Titulo: Keipopu Sarada / K-pop Salad (AKA Keipopu)
Capitulo: Capitulo 08
Fandom: Super Junior, THSK, TRAX
Parejas: Sichul / Kihae / Yewook / Yunjae / Yoosu / etc.
Clasificación: Angst / Au
Advertencia: Si no te gusta el yaoi (Chico x Chico) es mejor que no leas este serial. No copies este fanfic, si deseas compartirlo en otro lugar, pide permiso al autor y coloca los créditos correspondientes.
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Capitulo 8
- te grité en la fiesta...- dijo Yesung sentándose al frente al otro pequeño que tenía la mirada clavada en el suelo, adoraba estar cerca del cachetón pero como dolía tenerlo cerca- no recuerdo qué pero recuerdo haberte visto llorar... no me odias por eso?
- No... como te dije... tu solo dijiste lo que sentías en aquel momento... YeSung... cuéntame mas de Mr. Shadow, si? Quiero saber más de aquella persona que tanto amas... quizás comprenda algunas cosas...- esto ultimo lo dijo muy bajito, el cachetón se recostó en la pared y se quedó mirando fijamente la gran ventana de aquella habitación- bueno... si lo deseas...
- Me ha dejado... no comprendo por qué... me ha dejado...- una lagrima recorrió la pálida mejilla del más alto, RyeoWook sintió que su corazón se partía en mil al verlo así, se acercó con mucho miedo y secó aquella lagrima- lo lamento... me duele mucho pensar que solo fui un juego para el... RyeoWook... el me ha dejado de amar? Dímelo... lo ha hecho?
- Cómo puedo saber eso yo?...- preguntó en un tono de voz muy bajito, pero lo suficientemente alto como para que el otro lo escuche- yo no puedo saber... no sé quien es mr. Shadow...
- No lo sabes? Y...- YeSung dudo unos minutos, intentando contener sus lagrimas continuó- y tu cadena... esa no es la misma... dime... dime RyeoWook!!! Tu eres mr. Shadow?!?!?!!?!?!!? Dilo!!! Eres tu verdad? Tu cadena... tu cadena... no importa si has mentido solo dilo... yo amo a mr. Shadow...
- No lo soy... pero como quisiera serlo...- dijo RyeoWook abrazando a YeSung, aferrándose fuertemente a el. Aquella cadena la compro hace mucho pero nunca llegó a darle la llave a quien amaba, aún conservaba aquel dije guardado, esperando la oportunidad perfecta para dárselo a su amado cachetón. El abrazo duró mucho logrando que ambos se volvieran más unidos que antes, el más pequeño sufría en silencio pero prefería sufrir a ver sufrir a su adorado niño- yo te ayudaré a buscarlo...- dijo aferrándose un poco más como intentando lograr que el otro pueda descifrar los rápidos latidos de su corazón partido.
En casa de HeeChul todo parecía mejorar el rubio y su novio habían logrado conseguir que Jae y Yunho entren en la cocina donde ambos intentaban preparar algo de comida, bueno el más alto solo miraba al otro ya que de cocina no sabía nada, intentó negarse pero como negarle algo a su princesa? Suspiraba de rato en rato mientras que el más bajo en silencio preparaba algo de comer. De repente la leche se le cayó de las manos y ambos corrieron a limpiar aquel desastre, quedando muy cerca el uno del otro. Sus miradas parecían no tener fin, ambos en silencio, un silencio tan profundo como hiriente, por qué todo era así? Por qué eran tan cobardes? Jae no pudo evitarlo y se abalanzo sobre el otro logrando que ambos cayeran en el piso, mojando sus ropas con leche. Estando tan cerca el más bajo rozó sus labios contra los del otro provocando un cierto escalofrío que recorrió su cuerpo, pero no podía detenerse, estaba cansado de toda aquella situación, al no encontrar negativa en el otro se abalanzo sobre sus labios una vez más devorándolo a besos. Si, siempre quiso que su primer beso fuera con alguien especial, en una situación especial, pero su corazón cada vez que veía a Yunho le decía que el era el indicado. Le costó mucho decidirse a hacerlo, incluso planeo tirar la leche a propósito, tan solo para estar más cerca de el. No importaba si el la leche mojaba y ensuciaba sus ropas, el solo quería seguir sintiendo aquellos cálidos labios inexpertos que ahora se apoderaban de su boca, Yunho llevó sus manos a la cintura de Jae y lo abrazó, continuaron besando hasta que la imagen de su amigo se le vino a la mente, de repente el más alto separó mecánicamente al otro, quien lo miraba asustado.
- esto no puede ser... esto esta mal... tu y Micky... yo no puedo...- dijo algo agitado, los ojos del otro se llenaron de lagrimas, lo estaba rechazando después de todo- tu estás saliendo con Micky... esto no esta bien
- no estamos saliendo...- dijo en un tono muy bajito- no tienes que poner esa excusa para rechazarme...
- vas a tener una cita con mi mejor amigo... crees que esto es correcto? Dímelo! Crees que lo es? No sabes como duele... pero si me dan a elegir entre mi amistad y tu... lo lamento... pero creo que es obvio que elijo- dijo Yunho antes de terminar de parase y caminar hasta la puerta
- voy a ser novio de Micky... y voy a ser muy feliz a su lado...- dijo Jae secando sus lagrimas- mírame desde lejos... lo feliz que voy a ser... – después de esto Yunho salió de la cocina, se despidió de la pareja y se marchó a casa.
Los días pasaron y finalmente llegó la cita tan esperada de Jae y Micky, irían a cenar y luego ya se darían las cosas, el mayor de los Park había hecho una reservación en uno de los mejores hoteles, definitivamente no llevaría a Jae a su departamento. El chico de los sombreros lucía muy elegante y prácticamente se había bañado en una de sus mejores colonias. Caminó hasta la sala y de la forma más natural saludo al hermano de Junsu, después de todo ya se había acostumbrado a las visitas del novio Ricky, no le caía bien pero estaba amenazado por el pequeño. Los miró detenidamente, Pak-kim que bonita pareja hacían, le caían mal, como una patada en el hígado pero se veían lindos mientras miraban la televisión, Junno (si, se llama Yunho, pero ahora le diré así para no generar confusiones con el otro Yunho) era muy maduro y siempre cuidaba del otro, definitivamente opuesto al pequeño delfín, cierto a este ultimo no lo había visto en días, por más que iba a buscar a Jae a la academia y se quedaba ahí conversando con sus amigos horas de horas nunca lograba alcanzar verlo, parecía que Junsu había sido tragado por la tierra. Empezaba a preocuparse, pero prefirió ignorar ese sentimiento, quizás estaba deprimido por lo sucedido en su casa. De repente Junno abrazó fuertemente a Ricky y jugando con su cuello le dijo suavemente lo mucho que lo quería, Micky sintió que su estomago se revolvía y salió de aquel lugar. Caminó apresurado hasta su auto sin saber que alguien lo seguía con una bicicleta. Una vez en al puerta de la casa de Jae se arregló el cabello en el espejo de su auto y desabotonó un poco su camisa para verse mucho más sexy, caminó lentamente hasta la puerta y dejó que el timbre haga el resto del trabajo.
Dentro de la casa un Jae totalmente nervioso miraba le reloj, era hora de ir con Micky, había escuchado mil y un cuentos sobre el y todos de buenas fuentes, su fama de conquistador nadie se la negaba, pero eso de que se acostaba con todos en la primera cita lo tenía muy asustado, en toda su vida pensó en eso, ni siquiera cuando pensaba en Yunho. Bajó la cabeza y empezó a caminar lentamente hasta la puerta, como quien camina hasta su condena, después de todo el fue quien aceptó salir con Chunnie, después de todo el solo había dicho que sería feliz con el y sobre todas las cosas quería demostrarle a Yunho que podía ser feliz con su amigo. Respiró hondo y salió al encuentro con YooChun, los ojos felinos de este lo devoraron de pies a cabeza, ese encanto natural que tenía Jae lo volvía loco, ese suave aroma a shampo y jabón que se desprendía de su piel era mil veces mejor que el de su colonia francesa. Le tomó de la mano y depositando un suave beso en su mejilla le saludo, si algo sabía el más alto era como ir lento ante el nerviosismo de su presa, era un experto en aquel tema. Como un león que asecha su presa Chunnie pudo notar el nerviosismo en el otro, después de todo ambos sabían lo que vendría después de la cena. Le sonrió sexymente y sin soltarle de la mano lo hizo subir a su auto, actuando como todo un caballero le abrió la puerta y luego subió el, una vez dentro le volvió a sonreír y se encaminaron a aquel alejado y lujoso lugar.
Detrás en la bicicleta iba Junsu, traía unos lentes oscuros y una gorra para no ser reconocido, se había propuesto arruinarles la cita a como de lugar, después de llorar mucho su gran amigo Changmin le había hecho entender que debía luchar por lo que quería, miró los bichitos que había recogido en un parque cercano a su casa y una traviesa sonrisa apareció en sus labios. Su cajita de chinches esperaban ansiosos impactar contra las llantas de aquel lujoso auto. Pedaleo rápidamente para no perder de vista a su objetivo y después de media hora estaba en el estacionamiento de un lujoso restaurante. Se arregló el disfraz y entró detrás de ellos sentándose muy cerca para escuchar de lo que conversaban. Tuvo suerte de encontrar una mesa que estaba al lado de ellos, separados por un biombo podría molestarlos lo suficiente sin que supieran quien era.
Los platos que pidió Chunnie para ellos se veían deliciosos, pero Jae estaba tan nerviosa que la comida se le hacía un nudo en la garganta, el chico del sombrero se percato de esto y le tomó de la mano acariciándola, luego se acercó y depositó un corto beso en sus rojos labios. Entonces Junsu aprovecho el pánico y soltó a sus amiguitos para que coman aquella deliciosa comida, en sus ojos había dolor pero también cierta diversión. Al ver a los bichos ambos chicos se alejaron rápidamente de la mesa, los clientes empezaron a gritar, Micky se súper enojo con el dueño y le juro que nunca más volvería a pisar aquel lugar, tomo de la mano a Jae y lo guió hasta su auto. Pero cuando llegó a aquel lugar noto que sus llantas estaban en el suelo. Al parecer alguien le estaba haciendo una jugada muy sucia y a la vez infantil ya que los chinches de habían liberado el aire de las llantas de su auto eran de colores y algunos con dibujitos de caricaturas.
Una risa incontenible por parte del delfín lo descubrió entre las plantas, Micky caminó decidido a encara a aquella persona que arruinaba su romántica velada encontrándose con Junsu.
- has sido tu?- pregunto muy enojado
- si...- sonrió Junsu- hola Jae n.n- saludo muy contento al otro que se sorprendió primero pero luego le devolvió la sonrisa- linda velada...
- por qué haces esto?- dijo Micky en un tono algo molesto, pero a quien engañaba no podía enojarse son el delfín, era demasiado adorable la simple idea de que estuviera enojado.
- Tengo que esperar que seas una buena persona...- dijo logrando sacar un leve sonrojo en el chico del sombrero- pero si lo hago me volveré viejo... prefiero convertirme en alguien como tu... – le guiño el ojo pícaramente y le dijo muy despacio para que Jae no logre escucharlo- ya conseguí novio... aprenderé para luego enseñarte todo lo que has perdido...- dicho esto le tocó el hombro y siguió su camino, subió en su bicicleta y con una gran sonrisa se despidió de Jae.
Micky intentó olvidarse de aquello pero le era casi imposible, la idea de ver a Junsu con otro lo mataba, aunque no quisiera aceptarlo, estaba celoso y mucho. Tomó de la mano a Jae y tomó un taxi, lo mejor sería acabar aquella velada. Jae entre tanto ya había tomado una decisión: entregarse a YooChun, no importaba nada, lo único que quería era sentirse amado y si el más alto lo deseaba tanto no le negaría nada. Como su cena había sido truncada Chunnie pensó en pasar de frente al postre, el taxi se detuvo en la puerta de un gran hotel, todo decorado en blanco con finos detalles en dorado, aquel lugar tenía un aire europeo muy elegante. Sin soltarle la mano lo guió hasta el piso veinte en el cual una gran suit los esperaba, el piso estaba teñido de color rojo intenso, a pedido del más alto los empleados del hotel se pasaron la tarde entera deshojando rosas rojas, tan solo para darle un toque más romántico, algo que ameritaba aquella ocasión tan especial. Las luces eran tenues y lograban hacer que la blanca piel de Jae se torne más oscura, Micky llevó una de sus manos al rostro de este y lo acarició lentamente, logrando que un frío escalofrió recorra el cuerpo del más bajo. Jae tragó saliva pero no se quedaría atrás, había decidido olvidar a Yunho y lo haría si o si, llevó sus manos al pecho de Micky y se aferró a el, sintiendo aquel suave aroma a chico elegante, levantó su rostro hasta quedar escondido en su cuello y empezó a besarlo lentamente. Micky perdió el control y le robó un apasionado beso, tan intenso que el más pequeño juraría que se le romperían los labios si continuaba besándolo.
Una noche intensa pasó y después de dormir algunas horas YooChun despertó, observó algunos minutos al pequeño Jae que dormía abrazado a su pecho, la noche anterior había sido maravillosa, después de todo había sido la primera vez de Jae y Chunnie se había esforzado mucho para que nunca la olvidara. Sonrió para si mirando que finalmente había logrado lo que quería. Pero sus ojos se perdieron en el horizonte, acaso estaba sintiendo remordimiento? Miró su reloj y era hora de ir a la academia, miro de nuevo, Jae dormía profundamente, al parecer había terminado exhausto la noche anterior. Incluso pudo notar pequeñas lagrimas en sus ojos, serían de placer? Quizás el también estaba sintiendo aquel sentimiento de remordimiento? Movió la cabeza lentamente para despejar sus pensamiento y cuando se detuvo recostó su cabeza en la cabecera de la cama, tratando inútilmente de olvidar a Junsu. Mordió sus labios al recordar una vez más las palabras del delfín, de donde había sacado toda esa fuerza? Definitivamente no lo conocía, no lo conocía nada. Pero acaso le interesaba conocerlo? Llevó sus labios a los rojos y bien delineados labios de Jae, juntándolos en un suave beso, logrando que sus ojos lentamente se abrieran de par en par. Casi sin fuerzas se levanto quedando frente a frente al chico sexy, lo abrazó y empezó a llorar, Micky no sabía que hacer, simplemente se quedó en silencio y correspondió el abrazo.
Un nuevo día había llegado, Heechul y su primo iban camino a la academia junto con sus guardaespaldas, por más que SiWon lo intentaba no podía despegarse de su princesa, estaban tan abrazados y entretenidos en su burbuja que ni cuenta se dieron que estaban en el academia. Ahí una figura muy conocida para Jay los esperaba, sí, era Rose, traía puesto un abrigo largo con pieles, el cual delineaba su figura de una forma espectacular, una camisa negra abotonada en la mitad de la prenda dejando ver su hermoso y frágil pecho, unos pantalones apretados que a pesar de ser talla de mujer le quedaban algo anchos en la parte de la cintura deslizándose un poco hasta sus caderas, dejando al descubierto la marca de su boxer. Sus cabellos estaba lacios y un fino delineado en sus ojos lo hacían ver más sexy que nunca, labios rosados y uñas del mismo color le daban ese toque andrógeno que tanto deslumbraba a todos en aquella institución. Ni bien noto las agarraditas de manos entre Heechul y SiWon se acercó alarmado.
- Heechul querido...- dándole un beso en la mejilla- disculparás que haya raptado a tu novio el otro día... es que el elevador se descompuso... verdad Typhoon?
- Si...- dijo Jay con las manos en los bolsillos, su mirada clavada en el suelo hizo reaccionar HeeChul, cierto, Rose aún creía que eran novios, ante aquel pensamiento la princesa casi automáticamente le soltó la mano a SiWon, dejándolo muy desconcertado.
- Descuida Rosie, mi Jay ya me lo había dicho...- acercándose al chico de negro y apoderándose de su cintura, sabía que la mirada de SiWon era asesina pero tenía que terminar lo que había empezado, luego le explicaría a su asquito la situación- confiamos el uno en el otro, no?- ante la pregunta Jay asintió con la cabeza, evitando mirar a SiWon que hervía de celos.
- Uhm... que bueno...- Rose posó sus ojos en el chico más alto que parecía estar muriendo ahí mismo, su rostro demostraba mucho enojo, pero no comprendía el por qué, Rose se le acercó como asechándolo y cuando este levanto la vista el chico del abrigo le sonrió- tu eres el otro guardaespaldas, no? Uuuuuuuuh... si que eres lindo...- acariciando su rostro- dime... tu no tienes novio, verdad?... dime... cual es tu nombre?
- Choi SiWon....- dijo muy serio, si había algo que no soportaba era que lo traten como un pedazo de carne, pero quizás hacer sufrir un rato a la princesa sería divertido- no... no tengo novio...
- Uhm...- Rose devoró con la mirada a SiWon- Siwie... querido... no te quieres escapar conmigo?- guiándole el ojo- yo te pagaría mejor...- dijo acercándosele al oído, logrando que Heechul se erice como un gato cuando ve a un perro, no soportó más y de un solo empujón alejo a Rose de SU SiWon.
- LEJOS!!!!!!!!!!!!!!!!- grito histérico, lo había intentado, juraba que lo había hecho, pero no podía ver como prácticamente violaban a su novio con la mirada- LEJOSSSSSSSSS! te quiero LEJOSSSSSSSSSSSS!!!! Esto tiene mi sello!! Que no ves?!!??! En su frente dice “propiedad de Cinderella” ES MIOOOOOOO no te atrevas a mirarlo de esa manera nunca más o juro que te saco los ojos y los hago hervir!!!!- grito aún más histérico colocándose entre ambos como intentando proteger a su guardaespaldas de un depredador.
- Hay Chula! Qué te pasa?! Que tosquito eres...- dijo rose alejándose del territorio marcado por cinderella- por qué esa reacción amor? Acaso Jay no es tu novio?- apoyándose en el hombro de este ultimo- y así dicen que hay confianza.... ya sé...- rápidamente se acercó a HeeChul y lo tomó del rostro, acortando mucho la distancia entre ellos- tu no quieres a ninguno de los dos... tu quieres una princesa como tu, verdad?... uhm... podría considerar el ser tu novia...- dijo sonriéndole muy maliciosamente
- Ah! Suéltame! PervertidO! No solo metes cizaña con mi amor sino que quieres a mi asquito! LEJOS! LEJOS! Muuuuuuuuuuuuuuuuuuuy LEJOS de mi Jay, de mi asquito y lejos de MI!!!!!!!!!! – alejándose rápidamente de el
- A ver Cinderella... quieres a los dos para ti? Uhhhhhhh eso es injusto... muy injusto... no sé de donde los sacas pero son tan adorables tus guardaespaldas.... elige uno y dame uno a mi.... – guiñándole un ojo coquetamente
- BASTA!!- gritó algo enojado Jay- no molestes a Heechul... el y yo nunca hemos sido novios... eso fue por... por... no importa por qué pero ya no lo molestes... ahora el y SiWon son novios y ya déjalos tranquilos...
- Desde cuando hablas tanto, amor? Uhm... que lindo...- dijo Rose riendo coquetamente, logrando que Jay se pusiera de todos los colores existentes- esta bien los dejaré en paz, pero recuerda que tu eres de los míos ahora.... nos vemos Chula... y descuida... antes que tu me saques los ojos... yo te los saco por tocar lo que siempre me ha pertenecido...- dijo cambiando su coqueta y traviesa mirada por una llena de amenaza.
Continuará...
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Capitulo 8
- te grité en la fiesta...- dijo Yesung sentándose al frente al otro pequeño que tenía la mirada clavada en el suelo, adoraba estar cerca del cachetón pero como dolía tenerlo cerca- no recuerdo qué pero recuerdo haberte visto llorar... no me odias por eso?
- No... como te dije... tu solo dijiste lo que sentías en aquel momento... YeSung... cuéntame mas de Mr. Shadow, si? Quiero saber más de aquella persona que tanto amas... quizás comprenda algunas cosas...- esto ultimo lo dijo muy bajito, el cachetón se recostó en la pared y se quedó mirando fijamente la gran ventana de aquella habitación- bueno... si lo deseas...
- Me ha dejado... no comprendo por qué... me ha dejado...- una lagrima recorrió la pálida mejilla del más alto, RyeoWook sintió que su corazón se partía en mil al verlo así, se acercó con mucho miedo y secó aquella lagrima- lo lamento... me duele mucho pensar que solo fui un juego para el... RyeoWook... el me ha dejado de amar? Dímelo... lo ha hecho?
- Cómo puedo saber eso yo?...- preguntó en un tono de voz muy bajito, pero lo suficientemente alto como para que el otro lo escuche- yo no puedo saber... no sé quien es mr. Shadow...
- No lo sabes? Y...- YeSung dudo unos minutos, intentando contener sus lagrimas continuó- y tu cadena... esa no es la misma... dime... dime RyeoWook!!! Tu eres mr. Shadow?!?!?!!?!?!!? Dilo!!! Eres tu verdad? Tu cadena... tu cadena... no importa si has mentido solo dilo... yo amo a mr. Shadow...
- No lo soy... pero como quisiera serlo...- dijo RyeoWook abrazando a YeSung, aferrándose fuertemente a el. Aquella cadena la compro hace mucho pero nunca llegó a darle la llave a quien amaba, aún conservaba aquel dije guardado, esperando la oportunidad perfecta para dárselo a su amado cachetón. El abrazo duró mucho logrando que ambos se volvieran más unidos que antes, el más pequeño sufría en silencio pero prefería sufrir a ver sufrir a su adorado niño- yo te ayudaré a buscarlo...- dijo aferrándose un poco más como intentando lograr que el otro pueda descifrar los rápidos latidos de su corazón partido.
En casa de HeeChul todo parecía mejorar el rubio y su novio habían logrado conseguir que Jae y Yunho entren en la cocina donde ambos intentaban preparar algo de comida, bueno el más alto solo miraba al otro ya que de cocina no sabía nada, intentó negarse pero como negarle algo a su princesa? Suspiraba de rato en rato mientras que el más bajo en silencio preparaba algo de comer. De repente la leche se le cayó de las manos y ambos corrieron a limpiar aquel desastre, quedando muy cerca el uno del otro. Sus miradas parecían no tener fin, ambos en silencio, un silencio tan profundo como hiriente, por qué todo era así? Por qué eran tan cobardes? Jae no pudo evitarlo y se abalanzo sobre el otro logrando que ambos cayeran en el piso, mojando sus ropas con leche. Estando tan cerca el más bajo rozó sus labios contra los del otro provocando un cierto escalofrío que recorrió su cuerpo, pero no podía detenerse, estaba cansado de toda aquella situación, al no encontrar negativa en el otro se abalanzo sobre sus labios una vez más devorándolo a besos. Si, siempre quiso que su primer beso fuera con alguien especial, en una situación especial, pero su corazón cada vez que veía a Yunho le decía que el era el indicado. Le costó mucho decidirse a hacerlo, incluso planeo tirar la leche a propósito, tan solo para estar más cerca de el. No importaba si el la leche mojaba y ensuciaba sus ropas, el solo quería seguir sintiendo aquellos cálidos labios inexpertos que ahora se apoderaban de su boca, Yunho llevó sus manos a la cintura de Jae y lo abrazó, continuaron besando hasta que la imagen de su amigo se le vino a la mente, de repente el más alto separó mecánicamente al otro, quien lo miraba asustado.
- esto no puede ser... esto esta mal... tu y Micky... yo no puedo...- dijo algo agitado, los ojos del otro se llenaron de lagrimas, lo estaba rechazando después de todo- tu estás saliendo con Micky... esto no esta bien
- no estamos saliendo...- dijo en un tono muy bajito- no tienes que poner esa excusa para rechazarme...
- vas a tener una cita con mi mejor amigo... crees que esto es correcto? Dímelo! Crees que lo es? No sabes como duele... pero si me dan a elegir entre mi amistad y tu... lo lamento... pero creo que es obvio que elijo- dijo Yunho antes de terminar de parase y caminar hasta la puerta
- voy a ser novio de Micky... y voy a ser muy feliz a su lado...- dijo Jae secando sus lagrimas- mírame desde lejos... lo feliz que voy a ser... – después de esto Yunho salió de la cocina, se despidió de la pareja y se marchó a casa.
Los días pasaron y finalmente llegó la cita tan esperada de Jae y Micky, irían a cenar y luego ya se darían las cosas, el mayor de los Park había hecho una reservación en uno de los mejores hoteles, definitivamente no llevaría a Jae a su departamento. El chico de los sombreros lucía muy elegante y prácticamente se había bañado en una de sus mejores colonias. Caminó hasta la sala y de la forma más natural saludo al hermano de Junsu, después de todo ya se había acostumbrado a las visitas del novio Ricky, no le caía bien pero estaba amenazado por el pequeño. Los miró detenidamente, Pak-kim que bonita pareja hacían, le caían mal, como una patada en el hígado pero se veían lindos mientras miraban la televisión, Junno (si, se llama Yunho, pero ahora le diré así para no generar confusiones con el otro Yunho) era muy maduro y siempre cuidaba del otro, definitivamente opuesto al pequeño delfín, cierto a este ultimo no lo había visto en días, por más que iba a buscar a Jae a la academia y se quedaba ahí conversando con sus amigos horas de horas nunca lograba alcanzar verlo, parecía que Junsu había sido tragado por la tierra. Empezaba a preocuparse, pero prefirió ignorar ese sentimiento, quizás estaba deprimido por lo sucedido en su casa. De repente Junno abrazó fuertemente a Ricky y jugando con su cuello le dijo suavemente lo mucho que lo quería, Micky sintió que su estomago se revolvía y salió de aquel lugar. Caminó apresurado hasta su auto sin saber que alguien lo seguía con una bicicleta. Una vez en al puerta de la casa de Jae se arregló el cabello en el espejo de su auto y desabotonó un poco su camisa para verse mucho más sexy, caminó lentamente hasta la puerta y dejó que el timbre haga el resto del trabajo.
Dentro de la casa un Jae totalmente nervioso miraba le reloj, era hora de ir con Micky, había escuchado mil y un cuentos sobre el y todos de buenas fuentes, su fama de conquistador nadie se la negaba, pero eso de que se acostaba con todos en la primera cita lo tenía muy asustado, en toda su vida pensó en eso, ni siquiera cuando pensaba en Yunho. Bajó la cabeza y empezó a caminar lentamente hasta la puerta, como quien camina hasta su condena, después de todo el fue quien aceptó salir con Chunnie, después de todo el solo había dicho que sería feliz con el y sobre todas las cosas quería demostrarle a Yunho que podía ser feliz con su amigo. Respiró hondo y salió al encuentro con YooChun, los ojos felinos de este lo devoraron de pies a cabeza, ese encanto natural que tenía Jae lo volvía loco, ese suave aroma a shampo y jabón que se desprendía de su piel era mil veces mejor que el de su colonia francesa. Le tomó de la mano y depositando un suave beso en su mejilla le saludo, si algo sabía el más alto era como ir lento ante el nerviosismo de su presa, era un experto en aquel tema. Como un león que asecha su presa Chunnie pudo notar el nerviosismo en el otro, después de todo ambos sabían lo que vendría después de la cena. Le sonrió sexymente y sin soltarle de la mano lo hizo subir a su auto, actuando como todo un caballero le abrió la puerta y luego subió el, una vez dentro le volvió a sonreír y se encaminaron a aquel alejado y lujoso lugar.
Detrás en la bicicleta iba Junsu, traía unos lentes oscuros y una gorra para no ser reconocido, se había propuesto arruinarles la cita a como de lugar, después de llorar mucho su gran amigo Changmin le había hecho entender que debía luchar por lo que quería, miró los bichitos que había recogido en un parque cercano a su casa y una traviesa sonrisa apareció en sus labios. Su cajita de chinches esperaban ansiosos impactar contra las llantas de aquel lujoso auto. Pedaleo rápidamente para no perder de vista a su objetivo y después de media hora estaba en el estacionamiento de un lujoso restaurante. Se arregló el disfraz y entró detrás de ellos sentándose muy cerca para escuchar de lo que conversaban. Tuvo suerte de encontrar una mesa que estaba al lado de ellos, separados por un biombo podría molestarlos lo suficiente sin que supieran quien era.
Los platos que pidió Chunnie para ellos se veían deliciosos, pero Jae estaba tan nerviosa que la comida se le hacía un nudo en la garganta, el chico del sombrero se percato de esto y le tomó de la mano acariciándola, luego se acercó y depositó un corto beso en sus rojos labios. Entonces Junsu aprovecho el pánico y soltó a sus amiguitos para que coman aquella deliciosa comida, en sus ojos había dolor pero también cierta diversión. Al ver a los bichos ambos chicos se alejaron rápidamente de la mesa, los clientes empezaron a gritar, Micky se súper enojo con el dueño y le juro que nunca más volvería a pisar aquel lugar, tomo de la mano a Jae y lo guió hasta su auto. Pero cuando llegó a aquel lugar noto que sus llantas estaban en el suelo. Al parecer alguien le estaba haciendo una jugada muy sucia y a la vez infantil ya que los chinches de habían liberado el aire de las llantas de su auto eran de colores y algunos con dibujitos de caricaturas.
Una risa incontenible por parte del delfín lo descubrió entre las plantas, Micky caminó decidido a encara a aquella persona que arruinaba su romántica velada encontrándose con Junsu.
- has sido tu?- pregunto muy enojado
- si...- sonrió Junsu- hola Jae n.n- saludo muy contento al otro que se sorprendió primero pero luego le devolvió la sonrisa- linda velada...
- por qué haces esto?- dijo Micky en un tono algo molesto, pero a quien engañaba no podía enojarse son el delfín, era demasiado adorable la simple idea de que estuviera enojado.
- Tengo que esperar que seas una buena persona...- dijo logrando sacar un leve sonrojo en el chico del sombrero- pero si lo hago me volveré viejo... prefiero convertirme en alguien como tu... – le guiño el ojo pícaramente y le dijo muy despacio para que Jae no logre escucharlo- ya conseguí novio... aprenderé para luego enseñarte todo lo que has perdido...- dicho esto le tocó el hombro y siguió su camino, subió en su bicicleta y con una gran sonrisa se despidió de Jae.
Micky intentó olvidarse de aquello pero le era casi imposible, la idea de ver a Junsu con otro lo mataba, aunque no quisiera aceptarlo, estaba celoso y mucho. Tomó de la mano a Jae y tomó un taxi, lo mejor sería acabar aquella velada. Jae entre tanto ya había tomado una decisión: entregarse a YooChun, no importaba nada, lo único que quería era sentirse amado y si el más alto lo deseaba tanto no le negaría nada. Como su cena había sido truncada Chunnie pensó en pasar de frente al postre, el taxi se detuvo en la puerta de un gran hotel, todo decorado en blanco con finos detalles en dorado, aquel lugar tenía un aire europeo muy elegante. Sin soltarle la mano lo guió hasta el piso veinte en el cual una gran suit los esperaba, el piso estaba teñido de color rojo intenso, a pedido del más alto los empleados del hotel se pasaron la tarde entera deshojando rosas rojas, tan solo para darle un toque más romántico, algo que ameritaba aquella ocasión tan especial. Las luces eran tenues y lograban hacer que la blanca piel de Jae se torne más oscura, Micky llevó una de sus manos al rostro de este y lo acarició lentamente, logrando que un frío escalofrió recorra el cuerpo del más bajo. Jae tragó saliva pero no se quedaría atrás, había decidido olvidar a Yunho y lo haría si o si, llevó sus manos al pecho de Micky y se aferró a el, sintiendo aquel suave aroma a chico elegante, levantó su rostro hasta quedar escondido en su cuello y empezó a besarlo lentamente. Micky perdió el control y le robó un apasionado beso, tan intenso que el más pequeño juraría que se le romperían los labios si continuaba besándolo.
Una noche intensa pasó y después de dormir algunas horas YooChun despertó, observó algunos minutos al pequeño Jae que dormía abrazado a su pecho, la noche anterior había sido maravillosa, después de todo había sido la primera vez de Jae y Chunnie se había esforzado mucho para que nunca la olvidara. Sonrió para si mirando que finalmente había logrado lo que quería. Pero sus ojos se perdieron en el horizonte, acaso estaba sintiendo remordimiento? Miró su reloj y era hora de ir a la academia, miro de nuevo, Jae dormía profundamente, al parecer había terminado exhausto la noche anterior. Incluso pudo notar pequeñas lagrimas en sus ojos, serían de placer? Quizás el también estaba sintiendo aquel sentimiento de remordimiento? Movió la cabeza lentamente para despejar sus pensamiento y cuando se detuvo recostó su cabeza en la cabecera de la cama, tratando inútilmente de olvidar a Junsu. Mordió sus labios al recordar una vez más las palabras del delfín, de donde había sacado toda esa fuerza? Definitivamente no lo conocía, no lo conocía nada. Pero acaso le interesaba conocerlo? Llevó sus labios a los rojos y bien delineados labios de Jae, juntándolos en un suave beso, logrando que sus ojos lentamente se abrieran de par en par. Casi sin fuerzas se levanto quedando frente a frente al chico sexy, lo abrazó y empezó a llorar, Micky no sabía que hacer, simplemente se quedó en silencio y correspondió el abrazo.
Un nuevo día había llegado, Heechul y su primo iban camino a la academia junto con sus guardaespaldas, por más que SiWon lo intentaba no podía despegarse de su princesa, estaban tan abrazados y entretenidos en su burbuja que ni cuenta se dieron que estaban en el academia. Ahí una figura muy conocida para Jay los esperaba, sí, era Rose, traía puesto un abrigo largo con pieles, el cual delineaba su figura de una forma espectacular, una camisa negra abotonada en la mitad de la prenda dejando ver su hermoso y frágil pecho, unos pantalones apretados que a pesar de ser talla de mujer le quedaban algo anchos en la parte de la cintura deslizándose un poco hasta sus caderas, dejando al descubierto la marca de su boxer. Sus cabellos estaba lacios y un fino delineado en sus ojos lo hacían ver más sexy que nunca, labios rosados y uñas del mismo color le daban ese toque andrógeno que tanto deslumbraba a todos en aquella institución. Ni bien noto las agarraditas de manos entre Heechul y SiWon se acercó alarmado.
- Heechul querido...- dándole un beso en la mejilla- disculparás que haya raptado a tu novio el otro día... es que el elevador se descompuso... verdad Typhoon?
- Si...- dijo Jay con las manos en los bolsillos, su mirada clavada en el suelo hizo reaccionar HeeChul, cierto, Rose aún creía que eran novios, ante aquel pensamiento la princesa casi automáticamente le soltó la mano a SiWon, dejándolo muy desconcertado.
- Descuida Rosie, mi Jay ya me lo había dicho...- acercándose al chico de negro y apoderándose de su cintura, sabía que la mirada de SiWon era asesina pero tenía que terminar lo que había empezado, luego le explicaría a su asquito la situación- confiamos el uno en el otro, no?- ante la pregunta Jay asintió con la cabeza, evitando mirar a SiWon que hervía de celos.
- Uhm... que bueno...- Rose posó sus ojos en el chico más alto que parecía estar muriendo ahí mismo, su rostro demostraba mucho enojo, pero no comprendía el por qué, Rose se le acercó como asechándolo y cuando este levanto la vista el chico del abrigo le sonrió- tu eres el otro guardaespaldas, no? Uuuuuuuuh... si que eres lindo...- acariciando su rostro- dime... tu no tienes novio, verdad?... dime... cual es tu nombre?
- Choi SiWon....- dijo muy serio, si había algo que no soportaba era que lo traten como un pedazo de carne, pero quizás hacer sufrir un rato a la princesa sería divertido- no... no tengo novio...
- Uhm...- Rose devoró con la mirada a SiWon- Siwie... querido... no te quieres escapar conmigo?- guiándole el ojo- yo te pagaría mejor...- dijo acercándosele al oído, logrando que Heechul se erice como un gato cuando ve a un perro, no soportó más y de un solo empujón alejo a Rose de SU SiWon.
- LEJOS!!!!!!!!!!!!!!!!- grito histérico, lo había intentado, juraba que lo había hecho, pero no podía ver como prácticamente violaban a su novio con la mirada- LEJOSSSSSSSSS! te quiero LEJOSSSSSSSSSSSS!!!! Esto tiene mi sello!! Que no ves?!!??! En su frente dice “propiedad de Cinderella” ES MIOOOOOOO no te atrevas a mirarlo de esa manera nunca más o juro que te saco los ojos y los hago hervir!!!!- grito aún más histérico colocándose entre ambos como intentando proteger a su guardaespaldas de un depredador.
- Hay Chula! Qué te pasa?! Que tosquito eres...- dijo rose alejándose del territorio marcado por cinderella- por qué esa reacción amor? Acaso Jay no es tu novio?- apoyándose en el hombro de este ultimo- y así dicen que hay confianza.... ya sé...- rápidamente se acercó a HeeChul y lo tomó del rostro, acortando mucho la distancia entre ellos- tu no quieres a ninguno de los dos... tu quieres una princesa como tu, verdad?... uhm... podría considerar el ser tu novia...- dijo sonriéndole muy maliciosamente
- Ah! Suéltame! PervertidO! No solo metes cizaña con mi amor sino que quieres a mi asquito! LEJOS! LEJOS! Muuuuuuuuuuuuuuuuuuuy LEJOS de mi Jay, de mi asquito y lejos de MI!!!!!!!!!! – alejándose rápidamente de el
- A ver Cinderella... quieres a los dos para ti? Uhhhhhhh eso es injusto... muy injusto... no sé de donde los sacas pero son tan adorables tus guardaespaldas.... elige uno y dame uno a mi.... – guiñándole un ojo coquetamente
- BASTA!!- gritó algo enojado Jay- no molestes a Heechul... el y yo nunca hemos sido novios... eso fue por... por... no importa por qué pero ya no lo molestes... ahora el y SiWon son novios y ya déjalos tranquilos...
- Desde cuando hablas tanto, amor? Uhm... que lindo...- dijo Rose riendo coquetamente, logrando que Jay se pusiera de todos los colores existentes- esta bien los dejaré en paz, pero recuerda que tu eres de los míos ahora.... nos vemos Chula... y descuida... antes que tu me saques los ojos... yo te los saco por tocar lo que siempre me ha pertenecido...- dijo cambiando su coqueta y traviesa mirada por una llena de amenaza.
Continuará...
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