21 jul 2009

Fanfic Serial: Keipopu Sarada - Cap. 12

Autor: Kainet
Titulo: Keipopu Sarada / K-pop Salad (AKA Keipopu)
Capitulo: Capitulo 12
Fandom: Super Junior, THSK, TRAX
Parejas: Sichul / Kihae / Yewook / Yunjae / Yoosu / etc.
Clasificación: Angst / Au
Advertencia: Si no te gusta el yaoi (Chico x Chico) es mejor que no leas este serial. No copies este fanfic, si deseas compartirlo en otro lugar, pide permiso al autor y coloca los créditos correspondientes.

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Capitulo 12

Las cosas empezaban a complicarse para Sungmin ya que Eunhyuk y Dognie andaban todo el día juntos, aquel ciclo Eunhyuk se había trasladado de academia y ahora estudiaba en la misma academia que sus amigos. Tener que verlo todos los días, incluso cuando ni se tomaban de las manos era una tortura. Pero el continuaba siendo el mismo chico feliz de siempre, había cambiado el color de su cabello eso si, ahora trataba de llamar la atención de todos los chicos si fuera posible, el tono rosa intenso de sus cabello lo hacían verse muy lindo y el brillo labial de cereza lo hacia verse muy sexy, en unos cuantos días se había convertido en un idol más de la academia, además de siempre estar cerca de Heechul, junto a Hero eran los chicos más codiciados de la academia. Claro que también estaban los demás, con la llegada de Micky las cosas se complicaron para Yunho y Jae, y también para Max, los chicos tuvieron la suerte de no tener que llevar cursos juntos a pesar de tener que verse siempre pues pertenecían al mismo grupo de amigos. Kibum no se inscribió en aquel ciclo, ya nadie lo veía solo Siwon que iba a visitarlo de tiempo en tiempo y Sungmin que hablaba por teléfono con el, desde que Sungminie le contó de la infidelidad de Eun, el chico de las mejillas grandes se deprimió mucho y prácticamente se dejó morir.

Una mañana más llegaba a aquella academia, el desfile de bellezas empezó con Rose que traía posesivamente a su novio de la mano, un chico tímido pero con un look agresivo y fuerte. No era sorpresa verlos besarse por todos lados, incluso cuando el morocho no era capaz de siquiera tomarle la mano en público, el rubio se le avanzaba cada vez que podía y que los profesores no los veían. El baterista delimitaba su territorio cada vez que alguien osaba acercase a su Jay. Los destruía con la mirada, cosa que era frecuente pues Jay al ser el nuevo alumno había despertado mucho interés, muchos chicos se sentía atraídos por su personalidad misteriosa y fría. Como aún faltaban algunos minutos para que se inicien sus clases caminaron hasta aquel lugar privilegiado al que solo acudían los pertenecientes al grupo de amigos. Era una especie de semi circulo de cemento adornado con muchos dibujos que había diseñado Heechul, todos solían sentarse ahí y conversar, incluso muchas veces hacían las tareas ahí. No era raro ver a Cinderella parado en la parte superior dando alguna especie de espectáculo al lado de la rosa. Rose se sentó y cruzó sus piernas, llamando a su regazo a la cabeza de Jay, este obedeció en silencio y cerró los ojos al sentir las suaves manos de su novio acariciar su oído, el rubio jugaba posesivamente con el piercing de su oreja, era una parte de Jay que lo volvía loco. De lejos parecían una princesa jugando con un gatito, el contraste entre ambos los hacía verse incluso más compatibles, por un lado Jay totalmente de negro, lleno de un aura varonil que lo hacía verse sexy y misterioso y por el otro Rose, que siempre usaba colores estridentes y llamativos, con los cabellos alborotados y un maquillaje muy femenino, toda una princesa.

Las miradas que estaban totalmente posicionadas en la parejas se dirigieron a los dos que entraban ahora, no menos llamativos pues la princesa Cinderella estrenaba nuevo look, había teñido por completo su cabello de negro y lo había recogido en un delicado moño que dejaba escapar algunos mechones que contorneaban su bello rostro. Una chompa roja abierta que dejaba ver un polo blanco muy pegado a su cuerpo y unos pantalones negros completaban el look de aquel chico tan precioso, de la mano traía a su novio, quien vestía casual y traía esa hermosa y seductora sonrisa; era una sonrisa triunfadora pues tenía para el y solo para el al chico más bello del mundo. Algo histérico pero el más bello, caminaron hacia la otra pareja y se saludaron, después de todo Heechul y Jay eran muy buenos amigos, Rella era al único al que la rosa le permitía tener cercanía con su Jay. Junsu y Jae fueron a su encuentro, ambos muy amenos, a pesar de todo el delfín adoraba a su amigo y no podía odiarlo, claro que eran muy unidos hasta que llegaba el chico de los sombreros, pues como si se tratara de una reacción automática Junsu se tornaba serio y pretendía que nada le importaba. Hablaba todo el rato por su celular y nunca miraba a Micky, de lejos le saludaba y se sumergía en su mundo. Por otro lado, Chunnie era una alumno excelente pero siempre tenía problemas, si no era por que estaba fumando era porque estacionaba su auto donde no debía, un alumno muy difícil de controlar, siempre llegaba con Yunho quien después de todo continuaba siendo su amigo. La única diferencia era que ahora Micky vivía solo, Yunho se había mudado con Heechul y Ricky y Junno habían ido a vivir a un pequeño departamento (el cual era solventado por los padres del menor, pues el había decidido no hacer nada por su vida)

Una vez que todos estaban juntos en aquel lugar, la tensión se sentía pero más que los problemas amorosos prevalecía la amistad, Sungmin y Junsu se había hecho muy buenos amigos y siempre reían de todo, el chico de cabellos rosas no espero para contarle al grupo (en el cual estaban Eun y Dongie) que tenía un nuevo novio, y que era todo un amor. La mirada de desconcierto se apoderó de Eun, por alguna razón le dolía. A pesar de estar ahora con Dongie y quererlo mucho, le dolía saber que Sungmin estaba con otra persona, pero como reclamar algo si no tenía derecho, sonrió algo confuso y bajó la cabeza, a lo cual Dongie le acarició el rostro y sin importar las demás miradas introdujo sus manos por debajo de su polo, acariciando la espalda que ahora le pertenecía; el chico rosado sintió que algo se rompía dentro de si pero sonrió ampliamente y continuó hablando de lo maravilloso que era su pequeño Kyuhyun.

- ¿y tu novio esta estudiando algo? –preguntó Dongie acariciando el cuerpo de su novio- digo... ¿a qué se dedica?- agregó cuando la mirada de Sungmin se posó sobre el.
- Si... – sin poder evitar controlar su molestia- estudia en la universidad, acaba de ingresar y tiene bien en claro lo que quiere hacer con su vida... aunque déjenme comentarles que tiene una voz preciosa, obvio que solo para mi canta pero que voz que tiene...- agregó haciendo mil y un ademanes para focalizar su enojo- Heechul lo conoció ayer- sonriéndole al chico del moño
- Si... ay askito no sabes! No sabes! Es que es muy genial ese niño, me agrado... quiero tener un hijo así... todo educadito, el si que sabe tratar a un princesa....- apoderándose del cuello de su novio- parece nuestro hijo... hermoso como yo y caballero como tu- ante el comentario todos empezaron a reír como locos, Siwon sonrió y le besó la frente a su princesa.
- ¿Y eso de que es un caballero implica que aún no te has acostado con el?- agregó un comentario ácido Dongie, el si que sabía ser hiriente cuando quería y si algo quería era herir a todos por simple diversión.- es decir.... uhm por esa cara asumo que aún eres virgen...- agregó a lo que Eun le miró nervioso, era cierto, Eun y Sungmin nunca llegaron a tener relaciones, lo más probable era que el chico rosado continuará siendo virgen; y quizás aquello fue lo que lo llevó a engañarlo.
- Jajaja!- Sungmin empezó a reír a carcajadas- uhm eso es algo muy privado, pero no, no soy virgen.... -tapándose la cara para ocultar su sonrojo- claro que el primero fue mi Kyu... ay! pero que cosas halamos Dongie! Van a creer que soy un cualquiera.. es mejor dejarte ese papel a ti – con una sonrisa triunfante- bueno chicos, se me hace tarde... luego hablamos Chulita, tenemos un proyecto juntos- guiñándole el ojo, todos se quedaron helados con la respuesta y Dongie mordió de rabia su labio, lo había dejado sin palabras y peor aún le había tratado de fácil. La situación se puso muy tensa así que todos prefirieron ir a sus respectivos salones.

Las clases llegaron a su fin y cuando todo el grupo de amigos estaba despidiéndose en la puerta vieron estacionarse un auto muy lujoso; incluso tenía chofer y toda la cosa. Sungmin no se hizo esperar y corrió a saludar a su nuevo novio, lo tomó de la mano y lo guió hasta sus amigos, presentarlo y alardear de el era lo que más quería. El menor se sonrojó muchísimo ante la mirada analítica de todos. Conversaron unos minutos luego el nuevo miembro de aquel grupo invitó a todos a pasar el resto de la tarde. En un primer momento Eunhyuk se negó pero ante la mirada de gatito triste de su nuevo novio acepto, además a Sungmin no parecía importarle. Entonces todos se dirigieron a aquel lugar, era muy limpio y aseado, con una espectacular vista al mar, Dongie no dejó de hacer comentarios incómodos a lo que Sungmin solo le ignoraba, a el solo le importaba robarle besos a su nuevo novio, quien se sonrojaba mucho pero si era por herir a aquel que tanto daño le hizo a su minmin era capaz de incluso mandarlo matar. Pasaron las horas y a aquella casa legó un nuevo invitado, era Max el “novio” de Junsu. Al presentarlos Kyu sintió algo extraño, aquella mirada inocente y ese look de niño pequeño le resultaba algo falsa, parecía un violador encubierto, pero no dijo nada pues Sungmin y Junsu eran buenos amigos.

Micky acorraló contra una pared a Jae y empezó a devorar su cuello, la mirada Yunho era fría e indiferente, parecía haber aprendido bien en el taller de actuación, jugaba de rato en rato con su trago y conversaba con Heechul quien estaba más que acaramelado con su asquito. Pero al parecer la temperatura de aquel rincón empezaba a subir cuando todos lo notaron Micky estaba deshaciéndose de las prendas de vestir de Jae, algo que vio Junsu y sin hacer mucho escándalo corrió a encerrarse al baño, Max lo intentó seguir pero fue detenido por Kyu, quien le pidió que conversen unos minutos a solas. La situación se puso crítica cuando Rose tomó de la mano a su novio y ambos salieron de aquel lugar algo incómodos por la actitud de Micky. Pero cuando la rosa intentó volver por su chaqueta se percató que la puerta estaba trancada y que sus amigos estaban encerrados dentro. Marcó el cel de Cidnerella y le aviso de aquello, como era de esperarse la chula entró en pánico pero unos cuantos besos de su príncipe le hicieron volver en si. Les informó a sus amigos de lo sucedido, para eso, Junsu estaba desaparecido, y Max Kyu estaban conversando en otra habitación. Jae y Micky estaban en un rincón, algo totalmente desagradable para todos pues al parecer Micky le mordió fuerte el cuello e hizo que Hero grite de dolor. Un grito que se confundió en las cabezas pervertidas de los demás. Yunho perdió el control y se acercó para pedirles que se controlen que estaban en una casa ajena, pero cuando estaba por hablarles vio como la Chula se le adelantaba y les tiraba un vaso de agua.

- Jae mi amor... sabemos que Chunnie es un amor y es irresistible... pero es iuuuuuuuu que estén así... estamos de invitados y dejarte violar aquí por más que sea un rincón es desagradable... tu contrólate...- mirando muy enojado a Chunnie- contrólate he dicho... no quiero que Kyu nos bote por tu culpa... además a ver si vas al baño a verificar que todo este bien x ahí o a buscar una salida porque estamos ATRAPADOS! Rose nos trancó la puerta al salir...- caminando hacía Yunho que miraba directamente al suelo ante la mirada de Jae- Chunnie... una cosa más... súbete el cierre...
- Voy a ver si hay alguna salida... es mejor que soportar los gritos histéricos de Rella...- dijo Micky besándole la mejilla a Jae. Las mejillas de este ardían como fuego, estaba tan rojo que sentía que su rostro explotaría en cualquier momento.
- Lo lamento...- dijo Jae después de que Micky se marcho- Heechul el sonrió algo disgustado y miró a Yunho que cubría sus finos ojos debajo de su cerquillo, este no esperó más y tomó de la mano a Jae, sin preguntar lo arrastró hasta un cuarto, Heechul vio eso pero prefirió no interferir

Jae miraba el suelo mientras Yunho el miraba con rencor, odiaba esa actitud, en pocos minutos se había convertido en un chico fácil que se dejaba manosear por Micky, si buscaba herirlo entonces lo había conseguido. Odiaba toda aquella imagen de novio de Micky, odiaba que su amigo trate como uno más al hombre al que el amaba. Jae mordía sus labios como intentando controlar todas aquellas palabras sin sentido que quería decir. No tenía sentido decirle que lo amaba en ese momento, no luego de haberse visto envuelto en semejante situación. Además no era la primera vez que lo veían así. Yunho respiró profundo y acorraló a Jae, tomando fuertemente sus manos con una de las suyas, dejándolos muy cerca, sus miradas se encontraron, la del más bajo estaba llena de culpa pero también de dolor, la del más alto tenía una mezcla de sentimientos; Jae intentó liberarse pero no lo consiguió el más alto era muy fuerte, estaba tan fuertemente sujetado que sentía que le estaba lastimando las muñecas. Yunho se acercó mucho y rozó sus labios, un suspiro se escapo de los labios del otro al sentir tan cerca al otro.

- reaccionas igual que con Micky...- alejándose del Jae- que asco... en verdad eres así... un fácil... quizás por eso el gustas tanto a Micky...- la voz de Yunho se vio interrumpida por una fuerte cachetada que le tiró el otro, le miraba indignado aunque no tenía derecho a sentirse mal.
- No me hables así...- le dijo acercándose mucho a Yunho- sabes por qué estoy con el... – Yunho miró hacia otro lado con cierto desprecio- lo sabes!- le gritó acercándose mucho más- me has rechazado... solo porque también le interesaba a Micky, has sido tan cobarde que ni has luchado por mi.... incluso sabiendo que lo único que buscaba Micky conmigo era... era... sexo...- tapándose la cara para ocultar sus lagrimas- el no me quiere... el al igual que yo... nosotros solo estamos para no sentirnos solos... solo para eso...- dijo dejándose caer sobre sus rodillas
- Que buena formas de no sentirse solos...- Yunho le miró molesto, pero no podía, verlo llorar lo destrozaba- no llores...- acercándose a el- no llores....
- Todos me ven como un fácil... incluso tu....- lloraba desconsoladamente Hero
- Ya cállate...- dijo Yunho acercándose a robarle un beso- deja a Micky...- susurró al separarse para tomar aire- solo déjalo...- entregándose a los labios del otro una vez más.

Otro que no dejaba de llorar en aquella casa era Junsu, sus ojos estaban totalmente hinchados y el rojo intenso lo delataría si salía al encuentro con sus amigos. Respiró hondo y luego de lavarse la cara salió del baño, encontrándose con Micky, este le miró sorprendido y le preguntó varias veces si había estado llorando. Junsu intentó ignorarlo pero el más alto lo tomó del brazo y lo jaló hacia el, siendo más imponente le preguntó de nuevo por la razón de su llanto. Junsu le empujó e intentó salir corriendo de nuevo, pero no era tan fácil escapar de las garras de Micky. Luego de unos minutos Junsu empezó a llorar de nuevo, Micky al verlo llorar le dijo que no podía ver llorar a alguien que eso el partía el alma, lo tomó entre sus brazos y lo abrazó fuertemente. Junsu no dejó de darle pequeños golpes en el pecho al más alto, como intentando castigarlo por lo que había hecho minutos antes en la sala con Jae.

- te odio...- dijo Junsu secando sus lagrimas- te odio, ¿lo escuchas?.... ¿acaso no eres conciente de lo mucho que te amo? Y sin embargo... sin embargo continúas besando de esa manera a Jae... ¿nunca seré lo suficientemente bueno como para gustarte, verdad? Nunca.... ¿es porque no soy hermoso? ¿es porqué no tengo experiencia? ¡DIME!- golpeando muy fuerte a Micky, quien no dejaba de llorar
- es porque... porque creo que te amo...- dijo Micky jalando de nuevo hacia el a Junsu, quien estaba totalmente fuera de sí con aquellas palabras, se sentía bien, pero también se sentía mal, no entendía lo que sentía, solo sabía una cosa y era que quería estar en aquellos brazos unos minutos más, solo en silencio.

Las pocas luces de su habitación lo deprimían aún más, se la pasaba todo el día en el computador esperando que su querido Donghae vuelva a entrar, pero después de aquello, nunca más volvió a conectarse, incluso escuchó que se había creado un nuevo correo en el que solo recibía información de la academia y que por completo había dejado de lado sus días de msn-adicto. Se sentía mal y por más que Siwon intentaba darle fuerza realmente se sentía muy solo, incluso cuando Heechul iba con su asquito, casi y ni sonreía. Miró una vez más por su ventana, era ya de noche, guió sus ojos por todos los rincones de su habitación, como intentando encontrar algo que le ayude a sentirse mejor, pero ya nada le servía. Miró una vez más la computadora, totalmente inactiva, totalmente llena de polvo, acompañada de innumerables tazas de café. Solo hacía eso. Esperaba. Caminó alrededor de su habitación, sintiendo la textura de cada centímetro de las paredes, paredes que durante mucho le escucharon suspirar, reír y nombrar entre susurros el nombre de aquel chico. Lentamente dejó caer su cuerpo en aquella inmensa alfombra en la que día y noche soñó con su amor, tomó entre sus manos una pequeña navaja, una que traía el brillo de un dolor interminable, una que traía consigo un amor inconcluso y cobarde. Examinó aquel arma durante unos segundos, en su desesperación consiguió aquel objeto punzo-cortante, sin siquiera saber cómo ya estaba entre sus manos. Filuda e hiriente, como las palabras de Donghae, peligrosa y llena de dolor, así era aquella navaja. Pronunció lentamente el nombre, pidió disculpas al cielo y la guió hasta sus muñecas, cortando lentamente la piel, piel que se torno roja luego de unos minutos, el dolor era inmenso, pero más dolía el corazón. Y una vez que sus dos muñecas estuvieron cortadas por aquel dolor que se entrelazaba con su enfermizo amor, se recostó unos minutos, cerrando los ojos, procurando no decir palabra alguna, procurando no llorar, simplemente en silencio decir adiós. Y poco a poco todo fue volviéndose borroso y sus latidos se hicieron lentos, hasta ya casi no poder escuchar esa tierna balada que lo acompañaba, hasta ya casi perder el sentido. Entonces una ultima lagrima resbalo por sus mejillas, era el final.

Continuará...

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