero que simplemente se acercó.
- necesitamos un cocinero… el delivery empieza a hartarme –dijo Micky en tono burlón
- tienes razón, te parece si pedimos pizza?
- No es muy temprano para comer pizza? U___U además deberíamos acostumbrarnos ya a la comida de acá…- Micky se sentó y sacó su celular para llamar algún delivery
- La princesa aún desayuna frutas…- sentándose frente a el
- La princesa vive con miles de sirvientes y guardaespaldas incluido….- ambos se miraron al pensar en Heechul, cierto algo andaba raro con el- crees lo mismo que yo? – preguntó Micky a lo cual Yunho asintió con la cabeza- SiWon… y HeeChul… hay algo ahí…- Yunho volvió a mover la cabeza en forma afirmativa- desaparecieron la noche de la fiesta…
- T//////////T la fiesta….- susurro Yunho dejando salir un suspiro
- Siiii todo me salió mal… fui por Jae y termine con Junsu… a veces creo que Jae se hace el difícil… T___T no debería jugar así, si no quiere tener algo conmigo que me lo diga de frente… en fin! El que quiere celeste… que le cueste!... cierto… Junsu…- la mirada de Micky se perdió en algún punto fijo de su celular- sabes? Hace una semana ayude a Junsu… un tipo estaba queriendo aprovecharse de el… debería madurar ya… su inocencia me hace sentir tan…
- Pervertido? Sucio? Enfermito? Uhm que otro apelativo hay… jajaja ya se! Te hace sentir pedofilo! Bah! No lo niegues… te ha gustado Junsu, no? no has dejado de decirme una y otra vez lo del baño… me sorprende que tu liberes a alguien de un violador, normalmente tu eres el violador…
- La experiencia habla, no?- dijo Micky con una sonrisa muy pícara en los labios- en fin, pediremos pizza… es domingo, te daré el gusto… solo por que deliras de hambre al decir que Junsu me gusta… - Micky marco el número de una pizzería y al poco tiempo de haber llamado la entrega ya estaba en camino.
No muy lejos de aquel lugar, un joven despertaba entre miles de peluches, tenía uno muy bonito en forma de delfín con el cual dormía noche tras noche, lo había comprado hace poco pero ya lo adoraba. El pequeño Junsu había nombrado al delfín “Chunnie” en honor a su amor platónico, no dejaba de soñar con aquel día en el que su “Chunnie” lo había salvado de aquel tipo extraño. Dejó que sus hermosos cabello cubran cierta parte de su rostro y caminó casi sonámbulo hasta la ducha una vez dentro al notar que su hermano había gastado toda el agua caliente despertó por completo con un gran grito que estremeció la casa, su madre desde la cocina sonrió al escucharlo gritar con el agua fría. Diez minutos después bajó a desayunar, su madre lucía bastante preocupada así que le preguntó que sucedía mientras miraba atentó la mesa vacía, no comprendía por qué su desayuno no estaba en la mesa de seguro su hermano tenía la culpa de nuevo, pensó mientras se cruzaba de brazos para escuchar a su madre. Ella le contó que como era domingo, no daban delivery y pues su padre aceptó un pedido y YunHo había ido a entregarlo, pero con tanto sueño salió que olvido poner en el pedido el pan al ajo. Junsu se ofreció a ayudar y tomó la bolsa de pan al ajo y corrió a llevarlo.
Mientras manejaba en su bicicleta camino a aquel lugar iba pensando en lo lindo que había soñado, en lo lindo que era Chunnie, en lo tonto que era ilusionarse con eso, de seguro el chico de los sombreros jamás se fijaría en el, pero por qué Jae lo rechazaba si Micky era tan lindo? como deseaba poder cantar para su Chunnie, dedicarle miles de canciones de amor y bailar para e, aunque el consideraba que no era muy bueno bailando, no pudo evitar compararse con Jae cuando este bailo en el taller, si que bailaba bien. De repente la sonrisa del pequeño desapareció, casi sin muchas ganas subió hasta aquel lugar. Al escuchar unos gritos supo donde era que estaba su hermano, de seguro el cliente se había quejado y Yunho había terminado por molestarse. Apresuró el paso hasta que vio la espalda de su hermano, caminó un poco más y cuando estaba por hablar su hermano se hizo a un lado y descubrió que “su” Chunnie era quien gritaba en aquel lugar.
- Ya déjalo así Micky… solo es pan al ajo…- dijo U-know tratando de pedir disculpas, ninguno de los tres se fijo que Junsu estaba detrás hasta que este tomó del brazo a su hermano que por poco y le pegaba a su Chunnie
- Yunho!- dijo Junsu mirando algo desafiante a su hermano- mami olvido poner el pan al ajo… lo he traído… no deberías ser tan malo con los clientes… lo siento…- dijo haciendo una venía a u-know y Micky
- Oh!!! Dos iguales!!!- gritó sorprendido u-know- no sabía que habían dos Junsu- ya se me hacía raro que Micky le grite a Junsu…
- Son diferentes!- dijo algo enojado Yoochun- gracias Junsu por traer el pan… tu hermano- en tono molesto- casi me deja sin desayuno…
- Tu no deberías ser tan amable… bueno como hubo un error… es gratis… vamos Su…- Yunho tomó de la mano a Junsu y lo jaló hasta quedar muy lejos de aquel chico antipático.- no me agrada ese tal YooChun… no te le acerques… entendido?
- O.o!!! no hables mal de Chunnie sin conocerlo!!! El… el… el es muy lindo y me salva siempre que puede… me voy…
- Te llevo, he venido con el auto de papá…
- Me voy en bicicleta….- dijo muy enojado – dile a mami que no voy a llegar a desayunar… ya me malograste la mañana… iré a casa de Eun…
En otra parte de la misma ciudad una princesa descansaba placidamente en su cama, había tenido una semana muy atareada y realmente estaba exhausta, una delgada pijama celeste con detalles de ositos trataba, inútilmente, proteger aquel cuerpo tan frágil. La depresión de Typhoon, la cual disimulaba muy bien y el cinismo de su primo estaban por volverlo loco, acaso YeSung no se daba cuenta del daño que le había hecho a RyeoWook? El pobre ya había faltado demasiado a la academia y por más que el rubio y sus amigos fueron a buscarlo nunca aceptaba visitas, siempre enviaba a su nana a decir que estaba durmiendo. HeeChul ya casi no tenía tiempo para el, estaba muy cansado de aquella situación debía hacer algo, incluso cuando dormía continuaba pensando como arreglar aquello. Intentó prolongar su sueño mientras se escondía debajo de su sábana cuando el sonido de una puerta lo hizo despertar por completo, caminó rápidamente hasta la sala y lo ultimo que alcanzo ver fue a su primo subiéndose a un auto, a donde iría? Corrió a buscar a SiWon para que lo acompañe a seguir a su primo, pero una vez en su habitación el joven guardaespaldas no estaba, de seguro estaba bañándose, la princesa se sentó en la desacomodada cama y espero unos cuantos minutos. Los minutos pasaron y el más joven no parecía dispuesto a salir del baño, la princesa estaba ya bastante impaciente y ni pensar en seguir a su primo ya que de seguro estaba bastante lejos de la casa, estaba planeando como gritarle a su “asquito” cuando la puesta del baño se abrió. Histérico y casi perdiendo el control Heechul corrió a golpear al más alto que solo retrocedió algo asustado, no comprendía por qué estaba ahí el rubio y menos por qué le pegaban claro que no le dolía en absoluto ya que eran pequeño golpes de un niño caprichoso. Tanto retrocedió SiWon que nuevamente estaba en el baño.
- arg!! por tu culpa asquito!!!!!! Te odio!!!- gritó por ultima vez el más bajo haciendo un puchero- arg!!! T___T sabes lo que acabas de hacer?
- No tengo ni la más mínima idea, es más me gustaría que me lo digas… “princesa…” de lo contrario…- SiWon se cruzo de brazos y se apoyó en el lavadero- de lo contrario voy a pensar que solo son excusas para venir a verme…
- Venir a verte? Ay por favor! Mira… “asquito”…- Heechul se quedó callado cuando notó que SiWon estaba en toalla- ahhhhhhhhh!!! Que trauma!!! Vístete!!!! – dándole la espalda y cubriéndose los ojos- es demasiado temprano para que mis hermosos y delicados ojos vean algo tan feo…
- Lo mismo digo… es más acabo de bañarme, como se supone que voy a salir cambiado del baño? Que me crees? Mago? En fin… ya dime que sucede? Por que tanto alboroto? Acaso me extrañabas?- preguntó muy pícaramente el más alto, le encantaba molestar a HeeChul desde que se “habían” hecho amigos, la relación se había vuelto bastante divertida- oe! Habla… - SiWon se acercó a Heechul rápidamente quien seguía con los ojos cubiertos, cuando sintió que los fuertes brazos del guardaespaldas los rodeaban dio un pequeño salto de susto pero no se alejo- uhm… así que querías un abrazo… quien te entiende Heechul… quien te entiende…
- Como que quién? Lo dioses! No ves que yo soy uno de ellos? En fin ya suéltame y cámbiate!- gritó Heechul forcejeando para soltarse del más alto, pero ninguno se dio cuenta de que el pantalón de Heechul se había enganchado con la toalla de SiWon y cuando finalmente Rella se libró del abrazo del otro dio rápidamente tres pasos lejos de este y volteó para amenazarlo con la mirada, sin embargo su rostro se torno totalmente rojo y gritó muy alarmado –aaaaaaaaaaaaaaaaah!!!!!!- cubriéndose los ojos- tápate descarado!! Aléjate de mi pervertidooooo!!!!
- O////////////////o tu eres quien me quitó la toalla!!! Ya sal de aquí…- SiWon empujó rápidamente a Heechul fuera del baño y se encerró para colocarse algo de ropa.
Las horas pasaron y HeeChul recibió una llamada de Rose, quién lo invitaba a su departamento a almorzar, el rubio pensó que sería una buena idea de subirle la moral a Jay que estaba muy deprimido últimamente. Corrió rápidamente a buscar a SiWon pero, esta vez tocó la puerta no quería volver a verlo sin toalla, cada vez que pensaba en eso moría de vergüenza y todos los colores se le subían al rostro, suspiró hondo cuando el otro gritó desde adentro para que entre. Una vez dentro el menor se le quedó mirando fijamente, solía hacerlo y ambos lo sabían, después de todo SiWon ya había aceptado sus sentimientos, sin embargo, ante la torpe actitud del rubio, todo se había echado a perder, el no saber controlar lo que sentía hizo que el guardaespaldas crea que la princesa lo había rechazado. Luego de los sonrojos respectivos debido a lo sucedido en la mañana, Heechul se acercó al otro que estaba recostado en su cama y le pidió que finja que iba a salir, que el necesitaba ir con Jay a casa de Rose. El más alto frunció el ceño y le reprochó que a el le pagaban por cuidarlo no para que se quede sin hacer nada. Cierto, SiWon era el hombre más caballeroso del mundo, más educado y amable, pero cuando se trataba de Heechul solía perder el control, nunca había sentido celos de nadie, pero con el rubio era tan diferente, no soportaba la idea de que siquiera se le acerquen, menos cuando había visto lo melosos que solían ser Heechul y Jay frente a Rose, todo por hacer reaccionar al otro. Se cruzo de brazos e intentó aceptar el pedido del más bajo, este notó cierta molestia en el otro y le sonrió, solo como el sabía hacerlo.
- estás celoso asquito? Jajajaja!se que me amas, pero vamos…
- no te creas tan importante “princesa” T_______T ya vete con Jay
- necesito que tu salgas de la casa primero!!! >.- T_____T cerebro, conoces esa palabra? Impresionante…- SiWon se levantó de su cama y empezó a caminar hasta la puerta, seguido del mayor, quién no pudo evitar jalarle del polo para detenerlo- qué quieres…
- No te enojes asquito! No me agradas así… con cara del rey león molesto… me das miedo así… si te sigues portando bien te…- los labios del rubio fueron sellados por los cálidos labios de SiWon, una vez más lo había besado, pero como resistirse si por más que se esforzaba en no pensar en el cada vez que conseguía pensar en otra cosa aparecía de nuevo y le complicaba la vida? El rubio les respondió el beso, no le era nada desagradable, pero duro muy poco ya que una cachetada marcó la mejilla del guardaespaldas- no vuelvas a hacer eso!- gritó histérico el Rubio, luego salió muy enojado azotando la puerta a su paso.
En casa de KiBum todo estaba vacío, sus padres trabajaban incluso los domingos, así que normalmente estaba solo con su laptop. Esperando que su novio entre al msn, ni bien vio que aparecía como conectado lo saludo. Ambos conversaron de distintas cosas y sobre todo de aquello a ambos apasionaba: la música. DongHae colocó su micrófono y empezó a cantarle a KiBum quien a pesar de estar solo y a oscuras dejó notar sus inmensas mejillas totalmente rojas. Adoraba su voz, lo adoraba a todo el, pero por qué mentía? Acaso era miedo a que toda esa magia termine? De repente la voz de DongHae fue interrumpida, era su padre que entraba a preguntar si tenía hojas en blanco, le pidió disculpas a su novio y corrió a ayudar a su papá. Luego de unos minutos volvió, y le dijo que seguiría cantando, KiBum sonrió a través de la cámara y sin decir palabra alguna cerro los ojos para imaginar que cerca de el estaba aquel chico que tanto le gustaba. Entonces DongHae le dijo que lo quería abrazar, las mejillas de KiBum se tornaron aún más rojas, era bastante tímido, a decir verdad su único amigo hasta aquel momento era SiWon y eso, ya que era solo por el trabajo de la academia. KiBum le respondió que nunca antes había sido abrazado, que en realidad no le gustaban mucho esas cosas, ya que se ponía nervioso y no sabía como actuar. Dongie se acercó mucho a la cámara y le mostró un peluche que tenía cerca y le dijo que ese peluche era igual de cachetón que KiBum, lo tomó entre sus brazos y lo abrazó fuertemente y luego le dijo “cierra los ojos, vas a sentir como te abrazo” bumbum se puso aún más rojo y cerro los ojos, y DongHae le dijo mientras lo miraba cerrar los ojos “deberías abrigarte más…. Estás muy frío” ambos sonrieron y continuaron hablando, para KiBum no era necesario estar tan cerca de Dongie, quizás era por que el sabía que estaban en el mismo país, quizás por eso nunca salía de casa. Pero para Donghae era tan necesario tenerlo cerca y poder decirle lo mucho que lo quería, tenerlo entre sus brazos y al fin poder volver a besarlo en las mejillas como cuando se conocieron.
Luego que SiWon salió de la casa el rubio corrió a buscar a Typhoon, lo encontró en el gran jardín que su abuelo de vez en cuando cuidaba, era muy hermoso aquel lugar y por alguna extraña razón el chico rebelde siempre estaba ahí. Era un jardín con infinidad de flores, pero las que más abundaban eran las rosas, había blancas, rojas y rosadas, cada una compitiendo con la otra por ser más bella. El chico de negro intentó coger un hermosa pequeña rosa blanca que empezaba a crecer, pero al querer tocarla uno de sus hermosos dedos se lastimo con sus espinas, cierto, las rosas eran hermosas pero dolía cuando las quieres tocar, pensó Jay dejando escapar un suspiro prolongado, lo mismo sucedía con su Rose, era tan hermoso y tan dañino para el, llevó su dedo lastimado y se quedó mirando detenidamente como la sangre cubría su blanca piel. El rubio lo miró muy triste, a pesar de que Jay era de pocas palabras se podía sentir el dolor que sentía por aquel rechazo, solía ser bastante tímido pero aquel día se esforzó tanto por no serlo y pedirle que baile con el.
- Jay~*- dijo el rubio abrazando a su amigo- vamos a pasear? El asquito verde, amorfo y flotante de SiWon se fue y me dejó tirado como un zapato… puedes creerlo?
- Jajajaja! –jay empezó a reír como loco, se sentía bien cuando estaba con Rella- uhm.. vamos… a donde quieres que te lleve?
- A la casa de un amigo… me ha invitado a almorzar… pero…- mirándolo de pies a cabeza- quiero que te pongas algo que compré para ti hace algún tiempo n_n. Jay le sonrió y lo siguió hasta su habitación donde le entregó un pantalón negro muy bonito que traía bastante tiritas y una especie de falda del mismo color, una camisa negra algo pegada y un polo sin magas de color rojo, una ves que se vistió el rubio se le quedó mirando detenidamente- pareces un cantante de Rock, deberías ser cantante… aunque nunca me has cantando… y eso que somos ex novios- dijo con una sonrisa muy pícara en los labios- bien que hacer… tu eres el primer novio que tuve así que considérate afortunado… vamos!- tomándolo de la mano para guiarlo hasta su auto.
Una vez que llegaron a donde le indicó el rubio Jay casi muere de infarto, conocía de memoria la dirección pero nunca había ido, era un gran edificio de 35 pisos muy elegante, definitivamente Rose tenía mucho dinero. En el elevador el silencio se hizo evidente, Heechul tomó de las manos a Jay y le dijo que el plan de los celos podía seguir en pie. Una sonrisa pícara apareció en los labios de Jay, pero simplemente estaba aparentando, sabía que una vez que lleguen al ultimo piso del elevador su alma se iba a retorcer de dolor al verlo, aquella rosa tan hermosa y tan lacerante. Finalmente las puertas del elevador se abrieron de par en par dejando ver un hermoso piano situado en el medio de una sala con muchos detalles en rosa y tonos de color pastel, era bastante colorido aquel departamento, pero no era exagerado, era más bien como el de un alumno de arte. Un mayordomo los invitó a sentarse en los hermosos sillones, todo el ambiente tenía un exquisito aroma a rosas, y la mezcla entre arte contemporáneo de sus paredes con la infinidad de instrumentos musicales casi hizo olvidar a Jay lo terrible que se sentía, ciertamente estaba encantado con todo eso, además el mini escenario que tenía en una de las esquinas de su sala era impresionante. Si, es que tener todo un 35vo piso para una sola persona era bastante. Los minutos pasaron hasta que el olor a rosas se hizo más fuerte en el ambiente, las puertas de una habitación se abrieron dejando ver a un hermoso y frágil chico en pantalones rosas, muy pegados, un polo sin mangas blanco, algo ancho que se caía dejando al descubierto uno de sus perfectos hombros, el polo era tan corto que lucía su piercing del ombligo, el cabello lo tenía lacio completamente, de no ser por la ropa se confundiría con el otro rubio, estaba descalzo y caminó lentamente con los ojos clavados en el otro rubio que tomó de la mano a Jay para hacerlo reaccionar ya que parecía que estaba en coma mental.
Luego del los respectivos saludos pasaron a almorzar, Rose evitaba mirar en todo momento a Jay que parecía bastante frío y distante, estaba como perdido en sus pensamientos, mientras los dos rubios conversaban el chico de cabellos negros apoyo su hermoso rostro en una de sus manos y se quedó mirando detenidamente la gran ventana de aquel lugar, era cierto, una princesa de ese tipo nunca bailaría con un don nadie como el. Los felinos ojos del rubio de labios rosas se posaron sobre el pensativo chico, su mirada fría se convirtió en algo lleno de sentimientos, bajó la mirada y se concentró en su deliciosa ensalada que tenía frente a el, Heechul frunció las cejas y miró su plato, que impotente se sentía, quería hacer algo, pero no tenía idea alguna de cómo mejorar aquel ambiente. De repente el celular de Heechul empezó a sonar, sacando de sus pensamientos a los otros dos, el rubio al notar que se trataba de “asquito” colgó, peor las llamadas se hicieron tan insistentes que Rose le quitó el cel y contestó.
- si?- dijo Rose mirando algo enojado al otro rubio- Heechul es tu guardaespaldas… ciertamente no comprendo como puedes dejar que sean tan… confianzudos… - dijo dándole el cel al chico que tenía en frente, Jay bajó la cabeza y comió algo de aquella comida, sabía bien, pero la asaba con tanta dificultad, seguro era el llanto ahogado que tenía.- me ha gritado el muy torpe…
- Rose querido… solo yo insulto al asquito, ok?- dijo Heechul muy ofendido- dime! – contestando el llamado- aish! Dónde estás? Esta bien…- el rubio colgó el celular y pidió disculpas ante su anfitrión, SiWon estaba en el primer piso ya que su abuelo le había enviado algo. dijo que bajaría y luego volvería, miro a Jay que estaba concentrado en su plato y salió corriendo sin decir más.
Una vez en el primer piso el rubio abrazó a SiWon quien lo miró muy asustado, que voluble era ese hombre, el autor del “asquito” le dijo que lo había salvado de una situación bastante incomoda ya que Rose y Jay apenas y cruzaban miradas, pero ni se hablaban. El más alto le dio una agenda que le había enviado su abuelo, era evidente que no había urgencia pero el guardaespaldas había buscando cualquier excusa para ir a ver si Jay estaba siendo meloso con SU rubio. Luego de conversar durante unos minutos de cosas tonta, SiWon tomó del brazo s Heechul y le pidió que los deje solos, que el ya no era necesario allá arriba, el mas bajo lo desafió con la mirada, quién se creía para decirle que hacer? Intentó librarse de aquel agarre pero el más alto era más fuerte y de un jalón se lo llevó hasta la cochera.
- que no ves como odio que este en plan de enamorado de Jay?!?!?!- gritó una ves que estaban en el auto
- no es algo de lo que me interese hablar… asquito, déjame salir o grito… y ya suéltame el brazo… me duele, si mañana tengo un moretón, uno solo! Te demando!- SiWon lo soltó pero en lugar de abrir las puertas para que baje la princesa, encendió el auto y como pudo empezó a manejar, el rubio gritaba como loco ya que el otro no tenía ni idea de cómo manejar, las calles se tornaron horribles para el rubio que iba rezándole a todos los dioses que conocía para que no choquen y que no los pare un policía. Peor el otro chico estaba decidido a no dejar que Heechul se le escape, ya lo había pensado mucho, le enseñaría a amar así tenga que ser a la fuerza y amarrándolo a el para que no se escape.
En el departamento Rose el silencio ya era casi insoportable Jay ya no podía más con la comida así que se dedicó a mirar aquel hermoso piano, tan fino y bello como su dueño, recorrió con sus delineados ojos todo el departamento, una vez más, parecía soñado, miles de veces había soñado con conocer donde vivía, miles de veces soñó con poder estar ahí, pero ahora solo quería irse, dolía mucho. los ojos de Rose se posaron sobre Jay, estaba muy lindo aquel día, la ropa de marca no le iba nada mal, aunque el le gustó desde la primera vez que lo vio, y en aquel momento no le intereso de donde fuera o como vivía. Aquellos aretes de su oreja lo hacían verse tan sexy, aquella mirada soñadora con una mezcla inexplicable de melancolía e indiferencia lo intrigaban mucho, quería saber en que pensaba el chico de negro, tomó entre sus manos unos de sus rubios mechones y empezó a jugar con el.
- dime… desde hace cuanto sales con Heechul?
- Desde que llegó..- dijo en tono muy bajito
- Uy~ que hablador eres… uhm…- el rubio seguía jugando con su cabello intentando mantener viva esa conversación con aquel monosílabo chico- se tarda mucho… mejor vamos a ver…- el rubio se paró y caminó hasta el elevador, acto que imitó el otro chico
Una vez en el elevador, ambos iban callados, a Rose se le hizo el viaje en elevador más largo de su vida de repente las luces se pagaron y el elevador se detuvo, los felinos ojos del chico de rosa se abrieron de par en par y empezó a gritar como loco, Jay lo miraba asustado no sabía como calmar a aquel histérico ser, trago un poco de saliva y con cierto miedo se le acercó y sacando su encendedor dio un poco de luz a aquel lugar tan oscuro, era obvio que el rubio era claustrofóbico, intentó calmarlo pero no le salían las palabras, cuando el fuego se pagó el rubi se dejó caer en el suelo y abrazó sus rodillas, se veía tan indefenso, Jay se sentó frente a el y volvió a prender su encendedor. Las miradas de estos dos ya no eran frías, pero había algo que no dejaba que ambos pudieran hbalar, el rubio le pidió entonces al otro que haga algo que hable al menos para distraerlo, para no pensar que estaba a oscuras y encerrado, lo cual ciertamente le daba pánico. Jay quien era de pocas palabras empezó a contarle que trabajaba como guardaespaldas, no tenía muchas aspiraciones como profesional ya que su sueño era ser cantante, cuando el rubio escuchó esto le preguntó por qué no estudiaba en la academia, un leve sonrojo, que no pudo ser apreciado por la oscuridad, apareció en las mejillas del chico de negro, demoró un poco en contestar hasta que finalmente le dijo que no se consideraba lo suficientemente bueno como para estudiar música, el rubio se rió a carcajadas y le dijo “déjame a mi juzgar eso.. cántame algo…” ya no parecía aquel Rose despectivo, ahora era una tierna y asustada princesa, pidiéndole a su príncipe Jay que canté. Jay respiró hondo, no podía negarle nada, aunque probablemente lo volvería a tratar mal, después de terminar de cantar. Entonces empezó lentamente a cantar una suave melodía que endulzó los oídos del otro.
Continuará…
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Capitulo 5:
Ya había pasado una semana y Micky no podía sacarse de la cabeza aquella imagen del tipo extraño acorralando a Junsu, ciertamente el también lo hubiera hecho, desde que lo vio en toalla no podía dejar de pensar en la bendita toalla, por qué diablos no se había caído? Y como es que pudo habérsele quedado mirando de esa manera cuando Junsu dijo “no puedo cambiarme contigo aquí” se había visto tan sexy, una vez que reaccionó noto cierto sonrojo en el más bajo, acaso lo estaba tentando? No, era demasiado inocente como para ser capaz de pensar tan sucio, el sucio era el, debía calmarse, de seguro era la falta de novio o novia daba igual. Respiró hondo y sin pensarlo más se metió a ducharse, desde la cocina Yunho hacía un intento por preparar un desayuno decente, pero definitivamente el no había nacido para eso, miro los huevos fritos que parecían al carbón y sonrió, Yoochun no se quejaría simplemente pediría delivery. Empezó a jugar con un tenedor que tenía en la mano, lentamente recorriendo sus labios, aquellos labios que a pesar de que el tiempo había pasado mantenían vivo el recuerdo de la boca de Jae, aquel momento fue tan perfecto, aunque nunca dejaría de odiase por haberlo hecho, como podía haber intentado besarlo si ambos sabían que Micky estaba detrás de el. Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando su amigo salió de su habitación completamente listo para ir en busca de alguien con quien desquitarse, Yunho lo miró asustado, su amigo tenía una cara de violador muy aterradora, una sexy sonrisa apareció en los labios del chico del sombrero que simplemente se acercó.
- necesitamos un cocinero… el delivery empieza a hartarme –dijo Micky en tono burlón
- tienes razón, te parece si pedimos pizza?
- No es muy temprano para comer pizza? U___U además deberíamos acostumbrarnos ya a la comida de acá…- Micky se sentó y sacó su celular para llamar algún delivery
- La princesa aún desayuna frutas…- sentándose frente a el
- La princesa vive con miles de sirvientes y guardaespaldas incluido….- ambos se miraron al pensar en Heechul, cierto algo andaba raro con el- crees lo mismo que yo? – preguntó Micky a lo cual Yunho asintió con la cabeza- SiWon… y HeeChul… hay algo ahí…- Yunho volvió a mover la cabeza en forma afirmativa- desaparecieron la noche de la fiesta…
- T//////////T la fiesta….- susurro Yunho dejando salir un suspiro
- Siiii todo me salió mal… fui por Jae y termine con Junsu… a veces creo que Jae se hace el difícil… T___T no debería jugar así, si no quiere tener algo conmigo que me lo diga de frente… en fin! El que quiere celeste… que le cueste!... cierto… Junsu…- la mirada de Micky se perdió en algún punto fijo de su celular- sabes? Hace una semana ayude a Junsu… un tipo estaba queriendo aprovecharse de el… debería madurar ya… su inocencia me hace sentir tan…
- Pervertido? Sucio? Enfermito? Uhm que otro apelativo hay… jajaja ya se! Te hace sentir pedofilo! Bah! No lo niegues… te ha gustado Junsu, no? no has dejado de decirme una y otra vez lo del baño… me sorprende que tu liberes a alguien de un violador, normalmente tu eres el violador…
- La experiencia habla, no?- dijo Micky con una sonrisa muy pícara en los labios- en fin, pediremos pizza… es domingo, te daré el gusto… solo por que deliras de hambre al decir que Junsu me gusta… - Micky marco el número de una pizzería y al poco tiempo de haber llamado la entrega ya estaba en camino.
No muy lejos de aquel lugar, un joven despertaba entre miles de peluches, tenía uno muy bonito en forma de delfín con el cual dormía noche tras noche, lo había comprado hace poco pero ya lo adoraba. El pequeño Junsu había nombrado al delfín “Chunnie” en honor a su amor platónico, no dejaba de soñar con aquel día en el que su “Chunnie” lo había salvado de aquel tipo extraño. Dejó que sus hermosos cabello cubran cierta parte de su rostro y caminó casi sonámbulo hasta la ducha una vez dentro al notar que su hermano había gastado toda el agua caliente despertó por completo con un gran grito que estremeció la casa, su madre desde la cocina sonrió al escucharlo gritar con el agua fría. Diez minutos después bajó a desayunar, su madre lucía bastante preocupada así que le preguntó que sucedía mientras miraba atentó la mesa vacía, no comprendía por qué su desayuno no estaba en la mesa de seguro su hermano tenía la culpa de nuevo, pensó mientras se cruzaba de brazos para escuchar a su madre. Ella le contó que como era domingo, no daban delivery y pues su padre aceptó un pedido y YunHo había ido a entregarlo, pero con tanto sueño salió que olvido poner en el pedido el pan al ajo. Junsu se ofreció a ayudar y tomó la bolsa de pan al ajo y corrió a llevarlo.
Mientras manejaba en su bicicleta camino a aquel lugar iba pensando en lo lindo que había soñado, en lo lindo que era Chunnie, en lo tonto que era ilusionarse con eso, de seguro el chico de los sombreros jamás se fijaría en el, pero por qué Jae lo rechazaba si Micky era tan lindo? como deseaba poder cantar para su Chunnie, dedicarle miles de canciones de amor y bailar para e, aunque el consideraba que no era muy bueno bailando, no pudo evitar compararse con Jae cuando este bailo en el taller, si que bailaba bien. De repente la sonrisa del pequeño desapareció, casi sin muchas ganas subió hasta aquel lugar. Al escuchar unos gritos supo donde era que estaba su hermano, de seguro el cliente se había quejado y Yunho había terminado por molestarse. Apresuró el paso hasta que vio la espalda de su hermano, caminó un poco más y cuando estaba por hablar su hermano se hizo a un lado y descubrió que “su” Chunnie era quien gritaba en aquel lugar.
- Ya déjalo así Micky… solo es pan al ajo…- dijo U-know tratando de pedir disculpas, ninguno de los tres se fijo que Junsu estaba detrás hasta que este tomó del brazo a su hermano que por poco y le pegaba a su Chunnie
- Yunho!- dijo Junsu mirando algo desafiante a su hermano- mami olvido poner el pan al ajo… lo he traído… no deberías ser tan malo con los clientes… lo siento…- dijo haciendo una venía a u-know y Micky
- Oh!!! Dos iguales!!!- gritó sorprendido u-know- no sabía que habían dos Junsu- ya se me hacía raro que Micky le grite a Junsu…
- Son diferentes!- dijo algo enojado Yoochun- gracias Junsu por traer el pan… tu hermano- en tono molesto- casi me deja sin desayuno…
- Tu no deberías ser tan amable… bueno como hubo un error… es gratis… vamos Su…- Yunho tomó de la mano a Junsu y lo jaló hasta quedar muy lejos de aquel chico antipático.- no me agrada ese tal YooChun… no te le acerques… entendido?
- O.o!!! no hables mal de Chunnie sin conocerlo!!! El… el… el es muy lindo y me salva siempre que puede… me voy…
- Te llevo, he venido con el auto de papá…
- Me voy en bicicleta….- dijo muy enojado – dile a mami que no voy a llegar a desayunar… ya me malograste la mañana… iré a casa de Eun…
En otra parte de la misma ciudad una princesa descansaba placidamente en su cama, había tenido una semana muy atareada y realmente estaba exhausta, una delgada pijama celeste con detalles de ositos trataba, inútilmente, proteger aquel cuerpo tan frágil. La depresión de Typhoon, la cual disimulaba muy bien y el cinismo de su primo estaban por volverlo loco, acaso YeSung no se daba cuenta del daño que le había hecho a RyeoWook? El pobre ya había faltado demasiado a la academia y por más que el rubio y sus amigos fueron a buscarlo nunca aceptaba visitas, siempre enviaba a su nana a decir que estaba durmiendo. HeeChul ya casi no tenía tiempo para el, estaba muy cansado de aquella situación debía hacer algo, incluso cuando dormía continuaba pensando como arreglar aquello. Intentó prolongar su sueño mientras se escondía debajo de su sábana cuando el sonido de una puerta lo hizo despertar por completo, caminó rápidamente hasta la sala y lo ultimo que alcanzo ver fue a su primo subiéndose a un auto, a donde iría? Corrió a buscar a SiWon para que lo acompañe a seguir a su primo, pero una vez en su habitación el joven guardaespaldas no estaba, de seguro estaba bañándose, la princesa se sentó en la desacomodada cama y espero unos cuantos minutos. Los minutos pasaron y el más joven no parecía dispuesto a salir del baño, la princesa estaba ya bastante impaciente y ni pensar en seguir a su primo ya que de seguro estaba bastante lejos de la casa, estaba planeando como gritarle a su “asquito” cuando la puesta del baño se abrió. Histérico y casi perdiendo el control Heechul corrió a golpear al más alto que solo retrocedió algo asustado, no comprendía por qué estaba ahí el rubio y menos por qué le pegaban claro que no le dolía en absoluto ya que eran pequeño golpes de un niño caprichoso. Tanto retrocedió SiWon que nuevamente estaba en el baño.
- arg!! por tu culpa asquito!!!!!! Te odio!!!- gritó por ultima vez el más bajo haciendo un puchero- arg!!! T___T sabes lo que acabas de hacer?
- No tengo ni la más mínima idea, es más me gustaría que me lo digas… “princesa…” de lo contrario…- SiWon se cruzo de brazos y se apoyó en el lavadero- de lo contrario voy a pensar que solo son excusas para venir a verme…
- Venir a verte? Ay por favor! Mira… “asquito”…- Heechul se quedó callado cuando notó que SiWon estaba en toalla- ahhhhhhhhh!!! Que trauma!!! Vístete!!!! – dándole la espalda y cubriéndose los ojos- es demasiado temprano para que mis hermosos y delicados ojos vean algo tan feo…
- Lo mismo digo… es más acabo de bañarme, como se supone que voy a salir cambiado del baño? Que me crees? Mago? En fin… ya dime que sucede? Por que tanto alboroto? Acaso me extrañabas?- preguntó muy pícaramente el más alto, le encantaba molestar a HeeChul desde que se “habían” hecho amigos, la relación se había vuelto bastante divertida- oe! Habla… - SiWon se acercó a Heechul rápidamente quien seguía con los ojos cubiertos, cuando sintió que los fuertes brazos del guardaespaldas los rodeaban dio un pequeño salto de susto pero no se alejo- uhm… así que querías un abrazo… quien te entiende Heechul… quien te entiende…
- Como que quién? Lo dioses! No ves que yo soy uno de ellos? En fin ya suéltame y cámbiate!- gritó Heechul forcejeando para soltarse del más alto, pero ninguno se dio cuenta de que el pantalón de Heechul se había enganchado con la toalla de SiWon y cuando finalmente Rella se libró del abrazo del otro dio rápidamente tres pasos lejos de este y volteó para amenazarlo con la mirada, sin embargo su rostro se torno totalmente rojo y gritó muy alarmado –aaaaaaaaaaaaaaaaah!!!!!!- cubriéndose los ojos- tápate descarado!! Aléjate de mi pervertidooooo!!!!
- O////////////////o tu eres quien me quitó la toalla!!! Ya sal de aquí…- SiWon empujó rápidamente a Heechul fuera del baño y se encerró para colocarse algo de ropa.
Las horas pasaron y HeeChul recibió una llamada de Rose, quién lo invitaba a su departamento a almorzar, el rubio pensó que sería una buena idea de subirle la moral a Jay que estaba muy deprimido últimamente. Corrió rápidamente a buscar a SiWon pero, esta vez tocó la puerta no quería volver a verlo sin toalla, cada vez que pensaba en eso moría de vergüenza y todos los colores se le subían al rostro, suspiró hondo cuando el otro gritó desde adentro para que entre. Una vez dentro el menor se le quedó mirando fijamente, solía hacerlo y ambos lo sabían, después de todo SiWon ya había aceptado sus sentimientos, sin embargo, ante la torpe actitud del rubio, todo se había echado a perder, el no saber controlar lo que sentía hizo que el guardaespaldas crea que la princesa lo había rechazado. Luego de los sonrojos respectivos debido a lo sucedido en la mañana, Heechul se acercó al otro que estaba recostado en su cama y le pidió que finja que iba a salir, que el necesitaba ir con Jay a casa de Rose. El más alto frunció el ceño y le reprochó que a el le pagaban por cuidarlo no para que se quede sin hacer nada. Cierto, SiWon era el hombre más caballeroso del mundo, más educado y amable, pero cuando se trataba de Heechul solía perder el control, nunca había sentido celos de nadie, pero con el rubio era tan diferente, no soportaba la idea de que siquiera se le acerquen, menos cuando había visto lo melosos que solían ser Heechul y Jay frente a Rose, todo por hacer reaccionar al otro. Se cruzo de brazos e intentó aceptar el pedido del más bajo, este notó cierta molestia en el otro y le sonrió, solo como el sabía hacerlo.
- estás celoso asquito? Jajajaja!se que me amas, pero vamos…
- no te creas tan importante “princesa” T_______T ya vete con Jay
- necesito que tu salgas de la casa primero!!! >.- T_____T cerebro, conoces esa palabra? Impresionante…- SiWon se levantó de su cama y empezó a caminar hasta la puerta, seguido del mayor, quién no pudo evitar jalarle del polo para detenerlo- qué quieres…
- No te enojes asquito! No me agradas así… con cara del rey león molesto… me das miedo así… si te sigues portando bien te…- los labios del rubio fueron sellados por los cálidos labios de SiWon, una vez más lo había besado, pero como resistirse si por más que se esforzaba en no pensar en el cada vez que conseguía pensar en otra cosa aparecía de nuevo y le complicaba la vida? El rubio les respondió el beso, no le era nada desagradable, pero duro muy poco ya que una cachetada marcó la mejilla del guardaespaldas- no vuelvas a hacer eso!- gritó histérico el Rubio, luego salió muy enojado azotando la puerta a su paso.
En casa de KiBum todo estaba vacío, sus padres trabajaban incluso los domingos, así que normalmente estaba solo con su laptop. Esperando que su novio entre al msn, ni bien vio que aparecía como conectado lo saludo. Ambos conversaron de distintas cosas y sobre todo de aquello a ambos apasionaba: la música. DongHae colocó su micrófono y empezó a cantarle a KiBum quien a pesar de estar solo y a oscuras dejó notar sus inmensas mejillas totalmente rojas. Adoraba su voz, lo adoraba a todo el, pero por qué mentía? Acaso era miedo a que toda esa magia termine? De repente la voz de DongHae fue interrumpida, era su padre que entraba a preguntar si tenía hojas en blanco, le pidió disculpas a su novio y corrió a ayudar a su papá. Luego de unos minutos volvió, y le dijo que seguiría cantando, KiBum sonrió a través de la cámara y sin decir palabra alguna cerro los ojos para imaginar que cerca de el estaba aquel chico que tanto le gustaba. Entonces DongHae le dijo que lo quería abrazar, las mejillas de KiBum se tornaron aún más rojas, era bastante tímido, a decir verdad su único amigo hasta aquel momento era SiWon y eso, ya que era solo por el trabajo de la academia. KiBum le respondió que nunca antes había sido abrazado, que en realidad no le gustaban mucho esas cosas, ya que se ponía nervioso y no sabía como actuar. Dongie se acercó mucho a la cámara y le mostró un peluche que tenía cerca y le dijo que ese peluche era igual de cachetón que KiBum, lo tomó entre sus brazos y lo abrazó fuertemente y luego le dijo “cierra los ojos, vas a sentir como te abrazo” bumbum se puso aún más rojo y cerro los ojos, y DongHae le dijo mientras lo miraba cerrar los ojos “deberías abrigarte más…. Estás muy frío” ambos sonrieron y continuaron hablando, para KiBum no era necesario estar tan cerca de Dongie, quizás era por que el sabía que estaban en el mismo país, quizás por eso nunca salía de casa. Pero para Donghae era tan necesario tenerlo cerca y poder decirle lo mucho que lo quería, tenerlo entre sus brazos y al fin poder volver a besarlo en las mejillas como cuando se conocieron.
Luego que SiWon salió de la casa el rubio corrió a buscar a Typhoon, lo encontró en el gran jardín que su abuelo de vez en cuando cuidaba, era muy hermoso aquel lugar y por alguna extraña razón el chico rebelde siempre estaba ahí. Era un jardín con infinidad de flores, pero las que más abundaban eran las rosas, había blancas, rojas y rosadas, cada una compitiendo con la otra por ser más bella. El chico de negro intentó coger un hermosa pequeña rosa blanca que empezaba a crecer, pero al querer tocarla uno de sus hermosos dedos se lastimo con sus espinas, cierto, las rosas eran hermosas pero dolía cuando las quieres tocar, pensó Jay dejando escapar un suspiro prolongado, lo mismo sucedía con su Rose, era tan hermoso y tan dañino para el, llevó su dedo lastimado y se quedó mirando detenidamente como la sangre cubría su blanca piel. El rubio lo miró muy triste, a pesar de que Jay era de pocas palabras se podía sentir el dolor que sentía por aquel rechazo, solía ser bastante tímido pero aquel día se esforzó tanto por no serlo y pedirle que baile con el.
- Jay~*- dijo el rubio abrazando a su amigo- vamos a pasear? El asquito verde, amorfo y flotante de SiWon se fue y me dejó tirado como un zapato… puedes creerlo?
- Jajajaja! –jay empezó a reír como loco, se sentía bien cuando estaba con Rella- uhm.. vamos… a donde quieres que te lleve?
- A la casa de un amigo… me ha invitado a almorzar… pero…- mirándolo de pies a cabeza- quiero que te pongas algo que compré para ti hace algún tiempo n_n. Jay le sonrió y lo siguió hasta su habitación donde le entregó un pantalón negro muy bonito que traía bastante tiritas y una especie de falda del mismo color, una camisa negra algo pegada y un polo sin magas de color rojo, una ves que se vistió el rubio se le quedó mirando detenidamente- pareces un cantante de Rock, deberías ser cantante… aunque nunca me has cantando… y eso que somos ex novios- dijo con una sonrisa muy pícara en los labios- bien que hacer… tu eres el primer novio que tuve así que considérate afortunado… vamos!- tomándolo de la mano para guiarlo hasta su auto.
Una vez que llegaron a donde le indicó el rubio Jay casi muere de infarto, conocía de memoria la dirección pero nunca había ido, era un gran edificio de 35 pisos muy elegante, definitivamente Rose tenía mucho dinero. En el elevador el silencio se hizo evidente, Heechul tomó de las manos a Jay y le dijo que el plan de los celos podía seguir en pie. Una sonrisa pícara apareció en los labios de Jay, pero simplemente estaba aparentando, sabía que una vez que lleguen al ultimo piso del elevador su alma se iba a retorcer de dolor al verlo, aquella rosa tan hermosa y tan lacerante. Finalmente las puertas del elevador se abrieron de par en par dejando ver un hermoso piano situado en el medio de una sala con muchos detalles en rosa y tonos de color pastel, era bastante colorido aquel departamento, pero no era exagerado, era más bien como el de un alumno de arte. Un mayordomo los invitó a sentarse en los hermosos sillones, todo el ambiente tenía un exquisito aroma a rosas, y la mezcla entre arte contemporáneo de sus paredes con la infinidad de instrumentos musicales casi hizo olvidar a Jay lo terrible que se sentía, ciertamente estaba encantado con todo eso, además el mini escenario que tenía en una de las esquinas de su sala era impresionante. Si, es que tener todo un 35vo piso para una sola persona era bastante. Los minutos pasaron hasta que el olor a rosas se hizo más fuerte en el ambiente, las puertas de una habitación se abrieron dejando ver a un hermoso y frágil chico en pantalones rosas, muy pegados, un polo sin mangas blanco, algo ancho que se caía dejando al descubierto uno de sus perfectos hombros, el polo era tan corto que lucía su piercing del ombligo, el cabello lo tenía lacio completamente, de no ser por la ropa se confundiría con el otro rubio, estaba descalzo y caminó lentamente con los ojos clavados en el otro rubio que tomó de la mano a Jay para hacerlo reaccionar ya que parecía que estaba en coma mental.
Luego del los respectivos saludos pasaron a almorzar, Rose evitaba mirar en todo momento a Jay que parecía bastante frío y distante, estaba como perdido en sus pensamientos, mientras los dos rubios conversaban el chico de cabellos negros apoyo su hermoso rostro en una de sus manos y se quedó mirando detenidamente la gran ventana de aquel lugar, era cierto, una princesa de ese tipo nunca bailaría con un don nadie como el. Los felinos ojos del rubio de labios rosas se posaron sobre el pensativo chico, su mirada fría se convirtió en algo lleno de sentimientos, bajó la mirada y se concentró en su deliciosa ensalada que tenía frente a el, Heechul frunció las cejas y miró su plato, que impotente se sentía, quería hacer algo, pero no tenía idea alguna de cómo mejorar aquel ambiente. De repente el celular de Heechul empezó a sonar, sacando de sus pensamientos a los otros dos, el rubio al notar que se trataba de “asquito” colgó, peor las llamadas se hicieron tan insistentes que Rose le quitó el cel y contestó.
- si?- dijo Rose mirando algo enojado al otro rubio- Heechul es tu guardaespaldas… ciertamente no comprendo como puedes dejar que sean tan… confianzudos… - dijo dándole el cel al chico que tenía en frente, Jay bajó la cabeza y comió algo de aquella comida, sabía bien, pero la asaba con tanta dificultad, seguro era el llanto ahogado que tenía.- me ha gritado el muy torpe…
- Rose querido… solo yo insulto al asquito, ok?- dijo Heechul muy ofendido- dime! – contestando el llamado- aish! Dónde estás? Esta bien…- el rubio colgó el celular y pidió disculpas ante su anfitrión, SiWon estaba en el primer piso ya que su abuelo le había enviado algo. dijo que bajaría y luego volvería, miro a Jay que estaba concentrado en su plato y salió corriendo sin decir más.
Una vez en el primer piso el rubio abrazó a SiWon quien lo miró muy asustado, que voluble era ese hombre, el autor del “asquito” le dijo que lo había salvado de una situación bastante incomoda ya que Rose y Jay apenas y cruzaban miradas, pero ni se hablaban. El más alto le dio una agenda que le había enviado su abuelo, era evidente que no había urgencia pero el guardaespaldas había buscando cualquier excusa para ir a ver si Jay estaba siendo meloso con SU rubio. Luego de conversar durante unos minutos de cosas tonta, SiWon tomó del brazo s Heechul y le pidió que los deje solos, que el ya no era necesario allá arriba, el mas bajo lo desafió con la mirada, quién se creía para decirle que hacer? Intentó librarse de aquel agarre pero el más alto era más fuerte y de un jalón se lo llevó hasta la cochera.
- que no ves como odio que este en plan de enamorado de Jay?!?!?!- gritó una ves que estaban en el auto
- no es algo de lo que me interese hablar… asquito, déjame salir o grito… y ya suéltame el brazo… me duele, si mañana tengo un moretón, uno solo! Te demando!- SiWon lo soltó pero en lugar de abrir las puertas para que baje la princesa, encendió el auto y como pudo empezó a manejar, el rubio gritaba como loco ya que el otro no tenía ni idea de cómo manejar, las calles se tornaron horribles para el rubio que iba rezándole a todos los dioses que conocía para que no choquen y que no los pare un policía. Peor el otro chico estaba decidido a no dejar que Heechul se le escape, ya lo había pensado mucho, le enseñaría a amar así tenga que ser a la fuerza y amarrándolo a el para que no se escape.
En el departamento Rose el silencio ya era casi insoportable Jay ya no podía más con la comida así que se dedicó a mirar aquel hermoso piano, tan fino y bello como su dueño, recorrió con sus delineados ojos todo el departamento, una vez más, parecía soñado, miles de veces había soñado con conocer donde vivía, miles de veces soñó con poder estar ahí, pero ahora solo quería irse, dolía mucho. los ojos de Rose se posaron sobre Jay, estaba muy lindo aquel día, la ropa de marca no le iba nada mal, aunque el le gustó desde la primera vez que lo vio, y en aquel momento no le intereso de donde fuera o como vivía. Aquellos aretes de su oreja lo hacían verse tan sexy, aquella mirada soñadora con una mezcla inexplicable de melancolía e indiferencia lo intrigaban mucho, quería saber en que pensaba el chico de negro, tomó entre sus manos unos de sus rubios mechones y empezó a jugar con el.
- dime… desde hace cuanto sales con Heechul?
- Desde que llegó..- dijo en tono muy bajito
- Uy~ que hablador eres… uhm…- el rubio seguía jugando con su cabello intentando mantener viva esa conversación con aquel monosílabo chico- se tarda mucho… mejor vamos a ver…- el rubio se paró y caminó hasta el elevador, acto que imitó el otro chico
Una vez en el elevador, ambos iban callados, a Rose se le hizo el viaje en elevador más largo de su vida de repente las luces se pagaron y el elevador se detuvo, los felinos ojos del chico de rosa se abrieron de par en par y empezó a gritar como loco, Jay lo miraba asustado no sabía como calmar a aquel histérico ser, trago un poco de saliva y con cierto miedo se le acercó y sacando su encendedor dio un poco de luz a aquel lugar tan oscuro, era obvio que el rubio era claustrofóbico, intentó calmarlo pero no le salían las palabras, cuando el fuego se pagó el rubi se dejó caer en el suelo y abrazó sus rodillas, se veía tan indefenso, Jay se sentó frente a el y volvió a prender su encendedor. Las miradas de estos dos ya no eran frías, pero había algo que no dejaba que ambos pudieran hbalar, el rubio le pidió entonces al otro que haga algo que hable al menos para distraerlo, para no pensar que estaba a oscuras y encerrado, lo cual ciertamente le daba pánico. Jay quien era de pocas palabras empezó a contarle que trabajaba como guardaespaldas, no tenía muchas aspiraciones como profesional ya que su sueño era ser cantante, cuando el rubio escuchó esto le preguntó por qué no estudiaba en la academia, un leve sonrojo, que no pudo ser apreciado por la oscuridad, apareció en las mejillas del chico de negro, demoró un poco en contestar hasta que finalmente le dijo que no se consideraba lo suficientemente bueno como para estudiar música, el rubio se rió a carcajadas y le dijo “déjame a mi juzgar eso.. cántame algo…” ya no parecía aquel Rose despectivo, ahora era una tierna y asustada princesa, pidiéndole a su príncipe Jay que canté. Jay respiró hondo, no podía negarle nada, aunque probablemente lo volvería a tratar mal, después de terminar de cantar. Entonces empezó lentamente a cantar una suave melodía que endulzó los oídos del otro.
Continuará…
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