Titulo: Keipopu Sarada / K-pop Salad (AKA Keipopu)
Capitulo: Capitulo 09
Fandom: Super Junior, THSK, TRAX
Parejas: Sichul / Kihae / Yewook / Yunjae / Yoosu / etc.
Clasificación: Angst / Au
Advertencia: Si no te gusta el yaoi (Chico x Chico) es mejor que no leas este serial. No copies este fanfic, si deseas compartirlo en otro lugar, pide permiso al autor y coloca los créditos correspondientes.
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Capitulo 9 :
Y los días pasaron sin más reparo con corazones rotos y muchas lagrimas escondidas, finalmente llegaron las vacaciones, cuatro anheladas semanas para descansar de todo aquello que los afligió. Typhoon caminaba lentamente por las calles de aquella zona residencial, todo era muy silencioso y lucía muy solitario, de seguro las personas de aquel lugar ni se percataban de los hermosos parques que tenían al rededor, de seguro se movilizaban a todos lados en sus lujosos autos, y ni siquiera tenían el gusto de conducir ellos mismos, de seguro tenían choferes que lo hacían por ellos, una vida demasiado solitaria. De repente se percató que estaba parado frente a un hermoso auto, lo conocía de memoria y también al chofer que limpiaba aquel hermoso coche de color rojo intenso y adornos muy extravagantes, ese era el estilo único de Rose. Le sonrió y decidió entrar a aquel lugar, fueron unos cuantos minutos acompañado de su inseparable silencio hasta que una vez más se abrieron las puertas de aquel lujoso departamento. El rubio estaba sentado n su sofá favorito, un libro en las manos y un exquisito café expreso que su cheff personal le acababa de preparar. Ese departamento era solo para el pero siempre paraba lleno de empleados que hacían de todo para complacer al caprichoso dueño. Rose bajó sus lentes lentamente y analizó con la mirada a un sonrojado Jay que lo miraba estático, sabía que estaba tarde y eso lo ponía mucho más nervioso de lo que solía ponerse cuando el felino ser posaba esa mirada sobre el. Tragó saliva y se acercó algo sonriente intentando mantenerse tranquilo. Saludo con la mano y se quedó frente a el, el rubio jugó con sus cabellos e intentó continuar con su lectura pero la sola presencia del otro lo hacía entrar en crisis. Cerró su libro con cierto disgusto y fijó sus ojos en los del chico de cabellos negros. Se paró y sin decir más, se tomo de su bazos y lo guió hasta el elevador, una vez ahí le dijo que irían al departamento donde solían ensayar. No hubo más palabras durante aquel viaje de cinco minutos en auto, era un ultimo piso en un lujoso edificio muy cerca del departamento de Rose, estaba todo bien ordenado y con tonos rosados por todos lados, lleno de esa inconfundible esencia a Rose, lleno de ese aroma a Chanel y esos finos instrumentos musicales, todo era muy perfecto. Jay sintió cierto escalofríos, a pesar de ser un sitio soñado, se sintió como en una jaula, una muy solitaria. El rubio se sentó en un gran sillón y analizando con la mirada a Jay empezó a hablar.
- uhm... llegas tarde amor... mira Attack el es el nuevo vocalista y líder de nuestra banda...- dijo Rose con una sonrisa muy coqueta ante los desorbitados ojos de Jay- se llama Jay Kim pero su nick es Typhoon, ahora somos “TRAX” Typhoon of the Rose Attack on X’mas...- en que momento había llegado ese chico? No dejaba de preguntárselo una y otra vez, el silencio se hizo profundo pero fue interrumpido por una risa contagiosa que provenía de una habitación cercana.
- muy interesante....- dijo X’mas saliendo de la cocina con una gran sonrisa, el era el dueño de aquella risa contagiosa, Jay no estaba empezando a sentir algo perdido en toda aquella situación- mucho gusto... -dijo haciendo una venia a lo que su mudo enamorado hizo lo mismo- no te asustes Attack casi nunca habla, solo habla para mi...- dijo abrazándose a su novio y depositando un corto beso en su sonrojada mejilla
- mucho gusto...- dijo Jay desconcertado
- se van a llevar bien... este precioso tampoco habla mucho...- acercándose a Jay y tomándolo del brazo- recuerda... te he nombrado líder... eso implica que ME PERTENECES... – los otros dos rieron mientras que Jay solo lo miraba serio intentando no ponerse rojo pero era imposible, Rose siempre conseguía hacerlo entrar en crisis nerviosa.- Cierto... Cinderella... ¿de veras nunca fueron novios?- Rose con la mirada hizo que los otros dos desaparezcan- dime... ¿no han sido novios?- Jay negó con la cabeza mirando detenidamente a la rubia princesa que lo examinaba esperando encontrar algún rastro de mentira, pero estaba siendo sincero. Como se odiaba por haberse puesto tan molestoso con la pareja, de seguro solo buscaban llamar su atención, se odiaba más por haber sido tan cruel con Jay, ahora que lo miraba más detenidamente podía ver en sus ojos aquellos sentimientos que el tanto intentó ocultar. Estaba convencido, le gustaba a Jay, sin necesidad de palabras, lo sabía, pero por alguna extraña razón quería escucharlo salir de sus labios.- uhm... es novio de Siwie? O también finge se su novio...
- interesado en SiWon?- pregunto Jay con cierta molestia en su voz
- bastante... tiene como que un porte medio principesco, se ve muy caballero y educado... como me gustan aunque claro...- se cruzo de brazos y miro de pies a cabeza al chico de negro- me gustan un poco más rebeldes... – Jay se puso mucho más rojo, ese tipo de conversación hacía que toda la sangre de su cuerpo se fuera a su rostro- me gusta que vistan de negro, que tengan un carácter fuerte pero a la vez calmado, que usen piercings en la oreja...- dijo lentamente acercándose al oído de este y susurrándole la ultima parte de aquella oración- y... sobre todo que se llamen... Jay Kim...- Typhoon sintió que su cuerpo se congelaba, acaso le estaba diciendo que le gustaba? Intentó retroceder pero su cuerpo respondió en dirección opuesta y tomando de la cintura a la princesa acortó la distancia y le robo un suave beso a aquellos rosados labios.
- Rose...- dijo Jay cuando por fin se separaron para tomar aire- no tengo idea de lo que debo decir...
- No digas nada...- dijo Rose rodeando el cuello del otro con sus brazos- solo bésame...
Una mañana más, Micky se encontraba en su habitación fumando un cigarro, pensando de muchas cosas y pensando en nada. Unos boxers negros algo cortos eran su única pijama, estaba cubierto hasta la cintura con una delgada sábana haciéndolo ver como una especie de Dios, se veía realmente sexy con el cabello algo despeinado y un cigarro en las manos, llenando toda la habitación con esa exquisita mezcla de cigarro y perfume caro, una cadena colgaba en su cuello, aquella que selló su amistad con Yunho. Sus ojos entristecieron cuando pensó en su mejor amigo, su relación estaba algo rara, por alguna razón siempre lo veía algo decaído, parecía enfermo, pero siempre que le preguntaba si estaba bien el fingía estarlo, y por más que se esforzaba no conseguía convencer al chico de los sombreros. Estaba muy preocupado por el, y no tenía ni la más mínima idea de cómo ayudarlo, suspiro algo resignado y dejando caer su cabeza sobre la fría pared perdió sus ojos en aquel inmutable techo. De repente de sus labios escapó automáticamente un nombre, se quedó en silencio intentando descifrar aquella acción suya, pero no consiguió encontrar explicación para sus labios. Simplemente había pronunciado entre suspiros un “Junsu” cerró los ojos e intentó borrar de su mente aquella vez de la cita, aquella noche en la que se hizo novio de Jae. Intentando borrar aquel vago recuerdo que tenía de haber visto a Junsu con un chiquillo, no los vio bien pero pudo darse cuenta de que se trataba del novio del delfín. Aquel día había dejado a Jae en su casa y retornaba en su auto a la suya, de repente se detuvo ante la luz roja de un semáforo y casi por inercia volteó a mirar la calle. Entonces los vio, sonriendo mucho casi como si se tratara de dos niños, sonreían tanto que sus mejillas estaba totalmente rojas, sus ojos fueron fieros y sentía que explotaría en cualquier momento, sintió ganas de ir y golpear a aquel chiquillo que osaba acercarse a Junsu. De repente como si se tratara de un flash recordó las palabras del delfín y de tan solo pensar que “aprendería” con aquel chico de sonrisa estúpida sintió que moría, estaba ya por bajarse del auto cuando el semáforo cambió a verde y se vio obligado a seguir conduciendo, solo alcanzo a verlos entrar a una tienda de videojuegos. Se sentía demasiado molesto y aunque no los vio tomados de las manos o abrazados, se sintió el hombre más celoso del mundo. El solo verlos juntos entrando en una tienda de videojuegos hizo que le hirviera la sangre. De repente el sonido de su celular lo hizo salir de sus pensamientos, se sentó en la cama y buscó su celular en su mesita de noche, Jae lo estaba llamando.
- hola – dijo intentando desaparecer su disgusto pero fue inútil, el silencio del otro lado se hizo notorio, Micky también se quedó callado sin saber que decir.
- hola, llamé en mal momento? Suenas algo... molesto...- preguntó tímidamente Jae- Micky?
- No... descuida, lo que sucede es que estaba durmiendo... dime, ¿me necesitas para algo o solo llamas para escuchar mi voz?- dijo sonriendo pícaramente
- Jajajajaja- Jae empezó a reír como loco, se llevaban bien, pero no lo suficiente como para ser una pareja- uhm me preguntaba si puedo ir a visitarte, mi familia a salido y me dejaron dormido, he preparado algo muy rico...
- Claro, ven, sería la primera vez que vienes a mi departamento... me muero por mostrarte mi habitación y los seres extraños con los que vivo además me muero por verte... en cuanto tiempo llegas?- Micky se levanto y caminó hasta su ropero para buscar algo para ponerse
- Pues... estoy en la puerta de tu casa... está mal?- dijo algo asustado
- Bueno... tu te atienes a las consecuencias...- dijo caminando hasta la puerta del departamento, en la sala estaba Yunho conversando con el nuevo inquilino, solían llevarse bien a pesar de las diferencias de edad. Ambos miraron extraño a Micky que caminó en boxers hasta la puerta, pensaron que se había vuelto sonámbulo y empezaron a hacer bromas acerca de eso.
Rieron durante unos minutos a lo cual Micky le sonrió algo gracioso y abrió la puerta dejando ver a Jae quien estaba con una enorme torta de chocolate en las manos. La sonrisa de Yunho se volvió turbia y los ojos de Jae se desorbitaron al ver a su novio en esas condiciones, o quizás intentaba evadir la mirada de Yunho. Micky miro la torta y sonrió tiernamente, le tomó de la mano y lo guió hasta su habitación. Una vez dentro le preguntó si quería algo de tomar este estaba algo impresionado al ver a Chunnie así. Le sonrió pícaramente y tomando al torta y colocándola en una mesita le dijo que así dormía, luego menciono a los otros dos que estaban en su sala, le dijo que solo se trataba de su mejor amigo y su hermano menor. una vez que dejo la torta en un lugar seguro se sentó en su cama algo desacomodada, agradeció por el pastel y con una mirada muy traviesa le invitó a sentarse, Jae se acercó en silencio y se sentó sobre Micky, besó su cuello apasionadamente como tratando de ahogar sus palabras en aquella perfecta piel, mientras este guiaba sus manos la cintura del ex nerd y empezaba a aferrarse a este, como intentando olvidar aquellos extraños sentimientos hacía Junsu. Pero ninguno se percato de que no había echado cerrojo a la puerta y ni recordaron al entrometido Ricky, quien por ir a ver más detenidamente al novio de su hermano cogió unos vasos, los lleno de jugo y con la excusa de invitarles algo de beber se encaminó hasta aquella habitación. Yunho también siguió la excusa de su amigo y juntos abrieron la puerta de la habitación de Micky, contándolos en aquella posición, los ojos de Chunnie fueron fieros, quería matar a su hermano, sobre todo porque aquel día Jae estaba muy “motivado” y si le aguaba el momento no dejaría de golpearlo hasta morir. Lo desafió con la mirada a lo que el menor de los Park sonrió maliciosamente. Los ojos de Yunho se llenaron de decepción y al encontrarse con los de Jae descubrió molestia, no dijo nada solo camino en silencio hasta la puerta y tomó sus llaves para salir a pasear por ahí y despejar su mente. Ricky salió también y esta vez cerró la puerta. Jae tenía la mirada perdida y se sentía morir. El chico de los sombreros le tomó del rostro y le robo un beso a aquellos rojos labios.
- YooChun...- dijo Jae aferrándose a su espalda desnuda- quédate conmigo... se a lo que me atengo...- escondiendo sus lagrimas en aquel cuello- solo quiero que me quieras...
- Jae... ya te he dicho que te quiero... eres mi primer novio oficial y no planeo dejarte escapar así nomás, me gustas mucho... esos enormes ojos tan llenos de sentimientos, esos hermosos labios tan intensos, me gusta lo que veo y lo que siento...
- Te quiero mucho...- dijo Jae aferrándose más a Micky, ambos sabían que no era amor, pero ambos querían sentirse amados, Jae por el rechazo de Yunho y Micky por su propio rechazo a sentir algo más que un gusto, por miedo a sentir amor verdadero. Ambos aterrados de sus propios sentimientos. Jae volvió a besar el cuello de Micky y reiniciaron lo que había sido truncado minutos atrás por Yunho y Ricky
Continuará...
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Capitulo 9 :
Y los días pasaron sin más reparo con corazones rotos y muchas lagrimas escondidas, finalmente llegaron las vacaciones, cuatro anheladas semanas para descansar de todo aquello que los afligió. Typhoon caminaba lentamente por las calles de aquella zona residencial, todo era muy silencioso y lucía muy solitario, de seguro las personas de aquel lugar ni se percataban de los hermosos parques que tenían al rededor, de seguro se movilizaban a todos lados en sus lujosos autos, y ni siquiera tenían el gusto de conducir ellos mismos, de seguro tenían choferes que lo hacían por ellos, una vida demasiado solitaria. De repente se percató que estaba parado frente a un hermoso auto, lo conocía de memoria y también al chofer que limpiaba aquel hermoso coche de color rojo intenso y adornos muy extravagantes, ese era el estilo único de Rose. Le sonrió y decidió entrar a aquel lugar, fueron unos cuantos minutos acompañado de su inseparable silencio hasta que una vez más se abrieron las puertas de aquel lujoso departamento. El rubio estaba sentado n su sofá favorito, un libro en las manos y un exquisito café expreso que su cheff personal le acababa de preparar. Ese departamento era solo para el pero siempre paraba lleno de empleados que hacían de todo para complacer al caprichoso dueño. Rose bajó sus lentes lentamente y analizó con la mirada a un sonrojado Jay que lo miraba estático, sabía que estaba tarde y eso lo ponía mucho más nervioso de lo que solía ponerse cuando el felino ser posaba esa mirada sobre el. Tragó saliva y se acercó algo sonriente intentando mantenerse tranquilo. Saludo con la mano y se quedó frente a el, el rubio jugó con sus cabellos e intentó continuar con su lectura pero la sola presencia del otro lo hacía entrar en crisis. Cerró su libro con cierto disgusto y fijó sus ojos en los del chico de cabellos negros. Se paró y sin decir más, se tomo de su bazos y lo guió hasta el elevador, una vez ahí le dijo que irían al departamento donde solían ensayar. No hubo más palabras durante aquel viaje de cinco minutos en auto, era un ultimo piso en un lujoso edificio muy cerca del departamento de Rose, estaba todo bien ordenado y con tonos rosados por todos lados, lleno de esa inconfundible esencia a Rose, lleno de ese aroma a Chanel y esos finos instrumentos musicales, todo era muy perfecto. Jay sintió cierto escalofríos, a pesar de ser un sitio soñado, se sintió como en una jaula, una muy solitaria. El rubio se sentó en un gran sillón y analizando con la mirada a Jay empezó a hablar.
- uhm... llegas tarde amor... mira Attack el es el nuevo vocalista y líder de nuestra banda...- dijo Rose con una sonrisa muy coqueta ante los desorbitados ojos de Jay- se llama Jay Kim pero su nick es Typhoon, ahora somos “TRAX” Typhoon of the Rose Attack on X’mas...- en que momento había llegado ese chico? No dejaba de preguntárselo una y otra vez, el silencio se hizo profundo pero fue interrumpido por una risa contagiosa que provenía de una habitación cercana.
- muy interesante....- dijo X’mas saliendo de la cocina con una gran sonrisa, el era el dueño de aquella risa contagiosa, Jay no estaba empezando a sentir algo perdido en toda aquella situación- mucho gusto... -dijo haciendo una venia a lo que su mudo enamorado hizo lo mismo- no te asustes Attack casi nunca habla, solo habla para mi...- dijo abrazándose a su novio y depositando un corto beso en su sonrojada mejilla
- mucho gusto...- dijo Jay desconcertado
- se van a llevar bien... este precioso tampoco habla mucho...- acercándose a Jay y tomándolo del brazo- recuerda... te he nombrado líder... eso implica que ME PERTENECES... – los otros dos rieron mientras que Jay solo lo miraba serio intentando no ponerse rojo pero era imposible, Rose siempre conseguía hacerlo entrar en crisis nerviosa.- Cierto... Cinderella... ¿de veras nunca fueron novios?- Rose con la mirada hizo que los otros dos desaparezcan- dime... ¿no han sido novios?- Jay negó con la cabeza mirando detenidamente a la rubia princesa que lo examinaba esperando encontrar algún rastro de mentira, pero estaba siendo sincero. Como se odiaba por haberse puesto tan molestoso con la pareja, de seguro solo buscaban llamar su atención, se odiaba más por haber sido tan cruel con Jay, ahora que lo miraba más detenidamente podía ver en sus ojos aquellos sentimientos que el tanto intentó ocultar. Estaba convencido, le gustaba a Jay, sin necesidad de palabras, lo sabía, pero por alguna extraña razón quería escucharlo salir de sus labios.- uhm... es novio de Siwie? O también finge se su novio...
- interesado en SiWon?- pregunto Jay con cierta molestia en su voz
- bastante... tiene como que un porte medio principesco, se ve muy caballero y educado... como me gustan aunque claro...- se cruzo de brazos y miro de pies a cabeza al chico de negro- me gustan un poco más rebeldes... – Jay se puso mucho más rojo, ese tipo de conversación hacía que toda la sangre de su cuerpo se fuera a su rostro- me gusta que vistan de negro, que tengan un carácter fuerte pero a la vez calmado, que usen piercings en la oreja...- dijo lentamente acercándose al oído de este y susurrándole la ultima parte de aquella oración- y... sobre todo que se llamen... Jay Kim...- Typhoon sintió que su cuerpo se congelaba, acaso le estaba diciendo que le gustaba? Intentó retroceder pero su cuerpo respondió en dirección opuesta y tomando de la cintura a la princesa acortó la distancia y le robo un suave beso a aquellos rosados labios.
- Rose...- dijo Jay cuando por fin se separaron para tomar aire- no tengo idea de lo que debo decir...
- No digas nada...- dijo Rose rodeando el cuello del otro con sus brazos- solo bésame...
Una mañana más, Micky se encontraba en su habitación fumando un cigarro, pensando de muchas cosas y pensando en nada. Unos boxers negros algo cortos eran su única pijama, estaba cubierto hasta la cintura con una delgada sábana haciéndolo ver como una especie de Dios, se veía realmente sexy con el cabello algo despeinado y un cigarro en las manos, llenando toda la habitación con esa exquisita mezcla de cigarro y perfume caro, una cadena colgaba en su cuello, aquella que selló su amistad con Yunho. Sus ojos entristecieron cuando pensó en su mejor amigo, su relación estaba algo rara, por alguna razón siempre lo veía algo decaído, parecía enfermo, pero siempre que le preguntaba si estaba bien el fingía estarlo, y por más que se esforzaba no conseguía convencer al chico de los sombreros. Estaba muy preocupado por el, y no tenía ni la más mínima idea de cómo ayudarlo, suspiro algo resignado y dejando caer su cabeza sobre la fría pared perdió sus ojos en aquel inmutable techo. De repente de sus labios escapó automáticamente un nombre, se quedó en silencio intentando descifrar aquella acción suya, pero no consiguió encontrar explicación para sus labios. Simplemente había pronunciado entre suspiros un “Junsu” cerró los ojos e intentó borrar de su mente aquella vez de la cita, aquella noche en la que se hizo novio de Jae. Intentando borrar aquel vago recuerdo que tenía de haber visto a Junsu con un chiquillo, no los vio bien pero pudo darse cuenta de que se trataba del novio del delfín. Aquel día había dejado a Jae en su casa y retornaba en su auto a la suya, de repente se detuvo ante la luz roja de un semáforo y casi por inercia volteó a mirar la calle. Entonces los vio, sonriendo mucho casi como si se tratara de dos niños, sonreían tanto que sus mejillas estaba totalmente rojas, sus ojos fueron fieros y sentía que explotaría en cualquier momento, sintió ganas de ir y golpear a aquel chiquillo que osaba acercarse a Junsu. De repente como si se tratara de un flash recordó las palabras del delfín y de tan solo pensar que “aprendería” con aquel chico de sonrisa estúpida sintió que moría, estaba ya por bajarse del auto cuando el semáforo cambió a verde y se vio obligado a seguir conduciendo, solo alcanzo a verlos entrar a una tienda de videojuegos. Se sentía demasiado molesto y aunque no los vio tomados de las manos o abrazados, se sintió el hombre más celoso del mundo. El solo verlos juntos entrando en una tienda de videojuegos hizo que le hirviera la sangre. De repente el sonido de su celular lo hizo salir de sus pensamientos, se sentó en la cama y buscó su celular en su mesita de noche, Jae lo estaba llamando.
- hola – dijo intentando desaparecer su disgusto pero fue inútil, el silencio del otro lado se hizo notorio, Micky también se quedó callado sin saber que decir.
- hola, llamé en mal momento? Suenas algo... molesto...- preguntó tímidamente Jae- Micky?
- No... descuida, lo que sucede es que estaba durmiendo... dime, ¿me necesitas para algo o solo llamas para escuchar mi voz?- dijo sonriendo pícaramente
- Jajajajaja- Jae empezó a reír como loco, se llevaban bien, pero no lo suficiente como para ser una pareja- uhm me preguntaba si puedo ir a visitarte, mi familia a salido y me dejaron dormido, he preparado algo muy rico...
- Claro, ven, sería la primera vez que vienes a mi departamento... me muero por mostrarte mi habitación y los seres extraños con los que vivo además me muero por verte... en cuanto tiempo llegas?- Micky se levanto y caminó hasta su ropero para buscar algo para ponerse
- Pues... estoy en la puerta de tu casa... está mal?- dijo algo asustado
- Bueno... tu te atienes a las consecuencias...- dijo caminando hasta la puerta del departamento, en la sala estaba Yunho conversando con el nuevo inquilino, solían llevarse bien a pesar de las diferencias de edad. Ambos miraron extraño a Micky que caminó en boxers hasta la puerta, pensaron que se había vuelto sonámbulo y empezaron a hacer bromas acerca de eso.
Rieron durante unos minutos a lo cual Micky le sonrió algo gracioso y abrió la puerta dejando ver a Jae quien estaba con una enorme torta de chocolate en las manos. La sonrisa de Yunho se volvió turbia y los ojos de Jae se desorbitaron al ver a su novio en esas condiciones, o quizás intentaba evadir la mirada de Yunho. Micky miro la torta y sonrió tiernamente, le tomó de la mano y lo guió hasta su habitación. Una vez dentro le preguntó si quería algo de tomar este estaba algo impresionado al ver a Chunnie así. Le sonrió pícaramente y tomando al torta y colocándola en una mesita le dijo que así dormía, luego menciono a los otros dos que estaban en su sala, le dijo que solo se trataba de su mejor amigo y su hermano menor. una vez que dejo la torta en un lugar seguro se sentó en su cama algo desacomodada, agradeció por el pastel y con una mirada muy traviesa le invitó a sentarse, Jae se acercó en silencio y se sentó sobre Micky, besó su cuello apasionadamente como tratando de ahogar sus palabras en aquella perfecta piel, mientras este guiaba sus manos la cintura del ex nerd y empezaba a aferrarse a este, como intentando olvidar aquellos extraños sentimientos hacía Junsu. Pero ninguno se percato de que no había echado cerrojo a la puerta y ni recordaron al entrometido Ricky, quien por ir a ver más detenidamente al novio de su hermano cogió unos vasos, los lleno de jugo y con la excusa de invitarles algo de beber se encaminó hasta aquella habitación. Yunho también siguió la excusa de su amigo y juntos abrieron la puerta de la habitación de Micky, contándolos en aquella posición, los ojos de Chunnie fueron fieros, quería matar a su hermano, sobre todo porque aquel día Jae estaba muy “motivado” y si le aguaba el momento no dejaría de golpearlo hasta morir. Lo desafió con la mirada a lo que el menor de los Park sonrió maliciosamente. Los ojos de Yunho se llenaron de decepción y al encontrarse con los de Jae descubrió molestia, no dijo nada solo camino en silencio hasta la puerta y tomó sus llaves para salir a pasear por ahí y despejar su mente. Ricky salió también y esta vez cerró la puerta. Jae tenía la mirada perdida y se sentía morir. El chico de los sombreros le tomó del rostro y le robo un beso a aquellos rojos labios.
- YooChun...- dijo Jae aferrándose a su espalda desnuda- quédate conmigo... se a lo que me atengo...- escondiendo sus lagrimas en aquel cuello- solo quiero que me quieras...
- Jae... ya te he dicho que te quiero... eres mi primer novio oficial y no planeo dejarte escapar así nomás, me gustas mucho... esos enormes ojos tan llenos de sentimientos, esos hermosos labios tan intensos, me gusta lo que veo y lo que siento...
- Te quiero mucho...- dijo Jae aferrándose más a Micky, ambos sabían que no era amor, pero ambos querían sentirse amados, Jae por el rechazo de Yunho y Micky por su propio rechazo a sentir algo más que un gusto, por miedo a sentir amor verdadero. Ambos aterrados de sus propios sentimientos. Jae volvió a besar el cuello de Micky y reiniciaron lo que había sido truncado minutos atrás por Yunho y Ricky
Continuará...
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