21 jul 2009

Fanfic Serial: Keipopu Sarada - Cap. 13

Autor: Kainet
Titulo: Keipopu Sarada / K-pop Salad (AKA Keipopu)
Capitulo: Capitulo 13
Fandom: Super Junior, THSK, TRAX
Parejas: Sichul / Kihae / Yewook / Yunjae / Yoosu / etc.
Clasificación: Angst / Au
Advertencia: Si no te gusta el yaoi (Chico x Chico) es mejor que no leas este serial. No copies este fanfic, si deseas compartirlo en otro lugar, pide permiso al autor y coloca los créditos correspondientes.

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Capitulo: 13

- Yesung...- dijo Ryeowook casi perdiendo el control ante los besos que el otro le proporcionaba- Yesung...- su oración no podía completarse, de lo contrario le dolería aún más. Sabía perfectamente a lo que se atenía al entregarse a aquel chico al que tanto amaba.
- espera...- dijo Yesung cuando el pequeño intentó librarse de sus ropas- espera... espera...- alejándose- no... no quiero forzarte a acostarte conmigo... ¿te parece si te acompaño a tu casa?
- ¿quieres que me vaya?- preguntó algo asustado el menor, se sentía morir pero su sonrisa se mantenía intacta- puedo irme solo.. no te molestes- agregó ante el silencio del otro
- no es que quiera que te vayas...- mirando fijamente al pequeño que se sentía muy intimidado- es solo que no debemos... yo no quiero que sientas que te uso... debemos volver a ser solo amigos.- dejándose caer en el suelo- además... ayer me llamó Mr. Shadow, es increíble como... como consiguió mi número, quiere verme y yo no quiero lastimarte... no más.- los ojos de Yesung se iluminaron ni bien nombró a aquel chico, su corazón latía rápido y mordía sus bellos labios de rato en rato.
- Entiendo...- solo pudo decir Ryeowook, quien solo quería llorar- descuida, sabía a lo que me atenía. Y comprendo perfectamente que ahora quieras estar con el, lo amas después de todo. Bueno, será mejor que me vaya... mis padres deben estar preocupados...- caminado hacia la puerta- adiós...

Era tan intenso lo que sentía por Yesung, era tan doloroso. Desde la primera vez que lo vio, desde la primera vez en aquellos años cuando no comprendía el porqué le gustaba otro niño, aquellos años en los que asustado busco ayuda y consejo en sus padres, pero como siempre solo su nana estaba en casa para escucharlo. Siempre le aconsejaba, siempre le decía que ese tipo de relaciones eran así de dolorosas. Paso la mitad se su vida planeando como acercársele, observándolo a lo lejos e intentando descifrar como era aquel chico, revisando constantemente sus blogs y el hi5, tomándole fotos a escondidas. Creando así un archivo inmenso solo de su amado Yesung. Incluso tenía grabaciones de cuando era pequeño y algunas que le hicieron en las actuaciones del colegio en el que estudiaban. Camino hasta su casa, pensando en porqué no era correspondido, ¿acaso su amor no era suficiente? Apretó contra su pecho aquel relicario que siempre usaba, aquel que guardaba celosamente la foto de su ídolo. En eso lo había convertido, pues a simple vista Ryeowook se comportaba y lucía como una fangirl. Apresuró su paso un poco más hasta finalmente estar en su gran mansión, aquella en la que se sentía más miserable, aquella en la que sus padres le rodeaban de todo y a la vez de nada.

No hizo caso a los llamados constantes de su nana y se encerró en su habitación secreta, aquella en la que guardaba todas sus fotos, todos sus videos, aquella que tenía todas las paredes forradas con fotos de su cachetón. Se dejó caer en su cama y encendió el tv, tan solo para escuchar aquella grabación del festival de la academia, aquel en el que le pago a muchos camarógrafos tan solo para obtener distintos ángulos de la presentación de Yesung. Cerro los ojos, había visto tantas veces aquel video que ya se sabía de memoria cada gesto, cada movimiento, cerro los ojos para perderse en la hermosa voz del otro. Era tan hermosa aquella canción, solo podía pensar en cantarla a dúo con el. Lentamente empezó a entonar aquella canción que llevaba como titulo “the one i love”. Era obvio a quien se la dedicaba Yesung y eso era lo que más dolía.

En otro lugar de aquella hermosa ciudad dos personas reían sin cesar, reían como locos, reían como dos enamorados. Kyu besó la frente de Sungmin y le abrazó fuertemente entre sus brazos. Les parecía tan gracioso el simple hecho de que hayan estado encerrados durante tantas horas. Reír recordando como salieron todos. Cinderella estaba histérico porque había perdido cita con el masajista; a Jae y a Yunho prefirieron no avisarles que ya podría salir así que simplemente les dejaron estar en aquel lugar; Micky salió con Junsu en brazos, al parecer se había quedado dormido, dijo que lo llevaría a su casa y luego de las advertencias de Heechul de no violarlo lo subió a su auto, Max solo le siguió. Reían si cesar, eran aparentemente felices aunque de rato en rato la mirada de Sungmin se perdía, Kyu besaba su frente, le dolía pero de seguro el chico rosado estaba recordando la traición de su ex. Iba a ser difícil pero no imposible curar ese corazón roto, eso solía decirse a si mismo el chico genio. Le sonrió un poco más y continuó abrazando al otro. De repente Sungmin empezó a besar el cuello de su nuevo amante encontrándose a su paso con una cadena que rodeaba su fino cuello. La cadena tenía un dije, uno muy especial y bonito.

- ¿uhm? ¿Y esta cadena? No te la conocía...- dijo sonriente Sungmin- uhm... es muy bonita, dime- sonriendo ampliamente- ¿quién te la dio?- el menor se puso algo incomodo y por más que intento sonreírle se notó que estaba nervioso- ¿un ex novio?- insistió el mayor
- no... un ex novio no...- sonrió intentando callar sus labios pero la mirada del otro esperaba una respuesta- es solo un accesorio, está de moda- sonrió ampliamente
- ¿usar candados está de moda?- los ojos de Sungmin se iluminaron- entonces dame la llave, yo quiero ser el dueño de tu corazón... ¿me la darás?
- Me temo que no la tengo... pero- ante sus palabras los ojos de Sungmin entristecieron- pero tu ya eres el dueño de mi corazón, desde hace tanto... no tienes idea... no tienes idea de cómo cambió mi vida la primera vez que te vi, todo cambio... incluso por ti yo quiero ser una mejor persona...- robándole un beso.- solo por ti...

Donghae y Eunhyuk estaba muy acaramelados en la casa de este ultimo, ya casi no quedaban prendas de vestir. De repente el teléfono de Dongie empezó a sonar, ¿Quién se atrevía a malograr su noche? Lentamente llevó una de sus manos hasta la mesita de noche donde reposaba su celular. Como era insistente decidió contestar aquella llamada con número desconocido. Fueron escasos minutos en los que se su rostro se tornó pálido y sus latidos se aceleraron tanto que no podía ni respirar. Su compañero cambió su sonrisa por una mueca de preocupación al ver que una fría lagrima recorría el rostro del otro. Donghae permanecía en total silencio, como intentando escuchar bien lo que le decían, como intentando creerlo y asimilarlo. Cuando terminaron de hablar del otro lado dejó caer su celular y llevó sus manos hacia sus ojos para cubrir el inminente llanto. Eunhyuk se apresuró a recoger el celular y en un tono muy molesto preguntó quien era el que hacía llorar a su novio.

- Eunhyuk...- dijo una voz suave del otro lado del teléfono- lamento... lamento molestarlos pero...
- ¿qué quieres Sungmin?- pregunto enojado y confundido- ¿por qué llora mi Donghae? ¿qué demonios le has dicho?
- Yo... lo lamento... pero es tan importante saber si alguno de ustedes tiene el tipo de sangre de Kibum, el... el intentó suicidarse y ha perdido muchas sangre... el... está muy mal y si no conseguimos su tipo de sangre... me temo que morirá... no los molestaría si no fuera porque es muy urgente...- la voz de Sungmin sonaba dolida pero el solo quería ayudar a su amigo.
- Vamos para allá...- dijo Donghae parándose de la cama para ir a colocarse la ropa, Eunhyuk repitió lo mismo para Sungmin y colgó.

El camino al hospital se hizo pesado y lento, Donghae sentía que algo moría dentro, no importaba cuan enojado estuviera por la mentira de Kibum, no importaba cuanto dolí, nada superaba el dolor y el miedo que sentía al pensar que podría perderlo. Nada, y no dejaba de culparse por haber hecho todo ese espectáculo y no dejaba de culparse por estar en ese instante con Eunhyuk. Las palabras del otro eran tan insignificantes para Dongie, el solo quería llegar y ver a su Kibum, si algo quedó claro aquella noche es que lo amaba sobre toda las cosas. El monito solo gruñó algo enojado y continuó mirando por la ventana en silencio, odiaba que lo ignoren, por que Dongie no podía ser como Sungmin, el siempre estaba dispuesto a escucharlo. Una vez en el hospital se encontraron con Sungmin y Kyu, estaban muy preocupado, Sungmin intentó donar sangre pues tenían el mismo tipo pero estaba anémico y no serviría de mucho. Donghae y el monito entraron a hacerse la prueba para ver quien podría donar. A los pocos minutos salió Eun algo triste, su tipo de sangre no era compatible, Kibum necesitaba del tipo A y el monito era O. Entonces Kyu intervino, se odio mucho al saber que el tenía el tipo de sangre pero que el tatuaje que se hizo cuando era pequeño le evitaba ser capaz de donar, aquel tatuaje que nadie le conocía, solo su novio Sungmin, quien se abrazó a el fuertemente. A Eunhyuk le dolió ver eso pero no tenía derecho a reclamar nada. A los minutos salió Dongie, se veía algo demacrado todos pensaron que no tendría el mismo tipo de sangre pero resultó estar muy saludable y tener el mismo tipo. Por más que la enfermera le dijo que se recueste para estabilizar su cuerpo este quería ir a ver a Kibum. El monito lo ayudo pues se veía débil, después de todo le habían sacado sangre, pero nada lo detuvo y con ayuda de su novio caminó hasta habitación donde reposaba aquel ser de mejillas grandes. Lo miró triste a través de una luna y esperó a que las enfermeras se lo lleven para empezar a llorar, no dejaba de repetir que era su culpa.

- tienes razón Donghae...- dijo en tono muy molesto Sungmin- es tu culpa... pero no es momento para llorar, lo que más necesita Kibum ahora es que seamos fuertes... las cosas como son- dijo cuando Eun lo amenazó con la mirada
- lo importante ahora- intervino Kyu para aliviar la tensión- lo importante es que le pongan tu sangre... con eso se va a salvar...
- el tiene razón...- dijo Eun intentando abrazar a Dongie, pero este se apartó. Dejando a todos muy confundidos- ¿qué te sucede?- preguntó algo disgustado Eun- ¿yo por qué tengo que pagar tu mal humor? Encima que te acompaño a buscar a tu ex...
- déjame solo...- dijo muy serio el otro, era simple, así como todo un día podían estar metidos en una cama, todo un día podían pasarlo peleando, una faceta que casi nadie conocía de ellos dos. Todos creían que eran una pareja muy tranquila pero la realidad era que ambos tenían el carácter muy fuerte. Sus peleas siempre terminaban en la cama pero solían herirse demasiado.- déjame solo...
- como quieras...- dijo Eun saliendo del hospital
- ¿no han escuchado? Gracias por venir y todo... pero ahora.... quiero estar solo...
- vamos...- Kyu jaló de la mano a Sungmin que estaba por cachetearlo, ¿cómo se le ocurría tratar así a su monkey?

Donghae camino de un lado a otro en el pasillo, las enfermeras intentaron decirle que era tarde y que debía volver a casa pero el parecía un alma en pena, ignoraba a todos, solo se detuvo a decirles que si iban a decirle algo de Kibum el les escucharía, de lo contrario solo pretendería que no existen. Entonces lo vio salir, estaba tendido en una camilla, totalmente entubado con sueros y demás. Su piel lucía más pálida que de costumbre y sus labios estaban casi blancos. En silencio le siguió hasta la habitación y una vez ahí se sentó a su lado, le tomo de la mano y la beso, al menos ese día quería mentirle y decirle que lo perdonaba, solo necesitaba abrir los ojos. Solo ese día quería besar sus ojos y cantarle una canción para dormir.
Las horas pasaron y kibum despertó, junto con el nuevo día que se escurría por las ventanas de hospital sus ojos se iluminaron al sentir una delicada y suave mano cogiendo la suya. Estaba feliz de estar vivo, pues tenía a Dongie ahí, mirándolo.

- ¿crees qué puedes irte y dejarme aquí?- dijo con cierta molestia Dongie, seguida de una tierna sonrisa- bumbum...- susurro besando su mano- ¿cómo vamos a borrar estar marquitas?- señalando sus muñecas vendadas
- descuida...- dijo retirando su mano- las cubriré con muñequeras... ¿qué haces aquí?- sus ojos estaban hechos agua y en lo único en lo que pensaba era en preguntar por EunHyuk
- muñequeras... serás un cantante con muñequeras...- intentó sonreír- vuelves a hacerme esto y te juro que iré detrás de ti para traerte de vuelta... debo irme...- acercándose para besarle la frente
- Eun te espera...- dijo bumbum cuando sintió los labios del otro sobre su piel- comprendo... pero... ¿puedes quedarte un poco más? Quédate y pretende que me quieres... solo un poco más, si? Eso bastará para mi... podré continuar viviendo si al menos una vez tu y yo...- los labios de Kibum fueron sellados por un beso de Dongie, su primer beso fue mágico, lento y cuidadoso, tierno y algo torpe, pero lleno de sentimientos encontrados y cargado de una culpa incontenible.

La noche pasado había sido muy cansada para Junsu, llorar y golpear a la vez era cansado, estaba totalmente tendido sobre el sofá de Micky, cubierto por una fina manta de color negro, a su lado reposaba el pequeño Max. También lucía algo cansado y frente a ambos, con los ojos totalmente abiertos y un cigarro en la mano estaba Micky. Observando en silencio lo hermosos que se veía Junsu, perdiéndose en su delicado rostro, recordando las palabras y el llanto de la noche pasada. Era cierto, alejaba a Junsu por temor a enamorarse, lo quería mantener lejos pues era un sentimiento doloroso, era algo que el no quería volver a experimentar. Si bien el primer chico que le rompió el corazón fue Cinderella, el primer chico del que se enamoró fue Yunho. Pasaron muchísimas cosas juntos, pero una vez más ambos terminaron con el corazón roto y decidieron ser solo amigos. Esa decisión fue dura y pasaron varios años hasta que finalmente el corazón de Micky sanó. Pero el no estaba dispuesto a experimentar ese sentimiento de nuevo y Junsu se veía como una gran amenaza a su tranquilidad emocional. Tomó un sorbo de su café y continuó mirando a Junsu, su mirada recorría su cuerpo y memorizaba cada detalle de aquel ser. Pero su análisis se vio interrumpido con aquel chiquillo que empezaba a despertar, su mirada fría se posó en el, realmente le molestaba su presencia, lo odiaba por estar cerca de Junsu.

- ¿por qué estas aquí? Digo... ¿puedes repetirlo? La gente debe saber cuando sobra y cuando es bienvenido
- ¿y dejarte solo con mi Junsu? Ni hablar... Dios sabe que puedes pensar en hacerle... además no hubiera venido si me hubieras dejado llevarlo a mi casa...
- mi experiencia en chicos...- de repente notó que Junsu estaba despierta y mirándolo atentamente, con los ojos algo brillositos- mi experiencia en chicos nunca falla y los más calladitos con sonrisa infantil son los peores... tu estas en esa clasificación... eres un violador en potencia...
- kya!!!!! ¿cómo me hablas así?- gritó exaltado Max- ¿tu me conoces acaso? Yo... yo... pues mi primer novio es Junsu! Y además... además... yo nunca he besado >.< como voy a ser violador!
- Jajajaja- Micky empezó a reír- ¿intentas aún continuar con esa mentira de que Junsu es tu novio?- la mirada de Junsu expresaba desconcierto, no asimilaba bien las palabras, como acababa de despertarse estaba un poco atontado.- se nota a leguas que eres virgen... y por eso mismo... estoy seguro de que bajas porno de internet...- encendiendo otro cigarro
- Yo te mato...- Max intentó golpear a Micky quien tranquilamente le empujó algo enojado- hablas como si tu no bajaras porno!
- Primero respeta a tus mayores... segundo... no seas iluso... yo no necesito bajar porno.- Micky se dio cuenta de que había sido un reverendo estúpido, había quedado como el gigoló más grande, la mirada de Junsu tenía mucho dolor y por alguna razón se sentía el hombre mas desdichado por lastimarlo.- Junsu...
- Descuida... nosotros nos vamos...- dijo Junsu jalando a Max de la mano, Micky se apresuro y cuando Max había salido del departamento jaló de la mano a Junsu y le cerró la puerta en la cara al otro.- ¿qué haces?
- Tu te quedas...- dijo micky sonriéndole antes de robarle un corto beso- ¿entendido?- de repente los ojos de Micky se abrieron de par en par, Junsu le había pateado “ahí” para librarse de el.
- No... no entiendo, me alejaré de ti si es lo que quieres...- saliendo del departamento
- Mis... “cosas”...- dijo Micky amarrándose esa zona que había sido golpeada por el pequeño delfín.

Continuará

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