Titulo: Keipopu Sarada / K-pop Salad (AKA Keipopu)
Capitulo: Capitulo 10
Fandom: Super Junior, THSK, TRAX
Parejas: Sichul / Kihae / Yewook / Yunjae / Yoosu / etc.
Clasificación: Angst / Au
Advertencia: Si no te gusta el yaoi (Chico x Chico) es mejor que no leas este serial. No copies este fanfic, si deseas compartirlo en otro lugar, pide permiso al autor y coloca los créditos correspondientes.
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Capitulo 10:
Aquella mañana se hacía insoportable y todos en las calles parecían tan felices que simplemente no podía dejar de sentirse envidioso, aquel sol de invierno quemaba tanto su piel que ya casi no podía mantenerse en pie. Yunho sentía que ya nada tenía sentido, que todo por alguna razón había perdido esa magia que el encontraba en su día a día. Verlos así había terminado por romper algo dentro de su pecho, lo sintió quebrarse en mil pedazos cuando sus ojos y los de Jae se encontraron, quizás había sido su corazón. Y no comprendía que le dolía mas, si el sentirse celoso de su mejor amigo o el saber que seguía queriendo a Jae como la primera vez que lo vio. Camino en círculos alrededor de un gran parque, no había muchas personas, solo dos niños que jugaban con una pelota y un señora que paseaba con un bebé en brazos. Sonrió casi sin ganas y se sentó en una solitaria banca, lejos de aquel sol que pudiera quemar más su piel. Observó detenidamente aquel lugar, era hermoso pero se sentía tan mal que se le hacía el peor lugar del mundo. Continuó observando y se detuvo en aquellos dos pequeños de unos ocho años aproximadamente, jugando tan felices con su pelota, se veían muy amigos pero sobre todo muy felices. De repente corrieron hacia el ya que un tercer niño apareció a su lado, lo miraba detenidamente. Yunho volteó y le sonrió acto que fue imitado por el menor. Frente a el empezaron a hablar, le recordaban tanto a sus días de niñez, cuando solo eran Chunnie, Rella y el. Cuando no existían sentimientos extras, solo una pura amistad entre tres personas. De repente su mirada se perdió en la sonrisa de aquellos tres niños. Empezó a recordar aquellos maravillosos días en Francia.
**Flashback**
- yo no quiero jugar pelota... me lastimo la piel...- dijo un pequeño de facciones delicadas como las de una niña.- además me ensucio...- agregó aquel niño que vestía ropa muy fina- lo saben... yo no juego... ustedes tampoco!- cruzándose de brazos.
- Pero HeeChul... siempre terminamos haciendo lo que el dice... nosotros no somos princesitas como tu... que importa si nos ensuciamos... para eso le pagamos a los empleados PARA que lo laven...- replicó un pequeño Chunnie.
- Silencio! Mira Chunnie, ya jugamos toda la mañana, ahora vamos a jugar con HeeChul algo que a el le gusta... si?
- Viva!!!!- HeeChul saltó a abrazar a su hermanito Yunho- deberías aprender Chunnie... por eso te quiero mucho Yunho!!! Ah!!!- alejándose rápidamente- estas sudoso... si vamos a jugar en mi casa.... los dos vayan a bañarse mientras yo me cambio que ya me ensucie...- Chunnie le hizo una mueca a lo que el otro le contestó con una sonrisa. Anda! Anda! Sino le digo a mi hermana mayor que te bañe xD
**fin del flashback**
Yunho sonrió melancólico y recostó su cabeza en la banca, intentando despejar sus pensamientos. De repente sintió una mano en su hombro y cuando volteó a ver de quien se trataba descubrió a aquel chico de cabellos rubios que siempre se hacía llamar princesa. Si bien siempre HeeChul decía que sus caballeros protectores era Yunho y Micky, el siempre era quien los salvaba. Se sonrieron por unos minutos hasta que las lagrimas no pudieron controlarse y Yunho saltó a abrazar a su princesa. Lloró en su hombro durante algunos segundos, lloró como si la vida se le fuera, lloró tanto que terminó haciendo llorar a HeeChul. Una vez que terminaron de llorar, Yunho le preguntó a la chula porque lloraba, el le sonrió y le contesto que lloraba por ver a Yunho llorar. Rieron un poco ante aquella respuesta sin sentido y continuaron mirando a esos tres niños jugar. Totalmente en silencio, ya llegaría el momento en el que su hermanito quisiera hablar, y el rubio tenía todo el tiempo del mundo para esperarlo. Pasaron las horas y Siwon empezaba a impacientarse dentro del auto, quería tanto a su princesa que no podía evitar sentir celos, además ni conversaban, de seguro había sido una falsa alarma lo que les contó Ricky. Se colocó los audífonos de su mp3 y se dedicó a escuchar música. Pero era imposible, no podía dejar de mirar a su novio abrazar al otro, aunque sabía que solo eran amigos sentía unos celos que lo mataban por dentro.
- ¿sabes por qué he llorado? – preguntó Yunho con la mirada perdida en la puesta de sol- lo sabes, ¿verdad?
- Saber... ¿Cómo voy a saber si no has abierto la boca en todo el día? Sé que soy perfecto pero vamos... no tengo poderes psíquicos...- sonrió el rubio mientras tomaba del brazo a su hermanito- dime... ¿Qué te tiene así?
- Yo... ¿Puedo mudarme a tu casa?....- el silencio se prolongó un poco mientras el rubio lo miraba atento esperando que el otro continúe con su petición- yo vi a Jae y a Chunnie en la cama... y es algo que no quiero volver a ver... fue desagradable... como tu dices- intentando sonreír- fue “asquito”...
- Ay! Mi Dios santo! Mi precioso! Omma cuidará de ti...- dijo abrazando a su amigo- omma? Uhm.. no, no estoy viejo... Oppa cuidará de ti... como esos pervertidos pueden hacerte ver semejante cosa.... ay! Pero es que Chunnie no tiene remedio, no? Ay! Aun recuerdo aquella vez que ustedes dos me dieron un espectáculo de esa magnitud, sentía que me desmayaría!- decía Rella muy alborotado, quizás para evadir el tema que tanto lastimaba a Yunho, evadir el tema de Jae.
- Ni me lo recuerdes... nos tiraste un balde de agua fría... jajajaja- empezó a reír a carcajadas el más alto- entonces... ¿Puedo mudarme contigo?
- Si, la casa de mi abuelo es la casa de todos... cierto... tenemos que buscarte novio.... no es normal que tengas esa reacción de “asquito” estarás pensando ser sacerdote? No mi Yunho! Te lo prohíbo! Tan buen hombre que termine de religioso... eso si es un asquito de futuro... tu tienes que seguir luchando... hasta convertirte en el hombre más sexy y el mejor bailarín de TODO COREA, estamos?- dijo guiñándole el ojo a lo que el otro el contestó con un abrazo- obvio que el titulo del más bello me lo llevo yo.. u___u que podemos hacer... me hicieron con mucho amor
La tarde se hizo noche y todo en la casa de Junsu parecía estar normal, sus padres estaban sirviendo la cena mientras esperaban que llegue Junno, el delfín miraba atento la televisión en la sala mientras terminaba de comer unos dulces que su papá le había comprado. Aquella noche estaban dando una serie de películas infantiles muy geniales y el no se quería perder ni una. De repente llegó Junno con Ricky quien traía cara de pocos amigos, ambos se sentaron al lado de Junsu, se veía que habían botado de su casa a Ricky una vez más. El pequeño continuó comiendo sus dulces, procurando no prestarles atención, no quería saber nada de aquel tipo, ciertamente estaba aterrado pues no conseguía novio aún. Era ya casi costumbre que Ricky termine durmiendo en casa de Junno, el otro hermano hasta sospechaba de que el menor de los Park lo hacía a propósito para dormir en casa de su novio. Como los padres de ambos estaban en casa, Junno y Ricky estaban muy quietitos, pero eso no quitaba de que hablaran entre ellos como dos viejas chismosas.
- te digo.. Yunho se supo muy mal... – dijo casi en un susurro Ricky
- pero ¿por qué, acaso Jae y Micky no son novios?...- respondió con cierto miedo ya que sabía que su hermano moría con eso- ¿por qué se enojó?
- Te digo... mi hermano y Yunho siempre han sido mejores amigos... pero no es la primera vez que pelean por un chico... se nota que a Yunho le gusta Jae y pues tu sabes... mi hermano... bueno... todos sabemos como es el promiscuo de mi hermano....- sonriendo de lado- lo raro es que no pelearon, Yunho tomo sus llaves y se marcho y en la tarde mando a un camión de mudanza, se ha ido a vivir con Heechul, mi hermanito se ha quedado muy solo, Jae salió llorando... no comprendo esa relación...
- Eh?!!!!!!!!!!!- grito Junsu poniéndose de pie- omma! – corrió desesperado por comida hasta la cocina- dame mi cena, si?
- Pero hijo... es tarde a donde vas?- preguntó la madre apoderándose de los cachetes del pequeño
- Debo... ir a casa de un amigo... quizás no vuelva a dormir... nos vemos...- dijo guardando un recipiente con comida en su mochila, luego le dio un beso en la mejilla a su madre y salió rápidamente de su casa.
Las luces de aquel departamento estaba totalmente apagadas, de rato en rato se encendía un luz roja, era el cigarro que Micky fumaba de rato en rato. Una balada de fondo muy melancólica lo acompañaba, no había tenido una pelea con Yunho, pero aquellos hombres de la mudanza le hicieron entender que el se iba y quizás para siempre. Había peleado con su hermano quien le refutó el lastimar a Yunho, aquella pelea terminó por hacer perder los papeles al chico de los sombreros quien le tiro un puñetazo a Ricky y lo boto de su departamento. Finalmente estaba solo con Jae, pero este estaba más distante que nunca, tan perdido en sus pensamientos, tan triste. No lo soportó más, YooChun era una persona muy sensible y cuando se sentía muy herido alejaba a todos de el y Jae no fue la excepción. Cuando aquel cd de baladas terminó sus delicados y largos dedos se posaron sobre aquel piano que tenía en la sala, empezando a tocar una suave melodía. Una que expresaba lo mal que estaba, lo herido y solo que podía llegar a sentirse, ser el chico sexy que siempre conseguía al chico bonito no era su faceta las 24 horas del día, pero solo dos personas más aparte de el conocían aquella faceta romántica y sensible que componía canciones cuando su corazón lloraba. Aquellas dos personas no estaban más, sabía que Heechul estaría ahí al día siguiente, que de seguro cuidaba de Yunho en aquel momento, pero ¿quién cuidaría de el? El también se sentía mal, el también lloraba. Sus lagrimas fueron mojando su cigarro hasta que terminaron por apagarlo, quedando en la más solitaria soledad. Una que no conocía, una que no sentía desde ya hace mucho tiempo, recostó sus brazos sobre el piano y escondiendo su rostro entre ellos lloró amargamente.
- Micky!!!! Micky!!!! Abre la puerta!!!!- gritaba desesperado el pequeño Junsu que por poco se trae abajo la puerta de tanto tocar, Micky estaba tan perdido en su dolor que no se percato de aquello, a lo lejos escuchaba que alguien lo llamaba pero una vez más se dejó llevar por su dolor, ¿quién iría a buscarlo? Pero no desaparecía, continuaban llamándolo, levantó la cara para mirar entre la oscuridad hacía aquella puerta, descubriendo que bajo el umbral de esta había una sombra, como pudo secó sus lagrimas y camino casi sin fuerzas hasta quedar frente a la puerta
- ¿acaso me buscas a mi?- dijo con la voz que se le quebraba- ¿qué quieres de mi en este momento?- cuando terminó de decir esto sus lagrimas lo ahogaron en llanto e intentó controlarse pero no podía dejar de llorar.
- ábreme la puerta por favor...- dijo Junsu con la voz entre cortada, estaba llorando también, pero ¿por qué lo hacía? Micky no comprendió por qué pero abrió la puerta casi desesperadamente y sin pensar en nada se aferró a aquel pequeño cuerpo, dejando caer su peso sobre este, dejando que el delfín recepcione su dolor.- Micky...- solo atinó a decir entre lágrimas el más pequeño, sus ojos nuevamente se llenaron de lagrimas y lloró con más intensidad. Lenta y tímidamente llevó sus brazos hasta la cintura del más alto y rodeándola se aferró a el, para darle aquella fuerza que tanto necesitaba.
- Tonto... ¿por qué lloras tu?- dijo entre lagrimas Chunnie-
- Si Chunnie llora.... Junsu llora...- dijo antes de aferrarse mucho más a Micky, como intentando que sus almas estén un poco más juntas, como intentando ignorar lo rápido que latían sus corazones.
Las horas pasaron y Yunho continuaba ensimismado en la misma posición en la que Heechul lo dejó, abrazado a sus piernas con la mirada perdida en una pintura. Por más que intentaba no pensar en nada, no podía dejar de recordar una y otra vez a aquellos dos. Se sentía tan mal, tan confuso, tan celoso. Parecía que solo causaba problemas a los demás, no pudo evitar no darse cuenta de que Siwon tenía una cara de muy pocos amigos cuando llegaron al auto. De seguro había echado a perder su domingo, de seguro había arruinado alguna cita entre esos dos.
En la sala un silencio lo invadía todo, SiWon miraba detenidamente la ventana, estaba enojado pero más que eso estaba celoso. El rubio jugaba con sus cabellos esperando pacientemente que el otro ceda y corra a sus brazos, pero parecía que nunca voltearía a mirarlo, su paciencia tenía un límite y estaba por entrar en crisis cuando SiWon se dio media vuelta y empezó a caminar hacía su habitación. El rubio lo siguió en silencio y una vez en la puerta de aquel cuarto pequeño le tomó de la mano y poniéndose de puntillas se acercó a su oído. Lentamente dejó salir aquellas palabras que invitaban al más joven a ir a dormir a la habitación de la princesa. Un leve sonrojo apareció en sus mejillas y sintió cierto cosquilleo en su estomago cuando el mayor le robo un corto beso. Caminaron tomados de la mano hasta su habitación y una vez ahí se recostaron en la cama, ambos sabían que solo dormirían, la princesa ya le había dejado muy en claro a SiWon que no se acostaría con el así como así, además el era un caballero que no forzaría a su novio a nada. El más alto rodeó con sus brazos el delicado cuerpo del otro y apoyando su cabeza en el cuello del otro le susurró cuento le amaba, el rubio sonrió y le beso en la mejilla y rodeando con sus brazos la cintura del otro se acurrucó para dejarse atrapar por el sueño.
Un nuevo día iluminaba aquella hermosa habitación, el rubio abrió pesadamente los ojos para encontrarse con el rostro de su querido SiWon, quien aún dormía, no quería despertarlo, solo quería observarlo un poco más. Ver como aquellos mechones de cabello caían sobre su rostro era todo un espectáculo, verlo respirar tranquilo y con una expresión muy placentera era el cielo. El rubio sonrió para si mismo al ver que el otro sonreía entre sueños. Pensó entonces que de seguro estaba soñando con el. Grande fue su sorpresa cuando entre sueños SiWon pronunció otro nombre, el rubio quien se puso histérico y de un solo empujón hizo despertar a SiWon.
- ¿qué... qué pasa?- preguntó algo soñoliento el más alto, quien aún permanecía en el suelo
- largo!!!!!!!! largo!!!!!!!!! No te quiero en mi cuarto!!!!! ¿Cómo que atreves?!!! En mi cara!! Maldito desgraciado!!- gritaba fuera de si el rubio. SiWon se levantó rápidamente y tomó de las manos al otro que de seguro empezaría a tirárle todo lo que tuviera a su alcance
- ¿qué demonios te sucede? Yo no tengo la culpa de que tengas pesadillas...- dijo mientras intentaba calmarlo, el otro estaba fuera de si, tomo fuerzas de donde no las tenía y se soltó, una vez que logró hacerlo una cachetada silenció a SiWon que no dejaba de preguntar qué sucedía.
- Eres un idiota.... lo eres! No te quiero cerca de mí! Vete!!!!!!- continuaba gritando histérico, sus gritos alarmaron a todos; YeSung y Yunho entraron a la habitación como si se tratara de dos perros guardianes- ¿cómo se te ocurre....? cómo... cómo puedes dormir abrazado a mi...- sus ojos se llenaron de lagrimas repentinamente haciendo que todos se queden fríos- cómo puedes pronunciar entre sueños el nombre de otro.... Yunho... sácalo de aquí... sácalo....- abrazando a su primo que miraba muy mal a SiWon- ya no eres nada mío y estas despedido...
- ¡¿Estas loco?!- miró desafiante a Yunho que se le acercaba para sacarlo de la habitación- yo no me voy de aquí sin una explicación...
- si mi primo dice que te largas.... te largas, ¿entendido?- YeSung alzó la voz mientras a se aferraba a su primo- algo debes haberle hecho para que se ponga así... no estoy dispuesto a verlo llorar más... hazme el favor de largarte si no quieres que te rompa la cara....
- largo.... largo... anda a buscar a tu “Boa” si tanto la llamas entre sueños... largo!!!!!!!!!! – gritó histéricamente el rubio antes de salir hacía el baño. SiWon intentó seguirlo pero YeSung y Yunho lo detuvieron, no fueron groseros ni nada solo le dijeron que no moleste más a HeeChul, después de mucho no lo veían tan mal y lo mejor era dejarlo solo.
El cielo estaba despejado gris pero no llovía, solo generaba una especie de sensación melancólica para todos, YeSung estaba sentado en su jardín observando aquel cielo, intentando perderse en el para no recordar absolutamente nada. De repente alguien cubrió sus ojos delicadamente, no tuvo que escuchar voz alguna, sabía que se trataba de RyeoWook. Sonrió ampliamente y volteó a saludar a su amigo, habían planeado ir en busca que Mr. Shadow en aquellas vacaciones y nada los detendría. Sonrieron por algunos minutos y luego conversaron sobre aquel plan, al más pequeño le dolía pero prefería eso a no tener ni una oportunidad de estar cerca de su cachetón.
- debemos empezar buscando en aquella universidad... según mis fuentes y algunas conclusiones que saque de las cartas que me mostraste, tengo la certeza de que el está estudiando ahí. – Yesung miro asombrado al otro, era muy bueno investigando, si no tuviera aquella maravillosa voz juraría que sería un genial detective
- es impresionante lo bueno que eres investigando personas que no conoces...- dijo mientras miraba entre sus manos aquellas cartas.
- Ehm... son años de practica... yo me sé la vida y milagros del chico que me gusta....
- Eres una especie de acosador o qué? – dijo echándose a reír como loco. Ante la mirada triste del otro YeSung contuvo su risa, no había sido una buena broma- perdón... es que me pareció mucho saber tanto de alguien que quieres... creo yo que eso se descubre mientras se conocen ambos al mismo tiempo, sino esta aventajando al otro... ya no le das opción a que pueda sorprenderte... no crees?
- El siempre va a sorprenderme...- dijo sonrojándose notoriamente- el siempre me sorprenderá....- repitió una vez más ante la mirada atenta del otro
- Debes quererlo mucho...- sonrió acariciando su cabeza como si se tratará de un niño pequeño
- Lo amo...- dijo bajando la cabeza- bien! Busquemos a ese shadow... no dejemos que se escape...- después de decir esto tomó de la mano al más alto y lo sacó de aquel hermoso lugar para ir en busca de el dueño de ese candado.
Continuará...
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Capitulo 10:
Aquella mañana se hacía insoportable y todos en las calles parecían tan felices que simplemente no podía dejar de sentirse envidioso, aquel sol de invierno quemaba tanto su piel que ya casi no podía mantenerse en pie. Yunho sentía que ya nada tenía sentido, que todo por alguna razón había perdido esa magia que el encontraba en su día a día. Verlos así había terminado por romper algo dentro de su pecho, lo sintió quebrarse en mil pedazos cuando sus ojos y los de Jae se encontraron, quizás había sido su corazón. Y no comprendía que le dolía mas, si el sentirse celoso de su mejor amigo o el saber que seguía queriendo a Jae como la primera vez que lo vio. Camino en círculos alrededor de un gran parque, no había muchas personas, solo dos niños que jugaban con una pelota y un señora que paseaba con un bebé en brazos. Sonrió casi sin ganas y se sentó en una solitaria banca, lejos de aquel sol que pudiera quemar más su piel. Observó detenidamente aquel lugar, era hermoso pero se sentía tan mal que se le hacía el peor lugar del mundo. Continuó observando y se detuvo en aquellos dos pequeños de unos ocho años aproximadamente, jugando tan felices con su pelota, se veían muy amigos pero sobre todo muy felices. De repente corrieron hacia el ya que un tercer niño apareció a su lado, lo miraba detenidamente. Yunho volteó y le sonrió acto que fue imitado por el menor. Frente a el empezaron a hablar, le recordaban tanto a sus días de niñez, cuando solo eran Chunnie, Rella y el. Cuando no existían sentimientos extras, solo una pura amistad entre tres personas. De repente su mirada se perdió en la sonrisa de aquellos tres niños. Empezó a recordar aquellos maravillosos días en Francia.
**Flashback**
- yo no quiero jugar pelota... me lastimo la piel...- dijo un pequeño de facciones delicadas como las de una niña.- además me ensucio...- agregó aquel niño que vestía ropa muy fina- lo saben... yo no juego... ustedes tampoco!- cruzándose de brazos.
- Pero HeeChul... siempre terminamos haciendo lo que el dice... nosotros no somos princesitas como tu... que importa si nos ensuciamos... para eso le pagamos a los empleados PARA que lo laven...- replicó un pequeño Chunnie.
- Silencio! Mira Chunnie, ya jugamos toda la mañana, ahora vamos a jugar con HeeChul algo que a el le gusta... si?
- Viva!!!!- HeeChul saltó a abrazar a su hermanito Yunho- deberías aprender Chunnie... por eso te quiero mucho Yunho!!! Ah!!!- alejándose rápidamente- estas sudoso... si vamos a jugar en mi casa.... los dos vayan a bañarse mientras yo me cambio que ya me ensucie...- Chunnie le hizo una mueca a lo que el otro le contestó con una sonrisa. Anda! Anda! Sino le digo a mi hermana mayor que te bañe xD
**fin del flashback**
Yunho sonrió melancólico y recostó su cabeza en la banca, intentando despejar sus pensamientos. De repente sintió una mano en su hombro y cuando volteó a ver de quien se trataba descubrió a aquel chico de cabellos rubios que siempre se hacía llamar princesa. Si bien siempre HeeChul decía que sus caballeros protectores era Yunho y Micky, el siempre era quien los salvaba. Se sonrieron por unos minutos hasta que las lagrimas no pudieron controlarse y Yunho saltó a abrazar a su princesa. Lloró en su hombro durante algunos segundos, lloró como si la vida se le fuera, lloró tanto que terminó haciendo llorar a HeeChul. Una vez que terminaron de llorar, Yunho le preguntó a la chula porque lloraba, el le sonrió y le contesto que lloraba por ver a Yunho llorar. Rieron un poco ante aquella respuesta sin sentido y continuaron mirando a esos tres niños jugar. Totalmente en silencio, ya llegaría el momento en el que su hermanito quisiera hablar, y el rubio tenía todo el tiempo del mundo para esperarlo. Pasaron las horas y Siwon empezaba a impacientarse dentro del auto, quería tanto a su princesa que no podía evitar sentir celos, además ni conversaban, de seguro había sido una falsa alarma lo que les contó Ricky. Se colocó los audífonos de su mp3 y se dedicó a escuchar música. Pero era imposible, no podía dejar de mirar a su novio abrazar al otro, aunque sabía que solo eran amigos sentía unos celos que lo mataban por dentro.
- ¿sabes por qué he llorado? – preguntó Yunho con la mirada perdida en la puesta de sol- lo sabes, ¿verdad?
- Saber... ¿Cómo voy a saber si no has abierto la boca en todo el día? Sé que soy perfecto pero vamos... no tengo poderes psíquicos...- sonrió el rubio mientras tomaba del brazo a su hermanito- dime... ¿Qué te tiene así?
- Yo... ¿Puedo mudarme a tu casa?....- el silencio se prolongó un poco mientras el rubio lo miraba atento esperando que el otro continúe con su petición- yo vi a Jae y a Chunnie en la cama... y es algo que no quiero volver a ver... fue desagradable... como tu dices- intentando sonreír- fue “asquito”...
- Ay! Mi Dios santo! Mi precioso! Omma cuidará de ti...- dijo abrazando a su amigo- omma? Uhm.. no, no estoy viejo... Oppa cuidará de ti... como esos pervertidos pueden hacerte ver semejante cosa.... ay! Pero es que Chunnie no tiene remedio, no? Ay! Aun recuerdo aquella vez que ustedes dos me dieron un espectáculo de esa magnitud, sentía que me desmayaría!- decía Rella muy alborotado, quizás para evadir el tema que tanto lastimaba a Yunho, evadir el tema de Jae.
- Ni me lo recuerdes... nos tiraste un balde de agua fría... jajajaja- empezó a reír a carcajadas el más alto- entonces... ¿Puedo mudarme contigo?
- Si, la casa de mi abuelo es la casa de todos... cierto... tenemos que buscarte novio.... no es normal que tengas esa reacción de “asquito” estarás pensando ser sacerdote? No mi Yunho! Te lo prohíbo! Tan buen hombre que termine de religioso... eso si es un asquito de futuro... tu tienes que seguir luchando... hasta convertirte en el hombre más sexy y el mejor bailarín de TODO COREA, estamos?- dijo guiñándole el ojo a lo que el otro el contestó con un abrazo- obvio que el titulo del más bello me lo llevo yo.. u___u que podemos hacer... me hicieron con mucho amor
La tarde se hizo noche y todo en la casa de Junsu parecía estar normal, sus padres estaban sirviendo la cena mientras esperaban que llegue Junno, el delfín miraba atento la televisión en la sala mientras terminaba de comer unos dulces que su papá le había comprado. Aquella noche estaban dando una serie de películas infantiles muy geniales y el no se quería perder ni una. De repente llegó Junno con Ricky quien traía cara de pocos amigos, ambos se sentaron al lado de Junsu, se veía que habían botado de su casa a Ricky una vez más. El pequeño continuó comiendo sus dulces, procurando no prestarles atención, no quería saber nada de aquel tipo, ciertamente estaba aterrado pues no conseguía novio aún. Era ya casi costumbre que Ricky termine durmiendo en casa de Junno, el otro hermano hasta sospechaba de que el menor de los Park lo hacía a propósito para dormir en casa de su novio. Como los padres de ambos estaban en casa, Junno y Ricky estaban muy quietitos, pero eso no quitaba de que hablaran entre ellos como dos viejas chismosas.
- te digo.. Yunho se supo muy mal... – dijo casi en un susurro Ricky
- pero ¿por qué, acaso Jae y Micky no son novios?...- respondió con cierto miedo ya que sabía que su hermano moría con eso- ¿por qué se enojó?
- Te digo... mi hermano y Yunho siempre han sido mejores amigos... pero no es la primera vez que pelean por un chico... se nota que a Yunho le gusta Jae y pues tu sabes... mi hermano... bueno... todos sabemos como es el promiscuo de mi hermano....- sonriendo de lado- lo raro es que no pelearon, Yunho tomo sus llaves y se marcho y en la tarde mando a un camión de mudanza, se ha ido a vivir con Heechul, mi hermanito se ha quedado muy solo, Jae salió llorando... no comprendo esa relación...
- Eh?!!!!!!!!!!!- grito Junsu poniéndose de pie- omma! – corrió desesperado por comida hasta la cocina- dame mi cena, si?
- Pero hijo... es tarde a donde vas?- preguntó la madre apoderándose de los cachetes del pequeño
- Debo... ir a casa de un amigo... quizás no vuelva a dormir... nos vemos...- dijo guardando un recipiente con comida en su mochila, luego le dio un beso en la mejilla a su madre y salió rápidamente de su casa.
Las luces de aquel departamento estaba totalmente apagadas, de rato en rato se encendía un luz roja, era el cigarro que Micky fumaba de rato en rato. Una balada de fondo muy melancólica lo acompañaba, no había tenido una pelea con Yunho, pero aquellos hombres de la mudanza le hicieron entender que el se iba y quizás para siempre. Había peleado con su hermano quien le refutó el lastimar a Yunho, aquella pelea terminó por hacer perder los papeles al chico de los sombreros quien le tiro un puñetazo a Ricky y lo boto de su departamento. Finalmente estaba solo con Jae, pero este estaba más distante que nunca, tan perdido en sus pensamientos, tan triste. No lo soportó más, YooChun era una persona muy sensible y cuando se sentía muy herido alejaba a todos de el y Jae no fue la excepción. Cuando aquel cd de baladas terminó sus delicados y largos dedos se posaron sobre aquel piano que tenía en la sala, empezando a tocar una suave melodía. Una que expresaba lo mal que estaba, lo herido y solo que podía llegar a sentirse, ser el chico sexy que siempre conseguía al chico bonito no era su faceta las 24 horas del día, pero solo dos personas más aparte de el conocían aquella faceta romántica y sensible que componía canciones cuando su corazón lloraba. Aquellas dos personas no estaban más, sabía que Heechul estaría ahí al día siguiente, que de seguro cuidaba de Yunho en aquel momento, pero ¿quién cuidaría de el? El también se sentía mal, el también lloraba. Sus lagrimas fueron mojando su cigarro hasta que terminaron por apagarlo, quedando en la más solitaria soledad. Una que no conocía, una que no sentía desde ya hace mucho tiempo, recostó sus brazos sobre el piano y escondiendo su rostro entre ellos lloró amargamente.
- Micky!!!! Micky!!!! Abre la puerta!!!!- gritaba desesperado el pequeño Junsu que por poco se trae abajo la puerta de tanto tocar, Micky estaba tan perdido en su dolor que no se percato de aquello, a lo lejos escuchaba que alguien lo llamaba pero una vez más se dejó llevar por su dolor, ¿quién iría a buscarlo? Pero no desaparecía, continuaban llamándolo, levantó la cara para mirar entre la oscuridad hacía aquella puerta, descubriendo que bajo el umbral de esta había una sombra, como pudo secó sus lagrimas y camino casi sin fuerzas hasta quedar frente a la puerta
- ¿acaso me buscas a mi?- dijo con la voz que se le quebraba- ¿qué quieres de mi en este momento?- cuando terminó de decir esto sus lagrimas lo ahogaron en llanto e intentó controlarse pero no podía dejar de llorar.
- ábreme la puerta por favor...- dijo Junsu con la voz entre cortada, estaba llorando también, pero ¿por qué lo hacía? Micky no comprendió por qué pero abrió la puerta casi desesperadamente y sin pensar en nada se aferró a aquel pequeño cuerpo, dejando caer su peso sobre este, dejando que el delfín recepcione su dolor.- Micky...- solo atinó a decir entre lágrimas el más pequeño, sus ojos nuevamente se llenaron de lagrimas y lloró con más intensidad. Lenta y tímidamente llevó sus brazos hasta la cintura del más alto y rodeándola se aferró a el, para darle aquella fuerza que tanto necesitaba.
- Tonto... ¿por qué lloras tu?- dijo entre lagrimas Chunnie-
- Si Chunnie llora.... Junsu llora...- dijo antes de aferrarse mucho más a Micky, como intentando que sus almas estén un poco más juntas, como intentando ignorar lo rápido que latían sus corazones.
Las horas pasaron y Yunho continuaba ensimismado en la misma posición en la que Heechul lo dejó, abrazado a sus piernas con la mirada perdida en una pintura. Por más que intentaba no pensar en nada, no podía dejar de recordar una y otra vez a aquellos dos. Se sentía tan mal, tan confuso, tan celoso. Parecía que solo causaba problemas a los demás, no pudo evitar no darse cuenta de que Siwon tenía una cara de muy pocos amigos cuando llegaron al auto. De seguro había echado a perder su domingo, de seguro había arruinado alguna cita entre esos dos.
En la sala un silencio lo invadía todo, SiWon miraba detenidamente la ventana, estaba enojado pero más que eso estaba celoso. El rubio jugaba con sus cabellos esperando pacientemente que el otro ceda y corra a sus brazos, pero parecía que nunca voltearía a mirarlo, su paciencia tenía un límite y estaba por entrar en crisis cuando SiWon se dio media vuelta y empezó a caminar hacía su habitación. El rubio lo siguió en silencio y una vez en la puerta de aquel cuarto pequeño le tomó de la mano y poniéndose de puntillas se acercó a su oído. Lentamente dejó salir aquellas palabras que invitaban al más joven a ir a dormir a la habitación de la princesa. Un leve sonrojo apareció en sus mejillas y sintió cierto cosquilleo en su estomago cuando el mayor le robo un corto beso. Caminaron tomados de la mano hasta su habitación y una vez ahí se recostaron en la cama, ambos sabían que solo dormirían, la princesa ya le había dejado muy en claro a SiWon que no se acostaría con el así como así, además el era un caballero que no forzaría a su novio a nada. El más alto rodeó con sus brazos el delicado cuerpo del otro y apoyando su cabeza en el cuello del otro le susurró cuento le amaba, el rubio sonrió y le beso en la mejilla y rodeando con sus brazos la cintura del otro se acurrucó para dejarse atrapar por el sueño.
Un nuevo día iluminaba aquella hermosa habitación, el rubio abrió pesadamente los ojos para encontrarse con el rostro de su querido SiWon, quien aún dormía, no quería despertarlo, solo quería observarlo un poco más. Ver como aquellos mechones de cabello caían sobre su rostro era todo un espectáculo, verlo respirar tranquilo y con una expresión muy placentera era el cielo. El rubio sonrió para si mismo al ver que el otro sonreía entre sueños. Pensó entonces que de seguro estaba soñando con el. Grande fue su sorpresa cuando entre sueños SiWon pronunció otro nombre, el rubio quien se puso histérico y de un solo empujón hizo despertar a SiWon.
- ¿qué... qué pasa?- preguntó algo soñoliento el más alto, quien aún permanecía en el suelo
- largo!!!!!!!! largo!!!!!!!!! No te quiero en mi cuarto!!!!! ¿Cómo que atreves?!!! En mi cara!! Maldito desgraciado!!- gritaba fuera de si el rubio. SiWon se levantó rápidamente y tomó de las manos al otro que de seguro empezaría a tirárle todo lo que tuviera a su alcance
- ¿qué demonios te sucede? Yo no tengo la culpa de que tengas pesadillas...- dijo mientras intentaba calmarlo, el otro estaba fuera de si, tomo fuerzas de donde no las tenía y se soltó, una vez que logró hacerlo una cachetada silenció a SiWon que no dejaba de preguntar qué sucedía.
- Eres un idiota.... lo eres! No te quiero cerca de mí! Vete!!!!!!- continuaba gritando histérico, sus gritos alarmaron a todos; YeSung y Yunho entraron a la habitación como si se tratara de dos perros guardianes- ¿cómo se te ocurre....? cómo... cómo puedes dormir abrazado a mi...- sus ojos se llenaron de lagrimas repentinamente haciendo que todos se queden fríos- cómo puedes pronunciar entre sueños el nombre de otro.... Yunho... sácalo de aquí... sácalo....- abrazando a su primo que miraba muy mal a SiWon- ya no eres nada mío y estas despedido...
- ¡¿Estas loco?!- miró desafiante a Yunho que se le acercaba para sacarlo de la habitación- yo no me voy de aquí sin una explicación...
- si mi primo dice que te largas.... te largas, ¿entendido?- YeSung alzó la voz mientras a se aferraba a su primo- algo debes haberle hecho para que se ponga así... no estoy dispuesto a verlo llorar más... hazme el favor de largarte si no quieres que te rompa la cara....
- largo.... largo... anda a buscar a tu “Boa” si tanto la llamas entre sueños... largo!!!!!!!!!! – gritó histéricamente el rubio antes de salir hacía el baño. SiWon intentó seguirlo pero YeSung y Yunho lo detuvieron, no fueron groseros ni nada solo le dijeron que no moleste más a HeeChul, después de mucho no lo veían tan mal y lo mejor era dejarlo solo.
El cielo estaba despejado gris pero no llovía, solo generaba una especie de sensación melancólica para todos, YeSung estaba sentado en su jardín observando aquel cielo, intentando perderse en el para no recordar absolutamente nada. De repente alguien cubrió sus ojos delicadamente, no tuvo que escuchar voz alguna, sabía que se trataba de RyeoWook. Sonrió ampliamente y volteó a saludar a su amigo, habían planeado ir en busca que Mr. Shadow en aquellas vacaciones y nada los detendría. Sonrieron por algunos minutos y luego conversaron sobre aquel plan, al más pequeño le dolía pero prefería eso a no tener ni una oportunidad de estar cerca de su cachetón.
- debemos empezar buscando en aquella universidad... según mis fuentes y algunas conclusiones que saque de las cartas que me mostraste, tengo la certeza de que el está estudiando ahí. – Yesung miro asombrado al otro, era muy bueno investigando, si no tuviera aquella maravillosa voz juraría que sería un genial detective
- es impresionante lo bueno que eres investigando personas que no conoces...- dijo mientras miraba entre sus manos aquellas cartas.
- Ehm... son años de practica... yo me sé la vida y milagros del chico que me gusta....
- Eres una especie de acosador o qué? – dijo echándose a reír como loco. Ante la mirada triste del otro YeSung contuvo su risa, no había sido una buena broma- perdón... es que me pareció mucho saber tanto de alguien que quieres... creo yo que eso se descubre mientras se conocen ambos al mismo tiempo, sino esta aventajando al otro... ya no le das opción a que pueda sorprenderte... no crees?
- El siempre va a sorprenderme...- dijo sonrojándose notoriamente- el siempre me sorprenderá....- repitió una vez más ante la mirada atenta del otro
- Debes quererlo mucho...- sonrió acariciando su cabeza como si se tratará de un niño pequeño
- Lo amo...- dijo bajando la cabeza- bien! Busquemos a ese shadow... no dejemos que se escape...- después de decir esto tomó de la mano al más alto y lo sacó de aquel hermoso lugar para ir en busca de el dueño de ese candado.
Continuará...
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